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El factor demográfico en la proyección del desarrollo de los países emergentes – Parte I (página 2)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2

Regulatory authorities lack independence and pervasive
regulatory uncertainties hinder private investment.

Actions taken: A 2009 electricity law paves the
way to increased private participation in generation,
distribution and transmission. The government has announced it
would finance only 36% of a USD 157 billion investment plan from
2010 to 2014, with the private sector expected to fill the
financing gap.

Recommendations: Reduce regulatory barriers and
uncertainties to entice private investment. Grant independence to
regulatory bodies, strengthen their public accountability, and
establish new ones in sectors lacking them. Reform land
expropriation procedures to shorten the time needed to reach fair
compensation decisions.

Reform labour regulation to address the problem
of informality

The rigid labour code provides strong protection to
employees in the formal sector, thereby encouraging informal job
creation and undermining labour productivity.

Actions taken: No action taken.

Recommendations: In order to make the insurance
system against wage income loss more effective, introduce some
form of unemployment benefits while simplifying dismissal
procedures and reducing severance payments. In addition, cap real
increases in the minimum wage to ensure they do not to exceed
labour-productivity gains.

Other key priorities

Ease barriers to entrepreneurship and strengthen
institutions to fight corruption

Despite some progress, the business environment
continues to be less attractive than in regional peers. Excessive
administrative burdens, high FDI restrictions in some sectors and
corruption limit entrepreneurship.

Actions taken: In 2010, the government lowered
FDI restrictions, especially in services. The 2009 law on local
taxes limits the types of levies local governments can charge and
promotes tax competition.

Recommendations: Simplify administrative
procedures for establishing new firms by reducing the number of
business licenses and setting up one-stop shops in districts
where these are currently lacking. Reduce further FDI
restrictions in telecommunications and transport. Continue
efforts to fight corruption by reforming the tax office and
further simplifying business licensing.

Phase out energy subsidies

Energy subsidies are economically costly, socially
inequitable, environmentally damaging and inconsistent with the
government"s green strategy.

Actions taken: The 2010 Medium Term Development
Plan states that fossil-fuel subsidies will be eliminated by
2014. The government has increased support to renewable forms of
energy.

Recommendations: Stick to the planned timetable
to eliminate fossil-fuel subsidies and extend the commitment to
electricity subsidies, while offering more effective targeted
income support to the poor and those households that are most
adversely affected.

Allá lejos
y hace
tiempo… (antes de los derivados, OTC, colaterales y
CDS)

Cuando por los años 1963-69 estudiaba Ciencias
Económicas en la Universidad de Buenos Aires – Argentina,
(mira tú, si ha llovido desde entonces) -país en el
que sus habitantes, según dice el periodista
español Jesús Cacho (con cierto resentimiento y
merecida justicia), "alguna vez se creyeron ingleses que hablaban
francés y un día descubrieron que eran italianos
que hablaban español" (metáfora interesante para
alguno de los -actualmente- pretenciosos países
emergentes)- los profesores de economía nos
enseñaban que lo más "importante" no era observar
el Producto Interior Bruto en cifras absolutas (que
también), sino el Producto Interior Bruto per
cápita.

Tal vez ese criterio tenía la intención
(manifiesta, pero no confesada) de destacar las cifras
macroeconómicas de Argentina (menor PIB y mayor PIB per
cápita), con respecto de Brasil (mayor PIB, pero menor PIB
per cápita). Luego el tiempo se encargó de
demostrar que, así y todo, Argentina (¿por
presuntuosa y falaz?) perdería la carrera de los "grandes
números" con su competidor más cercano (¿y
envidiado?).

Sea por angas o por mangas, ese concepto ha quedado, y
"está clavado en mí como una maldición"
(así dice la letra del tango). A partir de esa
"confesión" (otro tango), paso a desarrollar mi
hipótesis (espero que con suficiente demostración).
El tamaño de la población no es todo. De la
cantidad de pollos (producto), lo importante es saber
cuántos corresponden a cada habitante (per cápita).
Y más aún, cuántos puede comer cada uno
(distribución de los ingresos). La demografía no es
sinónimo de supremacía. Aunque simple, espero que
se entienda el sentido de la "enmienda".

¿Cuántos años puede demorar en
alcanzar el Ingreso Nacional Bruto de Brasil (8.070), Rusia
(9.340), India (1.220), China (3.650) o Indonesia (2.050), al de
EEUU (46.360), Japón, (38.080) o la Unión Europea
(42.450)? (Cifras en dólares corrientes del año
2009). Aunque utilicemos la paridad de poder adquisitivo
(PPA).

Cuando el 20% más pobre en Brasil recibe el 3,34%
de los ingresos y el 20% más rico recibe el 58,6% de los
ingresos (datos del año 2009), en Rusia el 6,04% y el
48,93% (datos del año 2008), en India el 8,08% y el 45,34%
(datos del año 2005), en China el 5,73% y el 47,81% (datos
del año 2005) y en Indonesia del 7,64% y el 44,93% (datos
del año 2009)… cuesta mucho imaginarse grandes
masas de consumidores "felices" empujando el carrito de la
compra, aunque sean maquillados por el cálculo "per
cápita".

Cuando el 5,4% de la población de Brasil gana
menos de 1,25 US$ al día y el 10,6% gana menos de 2 US$
por día (datos del año 2008), en India el 41,6% de
la población gana menos de 1,25 US$ por día y el
75,6% gana menos de 2US$ por día (datos del año
2005) y en China el 15,9% de la población gana menos de
1,25 US$ por día y el 36,3% gana menos de 2 US$ por
día (datos del año 2005), creo que se
necesitará bastante tiempo (y mucha justicia) para que
esta gente llegue hasta las "puertas de
paraíso".

Un dato comparativo interesante para medir la
desigualdad es el Coeficiente Gini de Ingresos, donde Brasil
registra un índice del 55,0, Rusia del 43,7, India del
36,8, China del 41,5 e Indonesia del 37,6 (datos de PNUD 2011).
El coeficiente Gini en la situación más favorable
se acerca a cero y el más desfavorable se acerca a
100.

