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Propuesta para un mayor aprovechamiento de los ríos y creación masiva de empleos en México (página 2)



Partes: 1, 2

Asimismo, se han construido sistemas de
aprovisionamiento de agua, tan importantes como el "Sistema
Hidráulico Interconectado del Noroeste", que transfiere
agua de la cuenca del norte de Sinaloa, a la del sur de Sonora;
los Acueductos Punta Estrella-San Felipe; Loreto-Nopoló y
San José- Cabo San Lucas, en el noroeste del país.
También en la Cuenca del Balzas entre otras obras, se
construyó el llamado "Sistema Cutzamala"; con una
extensión de mas de 300 kms., para llevar hasta 12 metros
cúbicos de agua por segundo, a la Ciudad de
México.

Finalmente, para no dejar de mencionar otra obra muy
importante, que por estar "enterrada" no se aprecia como
debería de ser: Se trata del "Sistema de Drenaje
Profundo"
de la capital del país; que se complementa
con el llamado "Emisor Poniente" y con el "Gran Canal del
Desagüe
", para sacar de la ciudad un volumen aproximado
de 50 metros cúbicos por segundo. Esta gran obra por el
esfuerzo e inversión que representa, ha sido considerada
por técnicos holandeses, como comparable a las obras del
"Deltaplan" antes mencionado.

No obstante todo lo anterior, el panorama de la
agricultura nacional -salvo excepciones de distritos de riego que
han dado origen a poblaciones ricas y donde se practica una
agricultura intensiva y mecanizada-, presenta un panorama de
subsistencia, con un alto grado de vulnerabilidad ante los
factores climatológicos, plagas y acciones depredadoras
humanas. Existen aproximadamente 200 millones de hectáreas
cultivables en el país, entre bosques, pastizales y
siembra de granos y otros alimentos. Las tierras laborables para
propósitos agrícolas deben de estar cercanas a una
superficie de un poco mas de 25 millones de hectáreas
(menos del 15 % del total); de las cuales solamente una cuarta
parte, cuentan con sistema de riego.

Justificación
de las obras con base en los escurrimientos excedentes, en la
desembocadura de los ríos Grijalva y
Usumacinta

En primer lugar, se ha tomado en consideración
que en los ríos arriba mencionados, los escurrimientos son
permanentes, que el régimen pluviométrico de la
región es la mas elevada del país, con lluvias
durante la mayor parte del año. Los ríos de las dos
cuencas, a que se hace referencia, son poco aprovechados para los
efectos de regadío agrícola, o no son tan
necesarios en esas regiones para tales fines. (Favor de ver el
Mapa No. 3).

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El Río Grijalva, que durante su trayecto alimenta
varias presas y que produce una buena proporción del
fluido eléctrico que se consume en el país, tiene
un escurrimiento anual de aproximadamente 40 700 millones de
m3.

En tanto que El Usumacinta, casi duplica dicho volumen,
al aportar un escurrimiento anual de 72 600 millones de m3. En
conjunto la cuenca de ambos ríos, abarca una superficie de
86 300 Km.2; la que se inicia en la Meseta Central de Chiapas y
además abarca la mayor parte del Estado de Tabasco y una
porción de Campeche.

Dicha información tendría que ser
verificada por los especialistas y cuantificar los
volúmenes realmente disponibles a la fecha, para ser
transportados a través del Canal por construirse;
así como los posibles efectos ecológicos, ya que
los aluviones provocados por dichos ríos, son los que han
formado buena parte de la llamada "Llanura
Tabasqueña".

Seguramente la Comisión Grijalva-Usumacinta,
tendrá todos los estudios necesarios. Inclusive, recuerdo
que hace 4 ó 5 años, se encargó a una
compañía holandesa un estudio sobre aprovechamiento
de los citados ríos; dentro de la investigación a
que antes se alude, se hablaba del control de las grandes
avenidas; de la recuperación de tierras inundadas; del
desarrollo de las poblaciones de la cuenca y, la posible
construcción de muelles para fines turísticos,
tratando de captar algunos de los cruceros que se organizan por
las islas del Caribe. La idea completa constaría de varias
etapas y la obra tendría que prever su paso por otras
partes del Golfo, donde también se producen importantes
escurrimientos, como los de los ríos Coatzacoalcos,
Papaloapan, Tuxpan, Tecolutla, Cazones y Río Blanco (todos
ellos en el Estado de Veracruz).

Con este panorama preliminar, podríamos llegar a
la conclusión de que en la actualidad estamos dejando ir
al mar (solamente en la vertiente del Golfo de México)
volúmenes cercanos a los 200,000 millones de m3 anuales
(doscientos mil millones de metros cúbicos, entre buena
parte de las Llanuras de Sotavento y las Tabasqueñas).
Mientras que, en otras partes del país, fallecen seres
vivos por la carencia del líquido vital; o bien se padecen
enfermedades endémicas y epidémicas originadas por
la misma causa.

Desde luego se debe de reconocer que, no sería
posible ni con varios canales, poder retener toda el agua que
arroja dicho cálculo aproximado; pues además el
plancton que llega a la plataforma marítima y las especies
marinas, podrían verse afectados de alguna manera. Pero
habría que calcular primero, las posibilidades presentes y
futuras de aprovechamiento racional de dicho elemento; así
como también los riesgos de posibles alteraciones del
medio y, en última instancia, decidir qué es lo que
mas conviene y lo que más beneficios aportaría para
la población.

Regiones más
necesitadas de
recursos acuíferos

Tras una mirada rápida al mapa que describe las
distintas regiones naturales del país, poniendo particular
atención a las zonas climatológicas, se detectan
tres grandes regiones. Las que por su régimen
pluviométrico, tipo de suelo y población que en
ellas habitan, requieren de mayores volúmenes de
agua:

En primer lugar, la Altiplanicie Mexicana, en la que
quedan comprendidas las LLanuras Boreales y la Meseta de
Anáhuac. Seguidamente, la Cuenca del Río Bravo, que
parte desde las Llanuras del Noreste y seguidamente, las bien
conocidas zonas desérticas y semidesérticas de
Sonora y de Baja California. (Favor de ver el Mapa No.
4:

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Como ya se ha dicho, en primer lugar está la
Altiplanicie Mexicana, que está delimitada al Este, por la
Sierra Madre Oriental; al Oeste por la Sierra Madre Occidental;
al Sur por el llamado Eje Neovolcánico y finalmente al
Norte, por las Grandes Llanuras, las que se prolongan hasta
territorio norteamericano.

