La sociedad del conocimiento: nuevas estrategias para asegurar la participación social de las mujeres
- Sociedad de la
información = Sociedad del
conocimiento - La construcción de
las diferencias de género - Pocas y
sesgadas - Estrategias para el
cambio
ABSTRACT
El objetivo de
esta comunicación es crear un espacio para el
análisis y la reflexión a cerca del
papel que los medios de
comunicación juegan a la hora de percibir e
interpretar el mundo que nos rodea. Se trata de poner de
manifiesto la patente necesidad de que la industria
mediática se implique e incorpore la perspectiva de
género,
de forma transversal, a su quehacer cotidiano en línea con
la Igualdad de
Oportunidades entre mujeres y hombres para instaurar una
verdadera sociedad del conocimiento. Así, se hace
necesaria una reflexión sobre el tema de la sociedad del
conocimiento y de los usos de las nuevas
tecnologías como un fenómeno del cual hay que
apoderarse a modo de herramienta para el activismo social y,
particularmente, como un canal que deben ocupar las mujeres en
función
de las transformaciones sociales por la equidad de
género.
Palabras clave:
· género
· medios de
comunicación
· sociedad de la
información
· sociedad del
conocimiento
· tics
Sociedad de la información = Sociedad del
conocimiento
Frecuentemente, las y los ciudadanos se preguntan sobre
el contenido real de la "sociedad de la información" y
sobre el componente futurista e ideológico de dicha
expresión, sospechosa de distraer la atención sobre los graves problemas que
atraviesan nuestras sociedades.
Los medios de
comunicación, como había apuntado
sugerentemente McLuhan, han ido transformando la sociedad y las
relaciones
internacionales de manera permanente y activa desde el
término de la Segunda Guerra
Mundial hasta la actualidad.
Primero fue la generalización de la
televisión, posteriormente la adaptación de los
demás medios de comunicación (prensa, radio y publicidad) a las
nuevas condiciones que imponía este medio al conjunto del
sistema
comunicativo. Finalmente, la implantación efectiva de la
comercialización de los usos de la
comunicación moderna, aceleraría un proceso de
fragmentación que terminaría por desequilibrar la
homogeneidad ideológica, romper con las facilidades de
controlar a la opinión
pública y perpetuar las desigualdades
existentes.
Al inicio de los años setenta estas
transformaciones "mass mediáticas" se verían
catalizadas por un nuevo proceso transformador de la sociedad, el
de la informatización y la extensión telemática, cuyas dimensiones y efectos
tampoco habían sido localizados por los grandes pensadores
de la sociedad y de la cultura de
masas.
Con el advenimiento de la sociedad de la
información o sociedad del conocimiento no desaparecen los
procesos de
control social,
sino que se transforman, substituyendo los antiguos mecanismos de
control a través de la homogeneización
ideológica. Es imprescindible circunscribir los media en
el marco de lo que denominamos globalización ya que este término de
reciente acuñación, atraviesa hoy en día
nuestra sociedad, constituyéndose en un tópico del
lenguaje
empresarial, del discurso
político, de los debates académicos, del espacio de
los medios y por que no, también, del discurso de
género. La informatización, se ha erigido como la
base técnica del fenómeno de la
globalización, puesto que ha posibilitado, por primera
vez en la historia, superar las
distancias geográficas poniendo en contacto grupos
sociales de todo el mundo a un mismo tiempo.
Aún cuando el fenómeno de la
globalización se ha hecho más visible en el sistema
económico, lo cierto es que tiene un impacto mucho
más trascendente, en la medida en que está
posibilitando el surgimiento de una verdadera Sociedad Global con
el desarrollo de
nuevos valores,
actitudes y de
nuevas instituciones
sociales. Además, los vertiginosos desarrollos
tecnológicos a los que asistimos actualmente unidos a la
creación de los grandes grupos multimedia a
escala nacional e
internacional, junto con un incipiente proceso, paulatino pero
constante, de concentración en pocas manos de su
titularidad, está propiciando la aparición de
nuevas formas de poder
impensables hace escasamente medio siglo. Sin embargo, la
revolución
en las tecnologías y, sobre todo, en la tecnología
de la información, no garantiza la trasferencia de
conocimiento, sólo la facilita.
