Globalización y el nuevo orden internacional: las sociedadades de la información
- Las conceptualizaciones
sobre la globalización - Globalización en
América Latina - Sociedades más
comunicadas e interrelacionadas en la era de la
internet - ¿Falsas promesas o
retos escatológicos? - Notas
INTRODUCCIÓN / RESUMEN
En este pequeño ensayo
realizaremos una síntesis
apretada de las connotaciones y efectos de la globalización económica, las
derivaciones que aparecen por una utopía informática que iguala al mundo en las
posibilidades de comunicaciones
y posteriormente nos abocamos a los obstáculos que se
registran en las sociedades para llegar a esta
denominación generalizable de sociedades de la información. Finalizamos con las
consecuencias que derivan de las preparaciones para la Cumbre de
la Sociedad de la
Información en Ginebra del 2003 de manera general para
América
Latina, (sin ahondar en ningún país en
particular) haciendo la salvedad que cada país de esta
región posee especificidades que los diferencia a uno de
otro en lo referente a su situación de desarrollo de
las TIC.
En los trabajos existentes sobre la aplicación y
usos de las tecnologías de información y comunicación suele no realizarse la
relación entre efectos de la
globalización y la entrada a las sociedades de la
información y/o del conocimiento,
sino que se la presenta como una relación biunívoca
y como un hecho dado. Los efectos de la globalización y la mala distribución de las tecnologías de
información y comunicación en usos sociales parece
ser un efecto más de los ajustes en el mundo como
consecuencia de la aplicación de políticas
económicas derivando en polarizaciones tales como las
situaciones entre inforicos e infopobres. En estas explicaciones
suelen ser olvidados los problemas que
históricamente han acarreado las divisiones del mundo,
entre los ricos del Norte y los pobres del Sur por los efectos
anteriores a la mundialización y/o globalización.
Los países del Norte ricos y con accesos sin límites a
las sociedades de la información y los del Sur con
limitaciones y condenados de por vida a los inaccesos a estas
tecnologías como a otras son producto de
las malas políticas aplicadas como a las injerencias de
los organismos que hoy en día las impulsan, el Banco Mundial,
el Banco
Interamericano de Desarrollo, etc. Los inaccesos en los
países del Tercer y Cuarto Mundo por efecto de las
defectuosas distribuciones en los ingresos resultan
una consecuencia obvia en las inequidades de la
distribución de las tecnologías en operaciones de
redes. Inaccesos
que recuerdan a otras diferencias entre países y que no
son específicas por el énfasis puesto en la
construcción de las denominadas Sociedades
de la Información.
Resulta necesario establecer estudios particulares sobre
la distribución de los accesos de las tecnologías
de información y comunicación según las
identidades y políticas que se dan cada uno de los
países, que varían justamente según los
posicionamientos políticos con respecto al libre comercio; a
las políticas de alfabetización informática,
a la existencia de redes educativas y la disponibilidad de los
gobiernos por la distribución equitativa de sus PBI
internos, así como a la existencia o no de proyectos
políticos nacionales. Entre los numerosos temas por los
que pasa hoy día las competencias a la
entrada en las Sociedades de la Información se encuentra
"el trabajo",
tema complejo que incluye la modernización con la Internet en las organizaciones
privadas y las públicas.
En este pequeño ensayo realizaremos una
síntesis apretada de las connotaciones y efectos de la
globalización económica, las derivaciones que
aparecen por una utopía informática que iguala al
mundo en las posibilidades de comunicaciones y posteriormente nos
abocamos a los obstáculos que se registran en las
sociedades para llegar a esta denominación generalizable
de sociedades de la información. Finalizamos con
las consecuencias que derivan de las preparaciones para la Cumbre
de la Sociedad de la Información en Ginebra del 2003 de
manera general para América
Latina, (sin ahondar en ningún país en particular)
haciendo la salvedad que cada país de esta región
posee especificidades que los diferencia a uno de otro en lo
referente a su situación de desarrollo de las
TIC.
Las conceptualizaciones sobre
la globalización
La globalización ha sido construida como
un concepto que
refiere a la discusión sobre la
organización económica entre países,
pero además a la organización política, social y
cultural. Durante el último cuarto de siglo XX se
expandió como un hecho natural al que se adaptaron
gobiernos, sistemas
económicos y políticos. Textos, disertantes,
medios de
comunicación difundieron un pensamiento
social y cultural sobre la globalización que afecta a las
comunicaciones en las relaciones
interpersonales como a las informaciones, a las difusiones, y
especialmente a las culturas en las comunicaciones masivas
y a las mediadas por ordenadores.
El término apunta a la idea que las "sociedades
cohesionadas y aisladas con economías domésticas ya
no se sostienen y que es necesario impulsar y sostener
economías y sociedades globales". Las consecuencias de
este pensamiento que se ha tornado unívoco y monista son
múltiples. Una de ellas ha sido la traslación
lineal a partir de la década de los 70, pero de forma
acentuada en los años 90, la transformación
cualitativa del capitalismo
que opera y operó de manera semejante en todos los
países. Otra derivación es el énfasis puesto
en una relación de interdependencia con un nuevo
capitalismo mas allá de los estados nacionales.
Desde la perspectiva del análisis social las concepciones
globalizacionistas se sustentan en un desarrollo ad
infinitum de las burguesías, que éstas se
tornaron intercontinentales, y el capitalismo es visualizado como
un sistema
económico que posee mecanismos in eternum que van
mas allá de las personas, o de los sujetos
sociales.
Aquello que se define como globalización
puede caracterizarse por las siguientes características
generales:
El creciente significado y dominio de la
estructura
financiera, que lleva a la categorización de las finanzas como
forma superestructural de análisis de los
fenómenos.
La importancia atribuida a la estructura del saber, del
conocimiento, como un factor de producción.
La velocidad y el
cambio de la
noción de tiempo y
espacio por el uso de las tecnologías de
información y comunicación, y su
transnacionalización, con el énfasis puesto en el
factor conocimiento, a la vez que una dependencia de las
innovaciones tecnológicas pero con monopolios en su
difusión y reproducción, especialmente de los Estados
Unidos.
Un ascenso del papel de las corporaciones
transnacionales en conjunto con bancos
transnacionales que poseen cada vez mayor injerencia en
gobiernos, políticas y perspectivas de
sociedades.
Conjuntamente al deterioro y desbarranque del Estado–Nación
se produjo la des regulación de las economías, por
lo que el poder
político se ve cada vez mas atado a decisiones
globales.
Una creciente intervención y papel destacado de
organismos internacionales que van de las Naciones Unidas
como organismo de contralor global, a organismos dependientes de
los Estados Unidos, como son el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y el continuo crecimiento y
papel de organizaciones multilaterales.
La desvalorización del trabajo en los
estados como consecuencia de diferentes formas de la
circulación del capital y la
adopción
de los métodos
flexibles en la organización del trabajo, por lo que se da
una creciente desvalorización de lo que antes se
denominó el movimiento
obrero y la sustitución por masas de trabajadores
desocupados/as; un aumento de las migraciones internacionales y
la transformación de las culturas que adoptan formas
homogéneas en función de
la globalización comunicacional y la ostigación por
el consumo.
La globalización se presentó en los
inicios del siglo XXI como una teoría
sustentada en la libertad del
capital, en la concepción de una sociedad de clases sin
clases, en que el trabajo y trabajadores/as asisten perplejos a
los dictados económicos del capital al que deberán
aceptar sin protestas. Al mismo tiempo se presenta una conciencia
represora hacia la opinión
pública internacional, por lo que se constituyó
una visión y una opinión la "sociedad del sin
trabajo". Ello significa que se dirime una conciencia colectiva
del fracaso tanto en sujetos sociales, como en sociedades acerca
del desempleo
estructural, de la falta de disponibilidad y flexibilidad a que
se ven sometidos/as millones de desempleados/as.
Polarizándose al igual que los países las estructuras
sociales de éstos, en las que se imbrican órdenes
económicos, políticos y militares, produciendo
elites de poder, que se asimilan a dictados cada vez más
totalitarios en las políticas de sus estados.