Esta región comprende una superficie aproximada
de 666 mil Km.2; con una altura media sobre el nivel del mar, de
1700 mts. A su vez, esta parte del país se divide en dos
subregiones:

a).- LAS "LLANURAS BOREALES". (Región conocida
también como "Altiplanicie Septentrional"). Esta
Subregión comprende parte de los Estados de Chihuahua,
Durango, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y parte de
Nuevo León.

Sus límites naturales al Este y Oeste, son las
mencionadas Sierras; mientras que hacia el sur marca el
límite la Sierra de Zacatecas y la de San Luis.

Las Llanuras Boreales presentan un clima extremoso y
seco. No existen ríos caudalosos y éstas se dividen
a su vez, en comarcas, como la de los Indios Pueblos; la Cuenca
del Conchos; la del Bolsón de Mapimí; la de La
Laguna y, la del Salado de San Luis. Tal como antes se menciona,
el grado de humedad del aire es muy bajo y su clima se clasifica
como de tipo "Estepario"; la flora y la fauna es escasa
para efectos del consumo humano y para el agostadero.

Estudios recientes afirman que el 85 % de los predios de
la región dedicados a la ganadería, presentan
signos de sobre pastoreo. La despiadada sequía de1995 y
otras posteriores, son la prolongación de varios ciclos
anuales, durante los cuales no se han presentado las lluvias; con
la consecuente pérdida de miles de cabezas de ganado. No
obstante lo anterior, en estas Llanuras crecen plantas a las
cuales se les saca provecho, como la cera de candelilla, la fibra
de la lechuguilla, la jojoba, palma samandoca y se recurre
también a la elaboración de carbón de
mezquite, como una alternativa de vida.

Desafortunadamente, las condiciones del clima empeoran y
la desertificación aumenta irremediablemente. Los
escurrimientos de las cuencas interiores no son suficientes. No
obstante, hay ejemplos de importantes logros, como lo hecho en el
Río Nazas, el que por el aprovechamiento alcanzado, es
digno de destacar; ya que gracias a los trabajos realizados,
puede irrigar cerca de 113 mil hectáreas. El río
Aguanaval es otro ejemplo, pues contribuye a la fecundidad de la
Comarca Lagunera y proporciona riego a 3 500 hectáreas
aproximadamente. También contribuyen al bienestar de la
región otros ríos como Casas Grandes, Santa
María y el Carmen; los cuales permiten el riego de cerca
de 10 mil hectáreas.

b).- LA "MESETA DE ANÁHUAC".

Esta región es la más poblada del
país y abarca los Estados de Aguascalientes, Guanajuato,
Querétaro y el Distrito Federal; así como buena
parte de los estados de Jalisco, Michoacán, México,
Hidalgo, Tlaxcala y Puebla. Sus límites naturales ya
quedaron enmarcados al principio de este capítulo y se
puede agregar que se localiza a una altura promedio de 2,000 msn.
(metros sobre el nivel del mar) y que transversalmente la cruzan
algunas sierras como la de Monte Alto, Sierra Gorda y el Monte de
Las Cruces; lo que crea una subdivisión.

Hacia el Este, la depresión conocida como "El
Valle de México" y varios llanos; en tanto que al Oeste,
se localiza El "Valle de Toluca" y la zona de "El Bajío".
Esta otra región es alimentada por dos cuencas
principales: La del sistema Lerma-Chapala-Santiago; que comprende
una área aproximada de 125,370 Kms². Así como
por la Cuenca del Río Balsas, que también es una de
las mas grandes del país, pues comprende una superficie
cercana a los 113,000 Kms². Este río corre por un
terreno montañoso y cuenta con varios afluentes de
importancia, como el Río Mixteco, Amacuzac, Cutzamala y
Tepalcatepec.

La masa poblacional excesivamente concentrada, parece
ser el factor determinante de la escasez de los principales
elementos para las actividades agrícolas, ganaderas y de
usos humanos. Asimismo, las acciones destructivas como la
deforestación, los incendios accidentales de los bosques y
la sobreexplotación de los mantos acuíferos
provocada por la perforación de miles de pozos artesianos
en el Distrito Federal, que por ahora proporcionan la mayor parte
de los aproximadamente 61 m3 por segundo que ahí se
consumen. Como se sabe, el resto del agua utilizada en la capital
del país, proviene del Cutzamala, del Lerma y de algunas
fuentes superficiales del Valle de México.

También los agentes físicos han provocado
aridez en ciertas partes de la Meseta de Anáhuac, la
principal es la erosión, la que se asegura afecta a mas
del 45 % de los territorios de los Estados de Aguascalientes,
Jalisco y Michoacán. Del mismo modo, algunas zonas del
Estado de Hidalgo, muestran signos de elevada aridez; así
como el Valle de Tehuacán, Puebla. En resumen, se
podría afirmar que solamente las condiciones ofrecidas por
las mencionadas "Llanuras Boreales",
justificarían cualquier obra hidráulica, por
difícil y costosa que pudiera aparecer.

El segundo elemento, es que la zona mas densamente
poblada del país y donde se concentra también
más del 50 % de la producción industrial, requiere
de volúmenes crecientes de recursos acuíferos,
entre otros satisfactores. Desde luego que, está muy claro
que donde mas se necesita el agua, es en la región
norteña, que ya presenta signos dramáticos de
enfermedad, como son: "Los desiertos de las Llanuras
Boreales".

OBRAS PROPUESTAS:

Para los efectos de reforzar el presente estudio,
considero que viene al caso citar una teoría ya puesta en
práctica por nuestros antepasados, en torno al
abastecimiento de agua en el Reino de Texcoco; la cual es un
legado o herencia, del conocido Rey Poeta, Nezahualcóyotl:
"SI NO QUIERES TENER QUÉ SUBIR EL AGUA, NO LA DEJES
BAJAR".

Esta tendría que haber sido desde hace mucho
tiempo, una premisa a cumplir, pero hasta hace poco más o
menos 40 años, se creía que México era el
"Cuerno de la Abundancia" y que los recursos acuíferos de
la Meseta de Anáhuac y de otras partes del país,
eran casi ilimitados.

