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La universidad, la misma por siempre



  1. El
    Génesis
  2. La
    conformación de la Universidad
  3. La
    influencia sobre la universidad
  4. La
    modernidad y la Universidad
  5. Bibliografía

La universidad del siglo XXI se debate entre lo
tradicional y lo moderno, predominando el concepto de
universalidad que trae el término, acompañado de la
inconformidad que se manifestó desde su creación y
que a la fecha no ha cambiado. Teniendo en cuenta lo anterior, se
deben analizar los siguientes aspectos: El concepto
histórico social de la universidad, la influencia de la
universidad medieval en los procesos de construcción de la
universidad moderna y los cambios que han modificado la
universidad. A partir de estos elementos podemos ensayar una
reflexión sobre la universidad.

La universidad ha sido a través de la historia,
un conjunto de construcciones que se han ido complementando con
el correr de los siglos, manteniendo sus rudimentos intactos dese
la edad media. Por lo tanto, no podemos hablar de
autonomía, absoluta, universitaria, debido a que sus
fundamentos, históricos y transitorios, están
sujetos a los intereses religiosos, económicos, sociales o
políticos del entorno en el cual cumple su labor educadora
en una época determinada. En este sentido, los procesos de
larga duración dejan entrever las regularidades de una
educación escolástica, que pretende mantener la
influencia de la organización, (social, política o
religiosa, o las tres) en la programación de la
formación académica e integral de la persona,
según lo manifestado por Fernand Braudel en el
capítulo larga duración, de su obra "la Historia y
las ciencias sociales[1]

"Es igualmente imprescindible que la
reunión de las ciencias sea completa, que no se
menosprecie a la más antigua en provecho de las más
jóvenes, capaces de prometer mucho, pero no siempre de
cumplir mucho."
Fernand Braudel. La larga duración
(pág. 62).[2]

Es decir, la universidad no ha cambiado; ha cambiado
la influencia sobre ella, según la época, pero la
universidad ha sido la misma desde su
creación.

El
Génesis

La universidad, que ya había plantado sus
raíces, en la antigüedad, en la Grecia de los
inmortales filósofos y en la Roma de los emperadores
violentos, sobrevive a los avatares del destino, a las guerras
entre las naciones y a los intentos dominantes de imperios y
hordas salvajes que pretendieron imponer sus formas hostiles,
sobre la formación humanista de la sociedad, se convierte
más adelante en un complemento del desarrollo de las
organizaciones de la época del Medioevo, cuyos fundamentos
estaban planteados desde la élite social, buscando
solución a problemas que afectaran a su exclusivo
conglomerado.

La clase dominante en la edad media, pretendía
que el aprendizaje se limitara a quienes tenían
ascendencia de nobles, o eran privilegiados por éstos. El
conocimiento no era para todos, ni todos podían tener
acceso a todo el conocimiento.

Durante este período de la afirmación de
los conceptos de universidad y de la constitución de la
universidad misma, primaron los intereses de unos pocos que
dominaban desde diferentes estamentos de la sociedad al
conglomerado intelectual en formación, el cual era
sometido, a toda costa, con el fin de que se enseñara y,
de contera, se aprendiera lo que le convenía,
especialmente, a las organizaciones religiosas de la
época.

Este fue el comienzo de la universidad, marcado por las
imposiciones que limitaron (hoy se mantiene este principio) la
libertad de cátedra y la independencia, de los educadores
y de los educandos, para enseñar lo que conlleva a la
formación integral del individuo y, para recibir por
aquellos, lo que edifica y dignifica a la persona.

Se da aquí, lo que expresa Jurgen Habermas,
cuando, citando a Schleiermacher manifiesta:

"Una vida decente no existe para el Estado, sin
la unión de un sentido general con la habilidad, siempre
limitada, en el campo del saber".
Jurgen Habermas.
La educación universitaria (pág.
545).
[3]

En el presente escrito, observaremos como se repite este
suceso, a través de la historia de la universidad y su
influencia en la sociedad de todos los tiempos.

La
conformación de la Universidad

La conformación de instituciones especializadas
en impartir la educación, de los exclusivos grupos
sociales que tenían acceso a ella, hicieron un
análisis retrospectivo, antes de poner en marcha cualquier
proyecto a ese nivel.

Buscaron en el comportamiento de los grupos de
enseñanza particular y en la educación
individualizada, exclusiva de influyentes familias del pasado,
que sin proponérselo introdujeron los primeros educadores
de la historia, el modelo ideal para crear la universidad. En
este punto es importante citar el concepto del profesor
Fabián Llano quien expresa:

PENSAR EL PASADO PARA COMPRENDER EL
PRESENTE.
Fabián Llano. (docente
universitario).
[4]

El camino empezaba a allanarse para que la juventud
entrara en orden y por disposición de la
organización religiosa, primera interesada en fundamentar
la educación, al infinito mundo del saber, el cual
dejó de ser privilegio de unas pocas familias, para
convertirse en propiedad privada de la Iglesia, que determinaba
quien podía participar de las mieles del saber.