Otra referencia importante es el Índice de
Desarrollo Humano (PNUD 2011), donde Brasil tiene el 0,699, Rusia
el 0,719, India el 0,519, China el 0,663 e Indonesia el 0,600.
Como referencia, decir que EEUU tiene el 0,902, Japón el
0,885 y Alemania el 0,885. No hay datos consolidados de la
Unión Europea.

Si el Índice de Desarrollo Humano se ajusta por
la desigualdad, Brasil tiene el 0,401, Rusia el 0,616, India el
0,397, China el 0,412 e Indonesia el 0, 418, mientras que EEUU
tiene el 0,667 y Alemania tiene el 0,689. Los datos de
Japón no están disponibles.

Si la proporción del gasto de los hogares en
alimentación alcanza en Asia el 40% de los ingresos (y se
mantiene su proyección hasta el año 2030), y en
India el gasto supera el 40% de los ingresos (apenas baja del 40%
en su proyección para el año 2030), hay que hacer
un gran ejercicio de voluntarismo (propio de los "creativos"
brokers de Wall Street, de los "simuladores" seniors del FMI o
BM, o de los "bonificados" traders de los bancos de
inversión), para pronosticar grandes alegrías
consumistas en estas familias.

Si a este dato agregamos cualquier incremento previsto
en el precio de las materias primas alimentarias (que haberlos,
haylos…), podemos dar por seguro que esta gente se muere
sin conocer las "oportunidades" de Wal-Mart (y sus hijos
también).

Según dicen prestigiosos analistas (Wall Street,
Organismos Internacionales, Bancos de Inversión…)
en las próximas décadas, casi la totalidad del
crecimiento del mundo en consumo de energía,
urbanización, uso de automóviles, viajes en
avión y emisiones de carbono provendrá de las
economías emergentes. Para mediados de siglo, la cantidad
de gente que viva en lo que serán (para entonces)
economías de altos ingresos aumentará a 4.500
millones de personas, comparado con 1.000 millones hoy. El PBI
global, que actualmente está en unos 60 billones de
dólares, cuando menos se triplicará en los
próximos 30 años.

Según este humilde "corresponsal"
(¿camachuelo trompetero?), si las economías
emergentes intentan alcanzar los niveles de ingresos de los
países avanzados siguiendo más o menos el mismo
patrón que sus antecesores, el impacto en los recursos
naturales y el medio ambiente será enorme, riesgoso y
quizá desastroso. Cálculos WWF Adena
señalan, que se necesitarán dos planetas en 2030.
Uno o varios puntos de inflexión, muy probablemente, hagan
que el proceso se detenga de manera estridente. La seguridad y el
costo de la energía, la calidad del agua y del aire, el
clima, los ecosistemas en la tierra y en los océanos, la
seguridad de los alimentos y mucho más, se verán
amenazados.

En consecuencia, esos países tendrán que
inventar nuevos patrones de crecimiento para alcanzar niveles de
desarrollo de países avanzados. Son demasiado grandes para
ser parásitos, de manera que los incentivos relativos a la
sustentabilidad se están internalizando como prioridades
nacionales. Las percepciones se están rápidamente
alineando con la realidad de que la sustentabilidad debe
convertirse en un ingrediente crítico del crecimiento. El
antiguo modelo no funcionará. Por supuesto, nadie hoy en
día sabe cómo alcanzar la sustentabilidad con un
tamaño tres o más veces superior a la
dimensión de la economía global actual.

– …bastante más cerca y con mucha
cautela (entre la hipocresía y la
esquizofrenia)

¿China va camino a superar a Estados Unidos y
convertirse en la principal economía del mundo?

El Fondo Monetario Internacional recientemente predijo
que el volumen de la economía de China superaría al
de Estados Unidos en términos de paridad de poder
adquisitivo (PPA) para 2016.

Sin embargo, un estudio reciente -uno de cuyos autores
es Robert Feenstra, economista de la Universidad de California,
Davis- demuestra que el liderazgo económico global
pasaría a manos de China en 2014. Y, con una postura
aún más radical, Arvind Subramanian del Instituto
Peterson de Economía Internacional sostiene que China, en
realidad, ya superó a Estados Unidos en PPA en
2010.

La paridad de poder adquisitivo mide el ingreso de un
país utilizando un conjunto de precios internacionales
aplicados a todas las economías. Los precios en los
países en desarrollo normalmente son más bajos que
en los países desarrollados. Por lo tanto, su ingreso
podría subestimarse si se lo calculara únicamente
según el tipo de cambio. El ingreso medido en PPA ayuda a
evitar este problema.

Pero la estimación del ingreso por PPA plantea
sus propios problemas. Uno de ellos consiste en el hecho de que
cada país tiene una canasta de consumo diferente, y la
mayor disparidad se produce entre los países en desarrollo
y desarrollados. Por ejemplo, los alimentos normalmente
representan el 40% o más del gasto de los hogares en un
país en desarrollo típico (como se
señaló más arriba), mientras que la cifra es
inferior al 20% en la mayoría de los países
desarrollados.

El objetivo de la comparación de PPA es medir la
calidad de vida real de un país. En este caso, se lo puede
pensar como una comparación del producto agregado de cada
país, compuesto por los bienes en la canasta de consumo de
cada país. Pero este producto agregado no tiene los mismos
componentes en los diferentes países. Esto es, los
cálculos de PPA efectivamente comparan manzanas con
naranjas.

Pero la canasta de consumo de un chino promedio es muy
diferente de la canasta de consumo de un norteamericano promedio,
de manera que las comparaciones de PPA entre China y Estados
Unidos pueden ser engañosas.

El PPA ofrece una respuesta al siguiente interrogante:
¿cuánto necesita ganar un chino para mantener la
calidad de vida que tiene en China cuando se muda a Estados
Unidos?

Pero este interrogante no es ni intuitivo ni realista.
Cuando se trata de la comparación del poder adquisitivo en
el mercado internacional, una pregunta más sensata es:
¿cuántos productos puede comprar un chino en
Estados Unidos con el ingreso que tiene en China?

Ahora bien, China superaría a Estados Unidos en
un período relativamente corto incluso si
midiéramos las economías de ambos países en
términos nominales. Suponiendo que las economías
china y estadounidense crecen, respectivamente, 8% y 3% en
términos reales, que la tasa de inflación de China
es del 3,6% y la de Estados Unidos del 2% (los promedios de la
última década) y que el renminbi se aprecia contra
el dólar un 3% por año (el promedio de los
últimos seis años), China se convertiría en
la mayor economía del mundo en 2021. Para ese momento, el
PBI de ambos países será de aproximadamente 24
billones de dólares, tal vez el triple del tamaño
de la tercera economía -Japón o
Alemania.