Uno de los primeros daños irreparables al
ecosistema de esta cuenca, fue la decisión de secar el
"Lago de Tenochtitlan", después de los desastres
ocasionados por la inundación de la Ciudad de
México en 1648; ocasión en la que se llegó a
proponer cambiar la capital del país, para las llamadas
"Lomas de Tacubaya". Otras causas determinantes del
actual estado que presenta la cuenca, han sido el centralismo
excesivo en la capital, el que aunado a la falta de oportunidades
en el interior del país, ha venido provocando la
atracción de corrientes migratorias constantes; al grado
de provocar la sobrepoblación y la explotación
excesiva de todos los recursos naturales del lugar.

Como ya se ha mencionado, el crecimiento de la
"mancha urbana", sin la planificación adecuada,
ha ocasionado que por necesidades económicas y sociales o
de tipo práctico, las zonas pavimentadas y encementadas
hayan ido creciendo en grandes proporciones; provocando por lo
menos dos problemas adicionales:

El primero, los grandes escurrimientos superficiales
provocados por las lluvias y las aguas servidas, han requerido de
enormes inversiones en sistemas de drenaje, para sacar del Valle
dicho líquido (Sistema de Drenaje Profundo).

El segundo gran problema, es el que se produce por la
"falta de alimentación" de los mantos freáticos;
con la consecuente necesidad de traer agua de otras partes del
país, para abastecer las crecientes necesidades de la
ciudad; así como el constante hundimiento de las
edificaciones asentadas en la capital de la República.
Este mismo fenómeno, se está presentando en otras
ciudades como Guadalajara, Monterrey, León y
Puebla.

Ante tales problemas, propongo algunas medidas, las que
tengo por cierto haberlas hecho del conocimiento público a
través de la prensa, pero que sin embargo, no han
provocado las reacciones deseables; así como tampoco en
las esferas oficiales, que podrían haberse interesado en
el asunto:

1.- Una de las acciones que necesariamente se
tendrían qué ejecutar a mediano plazo, sería
la de sustituir dichas superficies asfaltadas y encementadas, por
"ADOQUINES PERMEABLES" en todas las calles y avenidas
donde fuera posible o recomendable (tomando en cuenta la
intensidad de su uso y el peso de los vehículos que
circulen). Con dicha medida, los mantos freáticos se
enriquecerían y el subsuelo se constituiría en una
gran reserva y en último caso, sus escurrimientos
beneficiarían las cuencas adyacentes.

2.- En todas las ciudades del altiplano -pero con mayor
urgencia en la capital del país y su zona conurbada-,
debería de procederse a la construcción de un
"DRENAJE PLUVIAL". En principio, para evitar que el agua
proveniente de las lluvias, se vaya a mezclar con las aguas
servidas que circulan por el drenaje tradicional. En la
actualidad, dichos volúmenes se mezclan irremediablemente
con las demás aguas contaminadas por el uso familiar o
industrial.

a). Una vez que se hubieran canalizado debidamente los
escurrimientos a que antes se hace referencia, se podrían
conducir hacia diferentes presas, lagos y canales; lo cual
redundaría en una mejoría del ecosistema y
contribuiría a embellecer el paisaje del lugar.

b). Desde luego que, no se puede ignorar que proyectos
como el que se plantea, podrían causar molestias pasajeras
o temporales a los ciudadanos; pero a cambio de ello, se
generarían miles de empleos y con el agregado de que se
aliviaría en buena medida la carga que soporta el drenaje
profundo de la ciudad, a la vez que se evitarían las
constantes inundaciones de algunos barrios de la ciudad. Todo lo
anterior se lograría si se tomaran tales medidas como algo
preventivo, en lugar de esperar a que las necesidades nos rebasen
y que las catástrofes naturales causen daños
irreparables entre la población de nuestro
país.

3.- Otra gran inversión por lo menos en lo que se
refiere al Distrito Federal, sería la destinada a detectar
todas las fugas de agua, solucionarlas y sustituir la
tubería obsoleta, para ahorrar los millones de metros
cúbicos que se desperdician por esa causa. Se calcula que
más del 30 % del líquido vital, se desperdicia por
dicho problema. Si se lograra remediar dichas fugas, tal vez los
volúmenes de agua que se traen de otras regiones,
disminuirían o bien, se podría incrementar la
productividad del campo que por falta de riego se encuentra
subutilizado.

4.- Finalmente, otra posibilidad complementaria para la
captación de agua y su consecuente ahorro, sería
emprender una política sistemática de
estímulo, financiamiento y asesoría técnica
para que en las viviendas, edificios y empresas, se construyan
cisternas que almacenen el agua de lluvia y posiblemente, hasta
la utilizada durante la ducha, para su posterior empleo en
cuestiones secundarias como en los excusados, lavado de autos y
otros. Dicho programa tendría que ser subsidiado, para
estimular a los casatenientes para que adopten el
proyecto.

En los Países Bajos pude observar una experiencia
enriquecedora. El gobierno holandés se propuso disminuir
el gasto de energía en el sector de calefacción,
para dicho propósito emprendió campañas
educativas, haciendo saber que si en cada ventana existente se
colocara un "doble vidrio", el calor se conservaría por
mucho más tiempo, con el consecuente ahorro. Seguidamente,
ofrecía a quien voluntariamente lo aceptara, enviar
ventanas de reemplazo (con las nuevas especificaciones
técnicas) y trabajadores para instalarlas, a un costo
simbólico. Mucha gente se acogió a dicho
beneficio.

c).- LA CUENCA DEL RÍO BRAVO.

Considerando que la construcción del que
podría llevar entre otros nombres el de "Canal
Mexicano
", se extendiera hasta las Llanuras del Noreste (que
comprende desde los límites con los Estados Unidos,
pasando por el Estado de Tamaulipas, hasta la parte media del
Estado de Veracruz), se podría calcular la importancia que
representaría llegar a proporcionar a la Cuenca del
Río Bravo, importantes volúmenes de agua. Cuyas
necesidades son muchas, en virtud de la amplia superficie que
abarca: Aproximadamente 188,000 Kms²; así como
también por la población que concentra y
finalmente, por el desarrollo industrial alcanzado. Asimismo, se
puede agregar que esta región, presenta un clima
seco-estepario y sus escurrimientos acuíferos
superficiales ascienden solamente a 6,800 millones de Mts³
anuales; además de que como complemento, se extraen del
subsuelo, cerca de 2,500 millones de Mts³; los que sin
embargo en ciertas épocas del año, presentan signos
de agotamiento y un considerable grado de
contaminación.

