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Actividades extraescolares de los adolescentes útiles para programas de prevención del tabaquismo (página 2)



Partes: 1, 2

 

Aunque el tabaquismo
adolescente tiene una tendencia decreciente, según algunos
estudios españoles4,8,12,13, los datos extranjeros
no son consistentes: algunos autores señalan una tendencia
alcista14-16 y otros demuestran disminución
entre los chicos con aumento entre las chicas17,18.
Además, en EEUU18 se constató que la
tendencia marcadamente decreciente entre 1974-80, la cual
sufrió un estancamiento en los años 80,
probablemente debido al éxito
de las campañas de promoción y publicidad del
tabaco.

Si se confirma la tendencia decreciente de la frecuencia
del tabaquismo adolescente en nuestro país, para
mantenerla será necesario diseñar, implementar y
evaluar programas
preventivos, dirigidos a los niños y
jóvenes. Dichos programas, si se desarrollan en el
ámbito escolar, deberán elaborarse teniendo en
cuenta los resultados obtenidos por otros análogos,
durante más de 20 años de experiencia
investigadora, en EEUU y el resto de Europa. En este
sentido, casi toda la investigación previa19-31
coincide en que los programas más eficaces son
aquéllos que se centran en el análisis de la presión
social para fumar y en la adquisición de habilidades
sociales para rechazar el tabaco. Pero, además, algunos
autores y organismos32-34 sugieren a futuros
investigadores que los programas preventivos, además de
intervenciones dentro de la escuela,
diseñen y evalúen intervenciones educativas fuera
de la misma, porque uno de los factores de riesgo de
consumo de
tabaco es el fracaso escolar, y los adolescentes
con mal expediente académico podrían rechazar
cualquier actividad preventiva desarrollada en el ámbito
del centro docente, precisamente por realizarse en él, ya
que es vivido como impositivo y coercitivo por muchos de
ellos.

Los objetivos de
nuestro trabajo
fueron:

– Conocer las actividades que concitan el interés de
los niños fuera de la escuela, a fin de seleccionar las
intervenciones preventivas extraescolares más adecuadas y
el lugar o lugares en que tales intervenciones deberían
aplicarse: intervención educativa "hecha a medida",
según métodos
actuales de Educación para la
Salud
(EpS)35,36.

– Comprobar si algunas de las variables,
calificadas como determinantes de la conducta
tabáquica en la literatura
científica, se asocian significativamente con dicha
conducta en los adolescentes y en qué medida lo
hacen.

MATERIAL Y MÉTODO

Se trata de estudio epidemiológico descriptivo
transversal, siendo la población estudiada 36.523 escolares
asturianos de 10-11 años, repartidos en 1.415 aulas y
28.481 de 13-14 años procedentes de 1.012 aulas. Se
realizó un muestreo
aleatorio por conglomerados (unidad de selección
el aula). La muestra fue
estratificada por grupo de edad,
lugar de residencia (municipios mayores y menores de 10.000
habitantes) y tipo de centro (público, privado y
concertado). El tamaño muestral se calculó para una
precisión del 3% y un nivel de confianza del 95%. No hubo
pérdidas en los conglomerados. En total, en el curso 95-96
se encuestó a los alumnos de 55 aulas de 5º y 6º
de EGB (1.479 alumnos de 10-11 años) y a los de 53 aulas
de 7º y 8º de EGB y de 1º de B.U.P. (1.516 alumnos
de 13-14 años): N10-11 y N13-14
respectivamente, en adelante.

Para la recogida de la información, se elaboró un cuestionario
con:

a) Variables socio-demográficas: edad, género,
tipo de escuela y dinero
disponible para gastar.

b) Variables relacionadas con algunos determinantes del
tabaquismo, según la literatura científica: compra
de tabaco,".

c) Variable para medir el consumo de tabaco,
categorizada conforme se detalla en resultados (tabla
4).

d) Variables relativas a las actividades desarrolladas
fuera del colegio, cuyo listado se elaboró con los
resultados de una encuesta
cualitativa realizada a 130 adolescentes del grupo
diana:

Dentro de casa: ver tv/vídeo, usar
ordenador, leer y oír música.

