- En busca del
equilibrio - Adoptando el
b-learning - Contextualización
de las prácticas - Orientaciones y
factores - Canales de
interacción virtual - Hacia un nuevo
paradigma - Beneficios
pedagógicos "combinados" - Reflexiones
finales - Bibliografía
ampliatoria - Notes
ABSTRACT
Teniendo en cuenta que las nuevas
tecnologías brindan posibilidades de innovación en los procesos del
aula, Mentoring se presenta como una experiencia de b-learning en
el nivel superior mediante un diseño
pedagógico que combina la formación presencial con
las virtualidades de un diseño de medida. En su
dimensión pedagógica contempla la integración de recursos
tecnológicos en busca de resultados formativos aplicables
a necesidades de aprendizaje
individualizadas.
Palabras clave:
· aprendizaje
· argentina
· desarrollo
· interactividad
· virtual
Movidas por un interés
personal en la
integración de las Nuevas Tecnologías al
ámbito académico diseñamos la propuesta
pedagógica Mentoring (1) que generó grandes
expectativas. Los nuevos recursos pusieron en nuestras manos
posibilidades de trabajo
atractivas que provocaron un proceso
innovador en el aula. Desde entonces se crearon distintos
itinerarios en busca de un enfoque metodológico que
aprovechara las posibilidades de trabajo que ofrecen las nuevas
tecnologías. Para ello, se diseñaron estrategias
facilitadoras de aprendizaje combinando varias dimensiones. La
dimensión tecnológica, que permitió la
apropiación de los nuevos medios. La
dimensión educativa, que condujo a la integración
"virtual" de los contenidos del currículum y la enseñanza en el aula. La dimensión
institucional, que implicó el procesamiento social de esta
propuesta de innovación en el contexto
universitario.
A pesar de las limitaciones iniciales, los objetivos
planteados prefiguraron el desarrollo de
capacidades que aplicaran, individualmente y en grupo,
metodologías de trabajo intelectual, prácticas
colaborativas e interdisciplinarias y conocimientos actualizados
sobre las posibilidades didáctico-pedagógicas de
las nuevas tecnologías, estimulando la apropiación
de conocimientos y la creatividad y
permitiendo la realización de trabajos en
cátedra.
Enfrentamos el desafío de capacitarnos para
desarrollar estrategias que nos permitieran responder a
necesidades formativas en función de
procesos de aprendizaje individualizados.
Transcurridas las primeras etapas del proyecto, pudimos
comprobar que su aplicabilidad dependía de un
diseño pedagógico que integrara los recursos
tecnológicos gestionando resultados formativos aplicables
a las necesidades de nuestros alumnos. En este punto, nos
preguntamos si el b-learning (2) era el modelo que
enmarcaría la propuesta de Mentoring.
Como han reclamado (Coaten, 2003; Marsh, 2003; Brennan,
2004, otros) pedagógicamente hablando, una estrategia de
b-learning combina enseñanza presencial y trabajo
autónomo del alumno fuera del aula. Significa que se deben
contemplar las ayudas didáctico-pedagógicas, los
objetivos de aprendizaje y las peculiaridades de los alumnos con
los que se realiza la mezcla o el "blend". Por tanto, como
señala con acierto J. Martínez Aldanondo el
concepto
blended, como combinación de lo presencial con lo
virtual, no significa nada por sí mismo. Ya que la
tecnología
es un medio capaz de facilitar procesos y modelos de
instrucción, interviniendo indirectamente en los procesos
educativos. (Clark, 1983)
Lingüísticamente hablando, blended
puede traducirse como mezcla, pero puede significar
también armonizar o concertar. Así,
en esta descripción se condensan conceptos que
creímos importante incorporar como sustento teórico
de nuestro proyecto pedagógico. Con todo, numerosos
docentes y
estudiosos de las tecnologías
educativas coinciden en señalar que a pesar de los
innegables aportes de los sistemas de
teleformación, los mejores resultados, desde la
perspectiva de la eficacia
formativa, se obtienen con sistemas mixtos o de b-learning
que incluyen sesiones presenciales. (Márques P.,
2000)
Desde este marco se abre paso el concepto de
"enseñanza combinada o mixta" (3), en la que las
instituciones
educativas se diversifican incorporando la tecnología,
empleando métodos y
técnicas que flexibilizan los contenidos y
eliminan las barreras espacio-temporales.
