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Estrategias para Sembradores de Iglesias (página 2)



Partes: 1, 2

Uno de los escritores más rigurosos del Nuevo
Testamento, el médico Lucas a quien se atribuye la
redacción del Evangelio que lleva su nombre,
escribió que el "…Espíritu de Dios
llenó a Jesús con su poder. Y cuando Jesús
se alejó del río Jordán, el Espíritu
lo guió al desierto. El diablo lo llevó a un lugar
muy alto. Desde allí, en un momento, le mostró
todos los países más ricos y poderosos del mundo, y
le dijo:–Todos estos países me los dieron a mí, y
puedo dárselos a quien yo quiera. Yo te hará
dueño de todos ellos, si te arrodillas delante de
mí y me adoras."(Lucas 4:1-7, Traducción en
Lenguaje Actual)

El pasaje encierra varios aspectos de interés
alrededor del dominio que ejerce Satanás sobre los
territorios y las personas. Aprendemos, primero, que el
Adversario es real, y viene a tentarnos aprovechando cualquier
circunstancia en nuestra vida. El pecado es el que le otorga
"derecho legal" para influenciar sobre el género
humano y la tierra.

Segundo, el enemigo espiritual tiene dominio sobre las
naciones. Ata a los hombres y mujeres a los deseos de la carne,
lo que a su vez le confiere poder (Cf. Romanos 13:14,
Gálatas 5:18; 1 Pedro 1:13-15; 2:11)

Aprendemos, en tercer lugar, que el dominio del
ejército satánico es evidente en todas las
naciones; cuarto, que él-nuestro Acusador-tiene poder que
si bien es limitado, es poder al fin y al cabo. Él lo
transfiere a quienes le sirven. Un joven pactó con
él por chicas y popularidad en la universidad. Y
sí, obtuvo lo que pidió. No obstante, sólo
disfrutó unos cuantos meses de los privilegios porque
Satanás comenzó a reclamarle la vida. Lo
atormentaba día y noche con ideas suicidas. El joven
universitario no soportó la enorme presión y
terminó por quitarse la existencia.

Recuerde que el diablo sólo vino a "robar,
matas y destruir"(Cf. Juan 10:10 a)
Lo que comenzó
como un juego inofensivo, terminó en tragedia. Y en esa
dirección, impedir la evangelización y siembra de
nuevas iglesias es una de sus prioridades hacia la que vuelca
todos sus esfuerzos.

Pecado y maldición van de la
mano

La crisis por la que atraviesa el género humano,
en los ámbitos físico y espiritual, son
consecuencia del pecado. ¿Cómo puede ser?,
se preguntará usted. Es real y nos explica por qué
ocurre lo que ocurre en nosotros y en derredor nuestro. Por eso
le invito para que consideremos lo que dicen las
Escrituras.

Cuando Dios puso a Adán y Eva en el Jardín
de Edén, les advirtió: "Puedes comer
libremente del fruto de cualquier árbol del huerto,
excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si
comes de su fruto, si duda morirás."(Génesis 2:15,
Nueva Traducción Viviente).

Pese a la exhortación de Dios, nuestros primeros
padres cedieron a la tentación de Satanás.
"La mujer quedó convencida, vio que el árbol
era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la
sabiduría que le daría. Así que tomó
del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su
esposo que estaba con ella, y él también
comió. En ese momento, se les abrieron los ojos, y de
pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces
cosieron hojas de higuera para cubrirse."(Génesis 3:6, 7,
Nueva Traducción Viviente)

El pecado trajo maldición al género humano
y también a la tierra que habitaba, como señala el
relato sagrado refiriendo la sentencia de Dios: "Luego le
dijo a la mujer: <<Haré más agudo el dolor de
tu embarazo, y con dolor darás a luz…>> Y al
hombre le dijo: <<Dado que hiciste caso a tu esposa y
comiste del fruto árbol te ordené no comieras, la
tierra es maldita por culpa. Toda vida lucharás para poder
vivir en ella. producirá espinas cardos, aunque
comerás de sus granos. Con el sudor frente
obtendrás alimento comer hasta vuelvas fuiste
formado…>>"(Génesis 3:16-19, Nueva
Traducción Viviente).

El pueblo de Israel, pese a ser el pueblo escogido por
Dios, experimentó las maldiciones como consecuencia del
pecado, tal como lo denunció el profeta: "Todo
Israel desobedeció tus instrucciones, te dio la espalda y
rehusó escuchar tu voz. Entonces ahora, a causa de nuestro
pecado, se han se han derramado sobre nosotros las maldiciones
solemnes y los juicios escritos en la ley de Moisés,
siervo de Dios."(Daniel 9:11, Nueva Traducción
Viviente)

¿Se ha preguntado alguna vez por qué hay
una estrecha relación entre la pobreza de muchos
países con las prácticas animistas y de
adoración pagana entre sus habitantes? Ahora observe el
panorama en naciones cuyos moradores buscan a Dios. La
prosperidad material es evidente y, generalmente, progresiva, en
la medida en que se produce esa inclinación de las
personas a colocar al Creador en el primer lugar de su
existencia.

Ahora, a este elemento sume otro más: infinidad
de personas en todo el planeta, se encuentran cegados por
Satanás. Él con sus artimañas impide que el
Evangelio sea predicado. Domina sobre territorios, en los que ha
puesto no solamente maldición sino fuertes
obstáculos para que quienes residan allí, no sean
salvos.

Eso explica el por qué plantar una nueva
congregación puede resultar frustrante. Por muchos
esfuerzos que se desarrollen, pareciera que nada
ocurre.

Por mucho tiempo y en mi condición de
pastor-evangelista, adelantamos jornadas de predicación en
diferentes sectores. Creía en ese tiempo-admito que
ingenuamente sin que me eximiera tal ingenuidad de las buenas
intenciones-que bastaba con disponer de un tiempo de ayuno y
oración, buen equipo de sonido, hojas sueltas anunciando
previamente los eventos, una cantidad considerable de tratados,
el grupo de alabanza y, quizá, los jóvenes para
hacer representaciones teatrales que despertaran interés y
atrajera curiosos para compartirles las Buenas Nuevas de
salvación.

! Tremendo error! Poco tiempo después
comprobé que no bastaba con la parte logística; era
necesario movernos en el poder de Dios y, ese movernos en el
poder de Dios, implicaba tomarse territorios que por años
estuvieron en poder del mundo de las tinieblas.

El panorama cambió dramáticamente cuando
decidimos adelantar la "toma de territorios" que
íbamos a evangelizar. Es cierto, librábamos una
tremenda batalla espiritual, pero los resultados eran altamente
eficaces y con mayores probabilidades de tener sostenibilidad en
el tiempo.

Esto lo encontré estrechamente ligado a la
decisión del pueblo de Dios de renunciar a su pecado, con
el que estaban maldiciendo los territorios que habitaban, lo que
abría puertas al mundo de las tinieblas. Cuando era
nuestro amado Señor quien gobernaba, entonces
todo-absolutamente todo cambiaba. Las fortalezas de maldad eran
derrotadas, ellos tomaban conciencia de la importancia y
necesidad de caminar en fidelidad con el Creador, y las
bendiciones comenzaban a fluir.

Recuerde que Israel vivió muchas situaciones
críticas producto de su maldad, hasta el punto que la
sequía agostaba sus terrenos y Dios fue claro en
señalar que "Contaminaste la tierra… Por eso
incluso han faltado las lluvias de primavera…"
(Jeremías 3:2, 3. Nueva Traducción
Viviente)
También explicó el profeta que
"Sembraron vientos y cosecharon torbellinos. Los tallos de
granos se marchitan y no producen nada para comer…"(Oseas
8;7, 8. Nueva Traducción Viviente)

No lo olvide: Los territorios que han sido maldecidos
por el pecado del hombre, abren la puerta al establecimiento de
"fortalezas de maldad" Es así como hay
países que se caracterizan por altos índices de
violencia, consumo de drogas, prostitución, ruptura de
matrimonios en cifras alarmantes, abuso a menores de edad y un
sinnúmero de hechos pecaminosos que destruyen la sociedad,
que no tendría espacio para describir en detalle. Tenga
presente que el pecado de un territorio abre puertas al enemigo.
Y, cuando se abren puertas al Adversario espiritual, se produce
destrucción (Juan 10:10 a) Su propósito
indeclinable es causar nuestra muerte.

Volvernos a Dios es la clave para recobrar el dominio de
los territorios. La Biblia nos enseña que sólo Dios
es quien rompe la maldición de la tierra, y por ende, el
Evangelio podrá fluir eficazmente trayendo
transformación al género humano. Él dijo:
"Puede ser que yo a veces cierre los cielos para que no
llueva o mande langostas para que devoren las cosechas o
envíe plagas entre ustedes. Pero si mi pueblo que lleva mi
nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su
conducta perversa, yo escucharé desde el cielo,
perdonaré sus pecados y restauraré la tierra." (2
Crónicas 7:13, 14. Nueva Traducción
Viviente)

Grábeselo en el corazón: El
curso de su historia puede cambiar y la del territorio que habita
puede cambiar. Basta con volverse a Dios.