Este panorama se presenta como crítico en los
países del Tercer y Cuarto Mundo, que en vez de propender
al desarrollo han aumentado la miseria en las poblaciones. Tanto
en los años 80 pero especialmente en los 90 ha existido
una explosión del aumento del narcotráfico internacional que está
coligado al aumento de la prostitución, el tráfico de mujeres
y de niños/as; de formas de esclavitud; la
existencia de un mercado de
órganos humanos e infantes, un panorama que se
retrotrae a las épocas de la explotación primitiva.
Al que se agrega, especialmente el cambio de la geopolítica y geoestratégica
mundial, con énfasis en el 11 de septiembre del 2001, pero
no solo a causa de éste, y con la amenaza de las doctrinas
de la seguridad por
combate al terrorismo que
conlleva nuevamente las formas de invasión y dominio
postcolonial, en amplios territorios del planeta (1).
A fines de la década de los noventa comenzaron
las protestas por tanta ignominia con la aparición del
movimiento de "resistencia
global a la aplicación de las teorías
de la globalización". En Seattle primero, Barcelona,
Génova, Florencia posteriormente y en América
Latina esencialmente en Porto Alegre, Brasil, que se
constituyó en la alternativa política,
económica, social de la contracultura de la
globalización, sin olvidar los cambios de Argentina en
diciembre del 2001. Contracultura que se basa
paradójicamente en el soporte de redes efectuadas mediante
la Internet sin cuya existencia no hubiese existido.
La globalización es un proceso en
construcción y conformación social, es decir que
afecta a los cambios de las estructuras societales, en cambio
la globalidad es la forma que van adquiriendo las
sociedades. Ambos momentos están interrelacionados y
constituyen una dialéctica que permite explicar el proceso
globalidad/globalización como el conjunto de profundas
transformaciones estructurales en la producción material,
la estructura
social, el sistema de dominación y el mundo
sociocultural del modo de producción capitalista. Sin
embargo podemos decir que trastocó los modos de
producción socialista también.
De esta forma puede comprenderse que las reacciones a la
globalización son procesos
globales, que no es exactamente la palabra lo que está en
cuestionamiento sino los efectos de un tipo de sustento con
respecto al capital, basado esencialmente en el financiero y las
consecuencias en la vida de las personas por las miserabilidades
reinantes por todos lados. En el que el desarrollo de las
nuevas
tecnologías han dado primacía a las
concepciones de estrategias
militares, como forma de dominio que abarcan una geografía global. En
apariencia y especialmente después del año 2000 en
que se produjo la caída de las inversiones
tecnológicas en los ámbitos bursátiles,
asistimos ya a mediados del 2003 a un ajuste de la
aplicación de las tecnologías de información
y comunicación no sólo en las redes
económicas y sus concatenaciones de
privatización de todos los sectores denominados
sociales, sino en un constante espionaje, direccionalidad y
disciplinamientos mundiales.
Suelen plantearse paradojas entre una
globalización rica y otra pobre, coincidiendo esta
dicotomía con los paradigmas de
vida ejecutados por los países ricos, a los que debieran
asimilarse los pobres. Una antigua polarización que
proviene de las épocas de la consolidación de la
revolución
industrial, el desarrollo de los estados, la
aplicación de políticas económicas y
especialmente los modos en que se manifestó el gran
capital para producir durante todo el siglo XX una
consolidación económica, política, militar y
tecnológica. La situación de los países no
desarrollados estuvo y está en puntos de partida
diferenciados no asimilables a las ortodoxias de la
globalización, como tampoco lo estuvo con respecto al
progreso y a la industrialización.
Las reacciones anti-globalización han captado las
diferencias o las barreras y/o los muros de la tan divulgada y
abierta globalización:
El muro del proteccionismo, consistente en la
liberalización del comercio, que
permite a la ciudadela rica competir por los dólares
anuales subsidiados, solamente para competir y crecer entre
ellos. El famoso ALCA
(Asociación para el Libre Comercio) para la América
Latina.
El muro a los flujos
migratorios que derivó en xenofobias a lo ancho del
mundo, en búsquedas de mejores condiciones de vida de
personas que no pueden realizarse y/o autorealizarse en sus
lugares de origen y que deriva cada vez más en
políticas organizadas por el control a las
inmigraciones.
Los muros de las finanzas, que engendraron formas
mafiosas de reinsertar capitales, evadir normativas en
países, incentivar los capitales privados y desestructurar
los capitales públicos, con la consolidación de las
calificadoras de riesgo y la
reproducción de los negocios
especulativos.
El muro de la impunidad,
hacia la violencia, el
hambre, las muertes, la generación de guerras y la
permanente impasividad con respecto al abandono mundial de
niños/niñas sin alimentación,
educación,
salud y
posibilidades de vida.
La generación de guerras, que no comenzaron con
los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, sino que son
una continuidad de las políticas neocoloniales,
exacerbadas hoy día por la necesidad de explotación
de recursos
estratégicos.
La globalización devino en el fortalecimiento del
país más rico sobre la tierra, los
Estados Unidos de Norteamérica. La base de ese
poderío es el dólar y el Pentágono. La
fuerza del
Pentágono deviene del dólar que a su vez lo
sustenta. Estados Unidos que posee la economía más
grande del mundo que ha demostrado su poder económico y
militar durante los años 90, cuando el padre del actual
presidente estadounidense al bombardear Irak en 1991
denominó El Nuevo Orden Mundial, y que otros
pensadores denominaron la Tercera Guerra Mundial o
Guerra en el
Tercer Mundo (2). Sobre el tema una de los
más eficientes análisis es la hipótesis de Andre Gunder Frank que se basa
en lo siguiente:
La prosperidad y el bienestar del pueblo norteamericano
se basan principalmente en una situación internacional,
así como ocurrió con Gran Bretaña en el
siglo XIX. Esta prosperidad lejos de poseer un carácter excepcional se apoya en los
pilares del dólar como divisa mundial que ese país
imprime a voluntad y el Pentágono con sus inigualadas
posibilidades militares. El tercer pilar es la
ideología alimentada por las vías
gubernamentales, educacionales y mediáticas. Cada uno
sustenta al otro: los dólares mantienen al
Pentágono, sus bases en más de ochenta
países y el despliegue de sus contingentes militares. El
gasto militar es la causa principal de los déficit
norteamericano, el presupuesto y en
el balance comercial, y a la inversa la fuerza del
Pentágono contribuye a sustentar la confianza global del
dólar. Sin embargo cualesquier declinación del
dólar compromete la capacidad de Estados Unidos para
mantener y desplegar su aparato militar. Un desastre militar
debilitaría la confianza en el dólar y con ello su
valor.
La depresión
mundial ya se ha instalado, los Estados Unidos son por ahora los
menos afectados seguidos por Canadá y Europa
occidental. Ello es así debido a la situación
privilegiada de la economía norteamericana que ha
utilizado en su propio beneficio los infortunios del resto del
mundo, gracias al privilegio de imprimir la divisa mundial con la
que puede comprar la producción internacional a precios
deprimidos y luego recibir los mismos dólares desde el
extranjero, invertidos en valores de
Wall Street y del Tesoro estadounidense. Desde mediados de los
años 80 vienen cayendo los precios internacionales y los
artículos de consumo y en los últimos años
los industriales. En numerosos países de alta
inflación en términos de monedas nacionales
(países latinoamericanos y de Europa Oriental por ejemplo)
y su devaluación respecto de la divisa mundial,
el dólar, constituyó una deflación
abaratando sus exportaciones
medidas en la moneda estadounidense. De esta forma se
beneficiaron los consumidores, proveedores e
inversores de Estados Unidos, los utilizadores de dólares,
que para los norteamericanos no posee ningún costo. El bien
norteamericano coincidió con dicha expansión,
especialmente en el período Clinton (1992-2000). A la vez
en otros países durante los años 90 la
producción cayó más de la mitad en Rusia y Europa
Oriental; disminuyeron las expectativas de vida; aumentó
la mortalidad infantil; la ebriedad; el crimen y el suicidio. En
otros países como Argentina, significó la total
destrucción económica.