China: muy rica, pero no tanto

China es la segunda potencia económica del
planeta, pero ocupa el puesto el número 83 en
términos de Producto Interno Bruto (PIB) per
cápita, según el Fondo Monetario Internacional
(FMI).

El Banco Mundial (BM), por su parte, estima que el
país representó el 9,5% del producto bruto mundial
en 2010, el doble que hace cinco años, y duplicará
el PIB estadounidense en 2030, si sostiene un crecimiento del 8%
anual.

China ya es la segunda economía del mundo. Pero
en el ranking que hace sobre PIB per cápita, los chinos,
con un ingreso anual de US$ 7.518, figuran en el puesto 85,
después de Jamaica, Tailandia y Argelia, y a años
luz de los US$ 47.123 de Estados Unidos.

Y en la clasificación que elabora la CIA sobre el
mismo índice de ingreso promedio China ocupa el lugar
número 101, más abajo que Albania, Ecuador y
República Dominicana.

¿Es posible, entonces, que el primer exportador
mundial, máximo consumidor de automóviles y
líder en los sectores de alta tecnología sea a su
vez más pobre que estas naciones en desarrollo?

Desmenuzando las cifras

Los chinos tienen más de 20 palabras para
especificar cantidades y diferenciar la medición de
personas, tipos de animales, formas o papeles.

La economía es una ciencia bastante más
rudimentaria a la hora de mensurar las cosas.

El PIB, citado con frecuencia como última palabra
en un debate económico, dice menos de lo que se suele
asumir, como queda claro en la famosa paradoja de la
cena.

Ésta compara al PIB con una cuenta de
restaurante. Según la cuenta, en una mesa de dos personas
se consumió un pollo entero, papas, ensalada, luego de una
buena entrada, todo coronado por un maravilloso postre y rociado
por el mejor de los vinos.

A primera vista una comilona para dos
afortunados.

El problema es que la cuenta no especifica que un
comensal comió todo mientras que el otro se tuvo que
contentar con pan y agua.

Un instrumento un poco más refinado que el PIB es
el poder adquisitivo, que mide el impacto del costo de vida en
los ingresos, es decir, qué se puede comprar exactamente
con lo que se gana.

Aplicando esta medida, el FMI, el Banco Mundial y la
CIA, ubican a China en tercer lugar después de la
Unión Europea y Estados Unidos.

Pero el poder adquisitivo tampoco resuelve la paradoja
de la cena, porque no dice mucho sobre el crucial tema de la
distribución.

Ricos y pobres

El coeficiente Gini, usado para medir la disparidad de
ingresos, muestra que China se encuentra entre los países
más desiguales, superando incluso a Estados
Unidos.

Junto a los 115 billonarios chinos de la última
lista Forbes, hay millones que ganan muy poco y tienen que elegir
la migración como una salida a la pobreza.

Según la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), China es -al menos en términos nominales-
el país que exporta más fuerza laboral en el
mundo.

Hsiao Hung Pai, autora de "Chinese Whispers" ("Susurros
chinos"), ha investigado el fenómeno de la
migración interna y externa y sostiene que esta pobreza es
evidente en la división campo-ciudad de China.

"Son dos mundos diferentes. La migración rural
genera una población fantasma urbana que busca mejores
condiciones y no tiene ningún derecho, en China o como
emigrante ilegal en el exterior".

En el interior chino ha habido una ola de huelgas como
las que sacudieron a Toyota y Foxconn (en este caso
después del suicidio de 13 empleados) y que terminaron en
alzas de salarios.

El gobierno mismo ha impulsado estas demandas salariales
y ha concedido aumentos a los empleados estatales.

A partir de la crisis mundial de 2008, Pekín
anunció que pasarían de un modelo de crecimiento
exportador a otro más basado en el consumo.

Sin embargo, para este modelo se necesita que los chinos
tengan mayores ingresos.

Con una población de 1.300 millones y un
sostenido crecimiento, China es una potencia mundial con cada vez
más peso, pero la situación de sus habitantes
dependerá de políticas distributivas que garanticen
cuánto le toca a cada uno en la multitudinaria cena de su
PIB.

Algunas contradicciones de la economía china (el
cielo… ¿debe esperar?)

El milagro económico de China es indiscutible.
Desde que comenzó su apertura, el estándar de vida
se ha duplicado cada diez años, una proeza que a Estados
Unidos le llevó tres décadas, incluso en los
momentos de su crecimiento más vertiginoso. Pero se
empiezan a vislumbrar fisuras en los cimientos económicos
de China.

Llamémoslas las tres contradicciones.

La primera es que las autoridades están
determinadas a moderar el crecimiento y contener la
inflación a la vez que siguen subiendo los salarios y
entregando otros beneficios a la población

El problema, al parecer, es que los incrementos
salariales están diluyendo la competitividad de las
fábricas chinas. Una señal reveladora es que las
camisetas en una tienda de Gap en China llevan etiquetas que
dicen "hecho en Malasia", y los cepillos de dientes más
baratos vienen de Vietnam.

La solución es pasar a las manufacturas
más sofisticadas y los servicios. Eso requiere un sistema
más grande, mejor y más libre que el actual, que
es, según un funcionario, menoscabado por un modelo de
gestión soviético para la investigación
científica y es menospreciado por la élite china
que envía a sus hijos a estudiar al extranjero.

La segunda contradicción tiene que ver con la
última moda en los círculos gubernamentales de
Beijing, la "internacionalización del yuan", una moneda
cuyo uso es prácticamente exclusivamente
interno.

Pero China no puede conseguir eso a menos que deje de
mantener las tasas de interés en niveles tan bajos que los
ahorristas ni siquiera pueden mantenerse al ritmo de la
inflación. Jugar la partida global implica someter una
economía a los mercados globales.

La tercera es que a un gobierno represivo le cuesta
menos mantener contenta a su gente cuando la economía
crece 10% al año. Por ahora, todo bien. Pero pisar el
freno económico, una medida nunca demasiado popular,
representa una amenaza para un gobierno que no confía en
su pueblo.