Utilizando el poder
sobrenatural

El mundo oculto es real. Lo gobiernan Satanás y
sus huestes. Usted y yo como pastores, obreros, líderes y
cristianos comprometidos, estamos inmersos en una batalla contra
las fuerzas del bien, confrontación que se desencadena en
la dimensión espiritual y que a su vez ejerce una poderosa
influencia en la esfera física o natural.

Probablemente usted es consciente de esta realidad; no
obstante no le encuentra relación a la
confrontación con el reino de la maldad y los tropiezos a
los procesos de evangelización y siembra de nuevas
iglesias.

Deseo ilustrarlo de una manera sencilla: En cierta
ocasión el Señor Jesús envió a
setenta de sus inmediatos colaboradores a predicar las Buenas
Nuevas. "Los setenta y dos discípulos que
Jesús había enviado regresaron muy contentos, y le
dijeron:–¡Señor, hasta los demonios nos obedecen
cuando los reprendemos en tu nombre!–. Jesús les
dijo:–Yo vi que Satanás caía del cielo como un
rayo. Yo les he dado poder para que ni las serpientes ni los
escorpiones les hagan daño, y para que derroten a
Satanás, su enemigo. Sin embargo, no se alegren de que los
malos espíritus los obedezcan. Alégrense más
bien de que sus nombres estén escritos en el
cielo–."(Lucas 10:17-20, Traducción en Lenguaje
Actual)

Del pasaje se desprenden elementos que le invito a
considerar cuidadosamente: El primero, que aun cuando estaban
predicando el evangelio, los discípulos experimentaban
resistencia. Ellos no podían darse cuenta, pero sí
el Señor Jesús, quien les dijo: ": –Yo vi
que Satanás caía del cielo como un
rayo…"

Probablemente ha pasado por alto la infinidad de
ocasiones en que se vio enfrentado a situaciones inexplicables.
Es cierto, usted estaba predicando con denuedo, alegre,
convencido de estar haciendo la obra de Dios y, era así;
sin embargo, su adversario Satanás no estaba dispuesto a
darse por vencido. Él no quería perder las almas
que por años ha mantenido atadas al pecado y la
perdición. Por esa razón, quizá produjo en
usted momentos difíciles.

¿Comprende ahora la importancia de tomar
territorios, pero primero en oración? Recuerde que
también fue el Señor Jesús quien dijo a sus
discípulos tras advertirles que Satanás se les
había opuesto: "…Yo les he dado poder para
que ni las serpientes ni los escorpiones les hagan daño, y
para que derroten a Satanás, su enemigo."(Lucas 10:17-20,
Traducción en Lenguaje Actual)

¿Por qué habría de darnos ese
"poder" sino fuera para enfrentar los ataques de nuestro
adversario espiritual? Piénselo por un instante: la guerra
contra el mundo de la maldad también forma parte del
alistamiento cuando vamos a evangelizar y sembrar nuevas
iglesias.

Dando la batalla con las
armas espirituales

"El que está quieto se deja quiero", me
dijo un líder cristiano después de leer algunos de
mis artículos: "No comprendo por qué usted se
empecina en andar alborotando al demonio a toda hora.
¡Déjelo quieto!".
Como él, hay muchos.
Incluso pastores que no encuentran relación entre un
proceso serio de evangelización y siembra de nuevas
iglesias y la guerra espiritual.

No obstante, los hechos demuestran que los tropiezos
para que el evangelio sea proclamado tiene buena parte de su
origen en la oposición de Satanás, como
advirtió el apóstol Pablo: "Si algunos no
entienden nuestro evangelio, son aquellos que están
perdidos, pues el dios de este mundo los ha cegado y no pueden
contemplar la gloriosa luz de la buena noticia acerca de Cristo
que brilla ante ellos…" (2 Corintios 4:3, 4. Nueva Biblia
al Día)

Esta realidad amerita que las estrategias orientadas a
proclamar las Buenas Nuevas de salvación involucren el
componente de la oración para enfrentar a las fuerzas
territoriales que tienen asiento en pueblos y
ciudades.

Recuerde siempre que a nuestro enemigo espiritual lo
enfrentamos con armas espirituales como escribió el
apóstol en su carta a los creyentes de Corinto en donde la
evangelización fue obstaculizada muchas veces por el
accionar de las tinieblas: "Si, es cierto, vivimos en este
mundo, pero nunca actuamos como el mundo para ganar nuestras
batallas. Para destruir las fortalezas del mal, no empleados
armas humanas, sino armas del poder de Dios. Así podemos
destruir la altivez de cualquier argumento y cualquier muralla
que pretenda interponerse para que el hombre conozca a Dios."(2
Corintios 10:3-5, Nueva Biblia al Día)

Es cierto que nuestro adversario tiene serias
limitaciones; sin embargo, tiene poder. Recuerde; se lo otorga al
género humano mediante el pecado y sabe que aún
tiene la capacidad de generar problemas ejerciendo influencia
sobre el mundo físico desde la dimensión
espiritual, nos asecha, como advirtió el apóstol
Pedro: "Tengan cuidado y estén siempre alertas,
pues su enemigo el diablo, anda como león rugiente
buscando a quien devorar. Resistan sus ataques
manteniéndose firmes en la fe…"(1 Pedro 5:8, 9.
Nueva Biblia al Día)

El enemigo espiritual no se queda quiero. Trabaja
veinticuatro horas, siete días, todo el año. No
podemos descuidarnos ni un solo minuto porque él
querrá impedirnos la extensión del Evangelio y el
establecimiento de nuevas congregaciones. Es necesario que
libremos las batallas en oración, sabiendo que nos queda
poco tiempo (Cf. 1 Tesalonicenses 5:17; Génesis 3:1; 1
Crónicas 21:1; Mateo 4:1-11; Lucas 11:18; Apocalipsis
12:9)

El enemigo despliega
toda su artillería

Un experimentado estratega militar relataba
que la forma más contundente y eficaz para destruir el
ejército contrario se fundamentaba en conocerlo en detalle
y atacar sus puntos neurálgicos. "Es necesario
adentrarse en el territorio enemigo para asestarle duros
golpes
", explicó.

Como cristianos comprometidos, usted y yo
estamos en la línea de batalla. Si queremos avanzar en la
extensión del Reino de Dios, debemos estar preparados para
dar la batalla. No olvide que Satanás tratará de
impedir a toda costa que invadamos con el Evangelio transformador
de Jesucristo, las áreas geográficas sobre las
cuales gobierna.

Tras el incidente en el mar de Galilea, el
Señor Jesús arribó a Gadara, ciudad en la
que el Adversario tenía una verdadera fortaleza.
Inmediatamente le salió al paso un endemoniado.
"Ese hombre no vivía en una casa, sino en el
cementerio, y hacía ya mucho tiempo que andaba
desnudo… Cuando ese hombre vio a Jesús,
lanzó un grito y cayó de rodillas ante él.
Entonces Jesús ordenó a los demonios que salieran
del hombre, pero ellos gritaron:–¡Jesús, Hijo del
Dios Altísimo!¿Qué vas a hacer con nosotros?
Te rogamos que no nos hagas sufrir!(Lucas 4:26-29,
Traducción en Lenguaje Actual)

¡Satanás pone tropiezos!
Olvida que Cristo lo venció en la cruz, y en medio de su
tozudez, persiste desplegando ataques contra el Reino de
Dios.

Cuando Jesús les ordenó que salieran del
hombre, "Los demonios le rogaron a Jesús que no los
mandara al abismo, donde se castiga a los demonios. Cerca de
ahí, en un cerro, había muchos cerdos comiendo. Los
demonios le suplicaron a Jesús que los dejara entrar en
esos animales, y él les dijo permiso."(Lucas 8:31, 32,
Traducción en Lenguaje Actual)

¿Cuál era el motivo de aquellos seres
inicuos? Quedarse en Gadara, que consideraban territorio de su
propiedad. Dominaba sobre sinnúmero de per4sdonas hasta
tal punto que, una vez libertado aquel hombre y tras precipitarse
los cerdos endemoniados en el mar, "…los habitantes
de la región de Gerasa le rogaron a Jesús que se
fuera de allí, porque tenían mucho miedo."(Lucas
4:37, Traducción en Lenguaje Actual).

Nuestro enemigo espiritual ejerce dominio sobre
áreas geográficas específicas. Usted y yo,
como cristianos comprometidos, estamos llamados a recobrar esos
territorios. Lo hacemos extendiendo el Reino de Dios mediante la
proclamación del Evangelio.

Es una arremetida que emprendemos mediante
oración y la identificación de los puntos donde
opera el mundo de las tinieblas. Batallamos en oración y
clamor, y tenemos asegurada la victoria.

El mapeo espiritual, como se denomina a la
cartografía, debemos realizarlo de una la mano de una
búsqueda sincera de Dios.

Mapeo espiritual, clave para expulsar
a Satanás del territorio

Desde la antigüedad encontramos pasajes
Escriturales que nos corroboran el que los patriarcas
conocían la realidad y consecuencias de los
espíritus territoriales. Hasta tanto se eliminaran
ídolos y lugares de adoración cúltica, el
mundo de las tinieblas tenía "derecho legal" para operar
en un país o una región determinada.

