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Vida y obra de Alexander Von Humboldt (página 2)



Partes: 1, 2

Esta es la más breve pero exacta
definición de la Arquitectura Inca que se haya planteado
hasta la actualidad, destacando la perfección
técnica de las edificaciones Inca antes que su elegancia y
apreciándose la predilección de Humboldt por la
Arquitectura Neoclásica . En sus Vues des
Cordillères, Humboldt concluye:

"No nos cansaremos de repetir que la arquitectura
americana no puede sorprender ni por la grandeza y tamaño
de las masas ni por la elegancia de las masas, pero sí es
interesante porque ayuda a esclarecer la historia de la primera
cultura intelectual de los pueblos serranos del Nuevo
Continente."

Humboldt registra, compara y establece diferencias entre
los "palacios de los Inca". La presencia de nueve asentamientos
Inca entre Chulucanas (Caxas) y Huancabamba, provoca la siguiente
reflexión en él:

"Este gran número de edificios en una tan
pequeña distancia prueba bastante que el nombre de Palacio
de los Incas es bastante vago. ¿Es posible que este
soberano haya llevado el lujo hasta este punto? Las más
grandes construcciones, como las de los baños [Caxas], de
Guamaní [Huancacarpa] y de Huancabamba serán
solamente palacios de los Incas, rodeados de otras casas en forma
de aldeas o ciudadelas; las otras construcciones dispersas, eran,
según yo creo, habitaciones de grandes señores
peruanos que gobernaron estas provincias."

En otros párrafos de su diario menciona otro
criterio para establecer una tipología de asentamientos,
la ubicación altitudinal, éste y el expresado en el
párrafo anterior, aglomeración de edificaciones,
son los criterios que le permiten plantear la siguiente
tipología para la Sierra de Piura:

  • Palacios de los Incas rodeados de aldeas o ciudades
    (Caxas, Huancabamba).

  • Palacios, habitaciones dispersas de gobernantes
    (Tambo de Jicate).

  • Fortalezas (Huancacarpa).

Estas generalizaciones que Humboldt plantea están
sustentadas en la observación in situ y
además en la comparación con otros asentamientos
ubicados al norte o al sur de la Sierra de Piura y con aquellos
del Viejo Mundo. Así, cuando describe las "casas" que
integran el acllawasi de Caxas (Chulucanas), prefiere
utilizar el término habitaciones, a semejanza de las de
Herculano. También cuando describe las terrazas cercanas
al Templo del Sol de Caxas, las compara con el palacio de
Sanssouci.

El aporte de Humboldt no se limita a la
descripción de asentamientos, que ya de por sí es
un gran aporte pues muchos de ellos no se han conservado hasta la
actualidad y su registro es el único que tenemos, sino que
intenta establecer la función que tuvieron dichas
edificaciones. Así luego de describir
el ushnu de Caxas reflexiona: "Para una fortaleza es
bastante pequeña, sobre todo en el interior. ¿Era
un adoratorio?". De este modo se aproxima a la función que
el estado actual de conocimientos le asigna a dicha
edificación.

Humboldt destaca también la homogeneidad de los
asentamientos Incas:

"Al examinar atentamente cualquier edificio del tiempo
de los incas, se observa el mismo tipo en todos los otros que se
hallan en las alturas de los Andes sobre una extensión de
7,000 Kms., desde mil a cuatro mil metros de altura sobre el
nivel del mar. Se podría decir que un solo arquitecto ha
construído tan gran número de
monumentos."

Así, luego de describir Xicate (Tambo de Jicate)
refiere que "…La construcción es tan uniforme en las
casas que uno se repite describiéndolas".

El proceso de expansión de los Incas desde el
Cuzco hacia el Ecuador también es planteado por Humboldt,
quien propone lo siguiente:

"Dad una lista de las ruinas de los palacios de los
Incas con su elevación en toesas [1 toesa = 2 m.] y formad
una carta geográfica de su posición, lo que
dará muchas luces sobre la marcha de la conquista de los
Incas."

Luego de registrar las evidencias Inca en el Sur del
Ecuador y el Norte del Perú, Humboldt sugiere la ruta del
proceso de expansión de los Incas:

"El Inga no vino sino descendiendo del Cuzco para la
conquista de Quito, siguiendo la ruta de Cajamarca a Huambos, en
el valle del Río Chotano siguió este río
hasta su embocadura en el Chamaya, de allí remontó
por Pomahuaca a Zaulaca, Huancabamba, Chulucanas, al Cerro al
este de Olleros, de Loja al Azuay. Esta ruta está trazada
todavía por las ruinas del camino y de los palacios del
Inca."

Humboldt también reflexiona acerca de la
cronología de los caminos prehispánicos, al
comparar un camino delimitado con bordes de rocas en Pomahuaca y
los caminos Inca, establece que es "…muy diferente de todos los
caminos de los Incas…¿Servía para alguna
ceremonia religiosa…" (Humboldt [1802] 1991, 33). Respecto a
los edificios de los Inca, en sus Vues des
Cordilléres plantea que:

"…existían desde hace muchos siglos en la gran
ruta que conducía del Cusco a Cajamarca…[y que] se
remonten más atrás del siglo XIII de nuestra
era…"

En conclusión, podemos decir que, los
planteamientos de Humboldt acerca de la Arquitectura Inca, la
tipología de asentamientos, la secuencia constructiva de
la red de centros y caminos han sido evaluados mediante las
recientes investigaciones arqueológicas y nos permiten
plantear la vigencia de sus ideas y considerarlo como el fundador
de la arqueología científica en
América.

Sus obras
más destacadas

Una vez en Europa, Humboldt, después de una breve
estancia en Burdeos, se estableció en París, entre
los años 1804 y 1827, donde publicó la
mayoría de sus textos relacionados con América. Los
resultados, extraordinariamente fecundos de este viaje, se
publicaron entre 1805 y 1832, en 30 volúmenes, con el
título:"Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Mundo", realizado de 1799 a 1804, que incluye una relación
histórica (con un atlas); observaciones de zoología
y anatomía comparada; ensayo político sobre el
reino de Nueva España (con un atlas); observaciones
astronómicas, operaciones trigonométricas y
mediciones barométricas; física general y
geología…; plantas equinocciales,etc.

Asimismo, escribió otra obra titulada:"Ensayo
político sobre el reino de la Nueva España",
publicado, por primera vez, en 1811. Por sus cinco
volúmenes desfila el mayor cuadro estadístico de la
Geografía (física, humana y económica) de un
país realizado hasta la fecha por hombre alguno. Aparecen
consideraciones generales acerca de la extensión y el
aspecto físico del Reino de la Nueva España, su
población, división de sus habitantes en castas, el
estado de la agricultura, minas metálicas, etc. En
definitiva, reunió en un solo texto descripciones
sistemáticas de la industria, el comercio, las formaciones
geológicas e incluso la cultura, la antropología y
la historia del virreinato de Nueva España.

Este, ha sido el libro más difundido de la serie,
el más conocido y leído en el mundo americanista,
el más favorecido por ediciones y versiones. Se basa en el
estudio de México, de un México mucho mayor que el
actual, en los aspectos de población y económico.
Está dedicado a Carlos IV de España, de la
dedicatoria son estas líneas:" En mi obra se reflejan los
sentimientos de gratitud que yo debo al gobierno que me ha
protegido y a esta nación, noble y leal, que me ha
recibido no como a un viajero, sino como a un conciudadano". A
pesar de estas expresiones de gratitud hacia el monarca
español, Humboldt no duda en entrevistarse con
Simón Bolívar, Libertador de América del
Sur, apoyando decididamente al movimiento independentista
latinoamericano.

A partir de ese momento, consagró el resto de su
vida a la publicación de su obra titulada:"Cosmos", que
apareció en cinco volúmenes de 1845 a 1858, en la
que retrata la estructura física del Universo. Su primer
volumen se agotó a los dos meses, logrando vender 80.000
ejemplares, siendo traducido a casi todas las lenguas europeas.
Esta es una obra sin precedentes por cuanto combina el rigor del
estadista con un estilo abierto y popular. Concibió esta
obra como un repaso de todos los conocimientos de todas las
ciencias naturales y una síntesis que demostrara la
íntima relación que existe entre todas
ellas.

