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Venezuela y Argentina hacia el salto tecnológico en la relación bilateral con China




Enviado por Antonio Abche



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Venezuela y Argentina. Necesidades
    similares  y potenciales
    diferentes
  3. El
    caso Venezolano y su relación bilateral con
    China
  4. Materias de posible interés en Venezuela
    para China
  5. A
    manera de Conclusión
  6. Referencias Bibliográficas,
    Artículos y Documentos

Introducción

Países como Argentina y Venezuela poseen
características que limitan su potencial, para el logro de
saltos tecnológicos, la mayoría de ellas
están referidas a la carencia, insuficiencia o deficiencia
de los servicios públicos. Recordemos que nuestras
Constituciones propenden al logro del bien común que se
logra en parte, mediante una adecuada creación y
prestación ininterrumpida de los servicios públicos
o actividades asumidas por órganos o entidades
públicas o privadas, para dar satisfacción en forma
regular y continua a cierta categoría de necesidades de
interés general, bien sea en forma directa, mediante
concesionario o, a través de cualquier otro medio legal,
con sujeción a un régimen de derecho Público
o Privado, según corresponda.

Estos servicios en esencia son la educación,
salud, electricidad, agua, entre otras, que podríamos
denominar los tradicionales, ya que son los que influyen en los
costos para la supervivencia particular y sobre la
decisión de escoger un lugar o bien dónde
invertir.

Si tomamos en consideración estos caprichos de
nuestra existencia, debemos entender que una vez que estos son
satisfechos, surgen nuevos servicios que se convierten en vitales
para el desarrollo. Teniendo los primeros aseguramos la
existencia, no obstante, debemos asegurar la
subsistencia.

Ello trae nuevas necesidades, porque educados
necesitamos especializarnos, ya que teniendo electricidad
empezamos a usar aparatos electrónicos como televisores
que necesitan señal a través del espectro
radioeléctrico y señal desde un satélite, un
teléfono que requiere señal y ahora conectividad a
la internet y por supuesto las redes sociales; porque con agua
ahora requerimos nuevas modalidades de calmantes de la sed,
embotelladoras, canales de distribución, entre
otras.

China por su parte, es un país con aumento
interesante de su población, toda esa población
tiene necesidades tanto de alimentos como de energía, de
hecho "según un estudio de Lester Brown, del
Earth Policy Institute, en la actualidad  China ya
consume más que EEUU en un buen número de materias
primas, productos alimenticios e incluso bienes de
consumo"[1].

Adicionalmente, para el 2003 China fue responsable de
una buena parte del consumo mundial de algunas materias primas:
carbón (31%), acero (27%), cobre (20%), aluminio (19%),
níquel (12%) o petróleo (8%). El rápido
aumento de la renta per cápita ha propiciado un
crecimiento del consumo de alimentos, energía, materias
primas y bienes de consumo. Manifestando igualmente, un fuerte
aumento de las importaciones de grano, soja, hierro, aluminio,
cobre, platino, fosfatos, potasio, petróleo, gas natural,
madera, algodón, etc.

Por estas razones, China tiene un interés
exponencial sobre América Latina, por una parte con
países como Venezuela por su capacidad y reservas
energéticas y por otra parte países como Brasil y
Argentina en materia de alimentos.

China no tiene una cultura cortoplacista, todo lo
contrario su tendencia ideológica de paciencia y
perseverancia entiende que los grandes proyectos pueden llevarse
varios años o más bien, muchos años, con lo
cual pueden comprender lo importante de ir recorriendo los
caminos latinoamericanos hasta enlazar y asegurar su
propósito definitivo.

Sin embargo, nuestros países deben tomar
previsiones para organizar la superación de sus
debilidades en aprovechamiento de estas circunstancias de
interés económico e integracionista en
América Latina, según algunos autores como Devlin y
Kai[2], señalan sobre este particular
que "América Latina debería estar
invirtiendo una parte importante de las ganancias de su auge
actual en innovación, diversificación y
modernización de sus exportaciones, adelantándose a
la tendencia para beneficiarse de las oportunidades futuras con
exportaciones de mayor valor agregado, mismos que tendrán
mayor demanda conforme el ingreso y el consumo (también de
servicios) aumenten en China… (…) China está
fungiendo como "el despertador" de América Latina,
alentándola a encontrar mejores maneras de competir en la
economía mundial. Esta última forma indirecta de
cooperación podría ser a la postre la mayor
contribución de China a la región…
constituye un objetivo estratégico de gran importancia en
su agenda de desarrollo. Hay evidencias cada vez más
claras de que este punto es un ingrediente importante del
crecimiento que podría distinguir a América Latina
de los países en vías de desarrollo de Asia
oriental".