A las puertas de la tierra prometida, Dios le
habló a Moisés y al pueblo de Israel:
"«Habla con los israelitas y diles que, una vez que
crucen el Jordán y entren en Canaán, deberán
expulsar del país a todos sus habitantes y destruir a
todos los ídolos e imágenes fundidas que ellos
tienen. Ordénales que arrasen todos sus santuarios paganos
y conquisten la tierra y la habiten, porque yo se la he dado a
ellos como heredad."(Números 33:50-53. Nueva
Versión Internacional)

Observe que hasta tanto erradicaran todo vínculo
con los pueblos paganos, adoradores de ídolos y dioses de
las tinieblas, les iba a resultar imposible tomar la tierra que
Dios les daba en posesión.

Los demonios establecen potestades en áreas
geográficas específicas, lo que explica que haya
ciudades con mayor índice de violencia, manifestaciones de
delincuencia y accidentes de tránsito, entre
otros.

Igual nosotros hoy: damos la batalla previa a la
posesión de un área geográfica
específica para evangelizarla y sembrar allí nuevas
iglesias. Es fundamental que asumamos ese papel
protagónico con las armas espirituales de que disponemos:
oración y ayuno como explica el autor y conferencista
internacional, Frank Marzullo: "Si quiere ganar su ciudad, su
iglesia, su hogar, su negocio para Jesús, hay que empezar
aquí. En el Nombre de Jesús hay que atar el poder
de los espíritus que Satanás ha asignado a fin de
que gobiernen sobre áreas en particular."(Marzullo, Frank.
"Victoria sobre los espíritus malignos". Editorial Unilit.
EE.UU., 1996, pg. 12)

Además de debilitar el accionar del mundo
satánico, es necesario compartir con las almas la
importancia de sacar el anatema de los hogares. Que haya una
renuncia voluntaria a toda atadura con el ocultismo. Es un paso
fundamental para que comencemos a recuperar
territorios.

Las caminatas de oración, tomando para Cristo
territorios, constituyen una opción importante orientada a
derribar fortalezas como negocios de prostitución,
discotecas, cantinas, centros de espiritismo, moteles y otros
"puntos de contacto" mediante los cuales Satanás
tiene "derecho legal" a gobernar sobre un área
específica.

No lo olvide: es imperativo ejercer nuestra autoridad en
Jesucristo y sacarlo de nuestros territorios para lograr
resultados eficaces en la proclamación de las Buenas
Nuevas y la siembra de lugares donde se reúnan los
creyentes.

Ejerciendo autoridad en
Cristo

Con frecuencia veo cristianos desgastándose en
griterías y zapateos, en su convencimiento de que
así echarán fuera a Satanás y sus huestes de
los territorios que pretenden recobrar. Tremendo error. Él
no se va por los espectáculos con tinte religioso ni por
las bullarangas. Él se va porque ejercemos nuestra
autoridad en Cristo y, como militantes del ejército de
Dios, mantenemos una estrecha dependencia de Él en
oración.

El Señor Jesús enseñó:
"Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien
fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate.
Sólo entonces podrá robar su casa."(Marcos 3:27,
Nueva Versión Internacional)

Cuando identificamos manifestaciones demoníacas
en una persona o corroboramos el dominio territorial que
Satanás ejerce en un objeto o área
geográfica en particular, procedemos a atar las
fuerzas de maldad en el nombre de Jesucristo
. No es un
asunto de frases repetidas y sin sentido o de
"fórmulas" preconcebidas, sino-y permítame
insistirle-de ejercer autoridad en Cristo y mantenernos unidos a
Él.

En ese orden de ideas es fundamental que conozcamos con
detenimiento el terreno sobre el que vamos a trabajar a que nos
enfrentamos, tanto en el plano social, económico, cultural
como religioso e, incluso, de áreas por años en
manos del ocultismo. La toma de los territorios debe ir de mano
de la oración (Cf. Ezequiel 4:1-3) Recuerde que donde ha
primado el pecado y la idolatría, los territorios son
maldecidos por causa del hombre (Cf. Éxodo 32:1-5;
Ezequiel 8:5-10)

Esta no es una idea nueva ni fruto del fanatismo
religioso, sino una realidad como se encuentra ampliamente
documentado en libros, revistas, folletos, investigaciones y
material que usted puede descargar fácilmente de la
Internet.

Por siglos y en todas las culturas, fue común por
la fuerza de la tradición cultural, que la
fundación de pueblos y ciudades estuviera precedida de
rituales en los que se consagraba los pueblos y ciudades a los
dioses en los que creyera en el respectivo país, y en
nuestras naciones de trasfondo católico, se entregaban
esas áreas geográficas a santos o
deidades.

Esta consagración territorial termina abriendo
puertas al establecimiento de potestades espirituales de maldad
que, en muchos casos, explican por qué muchos pueblos y
ciudades enfrentan altos índices de violencia, muerte,
enfermedad, ataduras a las drogas, prostitución,
brujería y hechicería entre otros muchos
fenómenos socio-religiosos.

Por ejemplo, la fundación de La Plata, en
Argentina, estuvo antecedida por el entierro de un cofre con
documentación sobre el proceso fundacional, y la posterior
construcción de un monumento, en la Plaza Moreno. La
ceremonia fue impulsada y presidida por Darío Rocha, un
masón de alto grado, el 19 de noviembre de
1882.

La plaza principal de ese centro urbano fue trazada por
un arquitecto masón, a instancias de Rocha quien trajo de
Egipto momias, algunas de las cuales se encuentran en distintos
lugares de la metrópoli.

Ese hecho y otros tuvieron directa incidencia en las
múltiples dificultades para adelantar procesos de
evangelización y siembra de iglesias.

Identificación socio-religiosa
del territorio

Hay varios aspectos para tener en cuenta en el proceso
de identificar si hay potestades territoriales, lo que facilita
las acciones orientadas a desalojar ese gobierno del mundo de las
tinieblas como paso previo a la proclamación de las Buenas
Nuevas de Salvación.

El equipo de siembra de nuevas iglesias debe darse a la
tarea de desarrollar constantes incursiones al sector que se va a
conquistar para Cristo con el propósito de evangelizar y
establecer sitios de reunión. ¿Recuerda la avanzada
previa que hicieron los doce espías del pueblo de Israel
al territorio que iban a tomar? Le invito para que lea el pasaje
conmigo:

"Dios le dijo a Moisés:
«Envía algunos hombres a Canaán para que
exploren el territorio que les voy a dar. Que vaya un jefe de
cada tribu». Así que Moisés envió
desde el desierto de Parán a doce jefes de los israelitas,
tal como Dios se lo había mandado… Luego
Moisés envió a los jefes israelitas a explorar el
territorio de Canaán. Les dijo:  «Vayan por el
desierto hasta llegar a las montañas. Fíjense en el
país y en la gente que allí vive, si es gente
fuerte o débil, y si son muchos o pocos. Fíjense
también cómo han construido sus ciudades, y si son
fuertes o frágiles como tiendas de campaña. Vean si
su territorio tiene árboles, si es bueno y da muchos
frutos, o si es malo y sin frutos. No sean miedosos, y traigan de
allá algo de lo que la tierra
produce»."(Números 13:1-4;17-20, Traducción
en Lenguaje Actual)

Cuando desarrollamos este tipo de trabajo previo,
podemos establecer –o al menos tener una
aproximación-a cómo piensa la gente del lugar, sus
principales espacios de reunión, si hay creencias
específicas que ameritan análisis.

Reviste importancia evaluar cuáles son las
creencias arraigadas en los moradores del lugar, si hay
imágenes o ídolos que forman parte de su
tradición religiosa, el grado de aceptación que han
tenido otras iglesias cristianas, las festividades tradicionales
y de qué tipo.

En esta auscultación resulta valioso hablar con
los pastores de la zona para que nos relaten cómo ha sido
su experiencia, e incluso, saber si hubo situaciones
específicas y contrarias que enfrentaron en el proceso de
sembrar la comunidad de creyentes. Esa será una
información valiosa para nosotros. Es más, cuando
cartografiamos el área en la que trabajaremos tanto en la
proclamación del Evangelio como el establecimiento de un
sitio de reunión, es importante marcar dónde quedan
las iglesias cristianas y templos católicos.

Resulta útil también tener demarcados
lugares de cantinas, bares, casas de prostitución, moteles
o residencias, centros de Nueva Era o de espiritismo, almacenes
de productos esotéricos, entre otros.

¿Cuál es el
propósito de este trabajo?

Quizá se preguntará cuál es el
propósito de toda esta labor previa. En esencia, atar
espíritus territoriales bajo el
convencimiento-fundamentado en citas bíblicas como Daniel
1o:12-14–, de que hay poderes demoníacos que ejercen
poderosa influencia en las naciones, en donde se libran
confrontaciones permanentes entre el Reino de Dios y el mundo de
las tinieblas.

Si estamos debidamente preparados, tendremos claridad o
al menos un vislumbre muy aproximado de qué está
ocurriendo. Y nuestro amado Padre completa esa tarea
revelándonos qué puede entorpecer los procesos de
evangelización y plantación de nuevas iglesias ya
que "Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro
Dios, pero las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros
hijos para siempre, para que nosotros podamos hacer todas las
palabras de esta ley
" (Deuteronomio 29:29, Versión
del Rey Jaime).