Fuera de casa: hacer deporte en un gimnasio o
polideportivo, hacer deporte en un lugar no específico,
acudir a un club o asociación cultural, hacer actividades
propias de "scouts", pasear con la familia,
callejear con los amigos, acudir al cine, acudir a
un concierto, hacer compras, ver
deporte, acudir a salas de juego (jugar
con máquinas
recreativas), acudir a una discoteca (incluidos locales sin
alcohol para
adolescentes), acudir a un bar (sólo para
N13-14), acudir a casa de amigos, acudir a una
asociacion escolar, acudir a una asociacion parroquial, tocar
música con un grupo.

La inteligibilidad del cuestionario se comprobó
mediante encuesta piloto a 150 niños de cada grupo. La
estabilidad de las respuestas fue comprobada mediante test/re-test, en
una submuestra aleatoria del 10% de la muestra, con un intervalo
de 15 días. La encuesta fue realizada al grupo clase por un
único encuestador –independiente y entrenado
según protocolo
establecido–, el cual dio instrucciones de
cumplimentación y aclaró dudas en el momento de la
encuesta.

La validez de construcción y contenido se sustenta en la
encuesta cualitativa previa, en lo que concierne a las
actividades, y la literatura científica para los
determinantes del tabaquismo. La mayor parte de las variables no
permiten la validez de criterio, por falta de uno externo de
referencia accesible.

La consistencia interna de las respuestas dadas a las 3
actividades más practicadas por cada niño, se
evaluó recogiendo el dato 2 veces en la misma encuesta,
con preguntas distintas, y aplicando el Alfa de Cronbach a ambos
datos.

Se realizó estadística
descriptiva, análisis bivariable (Ji2 para
la significación estadística de las diferencias entre
porcentajes) y análisis multivariante mediante
regresión logística, para determinar la importancia
de las variables a estudio en la conducta de fumar, tanto
esporádica como habitualmente: 0 = NO FUMA (nunca ha
fumado + Probó el tabaco + Antes fumaba pero ahora no); 1
= FUMA (fuma<1 cigarrillo) por sem. + Fuma entre 1-6
cigarrillo por sem. + Fuma más de 6 cigarrillo por sem.).
Todas las variables fueron previamente dicotomizadas, con
excepción de la edad y el dinero
disponible. El 0 = NO presencia de la variable (no compra
cigarrillos, no bebe alcohol, etc.) y el 1 = SI presencia de la
variable (sí frecuenta discotecas, sí fuman sus
profesores, etc.). Las excepciones a esta norma se recogen al pie
de la tabla. Para la selección de las variables se
utilizó el procedimiento
"paso a paso", con un criterio de entrada de p=0,10 y de salida
de p=0,15.

RESULTADOS

La estabilidad de las respuestas, excluidas las
variables "edad" y "género", en las que el Indice de Kappa
fue 1, osciló entre el 0,73 para el "dinero disponible" y
el 0,94 para el tabaquismo de los convivientes. Y la consistencia
interna para las tres actividades más frecuentes
realizadas por cada niño varió entre el valor 0,84 y
el 0,91 alfa de Cronbach.

La tabla 1 recoge los datos demográficos de la
población a estudio. Un 85,7% de los N10-11 y
un 88,9% de los N13-14 reciben dinero para sus
gastos:
más de 500 pesetas por semana en el 13,3% y el 38,8% de
los niños, respectivamente.