A través de la Cuenca del Río Bravo, se
podría surtir de agua a poblaciones importantes de los
Estados de Chihuahua, como Ciudad Juárez y Ojinaga; en
Coahuila, Piedras Negras y, en Tamaulipas, las ciudades de Nuevo
Laredo, Ciudad Guerrero, Camargo, Reynosa y hasta
Matamoros.

d). Por lo que se refiere a las regiones del Noroeste
del país, éstas tendrían que ser
consideradas de diferente manera, pues las cuencas del Río
Colorado, Sonora, Yaqui, Mayo, Fuerte y Sinaloa, son ampliamente
explotadas y son pocos los escurrimientos que se pierden al mar;
sobre todo si se les compara con los del sureste del país,
en su vertiente del Golfo de México.

Los grandes escurrimientos de ríos no
completamente aprovechados, se presentan prácticamente a
la altura de las llamadas "Llanuras Costeras del
Pacífico Centro y Sur",
que se calculan en una
extensión de 1,750 kms. desde Bahía de Banderas,
hasta la desembocadura del Río Suchiate. En esta
región aunque desembocan ríos de importantes
caudales como el Balsas, Papagayo, Ometepec, Verde, Tehuantepec y
el ya mencionado Suchiate (este último sirve de
límite con Guatemala); presentan la dificultad de que las
citadas llanuras, son muy angostas y están limitadas entre
la Sierra Madre del Sur y la de Chiapas; así como por el
Océano Pacífico. La excepción la constituye
la parte que abarca el Itsmo de Tehuantepec, donde la planicie
puede presentar hasta 100 Kms. de anchura.

B). ASPECTOS TÉCNICOS.

Una obra de tal magnitud, requiere de estudios
concienzudos, que comprendan todos los aspectos posibles en lo
que se refiere a las modificaciones o alteraciones del medio;
así como los recursos tanto materiales, como humanos con
que se cuenta.

Un canal o un río de las dimensiones requeridas,
no se construye de la noche a la mañana, ni tampoco con
buenos deseos. Pero yo siempre me he declarado un optimista
sempiterno y estoy casi seguro, de que nuestros técnicos
cuentan con la suficiente capacidad para dirigir los trabajos;
incluyendo la construcción de todas las estaciones de
bombeo que se necesitaran para hacer circular el agua y sobre
todo, para subirla hasta la "Altiplanicie" y finalmente,
conducirla hasta los lugares donde más se
necesita.

Como es fácil deducir, mi formación
profesional no tiene nada que ver con la ingeniería, pero
estoy consciente de que además de la construcción
del "Canal" propiamente dicho, se necesitaría ir
creando en el transcurso del mismo, depósitos o presas
para almacenamiento, control y hasta purificación (en los
casos en que se detecten aguas contaminadas); con sus
correspondientes esclusas, para dejar correr al mar el agua que
no pueda ser aprovechada.

También se debe de prever la posibilidad de que
otros escurrimientos menores, puedan ser captados por el Canal;
así como que éste no se constituya en un dique de
contención de todas las aguas que bajan de la Sierra Madre
Oriental, porque además se mantendría azolvado
buena parte del año.

Considerando la longitud que podría tener el
mencionado "Canal", tendría que haber varias
plantas de bombeo y varias líneas (acueductos o
tuberías) de conducción de agua, desde dichas
LLanuras, hasta los centros de consumo. Dado que no sería
recomendable tener solamente una o dos vías de
conducción de agua, para surtir a todo el Altiplano, (que
como ya se dijo, comprende una superficie de más de 666
mil Kms²); mas bien se tendría que planificar una
basta red de distribución, pensando en estaciones o
depósitos intermedios, para de ahí continuar su
distribución.

Todo lo anterior, es solamente una idea general, la cual
tendría que enfrentar las explicaciones técnicas de
cómo desviar el agua de los dos grandes ríos del
sureste y de los demás que se pierden irremediablemente en
el lecho marino del Golfo de México. Seguidamente, se debe
de considerar cómo y con qué construir el grandioso
"Canal".

Para cada uno de los aspectos mencionados, se
necesitaría elaborar "Proyectos Concretos", en los que se
contemplen tanto aspectos técnicos, como humanos,
financieros, ambientales y otros. Además de lo antes
dicho, se deben de tomar en cuenta los otros aspectos ya
mencionados: Como el de las plantas de bombeo, del control de las
avenidas fluviales y, de las fuentes de energía
suficientes, para mover los grandes volúmenes de agua que
se necesitan.

En el aspecto económico-financiero,
estarían pendientes de calcular costos y posibilidades
para la obtención de los cuantiosos recursos que se
necesitarían. Finalmente, quedaría por estudiar el
impacto social y ecológico que se provocaría en las
poblaciones que atravesaría el Canal; así como en
los pueblos y ciudades que podrían recibir el agua. Debo
de confesar que por el momento, no cuento con respuestas para
cada una de las interrogantes antes enunciadas, por lo cual
aceptando dichas limitaciones, considero que se tendría
que crear una "Comisión Multisectorial" para que
se encargara de estudiar el proyecto; pero sin caer en
burocratismos, o en confrontaciones diferentes a la naturaleza
del bien que se pretende lograr.

No obstante lo anterior, me atrevo a sugerir que
conjuntamente con las obras del Canal, se podrían ir
instalando "Turbinas de Viento Generadoras de
Electricidad",
a las que algunas personas les llaman
"molinos de viento" (seguramente por los antecedentes de los
instalados en Holanda a lo largo de los canales), que como se
sabe, los emplean para hacer circular el agua y para evitar las
inundaciones. Pero que algunos de ellos, efectivamente
servían como molinos de granos. (Favor de ver el Mapa No.
5)

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Dado que el "Canal" correría casi
paralelo a la costa, se podrían instalar cientos de dichas
turbinas, en los bordos mismos y la altura dependería de
la conformación del terreno o de la intensidad de los
vientos. También en la "ceja de montaña",
ascendiendo por la Sierra Madre Oriental, se podrían
instalar el mismo tipo de generadores en el número
necesario, para producir la electricidad destinada al bombeo de
agua; lo cual sabemos que no tiene efectos contaminantes. Ya
arriba, en la Altiplanicie, en los lugares en los que fuera
factible, o técnicamente recomendable, se podrían
instalar otras turbinas y de no ser posible este sistema, se
puede pensar en la energía solar; de lo cual sabemos que
hay de sobra en las zonas áridas de nuestro
país.