 Si conocemos a nuestro
adversario, podemos impedir su accionar (Cf. Santiago 4:7; 1
Tesalonicenses 2:18; Apocalipsis 20) ya que no desconocemos que
anda por doquiera procurando dañar a los creyentes (Cf. 1
Pedro 5:8).

Tenga siempre presente lo que enseña nuestro
amado Dios y Padre celestial: "…No con
ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos."(Zacarías
4:6. RVR)

Monografias.com

Ejerciendo autoridad sobre el mundo de las tinieblas
vamos a lograr el propósito que por años nos ha
movido: conquistar pueblos y ciudades para el Reino de Dios y
sembrar allí nuevas iglesias.

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 4

Sembrar nuevas
iglesias: de las palabras a los hechos

¿Está interesado en sembrar una nueva
iglesia? Entonces no se preocupe por la membresía ni
convierta en su principal obsesión el crecimiento de la
obra en proceso de plantación. "¿Por qué
razón
?", me preguntará. La respuesta es
sencilla. Muchas veces estamos más preocupados por el
número de personas que entran a engrosar la lista de
nuevos convertidos que en procurar su crecimiento y madurez
espiritual.

Con frecuencia encontramos pastores, obreros o
líderes que se quejan por dos elementos: el primero,
porque la concurrencia a las reuniones pareciera no crecer, y el
segundo, aseguran que carecen de un equipo de trabajo.

En ese orden de ideas, el primer aspecto es que por
mucho que utilicemos estrategias-aún las más
probadas en otras ciudades y países–, es Dios quien tiene
la última palabra. Recuerde que el rey Salomón
escribió que: ""Puedes hacer todos los planes que
quieras, pero el propósito del SEÑOR
prevalecerá."" (Proverbios 19:21, Nueva Traducción
Viviente)

Por mucho que nos esforcemos, si Dios no está en
el asunto, no veremos prosperidad en nuestro cometido. Sobre esa
base, y como hemos insistido, es nuestro amado Señor quien
debe tomar el control para que todo salga conforme a Su
voluntad.

El segundo aspecto es que, alrededor del tema de quienes
constituyen el grupo de nuestros colaboradores, basta que miremos
a nuestro alrededor. ¿Cuántas de las personas que
asisten regularmente a la iglesia todavía se encuentran
desarrollando un ministerio de banca? ¿Qué
específicamente a qué me refiero? A que un error
que cometemos con frecuencia es escoger para posiciones de
responsabilidad y relevancia a quienes muestran llamado y
capacidad, pero desestimamos a infinidad de hermanos y hermanas
en la fe que estarían gustosos de brindarnos
colaboración, haciendo acopio de todo su esfuerzo para
ayudarnos en el proceso de siembra de nuevas iglesias.

¿Sabía, por ejemplo, que según
estudios serios sólo un 10% de los componentes de las
iglesias está involucrado en el liderazgo?. Un 50% asegura
que no está interesado en involucrarse en el trabajo, pero
un 40% desearía una oportunidad. Ellos, justamente ellos
que están desarrollando el ministerio de banca,
son a quienes necesitamos utilizar.

¿Qué dice la Biblia? Que todos somos
ministros, ¿lo recuerda? El apóstol Pedro asegura
que ""Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son
sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los
sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su
luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha
hecho. "" (1 Pedro 2:9, Traducción en Lenguaje
Actual)

Si el propósito eterno de Dios ha sido que todos
los creyentes se involucren en el ministerio, ¿qué
prerrogativa tenemos nosotros para determinar quién es
apto y quién no, a menos que Dios no lo muestre
específicamente? Piense por un instante en quienes
están ocupando un espacio, por mucho tiempo, en el
ministerio de banca.

Alrededor tiene un buen número de
ministros a quienes utilizar. Es cierto, hemos
reafirmado una y otra vez que deben tener un llamamiento, pero el
asunto es que tal vez muchos de los que están hoy
inactivos desearían hacer el trabajo, pero no se les ha
dado la oportunidad.

Recuerde que "Dios ha hecho a cada uno de nosotros
únicos. Él tiene un propósito al crearnos de
la manera que somos: nadie más puede hacer exactamente lo
que yo puedo hacer."(Julie A. Young. Revista Hechos. Volumen 30.
Número 1-2006. Página 28)
Y ese mismo Dios
será quien utilice nuestras potencialidades para la
extensión de Su Reino.

Enfóquese en desarrollar
potencialidades

Como pastores, obreros y líderes tenemos la
oportunidad de reconocer que todas las personas que se congregan,
tienen dones, talentos y enormes potencialidades que debemos
ayudarles a desarrollar. Dios los concibió como
instrumentos valiosos en su Reino, valiosos y fundamentales, como
las fichas de un enorme rompecabezas: ""Pero Dios puso
cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla. Una sola parte del
cuerpo no es todo el cuerpo. Y aunque las partes del cuerpo
pueden ser muchas, el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle
a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede
decirle a los pies: «No los necesito». Al contrario,
las partes que nos parecen más débiles, son las que
más necesitamos.""(1 Corintios 12:18-22, Traducción
en Lenguaje Actual)

¿Piensa que la siembra de nuevas iglesias es un
esfuerzo de largo alcance? Sin duda que sí, pero si
aprovecha las capacidades que Dios concedió a sus hijos,
aquellos que están allí junto a usted en la
congregación, encontrará una ayuda poderosa para
desarrollar el trabajo.

Tenga presente que jamás nuestro amoroso Padre
celestial tuvo en mente que los redimidos por la sangre de
Jesús se quedaran inactivos, por el contrario, a
través del apóstol Pablo nos instruyó que:
"" El cuerpo humano está compuesto de muchas
partes, pero no todas ellas tienen la misma función. Algo
parecido pasa con nosotros como iglesia: aunque somos muchos,
todos juntos formamos el cuerpo de Cristo. Dios nos ha dado a
todos diferentes capacidades, según lo que él quiso
darle a cada uno. Por eso, si Dios nos autoriza para hablar en su
nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de
Cristo. Si nos pone a servir a otros, sirvámosles bien. Si
nos da la capacidad de enseñar, dediquémonos a
enseñar. Si nos pide animar a los demás, debemos
animarlos. Si de compartir nuestros bienes se trata, no seamos
tacaños. Si debemos dirigir a los demás, pongamos
en ello todo nuestro empeño. Y si nos toca ayudar a los
necesitados, hagámoslo con alegría.
Traducción en lenguaje actual.""(Romanos 12:4-8,
Traducción en Lenguaje Actual)

Ahora, si entendemos que lo importante es hacer la obra
conscientes que Dios la prosperará, y que nos
rodearán hombres y mujeres redimidos pero que quizá
están sentados, sin hacer nada porque no les hemos
convocado, hay un tercer elemento que cabe resaltar aquí y
es el factor de la perseverancia.

En cierta ocasión me escribió un ministro
desde Argentina. Junto a su esposa estaba trabajando en la
siembra de una nueva iglesia en un sector céntrico de
Buenos Aires. Se reunía todos los martes con profesionales
y empleados de oficinas cercanas, y estaban comenzando estudios
bíblicos. Él mismo pensaba que, a partir de esa
célula, podrían estructurar una nueva
congregación; sin embargo, tiempo
después-diría que alrededor de tres meses
más tarde-me escribía preso de la
desesperación y el desánimo. ""Dios me
dejó solo; hoy día son muy pocos los que se
congregan
."", decía en uno de sus
mensajes.

Olvidó rápidamente el factor de la
perseverancia, sobre el que escribe el apóstol Pablo:
""Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su
debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos
por vencidos.""(Gálatas 6:9, Nueva Traducción
Viviente)

Dios no espera que renunciemos fácilmente, sino
que por el contrario, sigamos adelante. Él nos
guiará en el crecimiento de la membresía en la
nueva obra; en la conformación del equipo de trabajo y en
la persistencia, asegurando que esos proyectos que contribuyen a
la extensión del Reino de Dios, tengan asegurada la
sostenibilidad.

Pilares del equipo de
trabajo

Entre las personas de su congregación, Dios
confirmará quienes serán sus inmediatos colabores.
Recuerde, posiblemente muchos de quienes serán claves en
el proceso, quizá están ejerciendo el
ministerio de banca, desaprovechando sus donas, talentos
y habilidades.

Ahora, entre las personas que constituyen el grupo
seleccionado para sembrar nuevas iglesias, es esencial que
articule dos pilares: el primero, el equipo de
intercesión
, y el segundo, el equipo de
evangelización y siembra
.

Tenga presente que estructurar nuevos espacios de
reunión de los creyentes debe ir de la mano con los
períodos de oración. Si tenemos claro que
será un trabajo de orden espiritual, como lo es la
extensión del Reino, el clamor al Señor es un punto
clave.

Recuerde lo que escribe el rey Salomón:
"Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse
mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede
darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese
sí que está en problemas."(Eclesiastés 4:9,
10. Nueva Traducción Viviente)

Las oraciones que elevamos, juntos, tocan el
corazón de Dios. Imagine cuánto podemos lograr si
en la congregación brindamos respaldo a los sembradores de
iglesias, y más, si hay un grupo específico
brindando esa cobertura.