CONTEXTUALIZACIÓN DE
LAS PRÁCTICAS
Antes de proceder al diseño, debimos analizar el
contexto de aplicación, las necesidades formativas y
particulares de nuestros alumnos, los recursos
humanos y técnicos de los que disponíamos, las
condiciones de la formación y las características
de los contenidos que pondríamos a disposición de
nuestros alumnos.
Según este diagnóstico inicial, se desarrollaron
estrategias orientadas a que el estudiante de la Universidad
Nacional de La Matanza (4) (Buenos Aires,
Argentina) acceda a un conjunto de interacciones y resuelva
problemas de
niveles de competencia
lingüísticas. Como han reclamado los cognitivistas,
la atribución de significados (a las tareas del espacio
virtual) dependerá de la riqueza y complejidad de las
relaciones que se establecezcan con los conocimientos previos (o
aprendizajes del aula). (Novak, 1982) Implica priorizar los
procesos de
pensamiento del alumno y la adquisición de habilidades
meta-cognitivas, elementos mediadores no solamente, empero, entre
la enseñaza tradicional y el auto- aprendizaje, sino
incluso en el aprendizaje
mixto o blended.
Figura Nº 1.
Pantalla de acceso al soporte virtual.
Los investigadores (Marton, 1981, 1983; Entwistle y
Ramsden, 1983; Entwistle, 1987) coinciden en señalar la
importancia de la intencionalidad con que los alumnos se
enfrentan a las tareas, indicando que en el proceso intervienen
factores tales como los intercambios comunicativos, las
representaciones y las expectativas, entre otros. Todo ello debe
hacer reflexionar sobre la necesidad de incorporar situaciones
esencialmente interactivas en las que intervienen los alumnos, el
docente, los contenidos y las tareas de enseñanza,
alrededor de los cuales se establece precisamente la interacción. Promover el desarrollo del
pensamiento
superior implica crear actividades que desafíen al
estudiante brindándole oportunidades de construir sus
propios itinerarios en el marco de una comunidad de
aprendizaje. (Bonk & Reynolds, 1997)
Esta realización se benefició de un
contexto "mixto" determinado, por conocimientos compartidos o
significados comunes dentro del aula (Edwards, 1987), y por la
intervención pedagógica en el espacio virtual
concediendo un nuevo significado a los agentes y a las
prácticas. De este modo, Mentoring se concibe como un
proyecto incluyente. Por un lado, porque su desarrollo implica
aprendizaje y, por el otro, porque capacita a los sujetos en la
teorización inclusiva respecto de su proceso mismo de
aprendizaje.
Según se ha probado, el devenir del concepto de
b-learning evoluciona hacia la búsqueda del
equilibrio
más adecuado entre lo presencial y lo virtual. En una
mirada retrospectiva nos preguntamos si ese equilibrio no
dependerá de los objetivos que nos hemos planteado y de
las circunstancias particulares de nuestra propuesta
pedagógica.
Uno de los principios que
traza el proyecto es la búsqueda permanente del
enriquecimiento académico de todos sus agentes.
Así, Mentoring, se plantea la orientación de los
estudiantes en su relación con la asignatura y se propone
responder a las demandas individuales flexibilizando los
contenidos que resultan accesibles de manera
asincrónica.
Los objetivos se apoyan técnicamente en una
plataforma de creación propia que nos ha facilitado la
adaptación de recursos y contenidos que se aprovechan al
ritmo y disposición de cada estudiante. Maximizar el
rendimiento individual implicó considerar dos factores
claves. El primero tiene que ver con la
meta-cognición, sabíamos que para que el alumno
aprenda a aprender, se debía promover la
adquisición de estrategias de descubrimiento, de planificación y de regulación de la
propia acción.
El Segundo factor hace a las necesidades específicas de
los alumnos en función de los objetivos de nuestra
asignatura, y el desarrollo de las cuatro macro-habilidades
lingüísticas (reading- writing- listening-
speaking) Una propuesta variada en niveles de complejidad de
ejercicios de auto-corrección, la adaptación de los
materiales
didácticos y recursos de la Web y la
constante mentorización del proceso, resultaron ser los
pilares que aseguraron la perseverancia y continuidad del
proyecto. Hay que notar que los sujetos persistieron en el uso
del soporte virtual revelando habilidades tecnológicas,
comunicativas y pedagógicas.
CANALES DE INTERACCIÓN
VIRTUAL
Entramos en la era en que la Web se está
convirtiendo en un medio facilitador de contenidos con
significado semántico. (Berners-Lee, 1999) Esta
situación llevada al plano educativo prefigura distintos
agentes que entrelazan variadas interacciones del tipo
Alumno-Alumno, Alumno-Contenido, Alumno-Mentor.