Viene al caso mencionar que, Dinamarca es uno de los
países con mayor experiencia en la construcción de
este tipo de plantas generadoras de energía
eléctrica, las cuales disfrutan de prestigio a nivel
internacional; pues se calcula que casi el 80 % de las turbinas
instaladas en Europa, son danesas. Sus costos de
adquisición son relativamente elevados, como para pensar
en comprar cientos de ellas, pero yo creo que este tipo de
turbinas se podrían producir en México. Así
como las celdas solares que según tengo entendido, ya son
hechas por nuestros nacionales.

Sobre el aspecto del financiamiento, se tendría
que partir de un cálculo preliminar, para ver si los
recursos nacionales pueden solventar buena parte del proyecto o
si fuera necesario recurrir a los organismos internacionales,
para interesarlos en los beneficios que podría traer la
regeneración de varios millones de hectáreas de
terrenos hasta ahora improductivos; visto lo anterior tanto en
sus aspectos socioeconómicos, como en el mejoramiento del
medio ambiente, en particular de la biosfera.

Seguramente que habría varios programas
internacionales interesados en apoyar el proyecto, como la
"Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la
Desertificación, en Países Afectados por
Sequías Graves o Desertificación (CNUCD)"; el cual
de tener éxito, se podría poner en práctica
en otras regiones de nuestro mismo país; así como
en otros continentes. De llevarse a cabo un plan de tan grandes
proporciones, se trataría de demostrar que con el tiempo,
aportaría beneficios al llamado "Cambio
Climático Global"
y sobre el denominado "Efecto
Invernadero".

Así como hace años algunos países
nos reclamaron reparaciones por supuestos daños
ocasionados por las cenizas que despedía la
erupción del volcán "Chichonal". Para este
proyecto regenerador y multiplicador de beneficios,
tendríamos que encontrar comprensión y apoyo tanto
nacional, como internacional. Aún cuando se aceptara que
el costo a invertir es inmenso, los beneficios al lograr crear
nuevas áreas verdes y regiones boscosas, serían
también inconmensurables.

Recientes estudios han demostrado que la
desertificación se extiende o avanza en el mundo, en cerca
de 2 millones de hectáreas al año; en virtud de lo
cual, el tema ha despertado el interés tanto entre
gobiernos, como entre los organismos internacionales. A pesar de
la politización y de la burocracia existentes en algunos
de los órganos de las Naciones Unidas, además de
las instancias antes mencionadas, se podría buscar la
manera de beneficiarse de programas internacionales, propuestos
en el marco de organismos como la FAO y la UNESCO; así
como de los estudios y planes con que cuenta el "Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente" (PNUMA) y de algunos
organismos no gubernamentales (ONG"s).

Por otra parte, la iniciativa privada de nuestro
país, podría interesarse en invertir en la
creación de zonas de bosques con fines de
explotación industrial; o bien, en la explotación
de terrenos hasta ahora abandonados por improductivos, en
actividades agrícolas-ganaderas y con el tiempo, en las
actividades agroindustriales.

Planteamiento
relativo a la ocupación masiva de la mano de obra no
ocupada

Este proyecto representa otra gran justificación,
basada en la posible construcción de grandiosas obras
hidráulicas a lo largo de las llanuras del Golfo de
México. El intento por alcanzar el máximo
aprovechamiento de los escurrimientos excedentes de los
ríos mexicanos, para beneficio de la población del
altiplano principalmente, representaría además, la
posibilidad de dar trabajo a cientos de miles de mexicanos; dado
que: "se podría ocupar tanta gente como se quisiera.
Dependiendo de la decisión de usar o no maquinaria
sofisticada, o solo herramientas tradicionales o bien, una
combinación de ambas posibilidades, pero con un criterio
de emplear al mayor número posible de
trabajadores".

Viene al caso citar un ejemplo: Como se
recordará, durante los tiempos de la primera gran
depresión económica de los Estados Unidos (1932),
uno de los aspectos más golpeados en la economía
capitalista norteamericana, fue el consumo, ocasionado por la
falta de poder de compra de los millones de desempleados. Como
parte de las medidas correctivas de tal estado de cosas, el
gobierno de aquel país contrataba a la gente para que
hiciera cualquier trabajo; inclusive se dice que en ocasiones, se
les pagaba para abrir zanjas y luego, se les retribuía
para cerrarlas.

La derrama económica por el pago de salarios de
los miles de trabajadores que se tendrían que contratar,
para la construcción del Canal; así como para las
demás obras, tendría también amplias
repercusiones en otros sectores de la población.
Aún cuando fuera necesario contraer deudas, para cubrir
los costos de los salarios mencionados, a corto plazo,
sería un gasto justificable. Pero a la larga, sería
ampliamente recuperable.

Imaginemos que de los varios millones de desempleados,
se lograra dar ocupación a cerca de un millón
(considerando empleos directos e indirectos), esto por sí
solo representaría un alivio a la presión social
que significa tener a tanta gente sin trabajo y a sus familias
desamparadas. Pero de llevarse las obras hasta sus últimas
consecuencias, entonces los empleos se multiplicarían.
Además, con propósitos de contribuir a la
desconcentración de la masa de población de la
Ciudad de México y de otras ciudades también
densamente pobladas, se podría ofrecer a todos los que
trabajaran en el "Canal", terrenos de cultivo en las zonas que se
fueran regenerando; así como apoyo y financiamiento para
la construcción de viviendas y otros servicios.
También con dichas obras se pretendería arraigar a
la población que habita en las zonas áridas y
semiáridas; mediante el aprovisionamiento del agua
suficiente para usos humanos y agropecuarios. En el caso de que
tuviera éxito el proyecto que aquí se propone, se
plantearía el estudio de una mejor distribución de
la población, creando nuevos asentamientos humanos, sobre
todo en los territorios que actualmente se encuentran escasamente
poblados y cuyas tierras, se hubieran dotado previamente de todos
los recursos, para hacerlas autosuficientes en la
satisfacción de sus necesidades básicas y si es
posible, que generen excedentes para su comercialización
en el país y en el extranjero.