Venezuela y
Argentina. Necesidades similares  y potenciales
diferentes

Nuestros dos países (Argentina y Venezuela) han
verificado un salto tecnológico que aunque más
lento que nuestros países del viejo continente, si
más emprendedores por la cantidad de población en
crecimiento de nuestras dos realidades de análisis. Esto
hace indudablemente que aumenten las necesidades de consumo de la
población no solo de alimentos y bebidas, o de ropa,
vehículos, etc; sino que también se suman los
servicios y mientras mayor es el adelanto mayor la
necesidad,  a mayor necesidad indudablemente mayor
progreso[3].

Pero ciertamente nuestros dos países modelos no
se encaminan por la misma ruta, Venezuela posee un acento de
deficiencia de la producción alimentaria mientras que
argentina es autosuficiente y exporta los alimentos; Venezuela
posee alta producción y reservas de hidrocarburos y
Argentina está mostrando serias deficiencias en su
abastecimiento local.

En Venezuela el mercado automotriz de vehículos
usados ha crecido más que el de vehículos nuevos
por no haber oferta de éstos últimos, en Argentina
hay excedente de producción y ofertas para la
adquisición de vehículos nuevos pero el alto costo
del combustible los hace difícil de mantener. Venezuela es
uno de los países donde hay mayor cantidad de Smartphone
per cápita pero no se producen en el país, en
Argentina a pesar que la cantidad es  menor, ya
estableció convenios para ensamblar teléfonos con
mano de obra argentina. Con estos pocos ejemplos podemos
determinar que nuestras necesidades son similares pero no en
todos los aspectos.

    El caso Venezolano y su
relación bilateral con China

 Analicemos el caso Venezolano, las relaciones
bilaterales entre la República Popular China y la
República Bolivariana de Venezuela se iniciaron en 1977,
pero durante el Gobierno del presidente Hugo Chávez
Frías, se avanzó hacia la consolidación de
una Alianza Estratégica para el Desarrollo Compartido
firmada en el 2001, y hasta mayo del 2010 ambos países han
suscrito 312 convenios de cooperación y trabajan en la
ejecución de 121 proyectos conjuntos, a través de
la Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN)[4].

Esta cantidad de convenios suscritos muestra dos cosas,
la primera hacia donde van dirigidas las políticas
comerciales venezolanas y su estrecha relación con lo
establecido en el Plan de Desarrollo de la Nación[5],
documento público que explana la expansión
internacional e integracionista de Venezuela. Lo segundo es el
interés que China tiene sobre Venezuela con base a su
potencial en las áreas sensibles para su región, en
palabras más diáfanas, la energía; y su
principal aliado en esta cruzada, el gobierno
venezolano.

Se han explanado como lineamientos de la política
exterior china el respeto por la soberanía e integridad
territorial, la no interferencia en los asuntos internos, la no
agresión, la igualdad y la coexistencia pacífica.
Inicialmente, la agenda entre China y Venezuela se destinó
al aspecto energético y el desarrollo de la agricultura;
posteriormente, el ámbito de cooperación se
diversificó hacia otras áreas, entre las que
destacan: infraestructura, ciencia y tecnología, cultura,
telecomunicaciones, desarrollo social y el área
económica y comercial.

En el año 2007, se constituyó el Fondo de
Financiamiento Conjunto China-Venezuela, con un monto inicial de
6 mil millones de dólares duplicado al año
siguiente, el fondo es administrado por el Banco de Desarrollo
Económico y Social (Bandes), y destina recursos para la
ejecución de obras de infraestructura y para el desarrollo
de alta tecnología en el país.

Hasta abril del año 2010, el Fondo
Chino-Venezolano había desembolsado la cantidad de 3 mil
706 millones de dólares para la ejecución de 21
proyectos estructurales de los Ministerios del Poder Popular para
Agricultura y Tierras (plan agroalimentario Zulia y sistema de
riego Rio Guárico), Salud (módulos de
atención primaria), Energía (21 obras de
reforzamiento eléctrico, transmisión y
distribución) y Petróleo, Industrias Básicas
(satélite Simón
Bolívar),  Minería y Obras
Públicas (Metro de Valencia (líneas 1 y 2), la
línea 1 del Metro de Maracaibo, la línea 5 del
Metro de Caracas, la culminación del distribuidor la
Yaguara-Montalbán en Caracas y el tramo Ferroviario
Tinaco-Anaco) y Vivienda, entre otras como la construcción
del teléfono "el vergatario" y las computadoras para los
programas escolares.

China en las relaciones bilaterales con Venezuela se
presenta como una excelente oportunidad de aprovechamiento
tecnológico para el impulso productivo del país,
esto al menos desde la hipótesis del progreso. Es
imprescindible comprender que la mayor parte de las exportaciones
venezolanas son los hidrocarburos y estos son de única
propiedad del Estado venezolano, por ello, el panorama venezolano
muestra un país avanzando en la capital y en las ciudades
con vocación petrolera, minera e industrial por la
inversión que en servicios e infraestructura se hace
necesaria para compensar a las empresas y trabajadores de la
industria petrolera y siderúrgica.