(5)
Así Mentoring da la libertad a los
usuarios de utilizar sus habilidades con relación a los
contenidos y de ensayar nuevas maneras de acceso a los mismos al
tiempo que
brinda un entorno de confianza que facilita el auto-aprendizaje.
En definitiva añade un valor al
aprendizaje que se descubre, experimenta y comparte entre todos
los agentes del acto formativo, alumnos, docentes, mentores y
contenidos, a cada uno lo suyo.
Los agentes alumnos consultan el plan de clase,
realizan búsquedas inteligentes, trabajan individualmente
y en grupo, acceden a modelos de exámenes, reciben
notificaciones sobre plazos o fechas importantes, solicitan ayuda
a sus mentores, colaboran y socializan con otros estudiantes. Los
agentes mentores organizan las acciones,
publican las ayudas pedagógicas, los eventos y las
noticias,
responden a las consultas individuales y contribuyen a ordenar en
forma sistemática los distintos materiales de
trabajo.
Los agentes docentes constituyen un factor
crítico para el aprovechamiento de los recursos del
entorno virtual. Desde el aula, sugieren la realización de
actividades, la utilización de contenidos y herramientas
proporcionando feedback cuando resulta necesario. En todos los
casos, la utilización de los diversos canales que
Mentoring propone (FORO, CHAT, MAIL)
flexibiliza el entorno de enseñanza (aula-laboratorio-hogar) enriqueciendo a los agentes que
tienen distintas motivaciones, necesidades y
expectativas.
Así, los contenidos se actualizan, readaptan,
reciclan y cobran relevancia según sean reconocidos y
utilizados por los distintos agentes.
Los canales que lo conforman se presentan bajo el
siguiente esquema:
AULA VIRTUAL
- Cátedra objetivos, contenidos, metodología y evaluación de la asignatura.
- Clases Dictadas reporte
teórico-práctico de las actividades
semanales. - Clases de Nivelación sugeridas para
alumnos en desventaja. - Actividades Complementarias desarrollo de
macro-habilidades lingüísticas. - Prácticas Multimedia
descarga para prácticas audio-orales.
INTERACTIVIDAD
- Correo Electrónico para la
comunicación asincrónica. - Foro de debates sobre contenidos
temáticos de la asignatura. - Chat intercambios grupales en tiempo
real. - Eventos publica anuncios sobre actividades
dentro y fuera del espacio virtual. - Noticias de cátedra (fechas,
disponibilidad de recursos, comentarios).
RECURSOS WEB
- Bibliotecas: fondos bibliográficos,
consulta de los libros y
reserva. - Diccionarios: bilingües y
monolingües en línea - Cursos: enlaces a cursos de inglés gratuitos.
- Enlaces: recursos educativos
seleccionados. - Artículos: amplían los
contenidos temáticos de la asignatura. - Periódicos: prensa diaria,
revistas, TV, cine.
Como ya hemos anticipado en estas mismas páginas
Mentoring es una experiencia de b-learning que combina la
formación presencial en el aula con las potencialidades de
la Web: interacción, rapidez, flexibilidad, economía, acceso,
entre otros. Esta mezcla de canales de comunicación, información y aprendizaje enriquece la
formación permitiendo una participación activa de
los distintos agentes involucrados.
Un modelo que se hizo realizable con apoyo de
tecnología. Al plantearnos este diseño de
b-learning y en palabras de Javier Martínez
Aldanondo fue preciso considerar qué parte de la
asignatura debe ser presencial y qué parte virtual,
qué parte puede ser de autoaprendizaje y qué parte
mediada, qué parte sincrónica y qué parte
asincrónica, qué papel debe jugar el docente en el
aula y cual el mentor, dónde situamos actividades
individuales y actividades en grupo, cómo incluimos foros
de discusión que recopilen pero también generen
conocimiento,
cómo organizamos ese conocimiento, cómo
diseñamos las comunidades de aprendizaje o de
práctica, qué tecnologías y recursos podemos
emplear (audio, video),
cómo se realiza el acceso y la distribución de los contenidos, si podemos
o no emplear otras herramientas tecnológicas, cómo
logramos la personalización del sistema a la
medida de las necesidades de cada usuario.
La selección
de los recursos más adecuados y la determinación de
sus funcionalidades y posibilidades es la clave del modelo.
Hablamos de que se "mezclan" instancias presenciales
(áulicas) y no presenciales (virtuales), para mejorar
situaciones de aprendizaje en función de los objetivos
educativos. (Marsh, 2003) Es importante notar que no hacemos
referencia a estrategias utilizadas todas al mismo tiempo sino en
diferentes momentos del proceso.