La prosperidad norteamericana está basada en la
deuda interna de sus empresas y los
consumidores (tarjetas de
crédito, hipotecas, etc.) Los Estados
Unidos de Norteamérica se hallan sobreendeudados con
poseedores extranjeros de títulos del Tesoro, valores de
Wall Street y otros haberes (3).
Globalización en
América Latina
El impulso que tendió a la adopción de las
políticas neoliberales en la América Latina y por
consiguiente las formas de globalización adoptadas hasta
el presente, es diferente a las del pasado. En primer lugar por
la importancia otorgada al capital y especialmente al flujo de
mercaderías así como al reparto del mundo
según países, ya fuere en exportadores de recursos
primarios y/o manufactureros o industriales. La
colonización y la conquista imprimieron formas
capitalistas pero también feudales de relacionamiento en
toda la América Latina, posteriormente a las
independencias cada país adoptó su especificidad en
cuanto a relaciones comerciales con las metrópolis y sus
propias formas de gobiernos.
La plasmación de la sociedad industrial se
efectivizó de manera asincrónica en todos los
países de la América Latina y hubo disparidades de
crecimientos según centros y periferias en lo interno de
los propios países como en la América Latina en su
conjunto. El punto en común con el siglo XIX, la
finalización del siglo XX y comienzos del XXI es que el
origen de la capitalización se realiza en los
países centrales y en las periferias en función de
reproducción de las desigualdades y que el comercio
más importante se realiza por medio de grandes empresas
tanto en Europa, Norteamérica y Asia. Pero esta
es una desigualdad histórica en las regiones que han sido
colonizadas y las clases dominantes al igual que en el pasado
están ligadas mediante inversiones, el propio comercio,
las rentas, las operaciones bursátiles, los pagos de
intereses. También el
Estado-Nación
es el organismo idóneo y el instrumento para organizar la
expansión global mediante tratados
comerciales, subsidios, controles laborales, intervenciones
militares, expuestas hoy día por la promoción de la doctrina del libre
comercio, el famoso ALCA, Asociación para el Libre
Comercio para toda la América Latina.
Las diferencias con épocas pasadas son que las
transferencias de riquezas a través de las fronteras
nacionales, fronteras diluidas por otra parte, se dan mediante
los movimientos financieros y éstos se realizan mediante
redes organizativas en gran escala, y
mediante las redes electrónicas, o las nuevas
tecnologías. Las redes electrónicas se asientan e
incrustan en las formaciones sociales anteriores a la
globalización a la vez que en formaciones nuevas derivadas del
enriquecimiento del flujo de los movimientos
financieros.
De manera que las nuevas tecnologías están
imbricadas tanto en los países centrales como en los
periféricos a las formaciones de clases
existentes antes y después de la globalización. O
lo que es lo mismo, las nuevas tecnologías están
incrustadas en las clases pre existentes en los territorios, se
imbrican a redes reproduciendo dicha estructura de clases, y
también los Estados-Nación reproduciendo a su vez
las formas de gobernabilidad. De ninguna manera estamos
expresando que la formación de clases se da de manera
lineal e idéntica en cada período histórico,
por el contrario con la globalización se han modificado
tanto en la cúspide de la pirámide como en su base
demográfica. No hay por tanto independencia
ni en los países centrales ni en los periféricos, o
actores autónomos de las estructuras de poder en las
sociedades que actualmente basan su poder en el
conocimiento. En cuanto a la referencia a la velocidad con
que se mueve el capital ello está ligado a los flujos y
reflujos que en las últimas décadas ha tenido el
movimiento financiero, o el capital. La velocidad ha beneficiado
a grupos en tanto
controladores de los movimientos de capital al
permitírseles a dichos individuos un mayor acceso para las
transferencias del capital. Los beneficios se encuentran en las
desregulaciones que otorgan mayor autonomía a los
Estados-Naciones centrales (Norteamérica, Europa
occidental, Japón)
pero no a los estados periféricos que sufren los efectos
de dichas desregulaciones. La recolección, el
procesamiento y el análisis de la información se
extraen de fuentes que
las trabajan en diferentes regiones. En el Tercer Mundo
aumentó el proceso de importación del trabajo industrial
intensivo, mientras que en ellos se deterioró dicho
trabajo.
Las consecuencias distributivas de la
globalización no pueden separarse de los modelos de
propiedad y de
control de las instituciones,
de la estructura de clases y del Estado (4). El ascenso de las clases
globalizadoras ha provocado profundas crisis
sociales en el Tercer y Cuarto Mundo que afectan a los
trabajadores asalariados, a empleados, a trabajadores rurales y
por cuenta propia ya que el crecimiento y penetración de
las políticas globalizadoras han engendrado un aumento
significativo de la desigualdad entre la minoría que tiene
el lazo globalizador y los que están siendo explotados por
ella. La profundización en la desigualdad del ingreso
entre las clases
sociales es una consecuencia directa de la
globalización. Las desigualdades que son muchas tienen
diferentes bases, una de ellas son los ingresos gubernamentales
por impuestos que
afectan a los sueldos de asalariados a la vez que declinan
continuamente los porcentajes recaudados que vienen de los
capitales multinacionales. Esto tiene su causa en las
alianzas (postcoloniales, de carácter financiero,
tradicionales y mafiosas) que producen excepciones legales
manejados por corporaciones de abogados y otros que manipulan las
salidas de capitales para los refugios impositivos, por lo
general islas caribeñas. También se encuentran los
decrecientes subsidios estatales o programas de
gasto, (en un lenguaje
adaptado a las políticas económicas neoliberales,
cuando son programas de inversión), que son los derechos corporativos en la
forma de préstamos con bajos intereses, incentivos a la
exportación, subsidios para
construcción de infraestructura, investigación y desarrollo que han estado
acompañados de reducciones en las transferencias sociales
a los salarios y a la
población trabajadora. Mientras y
paradójicamente, crecen los subsidios estatales al capital
corporativo multinacional declinan los salarios a trabajadores,
aumenta la desocupación, decrecen las posibilidades de
pagos a pensionados, a familias de bajos ingresos, a enfermos, a
jefes y jefas de hogares (5).
Estas desigualdades se deben a factores estructurales, a
las crecientes concentraciones y centralización de la propiedad por medio de
fusiones,
compras, join
ventures y a la integración del Estado y la elite
corporativa globalizada. En los sectores medios y bajos
crece el número de personas sin coberturas médicas,
obreros/as sin sindicatos, la
fuerza laboral temporal
o la flexibilización laboral, el trabajo en negro, las
maquilas, que implican grandes masas sin beneficios sociales, sin
coberturas médicas, sin vacaciones, sin tiempo de ocio, y
ya sin acceso a la alimentación básica.
Las desigualdades son especialmente producto de la
adopción de las políticas neoliberales que
impregnaron a la América Latina a partir de los
años setenta con un enfático papel del Fondo
Monetario Internacional, el Banco Mundial, y en la actualidad la
Organización Mundial de Comercio,
políticas a las que se las denomina gruesamente
adaptativas al Consenso de Washington. Esta ideología neoliberal imperante y
reproducida por toda la América Latina, sustentadora de la
desigualdad y de variados procesos se expande a través de
medidas económicas pero ya asimiladas como "culturas
vigentes en los comportamientos cotidianos" y de difícil
erradicación y/ o cambio. La retórica de las
recomendaciones de los organismos internacionales y
multilaterales son lenguajes que tienden a la simulación
en tanto preocupaciones por la pobreza, por
las descripciones tanto cuantitativas como cualitativas de las
degradaciones de multitudes, de los énfasis en el
desarrollo con equidad, no
obstante no dejan de recalcar al individuo como
unidad básica de análisis y de acudir a la
responsabilidad individual de manera de
ocultar el centralismo de la
concentración del poder institucional, el problema del
poder y la desigualdad económica. A la vez se trasladan
responsabilidades a las familias, como por ejemplo en
la
educación, de la que los estados tratan de
desembarazarse y sumergirse en la mercantilización
educativa (6).