Ahora no era suficiente pertenecer a adineradas e
influyentes familias, se requería de linaje y casta para
hacer parte del selecto grupo de universitarios de la
época.

Quien se dedicaba a los estudios superiores debía
disponer, además de una muy buena posición
económica y social, del tiempo necesario para responder a
las exigencias académicas de entonces. No se podía
conjugar estudio y trabajo, porque la universidad se
convirtió en la razón de ser de la persona que
ingresaba a ella y, a partir de su ingreso, la
preparación, actualización y desempeño como
tal, eran permanentes por el resto de su vida.

Durante este período (edad media) el concepto de
la muerte predominaba, considerándose esta como un
tránsito a la eternidad. Además, la
descomposición del cuerpo al morir se asimilaba a la
descomposición del ser humano al actuar, permitiendo,
mediante el atemorizar a las personas, amarrar más el
concepto educativo al religioso, poniendo al hombre como el
centro de la creación y la razón de ser de la vida,
buscando siempre la salvación de las personas, desde todas
las perspectivas sociales y educativas.

Hoy, el propósito descrito en el párrafo
anterior se mantiene, la influencia dejó de ser
exclusivamente religiosa, para convertirse, además de
política, en económica, social y
militar.

La influencia
sobre la universidad

En el punto 2 se analizó cómo la
organización religiosa tuvo que ver en la
conformación de la universidad de los primeros tiempos. Su
orientación ha predominado a través del tiempo y el
papado de turno ha marcado, mediante bulas exclusivas, el
derrotero de la educación, tanto pública como
privada, en el mundo de ayer y de hoy.

Pero además de la influencia religiosa, otro tipo
de acontecimientos han marcado la educación superior, a
través de la historia de esta, determinando cambios
transitorios y temporales, para luego volver a los rudimentos de
la universidad.

Con base en este análisis, encontramos los tres
primeros acontecimientos que marcaron esa influencia transitoria
sobre la universidad: Las cruzadas, la reforma y el
renacimiento.

LAS CRUZADAS. Comenzando en el siglo X, las cruzadas
marcaron la enseñanza universitaria, en el sentido de
llevar el concepto religioso a través del mundo conocido
en el recorrido de alemanes, franceses e ingleses, quienes
procuraban llegar a tierra santa (Jerusalén), con el fin
de liberar esos territorios de la influencia de los sarracenos
(árabes y mahometanos), los cuales se habían tomado
a sangre y fuego el medio oriente. Siendo considerados herejes,
la organización religiosa del momento (iglesia
católica) determinó que era necesario expulsarlos
del territorio judío y retomar esos lugares para
reintegrarlos al papado romano.

Por más de 300 años, las luchas se
sucedieron en forma casi interminable, afianzándose mucho
más la fe entre los pueblos fieles a Roma, sobresaliendo
la caída de Constantinopla en poder de los turcos
otomanos, quienes impusieron el Islam sobre el judaísmo; y
la batalla de Lepanto entre cristianos y musulmanes, por el
dominio del Mediterráneo.

Estos acontecimientos marcaron la educación
universitaria, más en el sentido
político-religioso, que en el de contenidos y sentido
humanístico de los programas y los educadores. Es decir,
la universidad seguía igual, pero con la influencia
transitoria de los sucesos de la época.

LA REFORMA:

  • El siglo XVI no es sólo el siglo del
    Renacimiento. También es el siglo de la Reforma,
    considerado uno de los grandes movimientos religiosos en el
    seno del cristianismo. La Reforma corresponde a una gran
    revolución religiosa que rompió la unidad de la
    Iglesia Católica en el siglo XVI, separando de ella a
    todos los que aceptaban las nuevas doctrinas, conocidas bajo
    el nombre genérico de
    protestantismo.

  • En el surgimiento de la Reforma no
    sólo influyeron causas religiosas, sino también
    políticas, intelectuales y
    económico-sociales.

  • A principios del siglo XVI, la Iglesia se
    encontraba en un profundo estado de decadencia y de crisis.
    La riqueza material de esta época hizo que se
    produjera corrupción y relajación de las
    costumbres entre parte del clero, lo que afectaba
    también a las más altas jerarquías,
    incluido el papado. Todos buscaban aumentar al máximo
    sus ingresos, ya sea para velar por el futuro de sus
    familias, satisfacer su gusto por el lujo o proteger a sus
    artistas favoritos.