Sin embargo, las empresas privadas son un tema
diferente, según el Instituto Nacional de
Estadística de Venezuela[6] entre Enero y Abril del
año 2011, las ventas de bienes del sector privado, fueron
381 MM US$, lo que representaron 37,7% del total, al compararla
con las exportaciones del año 2010, presenta un descenso
del 16,2%. El sector público en cambio representa el 62,3%
del total de exportaciones, 632 MMUS$; con un aumento de 40,5%;
al compararlo con igual periodo del año 2010.

Estas cifras muestran que el mayor exportador en la
República Bolivariana de Venezuela es el Estado venezolano
y no el sector privado. Aclarando que en estas cifras arriba
mencionadas no han sido consideradas ni contabilizadas las
exportaciones del sector petrolero ni sus derivados.

Las cifras oficiales aquí presentadas llevan a
reflexionar sobre el potencial no desarrollado del país en
materia productiva; deberíamos considerar que hacia ellos
deben apuntar los convenios internacionales. Si bien es cierto,
que no se puede invertir para la generación de gigantes
compañías privadas en el país, no menos
cierto es que debe incentivarse el aparato productivo de
carácter privado.

Hasta ahora las alianzas con China han buscado mejoras
en los equipamientos de salud, transporte, alimentos y
tecnología, pero: ¿Cuáles deberían
ser los temas a tratar en las alianzas comerciales con China o
incluso con otros países para lograr que Venezuela de el
salto  tecnológico?. 

Este análisis para su mejor comprensión ha
sido dividido por sectores, en dos áreas, la de
inversión pública y la inversión privada,
solo para fines referenciales ya que lamentablemente ambas deben
ir de la mano, aunque bajo un criterio muy particular, nunca
abrazadas.

1.       Materia
De Inversión Pública

Evidentemente, la noción de público
implica los que son de interés social y que se encuentran
definidos constitucionalmente para el logro de la mejora de la
calidad de vida, para ello, la propuesta es incluir en la agenda
de discusiones de Venezuela con China los siguientes temas que
podrían brindar la posibilidad de lograr el salto
tecnológico y la independencia en el conocimiento
administrado:

a.       Materia
Energética: Venezuela sufrió[7] (febrero 2010)
y (aún sufre[8]) una gran crisis energética o
eléctrica debido a que una gran sequía
originó un fuerte racionamiento de electricidad en los
estados venezolanos (la capital no es racionada) que
todavía ahora continúa, enfatizada en que la
energía eléctrica que se produce en Venezuela es
por represas eléctricas. La agenda con China
incluyó proyectos de adquisición de plantas
eléctricas y la construcción de la infraestructura
para contenerlas y solventar la crisis. Este proyecto
intentó paliar un problema vigente, pero no se ha
enfatizado en un proyecto a largo plazo a titulo preventivo, en
caso que la naturaleza en sus caprichos vuelva a ocasionar una
sequia de tales magnitudes.

En este aparte, la propuesta es llamar la
atención sobre la  necesidad de enfatizar en el
uso de las energías limpias. Aunque muchos venezolanos lo
desconocen, existen Pymes y constructores independientes en
estados como Mérida que producen paneles solares para la
acumulación de electricidad, las cuales podrían
emplearse para el uso de luminarias, lo que significa, que existe
la posibilidad de educar y crear el sentido necesario para la
emancipación en esta área.

Siendo así, que esta iniciativa ya se ha visto
reflejada en la construcción del ferrocarril de Puerto
Cabello, que logro incorporar al alumbrado público
luminarias solares, un punto interesante sería la
inclusión en agenda del cambio de las luminarias del
alumbrado público de calles, avenidas, parques y entes
públicos para generar un ahorro significativo en el
consumo de kilovatios, sin contar la eliminación de los
cableados de poste a poste que generan contaminación
visual y riesgos por accidentes.

b.      Materia de
Vivienda. Según cifras del INE[9], en 1991 habían
21,53 habitantes por Km2 y el 2011 esa cifra ha llegado a 31,95
habitantes por Km2, este aumento poblacional del 50% en diez
años determina la necesidad de viviendas para las nuevas
familias que van surgiendo. Sobre este particular la
Cámara  Venezolana  de  la
Construcción[10] estableció que
el  déficit  habitacional
en  1986  era  de  738.582
viviendas,  para  1990 era  de  880.083  viviendas;
para 1999 de 900.000 viviendas; para el 2006
el  déficit  habitacional  acumulado  es  de  1,68
millones  de  viviendas;  ello representa  un
incremento de 87% entre 1999 y 2006. Estas alarmantes cifras las
concatenamos las fuertes lluvias que sufrió el país
durante el 2010, las cuales motivaron a la promulgación de
la Ley Orgánica para Terrenos y Viviendas[11].