Tabla
1
Datos demográficos de los individuos participantes en la
muestra

Edad

N

%

Género (%)

10-11

1.479

49,38

Chica (51,3)
Chico (48,7)

13-14

1.516

50,62

Chica (50,8)
Chico (49,2)

TOTAL

2.995

100,00

 Las actividades más frecuentes dentro del
hogar (tabla 2) son ver TV ó vídeo y leer. En los
chicos mayores, la música desplaza a la lectura. El
96,4% ve TV y el 87% lee, al menos, con frecuencia semanal, en el
grupo N10-11. El 94,1% ve TV y el 92,9% oye
música, al menos con la frecuencia dicha, entre los
N13-14.

Tabla 2
Actividades más frecuentes dentro de casa (n y
%)

Actividad

Frecuencia

6

5

4

3

2

1

TV
10-11
13-14

1.168(79,0)
1.206(79,6)

216(14,6)
214(14,1)

42(2,8)
61(0,4)

11(0,7)
11(0,7)

4(0,3)
4(0,3)

38(2,6)
20(1,3)

Ordenador
10-11
13-14

167(11,3)
112( 7,4)

308(20,8)
261(17,2)

227(15,3)
241(15,9)

123(8,3)
139(9,2)

121(8,2)
152(10,0)

533(36,0)
611(40,3)

Leer
10-11
13-14

756(51,1)
559(36,9)

350(23,7)
418(27,6)

180(12,2)
244(16,1)

49(3,3)
112(7,4)

38(2,6)
74(4,9)

106(7,2)
109(7,2)

Música
10-11
13-14

684(46,2)
1.003(66,2)

355(24,0)
281(18,5)

167(11,3)
124( 8,2)

70(4,7)
21(1,4)

54(3,7)
24(1,6)

149(10,1)
63( 4,2)

6=Casi todos los días; 5=2-3 veces/sem;
4=Aproximadamente 1 vez/sem; 3=Al menos 1 vez/mes; 2=Unas
pocas veces al año; 1=Nunca o casi
nunca

Fuera de la casa (tabla 3), el deporte –como
practicante o como espectador–, pasear con la familia, hacer
compras y callejear con los amigos, son las actividades
más practicadas por los pequeños. Los de 13-14
años, además del deporte, que es la actividad que
más interés concita, van más a casa de sus
amigos y menos de compras, y disminuyen la frecuencia de paseos
con la familia.    

Tabla 3
Actividades más frecuentes fuera de casa (n
y%)

Actividad

Frecuencia

6

5

4

3

2

1

Gimnasio
10-11
13-14

170 (11,5)
142 ( 9,4)

337 (22,8)
305 (20,1)

110 ( 7,4)
155 (10,2)

55 ( 3,7)
85 ( 5,6)

72 ( 4,9)
158 (10,4)

735 (49,7)
671 (44,3)

Deporte
10-11
13-14

881 (59,6)
589 (38,9)

331 (22,4)
432 (28,5)

104 ( 7,0)
186 (12,3)

26 ( 1,8)
68 ( 4,5)

32 ( 2.2)
66 ( 4,4)

105 ( 7,1)
175 (11,5)

Club Cultural
10-11
13-14

31 ( 2,1)
54 ( 3,6)

33 ( 2,2)
74 ( 4,9)

45 ( 3,0)
162 (10,7)

23 ( 1,6)
70 ( 4,6)

37 ( 2,5)
102 ( 6,7)

1.310 (88,6)
1.054 (69,5)

"Scouts"
10-11
13-14

18 ( 1,2)
36 ( 2,4)

17 ( 1,1)
32 ( 2,1)

33 ( 2,2)
64 ( 4,2)

30 ( 2,0)
37 ( 2,4)

93 ( 6,3)
90 ( 5,9)

1.288 (87,1)
1.257 (82,9)

Familia
10-11
13-14

661 (44,7)
232 (15,3)

425 (28,7)
285 (18,8)

193 (13,0)
419 (27,6)

76 ( 5,1)
180 (11,9)

54 ( 3,7)
133 ( 8,8)

70 ( 4,7)
267 (17,6)

Callejear
10-11
13-14

671 (45,4)
723 (47,7)