El pueblo les devuelve el favor. Incluso un turista
extranjero siente que mucha gente no confía en el
gobierno. En la cafetería de la Universidad de Tsinghua,
en Beijing, un estudiante estalló en ira:
"¿Qué es lo que dice sobre un país que su
líder envíe a su hija a estudiar al extranjero?",
en referencia al próximo presidente de China, Xi Jingping,
cuya hija acaba de terminar su primer año en
Harvard.

Las fisuras no necesariamente presagian un colapso. Pero
sugieren tensiones que, de no ser resueltas, pueden debilitar un
edificio económico, incluso uno tan impresionante como el
de China.

Iberoamérica, ¿un espléndido
futuro?

(Párrafos del artículo del Profesor Juan
Velarde publicado en Libertad Digital –
21/6/11)

"Desde hace unos años, las inversiones directas
de los empresarios españoles en Iberoamérica son
muy importantes. Pero, ¿existen ventajas especiales en esa
dirección? Se habla mucho del futuro de los emergentes,
pero conviene, por un lado, observar a estos emergentes
países hermanos. Muchos de ellos tienen dos factores de
riesgo considerables. El primero, el que se deriva de su
distribución de la renta. El cuadro 1 registra el
coeficiente de Gini que, como es sabido, señala, en 0
equidistribución y en 100, toda la renta en una sola mano.
Como referencia se indica que el de España, según
el PNUD, en su Informe sobre Desarrollo Humano 2010, era de
34,7.

Países

Índice de
Gini

Colombia

58,5

Bolivia

57,2

Honduras

55,3

Brasil

55,0

Panamá

54,9

Ecuador

54,4

Guatemala

53,7

Paraguay

53,2

Nicaragua

52,3

Chile

52,0

México

51,6

Perú

50,5

Costa Rica

48,9

Argentina

48,8

República
Dominicana

48,4

Uruguay

47,1

El Salvador

46,9

Venezuela

43,4

Cuadro 1

Agréguese que la región iberoamericana es
la que tiene más desigualdad en la distribución de
la renta del mundo. Como resultado, y sobre todo gracias a los
medios de comunicaciónradio y televisión– y a las
noticias que llegan de los emigrantes, la tensión social
es muy fuerte, y la facilidad del triunfo de populismos es
notable. Estos populismos lanzan mensajes contra las empresas que
tienen precios tarifados -para impedir, incluso con fuerte
inflación, que las tarifas suban, porque se considera que
son un odiado impuesto sobre el consumo-; también contra
las empresas extractivas, porque se opina que arrebatan para
siempre activos mineros nacionales, con provecho casi nulo para
los habitantes del país; finalmente, contra el mundo
financiero, y especialmente, la banca forastera. Y, cabalmente,
son estos sectores en los que prácticamente invierten las
grandes empresas españolas en
Iberoamérica.

Pero, además, es preciso tener en cuenta un
factor, el de la corrupción que, por un lado, seguro
deprime, si es alto, el desarrollo, y respecto a las empresas
inversoras, crea notable inseguridad. En el cuadro 2, se ordena a
los países iberoamericanos de mayor a menor Índice
de Percepción de la Corrupción (IPC) para 2010, en
el que 0 es corrupción plena y 10, limpieza absoluta. Como
referencia, España tenía la calificación del
6,1. El orden iberoamericano queda así establecido en este
cuadro 2. Se aumenta la información del cuadro 1 con Cuba
y Puerto Rico, que no se registran en el IDH.

Países

Índice de
Percepción

de la
Corrupción

Chile

7,2

Uruguay

6,9

Puerto Rico

5,8

Costa Rica

5,3

Brasil

3,7

Cuba

3,7

El Salvador

3,6

Panamá

3,6

Colombia

3,5

Perú

3,5

Guatemala

3,2

México

3,1

República
Dominicana

3,0

Argentina

2,9

Bolivia

2,8

Ecuador

2,5

Nicaragua

2,5

Honduras

2,4

Paraguay

2,2

Venezuela

2,0

Cuadro 2

No tener en cuenta ambos cuadros puede resultar
peligroso. Siempre será pequeño todo cuidado en
relación con algo, facilitado porque la base cultural es
la misma, y el sentimiento de hermandad es lógico, tras la
ruptura iniciada en 1810, pero que puede perjudicar seriamente a
nuestra economía"…

(Juan Velarde es catedrático emérito de la
Universidad Complutense de Madrid)

Un experimento de laboratorio: lo que oculta la riqueza
de Chile (el canario en la mina)

Chile es una de las llamadas economías "modelo"
de América Latina, por sus buenos resultados
macroeconómicos.

Alabado por padres del neoliberalismo como Milton
Friedman, Chile es exhibido por quienes promulgan esta corriente
de pensamiento como un ejemplo del libre mercado.

El tamaño del Estado es pequeño, hay menos
regulación que en otros países de la región
y las empresas cuentan con más libertad de
acción.

Pero a su vez, afirma el investigador de la Universidad
Diego Portales, existe una concentración de la riqueza en
los sectores económicos que no refleja mucha libre
competencia.

Para algunos académicos al leer entre cifras el
país revela una situación preocupante, que no
sólo está relacionada con la turbulencia desatada
por las reformas propuestas en la educación: Chile
está creciendo pero no se está desarrollando porque
la concentración de la riqueza sigue estando en manos de
unos pocos y no de la mayoría de la población. Un
fenómeno común en América Latina, pero
exacerbado en Chile.

Una persona que estudió esta situación es
Andrés Zahler Torres, investigador y profesor del
Instituto de Políticas Públicas de la Universidad
Diego Portales.

Zahler Torres acaba de elaborar una comparación
de ingresos de la población chilena con otros
países del mundo, que muestra resultados sorprendentes
para quienes afirman que el "modelo" económico de Chile es
un ejemplo.

Su trabajo fue publicado en la red y ha provocado un
intenso debate y decenas de comentarios.

"El 10% de los chilenos tiene ingresos promedio que
superan los de Noruega, mientras que los ingresos del 10%
más pobre son similares a los de los habitantes Costa de
Marfil. La gran mayoría tiene, en promedio, menos ingresos
que los angoleños. Pese a que el PIB de Chile
superó los 200.000 millones de dólares el
año pasado, los niveles de desigualdad demuestran que no
basta con el crecimiento para alcanzar el desarrollo.