¿Por qué orar? Por todo el
proceso, incluyendo tres etapas fundamentales:
antes, durante y
después.

La fase del antes incluye que pidamos
por fortaleza y sabiduría para los obreros, que Dios los
guarde de los ataques que libre en su contra el mundo de las
tinieblas, que ponga al descubierto las potestades espirituales
que dominan sobre la zona que evangelizaremos y, además,
las estrategias a utilizar.

El segundo segmento lo constituye el
durante, que comprende clamar por que las vendas
espirituales caigan de los ojos de las personas a las que
evangelizamos y, quienes hacia futuro, serán quienes se
congreguen en la iglesia que estamos abriendo. También
que, además que el Señor muestre lugar para las
reuniones y que sume hombres y mujeres esforzados.

El tercer nivel de oración e intercesión a
través de un grupo específico que desarrolle esa
tarea, lo constituye el después.
Aquí se ubica el proceso de afianzamiento de la nueva
iglesia. Es un período esencial porque es cuando
más ataques se recibirán del mundo de las tinieblas
procurando que no se siga expandiendo el Reino de
Dios.

¿Guerra
Espiritual en la siembra de iglesias?

Aun cuando haya quienes desestimen la Guerra Espiritual
en la siembra de nuevas iglesias, reviste importancia por la
lucha que libramos contra el mundo de las tinieblas. Por ese
motivo el equipo de intercesión debe asumir su papel
protagónico. Hay quienes no se consideran con las
condiciones para ir a compartir un tratado evangelístico,
pero sí pueden hacer mucho orando. Es un ingrediente
estratégico para derribar las fortalezas
estratégicas de maldad.

El apóstol Pablo resaltó este aporte a la
extensión del Reino de Dios cuando escribió a los
creyentes de Corinto: "Usamos las armas poderosas de Dios,
no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento
humano y para destruir argumentos falsos. Destruimos todo
obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a
Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a
las personas a obedecer a Cristo…"(2 Corintios 10:4, 5. Nueva
Traducción Viviente)

Muchas organizaciones eclesiales comprobaron en la
práctica, que las actividades de evangelización
regadas con oración de guerra espiritual, rinden
satisfactorios resultados, lo que se ve reflejado en hombres y
mujeres que abren sus corazones a Cristo cuando se les comparte
la Palabra.

Respeto profundamente el escepticismo de algunos
pastores, obreros y líderes respecto de la validez de
acciones como caminatas de oración en territorios donde
evangelizaremos y plantaremos nuevas iglesias. No obstante tiene
validez el que se vaya a los barrios, distritos, pueblos y
ciudades que conquistaremos para el Reino de Dios.

Aprovechar todas las
oportunidades

Generalmente incursionar en un sector con
el propósito de establecer un nuevo espacio para las
reuniones de los creyentes, está íntimamente ligado
a la presencia de alguien conocido que nos visita en la iglesia
o, al menos simpatizante.

Un segundo elemento lo constituye el aprovechamiento de
todas las oportunidades que tenemos a disposición. Es una
pauta que aprendemos de los cristianos de la iglesia primitiva
como lo relata el autor sagrado: "Saulo fue uno de los
testigos y estuvo totalmente de acuerdo con el asesinato de
Esteban.  Ese día comenzó una gran ola de
persecución que se extendió por toda la iglesia de
Jerusalén; y todos los creyentes excepto los
apóstoles fueron dispersados por las regiones de Judea y
Samaria. (Con profundo dolor, unos hombres consagrados enterraron
a Esteban). Y Saulo iba por todas partes con la intención
de acabar con la iglesia. Iba de casa en casa y sacaba a rastras
tanto a hombres como a mujeres y los metía en la
cárcel.  Así que los creyentes que se
esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús
adondequiera que iban. Felipe, por ejemplo, se dirigió a
la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente
acerca del Mesías."(Hechos 8:1-5, Nueva Traducción
Viviente)

Esta etapa corresponde al equipo de
evangelización y siembra.
Por supuesto, los
primeros creyentes iban en dispersión como consecuencia de
los ataques que se libraban contra su integridad física y
convicciones de fe, pero aún esas circunstancias adversas
eran aprovechadas para sembrar la semilla.

Hay dos aspectos que le invito a considerar: el primero,
es que Dios tiene formas extrañas de obrar y, muchas
veces, lo inexplicable para nosotros está dentro de la
lógica divina y contribuye al cumplimiento de su
propósito eterno; el segundo, que si tenemos una
visión muy clara de aquello que queremos alcanzar-en este
caso para predicación y apertura de nuevas iglesias-no
desaprovecharemos evento o espacio para hablar de Jesús y
guiar a los recién convertidos.

Incursiones
progresivas

El equipo de evangelización y
siembra
desarrolla incursiones progresivas,
sistemáticas y estratégicas a los sectores donde se
desarrollará el trabajo para el establecimiento de nuevas
iglesias.

No es un trabajo que se desarrolle de la noche a la
mañana, lo que obliga compromiso, perseverancia y sentido
de pertenencia entre quienes lo integran.

Las visitas pueden realizarse en semana, principalmente
en horas de la noche, o los fines de semana, sábados y
domingo incluso.

¿Qué hacer en estas avanzadas? El primer
paso es el reconocimiento del terreno, al que le siguen
actividades de distribución de material como hojas
volantes y tratados evangelísticos. Estas primeras visitas
no necesariamente incluyen difusión con megáfono u
otro instrumento masivo. Con ir generando lazos con la comunidad
en la que trabajaremos, basta.

Esta fase reviste singular importancia porque nos acerca
más a la realidad del sector que invadiremos con la
Palabra de Dios al tiempo que nos ayuda a identificar
dificultades, grado de receptividad de la comunidad y auscultar
posibles estrategias para establecer la nueva iglesia.

En algunos casos después de realizar varias
incursiones, el equipo de evangelización y
siembra
coincidirá en que se debe buscar otro
lugar; si ese es el consenso, tras orar y buscar la
confirmación del Espíritu Santo, se deberá
buscar otra alternativa.

Monografias.com

El conocimiento de las áreas que
evangelizará y de quiénes las habitan, es
esencial.

Actividades llamativas

Es importante que el equipo de
evangelización y siembra
planifique actividades
llamativas, atrayentes y con contenido, para generar puentes de
contacto y diálogo permanente con las
comunidades.

Las que gozan de mayor aceptación son: la
presentación de películas al aire libre, obras de
teatro, música en vivo y mensajes cortos, en lo posible
que vuelquen la mirada de las personas hacia Cristo sin que ello
implique enfatizar en condenación, infierno y pecadores
que atraerán la ira de Dios porque antes que acercar,
alejaremos a las personas. El amor de Dios es clave en todos
estos procesos.

Estas reuniones en espacios abiertos, en lo posible,
deben tener una duración máxima de dos horas. Entre
más cortas, mejor.

¿Cuánto tiempo? Un horizonte de corto
tiempo en las incursiones a los sectores por parte del
equipo de evangelización y siembra,
incluiría al menos actividades semanales durante tres
meses.

Durante este tiempo se pueden tomar datos de personas
interesadas para desarrollar la visitación, así
como tener contactos que abran las puertas de sus casas para
reuniones familiares, que es un paso inicial y ampliamente
aceptado como ocurría con la iglesia primitiva (Cf. Hechos
14:21-23; 1 Corintios 16:19; Romanos 16:5; Colosenses
4:15)

Sostenibilidad en el
tiempo

La siembra de nuevas iglesias tiene un componente
irreemplazable: la planificación. Ninguna
de las acciones que están rodeadas de improvisación
llegarán a ser prósperas; lo más probable es
que terminarán agigantando el trabajo, como todo lo que
desencadena la improvisación.

La razón más importante es que la siembra
de una nueva iglesia obliga trabajo permanente para dar solidez a
cuatro pilares fundamentales:

1.
Evangelismo

2. Capacitación

2.1. De los nuevos
convertidos

2.2. De los futuros
líderes

3. Discipulado

4. Servicio en la nueva iglesia
local

Nuestra responsabilidad se extiende hasta que el
espacio, actividades de reunión de creyentes y el
ejercicio del liderazgo lleguen a un nivel de madurez y solidez
espiritual y personal. No basta únicamente con abrir una
nueva iglesia; desde la más sana apreciación, es el
comienzo de un trabajo a largo plazo.

Los convertidos a Cristo que comienzan a congregarse,
deben llegar al nivel en que tienen capacidad de multiplicarse.
Eso, por supuesto, implica que desarrollemos en cada uno las
potencialidades y talentos con que fueron concebidos, y los dones
espirituales que le otorgó nuestro amoroso Padre
celestial.