De modo que los ingredientes que conforman el
"blend" en Mentoring podrían resumirse de la
siguiente manera:
Una apuesta de este tipo ha requerido de un proyecto
global e interdisciplinario, que abarcara a investigadores,
docentes, técnicos, alumnos y a la propia
institución. En él ha sido necesario y lo
seguirá siendo formar a los sujetos que intervienen y
fomentar la innovación educativa en el nivel superior y
el trabajo
colaborativo, promoviendo un cambio en las
estructuras y
las concepciones pedagógicas, así como la
adaptación y evolución hacia esta forma de aprender. En
definitiva, nos estamos refiriendo a un nuevo paradigma que
dosifica y utiliza recursos humanos, técnicos y
materiales, infraestructuras físicas y virtuales, canales
humanos y tecnológicos resultando en un modelo de
aprendizaje operativa y dinámica.
BENEFICIOS PEDAGÓGICOS
"COMBINADOS"
La búsqueda del equilibrio,no implica utilizar la
tecnología sólo por estar al día. Se trata
de ofrecer oportunidades (áulicas y virtuales) para que el
estudiante acceda a los contenidos educativos sin limitaciones de
tiempo o espacio. El b- learning nos ofrece exactamente
eso. La modalidad presencial abre paso a opciones virtuales que
realzan la experiencia de aprendizaje enfatizando procesos
individualizados.
Desde esta perspectiva, podemos decir que las
principales ventajas de Mentoring residen en las acciones
formativas a medida, en el diseño de pedagógico que
combina la formación presencial con los servicios
adicionales derivados de la utilización de las
herramientas telemáticas. En este sentido, la
formación mixta combina lo mejor de las dos
metodologías (presencial y virtual) permitiendo sacar el
máximo provecho de ambas siempre y cuando el enfoque
pedagógico sea el óptimo. La experiencia nos indica
que estrategia didáctica correcta consiste en su
utilización como complemento a la formación
presencial, así, en el aula se determinan las necesidades
y se programan las actividades que se ofrecen on-line. Estas
variables
aseguran la continuidad enfatizando la labor del mentor en el
espacio virtual, y en la vivencia del grupo-clase con el docente
en el aula. De modo que la idoneidad con la que se utilicen los
sistemas y las necesidades de los que aprenden son factores
determinantes de la calidad del
soporte virtual.
El desarrollo e implementación de Mentoring,
así como su permanente actualización y
adaptación durante los últimos tres años,
demostró que la innovación consiste en llevar a
cabo pequeñas acciones cotidianas que hacen posibles los
cambios dentro y fuera del aula, de manera que beneficien el
proceso de aprendizaje de nuestros alumnos.
Las teorías
psicopedagógicas más actuales subrayan que el
concepto de aprendizaje que realmente perdura en el tiempo es
aquel que se define como experiencial, cooperativo, activo,
autoregulado y participativo. Muy lejos del aprendizaje
memorístico y basado en la adquisición de
conocimientos surge un cambio paradigmático centrado en el
aprendizaje y en el alumnado que aprende, desaprende y
emprende.
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· [1]
– Los orígenes del Mentoring se hallan en la mitología
griega. Odiseo le encarga al sabio griego Mentor que durante
su ausencia, cuide a su hijo Telémaco y se ocupe de su
educación. De ahí que el término "Mentor"
comience a aplicarse a toda aquella persona instruida
que se ocupa, como maestro responsable y consejero, de un joven
con menos experiencia para que desarrolle competencias
específicas. (Heller, M. P., & Sindelar, N. W.
,1991).
· [2]
– Este método fue
utilizado por primera vez en 1987, por el Dr. SMA Shahrestani y
posteriormente adoptado por la UNESCO. (Bielawski – Metcalf,
2001)
· [3]
– El concepto de b-learning ha recibido varias denominaciones:
entre ellas se destaca el término "híbrido"
("Hybrid model") citado por Marsh (2003);
"Educación flexible" acuñado por Salinas (1999);
"Enseñanza semipresencial" (Bartolome, 2001; Leão y
Bartolome, 2003); y "formación mixta" Pascual
(2003).
· [4]
– El espacio virtual se aloja en la misma Web de la
Universidad: http://mentoring.unlm.edu.ar/
· [5]
– La figura del mentor aparece en el proyecto como el elemento
nodal que gestiona las acciones atendiendo a los componentes del
proceso y los fines educacionales propuestos.
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Bettina Gabriela Makara, Graciela
Malevini