282 (19,1)
356 (23,5)

131 ( 8,9)
217 (14,3)

67 ( 4,5)
55 ( 3,6)

73 ( 4,9)
56 ( 3,7)

255 (17,2)
109 ( 7,2)

Cine
10-11
13-14

24 ( 1,6)
18 ( 1,2)

48 ( 3,2)
23 ( 1,5)

147 ( 9,9)
239 (15,8)

400 (27,0)
543 (35,8)

471 (31,8)
395 (26,1)

389 (26,3)
298 (19,7)

Concierto
10-11
13-14

8 ( 0,5)
9 ( 0,6)

8 ( 0,5)
2 ( 0,1)

13 ( 0,9)
6 ( 0,4)

46 ( 3,1)
53 ( 3,5)

183 (12,4)
321 (21,2)

1.221 (82,6)
1.125 (74,2)

Compras
10-11
13-14

547 (37,0)
200 (13,2)

377 (25,5)
241 (15,9)

262 (17,7)
311 (20,5)

151 (10,2)
446 (29,4)

70 ( 4,7)
188 (12,4)

72 ( 4,9)
130 ( 8,6)

Ver Deporte
10-11
13-14

553 (37,4)
365 (24,1)

316 (21,4)
307 (20,3)

212 (14,3)
301 (19,9)

105 ( 7,1)
160 (10,6)

93 ( 6,3)
168 (11,1)

200 (13,5)
215 (14,2)

Salas juego
10-11
13-14

82 ( 5,5)
67 ( 4,4)

121 ( 8,2)
149 ( 9,8)

123 ( 8,3)
243 (16,0)

114 ( 7,7)
150 ( 9,9)

95 ( 6,4)
167 (11,0)

944 (63,8)
740 (48,8)

Discoteca
10-11
13-14

14 ( 0,9)
20 ( 1,3)

5 ( 0,3)
51 ( 3,4)

19 ( 1,3)
164 (10,8)

18 ( 1,2)
78 ( 5,1)

130 ( 8,8)
174 (11,5)

1.293 (87,4)
1.029 (67,9)

Bar
13-14

88 ( 5,8)

148 ( 9,8)

235 (15,5)

129 ( 8,5)

150 ( 9,9)

766 (50,5)

Casa amigos
10-11
13-14

347 (23,5)
234 (15,4)

327 (22,1)
341 (22,5)

294 (19,9)
337 (22,2)

183 (12,4)
251 (16,6)

169 (11,4)
191 (12,6)

159 (10,8)
162 (10,7)

Asoc. escolar
10-11
13-14

75 ( 5,1)
18 ( 1,2)

94 ( 6,4)
33 ( 2,2)

56 ( 3,8)
75 ( 4,9)

16 ( 1,1)
10 ( 0,7)

21 ( 1,4)
20 ( 1,3)

1.217 (82,3)
1.360 (89,7)

Asociación parroquial
10-11
13-14

38 ( 2,6)
11 ( 0,7)

49 ( 3,3)
15 ( 1,0)

159 (10,8)
148 ( 9,8)

30 ( 2,0)
32 ( 2,1)

52 ( 3,5)
52 ( 3,4)

1.151 (77,8)
1.258 (83,0)

Tocar música
10-11
13-14

31 ( 2,1)
12 ( 0,8)

35 ( 2,4)
16 ( 1,1)

35 ( 2,4)
31 ( 2,0)

10 ( 0,7)
11 ( 0,7)

26 ( 1,8)
28 ( 1,8)

1.342 (90,7)
1.418 (93,5)

6=Casi todos los días; 5=2-3 veces/sem;
4=Aproximadamente 1 vez/sem; 3=Al menos 1 vez/mes; 2=Unas
pocas veces al año; 1=Nunca o casi
nunca

Beben alcohol con frecuencia al menos semanal el 32,3%
de los N10-11 y el 30,2% de los N13-14
(tabla 4).