Ilustro este principio con un pasaje revelador que
encontramos entre los cristianos del primer siglo:
"Después de predicar la Buena Noticia en Derbe y de
hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron
a Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, donde
fortalecieron a los creyentes. Los animaron a continuar en la fe,
y les recordaron que debemos sufrir muchas privaciones para
entrar en el reino de Dios. Pablo y Bernabé también
nombraron ancianos en cada iglesia. Con oración y ayuno,
encomendaron a los ancianos al cuidado del Señor, en quien
habían puesto su confianza."(Hechos 14:21-23, Nueva
Traducción Viviente)

Observe cuidadosamente que Pablo y Bernabé no se
limitaron a predicar sino que hicieron el trabajo completo: el
cuidado de los nuevos creyentes, apoyarlos en momentos de crisis
y generar las condiciones para que alcanzaran madurez personal y
espiritual.

Usted y yo cuando estamos inmersos en esta labor,
debemos estar preparados para asegurar sostenibilidad en el
tiempo, hasta ver los frutos representados en la extensión
del Reino de Dios en nuevos sectores.

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 5

Estrategias
eficaces en la siembra de nuevas iglesias

Si bien es cierto estamos compartiendo una serie de
principios que han probado, en la práctica, ser eficaces y
sencillos, es importante anotar que aquello útil en la
siembra de una nueva iglesia en determinado sector, puede que no
funcione en otra zona. Es allí donde toma fuerza el hecho
de ser guiados por Dios para que nos muestre qué hacer en
casa caso.

Los esquemas rígidos no funcionan, pero sí
la dependencia de nuestro amoroso Padre celestial que nos revele
cuál es la estrategia más apropiada en nuestro
propósito de abrir nuevos espacios de reunión de
los creyentes.

El primer impacto: El voz a
voz

La creatividad guiada por Dios constituye una de las
más valiosas herramientas que encontramos en el proceso,
de evangelización, pero también de siembra de
nuevas iglesias.

Un mecanismo que debemos experimentar es el de la
proclamación de las Buenas Nuevas puerta a puerta, sobre
la base de que no hay herramienta más eficaz referenciar
el Evangelio voz-a-voz (Cf. Lucas 10:1-9).

Hay por lo menos cinco recomendaciones que compartimos
con usted:

1. Ore antes de cada
incursión casa-a-casa. Permita que Dios tome todo el
control y Su Espíritu Santo lo guíe.

2. Si le abren la puerta, muestre
amabilidad, respeto y tolerancia. Es probable que no quieran
recibir el mensaje, así es que –en caso de recibir
rechazo-tenga disposición de retirarse del lugar si lo
considera prudente.

3. Al presentarse, con su nombre,
explique el propósito de la visita

4. Si le permiten, comparta su
mensaje brevemente. Es preferible concertar una nueva visita que
hacerse cansón.

5. Al despedirse, pregunte si
podría acompañarle a una futura reunión en
un lugar centro del barrio, sector, pueblo o ciudad.

Hasta las empresas más grandes del mundo
están utilizando hoy el sistema multi-nivel, que toma como
base el voz-a-voz, que es un sistema fácil, confiable y
efectivo para compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo y dejar
sentadas las bases para establecer nuevos sitios de
reunión.

Utilice palabras
sencillas

Inicialmente nos referíamos al papel que juega la
evangelización personal como paso previo a la conquista de
un territorio para la siembra de una nueva iglesia. Ahora, lo
esencial es no acudir a términos rebuscados o tornar
complicado el mensaje. Por el contrario, nuestra
preocupación debe ser presentarlo en la forma más
sencilla posible.

Ilustro esta recomendación con el siguiente
texto: "El pasaje de la Escritura que leía era
este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo
delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca.
En su humillación no se le hizo justicia; Mas su
generación, ¿quién la contará? Porque
fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a
Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el
profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta
escritura, le anunció el evangelio de
Jesús."(Hechos 8.32-35).

Lo que arrojan estos versículos son dos
principios prácticos. Primero: al compartir las Buenas
Nuevas nos fundamentarnos en las Escrituras pero en la manera
más elemental posible para que ni la Biblia ni lo que se
enseña se convierta en algo traumático para la
persona a quien vamos a evangelizar.

Segundo: es a partir del mensaje del evangelio que
compartimos el plan de Salvación como lo señala el
texto "Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando
desde esta escritura, le anunció el evangelio de
Jesús.".

Tenga presente que si dependemos del Señor
Jesús, el trabajo será sencillo; tendremos la
victoria donde quiera que nos encontremos.

No presione ni manipule a su
interlocutor

Cierto día de compras, me acerqué a un
puesto de exposición de un artículo de cocina. A mi
esposa Lucero y a mi nos interesó. De buena gana
escuchamos las explicaciones sobre sus utilidades en
casa.

Pero justamente cuando estábamos más
interesados, otro vendedor se nos acercó y nos apuraba que
firmáramos el compromiso de compra. ¿Qué
hicimos? Alejarnos. ¿La razón? Ni a usted ni a mi
nos agrada que nos presionen a tomar una
decisión.

Es con prudencia que abrimos las puertas para la
evangelización y la siembra de nuevas iglesias. Felipe no
obligó al etíope a tomar una decisión por
Jesucristo. Le presentó el mensaje. Y Dios hizo el
resto. "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y
dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide
que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo
corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y
descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le
bautizó."(Hechos 8.36-38).

¿Qué hacer si la persona no manifiesta
deseo, en primera instancia, de aceptar a Jesucristo como
único y suficiente Salvador? Viene una segunda estrategia
que es sugerirlo. Explicarle la necesidad que el ser humano tiene
del Señor Jesús.

¿Y si persiste en eludir su compromiso?
Recuérdelo: No insista en el lugar. Dígale que las
puertas para que tome esa trascendental decisión, quedan
abiertas. Pero en privado, ore por esa persona, que Dios toque su
vida con poder. Puedo asegurarle que pronto emprenderá el
camino de la Salvación en Cristo.

Impacto mediante actividades
sociales

En todos los casos, con ayuda de Dios, debemos recurrir
a la creatividad. Una estrategia eficaz es el acercamiento que
desarrolla el equipo de siembra de la nueva iglesia mediante
actividades sociales como son jornadas de aseo o arreglo de
espacios como parques o avenidas, ayudar en los orfanatos u
hogares gerontológicos, actividades de asistencia a los
indigentes, jornadas de alfabetización e incluso,
programar encuentros deportivos.

Estos eventos de marcada inclinación social,
ayudar a quitar del imaginario popular-tradicionalmente
gobernador por una religión en particular-que los
cristianos evangélicos no somos una suerte de
fanáticos que viven en las nubes y no están
ajustados a la realidad en medio de la que se
desenvuelven.

Estas actividades pueden incluso, ser previas a los
eventos en espacios abiertos cuya estructura describimos a
continuación.

Características especiales de
eventos al aire libre

La realización de eventos al aire libre reviste
particular importancia en el cumplimiento de la Gran
Comisión que el Señor Jesucristo depositó
sobre los hombros de sus discípulos y de nosotros hoy,
como su Iglesia. Insistimos: Es el paso previo a la siembra de
una nueva congregación.

No olvide que es necesario ir en busca de las almas que
no conocen el mensaje transformador del evangelio.
¿Dónde? En las calles. No podemos ampararnos en la
comodidad de las cuatro paredes de nuestros templos.

Cabe recordar que, quienes integren el equipo de
siembra
, deberán observar en sus vidas las
siguientes características:

1. Estudio diligente de la
Palabra de Dios.

2. Intima comunión con
Dios a través de la oración.

3. Buen testimonio de vida
cristiana.

Programación periódica
de los eventos

No olvidemos que una característica negativa para
el desarrollo de una congregación lo representa la
improvisación. Realizar actividades porque al pastor o
líder de grupo se le "iluminó" el
bombillito es contraproducente. Estas ejecutorias encierran
emocionalismo y, en la mayoría de las casos, falta de
planificación.

¿Qué es aconsejable? Insistimos: adelantar
reuniones, bien sea de carácter semanal o quincenal, con
el propósito de orar; es bueno compartir algún
estudio bíblico y determinar en qué áreas de
la ciudad se pueden adelantar impactos evangelísticos. Es
imprescindible tener en cuenta fechas, horas y que –en lo
posible-se trate de sectores concurridos.

Por ejemplo, si deciden realizar evangelismo en un
parque público: Se determina la fecha y, con suficiente
tiempo de antelación, se cumplen jornadas de avanzada,
como hemos venido insistiendo.

Determinar tareas

Previo a la realización de los eventos en las
calles, es fundamental delegar algunas tareas no solo para los
integrantes del equipo de siembra sino para
quienes deseen acompañar el trabajo. El propósito
es que todos asuman su compromiso, se involucren y se tornen
partícipes.

Se asignarán a personas encargadas de las
siguientes tareas:

a. Distribución de
tratados evangelísticos (folletos, plegables) a las
gentes.

b. Promocionar el impacto
bíblico con el megáfono, recorriendo las
calles.

c. Para orar mientras se cumple
el impacto evangelístico.

d. Adelantar la labor de
consejería para quienes recién aceptan a
Jesucristo. (Generalmente se escoge a quienes tienen experiencia
en la búsqueda y aplicación de principios
bíblicos).

e. Entonar coros y compartir su
testimonio.

f. Predicar

Insistimos en la necesidad de planificar las actividades
a desarrollar con suficiente anticipación con el
propósito de no incurrir en la improvisación que
resulta negativa y afecta los resultados.