Las periferias se definen habitualmente en
términos negativos y en comparaciones con los
países centrales son regiones y países que no
controlan en el ámbito local el proceso de
acumulación de la riqueza que consecuentemente se ve
influenciado por limitaciones externas. El ejercicio de nuevas
formas de dominio monopolistas ejercido por el sistema de los
centros es el que explica la creciente polarización y
desigualdad entre los pueblos, ya que la lógica
de esta globalización consiste en la organización
del apartheid a escala global (7). Según Samir Amin, la
globalización es igual a imperialismo,
que en estas épocas es expansión capitalista bajo
otras formas, partiendo de la hipótesis que el
imperialismo no es una "fase" del capitalismo como tampoco la
más avanzada. La conquista imperialista europea fue
ejecutada en dos fases y estamos entrando en una tercera, dice el
pensador. La primera fase se organizó a partir de la
Conquista de las Américas dentro del marco del sistema
mercantilista que preexistía en Europa en esos tiempos. El
resultado de aquella empresa fue la
destrucción de civilizaciones indias y su
hispanización, o simplemente el genocidio total sobre el
cual se construyeron los Estados Unidos. La segunda fase de
devastación imperialista se basó en la revolución
industrial y quedó manifestada en el control colonial
ejercido sobre Asia y África; se escondía
detrás de esto la apertura de mercados, como
por ejemplo el mercado del opio
impuesto por
los puritanos ingleses a los chinos y la toma de los recursos
naturales del planeta. La tercera fase de expansión
imperialista se produjo con la caída del sistema
soviético y los regímenes populistas-nacionalistas
del Tercer Mundo. Los objetivos del
capital dominante siguen siendo semejantes a los de la primera y
segunda fase, el control sobre la expansión de los
mercados, el saqueo de los recursos naturales del planeta, la
sobre explotación de las reservas del trabajo en la
periferia, aunque las condiciones son diferentes a las que
caracterizaron al período anterior
imperialista.
El discurso
ideológico diseñado por una Tríada: EE.UU.,
Canadá, la Unión
Europea y Japón se fundamentan ahora en la
obligación de intervenir en la "defensa de la democracia",
"los derechos de los pueblos" y "el humanitarismo". Los Estados
Unidos están llevando a la práctica una estrategia
diseñada para asegurar mediante una demostración de
fuerza militar al resto de los socios que conforman dicha
Tríada (8). Lo hemos visto en Kosovo en 1999,
en Afganistán en el 2002, en Irak en el 2003 en la
expansión tecnológica militar también
sustentada en la investigación y desarrollo sobre las
tecnologías. Y asistimos hoy impávidos ante
semejantes discursos de
claridad, transparencia, calificación de situaciones y
Estados canallas, etc. Con el Golpe de Estado
mediático y del control del recurso petrolífero en
Venezuela,
como la agresión/invasión con desinfectantes
químicos en Colombia.
Así como oscuros y satánicos enroques con
tráfico de armas, apoyos
mercenarios, y la vulneración a los derechos humanos
con la desaparición forzosa de personas en el mismo
país, al igual que otros de toda la América
Latina.
El Tercer y Cuarto Mundo con diferentes fases de
industrialización, de competitividad
y diferencias políticas poseen diversas y distintas
estrategias de desarrollo. África y el mundo árabe
e islámico quedaron atrapados en una división del
trabajo en la que siguen siendo exportadores de materias primas,
incluso algunas regiones aún no han entrado en la era
industrial y también sus industrias son
frágiles, vulnerables y poco competitivas. Las diferencias
se manifiestan además en el crecimiento de masas pobres y
excluidas. No existen progresos en pos de la integración
regional inter-africana o ínter árabe, aunque
existan países ricos exportadores de petróleo, algunos con exportación de
productos
agrícolas, y de productos mineros, con poblaciones
pequeñas como países pobres o muy pobres a los que
les resultará muy difícil integrarse a la
configuración del sistema mundial. La diferencia de estos
países con otros, como ser algunos de la América
Latina reside tanto en las diferencias políticas como en
la cercanía con América del Norte, y las
estrategias de comercialización impuestas en los
últimos años. No obstante todas las situaciones
están incluidas al sistema global económico
diseñados por los Estados Unidos, la Unión Europea,
Canadá y Japón. En todas las regiones
periféricas se ha impuesto un modo homogeneizante de
producción que coincide con el famoso "fin del trabajo" y
con las nuevas sociedades interconectadas a la vez que se apuesta
en la recomposición de la vida social mediante la interacción de diversos proyectos, por
oposición a la sociedad industrial fordiana. En todo el
mundo y al interior de los países se reproducen estados de
riquezas con poblaciones que disfrutan de las comodidades de las
nuevas sociedades de proyectos un "primer mundo", y un
"segundo y tercer mundo" el de las periferias de trabajadores
explotados, de trabajadores desocupados y de pobres excluidos.
Las perspectivas de reacomodación son distintas tanto en
los centros como en las periferias ya que incluye las crisis del
sistema neoliberal por las que está dirigido en la
actualidad (9).
El término globalización fue de los
más usados en la última década, su
significado depende de quién lo use y para qué lo
use. No obstante parece existir acuerdos en que la
globalización tiene que ver con la integración de
los mercados por un lado y por otro con las fronteras; y posee
tres rasgos que son básicos: el mercado de las materias
primas, el comercio; el mercado del trabajo, con la migración
y el mercado de
capitales. Los tres rasgos son comunes y variantes en toda la
América Latina, el problema estriba no tanto en los
volúmenes del comercio, las migraciones o los flujos de
capitales sino en cómo se mueven los capitales de un
lugar a otro sin intervención estatal que los detenga,
o que se ensamble en ese flujo de capitales.
No son ciertas las necesidades de aperturas para
obtener beneficios en crecimientos ya que toda la
década de los noventa fue una experimentación en
este sentido, así como no son ciertas las postulaciones
que las aperturas traen aparejadas mayores igualdades sino por el
contrario han acarreado mayores inequidades. Ocurre que
América Latina posee otros lenguajes con respecto a
lo que se considera globalización para los países
del Norte y otros lenguajes para el imaginario
anticapitalista. América Latina tuvo un pensamiento
único que fue la lucha anticolonial que se hizo
efectivo no sólo en la resistencia concreta de la
Conquista sino en el siglo XX durante los años 60 y 70. Un
discurso que como suele decir el sociólogo peruano
Aníbal Quijano se hundió y fue derrotado. En los
últimos años la denominada lucha
antiglobalización en consonancia con la resistencia
mundial es una vuelta a las memorias a los debates
iniciados por aquellos años. Esos debates también
fueron denominados formas de conocimientos y
conformación de un diferente pensamiento crítico en
pos de alternativas de movilización y acción
frente al neoliberalismo
decadente; consistentes en mirarse la Indoamérica con
otros ojos diferentes a los del eurocentrismo, con la
perspectiva cognitiva de la singularidad y no del universalismo,
sin embargo el colonialismo cognitivo fue mas fuerte que dichas
miradas. Los Estados dejaron de sonar como fuentes de
sustentación de lo nacional y las mentalidades fueron
cooptadas por otras inteligencias, por otros paradigmas
educativos, por otras formas de categorizar, sistematizar,
comunicar la teoría sobre la práctica.
Las llamadas resistencias a
la globalización neoliberal hasta la fecha efectuadas en
Porto Alegre, Brasil y especialmente el último encuentro,
el Foro Social
Mundial del 2003 que coincidió con el ataque de Estados
Unidos a Irak, han puesto el acento en la
internacionalización de la resistencia hacia las
políticas neoliberales de ajustes y de guerras. Estos
foros que han sido encuentros de multitudes de organizaciones de
variadas y multifacéticas orientaciones fueron el
resultado de las computadoras y
de la Internet unidas "en redes de resistencia", del teléfono y de las redes de transporte.