La construcción de las diferencias de
género
Posiblemente ha llegado el momento de analizar con
detenimiento estos fenómenos de enorme repercusión
social de forma rigurosa, alejándose de planteamientos
superficiales y ofreciendo alternativas para redefinir el nuevo
equilibrio
internacional de poderes en las sociedades avanzadas, que
permitan el mantenimiento
y desarrollo de un verdadero sistema democrático. De otra
manera, al no existir el juego de
contrapesos entre las distintas formas de poder social, se
acabaría configurando un futuro Estado, cuyo
único fundamento sea el poder mediático y
quién lo detente.
El objetivo de esta comunicación es crear un
espacio para el análisis y la reflexión a cerca del
papel que los medios de comunicación juegan a la hora de
percibir e interpretar el mundo que nos rodea. Se trata de poner
de manifiesto la patente necesidad de que la industria
mediática se implique e incorpore la perspectiva de
género, de forma transversal, a su quehacer cotidiano en
línea con la Igualdad de Oportunidades entre mujeres y
hombres para instaurar una verdadera sociedad del
conocimiento.
Así, podemos decir que la actividad de los medios
de comunicación, al reflejar a mujeres y hombres de una
determinada manera, cumple un papel fundamental en la
construcción de las diferencias de género y de los
modelos de
feminidad y masculinidad existentes. Dependiendo de cómo
se orienten sus contenidos, los medios pueden resultar un
elemento clave para potenciar la participación de las
mujeres en todos los ámbitos de la vida y con ello lograr
una sociedad más justa y equitativa. El campo de la
comunicación desempeña un papel muy importante en
la sociedad: la globalización ofrece nuevas
tecnologías de la información y las mujeres deben
ser parte de ellas.
Los preceptos de la Cuarta Conferencia
Mundial sobre la Mujer
(Beijing, 1995) señalan la necesidad de fomentar la educación, la
formación y el empleo de las
mujeres con el fin de promover y asegurar su acceso, en
condiciones de igualdad, a todas las esferas y niveles de los
medios de comunicación. De la misma forma, subrayan la
necesidad de promover la participación plena y en
condiciones de igualdad de las mujeres en los mass media,
incluyendo su participación en la gestión, la programación, la educación, la
formación y la investigación. Estas estrategias para el
cambio deben
incluir, además, la necesidad de que los medios adopten
códigos de conducta que
tengan en cuenta los derechos de las
mujeres.
De hecho, a pesar de que ha aumentado el número
de mujeres que trabajan en el ámbito de los media, pocas
son las que han alcanzado cargos directivos. Generalmente, los
puestos que les son asignados son de poca influencia en la
toma de
decisiones. Esta situación se refleja en la forma como
son presentadas las mujeres, normalmente de manera selectiva y
estereotipada, al tiempo que la gran mayoría de esta
población permanece invisible, así
como sus puntos de vista, necesidades y realidades.
Hay varios estudios que reflejan la escasa presencia de
las profesionales de los medios en puestos directivos. Uno de los
más recientes, se trata de la tesis doctoral
de María Isabel Menéndez que parte de la premisa de
la inexistencia de una visión de género en los
estudios de comunicación así como la invisibilidad
del género femenino como profesional. Este estudio refleja
tanto la escasa existencia de mujeres dedicadas a la Teoría
de la Comunicación como que prácticamente ninguna
mujer ocupa
puestos importantes en las Facultades de Periodismo.
También pone de manifiesto que las profesionales que
trabajan en diarios y redacciones no llegan a lugares relevantes
o bien carecen de trayectorias profesionales
brillantes.
En los años sesenta, Umberto Eco manifestaba, que
lo que no aparece en los medios no existe. El profesor
italiano, hablando de la televisión
en concreto,
precisaba que ha pasado de ser vehículo de los hechos a un
aparato para la producción de hechos. La realidad
social pasa a ser como la televisión y los mass media en general
quieren que sea. Los medios no solo actúan como notarios
de la realidad, sino que la construyen y la
interpretan.
Los profesionales también aportan su
subjetividad, de ahí que no sean inocuas las imágenes
que aparecen en la televisión, ni los textos de la prensa
ni los discursos
radiofónicos ni tampoco los titulares, las fotos, las
carátulas, ni los personajes elegidos, ni siquiera el
acontecimiento en si. El lenguaje
tampoco es neutro: el genérico se utiliza permanentemente
y se identifica con lo masculino.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los
medios son suministradores y difusores de modelos de comportamiento
sexista y por tanto es necesario que se aplique una perspectiva
de género sobre ellos, a través de la cual se
detecten los sesgos y problemas que afectan a las mujeres en
tanto que son actoras y consumidoras de ellos.