Esquema de los eventos en espacios
abiertos

Una vez estamos a las puertas de realizar un evento en
un espacio abierto –tras ubicar con anticipación el lugar
apropiado, orar con por la actividad y designar a quienes nos
prestarán su colaboración distribuyendo material,
en la realización del servicio religioso al aire libre, y
quienes servirán como consejeros-procedemos a
revisar:

1. Que el lugar donde estaremos
ubicados ofrece visibilidad y, en lo posible, registra buena
afluencia de público.

2. Que disponemos de un sonido
adecuado. Es necesario dirigirlo a espacios abiertos y-algo que
parece intrascendente pero que es fundamental-no dirigir las
emisiones del altavoz en contra de la corriente del
viento.

3. Que los creyentes que
prestarán su colaboración estén ubicados
estratégicamente.

Lo que generalmente hacemos es pedirle a algunos
creyentes que estén detrás de las personas nuevas,
visitantes o curiosos. ¿El propósito? Que una vez
llegue el momento de hacer la oración de decisión
de fe por Jesucristo, estén prestos a orientarles,
suministrarles material y, en lo posible, tomar su
dirección y teléfono.

Proclamación del
evangelio

Es esencial tener en cuenta que un evento al aire libre
no debe tomar mucho tiempo en su realización porque el
grado de atención de las personas se pierde con rapidez.
En lo posible, podemos distribuir el tiempo –que se
aconseja oscila entre los 15 minutos– de la siguiente
manera:

1. Oración y apertura del
servicio religioso (3 minutos).

2. Interpretación de Coros
(6 minutos –equivalente a dos o tres coros o
alabanzas–).

3. Testimonio (un testimonio de 3
minutos es más que suficiente).

4. Predicación del mensaje
(un mensaje de 10 minutos).

Es necesario tener en cuenta que, tras una lectura muy
breve de la Palabra de Dios, viene su exposición de manera
concisa. Recuerde que los oyentes no tienen a mano una Biblia y
es por tanto usted quien debe guiarles.

5. Oración de
decisión de fe (3 minutos).

Seguimiento a los nuevos
creyentes

Aunque es contraproducente presionar a quienes toman la
decisión de fe por Jesucristo en estos servicios, es
aconsejable tomar la dirección de la residencia y/o el
teléfono y, si demuestran interés, ofrecernos para
realizar una visita.

Tenga en cuenta que es fundamental realizar un
seguimiento a estas personas con el propósito de
afianzarles en su determinación de caminar en los senderos
del Señor Jesús.

Otra opción es solicitarles que nos permitan
llamar telefónicamente. Ese contacto debe realizarse en el
curso de las 72 horas siguientes.

Un elemento neutro para abrir la conversación es
preguntar cómo se han sentido, cuál es su estado de
ánimo y espiritual ahora que aceptaron a Jesucristo en su
corazón y, si tienen alguna inquietud. Por lo regular, las
tienen, y este es un elemento que nos ayuda a estrechar las
relaciones con el propósito de evangelizarles.

¿Cada cuánto es
aconsejable este tipo de eventos?

Se recomienda desarrollar eventos en espacios abiertos,
al menos una vez por semana o quincenalmente, dependiendo del
caso como paso previo a la siembra de una nueva iglesia. Ahora,
hay aspectos que debemos evitar y que le recuerdo:

1. Presionar a las personas para
que tomen una decisión de fe por el Señor
Jesús.

2. Envolvernos en discusiones y
polémicas de carácter teológico.

3. Hacer énfasis
sólo en nuestra denominación, dejando de lado que
antes que una congregación en particular, a quien se debe
proclamar es a Jesucristo.

4. Realizar eventos en espacios
abiertos que pasen de treinta minutos.

Tome en cuenta que actividades de proclamación
pública del evangelio constituyen una extraordinaria
oportunidad para llegar a quienes todavía no se congregan
en ninguna iglesia y además, abrir el espacio para que
conozcan más acerca de Jesucristo. Es el paso previo para
la siembra de una nueva congregación.

Otra alternativa: proclamar las
Buenas Nuevas en vehículos

En Latinoamérica es frecuente que los
vehículos de transporte urbano e intermunicipal –como
buses y colectivo– se constituyan en espacios para la
comercialización de todo tipo de productos, desde
elementos de aseo hasta libros.

Esta se ha convertido en una nueva alternativa para la
generación de empleo frente a la recesión que
muchos países enfrentan, y que ha traído como
consecuencia un progresivo cierre de las fuentes de trabajo. Es
cierto que en algunos de estos automotores no se permite vender
ni anunciar nada, pero hay otros en los que no hay
restricción; son esos los que debemos
aprovechar.

Es una práctica generalizada que abre las puertas
para la proclamación del Evangelio, con la diferencia de
que usted y yo no vamos a pedir recursos sino a compartir
gratuitamente una salida al laberinto que viven miles de hombres
y mujeres, quienes todavía no tienen a Jesucristo en su
corazón.

Para evangelizar en los vehículos de transporte
urbano se aconseja integrar equipos de tres personas.

1. La primera persona se encarga
de proclamar el evangelio de Jesucristo a través de un
mensaje corto.

2. La segunda persona, distribuye
los tratados o folletos evangelísticos entre quienes
viajan en el automotor.

3. El tercer colaborador
estará intercediendo mentalmente a favor de esa actividad.
Se ubicará en la parte posterior del bus o colectivo, en
la salida. De esta manera, si alguien va a bajarse sin escuchar
la totalidad del mensaje, le pueda obsequiar un folleto para que
lo lleve consigo.

¿Qué tipo de mensaje
compartir?

El mensaje de evangelización que se
compartirá, debe ser breve. Lo aconsejable son cinco
minutos. No olvide que con facilidad perdemos la atención
de los oyentes y es imprescindible aprovechar al máximo
cada segundo.

Se recomienda leer un versículo bíblico
(puede hacerlo directamente de la Biblia o acudiendo a la
memorización del texto) y, a partir de allí,
desarrollar la predicación.

En lo posible, acuda a las ilustraciones con hechos
prácticos que le permitan a los oyentes asimilar todo lo
relacionado con el evangelio y la forma como contribuye a nuestro
crecimiento personal y espiritual.

Insistimos en un principio: que su exposición sea
breve. Mire a los ojos a quienes están
escuchándole. No se sienta inquieto ni se desanime o
distraiga porque hayan quienes siguen dialogando sin prestar
atención a sus palabras. Inconscientemente están
asimilando información. Ellos también son
impactados.

¿Qué hacer cuando se
entrega un tratado (folleto) ?

Lo más aconsejable es que entregue cada tratado
con una amplia sonrisa, un sincero "Jesucristo te ama" y
la disposición de enfrentar con optimismo cualquier
rechazo.

Si no le reciben el material, recíbalo de vuelta.
No exprese molestia o desilusión. Usted predica a
Jesucristo, no a usted mismo. Puede aprovechar el momento para
invitar a reuniones en espacios abiertos o, si ya dispone de un
lugar de reuniones, indicar dónde se encuentra.

Hay quienes dicen "Gracias por recibirlo" a
aquellos que notan con un semblante renuente al mensaje.
Generalmente esas tres palabras desarman a cualquiera, rompen el
hielo y le comprometen sutilmente para que reciba el
plegable.

¿Es viable realizar una
oración de decisión de fe por
Jesucristo?

Por supuesto que es viable llevar a quienes se
encuentran en el vehículo a abrir su corazón para
que reciban a Jesucristo como su único y suficiente
Señor y Salvador. Lo que no es conveniente es invitar a
quienes tomaron dicha decisión, a levantar la mano. Pocos
lo harán, probablemente ninguno. ¿La razón?
Pueden sentirse cohibidos.

¿Qué podemos y debemos hacer entonces?
Formularles tres invitaciones. La primera, para que diariamente
hablen con Dios mediante la oración. La segunda, que
asuman el principio de leer cada día la Biblia, y la
tercera, acercarse a una iglesia cristiana y, compartirle al
pastor, que ya tomaron la decisión de fe.

Es probable que alguien quiera más
información. No desperdicie la oportunidad. Usted puede
tomar los datos de la persona y hacerle una visita.

Es importante que, desde hoy, evalúe la
posibilidad de llevar a su congregación a proclamar a
Jesús el Señor en los vehículos de
transporte urbano en la meta de tomar territorios para sembrar
nuevas iglesias.

No coseche con semillas de otro
sembrado

Si algo resulta perjudicial para la extensión del
Reino de Dios, es cosechar con semillas de otro sembrado. No
podemos olvidar que nuestra meta es sembrar una nueva
congregación, pero con personas ganadas en el
terreno.

Si alguien se acerca interesado en las actividades que
desarrollan, y le comparte que viene de otra iglesia, por favor
verifique las razones por las que no se esta congregando o las
motivaciones para buscar ahora el nuevo sitio de
reunión.

Recibir ovejas de otro redil causa infinidad de heridas
en pastores, obreros y líderes que ven de qué
manera sus ovejas son arrastradas a otras iglesias. Usted no
querría que le ocurriera lo mismo, entonces, no lo haga.
Recuerde que uno de los distintivos de quienes servimos en la
proclamación del Evangelio, es ser íntegros en
todo. La Biblia dice: ""…temed a Jehová, y
servidle con integridad y en verdad… ""(Josué
24:14; Cf. Salmo 119.97)
Y tenga claro que quien recoge
la cosecha en lugar ajeno, no será bendecido ni tampoco
será instrumento de bendición para ese
sector.