Este último Foro como los anteriores no fue un intento de
cambiar los gobiernos sino a "las sociedades", como una respuesta
de base amplia a las dictaduras y al deterioro de las democracias
representativas, a la ausencia de los diálogos entre
electores y elegidos, y al cuestionamiento a las decisiones de
tanta impunidad por acuerdos con programas y medidas del
globalismo neoliberal. Los Foros ponen el acento en la
movilización, la participación y la vigilancia de
las sociedades hacia los continuos acuerdos de gobiernos con el
Fondo Monetario Internacional por las continuidades de las deudas
externas, los deteriores de la educación, salud, seguridad
social, la justicia, la
criminalidad, el tráfico de armas y otros.
No dejamos pasar la existencia de "censuras" al
denominado pensamiento critico como expresa el profesor
mexicano Pablo González Casanova, las censuras consisten
en evitar que se expresen y construyan día a día
medidas colectivas que subviertan al orden neoliberal. Los males
y las mentiras acarreadas por el neoliberalismo y el globalismo
son diagnosticadas constantemente hace dos décadas, pero
no basta con denunciar las políticas paupérrimas,
depredadoras, las malas decisiones, sino que hay que recurrir a
las causas y los factores históricos que las determinaron
y que condujeron a estas políticas de guerras
generalizadas, autodestructivas, de proliferación de armas
nucleares y bioquímicas, de odios y rencores entre
pueblos. El debilitamiento del pensamiento teórico de la
América Latina que señaló Emir Sader
corresponde al pensamiento de los nichos académicos, de
los partidos
políticos, y de los organismos internacionales. Sin
embargo un pensamiento de acción se trasladó a los
movimientos sociales a fines del siglo XX, movimientos que
coinciden con las viejas reivindicaciones de los movimientos de
campesinos, de obreros de comienzos del mismo siglo
(10).
Sociedades más
comunicadas e interrelacionadas en la era de la
Internet
El avance producido por las nuevas tecnologías
supuso hasta el año 2000 transformaciones técnicas y
económicas más importantes que las producidas por
la Revolución Industrial, pero justamente a partir de
aquel año comenzaron a transparentarse las ausencias de
consecuencias sociales en dicha transformación. La
situación social fue y es la referencia a "la ausencia de
trabajo" la creciente situación de desempleo por todas las
regiones del mundo, personas que en edad activa no encuentran
lugar en la estructura de trabajo de sus sociedades. Aquello que
se dio en denominar la "nueva economía" generó
grupos privilegiados, pero para las mayorías el recorte
relativo de los salarios los obliga a trabajar más horas o
a buscar empleos adicionales. Durante toda la década de
los noventa la brecha entre los salarios se disparó tanto
en la Unión Europea como en los Estados Unidos y en los
países de América Latina. Las remuneraciones a
los ejecutivos aumentaron mientras que los sectores asalariados,
que son por lo general capas medias, ganan menos y trabajan
más. Este es el paradigma del
neoliberalismo de la Internet: trabajar más para ganar
menos. Estas fueron las consecuencias del boom de la nueva
economía, sinónimo de reducción de impuestos
a las empresas y a los más pudientes, privatizaciones, reducción del
tamaño de las empresas y externalización de la mano
de obra a través de subcontratos u otros procedimientos.
Nueva economía es desregulación de las
empresas y tratados de libre comercio sin respeto por las
normas
sociales de cada región y/o país y con explosivas
cotizaciones bursátiles. El contexto tecnológico
con contenidos sociales fue dejado de lado hasta entrado el
año 2003.
Algunos de estos aspectos fueron tomados en cuenta por
los hacedores y escribas sobre la mundialización, Thomas
Friedman uno de los principales editorialistas del New York
Times decía en 1999 que el triunfo del capitalismo
había llevado como consecuencia el triunfo de las
democracias en el mundo, la democratización de las
tecnologías derivada de la democratización
financiera podía hacer que el mundo entero pudiese acceder
a computadoras, los teléfonos y las cadenas de televisión
para que la humanidad pudiese permanecer comunicada entre
sí. La convergencia de las fuerzas tecnológicas
habría de subvertir a las jerarquías piramidales y
la Internet con una nueva arquitectura
democrática llevaría a una competencia
perfecta. Una vez finalizada la turbación que
provocó el Estado Benefactor antes y después de la
II Guerra Mundial la globalización por fin
regularía mercados y/o se ocuparía de los
desheredados de todas las épocas (11). Una vez más la
posición estaba basada en la demonización al Estado
de bienestar con las consiguientes olas de desregulación y
privatización. Las políticas
científicas y tecnológicas en dicho esquema en
lugar de perfilarse como participativas y en la
preocupación por el bien común serían
instrumentadas al servicio de
los intereses privados de las empresas industriales,
agroalimentarias y terciarias. El derecho a la propiedad
intelectual fue el instrumento clave para facilitar esta
evolución y dio como resultado la
mercantilización y la privatización creciente de
los conocimientos. Los sistemas educativos y de formación
fueron sometidos a los imperativos de la economía. Y la
nueva sociedad, como sociedad de la
información que representa el porvenir fue confiscada
por las grandes empresas privadas: Microsoft,
Cisco, Intel, IBM, Ericson, Nokia, Time Warner, Walt Disney, CNN,
Bertelsmann, Murdoch, etc. Esta nueva sociedad o la Sociedad
de la Información está creando una nueva
política, una gobernación directa, mundial, sin
Estado.
No fueron dejados de lado sin embargo los contenidos en
cuanto a la revolución de las comunicaciones, a la
ideología técnica que dio origen a un "modelo de
sociedad". afectando a todos los sistemas de
información ya automatizados. El sistema concretizado
de la "aldea global" dominó distancias, dio lugar a la
proliferación de las palabras con los paquetes de noticias a la
vez que hizo notar que "el nuevo rendimiento técnico"
ponía en situación de fragilidad a las
economías. El nuevo sistema técnico de la Internet
no tornó más tranquilizadoras a las interacciones
humanas, como tampoco dio lugar a nuevas inteligencias. Las
conexiones múltiples son un progreso, que duda cabe, pero
se hizo necesario "aprender" con el uso de las nuevas
tecnologías, a leer con las pantallas, a discutir e
intercambiar ideas y posiciones en los chats, en las comunidades
virtuales, aprender a bajar música, a escuchar a
la radio en
combinaciones con la Internet. De esta forma fue creciendo no
un sistema de conocimiento sino un espacio de
comunicación que es un espacio de expresiones y un mercado
de informaciones del que como se sabe hacen uso las generaciones
más jóvenes en todo el mundo. A tal efecto se hace
necesario recordar qué significó la
contracultura para las generaciones jóvenes en los
años 60: un movimiento de protesta de juventud que
desempeñó un papel decisivo en las grandes
revueltas estudiantiles; el movimiento hippie como las
distintas ramificaciones que nacieron con lo que se
denominó movimientos alternativos.
Aquel movimiento de la contracultura desapareció
a mediados de los años 70 pero los valores se
propagaron y han influido hasta hoy en las maneras de "estar en
el mundo" de muchos adultos. Las prácticas de la
contracultura pasaron por la ruptura con el mundo, los viajes
iniciáticos a la manera de monjes mendicantes budistas, la
vida en comunidades, el deseo de la igualdad de
influencia libertaria, la adhesión a una cultura de la
no-violencia siguiendo algunos postulados de Gandhi, la
construcción de una existencia en una comunidad mundial
pacífica, etc. Estas ideas prendieron en el movimiento de
jóvenes ligados a la Internet como búsqueda de una
sociedad más fraternal, más comunicante, más
pacífica. El mundo de la Internet en este sentido se
convirtió en el mundo underground y en un lugar en
que su práctica permite abandonar el "mundo corriente".
Pero esta nueva contracultura a diferencia de la de los
años 60 no reniega del neoliberalismo, como tampoco
efectúa ningún énfasis en la
revolución política, pero hace del culto a la
Internet un modelo a seguir por todas las generaciones, una
revolución permanente en la que los jóvenes son los
que determinan la dirección del movimiento.
Se ha querido ver en este modelo un paradigma que no
necesita ni de la Historia, ni del Estado, ni
de políticos, al fin se ha querido ver en la tecnología digital
"una fuerza natural que atraiga a la gente a una mayor
armonía mundial" (12).