Para los efectos de poder lograr tales proyectos,
debemos de imponernos unas metas tan ambiciosas, por lo menos del
tamaño de los problemas actuales y si es posible, con una
amplitud o visión futurista, que sirva como un rico legado
para las generaciones venideras. Parafraseando sobre el mismo
asunto se podría agregar el siguiente
pensamiento:

"EL HOMBRE ES TAN GRANDE COMO SUS
OBRAS"

Finalmente, tenemos qué reconocer que en
México, una de sus mayores riquezas es su pueblo, el cual
si se lo propone, puede lograr lo que sea. Incluyendo una obra
titánica como sería la "regeneración de
áreas agrícolas pauperizadas"; hasta la posibilidad
no tan remota de lograr "convertir en un vergel buena parte de
los desiertos mexicanos".

Otros beneficios
derivados de la obra

Considero oportuno señalar que, dependiendo de la
anchura y la profundidad a que se construyera el "Canal",
éste podría ser empleado como una "VIA ALTERNA
PARA EL TRANSPORTE FLUVIAL".
(Favor de ver el Mapa No.
6)

Monografias.com

Dicho río o canal, podría estar conectado
a partir de Frontera, Tabasco, u otro lugar cercano; con otros
puertos que quedarían de paso, como Coatzacoalcos, Nautla,
Alvarado, Minatitlán, Tuxpan, Tampico y Altamira.
Inclusive, en el caso de que se concretaran los proyectos para la
construcción del llamado "Sistema Multimodal del Itsmo
de Tehuantepec
", ambos sistemas podrían quedar
conectados.

En varios países de Europa el transporte de carga
por ríos o canales está muy desarrollado y no
necesariamente se hace en barcos de gran calado. Se emplean
barcos, lanchones, chalanes, lanchas y una gran variedad de
embarcaciones que contribuyen a la interconexión de
pueblos y ciudades de esta región.

Está claro que de tener éxito una
iniciativa como la que aquí se trata, provocaría
como reflejo, nuevas exigencias y deseos de progreso; entre las
cuales habría que pensar en la posible creación de
nuevos asentamientos humanos o polos de desarrollo, debidamente
planificados y con todos los servicios necesarios.

Para los efectos del presente, viene al caso traer a
nuestra memoria que, a finales de la década de los
años setentas y principios de los ochentas, nuestro
gobierno estuvo a punto de poner en marcha una gran idea; creo
que pudo haberse llamado algo así como: "Plan Nacional
de Descentralización Urbana
". Posiblemente
tenía otro nombre, pero lo importante para este caso es
que en dicho Plan, se contemplaba la construcción de 8 a
10 ciudades medias, en distintos puntos del país, con
proyecciones de albergar a un millón y medio de habitantes
como máximo cada una.

De acuerdo con el proyecto, dichos asentamientos
contarían con todo lo necesario, incluyendo corredores
industriales, hospitales, escuelas, universidades y todo lo
demás que requiere una gran ciudad. Se suponía que
tales ciudades se convertirían en "polos de
atracción",
partiendo de la idea de que, uno de los
principales motivos de la emigración de las áreas
rurales a las ciudades, es la carencia de recursos naturales y de
oportunidades para la superación, para cumplir las metas
que aspira alcanzar tanto el individuo, como la familia, para una
vida mejor.

En aquellas épocas, se hablaba de que la
creación de dichas ciudades, tendría un costo
aproximado a los 30 mil millones de dólares. Desconozco
las razones por las cuales en el momento oportuno, no se
llevó a cabo el proyecto, pero se sabe que en 1982, nos
sacudió una de tantas crisis económicas. Entonces,
perdimos la oportunidad histórica de resolver en buena
parte, uno de los principales problemas que aquejan a nuestro
país. Uno de los factores determinantes en dicha
ocasión fue la deuda externa, la cual rondaba por los 80
mil millones de dólares. ¿Qué tanto hubieran
significado 30 mil millones mas?

No quiero que se piense que mi propósito es
lanzar condenas sin fundamento, ni criticar a nadie en
particular; porque como se diría en lenguaje popular: "a
toro pasado" todos lo habríamos hecho mejor. Pero es un
hecho o una realidad, que el problema de la deuda externa, no se
ha solucionado y, que por otra parte, los problemas sociales como
el desempleo, se han visto agravados en los últimos
años.

Grandes Males, requieren Grandes
Remedios.

Se podría decir por ejemplo que, con la
perforación de 10, 100 ó de 500 pozos, para extraer
agua en las zonas áridas y semiáridas del
país, no se va a resolver el problema de la creciente
sequía. Ello puede representar ayudas, paliativos o
mejoras, pero ante el crecimiento poblacional y la mayor demanda
de satisfactores, en poco tiempo tales servicios quedarán
pequeños.

Además, las inclemencias del tiempo y otros
elementos naturales y andrógenos, están
incrementando cada vez más las superficies
desérticas del país; lo que a su vez provoca
degradación de la biodiversidad, disminución de los
inventarios ganaderos y la migración de los avezados
habitantes de esas regiones; quienes justificadamente, huyen a la
búsqueda de una vida mejor. O bien, emigran para tratar de
encontrar el mínimo de satisfactores de que se hablaba al
principio, para su subsistencia y para llevar una vida digna, sin
tener que representar una carga para nadie.

Conclusiones

Como se dice al principio del presente estudio, el
propósito de exponer este proyecto y una serie de
consideraciones generales, no es el de sustituir lo que en
estricto sentido, correspondería proponer a los
especialistas en asuntos hidráulicos, en
regeneración de tierras áridas, en
planificación, en problemas del desempleo, en medios para
la generación de energía eléctrica y en
muchos otros aspectos, que se irían involucrando en el
delineamiento del proyecto que aquí me he permitido
sugerir.

Asimismo, deseo reiterar que las ideas expuestas en el
transcurso del presente, más que estar basadas en
conocimientos técnicos o científicos, tienen como
fundamento primordial, el cariño que siento por mi
país y el deseo de ser útil a mis semejantes.
Así como también, el anhelo de poner al servicio de
mejores causas, los conocimientos y experiencias que he tenido la
suerte de recoger en primer lugar en la República
Mexicana, durante la etapa magisterial y posteriormente, en mi
peregrinar por diferentes partes del mundo, durante más de
34 años de formar parte del Servicio Exterior
Mexicano.

