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Una aproximación al estudio de las desigualdades en la sociedad del conocimiento (página 2)




Enviado por Djamel Toudert



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4. Gasto de I+D

Europa

Según el Eurostat (Statistics on Science and
Technology in Europe, 2003:20), en el año 2002 Europa tuvo un
gasto total de 182.000 millones de euros en I+D. En
relación con el PIB europeo,
esto supone un 1,99% del total. En la cumbre de Lisboa, en el
año 2000, se elaboró una política
estratégica que pone como objetivo que
el porcentaje del PIB destinado al gasto en I+D llegue hasta el
3% en el año 2010, para poder competir
con Estados Unidos y
Japón,
que ya rozan ese 3%. Durante la década de los noventa, el
GID europeo aumentó sólo ligeramente, manteniendo
las distancias con los Estados Unidos y Japón
(gráfica 1). Pero la tendencia al empezar la siguiente
década apunta a un cierto alza. Esta I+D, especialmente en
nuevas
tecnologías, es la clave para la competitividad
y empleo
futuros.

Gráfico 1. Evolución del GID en EU-15, Japón y
EEUU. 1991-2001.

En la tabla 1 podemos ver el gasto en I+D de los
diferentes países de la Unión
Europea, como porcentaje del PIB, y también
desagregado por los tres sectores principales, el sector privado,
formado por las empresas y
fundaciones sin animo de lucro, y el sector
público, formado por la administración
pública y la enseñanza secundaria.

Tabla 1. GID como % deel PIB, por
sectores. 2000-2002. EU-15 y EU-10

Fuente: Eurostat, los datos de los
diferentes países están recogidos entre los
años 2000-2002.
Elaboración propia

Como podemos ver, el porcentaje destinado a I+D
varía considerablemente de un país a otro. Suecia y
Finlandia superan el 3% al que aspira llegar la media europea en
el año 2010. Por debajo de ese 3%, pero por encima de la
media europea, se encuentran Bélgica, Alemania,
Dinamarca, y Francia. Y los
países que destinan menor porcentaje I+D son por este
orden Grecia,
Portugal y España,
que no superan el 1%. La media de los países recién
incorporados es bastante baja. Pero hay países como la
República Checa o Eslovenia, que superan la media
española con creces. En lo que respecta al gasto en el
sector empresas, Suecia y Finlandia son las que destinan mayor
porcentaje de su gasto total. Mientras que es Grecia la que mayor
porcentaje de su gasto total destinal al sector público,
seguida de Portugal, Italia y
España. El porcentaje del gasto total en I+D destinado a
fundaciones sin ánimo de lucro es desconocido en todos los
países de la UE, salvo en Bélgica, donde se destina
un 1%.Según el Índice de Desigualdad de la ONU
(http://www.foroidea.com/espabaja.html), España se
encuentra ahora en el undécimo puesto entre los
países de la UE. Mienttras que en el Índice de
Desarrollo
Humano se encuentra en el vigésimo noveno puesto. La
tendencia en el Índice de Desigualdad ha sido de leve
retroceso, lo cual no se debe a un descenso en los niveles de
igualdad, sino
al nivel de avance en realción con el resto de
países y en especial con respecto al avance
tecnológico, en el que España se ha quedado
rezagada. En el Índice de Desarrollo
Humano sí se ha experimentado una leve tendencia al alza,
situándose España por encima de Israel o de
Italia.

En la tabla 2 se observa un análisis comparativo entre la media europea
y España, sobre el gasto de I+D por sectores en porcentaje
del PIB.

Tabla 2. Análisis comparativo
entre la distribución del GID entre España y
la EU-15. 2001-2002

En España, el sector empresas es el sector que
más aporta al GID, 0,50% del total de 0,96%, pero
aún así está muy por debajo de la media
europea. Un 0,30% del GID se destina a educación
superior, y un 0,15% a organismos públicos. Datos
más recientes, publicados por el INE reflejan que
España en el año 2002 supero el 1% del PIB, para
situarse en el 1,03 % en el año 2002.

España

Si nos centramos en España, partiendo de la idea
de que es uno de los países de la UE que menos invierte en
I+D, podemos hacer un análisis del gasto en I+D por
Comunidades Autónomas. En el siguiente cuadro 1 del INE
podemos observar el lugar que ocupa cada comunidad
autonóma en función
del gasto interno en I+D, y también ver su
desagregación por sectores público y
privado.