La utopía de la expansión de la Internet
fue hasta la crisis del 2000 a escala del comercio
electrónico mundial, pero ahora se dirime como un sistema
de comunicación internacional política. El problema
es que la medida del tiempo de la transmisión de la
accesibilidad esta regulada por los países del Norte
ricos, y no por los del Sur pobres y que se afianza una cultura y
una racionalidad en detrimento de otras. Aunque las
tecnologías multipliquen las posibilidades de intercambio
no implica esto mismo que exista mayor comunicaciones humanas ya
que toda comunicación hoy día aparece mediada por
la "especialización", o por la intermediación que
no necesariamente respeta ni responde a culturas de acercamiento
entre pueblos, entre ideas diferentes. El escenario de la guerra
en el 2003 es el ejemplo más elocuente de esta
superposición y nivelación para abajo como lo
expresó la Escuela de
Frankfurt (13).
"La transformación de lo que se ha dado en llamar
globalización es una transformación del sistema
productivo y del sistema comunicativo y constituye un nuevo
paradigma socio-técnico denominado informacionalismo",
dice Manuel Castells. El informacionalismo es el sistema en que
la competitividad, la productividad, la
riqueza, la
comunicación y el poder se basan fundamentalmente en
la capacidad tecnológica y organizativa de procesar
información y generar conocimientos específicos
para la realización de los objetivos e intereses de los
distintos actores económicos y sociales. El
informacionalismo recibe su nombre porque las tecnologías
de información y comunicación permiten un
desarrollo de producción y generación de
conocimiento en tiempo real, con capacidad de retracción y
aumentan exponencialmente la capacidad de procesar
información y generar conocimiento. El nuevo sistema
productivo surgió a partir de la dinámica económica, cultural,
política de las sociedades pero la forma que ha adoptado y
en la que se está desarrollando requiere la
infraestructura tecnológica desarrollada a partir de las
tecnologías de información y comunicación de
base microelectrónica y esto hace al sistema, distinto
(14).
Esta pequeña síntesis de la extensa
temática sobre las sociedades de la información
escrito por Manuel Castells nos ubica nuevamente en una
polarización incómoda, las
sociedades no se definen por su grado de adaptación al
sistema socio tecnológico, ni siquiera es este un
indicador de progreso, por el contrario las sociedades se definen
por la adopción de sistemas, modalidades, proyectos, con
respecto a lo económico, a lo histórico, a lo
político, a lo cultural. La convergencia entre redes
telemáticas y redes informáticas permite
intercambiar informaciones, compartir saberes, comunicarse entre
todo el planeta, pero los bienes
intercambiados son "servicios".
Las tecnologías de información y
comunicación, TIC, son una fuente de mayor
intensificación del trabajo más que de
enriquecimiento profesional. Los nuevos sistemas de
información permiten efectuar más trabajo en menos
tiempo y su utilización reclama constantemente
competencias polivalentes, iniciativas, trabajo en común,
pero requieren una mayor -formación- por parte de
trabajadores/as, que a su vez tienen que disponer de tiempo para
aprender y efectuar tareas cada vez más polivalentes. Son
las grandes corporaciones, empresas de las comunicaciones,
empresas de marketing,
publicidad, y/o
derivadas de los servicios las que más utilizan estas
tecnologías, no son en cambio, en las áreas
deprimidas por los efectos de las desregulaciones,
privatizaciones, desindustrialización y/o las
pequeñas empresas productivas. La homologación a
los estilos de trabajo de las grandes corporaciones está
refiriendo a una acentuación con otras modalidades de los
sistemas tayloristas, aumento de competencias y
calificación del personal,
sistemas autoritarios jerarquizados, anulación de los
encuentros cara a cara por reuniones, trabajo en red pero con mayores grados
de alienación sin diálogos interhumanos, con
trabajadores/as que funcionan en círculos
concéntricos hipercalificados, autónomos y
móviles, con salarios elevados y fondos de pensión
en el centro, pero el resto son asalariados con calificaciones
consideradas inútiles, con trabajo delimitado, y en las
periferias de los centros tanto de empresas como de bloques de
países, trabajadores desechables, con horarios flexibles,
salarios muy bajos y contratos
eventuales.
Aunque sin duda existen otras formas de acceder a la
información dichas formas no implican conocimiento per
se, es sabido que las comunicaciones intranet dejan
de lado a las instituciones sindicales, y también que cada
día son mayores las empresas y organismos estatales que
deben nutrir de correos electrónicos a asalariados/as. El
correo
electrónico permite la información
instantánea de cualesquier acción discutible en
una empresa,
analizar sus consecuencias, favorecer los intercambios, conseguir
la opinión del mayor número posible de personas
durante las negociaciones, sin embargo la vida asociativa y la
colectiva no puede ser dirimida por la Internet sino por las
relaciones cara a cara (15).
¿Falsas promesas o
retos escatológicos?
En 1977 la empresa
estadounidense IBM iniciaba la salida a la crisis petrolera de la
época sin nombrar las hambrunas en Sri Lanka con el camino
para los grandes países industriales con la siguiente
frase: "La historia de la humanidad es descripta habitualmente en
términos de edad. En general, hoy se admite que iniciamos
una nueva era, una etapa pos industrial en la cual la capacidad
de utilizar la información se tornó decisiva…
Esta nueva edad se denomina desde ahora, edad de la
información" (16). La ambigüedad que rodea al
concepto de sociedad de la información continua
hasta nuestros días, el término remite a la
asimilación de la información con el dato, con el
recuento estadístico y a visualizar únicamente la
existencia de la información si hay un dispositivo
técnico, por ello la insistencia en los usos meramente
instrumentales del concepto. En la historia de las ideas la
concepción implica sepultar "la ideología" que
apareció en la segunda mitad del siglo XX. La primera
mención recuerda Armand Mattelart, se realizó en
1955 en Milán, Italia, en un
congreso que promovía la Libertad por la Cultura cuyo tema
central fue: "El futuro de la Libertad". Entre los participantes
se encontraban Friedrich A. von Hayeck, el sociólogo
francés Raimond Aron, como también los
estadounidenses Daniel Bell, Seymour Lipset y Edward Shils. En
dicha reunión se postuló el final de las
ideologías en los análisis sociológicos pero
también de la lucha de clases, de los intelectuales
contestatarios y el final del compromiso, promoviendo a su vez
uno nuevo, el "compromiso con la intelectualidad liberal
occidental". Unos años antes, en 1940 y desde el campo
organizacional el filósofo estadounidense James Burnham de
origen trotzkista, vaticinaba el ascenso de los organization
men portadores de una nueva sociedad y de la managerial
society con la convergencia de los regímenes
capitalista y comunista. En los años 60 Daniel Bell
publicó El fin de las ideologías y en 1973
El advenimiento de la sociedad pos industrial con el que
refuerza su tesis del fin de las ideologías y predice el
ascenso de elites cuyo poder residirá en la "nueva
tecnología intelectual", orientada hacia la toma de
decisiones mediante la preeminencia "de la comunidad
carismática universitaria, desinteresada y sin
ideología". Una sociedad jerarquizada, regida por un
Estado providencial, centralizador y planificador del cambio
(17). Ya a
fines de los años 80 y en los 90 el sociólogo
inglés
Anthony Giddens propuso La Tercera Vía como
opción política al neoliberalismo que coincide con
ciertas propuestas de Manuel Castells en cuanto a la entrada en
un camino societario indicado por los modos de producción
de la microelectrónica.