Hace unas semanas, la prensa local tituló que en
2010 el PIB de Chile superó los 200.000 millones de
dólares, equivalente a un ingreso per cápita como
el de Hungría -unos 12 mil dólares-, lo que nos
acerca el umbral del desarrollo. Sin embargo, al mismo tiempo, un
reciente informe de la OECD indica que Chile ostenta un triste
último lugar en este grupo de países en cuanto a
desigualdad. ¿Vale la pena preocuparnos de la desigualdad
si ya tenemos un ingreso promedio como el de Hungría?
¿Viven la mayoría de los chilenos como el promedio
de los húngaros? Cuando tenemos una desigualdad
extremadamente elevada, como en Chile, surge el problema de que
el ingreso promedio es un indicador que no refleja lo que Chile
realmente es.

Una forma de entender cómo vivimos los chilenos y
por qué los promedios no reflejan bien nuestra realidad es
ordenar a nuestra población en 10 grupos iguales, de
acuerdo a su ingreso per cápita promedio, y comparar el
PIB per cápita de cada grupo con el de un país que
tiene un ingreso similar. Al hacer esa comparación el
resultado es impactante, y refleja que, en la realidad, existen
dos Chiles.

En primer lugar, sólo dos de los 10 grupos -un
20% de la población chilena- siquiera se acerca a un
ingreso per cápita equivalente al de Hungría. El
10% más rico (primer grupo) de los chilenos vive de hecho
como en un país muy rico. El ingreso promedio de este
grupo (más de $ 60.000 dólares per cápita,
en términos comparables) es superior al promedio de
Estados Unidos, Singapur y Noruega. El segundo grupo, (segundo
10% más rico), vive levemente mejor que Hungría,
con ingresos similares a Eslovaquia y Croacia, países de
ingreso medio-alto. Este 20%, es el Chile que vive bien o muy
bien.

El otro Chile, que es la gran mayoría del
país, vive en un país de ingreso medio o, lisa y
llanamente, en un país de ingreso bajo. En efecto, el
tercer 10% de la población vive como el promedio de
Argentina y México. El cuarto grupo como Kazajstán.
Todavía nos queda el 60% de la población.
Allí nos encontramos con ingresos equivalentes al de
Perú en el 5º grupo; similar a El Salvador en el
6º grupo; Angola en el grupo 7; Bután y Sri Lanka en
el 8º; similar a la República del Congo (9º); y,
finalmente, similar a Costa de Marfil en el 10º grupo. En la
práctica, el 60 % del país vive con ingresos
promedio peores que Angola. Este es el Chile de la
mayoría, nos guste o no.

Además, cuando hay mucha desigualdad puede
ocurrir que a pesar de tener un ingreso promedio superior al de
otro país, la mayoría de la población viva
peor. Si, por ejemplo, nos comparamos con Uruguay, Chile tiene un
ingreso promedio 7% más alto. Sin embargo, el 80%
(más pobre) de los chilenos tiene entre un 8% y un 11%
"menos" de ingreso que el mismo 80% en Uruguay! ¿Por
qué, entonces, Chile tiene un mayor ingreso per
cápita? Porque el 20% más rico es mucho más
rico que en Uruguay (un 23% más)"…

Los datos presentados nos muestran que es importante
mirar más allá de los promedios.

¿Una burbuja en el sambódromo? (una "real"
preocupación: morir de éxito)

La moneda brasileña, el "real" alcanzó
hace muy poco su valoración más fuerte frente al
dólar desde el año 2000. Un hecho que ha creado
dolores de cabeza para las autoridades fiscales y monetarias del
país, aparte de perjudicar a los exportadores, que
componen una parte importante de la economía
local.

No es sorpresa, por tanto, escuchar al Ministro de
Finanzas de Brasil, el señor Mantega, repetir su
célebre frase de "estamos en una Guerra de Monedas". La
última vez que pronunció estas palabras fue el 5 de
julio de este año, un día después de que el
real alcanzara un valor de 1,55 unidades respecto del billete
verde. Entonces ya afirmó que, de continuar tal fortaleza,
se vería obligado a seguir adoptando medidas para contener
la apreciación. Y así lo hizo.

Sin embargo, ha demostrado escaso éxito. Ha
habido hasta siete medidas relevantes desde octubre de 2010
-controles de capital, intervenciones del Banco Central o
actuaciones tributarias- y, sin embargo, el real ha continuado
subiendo, a pesar de una tímida reversión de
tendencia en el último mes de agosto.

¿Por qué este interés en el
real?

  • La tasa de interés de Brasil es más
    alta que en los Estados Unidos, Europa y Japón con una
    situación a priori más estable política
    y fiscalmente. Este hecho ha convertido la entrada de divisas
    al país casi en inevitable.

  • Altas expectativas de crecimiento comparadas con los
    mercados desarrollados.

  • Altos precios de las materias primas, que constituye
    el principal recurso de exportación de Brasil.
    Ingresos en dólares y conversión a
    reales.

  • Con las Olimpiadas venideras y el Mundial de
    Fútbol (entre otras grandes inversiones), existe un
    relevante flujo de fondos ligados a proyectos de
    infraestructuras.

  • Brasil es una de las recomendaciones de
    inversión de los más grandes bancos a nivel
    global, creando aún más entrada de divisas al
    país producto de fondos de inversión e
    inversiones "retail".

Sin embargo, analizando en detalle los números,
llegamos a varias conclusiones que deben ser consideradas antes
de tomar una decisión de inversión:

  • Las autoridades se encuentran atrapadas entre
    contener la inflación (aumento de los tipos de
    interés) y contener la apreciación cambiaria
    (reducción del precio del dinero). La reciente rebaja
    de medio punto, del 12,5% al 12% pone de manifiesto que la
    economía global se ha convertido en el tercer actor en
    escena.

  • La revalorización del Bovespa (principal
    índice bursátil de Brasil) fue casi nula el
    año pasado y ha sido muy negativa este año.
    Aún mayor que la de los mercados desarrollados. No es
    samba todo lo que reluce.