Cuadro 1. Gasto interno I+D como % del
PIB por CCAA. 2002

En este cuadro observamos que las comunidades autonomas
que más invierten en gasto interno de I+D son Madrid,
Cataluña, País Vasco y Navarra, por este orden.
Además, en estas cuatro, y en Aragón, La Rioja y
Castilla y León, el gasto privado supera al gasto
público. Otros informes, como
el de la Fundación AUNA(AUNA,2002:280), con datos de 2001,
señalan al País Vasco en el segundo lugar en el
gasto de I+D, pero seguido muy de cerca por Cataluña. Hay
una fuerte desigualdad entre estas tres comunidades
autónomas y el resto de comunidades autónomas
españolas, el gasto en I+D está concentrado en
estas tres comunidades. La heterogeneidad de situación
interna española es evidente también en otro
sentido. Por ejemplo, si tenemos en cuenta otros indicadores
macroeconómicos, como el PIB, veríamos que
comunidades autónomas con un alto PIB per cápita
pueden tener una participación muy baja en el GID, pero al
mismo tiempo contar
con un alto índice de difusión de internet, como es el caso de
Baleares (RIS,2004:97).

Gráfico 2. Distribución del
GID por sectores y por origen de fondos. 2001

Fuente: INE

En el gráfico 2 podemos observar la
distribución del gasto de I+D por sectores de
ejecución y por el origen de los fondos destinados a I+D
españoles en el año 2001. El mayor gasto en I+D lo
realizan las empresas, un 52%, que supone poco más de la
mitad del GID. Los países más desarrollados de la
Unión Europea tienen una participación muy superior
del sector privado en el GID. En segundo lugar se encuentra la
enseñanza superior, con un 31% y en tercero la
administración pública, con un 16% del GID. Las
instituciones
sin ánimo de lucro tienen un gasto del 1% del GID. Pero si
observamos la distribución del gasto en I+D por el origen
de los fondos, vemos que aunque mayoritariamente son fondos
empresariales, un 47%, no superan la mitad de los fondos totales.
Y los fondos de la administración pública son de un
40%, prácticamente iguales que los del sector empresarial.
Los fondos de la enseñanza superior son muy escasos,
sólo de un 4%, superados por los fondos que proceden del
extranjero, que ascienden hasta el 8%. Las fundaciones sin
ánimo de lucro se mantienen en el 1%.

Los países mas desarrollados invierten en
promedio un 2.4% del PIB en Investigación y Desarrollo, mientras los
países en vías de desarrollo, invierten apenas el
1% de su PIB. Además, en los países más
desarrollados la inversión privada en investigación y
desarrollo es más importante que la publica. España
se encuentra entre los países desarrollados, pero a la
cola de ellos. Invierte un 1.99% de su PIB en I+D y, salvo las
tres comunidades autónomas que tienen una alta
inversión en I+D, las demás tienen mayor gasto en
el sector público que en el privado.

Canarias

Según los resultados del INE del año 2002,
Canarias ha pasado de estar entre las tres regiones que menos
invierten en I+D a situarse en un mejor puesto, destinando un
0,62 % de su PIB, y con una inversión superior a la de
Baleares, Cantabria, Murcia, Asturias, Castilla La Mancha,
Extremadura y La Rioja. Sin embargo, datos de la Fundación
AUNA de 2001, señalaban a Canarias como una de las
regiones que menor gasto en I + D realizaba, solo precedida de
Cantabria y de Baleares (AUNA, 2002:280). Lo mismo señalan
los datos de la Fundación COTEC (COTEC, 2002:185-188),
aunque la posición del País Vasco pasa, desde la
tercera comunidad en gasto total de I+D a la cuarta, precedida
por Andalucía. Esta misma Fundación, en su Asamblea
Anual de 2004 se muestra muy
positiva con los avances obtenidos en los dos últimos
años en inversión en I+D.