La noción de sociedad de la
información apareció en los programas de
gobierno y en las
instituciones internacionales, en la Organización de
Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) desde 1975 y cuatro años
más tarde en toda Europa. En marzo de 1994 el
vicepresidente de Estados Unidos, Albert Gore anunciaba su
proyecto de
inforutas: Global Information Infrastructure para la "gran
familia
humana" y en ese año comenzaba a utilizarse el concepto de
"nueva economía". En febrero de 1995 los países
más ricos del planeta, el Grupo de los 7
o G7, ratificaban su apoyo a la noción de Global
society of information a la vez que decidían acelerar
la liberalización de los mercados de telecomunicaciones. Ya en el año 2000 la
Cumbre Europea de Lisboa, los Quince de la UE, deciden que en
materia de
desarrollo se apoya al desarrollo de la Internet. La cumbre del
G8 en el año 2000 en Okinawa firma la "Carta sobre la
Sociedad Global de la Información" en la que se
comprometían a defender la propiedad intelectual y luchar
contra el pirateo de programas, continuar con la
liberalización de las telecomunicaciones, promover normas
comunes y proteger al consumidor,
formándose un grupo de expertos para proponer soluciones a
la "fractura mundial en el ámbito de la información
y el conocimiento". En Génova en julio del 2001 nuevamente
el G8 impulsa al pacto creado en Okinawa y da lugar a: "un
plan de
acción sobre la manera con que los e-gobiernos
podrán reforzar las democracias y el estado de
derecho", a la vez va creciendo y es propugnada por el mismo
G8 y las Naciones Unidad una "creciente sociedad civil
global" (18).
La expresión sociedad civil se ha visto
inundada en toda publicación electrónica, en papel y/o en reuniones de
organizaciones no gubernamentales y gubernamentales en la UE, es
de uso corriente en América Latina. Como expresión
conceptual del coloniaje se observa por doquier que la misma
sirve tanto para apoyar a enunciados de organismos multilaterales
como para las reacciones anti-globalización, es harto
frecuente su uso para los documentos anti-
ALCA, y en las organizaciones no gubernamentales (19). El hecho es que se
evita de esta forma tratar los cambios y conflictos
derivados del desguace de los Estados-Nación, de las
privatizaciones y desregulaciones sobre sus competencias y
conformar una oposición a los Estados por parte de
-organizaciones- que confrontan al interior de las sociedades y
en los propios Estados por poderes de programas financiados en la
lógica de la globalización y/o
mundialización. En lo concerniente a la producción
informatizada se opera desde la inexistencia de marcos
históricos, de verdaderos ejercicios democráticos,
con una noción de
Estado abstracto, se enfatizan las comunicaciones
desterritorializadas y se pone en juego un
discurso "público" que es el discurso de la
globalización del mercado siempre opuesto a un
Estado-Nación regulado. Se pierde de esta forma la
posibilidad de la real negociación tanto dentro de los sectores de
un Estado como las posibilidades de negociación entre
Estados. La terminología que se utiliza por doquier es la
de comunidades virtuales, el concepto iniciativo de
Reinghold que facilita las sinergias de personas distantes en
todo el planeta en pro de objetivos específicos y
colaborativos (20).
La era del sistema técnico
microelectrónico pone en escena un conflicto
mayor de orden político y estratégico, mediante el
financiamiento
de los organismos internacionales y con una ideología
asimilable a la globalización económica se habla
por doquier de la crisis del crecimiento y de las dificultades de
la gobernabilidad de las democracias occidentales y se impulsa
que "las nuevas tecnologías" pueden resolver la crisis
económica y el consenso político. A ello hay que
agregar el proceso de desregulación de las redes
financieras y de los sistemas de telecomunicaciones, con lo que
se cierra el esquema neoliberal del mundo. El acuerdo de la
Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre la
apertura de los mercados de telecomunicaciones a la competencia en
1998, favoreció las fusiones del sector. Como fue la de
America On Line (AOL) con Time Warner en enero del 2000. En el
2001 en la cumbre de Génova el G8 no sólo propuso
el apoyo a los e-goverments para los países pobres,
para fortalecer la democracia y el Estado de derecho, sino
fomentar la conexión a la Internet, promover iniciativas
en materia de educación, alentar a las empresas a invertir
en proyectos de desarrollo
sustentable y crear contenidos locales explotando el
software libre. La empresa Microsoft convocaba al mismo
tiempo a los gerentes de las grandes firmas informáticas
para convencer a las autoridades de los países en
vías de desarrollo de los beneficios de lo digital. En el
año en curso, en mayo del 2003, la misma empresa
realizó la Cumbre Microsoft cuyo tema central fue:
"Ayudemos a los gobiernos a desarrollar su potencial"
(21).
El PNUD logró instalar a partir del año
2000 en el índice de Desarrollo
Humano el grado de desarrollo de cada país con
respecto a sus avances en las tecnologías de
información y comunicación, con el que los
gobiernos se asimilaban a los postulados internacionales
reinantes. El objetivo fue
incorporar un atributo cuantitativo para detectar las
transformaciones del mapa de desarrollo esta vez mediante las
redes tecnológicas, la medida incluía equipos
telefónicos y la existencia o no de electricidad en
los territorios.
La preparación para la Cumbre Mundial de la
Sociedad de la Información de Ginebra en diciembre del
2003 promovida por la (IUT) la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (22), convocó tanto a
organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo como a
instituciones no gubernamentales de envergadura internacional, la
UNESCO ubicó la lucha "por el acceso universal al
ciberespacio" en el marco de una "infoética" y del respeto
a la diversidad cultural, lingüística, para evitar que la
globalización económica sea culturalmente
empobrecedora, desigual e injusta (23) (24) En diciembre del 2002 la CEPAL y
miembros de organismos gubernamentales latinoamericanos se
reunieron en Santo Domingo, como ya lo había hecho Bamako,
Bucarest, Tokio, allí se hicieron sentir las
participaciones de la sociedad civil especialmente los documentos
de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones,
(APC) que cuenta con documentos y una activa militancia en varias
temáticas relacionadas a la sociedad de la
información como: derechos a la Internet,
indígenas, género, y
otras (25).
En febrero del 2003 se creó la Oficina de la
Sociedad Civil y las organizaciones no gubernamentales para
asegurar los vínculos con la Oficina Gubernamental. De
esta forma -aparecen representados- (en realidad no es
representación pero la nominación recurre a ello)
sectores universitarios, educativos, la comunidad
científica y tecnológica, los medios de
comunicación, los actores y creadores de cultura, las
ciudades y poderes locales, los sindicatos, los legisladores, las
ONG, los
jóvenes, los grupos de género, los pueblos
autóctonos, las personas discapacitadas, los movimientos
sociales, las instituciones filantrópicas, los
think-tanks, las asociaciones de multiactores, los grupos
de África, Asia, América Latina, el Caribe, Europa,
los países árabes (26).
La intención generalizada de este tipo de
organizaciones ante la CMSI, Cumbre de la Sociedad de la
Información, es la de reducir la injerencia de las
organizaciones corporativas, empresariales, el Estado y el
mercado. Las voces del sector privado empresarial ponen el acento
en la flexibilidad, el espíritu competitivo de las
empresas y comunicación, insisten en la limitación
de los poderes públicos y la creación de entornos y
contextos favorables a las inversiones, no diferente de las
visiones pragmáticas y de mercado de la IUT. El tercer
sector se opone a esta agenda y propone otra basada en el
desarrollo sustentable; la necesidad de unir las experiencias
digitales a la memoria de
la apropiación social de las tecnologías
anteriores, especialmente la radio; el
énfasis puesto sobre la democracia digital, la
transparencia y la participación; la
alfabetización, la educación y la
investigación; los derechos humanos; el conocimiento como
patrimonio de
la humanidad; la diversidad cultural y lingüística;
la reducción de los costos de
conexión; el software
libre; la participación en el gobierno de la internet
y otras instancias del ciberespacio. También reviste
importancia las intenciones de ciertas representaciones
gubernamentales que pretenden discutir en el foro de Ginebra 2003
sobre las tecnologías, las sociedades y las libertades
individuales, así como "los accesos de conocimientos para
todos/as".