Cosmos es el resultado de toda una vida de estudio. En
una carta dirigida a su amigo Kart Varmhagen, en 1834,
decía lo siguiente, respecto a su último proyecto:"
Tengo la loca idea de retratar en un solo trabajo todo el
universo material, todo lo que conocemos de fenómenos de
cielo y tierra,

desde las nebulosas de las estrellas hasta los musgos
que crecen en las rocas graníticas, todo ello en un estilo
que estimule y cautive el sentimiento humano. Cada idea grande e
importante de mi escrito deberá ser consignada
allí, codo con codo, con los hechos. Deberá dibujar
una época en el génesis espiritual de la humanidad,
en el conocimiento de la naturaleza…Mi título, para
esta obra, es Cosmos.

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El objetivo fundamental de esta obra, fue demostrar, que
para llegar al conocimiento de la naturaleza era necesario
emplear el método científico y no la mera
especulación inductiva, como proponían en ese
entonces Hegel y Schelling, filósofos de la naturaleza y
máximos exponentes del romanticismo alemán.

En el propio prólogo del Cosmos, Humboldt
habría de confesar que el esfuerzo de toda una vida de
trabajo científico estuvo subrayado por su compromiso con
una meta más alta en mente:" La principal
motivación que me orientó, fue mi ferviente anhelo
de discernir los fenómenos físicos en
conexión general, y respetar la Naturaleza como un grado
todo, movida y animada por sus propias fuerzas".

Humboldt cumplió este cometido en su
último compromiso con la ciencia. Cosmos puede tomarse
como la introducción de una nueva e independiente ciencia
positiva, la denominada cosmografía física. Es la
suma de una postura erudita diferente, para la que muchos
consideran como "ciencia humboldtiana".

A continuación vamos a analizar las obras
más importantes. Escritas por Humboldt a lo largo de su
dilatada vida, que coinciden con las más difundidas por
Europa y América.

A) VIAJE A LAS REGIONES EQUINOCCIALES DEL NUEVO
CONTINENTE (1799-1804).

Uno de los objetivos más importantes del viaje de
Humboldt a Suramérica era el tratar de verificar
científicamente si existía o no una
comunicación natural entre las hoyas hidrográficas
de los ríos Orinoco y Amazonas. Quería confirmar
científicamente la existencia del Casiquiare, un gran
brazo de agua de más de 300 km de curso que había
sido afirmada o negada durante muchos años. Así que
durante todo el mes de abril de 1800, remontaron el curso medio
del Orinoco, hasta que el 7 de mayo llegaron a San Carlos de
Río Negro, donde Humboldt además realizó
importantes observaciones sobre la masa de aire ecuatorial y
aportó valiosos datos para el conocimiento de la
Climatología. El 10 de mayo de 1800 siguieron hacia la
desembocadura del Casiquiare, y navegaron por el mismo durante
once días, hasta entrar de nuevo en el cauce del Orinoco,
demostrando así la comunicación entre las cuencas
de los ríos Orinoco y Amazonas.

Pero aunque su principal objetivo era el que acabo de
relatar, a partir de su desembarco en las costas de Venezuela, el
16 de julio de 1799, Humboldt, que aún no había
cumplido los 30 años, va a realizar exhaustivos estudios e
investigaciones, tanto en el vasto territorio de Venezuela, como
también en otras extensas regiones o provincias que
integran los Virreinatos de Santa Fe, Perú, Nueva
España, Cuba…demostrando sus conocimientos,
aptitudes y habilidades, en el ámbito de la
botánica, zoología, química,
geología, astronomía, antropología,
etnología, lingüística, arqueología,
historia, además de, por supuesto, la geografía
física y la cartografía, o sea que, este
científico alemán, tenía un cabal dominio de
las ciencias naturales y humanas que cultivaba con esmero y a
cuyo desarrollo contribuye, tanto en el caso de aquellas ciencias
naturales que para su tiempo eran ya disciplinas plenamente
constituidas y autónomas como el de aquellas otras
ciencias, sobre todo las humanas, que apenas se estaban
formando.

Esta obra,fue una de las primeras que escribió
Alexander von Humboldt y de las más extensas. Como
resultado del viaje que realizó a Iberoamérica,
entre 1799 y 1804, el científico alemán fue
recopilando una gran cantidad de datos y documentos que le
sirvió, posteriormente, para publicar una treintena de
volúmenes agrupados bajo el título general de
"Viajes a las regiones equinocciales del Nuevo Mundo",
volúmenes que se publicaron en Francia entre 1811 y
1834.

En ésta obra se puede constatar que,
indudablemente, Humboldt fue un sabio consumado, pues en
él se conjugaron, como podemos apreciar al leer esta obra,
la doble condición de hombre de ciencia y de
filósofo, capaz de superar sus prejuicios y barreras
culturales europeas que hubieran podido impedirle alcanzar el
amplio conocimiento y la suficiente comprensión que tuvo
de una sociedad plurirracial y de numerosas etnias
indígenas que hablaban diversas lenguas y dialectos, los
cuales, por lo demás, estudió
exhaustivamente.

Como parte de ese esfuerzo logra aprender, en poco
tiempo el español, lo que le permite comunicarse y
entablar relaciones cordiales con personas de las más
diversas condiciones económicas y sociales:

"Hablamos ya el español tan corrientemente que no
tropezamos con dificultad para seguir una conversación de
algunas horas. Admiro en los habitantes de estos alejados
países la lealtad, la sencillez de carácter, esa
mezcla de austeridad y de probidad con que en todo tiempo se ha
señalado la nación
española…"

Carta de Alexander von Humboldt desde
Caracas al barón de Forell. 3-II-1800.

Humboldt analiza, pormenorizadamente, no sólo los
aspectos físicos de gran parte del subcontinente americano
sino que también hace constantes referencias al modo de
vida de las poblaciones asentadas en esas regiones, la fertilidad
de sus suelos y sus costumbres.

En cuanto al primer aspecto, una descripción
física por las regiones por donde viaja, nos puede servir
de ejemplo el que realizó sobre la Capitanía
General de Venezuela. Una vez señalado las diversas
regiones que la constituyen ( Nueva Andalucía,
Cumaná, Barcelona, Caracas, Maracaibo..) ve que, todas
ellas, forman tres zonas distintas extendidas de Este a
Oeste:

"Hállase primero terrenos cultivados a lo largo
del litoral y cerca de la cordillera de montañas
costaneras; luego, sabanas o dehesas; y fin, allende el Orinoco,
una tercera zona, la de los bosques en la que se penetra
sólo por medio de los ríos que la
atraviesan".

A continuación hace una alabanza de la fertilidad
de los suelos:

"…Se podría admirar la corta
extensión de aquellos terrenos cultivados de bananas pero
que son capaces de producir cerca de veinte veces más
sustancias alimenticias que el mismo terreno sembrado de
cereales…"

"…La inmensa fertilidad del suelo corresponde con
la humedad y el calor de la atmósfera. Una numerosa
población halla su alimento en abundancia, en un
pequeño espacio cubierto de bananos, de yuca, de batatas y
de maíz. La soledad de las cabañas dispersas en
medio del bosque, indica al viajero la fecundidad de la
naturaleza; a veces un pequeño rincón de tierra
cultivada es suficiente para el sustento de varias
familias…"

En otro apartado de ésta obra, Humboldt comenta
las diversas lenguas americanas de las que dice: "Son como
máquinas complicadas cuyos rodajes están de
manifiesto. Se reconoce el artificio, o bien diré, el
mecanismo industrioso de su estructura. Creeríase asistir
a su formación y asignaríaseles un origen
recientísimo, sino valiera recordar que el espíritu
humano sigue imperturbablemente una imposición dada, que
los pueblos agrandan, perfeccionan o reparan el edificio
gramatical de sus lenguas conforme un plan de antemano
determinado, y que hay, en fin, países cuyo lenguaje,
instituciones y artes son como estereotipos desde hace una luenga
serie de siglos".

También el científico alemán, hace
una crítica sobre la administración de la justicia
en las colonias españolas:

"Nada es más deplorable que la
administración de justicia en estas colonias de ultramar.
Por todas partes encontrábamos las prisiones llenas de
malhechores, cuya sentencia no era pronunciada sino
después de siete u ocho años de espera. Cerca de un
tercio de estos detenidos lograban evadirse: las llanuras
despobladas, pero llenas de ganados, les ofrecían un asilo
y nutrición. Ejercen su vagabundaje a caballo, como los
beduinos. La insalubridad de las prisiones hubiera llegado a su
colmo, si ellas no se hubieran visto vacías de tiempo en
tiempo, por la fuga de los detenidos".