Canarias se caracteriza además por ser una
región ultraperiféricas, es decir, por estar muy
alejada del resto de Europa, con las consecuencias que eso tiene
para el desarrollo
económico. Comparte esta situación con otras
regiones ultraperiféricas, que además son objetivo
1 de la Unión Europea, es decir, que el PIB de esas
regiones no alcanza el 75% de la media europea y por ello son
objeto de políticas
de cohesión social para disminuir las diferencias de
riquezas entre zonas y países. Estas regiones tienen
indicadores macroeconómicos similares – aparte de
los bajos niveles de ingreso –, como altas tasas de
desempleo, una
fuerza de
trabajo poco
cualificada, bajos índices de productividad,
poca inversión, infraestructuras deficientes y ausencia de
actividad económica competitiva (González de la Fe,
1995:28). La actividad económica se centra sobre todo en
el sector agrario, y en el turismo.

unque Canarias ya no es región objetivo 1, el
porcentaje de su PIB destinado a la I+D es muy escaso y depende
en gran medida de las ayudas de la Unión Europea, ya que
España, como se ha visto, tampoco es uno de los
países mejor situados en el ranking de países
según el gasto en I+D.

as políticas europeas de cohesión social
han ido dirigidas a potenciar las economías de estas
regiones ultraperiféricas y las regiones de objetivo 1 con
el fin de disminuir las desigualdades entre regiones y
países ricos y pobres en Europa. Estas políticas
han contribuido a aumentar el PIB de estas regiones. Los aumentos
observados en los indicadores GID y PID para Canarias, como
veremos después, son atribuibles en parte a los efectos de
las políticas europeas de cohesión
social.

Respecto al gasto interno en I+D en Canarias,
según los datos de 2002 del INE, se gasta en mayor medida
en el sector público. De los 173.088 miles de euros
invertidos, sólo 14.118 mil euros se corresponden a
inversión en el sector privado (un 23.76%), el resto
corresponde al sector público, es decir, administraciones
y enseñanza superior. Pero si comparamos estos datos con
los de la década anterior, podemos observar que el
porcentaje destinado a inversión en el sector privado ha
subido en cierta medida. Si observamos el siguiente
gráfico de 1991, podemos ver cómo el porcentadje
destinado a inversión en el sector privado era de un 8%
mientras que el resto era destinado al sector
público:

Gráfico 3: GID por sectores en
Canarias en 1991.

Fuente: INE.

Con estos datos puede decirse que, si a nivel nacional
el GID es mayoritariamentemente público, en Canarias, el
sector privado, tiene un peso menor. Tan sólo un 23.76% en
2002 del GID se destina al sector empresarial y a fundaciones sin
ánimo de lucro, frente a un 76.24% empleado en educación superior y
administración pública, lo que hace
que Canarias dependa tecnológicamente del exterior en
mucho mayor medida que España en su conjunto, que
también a su vez depende de la Unión Europea en
materia de
innovación
tecnológica.

5. Recursos
humanos en actividades de I+D (PID)

Europa

Según los mismos datos de la Unión Europea
(Eurostat, Statistics on Science & Technology, 2003:34), en
el año 2002, 2,46 millones de personas fueron empleadas en
actividades de I+D en la Unión de los 15 (EU-15). La
publicación de Eurostat abarca el período
1990-2001, por lo que aún no están agregados los
datos de los diez países recién incorporados. Para
este grupo de
países sólo manejaremos las medias de los
indicadores de PID (como EU-10). El volumen de 2,46
millones de personas empleadas como PID corresponde a un 1,39% de
la población activa en la UE-15 en el 2002,
frente al 1,33 % del año 1999.

Como se desprende de la tabla 3, existen grandes
diferencias entre los países más adelantados en
materia de I+D y el grupo de los países más
rezagados, entre los cuales se encuentra España. De nuevo,
los países europeos se dividen en dos bloques. Por un
lado, Finlandia, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Alemania,
Francia y los Países Bajos con niveles por encima de la
media, destacando Finlandia y Suecia con un 2,60% y 2,43%
respectivamente de la población activa empleada como PID,
y por otro lado están los países por debajo de la
media europea, entre los que se encuentran Austria, Reino Unido,
Grecia, Irlanda, Portugal y España, que con un 1,18% ocupa
una posición en la cola de los países europeos,
sólo por delante de Irlanda y Portugal.

Tabla 3. Personal I+D como
% de la población activa, años 1999 y 2002, en
EU-15 y EU-10

La media de PID en los 10 países miembros
recién incorporados alcanza en 2002 un 0,84% de la
población activa, y, por lo tanto, hará descender
la media de la UE-25 considerablemente. En este nuevo escenario,
España ocupa una posición más cercana a la
media europea, pero sólo como resultado de una
disminución generalizada de los indicadores europeos, y no
porque se produce un incremento real de los indicadores
españoles. Entre los países recién
incorporados también hay muchas diferencias, destacando
Eslovenia con un nivel de PID muy cercano a la media europea de
los 15, con un 1,36% y, además, por encima de la media
española en 2002 (Eurostat, 2003:41).