Las cifras presentadas hacen forzoso concluir que el
país presenta una baja oferta en materia de
construcción de viviendas, que puede y debe ser incluida
en la agenda de discusión. Pudiendo darle preeminencia al
tema a través la creación de empresas
grannacionales[12] para la construcción de viviendas;
o bien, por otro lado, podría darse una combinación
de empresas del estado para la contratación de empresas
privadas para la construcción de ciudades dormitorio en
las cercanías a las grandes urbes, que prevea una red de
transporte y servicios para las personas que allí
residirán. El contenido de esta propuesta debe apuntar a
un proyecto a largo plazo y sustentable en el tiempo para que
pueda considerarse una política exitosa.

Otro punto interesante radica en la posibilidad de
prever catástrofes naturales, hecho últimamente muy
común en Venezuela, visto con las fuertes lluvias que han
producido una serie de deslaves de tierra que han arrasado con
viviendas y carreteras. China es uno de los principales
fabricantes de viviendas y hoteles de emergencia construidos con
Contenedores Metálicos, los cuales poseen una gran
cantidad de comodidades que servirían para generar
alberges en las ciudades más importantes, que
podrían tenerse para uso de emergencias ya que son de
fácil y rápida instalación,
edificación, conexión de servicios y tienen una
vida útil de 20 años[13]. Con el evidente
interés de ser construidos en Venezuela, pudiendo
convertirse en uno más de los eslabones en materia de
prevención de catástrofes evitando casos como el
tan penoso ocasionado en 2010 por los lluvias, que
ocasionó la ocupación por parte del gobierno
nacional de muchos de los hoteles privados y del estado para
albergar a los damnificados, incluso colmando la capacidad de los
hoteles y provocando como consecuencia aún mayor el haber
tenido que ocupar las sedes de los Ministerios que son oficinas
para albergar a los desamparados[14]. 

c.       Innovación
Tecnológica. La cooperación tecnológica se
ha visto con el lanzamiento y puesta en marcha del
satélite Simón Bolívar, el primero que pone
en órbita el país, pero ¿Venezuela
está en capacidad de crear uno?, ciertamente el convenio
incluyó la transferencia tecnológica y para ello,
ya hay ingenieros venezolanos formándose en China con este
propósito, pero, más allá de la buena
intención del convenio, ¿se incluyó en las
Universidades públicas o privadas la tecnología
para formar profesionales con conocimientos sobre el tema?. Esta
pregunta encierra una terrible realidad y es que en materia
educativa que es donde se crea al hombre nuevo, debe socializarse
el conocimiento para que pueda tener lugar la innovación
real. Este elemento, debe ser incluido como parte del tema de
agenda, importar el conocimiento no sólo exportar a los
nacionales a que se formen en el extranjero, sino traer esas
posibilidades reales al común de los estudiantes en las
universidades del país.

A este punto debemos sumarle la posibilidad de generar
energías alternativas como la eólica. En el Estado
Falcón y en el Estado Lara existen inmensos espacios de
territorio desocupado (mayormente propiedad del Estado y de los
Municipios[15]) cuya fuerza del viento es capaz de voltear un
vehículo en movimiento, este sería un espacio
aprovechable y una ventaja natural que pudiese implicar una forma
de aprovechar una condición particular y darle un uso
razonable, además que constituiría una
inversión perdurable, sostenible y sustentable.

d.       Transporte.
En esta materia los convenios con China incluyen una planta para
la construcción de unidades (autobuses) estándar
(tipo piezas generales) para reemplazar las unidades de
transporte público, ya que el servicio inter urbano y
extra urbano es cubierto en su gran mayoría con unidades
pequeñas o micro buses.

En esta parte de la agenda es importante señalar
que la planta y maquinarias persiguen que la mano de obra
venezolana haga un modelo de unidad de transporte y que le pueda
brindar el servicio de reemplazo de piezas por ser
estándar. Sin embargo, se ha dejado de lado la idea del
vehículo venezolano TIUNA[16], que como vehículo
todo terreno se pensó para el ejército y
rescatistas pero podría ser de vital uso para los
trabajadores de la tierra como un incentivo para permitirles
superar sus condiciones de gastos en la
producción.

En este punto de la agenda debería incluirse o
bien revisarse el sistema de interconexión ferroviario que
ha sido iniciado y paralizado en varias ocasiones por las
inmensas obras de infraestructura que se necesitan, Venezuela no
posee otros ejes intermodales de transporte ni tampoco los
denominados troncales de transporte terrestre, pudiendo
constituirse en una aliviadora solución a las carreteras,
al transporte de pasajeros entre ciudades en especial las
dormitorios y  para el tráfico pesado que
sólo en la capital venezolana produce una gran cantidad de
embotellamientos y accidentes.