Cuando recorría con el cura fraile de Cariaco el
trayecto para embarcarse rumbo a Cumaná, tiene
ocasión de conversar sobre un tema polémico para
aquella época cual era el de la esclavitud:

"…Cuán largo nos pareció el camino,
durante el cual no pudimos librarnos de conversaciones sobre la
necesidad de la trata, sobre la malicia innata de los negros, y
sobre las ventajas que saca esta raza de su estado de servidumbre
entre los cristianos…"

Más adelante prosigue:

"…No sería posible negar la levedad de la
legislación española, comparándola con el
Código Negro de la mayor parte de los demás pueblos
que tienen posesiones en ambas Indias. Pero tal es el estado de
los negros aislados en lugares apenas desmontados, que la
justicia, lejos de protegerlos eficazmente en el curso de su
vida, no puede ni aun castigar los actos de barbarie que les han
causado la muerte. Si se intenta una averiguación, se
atribuye la muerte del esclavo a la flaqueza de su salud, a la
influencia del calor y humedad o a otras causas
parecidas…"

También señala algunos casos, muy
significativos, del maltrato que sufren los esclavos en estas
regiones latinoamericanas, relatando el caso del plantador de
Cariaco y su inhumana e injustificable actuación contra
sus esclavos negros:

"…En Cariaco mismo, un plantador que sólo
poseía ocho negros hizo perecer a seis de ellos
fustigándolos de la manera más bárbara.
Destruyó voluntariamente gran parte de su fortuna,
habiendo perecido en el acto dos de sus
esclavos…delincuencias tan grandes han quedado más
o menos impunes…"

Humboldt considera que para cualquier estudio
antropológico o histórico debe hacerse tanto en
forma diacrónica como sincrónica. Hay que
investigar desde los más remotos antecedentes hasta las
circunstancias y condiciones actuales, a fin de poder conocer
adecuadamente la estructura de una sociedad o grupo social
determinado y su historia:

"El carácter y las costumbres de una
nación expresan a la vez, como su idioma, el estado
pretérito y el presente, sólo conociendo toda la
historia de la civilización o del embrutecimiento de una
horda, sólo siguiendo a las sociedades en su desarrollo
progresivo y las diferentes etapas de su vida, podría
llegarse a la solución de problemas que el mero
conocimiento de los informes actuales no puede
esclarecer".

Casiquiare, 12 de mayo de
1800.

En el último capítulo de su vasta y
relevante obra, Humboldt presenta una especie de informe o
"cuadro corporativo de la población, de la agricultura y
del comercio de todas las colonias españolas", antes de
las guerras que acompañaron al proceso emancipador de
éstas de la metrópoli.

Durante diez y seis meses recorrió buena parte
del inmenso territorio de la que era parte entonces la
Capitanía General de Venezuela. El mismo Humboldt resume
su ingente labor en este territorio:

"…Examinando sus límites naturales, su
clima y sus producciones, he discutido la influencia que ejerce
la configuración del territorio sobre la agricultura, el
comercio y el progreso más o menos lento de la sociedad.
He recorrido sucesivamente las tres zonas que se siguen de Norte
a Sur desde las Antillas hasta las selvas del Alto Orinoco y del
Amazonas…"

Así, pues, en el transcurso de este viaje,
Alexander von Humboldt logró adquirir un cabal
conocimiento tanto de las exuberantes flora y fauna, como de la
geografía física, de la población, en su
compleja composición étnica y distribución
territorial, constatando que mayoritariamente la población
se sitúa en la costa, y de la organización
político-jurídica y económico-social.
Gracias a los resultados de las investigaciones
científicas en Iberoamérica, Humboldt pudo realizar
y publicar esta obra que tituló: "Viaje a las regiones
equinocciales del Nuevo Mundo" dando con ella a conocer a todo el
mundo una vasta zona, casi desconocida hasta entonces,
señalando su situación geográfica, sus
recursos naturales y los seres humanos que vivían por
aquellas latitudes.

El 24 de noviembre de 1800 Humboldt embarca en un buque
norteamericano que transportaba un cargamento de carne desde
Venezuela rumbo a Cuba donde estaría poco más de
mes y medio para regresar de nuevo a Suramérica y recorrer
Colombia y Ecuador.

En marzo de 1801 Humboldt y su amigo Bonpland regresaron
a Suramérica, llegando a Cartagena de Indias (Colombia)
por accidente, después de que una tormenta desviara su
barco. Aquí conocieron a José Ignacio de Pombo,
quien les narró los esfuerzos que realizaba el
sacerdote

José Celestino Mutis en Santa Fe de Bogotá
al frente de la Real Expedición Botánica.
Éste hecho hizo que cambiaran de planes y se dirigieran al
interior del Nuevo Reino, con el objetivo de comparar sus
colecciones con las del botánico Mutis, por lo que
tuvieron que remontar el río Magdalena y ascender por los
caminos de los Andes. Lo que no esperaron encontrar era un equipo
tan organizado de herbolarios y pintores trabajando, por lo que
la obra de Mutis fue ampliamente elogiada.

En Ecuador exploraron varios volcanes, entre ellos el
Chimborazo, famoso con sus 6.257 metros por ser considerado la
montaña más alta del mundo a principios del siglo
XIX. En 1802, los dos viajeros, junto al ecuatoriano Carlos
Montúfar, trataron de subir hasta la cumbre, pero
desistieron a los 5.875 metros, a causa del soroche o mal agudo
de montaña. En este punto, Humboldt y Bonpland se
encontraban en la mayor altura alcanzada por un europeo en la
historia escrita. El viaje por Suramérica terminó
en Perú, donde estudió el desarrollo de las
culturas indígenas y la influencia hispana son de gran
valor para la Antropología cultural.

Humboldt realizó mapas físicos de algunas
de las regiones que visitó en América, fue el
primero en trazar las "lineas isotermas" que actualmente se
utilizan en los mapas climáticos y que indican las
temperaturas en todos los lugares, en un momento dado.
También contribuyó en la Oceanografía
Física, cuyo desarrollo no hubiera sido el mismo sin las
observaciones y mediciones que Humboldt hizo sobre las aguas del
Océano Pacífico, descubriendo la corriente marina
que con posterioridad fue denominada "Corriente de
Humboldt".

B) ENSAYO POLÍTICO SOBRE EL REINO DE LA NUEVA
ESPAÑA (1811).

Escrito y publicado en el momento preciso, este notable
ensayo del científico alemán, Alejandro de Humboldt
(1769-1859), alcanzó una inmortal notoriedad
convirtiéndose en la fuente original de numerosos trabajos
de distintos investigadores. De hecho el Ensayo
político sobre el reino de la Nueva España se
constituyó en la referencia inmediata para los sectores de
la burguesía en ascenso, al igual que los círculos
de la nobleza, precisamente cuando en la Nueva España
generábase el intrincado y complicado proceso de
Independencia.

Si Alejandro de Humboldt hubiese escrito esta obra dos
decenios antes, la misma hubiese quedado como lo que es: un
excelente retrato de las condiciones que prevalecían en el
reino de la Nueva España pero … hasta ahí, nada
más … Sin embargo, el tino del barón de
Humboldt fue la precisión casi cronométrica tanto
de su investigación como de la publicación de su
ensayo.

La obra escrita de Alejandro de Humboldt es harto
variada y enfocada claramente al terreno científico. Sin
embargo, podemos mencionar, además de su Ensayo
político sobre el reino de la Nueva España,
su Ensayo político sobre la isla de Cuba, al igual
que otro trabajo sobre el antiesclavismo, como los trabajos que
se ubican en el terreno político ya que, la inmensa
mayoría de sus escritos, pertenecen al campo de la
ciencia.

A pesar de lo prolífero de su obra
científica, Alejandro de Humboldt tendrá, en
relación a México, la importancia de haber sido el
primero que, apoyándose en estudios parciales y regionales
sobre diversos temas, realizados por escritores españoles
y americanos, pudo concretar un excelente retrato de la
situación que predominaba en la Nueva España a
principios del siglo XIX, tan sólo unos cuantos
años antes de que con la invasión
napoleónica a territorio hispano, cambiase radicalmente el
destino político de la Nueva España.

La obra, Ensayo político sobre el reino de
la Nueva España, fue terminada en 1808. Contiene un
conjunto de mapas que de hecho conforman el Atlas de la
Nueva España, incluyendo las fichas descriptivas de esos
mapas y suficiente material para que todo aquel interesado en
conocer la situación política, económica y
social prevaleciente en el reino de la Nueva
España antes de que se iniciase la gesta de
Independencia, pueda sacar sobrado provecho.