La tendencia general que se observa en la tabla 3 es que
la mayoría de los países europeos de la UE-15 ha
incrementado su porcentaje de PID sobre el PIB. El crecimiento de
este indicador es, pues, bastante generalizado al igual que el
GID y, en algunos casos, como Bélgica y Dinamarca, alcanza
los dos décimales en sólo tres años. Al
contrario, sólo un número reducido de países
– Irlanda, Países Bajos y Suecia – han
experimentado una ligera disminución en este
periodo.

omo se señaló anteriormente, el personal
de I+D se divide a su vez en dos grandes subgrupos. Por un lado
están los investigadores, que contabilizan poco más
de un millón de personas en 2002 en la EU-15. (Eurostat,
idem:36). Este volúmen representa el 40,7% del PID,
dejando para el otro subgrupo de personal de apoyo a la
investigación el restante casi 60%, con un volumen de 1,46
millones de personas empleadas en actividades de gestoría,
administración y de apoyo a la investigación científica y
desarrollo tecnológico (gráfico 4). La ratio
investigadores/PID para el conjunto de Europa se sitúa en
un 0,41. Esto quiere decir que por cada investigador hay al menos
una persona de apoyo.
Esta ratio nos será de utilidad para las
comparaciones con España y Canarias.

Gráfico 4. PID en sus dos
dimensiones: EU-15 en 2002

Fuente: Eurostat, elaboración
propia

Respecto a la medición del número de
investigadores por cada mil personas de la población
activa, los datos de la Comisión Europea (Key Figures,
2004:43) nos muestran una media de 5,7 investigadores en
Equivalencia de Dedicación Plena en el año 2001
para los 15 países miembros de la Unión Europea
(tabla 4). Este indicador ha presentado un crecimiento continuo
desde 1996 en todos los países de la UE-15, salvo Italia
que ha sufrido cierto retroceso, tal y como se desprende de las
tasas de crecimiento anuales. Para los 10 países
recién incorporados a la EU-25 – aquí sí
desagregados – observamos la misma tendencia señalada en
el párrafo
anterior, cuando comentamos los datos de PID respecto de la
población activa. Así, mientras en países
como Letonia o Hungría las tasas de crecimiento del 13,1 y
6,7 respectivamente apuntan claramente al despegue de sus
economías orientadas hacia los mercados
occidentales, demostrando una intensificación en
actividades de I+D, en otros países ex-soviéticos
las tasas de crecimiento son negativos: -2,9 y -1,2 en Estonia y
Lituania respectivamente.

España se sitúa por debajo de la media
europea con 4,6 investigadores por cada mil personas de la
población activa, pero registra, tras Grecia, la tasa de
crecimiento anual más alta de los 15 países de la
Unión Europea en 2001: 6,9, seguida muy de cerca por el
país líder
en materia de I+D, Finlandia, país que cuenta con el mayor
número de investigadores por cada mil activos en Europa
(13,77).

Tabla 4. Número de investigadores
por mil de la población activa en EDP, año 2001 y
tasas de crecimiento anuales (medias) 1996-2001 en la
EU-25

Fuente: Key Figures 2003-2004,
Comisión Europea .. datos no disponibles.
Elaboración propia.

España

Como hemos podido comprobar hasta ahora, España
ocupa posiciones por debajo de las medias europeas en los
principales indicadores de I+D. No obstante, la evolución
del personal I+D como % sobre la población activa ha
experimentado en las dos últimas décadas un
recorrido ascendente de manera continua (gráfico 5), por
lo que es razonable esperar – en el marco de las
políticas de Investigación Científica y
Desarrollo Tecnológico puestas en marcha en España
– que la tendencia se mantenga. Respecto a las
políticas públicas de I+D en España cabe
señalar que, según el Plan Nacional de
Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológico 2004-2007, se
prevé aumentar el gasto I+D (GID) hasta alcanzar el 1,22 %
del PIB en 2005, y el 1,4 % del PIB en 2007. Con estas
previsiones, también es de esperar que el personal en I+D
experimente similares aumentos en su evolución.