Cuando me permito poner de ejemplo las grandes obras que
se han realizado en otros países; así como destacar
factores naturales y aspectos económicos, políticos
y sociales, que considero han permitido a ciertas naciones
alcanzar un nivel de desarrollo -deseable también para
nuestros compatriotas-, lo hago con el propósito de
estimular con ejemplos, todo lo que se puede lograr en base al
trabajo; así como con unidad, con esfuerzos compartidos,
con creatividad, con imaginación y, ¿por qué
no? Con sueños e ideales.

Pero vistos estos últimos, como metas u objetivos
elevados por alcanzar, pero nunca como imposibles. Quizás
se podría decir que las metas son demasiado ambiciosas,
por la magnitud de lo que se pretende lograr. Igualmente de la
lectura del presente bosquejo, se podría concluir que el
autor no tiene idea de las dificultades técnicas que
presentaría la posible construcción de un "Canal"
de tantos cientos de kilómetros, con su consecuente
aprovechamiento para fines de regenerar las zonas
desérticas, semidesérticas y urbanas del
país. Y mas aún, si se plantea -como una
ambición casi desmedida-, al proponer que la obra sirva al
mismo tiempo, como una nueva vía de comunicación, a
lo largo de las llanuras costeras del Golfo de
México.

Por otra parte, argumentaciones de tipo
económico, seguramente nos tratarían de demostrar
que, el país atraviesa por una situación muy
difícil y que aunque fueran deseables obras grandiosas,
como la mencionada, no es el momento oportuno para
emprenderlas.

En el transcurso del presente trabajo, me he permitido
hacer referencia a algunos pensamientos de aceptación
universal y a otros que son del dominio popular en nuestro
país, con el propósito deliberado de llamar a la
reflexión y para que en un momento dado, pudieran servir
de apoyo a los escasos argumentos expuestos en el mismo. Pero
sobre todo, para reforzar de alguna forma la propuesta, en base a
que los grandes ideales y los proyectos ambiciosos, han hecho
progresar al mundo. Así como también para
justificarlo ante otros argumentos de peso y por la posible
carencia de método científico, en cuanto a los
planteamientos técnicos de la propuesta.

Si apelando a la humildad y a la autocrítica
aceptáramos que si bien razones económicas,
políticas, culturales, o de otro tipo; no nos han
permitido evitar que nuestra población sufra a estas
alturas del siglo XXI, una inmisericorde explotación por
sus propios congéneres, en lo que me he atrevido a llamar
"Colonialismo Interno". Entonces, debemos de reflexionar en el
sentido de que necesitamos cambios que nos aporten una mayor
fortaleza espiritual y moral. Requerimos de reformas
fundamentales, que nos conduzcan a tratar a nuestros semejantes,
como quisiéramos que nos trataran a nosotros
mismos.

Cuando logremos una conciencia colectiva de estricto
respeto a los derechos de los demás, de estricto respeto a
la Ley y, cuando cumplamos con preceptos como: Dar de comer al
hambriento, dar de beber al sediento y sobre todo, enseñar
al que no sabe; habremos dado pasos gigantes, hacia un desarrollo
compartido y sostenido. Este último aspecto se puede
relacionar con los proyectos aquí presentados, si partimos
de la máxima atribuida al sabio chino Kun Fut Tse
(Confucio): "Si te doy un pescado, te dura un día. Si
te enseño a pescar, te durará toda la
vida".

Desde luego que dichos ideales, significan todo un
proceso de transformación cultural y de reforzamiento de
nuestros mejores valores, lo cual podría lograrse
quizás en generaciones. Pero el problema de la falta de
los satisfactores esenciales para la vida, no es de ahora, ni
tampoco puede esperar a que en forma dirigida o
espontánea, la sociedad alcance tales niveles de
concientización o de desarrollo moral y
cultural.

Los derechos humanos, por todos conocidos, son al mismo
tiempo obligaciones de la sociedad (incluyendo muy especialmente
a los guías espirituales, a los líderes
políticos, a los dirigentes gremiales y a los maestros);
así como también son responsabilidad de los
gobiernos y de la comunidad internacional.

Recurriendo a todas las instancias mencionadas,
considero que se podrían allanar todos los
obstáculos que pudieran surgir al proyecto de la
construcción del Canal y a la regeneración de
tierras en nuestro país, con el enfoque de involucrar al
mayor número posible de compatriotas; tanto en los
trabajos de planeación de dichas obras, como en la
ejecución de las mismas.

Sin olvidar los otros "pequeños
proyectos"
como el drenaje pluvial, la
sustitución de pavimento o cemento por adoquines
permeables, la construcción de cisternas en los hogares y
centros de trabajo o de estudio; así como la
generación de electricidad eoliana o
solar.

En el caso de que se lograra algo como lo que se
propone, constituiría un ejemplo de cómo los
mexicanos si nos unimos en torno a un proyecto noble, podemos
llevar a cabo obras grandiosas, a pesar de todas las adversidades
de tipo natural o económico que padecemos, o que
pudiésemos padecer en el futuro. Adicionalmente, se debe
de aclarar que, el solo hecho de llevar agua hasta donde se
necesita, no será suficiente para resolver todos los
problemas existentes; sino que se tendrá que pensar en la
solución de los demás satisfactores, incluyendo
"una cultura de la no explotación de humanos por
humanos".

En el sureste de la República Mexicana
-concretamente en la región de los altos de Chiapas-,
tenemos un ejemplo palpable de que sus pobladores, aún
estando asentados en unas tierras que cuentan con grandes
reservas acuíferas, con un régimen de lluvias
durante casi todo el año; así como también
rodeados de otras riquezas naturales, no pueden disfrutar de un
nivel de vida óptimo; sino más bien, muestran
niveles de una precaria subsistencia y en algunos casos, de
extrema pobreza. Esta situación se presenta aún en
las ricas llanuras ganaderas y en las regiones cafetaleras, donde
los jornaleros, no reciben el precio justo por su trabajo. En
estos ejemplos se demuestra que muchas veces el mal o el enemigo
principal, no está en la tierra, ni en la escasez de
recursos; sino en sus propios congéneres, quienes no
comparten ni sus conocimientos, ni mucho menos, sus riquezas
materiales.