  • El crecimiento económico tuvo un pico de
    más de un 9% en el 2010 y actualmente está poco
    por encima del 4% (incluso teniendo en cuenta los precios
    récord de los commodities), lo cual resulta
    insatisfactorio.

  • Los préstamos morosos están comenzando
    a aumentar y el consumo ha llegado probablemente a su pico
    más alto debido a las altas tasas de
    interés.

  • Ha habido cierta especulación en
    alusión al posible comienzo de una burbuja en el
    crédito al consumo. Sea cierto o no, parece que los
    consumidores están sobrecargados de deuda.

  • Con un mercado de materias primas más
    moderado previsto para los próximos años es
    razonable suponer que la tasa de crecimiento se
    estancará aun más.

  • Además de los puntos anteriores, es necesario
    entender que un porcentaje muy importante de la entrada de
    divisas a dicho país son de naturaleza especulativa o
    de corto plazo (lo que significa que el dinero esta fluyendo
    hacia el mercado de valores de renta fija o instrumentos
    financieros, a diferencia de las inversiones a largo
    plazo).

  • Lo anterior también explica cómo la
    moneda es muy vulnerable a la aversión al riesgo
    global. Problemas en Europa y crisis fiscal en Estados
    Unidos, amén de una fuerte caída de las bolsas,
    ya ha generado una moderada reversión a la tendencia,
    lo que probablemente se verá exacerbado al continuar
    la volatilidad.

En consideración de los hechos anteriormente
expuestos, es bastante probable que una mayor depreciación
del real esté en el horizonte no muy lejano, lo cual debe
ser ponderado a la hora de invertir.

El Profesor Velarde tiene razón: cuidado con la
corrupción (propia e importada)

Bañuelos, el encantador de millonarios

Enrique Bañuelos, el empresario español
(Sagunto, 1966), que se convirtió en multimillonario
vendiendo las expectativas en Bolsa de una empresa que,
básicamente, se dedicaba poco más que a la
recalificación de terrenos en Valencia, Astroc, ha tomado
el control de Brasil Ecodiesel, compañía que se
presenta como el mayor grupo agroindustrial del
país.

Si en España Bañuelos logró
convencer a millonarios como Amancio Ortega o la familia Nozaleda
para embarcarse con él en Astroc (después
denominada Afirma y más tarde Quabit, su
denominación actual), en Brasil ha encandilado a otras
grandes fortunas de allá que ahora confían en sus
proyectos.

Cuentan que Amancio Ortega, tras conocer a
Bañuelos, dijo de él que era el próximo Bill
Gates. Y cuentan que ahora el fundador de Inditex no puede ni
verle, una vez que el hombre más rico de España
perdiera su inversión en Astroc.

En Quabit se refieren a Bañuelos como "el
innombrable": en la inmobiliaria, hoy controlada por Félix
Abánades, con un valor por acción de 0,1 euros y
graves problemas para sobrevivir, temen que un día vuelva
a aparecer y que ejecute opciones sobre préstamos cruzados
que mantiene de su época como presidente de Astroc con el
grupo Rayet, de Abánades.

Tampoco pueden con Bañuelos los bancos
españoles que financiaron la salida a Bolsa de Astroc y
que vieron cómo el empresario valenciano salía de
la compañía cuando esta se hundía en Bolsa y
él aparecía ya en las listas Forbes de los
más ricos del mundo "Es terrible salir en Forbes",
declaró hace unos años el fundador de Astroc. Si
los bancos esperaban que aportara parte de su fortuna para
reflotar la inmobiliaria -a la vista está que no
habría servido de mucho- se equivocaban. "Ah! ¿Por
que estou tao sozinho? Ah! ¿Por que tudo é tao
triste?", que cantan ahora, como João Gilberto en La chica
de Ipanema, Abánades, Nozaleda, Ortega (no tanto) y
entidades financieras.

Del negocio inmobiliario español Bañuelos
salió justo antes de que se desplomara y penetró en
el brasileño tomando posición en tres empresas,
Abyara Planejamento Imobiliario, Agra Empreendimientos y Kablin
Segall, entre 2008 y 2009. Las fusionó y logró
integrarlas en la inmobiliaria cotizada PDG Realty, una de las
mayores del país.

Una estrategia similar está siguiendo ahora en el
sector agroindustrial. En mayo de 2010 Bañuelos
adquirió el grupo Maeda, productor agrícola de una
familia de origen japonés presente en Brasil desde
principios del siglo pasado. Como hizo en el terreno
inmobiliario, integró Maeda en un grupo mayor, Brasil
Ecodiesel, logrando el 20% del capital. Y una vez en Brasil
Ecodiesel ha fomentado la fusión con el grupo Vanguarda,
controlado por la familia Pivetta y en la que también
participa Bañuelos, para crear el líder
agroindustrial del país.

Para aplacar las reticencias del consejo de Brasil
Ecodiesel a la operación Bañuelos convenció
a otra fortuna, el dueño en Brasil de las tiendas Leroy
Merlin, Helio Seibel, de que comprara acciones y apoyara la
fusión, culminada esta semana. El grupo se disparó
ayer en Bolsa.

Londres, São Paulo, Madrid…
¿también Pekín?

En la página de internet de Veremonte, la
sociedad a través de la que invierte Enrique
Bañuelos, aparecen los horarios de São Paulo,
Madrid, Londres y Pekín. En São Paulo
Bañuelos tiene su centro de operaciones para Brasil, que
controla también desde sus oficinas en Londres. En Madrid
dispone de oficinas en el paseo de la Castellana desde la que,
aseguran sus responsables, se pretende localizar
compañías españolas que puedan trasladar su
negocio a Brasil.

En la misma página, en el apartado de Veremonte
en el mundo, aparece señalado China, pero todavía
no tiene contenido. Tampoco Veremonte tiene todavía
oficina en el país asiático, pero es previsible que
una vez superadas las trabas burocráticas para instalarse
en el país la sociedad de Bañuelos disponga de una
sede en Pekín.

China es el principal cliente de Brasil, y Londres es el
puente por el que pasan buen número de transacciones entre
ambos países. Con el apetito insaciable que China ha
mostrado por las materias primas es razonable pensar que
Bañuelos tratará de expandir el negocio de Brasil
Ecodiesel por el gigante asiático.

