Una forma de medición del Conocimiento desde el enfoque de la teoría de la economía del conocimiento en las organizaciones artesanales de Oaxaca, México
- 1.
Abstract - 2.
Introducción - 4.
Marco teórico y conceptual - 5.
Construcción de la escala de conocimiento.
Selección de la variable, indicadores y
construcción de la escala - 6.
Resultados - 7.
Operacionalización de las variables - 8.
Detallado de la nomenclatura - 9.
Conclusiones - 10.
Bibliografía
1. Abstract
Este estudio presenta una forma de medir el
conocimiento en las organizaciones y
propone una escala aplicada
en organizaciones artesanales en Oaxaca. Para ello se enfoca en
el análisis de la teoría
sobre la economía del conocimiento
que resurge a principios de los
noventas en Europa. El
análisis factorial que incluye un análisis de
componentes principales y el método de
rotación Varimax es utilizado para la validez y
confiabilidad de la escala. El estudio concluye que la variable
conocimiento en las organizaciones artesanales de Oaxaca se puede
medir a través de 8 indicadores,
con una varianza explicada de la variable del 86 por ciento y 84
por ciento de confiabilidad.
Palabras
clave: · empresa · metodología · méxico · nueva
economía · organizaciones
2. Introducción
(1)Existen varios enfoques teóricos que
abordan el estudio del conocimiento. Desde la teoría
basada en los recursos con
Barney (1991: 105) quien señala que la ventaja competitiva
en las organizaciones descansa en los recursos que son valiosos,
raros, imperfectamente imitables, escasos, carentes de sustitutos
directos y son de carácter organizativo en las empresas.
Distingue entre dos tipos de recursos: 1) tangibles como: i)
físicos y ii) financieros), y 2) intangibles como: i)
capital
comercial (reputación, prestigio, imagen de la
marca, lealtad
de los clientes), ii)
capital humano
(formación, motivación, habilidades, experiencia y
conocimientos), iii) capital organizativo (estructura
organizativa, cultura
empresarial, estilo de dirección, relación con clientes y
proveedores) y
iv) capital tecnológico (saber hacer, dominio de la
tecnologías, capacidad de innovación). Con base en lo anterior, se
dice que los activos
intangibles (capital humano) se constituyen como la ventaja
competitiva sustentable de las actuales y futuras organizaciones
y por tanto el capital humano toma las formas de conocimiento,
educación,
habilidades, experiencias, practicas, rutinas, utilización
de la creatividad y
el desarrollo de
relaciones entre los individuos.
Algunos estudios empíricos (McGahan y Porter,
1997:15; Fong, 2001: 1) apoyan fuertemente a la teoría de
los recursos y capacidades; y sostienen que la mejor manera de
entender el desempeño de las empresas es a partir del
análisis de los activos intangibles, y uno de esos activos
intangibles es el conocimiento acumulado en los individuos. Sin
embargo en la evaluación
de la relación entre conocimiento y ventaja competitiva
sustentable, no se presenta solides en la forma de medir
conocimientos, debido a que los estudios muestran una
inclinación en la forma de su medición más cualitativa que
cuantitativa.
Desde el enfoque del capital
intelectual, el cual es analizado a partir de la
diferenciación de tres de sus áreas fundamentales:
i) capital humano, ii) capital estructural y iii) capital
relacional; los estudios muestran mayores desarrollos
teóricos y empíricos y de indicadores de
medición en las dos últimas áreas y no en el
capital humano, que sienta sus bases en el conocimiento
(Edvinsson y Malon, 1997; Ross et al., 1997 y Sveiby, 1997
citados en Grasenick y Low 2004; William, 2004). Lo anterior se
apoya en los hallazgos reportados por Adriessen (2004: 230) quien
identifica alrededor de 30 métodos de
medición del capital estructural y relacional y analiza
solamente 25 de ellos.
La revisión de la literatura indica el intento
de medir el conocimiento en las organizaciones; desde los
trabajos de Sternberg y Wagner (1985); Wagner (1987) Sternberg et
al., (1995) en el campo de la psicología; quienes
se enfocan en la medición del conocimiento tácito,
dentro del cual consideran las experiencias vividas y acumuladas
por los individuos a lo largo de los años. Otros estudios
(Becker, 1983; OECD, 1994) han utilizado como indicador para
medir el conocimiento (stock de capital humano) el nivel de
cualificación o de educación en los individuos, se
refiere a aquellos conocimientos que el individuo ha
logrado adquirir y acumular en su proceso de
formación y experiencias vividas. Por tanto a una cantidad
mayor de conocimientos tanto de explícitos como de
tácitos se traducirán en altos estándares de
cualificación (Sánchez, Chaminade y Olea,
2000).
Este trabajo retoma
como teoría central la economía del conocimiento o
aprendizaje,
enfoque que consideran Lundvall (1996) y Ducatel (1998) con un
indicador principal que es la educación en el
que se basan para medir el conocimiento y además el nivel
profesional que el individuo posee, llamados también
conocimiento explícito. Tal enfoque contempla
también los conocimiento tácitos que son resultado
de la experiencia en las actividades desempeñadas a
través de los años, en el que él individuo
logra desarrollar habilidades cognoscitivas, físicas y de
relación. Varios estudios empíricos sobre el
conocimiento tácito reportan que éste es la clave
de la ventaja competitiva sustentable de las empresas (Wong y
Radcliffe, 2000; Stone, Hunton y Wier, 2000; Lubit, 2001;
Koskinen y Vanharanta, 2002; Koskinen, Pihlanto y Vanharanta,
2003; Woo et al., 2004). Por esta razón los estudiosos en
esta parte del conocimiento se han preocupado no solo en
identificarlo, sino también en medirlo. Sin embargo los
resultados muestran que únicamente se ha avanzado en la
medición cualitativa de tales conocimientos. Otros como
Cowan, David y Foray (1999) y Balconi (2002) han tratado de
capturarlo a través de la codificación.
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