Por otra parte, del gráfico 5 se desprende
también que la ratio investigadores/PID (I/PID) ha
aumentado en el período observado. En 1980, casi se
alcanzaba la distribución de una persona de apoyo por cada
investigador, con una ratio de 0,54 I/PID. En 2001, la ratio es
0,64 I/PID, lo cual nos indica que ha aumentado el número
de investigadores en el conjunto del PID. Con esta ratio, ni
siquiera hay una persona de apoyo a la investigación por
cada investigador. Ello nos da una idea acerca de la carga de
trabajo que soportan los investigadores españoles
comparado con Europa, donde la ratio media era de 0,41. La
reducción del personal de apoyo a la investigación
en el conjunto del PID ha modificado considerablemente la
composición del PID en España durante las
últimas dos décadas.

Gráfico 5. Personal en I+D en EDP
respecto a la población activa (tanto por mil)

Fuente: INE.

Por otro lado, al igual que en el caso de los
países de la Unión Europea, nos encontramos
también en España con una gran heterogeneidad entre
las distintas comunidades autónomas. Además, tal y
como ocurre con el GID, hay una distribución desigual del
PID en España, destacando de nuevo las comunidades de
Madrid, Cataluña, y el País Vasco con las mayores
concentraciones, aunque se observa un decrecimiento de la
importancia de estas regiones en el tiempo. Si en 1987 estas tres
comunidades aún sumaban casi el 67% del PID total en
España, en 2001 este porcentaje desciende a 55, aunque
Cataluña ha aumentado en casi 4 puntos su
participación. Sobre todo la Comunidad de Madrid ha
sufrido un mayor descenso en el período señalado
(de 35% en 1987 a 26,5% en 2001). Andalucía destaca por su
alto nivel de PID en el conjunto nacional, casi un 12% en 2001,
teniendo un nivel bastante moderado del GID (0,62 % del PIB en
2002 – Cuadro 1).

Las demás comunidades han aumentado su
participación de PID en el conjunto nacional, como es el
caso de las CC.AA. de Andalucía, Canarias, Castilla y
León, Valencia, Galicia y Navarra que han experimentado
los mayores aumentos, y Aragón, Asturias, Baleares,
Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, el
País Vasco y La Rioja con los menores
crecimientos.

Tabla 5. Evolución del PID por
CCAA: % del total español,
PID por 1.000 de la población activa y ratio I/PID por
1.000 de la PA. Todo en EDP. 1987 – 2001.

Fuente: INE en
http://www.mcyt.es/indicadores .. no disponible.
Elaboración propia

Canarias

En el caso de Canarias, la evolución apunta hacia
un moderado crecimiento, con una mejora de su posición en
la escala nacional
desde 1987, donde ocupaba sitio entre las comunidades
autónomas con menores niveles del PID dentro del conjunto
nacional, hasta 2001, cuando forma parte de las comunidades
autónomas con posiciones intermedias (tabla 5).

Tabla 6. Ratio de investigadores en el
colectivo PID para Europa, España y Canarias (medias).
2001-2002

Fuente: Eurostat, INE. elaboración
propia

Actualmente, en Canarias 3,5 personas por cada mil
activos están empleadas como investigadores en el
colectivo PID, que a su vez supone 4,2 personas por cada mil
activos. Comparado con los datos europeos, donde hay 5,68
investigadores por cada mil activos (tabla 4), y los datos
nacionales – 4,4 por cada mil activos (gráfico 5)
– los 3,5 investigadores por cada mil activos en Canarias
es una cifra bastante alta. En Canarias, la ratio I/PID alcanza
un 0,83 (tabla 6), y la coloca en una posición muy por
encima de la ratio española (0,64) y más
todavía de la europea (0,41). Una posible
explicación de esta elevada ratio se encuentra en las
particularidades del sistema regional
de ciencia en
Canarias (González de la Fe, 1995:153), pero a primera
vista resalta la desproporción entre personal de apoyo e
investigadores, los cuales realizan actividades de I+D en
condiciones muy desiguales respecto a los demás
investigadores españoles y europeos. ¿Cómo
se relaciona este hecho con la productividad del conjunto del
PID? ¿De qué manera afecta la reducida
proporción de personal de apoyo del PID canario a la
producción de conocimientos? Estas
preguntas invitan a estudiar más detenidamente las
condiciones de la producción de conocimientos con el
objetivo de ahondar en el análisis de los factores que
intervienen en las desigualdades en la sociedad del
conocimiento.