No obstante lo anterior, queda pendiente en la capital
de Venezuela el tan anhelado proyecto de la perimetral, un viejo
proyecto de crear una autopista para que el tráfico de
vehículos pesados y livianos que van de Oriente a
Occidente no atraviesen la ciudad de Caracas, en el entendido que
según los estudios efectuados en materia de transito
más del 40% de los vehículos que ingresan a la
ciudad diariamente la utilizan como paso obligatorio, creando las
inmensas colas y produciendo la gran cantidad de problemas a la
capital venezolana, este proyecto podría retomarse, para
la construcción por parte de empresas Chinas de los tramos
de la autopista, encargándose Venezuela de las luminarias,
señalizaciones y estaciones de servicio, cuyo costo de
construcción sería mermado o bien recuperado por el
cobro de peajes.

e.      Materia de Salud.
Toda vez que los convenios con China han preconizado el
financiamiento de los Módulos de atención primaria
de Barrio Adentro, no menos cierto es que no se han abarcado
nuevas instalaciones hospitalarias para atención
especializada que incluya los tomógrafos y demás
herramientas necesarias para la atención de
salud.

En este particular podemos mencionar la posibilidad de
generar laboratorios para la innovación,
elaboración, envasado de medicamentos, que bien pueden
hacerse en convenio con las universidades en sus facultades de
farmacia, con lo que se podría producir en Venezuela
medicamentos genéricos con aval profesional y mano de obra
calificada como parte de los sistemas de educación
tradicionales; no obstante, recordamos aquí que el
problema de infraestructura puede ser cubierto con los arriba
mencionados habitáculos de contenedores, los cuales
también son elaborados para laboratorios.

En este particular se entablarían los
intercambios estudiantiles para permitir el reciprocidad en
materia del trabajo de investigación científica y
en materia de medicamentos.

f.        Materias
no Tradicionales: Podrían mencionarse algunas alternativas
no tradicionales donde China podría contribuir, como las
Cárceles venezolanas, un tema que no ha sido tocado, pero
que ha tenido un gran impacto en Venezuela en los últimos
días es el tema carcelario[17], el extremo hacinamiento y
la falta de actividades para los reclusos ha sido uno de los
focos de los conflictos presentados en estos meses en Venezuela.
Toda vez que los reclusos no generan ningún tipo de
ingresos, ni para el estado; ni para ellos, ni para sus familias;
estos podrían ser insertados en planes de reducción
de pena a través del trabajo de la construcción
tanto de las ciudades dormitorio planteadas arriba, como
también en la activación de los campos venezolanos
y de las carreteras, al menos en un porcentaje de la mano de obra
no calificada u obrera. 

También podrían incluirse otras
alternativas como por ejemplo el aprovechamiento del potencial
chino en materia industrial para generar empresas del estado
venezolano para la producción de artículos de
primera necesidad como jabón, champú, pasta dental
y otros insumos a los fines de poder establecer cadenas de
valores más reducidas que las ofrecidas por las
transnacionales.

Todo esto podría también concatenarse con
las misiones ya existentes como la Misión Sucre, en
materia educativa; o bien con el INCE para lograr otorgarles un
oficio a los reclusos para así poderlos reinsertar al
campo laboral, entre otros. Incluso puede crearse una
misión especial para su reinserción
formándoles en áreas técnicas o de
servicios, en el entendido que al poseer el tiempo y contando con
un espacio adecuado podrían aportar un beneficio
garantizándoles el estado una remuneración para
contribuir con sus familias.

2.       Materia
De Inversión Privada

La noción de privado, implica a las empresas de
capital privado o no nacionales, estatales o municipales, para
ello la propuesta sienta sus bases en incluir en la agenda de
negociaciones a los empresarios venezolanos, los ya existentes y
los nuevos que puedan formarse conforme a estos parámetros
en los siguientes temas[18]:

a.       Materia
Energética. Para el uso de las energías
alternativas el estado debe incluir a las empresas de cada estado
o municipio con facultades o posibilidades reales de unirse a las
iniciativas. En caso que no existan, motivar su nacimiento y
activación a través de empresas piloto y la
transferencia del potencial de actividad.

En el entendido que las empresas privadas también
forman parte de la economía pero existen materias
energéticas que le corresponden al Estado Nación,
debe buscarse la integración de los servicios e insumos a
través de las empresas establecidas en la zona, así
como la concreción de los contratos para el desarrollo de
las regiones que no poseen hidrocarburos.

  b.      Materia
de Vivienda. Existen ya asociaciones de constructores en
Venezuela, el estado debe proponer el trabajo de la mano con el
sector privado, seleccionando a través de la experiencia
real en materia de construcción. Establecer y fijar los
tiempos y montos para que las constructoras puedan construir y
entregar para que el estado venda, adjudique u otorgue las
facilidades para su pago. 