El hecho quizás más importante de este
movimiento global es la posibilidad de una construcción
alternativa sobre la sociedad de la información que
cada vez más penetra en los intersticios de la vida
cotidiana e institucional de las sociedades. La
problemática de la comunicación fue abordada con
otro cariz en el Foro Social Mundial de Porto Alegre 2003 donde
se lanzó el Observatorio Internacional de Medios de
Comunicación, tendiente a promover e impulsar el derecho a
la información de la ciudadanía global. Con respecto a los
derechos de la Internet, nombramos los documentos de APC pero
también es de destacar el trabajo que realiza la World
Association for Christian Communication (WARC) de Londres, la
Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) de Quito,
Ecuador y la
Asociación de Radios Comunitarias (AMARC) de Montreal;
estas instituciones participaron en la campaña por "el
derecho a la comunicación en la sociedad de la
información" CRIS. Con estas se abre el juego de un
movimiento global dentro de la globalización
económica que brega por los bienes y derechos culturales
de la humanidad, por la educación, la salud, el medio
ambiente, el agua y que
está en oposición a la liberalización del
mercado.
* Para citar este artículo: Del Brutto,
Bibiana Apolonia, 2003, Globalización y el nuevo orden
internacional: las sociedadades de la información,
Revista TEXTOS
de la CiberSociedad, 3. Temática Variada. Disponible
en http://www.cibersociedad.net
1. Este trabajo estaba
rehaciéndose al comenzar la invasión/guerra a Irak
a fines de marzo del 2003. Existe una copiosa bibliografía sobre los
motivos de dicha invasión, de la que resaltamos la crisis
de la economía financiera en los EE.UU., la crisis
bursátil en el mismo país, Japón y algunos
países europeos como Alemania; los
intentos hegemónicos por la cooptación de las
reservas petrolíferas en Irak, así como su
relación con la crisis venezolana tanto en el intento del
golpe de estado del 2001, como lo que fue llamado la crisis
petrolera venezolana por la traición gerencial de la
empresa petrolera semi nacional. PDVESA.
2. La
expresión y categorización pertenece a: Andre
Gunder Frank, en: Los zarpazos del Tigre de papel. En
Revista Enfoques Alternativos. Año 2, número
13, abril 2003. Editada en Bs. As. Argentina.
3. Ídem.
4. En Petras,
James: La globalización un análisis
crítico. En: John Saxe- Fernández; James
Petras; Henry Veltmeyer; Omar Nuñez:
Globalización, Imperialismo y Clase
Social. Lumen Humanitas. Bs. As. Argentina, 2001.
5. ídem
op. Cit. Pag. 71.
6. Decía
Pablo González Casanova que la política neoliberal
no se aplica en todos los lugares de la misma forma depende de la
correlación de fuerzas y de los motivos pragmáticos
que persiga, como tampoco es inflexible en todos los lugares y
todo el tiempo sino que cambia. El Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional muestran la intención de acabar
con la política neoliberal, pero lejos de eso lo que
pretender es imponer nuevas medidas para el logro de los mismos
propósitos de privatización y apropiación de
las riquezas y el excedente de las empresas de producción,
servicios, conocimiento y legitimación. También muestran la
debilidad de sus argumentos y proposiciones que hoy muestran bajo
el estilo "institucionalista" y con entusiastas proyectos
destinados a crear "las instituciones necesarias para el pleno
desarrollo de la economía de mercado". De Pablo
González Casanova: Minimalismo. En Diario La
Jornada, México, 7
de octubre 2000.
7. En Samir Amin:
¿Globalización o Apartheid a escala global?.
Comité de Solidaridad con
la Causa Árabe. Texto
presentado en la Conferencia
Mundial Contra el Racismo de
Durban. Sudáfrica, 28 de agosto-1 de septiembre 2001.
CSCAweb; septiembre 2001.
8. ídem.
9. ídem.
10. Pedro
González Casanova: Los mecanismos de censura. Los retos
del pensamiento critico. http://www.argenpress.info/nota.asp?num=004479
. En Argenpress Info. 11-008-03. Bs. As.
Argentina.
11. Thomas
Franck: Nuestro futuro según The New York Times; en
El Dipló, Le Monde Diplomatique. Edición
argentina. AÑO 1, Número 2, agosto 1999. Buenos Aires.
Argentina.
12. Philippe
Berton: El culto Internet. Citando a Nicholas Negroponte
en "Ser Digital", Atlántida. Bs. As. 1995. En El
Dipló, Le Monde Diplomatique. Año II,
número 16, octubre 2000. Buenos Aires,
Argentina.
13. Dominique
Walton: En búsqueda de una comunicación
humana. En El Dipló, Le Monde Diplomatique.
Año 1, número 1, julio 1999. Buenos Aires, R.
Argentina.
14. Castells,
Manuel: La tesis de la globalización sostenible y el
Estado. En: Globalización, identidad y
Estado en América Latina,
http://www.iigov.org/iigov/pnud/bibliote/resenas/tema6/resena0113.htm
15. Martine
Bulard: "Los tiempos modernos" en la era Internet. En
El Dipló. Le Monde Diplomatique. Año II,
número 19. Enero 2001. Buenos Aires, Argentina.
16. Armand
Mattelart: Cómo nació el mito de
Internet. En El Dipló. Le Monde Diplomatique.
Año II, número 14. Agosto 2000. Buenos Aires,
Argentina. También A. Mattelart señala el mismo
ejemplo en: Historia de la sociedad de la
información. Paidós. Primera edición en
Argentina, 2002.
17. Armand
Mattelart: Cómo nació el mito de Internet.
ob. cit.
18. Armand
Mattelart, obras citadas en 10.
19. No es este
el momento para dirimir la expresión sociedad
civil, ya me he pronunciado sobre la misma en: La
Argentina hace bien los deberes. Apuntes sobre las derivaciones
culturales de la crisis. En: Los Guardianes del Dinero. Las
políticas del FMI en la
Argentina. Naum Minsburg. Coordinador. Grupo Editorial Norma.
Buenos Aires, Argentina. 2003.
20. Un trabajo
que aporta a la CMSI Cumbre de la Sociedad de la
Información es: Araya, Rubén: "Conectividad social,
reflexiones sobre los conceptos de comunidades virtuales y
portales ciudadanos desde una visión social de Internet.
En Porras, I. y Araya, R. (editores): e-democracia, retos y
oportunidades para el fortalecimiento de la participación ciudadana y la democracia en
la sociedad de la información". Colección
tecnologías y sociedad, Universidad
Bolivariana, Santiago, Chile. 2003. En:
http://www.conectividadsocial.cl/doc/conectividadsocial.pdf
21. Armand
Mattelart: La Clave del nuevo orden internacional. En
El Dipló, Le Monde Diplomatique. Año V,
número 50, agosto 2003. Buenos Aires,
Argentina.
22. Los sitios
de la Cumbre y espacios de discusión en América
Latina: Sitio de la Cumbre: http://www.itu.int/wsis
; http://www.itu.int/wsis/index.html
. Sitio del secretariado por la sociedad civil:
http://www.geneva2003.org
. Campaña CRIS: http://cris.comunica.org
/ y los archivos de su
lista de discusión (http://comunica.org/mailman/listinfo/crisinfo_comunica.org
). ALAI: http://movimientos.org
/ y los archivos de su lista de discusión
(http://listas.ecuanex.net.ec/listas/listinfo/alai-amlatina
). Documento de la Unión Europea sobre el
proceso:
http://www.itu.int/dms_pub/itu-s/md/02/wsispc1/c/S02-WSISPC1-C-0003!!PDF-S.pdf
. Plataforma de redes ciudadanas: http://www.globalcn.org/es/accueil.ntd
. Reunión de Quito organizada por ALAI:
http://movimientos.org/foro_comunicacion
23. Armand
Mattelart: cita en 14.
24. El portal
de la UNESCO dedicado a los temas de la CMSI y sociedad de la
información:
http://portal.unesco.org/ci/ev.php?URL_ID=1657&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201&reload=1034690896
25. Cacus de
América Latina y el Caribe para la CEMSI http://lac.derechos.apc.org/wsis/caucuslac
. Documentos de APC sobre la Cumbre de la Sociedad de la
Información: http://lac.derechos.apc.org/wsis/cdocs
26. Armand
Mattelart, ob. cit.
Publicado originalmente en
Textos de la CiberSociedad, ISSN 1577-3760, Nº. 3, 2004-
http://www.cibersociedad.net/textos/articulo.php?art=14
Bibiana Apolonia Del Brutto