Finalmente, deseo reiterar mi ferviente deseo de que en
un futuro cercano, en nuestro país podamos decir con todo
orgullo, que todos sus habitantes han logrado resolver sus
necesidades cotidianas. Pero que además, podamos demostrar
en los hechos, que entre la sociedad, se ha alcanzado un elevado
respeto a los derechos de los demás y que como
consecuencia de todo ello, nos podamos mostrar ante el mundo,
como un país ejemplar.

Mi mayor deseo se que mis propósitos, mis
anhelos, mis sueños, sean compartidos por personas con
sensibilidad social y con amplios conocimientos sobre nuestro
país; pero sobre todo, por personas que puedan reconocer
las capacidades creativas de los mexicanos y del derecho de
todos, a llevar una vida digna.

ANTONIO PÉREZ MANZANO,

Embajador del Servicio Exterior Mexicano

Bibliografía

"El Desierto, El Gran Olvidado". Ed. Diario "La
Jornada", Sección Ecológica. No. 40, México
10 de octubre de 1995;

Meave, Jorge. La Selva Lacandona. Una Joya Verde en
Riesgo de Desaparecer. Revista Universidad de México, No.
536-537, Ed. UNAM, México septiembre-octubre de
1995;

México, Noble Caudal. Ed. Secretaría de
Agricultura y Ganadería. México, 1994;

México, País Ganadero. Ed.
Secretaría de Agricultura y Ganadería.
México, 1994;

Plan Nacional de Desarrollo: 1995-2000. Ed.
Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.

México, 1995;

Sánchez Molina, Antonio. Síntesis
Geográfica de México. Ed. Trillas, México,
1990;

Sarukhán José. Diversidad
Biológica. Revista Universidad de México, No.
536-537, Ed. UNAM, México, septiembre-octubre de
1995;

Solís Leopoldo. La Economía Mexicana. Ed.
Fondo de Cultura Económica, México,
1986;

Valiente-Banuet, Alfonso. La Ecología y los
Desiertos de México. Revista Universidad de México,
No. 536-537, Ed. UNAM, México septiembre-octubre de
1995.

Currículum Profesional
Abreviado

El autor de la presente obra es egresado de la Escuela
Nacional de Maestros, generación 1963-1965 y
ejerció la profesión magisterial, durante el
periodo 1966-1973.

Además de los estudios realizados en la Escuela
Nacional Preparatoria, de la Universidad Nacional Autónoma
de México, cursó la especialidad de Licenciatura en
Relaciones Internacionales, generación 1969-1973, en la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM.

Ha efectuado cursos de actualización y cuatro
Diplomados sobre Relaciones Internacionales, en la Academia
Diplomática, del Instituto Matías Romero de
Estudios Diplomáticos, de la Cancillería Mexicana;
así como un diplomado en Derecho Internacional
Público, en la Academia de La Haya de Derecho
Internacional y otros cursos de
especialización.

Asimismo, ha ofrecido cátedra y conferencias en
varias universidades del Perú, de Polonia, de
Países Bajos. En México en la ENEP Aragón y
en la Universidad Anáhuac Norte, donde tiene asignadas las
cátedras de Historia de México I y II,
Formulación de la Política Exterior de
México.

En el año 1973, ingresó por concurso al
Servicio Exterior Mexicano, con el rango de Vicecónsul. Su
primera adscripción fue Guatemala; después Cuba,
Paraguay, Perú, Polonia, Países Bajos, Dinamarca,
Trinidad y Tobago, Venezuela y Dallas, Texas.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores ha
estado comisionado en dos ocasiones: Durante la primera
(1986-1989), ocupó el puesto de Jefe de Departamento de
Brasil y Países Australes, de la Dirección General
para América Latina y el Caribe. La segunda, en la
Dirección General del Acervo Histórico
Diplomático (1996-1999), donde se desempeñó
como Asesor del Director General y posteriormente, como
Jefe-Director de la Unidad de Patrimonio
Artístico.

Habiendo sido ascendido a la categoría de
Embajador del Servicio Exterior Mexicano, a partir de junio de
2008 (después de 35 años de servicio)
procedió a efectuar los trámites para la
jubilación.

OTRAS OBRAS DEL MISMO
AUTOR

  • "Análisis Breve de la Educación en
    México". Ed. Imp. Galve, S.A. México,
    1984;

  • "Polityka zagraniczna Meksyku: Un Panorama de la
    Política Exterior de México",
    Ed.
    Instituto Polaco de Estudios Internacionales, Polonia, 1987.
    Publicado en polaco, inglés, francés, ruso y
    español;

  • "La Diplomacia. Orientación Vocacional y
    Profesional",
    Ed. ENEP Aragón-UNAM,
    México, 1989;

  • "Temas Actuales de Política
    Internacional".
    Ed. y Dist. Promotora de
    Impresión, México, 1992;

  • "El T L C de América del Norte y sus
    Efectos sobre México. Cuatro Ensayos".
    Ed.
    Privada, Copenhague, Dinamarca, 1994;

  • "Safunara y sus Hermanas". Cuento infantil.
    Ed. Lim. Dinamarca, 1994;

  • "Pepe, El Burócrata". (Novela
    histórico-costumbrista) año 1995;

  • "El Cónsul Tranzas. Pepe, El
    Canciller".
    (Novela histórico-costumbrista)
    Primera Edición Electrónica, año
    2002.

  • "Bolivia Ya Tiene Mar: Conflicto en
    Dinamarca",
    Novela Pedagógica, relativa al
    Servicio Exterior, enfocada a cuestiones jurídicas y
    de derecho del mar (pendiente de edición).

  • "Experiencias Integracionistas en la Cuenca del Gran
    Caribe", México, 2009. Pendiente de
    publicación.

  • Además de lo anterior, ha escrito numerosos
    editoriales, artículos y reseñas, en la Revista
    Electrónica Trimestral, de la Asociación de
    Diplomáticos Escritores "ADE", de la cual es fundador,
    Editor y Coordinador General.

  • Colabora en la Revista Electrónica
    "Enlace México Express" y es columnista
    invitado del diario "EXCELSIOR" de México.

 

 

Autor:

Antonio Pérez
Manzano

Dinamarca-México

Embajador de México, en retiro.

Partes: 1, 2
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