El estado conforme a las pautas que considere
convenientes establecerá a través del Bandes o el
ente que posea los fondos del convenio de vivienda con China los
financiamientos pertinentes para la construcción de
viviendas, donde también se incluirán los servicios
internos y los electrodomésticos para la entrega total de
reales soluciones habitacionales.

c.       Innovación
Tecnológica. La participación de la empresa
privada va de la mano con los servicios de instalación,
mantenimiento y aprovisionamiento de piezas y partes para ello,
realmente debe transferirse la tecnología donde se
incluirán piezas, partes, medidas y manuales.

d.      Transporte. En
esta materia es más fácil ver el efecto porque las
empresas concesionarias del transporte público son
privadas, lo que estaría en juego es la realidad en cuanto
a los subsidios que deben otorgarse para la continuidad de los
servicios. Para ello, en Venezuela ha tenido especial
funcionamiento el uso de cooperativas de servicio, que brindan
independencia a los trabajadores y evitan los conflictos
laborales.

e.      Materia de
Producción de Alimentos. El estado no puede ser productor,
pero la empresa privada sí, para ello, es conveniente el
uso de los espacios pertinentes, recordamos que el mayor
terrateniente es el estado ya que es la entidad que posee mayor
cantidad de tierras ociosas, estas bajo convenio con las
asociaciones de productores pueden ser utilizadas para cultivos
intensivos, haciendo llamados a las cooperativas de productores,
a medianos y pequeños productores a quienes se les
otorgarían las condiciones para producir,
garantizándoles la compra de la cosecha y la
adjudicación de tierra por tiempo determinado para la
producción, con lo cual podría lograrse la tan
anhelada soberanía alimentaria. Algo parecido a la
política agrícola aplicada a la Unión
Europea pero con claros elementos de fijación de tiempo y
paulatinos descensos en la ayuda una vez lograda la
soberanía.

Existe claridad en el hecho que no puede
dársele una preeminencia total al empresario privado ya
que podría comprometerse los sectores básicos, pero
pueden incentivarse para que estas empujen el aparato productivo
y aumenten la cantidad de población ocupada.

Materias de posible
interés en Venezuela para China

En esta parte surge la necesidad de verificar en forma
contraria o con énfasis desde afuera, cuales se convierten
entonces en las materias de posible interés para China en
Venezuela, para ello estimamos dejar de lado lo obvio que
sería la materia energética, principal producto de
exportación Venezolana; elemento de propiedad y
administración única y absoluta del Estado
Nacional. Ya que podríamos incurrir en una análisis
corto y evidente del potencial ya conocido como visión de
mundo de un país con otros potenciales.

En este caso no se pretende establecer cuál es la
agenda de China, sino establecer las posibles alternativas o
bondades que presentaría Venezuela y que podrían
ser un factor para captar la atención de China. Siempre
parece un eufemismo hablar de que un país pueda ser
atractivo para otro más fuerte. Sin embargo, China en su
política de expansión va ganando terreno en una
serie de aspectos, en este apartado se han dividido por sectores,
sobre los posibles punto de interés estratégico que
brinda Venezuela. 

a.       Sector
Turismo. Venezuela tiene una inmensa cantidad de atributos
turísticos. Empero, no están planteadas rutas de
interés pensadas o planificadas para los ejecutivos y
turistas Chinos, una alternativa podría ser ofrecer planes
acordes con la cultura China, gastronomía, deportes,
recreación para empresas y necesidades propias, para
brindarles un espacio de inserción e intercambio que
repercute en bienestar para ambos países.

Adicionalmente, a los planes elaborados existe la
posibilidad de aprovechar los intercambios idiomáticos,
tales como los cursos para culturización donde ambas
naciones pueden proponer modelos para el intercambio de culturas
con lapsos de duración y estudios del idioma, esto ya ha
tenido aceptación con otros países como Argentina
cuyos planes son de uno a cuatro años.

Dentro del modelo turístico puede incluirse el
intercambio laboral, previo estudio del idioma, esto
podría optarse a través de concursos con las
Universidades en materia de tecnología o
electrónica para ciertas y determinadas
materias.

b.      Incentivos
Migratorios. Toda vez que este tema al menos para Venezuela no ha
sido de mayor complicación, pueden establecerse planes de
incentivos migratorios para inversionistas en áreas no
absorbidas por el gobierno, pudiera ser en materia de siembras,
cría de animales, producción de componentes, entre
otras.

Esta propuesta estaría encaminada hacia las zonas
menos densas en materia poblacional y menos impulsadas pero con
vocación agrícola y pecuaria, para que los
pobladores Chinos puedan formar parte de la estructura productiva
con empresas nacidas en Venezuela aunque con capital extranjero
lo que podría significar una verdadera expansión
China pero con el beneficio del sincretismo cultural que han
provocado las migraciones en toda la América.