Según un estudio realizado por Joana Gallego,
Especialista en temas de Género y Comunicación, en
cuatro diarios de información general y una agencia de
noticias, en
las previsiones diarias de los periódicos, los temas con
presencia masculina ascendían al 47,5%, el 42, 8% estaban
formulados de manera abstracta y sólo el 4,8% restante
eran temas con presencia femenina.
Otro reciente estudio del Institut Catalá de la
Dona señala que las mujeres aparecen en los titulares de
la portada de los periódicos en un 4,7%, suponen el 17,5%
de las personas entrevistadas y firman tan sólo el 14,6%
de los artículos de opinión.
A la vista de estos datos, la
cuestión de si las nuevas tecnologías son o no
neutras respecto del género, es una cuestión que,
como podemos observar, depende del uso que se les dé y del
nivel de acceso con que cuente una determinada población.
Hasta ahora, todo parece indicar que en la llamada sociedad de la
información o del conocimiento se reproducen los patrones
tradicionales de poder y desigualdad de género. Pero el
activismo social ha hecho lo suyo y rápidamente comienza a
adueñarse de las llamadas TIC.
Así, cientos de organizaciones no
gubernamentales, reflexionan sobre el tema de la sociedad del
conocimiento y de los usos de las nuevas tecnologías como
un fenómeno del cual hay que apoderarse a modo de
herramienta para el activismo social y, particularmente, como un
canal que deben ocupar las mujeres en función de las
transformaciones sociales por la equidad de género. De
hecho, en junio de este año, se realizó el primer
Foro sobre Redes para el cambio y el
empoderamiento, organizado por el Programa de Apoyo
a la Red de Mujeres
(PARM) de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones
(APC).
Acogiéndonos a una visión más
optimista, las nuevas tecnologías de la información
en general e internet en particular,
están convirtiéndose en la plataforma de respuesta
y acción
frente a esta visión unívoca y uniformizante que
los medios de comunicación nos devuelven de las mujeres.
Son muchos los ejemplos de webs alternativas, foros y listas de
distribución que apuestan por la
recuperación del papel de las mujeres en la
construcción social de la realidad. Es necesario
profundizar en el desarrollo y accesibilidad a las nuevas
estrategias de comunicación e información como
medio para asegurar la participación social de las mujeres
en condiciones de igualdad. Para tal fin, Naciones Unidas
organizó en diciembre de 2003 la Cumbre Mundial de la
Información que tendrá su continuidad en el 2005 y
en la que se trabajaron aspectos como la incorporación de
la perspectiva de género en las políticas
y estrategias nacionales referidas a las TICs, el suministro de
contenidos relevantes para mujeres, la promoción de la participación
económica femenina en la economía de la
información, etc.
Es necesario lograr el acceso a una información
sin restricciones, que las mujeres tengan un conocimiento global
de sus derechos y una orientación concreta en el ejercicio
de ellos, así como la interconexión entre las
diversas iniciativas que trabajan por la igualdad. La sociedad
del conocimiento en la que vivimos hoy en día posibilita
el uso de la nuevas tecnologías a favor de las
mujeres.
- Beck, Ulrick, ¿Qué es la
Globalización?, Ed. Paidós Estado y Sociedad,
Barcelona, 1998. - Budlender, Debbie y Sharp, Rhonda con Kerry Allen,
How to do a gender-sensitive budget analysis: Contemporary
research and practice, London: Australian Agency for
International Development y Commonwealth
Secretariat,1998. - Eco, Humberto, Apocalípticos e
Integrados, Ed. Lumen, Barcelona, 1990. - Gallego, Joana, "De las recomendaciones a los
mecanismos: roles de género y producción
informativa", ponencia presentada en la jornada Medios de
Comunicación y Género, Diputación
Foral de Bizkaia, Bilbao, 2003. - Institut Catalá de la Dona, "Presencia de las
mujeres en la prensa diaria", Informe Anual, Barcelona,
2002. - McLuhan, Marshall, Understanding Media: the
Extensions of Man, London, Routledge (original: New York),
1964. - Menéndez, María Isabel, El Cuarto
Poder. ¿Un Poder de Mujeres?, Instituto
Autónomo de la Mujer, Asturias, 2003.
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Este artículo es obra original de
Iratxe Díaz Iglesias y su publicación
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Iratxe Díaz Iglesias