Como en el caso de nuestro amado Salvador Jesucristo
debe primar la pasión por aquellos que aún no son
salvos, no por quienes por capricho o búsqueda de lo
novedoso, andan de iglesia en iglesia. El evangelista Marcos
registra que: ""…salió Jesús y
vió una gran multitud, y tuvo compasión de ellos,
porque eran como ovejas que no tenían pastor; y
comenzó a enseñarles muchas cosas. ""(Marcos
6:34)

Si nos esforzamos, de la mano de Dios, obtendremos
resultados: ""Y yo os digo: Pedid, y se os dará;
buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá.""(Lucas
11:9)
Este hecho para enfatizar que no puede pretender
que la siembra de iglesias rinda frutos de la noche a la
mañana, ni que-con poco esfuerzo-pueda ver una cosecha.
Dios tiene el propósito de extender Su Reino, pero usted y
yo-como líderes-debemos poner de nuestra parte.

En el proceso es probable que se encuentre a la
oposición y a las críticas, pero no debemos
desanimarnos porque fuimos llamados a vencer a pesar de la
oposición.

Recuerde entonces que el mejor método de
evangelizar a las personas una
por una. (Cf. Juan 4:6-30) En ese
proceso debemos compartir el mensaje de salvación
persona a persona; en otras
palabras, la pesca eficaz es con anzuelo como quien se da a la
tarea de pescar y ganar los peces uno por uno. No es algo nuevo,
sino la forma usada por nuestro Señor
Jesucristo cuando habló con Nicodemo
(Cf. Juan 3) y también con la mujer Samaritana.
(Cf. Juan 4)

Incluso los apóstoles usaron este método:
Andrés con su hermano Pedro (Cf. Juan 1:40-42);
Felipe con Natanael (Cf. Juan 1:43-46). Fue un
ángel del Señor quien le ordenó a Felipe el
evangelista, que le hablara a un funcionario de Candace, reina de
los Etíopes (Cf. Hechos 8:26-39).

Hay mucho trabajo por hacer. Con creatividad, y de la
mano del Señor Jesucristo, podemos avanzar
significativamente en la extensión del Reino. ¡La
siembra de nuevas iglesias es un imperativo, no una
opción¡

© Fernando Alexis Jiménez

Lección 6

El gran
compromiso: Asegurar la sostenibilidad de la nueva
iglesia

Sembrar una nueva iglesia es, para el cristiano
comprometido, como engendrar un hijo. No lo podemos dejar a la
deriva sino que nuestro propósito es ayudarlo en el
proceso de crecimiento, y aun cuando se puede valer por si mismo,
le acompañamos en el crecimiento hasta que se puede valer
por sí mismo. Insisto, es el caso que aplica para los
espacios para la reunión de creyentes que establecemos
fuera de nuestro radio de acción.

Las células como estrategia de
fortalecimiento

Una vez establecida la nueva iglesia, se puede acudir a
la estrategia de grupos pequeños-que no son otras cosas
que reuniones en los hogares-para propiciar el acercamiento de
personas interesadas en experimentar transformación en su
ser.

El modelo resulta eficaz, sencillo y oportuno porque
permite:

1. Crear un ambiente neutral para
convocar y reunir a no-creyentes

2. Ayuda a despejar inquietudes
de quienes apenas llegan

3. Desarrollar un discipulado
efectivo

4. Establece un puente para
llevar a los nuevos creyentes a la iglesia

Monografias.com

Observe que, mediante grupos pequeños o
células-que generalmente se reúnen en casas,
resulta mucho más fácil hacer seguimiento a los
nuevos creyentes. En ellos genera más confianza, porque
las encuestas demuestran que muchas personas sienten un primer
impacto que les intimida cuando les invitan a asistir a un templo
por primera vez. En las casas la situación no es
así, sino que por el contrario, se genera un ambiente de
mayor confianza.

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El hecho de ser iglesias a través de iglesias
pequeñas, una vez se planta una nueva congregación,
nos facilita el proceso de discipular. Ahora, en
el caso del discipulado, es esencial que hayan líderes en
el primer nivel de establecimiento de la nueva
congregación, que asuman este trabajo porque conforme pase
el tiempo y se llegue a un nivel de solidez que asegure
sostenibilidad en el tiempo del sitio de reunión, se
deberán incorporar a la labor a los creyentes que ya
fueron discipulados.

En su conjunto este abanico de compromisos demanda un
liderazgo dinámico, convencido de la razón de ser
del esfuerzo y la perseverancia, así como la indeclinable
decisión de formar a otras personas que ayuden en la
extensión del Reino de Dios.

El proceso es eso: Un proceso que demanda de nosotros
perseverancia. Insisto: Seguir adelante así no veamos
pronto los frutos. Dios tiene su propio tiempo para traer la
cosecha (Cf. Mateo 4.26-29) Tenga presente siempre que la Obra es
de Dios y usted y yo somos simplemente instrumentos en Sus manos.
Colaboradores en la siembra de nuevas iglesias porque la iglesia
es el granero donde guardamos la cosecha, que en los
términos del Reino de Dios, son las almas salvadas por
Jesús el Señor, y que le abren su corazón
como su único y suficiente Salvador.

Proceso de seguimiento

El seguimiento a la nueva iglesia debe ser no solo de
carácter ministerial, sino de tipo administrativo. La
iglesia madre debe asegurar la sostenibilidad de la
congregación naciente por un determinado tiempo, sobre la
base de que crear conciencia entre los nuevos creyentes sobre la
necesidad de apoyar económicamente a la
denominación, algunas veces no resulta tarea
fácil.

En ese orden de ideas reviste especial apoyo que haya
formatos en los que se consigne semanalmente la concurrencia de
personas, especificando cuántos asisten por primera vez y
el número de decisiones por Jesucristo.

En caso de producirse alguna situación como
estancamiento de la nueva congregación o la mengua en el
equipo de líderes locales, la iglesia madre está
llamada a proveer apoyo hasta que se supere la
eventualidad.

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Una meta macro, esencial, es dejar capacidad instalada
de liderazgo local que-en otras palabras-es formar líderes
que se encarguen de afirmar la congregación.

El apóstol Pablo escribiendo a su
discípulo Timoteo, le insta: "Predica la palabra;
mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende
y exhorta con toda paciencia y enseñanza.
""(2
Timoteo 4:2)

El texto resulta revelador en un aspecto
específico: Debemos proseguir afianzando a los cristianos
en la nueva iglesia, velar por ellos y, antes de abrir otro
frente para la extensión del Reino de Dios, estar seguros
de que podrán seguir solos en su proceso de crecimiento
personal y espiritual.

Piénselo una y otra vez: Es esencial que
trabajemos, y bajo ninguna circunstancia dejemos de lado, la
conservación de resultados. Tenga presenta una y otra vez
que un creyente nuevo es un bebé en Cristo y, como todo
recién nacido, necesita la inmediata seguridad del amor de
Cristo, ser nutrido por su Palabra, y establecer un
vínculo afectivo con su nueva familia en Cristo (1
Pedro 2.2).

Elabore una memoria histórica
del proceso desarrollado

Hay una meta ineludible y a la vez, indeclinable:
Sumarnos a la extensión del Reino de Dios, contribuyendo
decididamente a la materialización de esa visión
que al final de los tiempos pudo apreciar el apóstol Juan
en visión: ""Después de esto vi a mucha
gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y
pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar!
Estaban de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con
ropas blancas."" (Apocalipsis 7.9. Traducción en Lenguaje
Actual)

Ese pasaje, compuesto de un solo versículo, nos
lleva a reflexionar la enorme responsabilidad que tenemos sobre
nuestros hombros. Quienes nos rodean, son hombres y mujeres
llamados a ser salvos por la obra de nuestro amado Salvador
Jesucristo: ""Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre
rescataste para Dios, a gente de toda raza, idioma, pueblo y
nación. Los hiciste reyes y sacerdotes para nuestro Dios;
ellos gobernarán la tierra.» "" (Apocalipsis 5.9,10.
Traducción en Lenguaje Actual)

Con el propósito de dejar huellas que hacia
futuro puedan ser útiles para los nuevos sembradores de
iglesias, resulta útil que levantemos una memoria
histórica en la que dejemos registrado cada paso que
damos. Resultan útiles testimonios grabados de las
personas que conocieron a Cristo en la nueva iglesia y de
qué manera, fueron incorporados al trabajo. También
será de mucha ayuda tener registro fotográfico de
las actividades.

Usted como un sembrador de iglesias, puede dejar
consignadas sus apreciaciones que, en el futuro, podrán
ser útiles a quienes se sumen a la tarea de extender el
Reino de Dios en otros espacios donde se requiere
evangelizar.

 

 

Autor:

© Fernando Alexis Jiménez

Seminario para Sembradores de
Iglesias

Escuela de Liderazgo TRIUNFANDO
www.triunfandostereo.org

Partes: 1, 2
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