La obra está dividida en seis libros, con sus
correspondientes capítulos, en los que Humboldt va
analizando aspectos de la geografía física de la
Nueva España, como sería la influencia de la
configuración del suelo y clima (Libro primero,
capítulos: I, II y III). En el segundo y tercer libro,
Humboldt analiza la población general de México y
la división de sus habitantes en castas,
apoyándose, para ello, en el censo general realizado en
1793. En el libro cuarto, el ilustre barón alemán,
entra ya a estudiar aspectos económicos de la Nueva
España, iniciando éste estudio por la agricultura y
minas metálicas. En el libro quinto, se centra en el
estado de las manufacturas y del comercio. Y, por último,
en el sexto libro, en las rentas del Estado y la defensa militar
del territorio.

En el prefacio de la obra el propio Humboldt
señala lo siguiente:

"Residí en el vasto reino de México
durante un año, habiendo llegado por el mar del Sur en el
mes de marzo de 1803. Tras de haber llevado a cabo algunas
investigaciones en la provincia de Caracas, en las riberas del
Orinoco, del río Negro y del Amazonas, en la Nueva
Granada, en Quito y en las costas del Perú, debí
sorprenderme por el contraste que existe entre la
civilización de la Nueva España y la poca cultura
de las porciones de la América meridional que acababa de
recorrer. Este contraste me excitaba a la vez al estudio
particular de la estadística de México y a
investigar las causas que más han influído en los
progresos de la población y de la industria nacional. Una
breve estancia, el año de 1804, en Filadelfia y en
Washington, me puso en actitud de establecer comparaciones entre
el estado actual de los Estados Unidos y los de México y
el Perú. De este modo, mis materiales geográficos
aumentaron de tal manera, que fue preciso incluir sus resultados
en la Relation Historique du Voyage aux Régions
Equinoxiales du Nouveau Continent. Me lisonjeo con la esperanza
de que una obra bajo el título Essai Politique sur le
Royaume de la Nouvelle Espagne podría ser acogida con
interés, en una época en la que América,
más que nunca, llama la atención de los europeos.
Mi trabajo proporciona materiales a varios documentos oficiales
destinados a la discusión de los intereses del comercio y
de la industria manufacturera en
América…"

A continuación, en el libro primero,
capítulo III, se refiere al relieve mexicano
comparándolo que otros países de Europa:

"Todo el interior del reino de México forma una
meseta inmensa con una altitud de 2,000 a 2,500 metros.
Difícilmente podrá encontrarse un punto en el globo
donde las montañas presenten una estructura tan
extraordinaria como las de Nueva España. En Europa se
consideran como países muy altos Suiza, Saboya y el Tirol;
pero mientras las cimas de los Alpes se elevan a 3,900 y aun a
4,700 metros, las llanuras inmediatas en el cantón de
Berna no pasan de 400 a 600. Esta es la altura media de las
mesetas de Suabia, Baviera y la Nueva Silesia. En España,
las dos Castillas tienen poco más de 580 metros de altura.
En Francia, la planicie más alta, que es la de la
Auvernia, tiene 720 metros."

En el libro segundo, capítulo cuarto, Humboldt
intenta calcular la población total mexicana
basándose en distintas fuentes:

"…Es más difícil evaluar la
relación de nacimientos y muertes con la población,
que la de los nacimientos con las muertes. Si se pudiera admitir
que en la Nueva España la relación de los
nacimientos con la población es como 1 a 17, y la de los
fallecimientos con la población es como 1 a 30, se
tendrían unos 350.000 nacimientos por año, y unos
200.000 fallecimientos. El exceso de los nacimientos, en
años en que no hay hambre, ni epidemia de viruelas,
ni matlazahuatl que es la enfermedad más mortal
de los indios, sería de cerca de 150.000. Según
esto, la población de Nueva España debería
duplicarse cada diecinueve años, pues en diez aumenta el
44 por 100. En los Estados Unidos se ha visto duplicarse la
población, desde 1784, cada veintidós o
veintitrés años. El único signo verdadero de
aumento real y permanente de población es el aumento de
los medios de subsistencia, y el aumento de productos de la
agricultura es evidente en México. En un país
católico, los diezmos eclesiásticos son el
termómetro por el cual se puede formar juicio del estado
de la agricultura, y estos diezmos se doblan en menos de
veinticuatro años.

Estas consideraciones bastan para probar que admitiendo
5.800.000 habitantes al fin del año 1803, señalo un
número que, lejos de ser exagerado, es probablemente
inferior a la población existente. Ninguna calamidad
pública ha afligido al país desde 1793.
Añadiendo una décima parte por los individuos no
comprendidos en el censo, y dos décimas por el progreso de
la población en diez años, se supone un exceso de
nacimientos que es la mitad menor que el que presentan los
registros parroquiales. En este supuesto, el número de los
habitantes no se doblaría sino en un período de
treinta y seis a cuarenta años. Sin embargo, personas
instruídas se inclinan a creer que la población ha
hecho progresos mucho más rápidos. Tengo por muy
probable que en 1808 la población de México fue
superior a 6.500.000 almas."

A continuación, después de referirse a las
diferentes razas o étnias existentes en la Nueva
España, Humboldt señala los principales cultivos de
esta región:

"…El maíz se produce en la misma
región que el plátano y el manioc, (mandioca)
pero su cultivo es aún más importante y extenso.
Subiendo hacia la planicie central, se encuentran campos de
maíz hasta el valle de Toluca, a 2,800 metros de altitud.
El año que falta la cosecha de maíz, es de hambre y
miseria para los habitantes de México. No se duda ya entre
los botánicos que el maíz o trigo
turco es un verdadero trigo americano y que el nuevo
continente lo ha dado al antiguo. Cuando los españoles
descubrieron América, el Zea maíz (en
azteca, tlaolli) ya se cultivaba desde la parte meridional
de Chile hasta Pensilvania. Era tradición entre los
aztecas que los toltecas introdujeron en México, en el
siglo VII d. de C., el cultivo del maíz, el algodón
y el pimiento. La fecundidad del tlaolli o maíz
mexicano es mayor de cuanto se puede imaginar en
Europa…"

Libro cuarto, capítulo IX.

Posteriormente, nuestro insigne alemán, analiza,
en el libro quinto, el estado de las manufacturas y el comercio
mexicano:

" … Hasta 1765, el algodón y las lanas de
la intendencia de Guadalajara se habían exportado para
mantener la actividad de las fábricas de Puebla,
Querétaro y San Miguel el Grande; a partir de aquella
fecha se han establecido algunas en Guadalajara, en Lagos y en
las ciudades vecinas.

La intendencia entera, que cuenta más de 630.000
habitantes, produjo en 1802, en telas de algodón y tejidos
de lana, 1.601.200 pesos; en cueros curtidos, 418.900, y en
jabón, 268.400.

Las manufacturas indígenas de algodón
podrían ser para México de gran importancia. Las de
la intendencia de Puebla, en tiempo de paz, suministran al
comercio interior un producto anual de 1.500.000 pesos; pero este
producto no se debe a fábricas reunidas, sino a gran
número de telares de algodón dispersos en las
ciudades de Puebla, Cholula, Huejocingo y Tlaxcala.

En Querétaro se consumen anualmente, en la
fabricación de mantas y rebozos, 200.000 libras de
algodón.

En 1802 se contaban en Puebla más de 1.200
tejedores de telas de algodón y cotonados
rayados.

Las más antiguas fábricas de paño
en México son las de Texcoco. La mayor parte fueron
establecidas en 1592 por el virrey don Luis de Velasco II. Este
ramo de la industria nacional fue pasando poco a poco a manos de
los indios y de los mestizos de Querétaro y de
Puebla.

En agosto de 1803 visité las fábricas de
Querétaro. Estas se distinguen en grandes,
llamadas obrajes, y pequeñas, llamadas trapiches. Se
contaban entonces veinte obrajes y más de trescientos
trapiches. 

Hoy en día es casi nula en México la
fabricación de géneros de seda. En tiempos del
viaje del Padre José de Acosta, hacia fines del siglo XVI,
cerca de Pánuco y en la Mixteca se criaban gusanos de seda
que se habían llevado de Europa, y entonces se fabricaban
también excelentes tafetanes con la seda mexicana. Tampoco
tiene la Nueva España manufacturas de lino, ni de
cáñamo, ni de papel.

La del tabaco es un derecho de regalía, y las
fábricas más importantes son las de México y
de Querétaro. En esta última ciudad, visité
la gran fábrica de puros y cigarros, que da
ocupación a 3.000 obreros, de ellos 1.900 mujeres. Las
salas están limpias, pero mal ventiladas, y son muy
pequeñas, y, por tanto, muy calientes.