En esta propuesta se suman las empresas de capital
social y pueden integrarse las cooperativas agrícolas, que
pueden recibir como parte del empuje para la productividad la
asesoría China y curtirse un poco de la política
agraria a largo plazo de producir por tiempos
determinados.

c.       Sector
Comercial. La búsqueda del incentivo fiscal puede venir
acompañada con la incorporación de los lugares
cuyas zonas industriales se encuentran deprimidas, dando la
oportunidad a los inversionistas Chinos de fortalecer estas zonas
con industrias.

Ejemplo interesante lo encontramos en la ciudad de
Carora, en el Municipio Torres del Estado Lara, una ciudad
estratégicamente ubicada en la región centro
occidental del país entre los estados Lara, Trujillo y
Zulia, paso obligatorio y con muchas facilidades para el
desarrollo agrícola, pecuario, industrial y de transporte,
pero que no ha sido desarrollada por la falta de potencial
económico, esta posee según el Plan del Ministerio
de Desarrollo Urbano, una de las zonas industriales mejor
planificadas de la zona pero desiertas por falta de
inversión, siendo un lugar ideal para la metalurgia y
fabricación de cualquier clase de productos, incluso por
su ubicación estratégica.

d.      Sector Alimentos.
Una iniciativa interesante sería el otorgamiento de
concesiones territoriales de hatos, granjas y fincas para la
siembra y cría de animales, en el entendido que en el
primer gobierno de Carlos Andrés Pérez esto se hizo
sin que brindara resultados positivos. Se plantearían las
concesiones a 10 años, prorrogables previa
confrontación del cumplimiento productivo, incluidos la
ocupación de las cooperativas de agricultores o criadores
para el aprendizaje de los sistemas.

Ahora bien, China necesita asegurarse los alimentos para
una población en franco crecimiento, por ello el
otorgamiento de concesiones de explotación agrícola
podría significar una brecha de mutuo interés,
pudiendo servir de apoyo para el crecimiento de las cooperativas
de producción venezolanas que hasta la fecha no han
brindado los resultados necesarios.

e.      Sector Educativo.
La educación formal en Venezuela ha adquirido nuevos
matices gracias al impulso gubernamental de las misiones, entre
ellas la misión Sucre, que implica la educación
universitaria de los excluidos. Para ellos, podría ser sin
duda una iniciativa muy provechosa el permitir la
fundación de Universidades Chinas o Chino Venezolanas en
materia de Ingeniería e Innovación
Tecnológica, es decir, la apertura de carreras de
ingeniería electrónica y mecánica para los
estados y municipios bajo el mismo sistema de educación
gratuita donde es el estado quien paga y premia los estudios de
los futuros profesionales, esto con fines
motivacionales.

f.        Sector
Militar. China ha presentado interés en fortalecer los
acuerdos educativos existentes entre las fuerzas armadas de China
y Venezuela, esto con la finalidad de lograr la formación
de sus oficiales en cursos de operaciones especiales[19], un
área estratégica que ha sido reforzada por el
Presidente Hugo Chávez. Este tipo de actividades pueden
percibirse como un elemento esencial para el sincretismo de
experiencias y el aprendizaje mutuo.

g.       Sector
Geopolítico. Venezuela geográficamente está
localizada al norte de América del Sur, en plena
intertropical con una extensión de costas es de 4.006 Km,
limita al Norte con mares territoriales de República
Dominicana, Antillas Neerlandesas (Curaçao, Aruba,
Bonaire, Saba, San Eustaquio), Puerto Rico e Islas
Vírgenes, Martinica, Guadalupe y Trinidad y Tobago; al Sur
con Brasil y Colombia; al Este, Océano Atlántico y
Guyana y al Oeste Colombia. Ahora bien, además de estar
estratégicamente cercano a todos estos destinos al ser la
nación más septentrional de América del Sur,
es la más cercana a Europa y a los Estados Unidos,
abriéndose a los espacios del Atlántico
centro-norte y a paisajes marítimos e interiores.
Está posición estratégica convierte a
Venezuela en eje de comunicaciones entre distintos puntos del
continente, por medio de escalas aéreas, puertos y
aeropuertos, conectándose a las grandes redes comerciales
internacionales. Es considerable la cantidad de ejes de
intercambio que puede abarcar China sólo con instalarse en
tierras venezolanas y los espacios territoriales sobre los cuales
puede ejercer actividad.

Sobre el interés que China puede tener sobre
Venezuela encontramos en opinión de Evan Ellis[20], las
siguientes: a) Ganar el acceso a productos básicos; b)
ventas ampliadas de productos chinos en sectores de importancia
estratégica y de valor añadido más elevado y
c) mantener espacios políticos y económicos
estratégicos en las Américas en los que China pueda
operar.