El "lado oscuro" del auge de Rusia

"La corrupción en Rusia representa el 50% de su
PIB"… (ABC 17/8/10)

El mercado ruso de sobornos mueve al menos 300.000
millones de dólares. En las estructuras del Estado,
alcanza el 90%

La corrupción en Rusia mueve sumas equivalentes a
la mitad del Producto Interior Bruto (PIB), según el
informe anual difundido hoy en Moscú por la
Asociación de Abogados por los Derechos Humanos.
"Según nuestros datos, aproximadamente el 50% de la
economía de Rusia se encuentra en la sombra de la
corrupción, es decir que ésta mueve alrededor del
50% del PIB", señala el informe
"Corrupción-2010".

El documento se basa en datos recogidos entre el 2 de
julio de 2009 y el 30 de julio de este año, incluidas
6.589 denuncias y quejas recibidas dentro del proyecto nacional
"Manos Limpias". Los autores indican que su conclusión se
basa en la confesión de empresarios entrevistados, y
coincide con la del Banco Mundial, según cuyo
cálculo la corrupción en Rusia equivale al 48% del
PIB.

Sin embargo, subrayan que la corrupción es
considerablemente superior en las estructuras del Estado, pues
"hasta el 90 % de los servicios estatales y municipales se
realizan a través de intermediarios, lo que supone una
'corrupción velada'". De la misma manera, "en la
mayoría de los centros docentes, desde preescolares hasta
superiores, hasta el 80% del dinero se mueve en la sombra debido
al efecto de la corrupción".

Según el informe, las estructuras estatales
más afectadas son las fuerzas del orden público, a
las que corresponde el 65,4 por ciento de las quejas, la mitad de
ellas relacionadas con la participación directa de
funcionarios y agentes en esquemas corruptos y la otra mitad por
la pasividad ante tales casos. También florece la
corrupción en los órganos judiciales, donde el
esquema más difundido es la actividad de los llamados
"abogados negros", intermediarios enlazados con jueces que
proponen resolver cualquier problema con la ley a cambio de
dinero.

El informe señala que esta situación ha
convertido en "objeto de compraventa" todos los cargos
susceptibles a la recepción de sobornos, sobre todo en el
sistema judicial y las fuerzas del orden, los más
implicados en este "lucrativo negocio". Así, una plaza de
policía de tráfico puede costar unos 50.000
dólares, y la de asesor de fiscal de distrito, al menos
10.000 dólares. Según los datos obtenidos, entre
las fuerzas del orden los puestos más codiciados
corresponden a los departamentos encargados de delitos
económicos o la lucha contra el crimen organizado del
ministerio del Interior y el Servicio Federal de Seguridad, donde
mediante la extorsión se pueden ganar hasta 50.000
dólares mensuales.

Los ingresos ilegales de los fiscales pueden llegar a
los 25.000 dólares al mes; de los policías de
tráfico, hasta 5.000 dólares; de los jueces de
instrucción, 3.000, y de los agentes municipales, 2.000
dólares, en este caso gracias a la extorsión de
inmigrantes ilegales. El ministerio del Interior informó
por su parte de que el soborno medio en la esfera del comercio y
los negocios en Rusia casi se ha duplicado en el primer semestre
de este año, desde los 23.000 rublos (750 dólares)
hasta 44.000 rublos (1.440 dólares).

El departamento de Seguridad Económica del
ministerio explicó que estos datos se basan en los 22.200
delitos económicos registrados en la primera mitad del
año, de los cuales un 17,5 % fueron cometidos por
funcionarios del Estado. Sin embargo, Kiril Kabánov, jefe
del Comité Anticorrupción Nacional, afirmó
que las cifras que cita Interior reflejan no tanto el incremento
del soborno medio como la creciente eficacia de la labor de los
agentes que luchan contra la corrupción.

En declaraciones al diario digital Gazeta.ru,
Kabánov indicó que los especialistas estiman que el
mercado ruso de corrupción mueve al menos 300.000 millones
de dólares. Aunque el presidente ruso, Dmitri
Medvédev, haya declarado una guerra sin cuartel a esa
plaga, "el número de funcionarios corruptos va en aumento,
porque en realidad las fuerzas del orden no luchan contra la
corrupción, sino solo imitan esa actividad",
indicó.

El caso de India, una señal de alerta para los
países emergentes

El ejemplo de India puede servir de advertencia para
América Latina y el resto de los mercados emergentes que
aún exhiben tasas envidiables de crecimiento. En el fondo,
India está pagando el precio de permitir que la
inflación infecte su economía.

El banco central, más conocido como el Banco de
la Reserva de India, se reúne esta semana para decidir si
volver a aumentar la tasa de interés de referencia, que se
ubica en 8%.

El problema de India, donde la inflación ya se
aproxima a niveles de dos dígitos, también se
manifiesta en otras economías emergentes, aunque en forma
más moderada. En medio de la caída de la demanda de
las economías desarrolladas, el crecimiento pierde fuerza
en países como China, Corea del Sur y Brasil donde la
escasez de alimentos, la pujante demanda interna y los aumentos
salariales han generado brotes inflacionarios.

La situación deja a los bancos centrales en una
encrucijada.

Las autoridades podrían subir las tasas de
interés para combatir la inflación, pero corren el
riesgo de exacerbar la desaceleración de sus
economías. Pero si no inician un ciclo de ajuste
monetario, la inflación se podría desbocar lo que
obligaría a los bancos centrales a elevar las tasas en
forma pronunciada más adelante.

Brasil ha dejado en claro que está más
preocupado por el enfriamiento de la economía que por la
inflación. El banco central redujo la tasa de
interés de referencia en septiembre pese a que la
inflación acumula un alza de 7,2% entre enero y agosto,
una combinación peligrosa en un país con un
historial de hiperinflación.

El banco central indica que hay que dejar que la
política monetaria surta efecto. Una vez que el recorte de
tasas se traspase a la economía, la desaceleración
de la actividad acabará con el brote inflacionario,
asegura. Los indicadores de crecimiento futuro, como las
encuestas entre empresas manufactureras y los pedidos de
exportaciones, apuntan a un enfriamiento. El banco central opina
que una reducción de tasas en este momento ayudará
a prevenir una desaceleración más profunda en los
meses venideros.