En Puebla, México y Guadalajara, la
fabricación de jabón sólido es materia de un
comercio considerable. Favorece mucho esta fabricación la
abundancia de sosa que se encuentra casi en todas partes de la
mesa central a 2.000 ó 2.500 metros de altura.

Puebla fue en otro tiempo célebre por sus
fábricas de loza y de sombreros. Hasta principios del
siglo XVIII, estos dos ramos de la industria vivificaban el
comercio entre Acapulco y el Perú. Hoy las comunicaciones
entre Puebla y Lima son casi nulas, y las fábricas de loza
han disminuído de tal manera, que de cuarenta y seis que
se encontraban todavía en 1693, no quedaban en 1802
más que dieciséis de loza y dos de
vídrio.

En Nueva España, como en la mayor parte de los
países de Europa, la fabricación de la
pólvora es un derecho de regalía; pero se vende
mucha de contrabando: la que se fabrica a expensas del rey
está en proporción de uno a cuatro con la vendida
de contrabando. La fábrica real de pólvora,
única que existe, está cerca de Santa Fe, a tres
leguas de la capital. Los edificios son muy bellos, y
están situados en un valle estrecho que suministra el agua
para el movimiento de las ruedas hidráulicas. Todas las
partes de las máquinas, principalmente las ruedas cuyos
ejes descansan en poleas de frotamiento, lo mismo que los
epicicloides de bronce que sirven para el juego de las
baterías de pilón, están dispuestas con
mucha inteligencia. Sería de desear que los cedazos
destinados a tamizar el grano fuesen igualmente movidos por agua
o caballos, en vez de los ochenta muchachos mestizos que trabajan
en esa maniobra por dos reales y medio de jornal.

La orfebrería mexicana está muy
desarrollada. Hay pocos países en donde se fabrique
anualmente mayor número de grandes piezas de
platería, vasos y ornamentos de iglesia. En las villas
más pequeñas hay plateros que ocupan en sus
talleres a oficiales blancos, mestizos e indios. La Academia de
Bellas Artes y las escuelas de dibujo de México y Jalapa
han contribuído mucho a difundir el gusto de las bellas
formas antiguas. En estos últimos tiempos se han fabricado
en México vajillas de plata de valor de 30 a 40.000 pesos,
que en elegancia y perfección del trabajo pueden competir
con todo lo que se ha hecho de este género en las partes
más civilizadas de Europa.

La Casa de Moneda de México, la más grande
y rica de todo el mundo, es un edificio de arquitectura muy
sencilla, contiguo al palacio de los virreyes. El establecimiento
apenas ofrece cosa notable en cuanto a la perfección de
las máquinas o de los procedimientos químicos; pero
es muy digno de la atención de los viajeros por el orden,
actividad y economía que reina en todas las operaciones de
la amonedación…"

Por último, en el libro sexto
señalaré algún párrafo interesante
sobre el estado de las cuentas públicas de la Nueva
España, según nos refiere Alexander von Humboldt, a
principios del S. XIX:

"…El producto de los ingresos de la Nueva
España puede evaluarse en 20.000.000 de pesos, de los
cuales 6.000.000 se envían a España, a la
tesorería general.

El aumento extraordinario que se observa en esta renta
pública desde principios del siglo XVIII prueba,
así como el de los diezmos, los progresos de la
población, la mayor actividad del comercio y el
acrecentamiento de la riqueza nacional.

Las rentas del Estado, según los registros que se
conservan en los archivos del virreinato y en el Tribunal Mayor
de Cuentas, eran en 1712 de 3.068.400 pesos, y en 1802
ascendieron a 20.200.000.

La disminución del precio del azogue, la
pragmática del comercio libre, el establecimiento de las
intendencias, la organización de la renta del tabaco y
otras varias medidas gubernativas, pueden considerarse como las
causas de este aumento de las rentas públicas.

He aquí los principales ramos en que éstas
consisten en la Nueva España:

1.Renta del producto de las minas de oro y plata:
5.500.000 pesos.

2.Real estanco del tabaco: de 4.000.000 a 4.500.000
pesos.

3.Alcabalas: cerca de 3.000.000 de pesos.

4. Producto líquido del tributo personal de los
indios: 1.300.000 pesos.

5. Derecho sobre el pulque: 800.000 pesos.

6. Derecho de almojarifazgo: 500.000 pesos.

7 . Venta de indulgencias papales, o bulas de la
Cruzada: 270.000 pesos.

8. Renta de correos: 250.000 pesos.

9. Real estanco de la pólvora: 150.000
pesos.

10. Renta de mesada y media anata, sobre los beneficios
eclesiásticos:

100.000 pesos.

11. Estanco de naipes: 120.000 pesos.

12. Papel sellado: 80.000 pesos.

13. Estanco de juegos de gallos: 45.000
pesos.

14. Estanco de la nieve: 30.000
pesos…"

Libro sexto, capítulo
XIII.

En definitiva y en apenas cinco años (1799-1804),
Humboldt realizó investigaciones centrales no sólo
para el conocimiento de América, sino también para
el desarrollo de diversas ciencias.

C) COSMOS (1845-1858).

Es la obra cumbre de Alexander von Humboldt y a la que
dedicó gran parte de su vida, nada menos que cincuenta
años, las últimas décadas de su dilatada
vida como él mismo señalara al inicio de su obra,
en el prefacio:

"Ofrezco a mis compatriotas, en el ocaso de mi vida, una
obra cuyas ideas ocuparon mi espíritu por medio siglo.
Frecuentemente las abandoné, dudando de la posibilidad de
realizar un emprendimiento así, tan temerario: siempre,
tal vez imprudentemente, terminaba por volver a ellas,
persistiendo en mi intención original. Ofrezco el
"Cosmos", que es "una descripción física del
mundo", con una timidez que me inspira la justa desconfianza en
relación a mis fuerzas. Intenté creer que las obras
esperadas más tiempo, son generalmente aquellas que el
público toma con menos indulgencia".

Al escribir el Cosmos se situó en la
perspectiva que señaló en el subtítulo de la
obra, es decir, en la de realizar un ensayo de la física
del mundo; con un concepto de mundo que a veces no sólo se
limita a la tierra, sino que también abarca la infinitud
del espacio cósmico, y tomando como referencia el
conocimiento científico que sobre la tierra y el universo
se tenía en la época.

La idea que tiene Humboldt de "física del mundo",
es la de una "ciencia que aspira a hacer conocer la acción
simultánea y el vasto encadenamiento de las fuerzas que
animan al universo". La cualidad básica de esta
ciencia es la relación de los hechos con el todo; "cuanto
más elevado es este punto de vista tanto más
reclama la exposición de nuestra ciencia un método
que le sea propio" (Cosmos, tomo I, pág. 38). De
esta manera, Humboldt ve a la física del mundo como una
ciencia independiente, con validez en sí misma y que
reclama un método particular y propio. Dicha ciencia
está compuesta por "una geografía física
reunida a la descripción de los espacios celestes y de los
cuerpos que llenan esos espacios". Esto significa que en
el Cosmos aparecen dos líneas: una
cosmológica y otra geográfica.

El científico alemán señala
claramente la parte más importante de esta ingente obra y
su contenido:

" El primer volumen de esta obra (Cosmos) comprende la
parte más importante a mi ver de toda mi empresa, un
cuadro de la naturaleza que presenta el conjunto de los
fenómenos del universo desde las nebulosas planetarias
hasta la geografía de las plantas y de los animales,
terminando por las razas de hombres…" (Cosmos, tomo I,
final del prefacio, 1852).

El concepto de cosmos que tenía Humboldt era el
de "orden en el universo y magnificencia en el orden". Esto
implicaba que su obra, si quería ser digna de tal
expresión, debía "abrazar y describir el gran Todo
y coordinar los fenómenos, penetrar en el mecanismo y
juego de las fuerzas que lo producen y pintar, en fin, con
animado estilo una imagen viviente de la realidad".

La declaración que hace Humboldt desvela la
pretensión de una obra que intenta abarcar la totalidad
del universo infinito, analizado desde un punto de vista
"físico" y bajo el prisma de un conocimiento limitado por
la imposibilidad de descubrir todas las fuerzas que obran en
él. Por otro lado, nos aclara la idea que tiene de cosmos.
Esta idea nos da a entender que el cosmos es un todo regulado por
el mecanismo de un juego de fuerzas encargadas de producir el
orden necesario en el universo.