Ahora bien, ya ha sido posible observar con Brasil y
Argentina que China desea no solamente insertarse como socio
comercial sino también convertirse en un potencial
propietario de tierras y capacidades productivas en
América Latina. Venezuela cuenta con una gran cantidad de
tierras ociosas y que son propiedad del Estado, casos como el
vivido por Brasil donde particulares Chinos se están
convirtiendo en propietarios de grandes extensiones de territorio
agrícola, o casos como el de Argentina donde los Chinos
han procurado la inversión para el cultivo en tierras
argentinas donde no existe una real vocación
agrícola son parte de las realidades que pueden llegar a
afrontarse en Venezuela.

Este proceso bajo un criterio muy particular no debe ser
evitado, sino por el contrario debe ser delimitado. Una
recomendación para ello, es la clasificación por
vocación de la tierra, la cual, ya se encuentra contenida
en la Ley de Tierras de Venezuela. Empero, aún no se ha
culminado el catastro de todas las tierras que son del estado en
delimitación de las de propiedad privada.

Para poder entender debemos conocer, al conocer
cuáles son las tierras con mayor potencial, sobre ellas
deberá recaer la prohibición de su
adjudicación, ocupación o venta por parte del
estado (esto en principio). Posteriormente, establecer
cuáles y en qué cantidad son las tierras de un
menor contenido productivo, estas serán las que puedan
enajenarse a favor de las empresas de capital Chino bajo la
modalidad de convenio, en el entendido que se propenderá a
poblar los sectores del país con menor desarrollo y
población.

No obstante lo anterior, estas ocupaciones deben poseer
una figura especial de usufructo, sin que prive la
prescripción veintenal, establecida como forma originaria
de adquisición de la tierra. Ya que la concesión no
debe generar derechos de adquisición sino que por el
contrario y en caso de consolidarse bienhechurías sobre
las mismas, en caso de cesar la actividad, quedaran a favor del
estado venezolano.

Si revisamos un poco que se ha dicho sobre
¿Qué debiera hacer América Latina?,
encontramos el criterio aportado por Devlin y Kai[21], quienes
observaron tres elementos esenciales en los cuales
trabajar:

1.      Estudiar los
factores del crecimiento de Asia Oriental para desarrollar:
estrategias de largo plazo basadas en metas; priorizar el
desarrollo de capacidades locales (con o sin inversión
extranjera directa); establecer incentivos estatales para
estimular la innovación en el sector privado y las
exportaciones; aumentar el nivel de ahorro y de tasas de
inversión, invertir en educación e
infraestructura.

2.      Explotar las
ventajas regionales como la posibilidad de suministros
rápidos a los grandes mercados del norte; agregar valor a
sus abundantes recursos naturales, incluyendo sus atractivos
turísticos; uso del potencial de desarrollo de los
migrantes de origen latinoamericano, incluyendo las remesas de
divisas; la integración regional, etc.

3.      Seguir el ejemplo
de la mayoría de las historias exitosas en
exportación y crecimiento mediante el desarrollo de
alianzas funcionales entre los sectores privado y público
para la innovación y el desarrollo de exportaciones, estas
intervenciones gubernamentales proactivas tenderían a
relajar las restricciones (debidas a fallas del mercado y del
gobierno) impuestas a nuevas actividades del sector
privado.

Desde su perspectiva los puntos focales de
interés traerán como consecuencia la premisa del
accionar latinoamericano para alcanzar según la
fórmula histórica comprobada que funciona bajo una
adaptación a nuestras costumbres y formas de
pensar.

                Respetando
este criterio, se debe considerar que nuestra realidad
política y religiosa ha formado a un ser completamente
diferente al de las latitudes asiáticas. Sin embargo,
observar la historia contribuye a entender que China presenta un
estado omnipresente en la economía, nuestros países
necesitan incentivos para hacer nacer el desarrollo desde adentro
aunque también el atraer el capital extranjero, no parece
ser una labor fácil pero debemos empezar y para ello,
acertadamente los autores arriba citados plantean que debemos
generar metas a largo plazo para que en el desarrollo de las
mismas podamos ver los avances y lo que hemos
superado.  

A manera de
Conclusión

Hemos analizado en que sectores de bienes y servicios
China puede ayudar a Venezuela a dar un salto tecnológico
en la cadena de valor; y por otro lado hemos tratado por sobre lo
obvio, establecer en cuales actividades Venezuela podría
tener un interés para China. Pero, en que materias
sería conveniente y/o imprescindible que Venezuela y el
resto de países de América Latina trabajaran juntos
para lograr una escala de especialización para ser
más competitivos con respecto a China y otros
países.

Si bien al principio establecimos que nuestros
países Argentina y Venezuela poseen bondades naturales
diferentes, no menos cierto es que cada uno de ellos lograron
avanzar en algunos de esos rubros pero no en otros. Argentina ha
logrado posicionarse como productor de granos, carne y
lácteos y Venezuela como productor de
energía.

Partes: 1, 2

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