China y Corea del Sur enfrentan una situación
parecida. Los índices manufactureros han caído a
sus niveles más bajos desde la crisis financiera. La
inflación en China, no obstante, sigue en niveles altos.
Cifras oficiales divulgadas el viernes muestran una
inflación de 6,2% acumulada en un año entre agosto
de 2010 y 2011. La inflación en Corea del Sur
aumentó 5,3% en agosto frente al mismo lapso del
año previo, el mayor nivel desde 2008.

En India, en tanto, 11 alzas de tasas en 18 meses han
frenado a la décima economía del mundo. La
confianza de las empresas ha descendido y el crecimiento se ha
desacelerado en cinco trimestres consecutivos. El ajuste
monetario, sin embargo, no ha reducido la inflación. El
aumento de los precios genera preocupación de que la
inflación está demasiado arraigada en la
economía y que se necesiten nuevas alzas de tasas pese al
enfriamiento de la economía mundial.

Abundan las teorías sobre las causas del actual
predicamento indio. Algunos lo atribuyen a las malas cosechas que
dispararon los precios de los alimentos. Otras a las
consecuencias indeseadas del aumento en los niveles de
escolaridad en las áreas rurales, que ha reducido la
oferta de trabajo infantil y ejercido una presión alcista
sobre los salarios.

Entre especulaciones y excesos, "lo que hay que vigilar"
(Credit Suisse, dixit, 10/9/11)

1 Endeudamiento. El problema principal al que se
enfrenta el mundo es el fuerte endeudamiento. Credit Suisse
calcula que el exceso de deuda en los mercados desarrollados
supone 8 billones de dólares, una cifra que se ve
compensada solo parcialmente por los 3,4 billones de
dólares en manos de los mercados emergentes. Un volumen de
endeudamiento que supone el 6% del PIB global.

2 Emergentes. Los mercados de países
emergentes suponen el 49% del PIB global frente al 45% de 2008.
Credit Suisse considera que incluso en un escenario de
crecimiento del 1% para EEUU y del 0,5% para Europa, la fortaleza
de los balances en el mundo emergente será suficiente para
generar un crecimiento del PIB del 8% en China, del 6% en India,
del 4% en Rusia y del 3% en Brasil, suficiente para garantizar un
crecimiento global del entorno del 3%. El peligro sería
una debilidad aún mayor en el mundo
desarrollado.

En todo caso, no hay que perder de vista que el capital
que inunda un país puede salir igual de rápido que
entró. Los líderes de las economías
emergentes están preocupados por la posibilidad de que un
descalabro financiero en los países desarrollados -como
una cesación de pagos de algún país europeo-
cause una súbita reversión de los flujos de
inversión. Eso podría provocar violentas
caídas en las monedas, los bienes inmobiliarios y otros
precios.

Por ahora, no obstante, las economías emergentes
padecen de un exceso de capitales. El Fondo Monetario
Internacional convocó en mayo en Rio de Janeiro a
funcionarios de Sudáfrica, India, Chile y otros
países para analizar recetas para abordar el tema. "Los
flujos de capital han exacerbado significativamente los problemas
locales como las burbujas y la inflación, que
podrían potencialmente apartar a las economías
emergentes de sus senderos de crecimiento y producir
inestabilidad social", dice el economista de la Universidad de
Cornell, Eswar Prasad, que estuvo a cargo de la división
para China del FMI.

Coda

Para aclarar la cuestión del papel mundial de un
país los economistas suelen emplear, en primerísimo
lugar, el doble dato del PIB total y del PIB por habitante, en
paridad de poder de compra, a más del juego del comercio
exterior, más los datos de desarrollo humano, que facilita
el PNUD, y así sucesivamente. Al ser todo esto demasiado
sesgado hacia la economía, la demografía, y poco
más, se desprende la necesidad de buscar en la
"distribución de los ingresos" un índice más
verosímil del desarrollo y su
proyección.

Los economistas describen la economía en
ecuaciones. Como simple "comentarista" de ideas sencillas en
extremo (que deberían ser obvias), prefiero las
metáforas (al hilo del vivir). Poder, "entender" de mis
nietos, y "hacerme entender" por mis abuelos. O sea.

Lo que no está tan claro, es si los emergentes
seguirán tirando de la economía mundial como ya
hicieron en la última recesión. Entre diciembre de
2007 y junio de 2009, el grupo de los BRIC: Brasil, Rusia, India
y China se convirtió en el motor de la economía
global, con el Producto Interior Bruto (PIB) chino mostrando un
crecimiento medio del 7,9%.

Si bien los países emergentes han sido
responsables de alrededor del 85% del crecimiento
económico mundial desde entonces, China, India y Brasil se
están desacelerando, tras elevar los tipos para frenar la
inflación.

Ante la debilidad económica de Estados Unidos,
Europa y Japón, la desaceleración de la demanda en
Brasil, Rusia, India y China a medida que se debilitan las
exportaciones a Estados Unidos y Europa, puede añadir
más problemas para el crecimiento mundial.

"Tal vez las economías emergentes evitarán
un aterrizaje forzoso", apunta Joachim Felsa, economista jefe de
Morgan Stanley en Londres, "pero no serán capaces de
rescatar el mundo".

Cuando los historiadores consideran la ola de
globalización que se dio después de 1990 -que
produjo dos mil millones de nuevos productores en la
economía mundial- identificarán un parteaguas
alrededor de 2010. Por primera vez en 150 años, Occidente
(los Estados Unidos y la Unión Europea) habían sido
superados por el resto del mundo en manufactura,
producción, exportación, comercio e
inversión.

En efecto, para la primera mitad de 2020, el mercado de
consumo asiático será dos veces más grande
que el mercado estadounidense. Ahora, sin embargo, Occidente y
Asia siguen siendo mutuamente dependientes. Dos terceras partes
de las exportaciones de Asia todavía son para Occidente, y
el comercio entre el Sur-Sur representa sólo el 20% del
volumen global. Por ahora, los Estados Unidos y Europa no pueden
ampliar su gasto de consumo sin aumentar las exportaciones,
mientras que para China y los mercados emergentes no es tan
fácil expandir su producción o consumo sin la
garantía de contar con mercados occidentales
fuertes.

Tal vez la mía sea una visión
reduccionista a la espera que alguien niegue la mayor…
Queda abierta la primera parte del debate.

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

 

Partes: 1, 2
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