Humboldt observa que el hombre se sentía tan
identificado con la naturaleza terrestre que cuando miraba al
espacio realizaba todas sus valoraciones en función de
ella, considerando a la tierra como el punto central del
universo. Pero este punto de vista había que rechazarlo y
así renunciar a un geocentrismo comparativo,
estéril ante la realidad del universo observado bajo la
óptica científica. De esta manera
—afirmaba—, nuestro planeta como punto de referencia
básico "no tiene importancia en la generalidad, sino
exclusivamente en relación al hombre. La tierra en tal
caso no debe aparecer primero, sino como un pormenor subordinado
al conjunto del que forma parte".

El nivel científico que en materia
astronómica había alcanzado la época
permitía junto con la observación de los planetas
la medición de sus volúmenes, el cálculo de
sus masas y la valoración de las densidades con una gran
precisión; no obstante, "sus propiedades físicas
nos son completamente desconocidas. Sólo en la tierra
merced al contacto inmediato, estamos en relación con los
elementos constitutivos de la naturaleza orgánica e
inorgánica" (Cosmos. tomo I, pág.
167). La combinación de estos dos elementos son los
que proporcionan la finalidad a la investigación de la
naturaleza terrestre en general. A partir de ellos se inician las
investigaciones geográficas del autor
del Cosmos.

Alejandro de Humboldt entendía por
geografía una parte de la ciencia que estudia la
física del mundo. Consideraba que la geografía
física, o la "descripción física del globo",
"ofrece el cuadro de lo que coexiste en el espacio, de la
acción simultánea de las fuerzas naturales y de los
fenómenos que estas producen".

Llegados a este punto me gustaría destacar
ciertas similitudes entre dos grandes científicos del S.
XIX, Humboldt y Darwin. Ambos científicos realizaron un
viaje a Sudamérica para investigar e indagar sobre
diversos campos científicos: botánica,
zoología, antropología,
arqueología…,si bien Darwin realizó dicho
viaje unos años más tarde que Humboldt en el
Beagle. Además, tanto Humboldt como Darwin tuvieron, al
menos, dos maestros en común, Lamarck, sobre la
transformación de los seres vivos, y Thomas Malthus, sobre
la inevitable lucha por la vida.

Veamos, en estas líneas, el pensamiento que tiene
Alexander von Humboldt al respecto:

"…En el reino animal, como en el reino vegetal,
formas orgánicas que habían quedado aisladas, han
sido enlazadas por eslabones intermedios, por fuerzas o tipos de
transición. La geografía de los seres se completa,
mostrándonos especies, géneros, familias enteras
propias de un continente, reflejadas en formas análogas de
animales y de plantas del continente opuesto. Estas son
equivalentes que se suplen y se reemplazan en la gran serie de
los órganos. La transición y el encadenamiento se
fundan sucesivamente sobre un minoramiento o un desarrollo
excesivo de ciertas partes, sobre la preponderancia que resulta
de una falta de equilibrio en el balance de las fuerzas, sobre
relaciones con las formas intermedias, que lejos de ser
permanentes caracterizan solo ciertas fases con un desarrollo
normal…" (Cosmos, tomo I, pág. 33.
1852).

En todo lo expuesto hasta ahora se desprende que la
geografía estudia la distribución de la naturaleza
desde el punto de vista de las interrelaciones; estudia lo
orgánico y lo inorgánico, encargándose de
analizar y describir los hechos naturales de la superficie de la
tierra, y pretende descubrir las leyes que regulan tanto a las
distribuciones como a los fenómenos.

Humboldt todavía se hallaba lejos de pensar en
términos deterministas. Era consciente de que la
influencia del medio físico había determinado en el
pasado la aparición de grandes corrientes migratorias
humanas, pero las diferencias en el desarrollo cultural y
material de la humanidad no tienen nada que ver con el contorno
físico en el que se circunscriben. Precisamente,
señalaba Humboldt, en la zona tropical, donde el globo
aporta más estímulos para el avance del
conocimiento, se desarrolló el grupo humano más
atrasado del planeta, mientras que en latitudes boreales, "a
pesar de todas las dificultades que oponían al
descubrimiento de las leyes de la naturaleza, la excesiva
complicación de los fenómenos y las perpetuas
variaciones locales en los movimientos de la atmósfera y
en la distribución de las formas orgánicas", se
reveló a un pequeño número de pueblos "un
conocimiento íntimo y racional de las fuerzas que obran en
el mundo físico" (Cosmos, tomo I, pág.
12-13). Esto significa que el desarrollo cultural de los
pueblos no obedece a las mejores condiciones objetivas del medio,
sino que va ligado a otro tipo de condiciones que Humboldt no
especifica.

En otro capítulo de su obra analiza no solamente
la fisonomía de la naturaleza y en concreto los tipos de
vegetales sino que los estudia poniéndolos en
relación con las civilizaciones más antiguas
(mesopotámica, egipcia, persa, china…) y la
importancia que tiene la naturaleza no solamente desde el punto
de vista comercial sino también
estético:

"…A pesar de la libertad permitida al desarrollo
de las partes, la fuerza originaria de la organización une
forzosamente la conformación de los animales y de las
plantas a tipos determinados que se reproducen sin
interrupción. Dota a cada una de las zonas de la tierra de
un carácter que le es propio y que se puede llamar la
fisonomía de la naturaleza. Es también uno de
los más hermosos frutos de la civilización europea,
que hoy le sea posible al hombre, en las comarcas menos
favorecidas, gustar, gracias a las colecciones de plantas
exóticas, a la magia de la pintura, al paisaje, y al poder
de la expresión pintoresca, una parte de los goces que va
a procurar el viajero, muchas veces a precio de bastantes
peligros, en la contemplación inmediata de la
naturaleza…"

Cosmos, volumen III, parte III.

Humboldt, como hombre de su tiempo, también hace
un análisis de la situación económica de
Europa señalando qué actividad es la mejor para el
desarrollo de estas naciones:

"…Los pueblos que no toman una parte activa en el
movimiento industrial, en la elección y en la
preparación de las primeras materias, en las aplicaciones
felices de la mecánica y de la química, en los
cuales no penetra esta actividad en todas las clases de la
sociedad, deben infaliblemente decaer de la prosperidad que
habían adquirido…" (Cosmos, tomo I, pág 36.
1852).

Los estudios que en materia geográfica
realizó Alexander von Humboldt han sido considerados
tradicionalmente como la primera manifestación de la
geografía moderna. Su capacidad científica le
situó en un lugar de honor dentro de la historia de la
geografía, representando una de las máximas figuras
en la esfera del estudio de las ciencias de la tierra, en
particular, y del universo, en general.

Algunos
descubrimientos científicos de Humboldt

A Alexander von Humboldt se le atribuyen gran cantidad
de investigaciones y aportes científicos entre los que
mencionaré algunos de los más
importantes:

A) La corriente de Humboldt. Es una corriente
oceánica fría que fluye en dirección norte a
lo largo de la costa occidental de Sudamérica;
también se la conoce como corriente Peruana o del
Perú. Fue descubierta en 1800 por el naturalista y
explorador alemán Alexander von Humboldt, al medir la
temperatura de la zona oriental del océano Pacífico
frente a las costas de Callao (Perú). Se forma frente a
las costas de Chile, Perú y Ecuador debido a que los
vientos reinantes que soplan paralelos a la costa arrastran el
agua caliente de la superficie. Por este motivo, la temperatura
de estas aguas es entre 5 y 10 ºC más
fría de lo que debería ser, incluso en las
proximidades del ecuador. El agua fría contiene nitratos y
fosfatos procedentes del fondo marino de los que se alimenta el
fitoplancton, el cual se reproduce rápidamente,
favoreciendo así el desarrollo del zooplancton, que se
nutre del anterior. A su vez, los peces que se alimentan de
zooplancton se multiplican con rapidez, lo que proporciona
abundantes frutos para los pescadores y las aves
marinas. Esta corriente fría es la responsable de las
abundantes brumas o hasta nieblas que se condensan en las costas
de Chile y Perú, lo cual posibilita una flora incipiente,
a pesar de la poca pluviosidad de esta zona de clima árido
y desértico.  

  Hay ocasiones en las que esta corriente no llega
a emerger y los vientos del norte llevan aguas calientes hacia el
sur. Cuando esto sucede, una corriente cálida, que se
conoce con el nombre de El Niño, reemplaza a la habitual
corriente de Humboldt. El Niño constituye una
extensión de la corriente ecuatorial y provoca un ascenso
de la temperatura de las aguas superficiales de unos
10 °C. Esto supone una disminución del plancton
que se desarrolla en la corriente más fría y, por
consiguiente, una catástrofe para la industria pesquera y
para la supervivencia de las aves marinas de la zona.