Si nos fijamos en la distribución del personal de
I+D por sectores, podemos utilizar los datos de 1991
(González de la Fe, 1995:90), para contrastarlos con los
actuales. Los sectores entre los que se reparte el personal de
I+D son – por orden de importancia – la
enseñanza superior (ES), la administración
pública (AP), las empresas y, por último, las
instituciones privadas sin fines de lucro (IPSFL). El siguiente
gráfico refleja esta distribución en 1991 y en
2001.

Gráfico 6. Distribución del
PID en Canarias por sectores en 2001 y 1991 en %

Fuente: INE. elaboración
propia

Como se desprende de estos gráficos, destaca la absorción del
PID en Canarias por parte del sector de la enseñanza
superior. Si en 1991 ya acaparaba el 61 %, diez años
más tarde su proporción alcanza el 71%. Por otro
lado, también el sector empresas ha aumentado su
participación (hasta un 10%) en detrimento de la
administración pública. El crecimiento del sector
privado posiblemente apunta a un cambio de
tendencia, al multiplicar por 2,5 su participación en la
distribución, aunque el mayor peso de la enseñanza
superior parece indicar una polarización del PID
canario.

6. Conclusiones

El desarrollo económico de las sociedades del
conocimiento se apoya de forna creciente en la innovación
tecnológica. El análisis realizado de los
principales indicadores de I+D señala a que las
actividades de I+D en Canarias están todavía en
unos niveles bajos si los comparamos con España y Europa.
A pesar de haber abandonado los últimos puestos, y
encontrarse actualmente por delante de las comunidades de
Baleares, Cantabria, Murcia, Asturias, Castilla La Mancha,
Extremadura y La Rioja, en Canarias todavía se destina tan
sólo el 0,62% del PIB a I+D, lo cual es sólo dos
tercios del nivel español (0,96%) y se aleja mucho del
nivel europeo (1,99%). El objetivo europeo de alcanzar el 3% del
PIB en 2010 se sitúa, por lo tanto, en un horizonte
bastante lejano para Canarias. España, a su vez,
también ocupa posiciones por debajo de la media europea,
pero con regiones con altos niveles de concentración como
Madrid, Cataluña y País Vasco en el caso de GID, y
sumado a estos tres la comunidad autónoma de Andalucia en
el caso del PID.

Respecto a la evolución del PID en Canarias,
destaca la alta ratio de investigadores dentro del colectivo de
personal empleado en actividades I+D (0,83). Esta cifra es
más del doble del ratio europeo (0,41), y también
es bastante más alto que el ratio español (0,64), y
es una clara evidencia de la desigualdad en las condiciones de
producción de conocimientos de los investigadores del
sistema canario de innovación. Un análisis
más detenido entre este hecho y la productividad de los
sistemas de
ciencia y
tecnología podría ayudar a establecer la
dirección y la naturaleza de
las relaciones de producción de conocimientos. Por otro
lado, el sector privado, aunque haya aumentado en la
última década su participación en el PID, en
Canarias todavía tiene unos valores
demasiado bajos, lo que demuestra la excesiva dependencia
tecnológica de Canarias con el exterior.

El estado de I+D
en Canarias podría clasificarse como región
objetivo 1 (González de la Fe, 1995:32), pues sus
indicadores de I+D no alcanzan el 75% de la media europea.
Canarias está aún muy lejos de la sociedad del
conocimiento.

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http://www6.mcyt.es/indicadores consultada en septiembre de
2004.

Notas

[1] – Nieves Santana Díaz es licenciada en
Sociología y cursa actualmente el segundo año del
Tercer Ciclo en el Departamento de Sociología de la
Universidad de La
Laguna.

[2] – Madelon van Oostrom es licenciada en
Sociología e inicia este curso el primer año del
Tercer Ciclo en el Departamento de Sociología de la
Universidad de La Laguna.

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http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0

"Este artículo es obra original de Maria Nieves
Santana Díaz y Madelon van Oostrom y su publicación
inicial procede del II Congreso Online del Observatorio para la
CiberSociedad: http://www.cibersociedad.net/congres2004/index_es.html"

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