  • Se sabía que el Papa Alejandro V de
    Borgia llevaba una vida escandalosa, y que el Papa
    León X sólo se había ocupado de las
    bellas artes. Se dice que los obispos en Alemania,
    poseían la tercera parte de las tierras y
    vivían como grandes
    señores.

  • Tales excesos despertaron poderosas
    críticas e insistentes exigencias a favor de de una
    reforma que los suprimiese de raíz.

    Resumen de Fabián Llano. (docente
    universitario).[5]

Las 95 tesis de Lutero, expuestas en 1517, además
de denunciar los excesos del clero, se convirtieron en un
campanazo de alerta que llevó a que la iglesia
católica exigiera a los futuros estudiantes, además
de una certificación especial de profesar la
religión, la firma del juramento de pertenecer a la misma
organización religiosa de la universidad.

Este hecho limitó el ingreso de estudiantes a las
universidades, pero no modificó los contenidos educativos
que se enseñaban en los claustros de la época. Los
volvió más radicales sí, pero no los
transformó.

Antes de esto, Gutenberg (1450) imprimió por vez
primera la Biblia, exponiendo ante los alemanes, los
engaños y mentiras de la religión Católica.
Gracias a la Biblia, entraron al conocimiento directo de la
verdad expresada en el llamado libro sagrado.

Todo esto contribuyó a la búsqueda de una
universidad privada que no dependiera de la directriz
sesgadamente religiosa, sino que se encaminara más a lo
académico y lo social; porque al convertirse la
educación en un arma religiosa, fue caldo de cultivo para
el absolutismo que permitió la barbarie de los monarcas y
el resurgir con más fuerza de la organización
religiosa.

EL RENACIMIENTO: Esta es una de las épocas
más brillantes de la humanidad, desarrollada durante los
siglos XV y XVI, que permitió retomar los conceptos
dejados de lado por las imposiciones monárquicas y
religiosas del momento, para regresar a los elementos de valor y
sentimiento de los pueblos.

Es aquí cuando surge el Romanticismo,
interpretado como nacionalismo, que afianzó el sentido de
pertenecía de la humanidad, en defensa de su
terruño y su representación
autóctona.

Todo lo anterior desembocó en el humanismo que,
basado en las teorías planteadas desde los grandes
pensadores de la antigüedad como Marco Tulio Cicerón,
pasando por Dante Alighieri y Franceso Petrarca para llegar al
Renacimiento con Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro y Antonio
Nebrija, tuvo al hombre como eje central del universo y de la
creación, desarrollando avances científicos que se
dieron a conocer gracias a la imprenta, facilitando de paso los
grandes descubrimientos e inventos de la época.

La música, la arquitectura, la escultura y la
pintura, lograron su máximo esplendor y la academia fue
baluarte importante para fomentar el conocimiento
enciclopédico.

Se establece en este período de la historia el
concepto de corporación como integración de
personas que, con base en normas específicas,
tendían a un fin.

La universidad no fue ajena a esta influencia, dando
paso a muchas corporaciones académicas que florecieron a
la sombra de la influencia del momento.

Aunque el desarrollo integral de la persona fue factor
determinante para replantear los currículos a partir del
humanismo, como en los casos anteriores, los cambios de los
contenidos fueron sutiles, limitándose estos cambios a la
estructura de las instituciones educativas, pero conservando los
principios académicos tradicionales.

La modernidad y
la Universidad

DE LA ORALIDAD A LA ESCRITURA:

El hombre, desde cuando seis mil años
atrás se comunicó por primera vez, mediante la
palabra escrita, en la antigua región mesopotámica,
tuvo siempre la necesidad de hacerse entender de sus
semejantes.

Las primeras formas comunicativas fueron orales,
razón por la cual todo lo que se busque respecto de los
orígenes de la comunicación humana, apunta siempre
hacia la oralidad, forma primitiva o prehistórica de
interrelación comunicativa entre los humanos.

Pero, la necesidad de comunicarse iba más
allá de hacerlo en forma individual. Se requería un
sistema que sirviera de comunicación de masas.

Nace entonces la idea de utilizar las señales de
humo como medio de comunicación; como el lenguaje era
universal dentro del área de cubrimiento del medio
señalado, su popularidad no tardó y
acompañó a nuestros antepasados, por cientos de
años.

Vendrían después, los tambores y las
palomas mensajeras, para concluir en la palabra escrita,
inventada y desarrollada por los sumerios y los caldeos, con la
famosa escritura cuneiforme.