Los vientos constituyen fuerzas externas que pueden
explicar la circulación general de la superficie de los
océanos. Así, las principales causas de las
corrientes marinas son:

  • Vientos permanentes soplando sobre la superficie del
    agua (que producen fricción y arrastre de las
    moléculas superficiales del agua
    oceánica).

  • Diferencias de densidad entre masas de
    agua.

  • Influencia de la disposición de los
    continentes y los litorales. 

El modelo de flujo de las corrientes marinas se debe a
los siguientes mecanismos:

1. Vientos superficiales que por fricción mueven
el agua de la superficie oceánica.

2. La forma de las cuencas oceánicas y los
continentes que las rodean rigen las corrientes en un movimiento
circular.

3. La fuerza de Coriolis actúa desviando las
corrientes y el viento.

4. Existen diferencias de altura en la superficie del
mar.

La superficie del mar no es plana, tiene diferencias de
altura de uno a dos metros, que se reflejan en la
circulación de las corrientes superficiales. Lo anterior
está ligado a la noción de topografía
dinámica.

En efecto, el agua que se acumula en el centro de los
giros de corrientes produce elevaciones que pueden sobrepasar el
metro. Estos apilamientos afectan las primeras centenas de metros
del agua (1000 m) y reposan sobre las capas de agua más
profundas y frías. Las diferencias de altura de la
superficie del mar (topografía dinámica),
también dependen de las variaciones de la densidad del
agua, así el agua más cálida y poco salina
es más dilatada y más elevada en superficie. La
elevación del agua es más importante en el
Pacífico Norte que en el Atlántico Norte donde el
agua es más salada.

Por otra parte, si el océano fuera
homogéneo y se encontrara en reposo, el nivel del mar
estaría sometido a una fuerza de gravedad constante. La
superficie donde la fuerza de gravedad es de intensidad constante
se conoce como geoide. Esta superficie es una esfera, aplanada en
los polos. Las anomalías del geoide son abultamientos y
depresiones que constituyen la topografía
dinámica.

Así, la diferencia entre la superficie
oceánica real y un geoide es la topografía
dinámica.

La importancia de lo anterior en la circulación
oceánica es evidente, los abultamientos de agua crean
fuerzas horizontales en la dirección de la pendiente del
agua que escurre de los lugares más altos a los más
bajos. Sin embargo, como ya se señaló, el efecto de
Coriolis desvía el sentido del flujo a la izquierda en el
Hemisferio Sur y a la derecha en el Hemisferio Norte. El agua
escurre no solo a lo largo de la pendiente de la
topografía dinámica, sino que alrededor de los
abultamientos. Por ejemplo como ocurre con la corriente del Golfo
en Atlántico N; con la corriente de Kuro Shio en el
Pacífico Norte.

En un océano cerrado todo transporte de agua
hacia el Norte, es compensado por un transporte hacia el Sur. Si
no hay continente, la corriente da una vuelta a la tierra como
ocurre a 50°S con la corriente Antártica circumpolar,
con una dirección hacia el Este.

El efecto de Coriolis es muy débil en el Ecuador,
por lo tanto los vientos alisios arrastran el agua en el sentido
del viento y tienden a acumularse hacia el oeste. En el curso del
desplazamiento, el agua se calienta y dilata. Aquí el
nivel del mar es más alto, alrededor de 50 cm. Una parte
de esta agua alimenta corrientes como Kuroshio y otra parte se
devuelve en el sentido de la pendiente como una corriente de
retorno hacia el este o contracorriente.

Las corrientes del litoral chileno se incluyen en el
llamado Sistema Humboldt, agregándose
la Corriente Deriva del Oeste o Circumpolar. Ambas forman
parte del Giro del Pacifico del Sur.

Este giro, de este a oeste, comprende la Corriente
Circumpolar Antártica o Deriva del Oeste, muy fría
y rica en nutrientes, que es la única que gira alrededor
del globo sin ser interrumpida por un continente, sólo un
sector de ella impacta en las costas de Chiloé,
aproximadamente a los 43° Lat. Sur, dando origen a dos
corrientes: la del Cabo de Hornos, que se dirige hacia
el sur; y la de Humboldt o del Perú, que luego
de bañar las costas de Chile y Perú, se integra a
la gran corriente cálida Subecuatorial, que
cruza el océano para luego dirigirse hacia el sur antes de
llegar a las costas de Australia y cerrar el giro al integrarse a
la Corriente Circumpolar.

La Corriente de Humboldt a lo largo de sus 4000 km de
extensión no está constituida por un único
flujo, sino que está dividida en una rama costera y otra
oceánica, que alcanzan una profundidad aproximada de 300 y
400 m respectivamente, razón por la cual frecuentemente se
habla del Sistema de la Corriente de Humboldt.

Monografias.com

Sistema general de corrientes
superficiales del Océano Pacífico
Sur.

La corriente de Humboldt, como ya se dijo
anteriormente,  se deja sentir a partir de la isla de
Chiloé hacia el norte; es una corriente superficial,
generada por el sistema de altas presiones del Pacífico y
de los Vientos Bravos del Oeste. La corriente constituye una
extensión septentrional de aguas subantárticas de
baja salinidad (34,7%), baja temperatura (18°C) y alto
contenido de oxígeno.

Las propiedades térmicas y químicas de la
denominada Corriente de Humboldt se asocian a:

Fenómenos de surgencias.

Nieblas costeras.

Gran productividad marina.

El área de la corriente de Humboldt es una de las
más productivas del Sistema del Pacífico, debido
principalmente a la presencia de zonas de surgencias o
afloramientos que se producen por la acción del
viento principalmente, el que desplaza grandes cantidades de
aguas superficiales, creando un espacio que es llenado por el
ascenso de aquellas que se encuentran en profundidades que
fluctúan entre los 150 a 300 metros.

  Estas aguas son frías y muy ricas en
nitratos y fosfatos, sustancias básicas para el
mantenimiento de la vida, que provienen de la
descomposición de los organismos del mar y/o de los
residuos que llegan a él.  Las aguas, ricas en
nutrientes, al llagar a la superficie y por acción de la
energía solar, facilitan la proliferación de las
algas microscópicas que forman el fitoplancton, el que
sirve de alimento a pequeños peces, iniciándose
así una cadena alimentaria que continuará en el
zooplancton, que es el componente animal del plancton; los peces
y los grandes habitantes del mar. 

Por lo tanto, la importancia de estas surgencias radica
en el hecho de que al aportar aguas de mayor profundidad, la
temperatura, por lo tanto, de dichas aguas es menor, lo que le
confiere mayor posibilidad de oxígeno, que a su vez da
mayor riqueza biótica y por ende se constituyen en zonas
de pesca de gran productividad. También estas surgencias
tienen directa relación con las nieblas costeras, las
que se presentan con mayores densidades y contenido de agua en
los sectores de presencia de dichas surgencias.

El primer científico en analizar todos estos
hechos fue el alemán Alexander von Humboldt, en su viaje
por Iberiamérica a principios del siglo XIX.

B) Tormentas geomagnéticas. Desde mayo de
1806 hasta junio de 1807, el barón Alexander von Humboldt
junto con un colega, observaron una pequeña
declinación en el campo magnético de Berlín
cada media hora, desde la media noche hasta el amanecer. Usaron
un microscopio para identificar en qué dirección
apuntaba la aguja magnética. El 21 de diciembre de 1806,
se registraron fuertes perturbaciones magnéticas. Humboldt
notó que esta alteración magnética estaba
acompañada de fuertes luces aurorales. Al amanecer, las
luces aurorales habían desaparecido. Humboldt quedó
como descubridor de las tormentas
geomagnéticas.

Una tormenta geomagnética es lo que Humboldt
registró, una alteración temporal del campo
magnético de la Tierra. Al principio se pensaba que las
tormentas geomagnéticas se sucedían debido al
influjo de una cantidad mayor a lo normal de partículas
solares desprendidas durante un destello o CME (eyección
de masa coronal). Los destellos solares y CME están
relacionadas con tormentas geomagnéticas, pero no a causa
del aumento de partículas en la magnetosfera de la
Tierra .

    El término "tormenta
magnética" que señala una perturbación
magnética de alcance mundial, fue acuñado por el
mismo Alexander von Humboldt (1769-1859). Un
naturalista que ganó notoriedad explorando las selvas
venezolanas. Humboldt dedicó la mayor parte de su vida,
casi setenta años, a la promoción de la ciencia.
Produjo los cinco volúmenes de "Cosmos" (comenzando el uso
moderno de ese término), un relato enciclopédico
que cubre el espectro completo de las ciencias. Fue "Cosmos" el
que atrajo la atención del mundo hacia el descubrimiento
del ciclo de manchas solares.

    Después de viajar por Siberia,
Humboldt convenció al zar para montar una red de
observatorios magnéticos a lo ancho de las tierras rusas,
y también se montaron estaciones adicionales por todo el
Imperio Británico, desde Toronto a Tasmania. Esta red
mostró con claridad que las tormentas magnéticas
eran esencialmente idénticas por todo el mundo: un
descenso pronunciado del campo más allá de las
12-24 horas, seguido por una recuperación gradual que
duraba 1-4 días. El cambio en el campo magnético
era pequeño, en unidades modernas unos 50-300 nT
(nanotesla) de una intensidad total de 30-60,000 nT, pero su
escala a nivel mundial sugirió que había ocurrido
algo muy grande en el espacio.

C) Elaboración del mapa de isotermas. Fue
el primer científico en trazar las "
líneas isotermas" que actualmente se utilizan en
los mapas climáticos y que indican las temperaturas en
todos los lugares, en un momento dado. Así, para una misma
área, se pueden diseñar un gran número de
planos con isotermas, por ejemplo: Isotermas de
la temperatura media de largo periodo del mes de enero,
de febrero, etc., o las isotermas de las temperaturas medias
anuales.

 Este descubrimiento fue de gran
significación para su obra meteorológica elaborando
y, posteriormente, publicando el primer mapa de isotermas
realizado por Humboldt en 1817 en un intento de establecer la
relación existente entre la temperatura y la
distribución geográfica de las plantas.

Humboldt se fundó en los registros de la Sociedad
Palatina y la Sociedad Médica de París, en las
observaciones de von Buch, Beguelin, Euler, Jurin, Cotte, Kirwan,
Young y en las suyas propias, dada su condición de viajero
infatigable por las tierras del Nuevo Mundo. Humboldt puso
definitivamente de manifiesto con sus investigaciones la falsedad
de la creencia, procedente de la filosofía natural griega,
relativa a la simple determinación del clima por la
latitud introduciendo la influencia de otros factores como los
vientos, la proximidad de los océanos, la
inclinación, la naturaleza química, el color, la
evaporación, la dirección de las cadenas
montañosas,…

D) El término Jurásico.rEl nombre
"Jurakalk" fue introducido por A.von Humboldt, en 1795, quien
usó el término para hacer referencia a las rocas
carbonáticas de los Montes Jura en el sur de Alemania y en
Suiza. M Los geólogos, a finales del S.XVIII,
están en plena actividad, buscando pruebas que confirmen o
desmientan las teorías de los padres de la
geología. Entre los investigadores de esta época se
encuentra Alexander von Humboldt , naturalista alemán
protagonista de campañas geológicas en los
Alpes.

Estudió, en particular, las regiones meridionales
de Francia, Suiza y los Alpes italianos, llegando a la
conclusión de que la formación denominada
Jura-Kalkstein (literalmente «piedra caliza del
Jura») era una unidad geológica muy importante para
la historia del planeta.

Sus observaciones sobre la composición, la
estructura y el contenido fosilífero de las
estratificaciones permitieron definir el periodo Jurásico,
cuya sección-tipo puede observarse efectivamente en los
Alpes del Jura.tas Magnéticas El clima fresco y
húmedo que se daba al principio del Jurásico y que
da lugar a vastos depósitos de carbón fue cambiando
a cálido y seco en el Dogger. Este aumento de temperatura
permitió un importante auge de los arrecifes durante el
Malm, que constituye, junto con el Silúrico medio,
Carbonífero inferior y Triásico medio las grandes
épocas de formación de arrecifes. Este incremento
térmico propició la extensión de sedimentos
de colores más vivos y depósitos de yeso y
sal.

La fauna del Jurásico es una de las más
ricas y mejor conocidas del pasado geológico. Los
fósiles característicos y utilizados como
fósiles guía para la estratigrafía del
sistema son los Ammonites –sucesores de los
Goniatites–, y los Belemnites, también
cefalópodos. Son también importantes los
braquiópodos, en concreto los rinconélidos y
terebratúlidos (Rinconelas y
terebrátulas).

Los reptiles alcanzan un desarrollo extraordinario,
adaptándose a todos los medios. Así, en el mar se
dan los Plesiosaurios, Ictiosaurios y cocodrilos; en la tierra y
agua dulce algunos corpulentos vegetarianos, como el
bípedo Iguanodon, el Stegosaurus y,
finalmente, se adaptaron al vuelo, como
los Pterodactilos.

  Una de las familias más importantes en el
Hemisferio Sur es el de las Araucariaceas, representadas por los
bosques petrificados de la Fm La Matilde (J m), en la provincia
de Santa Cruz. 

Las primeras plantas con flores (angiospermas)
pertenecen a este período.

Importancia de la
obra de Humboldt

Las obras de Humboldt ejercieron una gran influencia en
la Nueva España y en toda Europa, ya que fueron traducidas
a varios idiomas en diferentes épocas. Aunque el relato de
von Humboldt no fue el primero que se hizo sobre México en
el siglo XIX, sí fue el que tuvo mayor difusión. El
sabio alemán supo dar a su viaje por América gran
publicidad: escribía a sus amigos influyentes en Estados
Unidos o en Francia. Los principales periódicos de
Alemania seguían con interés su viaje y publicaban
cualquier noticia que se tuviera de él. En los
círculos de las altas clases burguesas que tenían
interés científico, se esperaba con ansia el
resultado de los trabajos del famoso erudito.

La admiración que el auge económico
causara a Humboldt en tierras americanas, contribuyó a
afianzar la confianza de los criollos en las posibilidades
económicas de su patria. Humboldt creó una
visión ideal de México y, sobre todo,
describió un país inmensamente rico en potencia.
Actualmente, se le ha reprochado haber trazado un cuadro falso de
México, respecto a los habitantes o por haber tenido
escasa información sobre las manufacturas y sobre la
agricultura.

La obra del alemán provocó que los
empresarios capitalistas extranjeros -alemanes, ingleses y
norteamericanos- se fijaran en México para invertir sus
capitales y explotar sus riquezas. Humboldt escribió que
los yacimientos de metal se encontraban en regiones
fértiles para la agricultura, con ciudades y pueblos bien
poblados: "El vasto reino de la Nueva España
-afirmó-, bien cultivado, produciría por sí
solo todo lo que el comercio va a buscar en el resto del globo:
el azúcar, el cacao, el algodón, el café, el
trigo, el cáñamo, el lino, la seda, los aceites y
el vino." También alaba las maderas de
construcción, la abundancia de hierro, cobre,
níquel y plomo, la producción agrícola,
así como los capitales de los propietarios de minas y
empresarios.

Pero aunque habla mucho de las riquezas del país,
Humboldt no dejó de insistir en los obstáculos para
obtenerlas. Menciona la ausencia de ríos navegables y la
escasez de agua, la falta de puertos, la sequedad del clima, la
falta de canales y sistemas de riego, la falta de transportes
para las mercancías, la deficiencia de la
administración española de su colonia, y la miseria
y marginación de la población indígena.

La obra de Humboldt abrió, desde la perspectiva
de la investigación de la naturaleza, un amplio campo para
la comprensión de América Latina y
contribuyó a reforzar la identidad del subcontinente al
contribuir, de forma apreciable, al desarrollo de la
Cartografía moderna levantando mapas físicos de
algunas de las regiones visitadas de América. En el mapa
del Casiquare, por ejemplo, incluye las formaciones vegetales,
las fechas de su itinerario y los puntos en donde hizo
observaciones astronómicas. Fue el primero en trazar las
"líneas isotermas" que actualmente se utilizan en los
mapas climáticos y que indican las temperaturas en todos
los lugares, en un momento dado. 

Por último, se atribuye a Humboldt la
invención de nuevas expresiones, como isodinámicas,
isotermas, isoclinas, Jurásico y tempestad
magnética. Desarrolló las bases de la
geografía física, la geofísica y la
sismología y demostró que no puede haber
conocimiento científico sin experimentación
verificable.

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Autor:

Benedicto Cuervo
Álvarez.

 

Partes: 1, 2
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