Todos estos eventos fueron la antesala de la historia
civilizada de la humanidad, la cual comenzó con el
desarrollo de la palabra escrita, razón por la cual se
dice que, todo lo anterior a la escritura, es prehistoria,
considerándose la edad moderna el comienzo lógico
de los soportes comunicativos escriturales basados en la
oralidad, tal como lo analiza Jesús Sánchez Lobato
en su obra Saber Escribir:

"Los nuevos canales y soportes comunicativos,
partiendo siempre de la finalidad de la comunicación, han
originado un uso específico de la lengua española
que intenta aunar oralidad y escritura desde el registro
coloquial en el mismo acto comunicativo textual originando un
tipo de lenguaje escrito muy próximo a la oralidad de la
comunicación. (…) El cambio de las formas
lingüísticas, que viene propiciado por el propio
soporte informativo, influye y condiciona el texto desde
diferentes ángulos. La escritura, por ejemplo, se ha visto
alterada desde la perspectiva ortográfica, puesto que lo
visual, propio de las nuevas tecnologías, ha permitido que
el significante (lo tipográfico) adquiera gran relevancia.
En otros casos, es la fonética la que condiciona la
escritura".
[6]

Las expresiones habladas son prehistóricas, Su
proceso de ordenamiento gramatical y de producción
fonética, comenzaron su evolución y
perfeccionamiento, desde el momento mismo en que el hombre
habló, y nunca terminarán, porque la necesidad de
universalizar las formas expresivas, son cada día
más latentes.

Al separarse el sentido del acontecimiento, la palabra
escrita adquiere preponderancia, porque queda un registro
impreso, como testimonio, de los acontecimientos humanos,
permitiendo que lo escrito hoy y aquí, pueda ser
consultado en el futuro en diferentes lugares.

Esto llevó a que Estados o ciudades pensaran en
establecer nuevas universidades, totalmente independientes y
libres de la influencia religiosa, tales como la de
Alcalá, creada en 1449, convirtiéndose más
adelante en la precursora de la Universidad Complutense de
Madrid, marcando el rumbo de la universidad moderna e
independiente.

Más tarde, la universidad de Bonn se establece,
sin la tutoría religiosa, dando comienzo a la
autonomía universitaria y al nacimiento de la subjetividad
con Descartes, y al análisis de conceptos más
actuales. Esto, le da nueva identidad, en lo que al pensamiento
se refiere, al sistema académico universitario.

Sin embargo, los contenidos curriculares y la
rigurosidad académica se mantienen, conservando los
principios que han campeado a lo largo de la historia de la
universidad.

Otros elementos de la era moderna y de la post
modernidad influyeron notoriamente en el desarrollo de la
universidad, más no en los contenidos académicos
que la conforman.

La revolución francesa, con todo su contenido
social y político, que le mostró al mundo la
posibilidad de lograr cambios que beneficiaran al conglomerado
mundial en todos los campos del concepto integral de la persona;
la Industrialización que transformó los trabajos
individuales de manufactura artesanal, convirtiéndolos en
elementos de producción en serie; la emancipación
de los pueblos, que tuvo sus raíces en América, y
que estableció a las colonias como entes independientes; y
la segunda guerra mundial que involucró al 80% de la
población de la tierra, durante seis amargos años
de barbarie y destrucción, son factores que contribuyeron
a los grandes cambios políticos y sociales de la
humanidad, y por ende, de la universidad en el mundo.

Como hemos observado a lo largo del presente escrito,
han sido muchos los factores que determinaron la influencia sobre
la universidad, a través de la historia.

Los cambios se dieron por influencias externas que
obligaron a modificar su orientación política, sus
estructuras organizativas y sus creencias religiosas, pero nunca
sus contenidos académicos, los cuales se fueron
adicionando o eliminando, sin que fueran afectados, para
adecuarlos a las necesidades del momento.

Al mirar la universidad de hoy, encontramos que se
debate, igual que en el pasado, entre la influencia de los
gobiernos de turno, llámense religiosos o
políticos, y la necesidad de preparar al ser integral que
sienta como suyas, las necesidad de la sociedad menos
favorecida.

La idea que ha sido eje central del presente ensayo,
sirve como colofón del presente escrito: LA
UNIVERSIDAD, LA MISMA POR SIEMPRE.

Bibliografía

La Historia y las ciencias sociales Fernand
Braudel

La educación Universitaria Jurgen
Habermas

Saber escribir Jesús Sánchez
Lobato

Material Docente Fabián llano.

 

 

Autor:

Álvaro Javier Calderón
Jiménez

[1] Fernand Braudel. La Historia y las
ciencias sociales.

[2] Fernand Braudel. La Historia y las
ciencias sociales, Larga Duración (pág. 62)

[3] Jurgen Habermas. La educación
universitaria (pág. 545).

[4] Fabián Llano. (docente
universiotario).

[5] Fabián Llano. (docente
universitario).

[6] Jesús Sánchez Lobato, Saber
escribir (Ed. Aguilar 2007)

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