Tabla 4
Consumo de alcohol y tabaco (n y %)

Edad

Frecuencia consumo de
alcohol

Más de 6 veces por
semana

Entre 2 y 6 veces por semana

No más de 1 vez por
semana

Bebía antes, ahora no
bebo

He probado en alguna
ocasión

Nunca

10-11

3 ( 0,2)

24 ( 1,6)

451 (30,5)

13 ( 0,9)

459 (31,0)

529 (35,8)

13-14

10 ( 0,7)

48 ( 3,2)

399 (26,3)

28 ( 1,8)

627 (41,4)

404 (26,6)

Edad

Frecuencia consumo de
tabaco

Más de 6 veces por
semana

Entre 2 y 6 veces por semana

No más de 1 vez por
semana

Fumaba antes, ahora no fumo

He probado en alguna
ocasión

Nunca

10-11

1 ( 0,1)

2 ( 0.1)

13 ( 0,9)

14 ( 0,9)

184 (12,5)

1.265 (85,5)

13-14

46 ( 3,0)

44 ( 2,9)

99 ( 6,5)

99 ( 6,5)

357 (23,6)

871 (57,5)

En relación con el tabaco cabe destacar que, de
los N10-11: 2,8% ha comprado tabaco, 71,3% convive con
fumadores y 62,3% ve fumar a sus profesores. Y entre los
N13-14, estos porcentajes son 20,2%, 70,8% y 72,1%,
respectivamente.

La tabla 4 recoge también la frecuencia de
consumo de tabaco pormenorizada: 14,5 de los N10-11 y
42,5% de los N13-14 ha tenido contacto con el tabaco.
Fuma con frecuencia al menos semanal el 1,1% y 12,4%
respectivamente.

La autoevaluación del rendimiento escolar, el
gusto por la escuela y el absentismo escolar injustificado se
distribuyeron como sigue: Entre los N10-11 el 19,8%
consideraba su rendimiento entre regular y muy malo, al 27,3% la
escuela le gustaba poco o nada y el 7,4% había hecho pira;
entre los N13-14 estos porcentajes fueron: 47,5%,
53,6% y 16,5%.

El análisis bivariable intragrupos encuentra que
fuman más los chicos que las chicas en el grupo
N10-11 (Ji2 de Pearson = 6,86753; p =
0,008). En el N13-14 no se hallaron diferencias
significativas entre fumadores, ligadas al género
(Ji2 = 0,38772; p = 0,533), pero sí a la edad
(Ji2 = 65,9916; p <0,0001), pues fuman
significativamente más los de 14 que los de 13
años.

Finalmente, el análisis multivariante (tabla 5)
muestra las variables que se asocian significativamente a la
conducta de fumar. El modelo del
grupo N10-11 clasifica correctamente en fumador / no
fumador al 98,85% y el del grupo N13-14 al 91,39% de
los estudiantes. Los modelos
obtenidos difieren significativamente en su verosimilitud del
modelo que incluye sólo la constante (p<0,016 y
p<0,013 para N10-11 y N13-14,
respectivamente).

Tabla 5
Resultados del análisis multivariante mediante
regresión logística

Orden de Selección de las
variables

Variables

Coeficiente

p

Error
Estandar

O.R.

I.C.

(10-11)

1

Comprar cigarrillos

2,798

0,0001

0,626

16,4

4,81-56,0

2

Beber alcohol

2,518

0,0043

0,779

12,4

2,69-57,2

3

Frecuentar discotecas

1,696

0,0236

0,654

5,4

1,51-19,7

4

Estar en salas de juego

1,354

0,0341

0,584

3,8

1,23-12,2

CONSTANTE

-7,366

<0,0001

0,857

(13-14)

1

Comprar cigarrillos

3,295

0,0001

0,234

27,0

17,1-42,7

2

Beber alcohol

0,8764

0,0001

0,222

2,4

1,5- 3,7

3

Frecuentar discotecas

0,5216

0,0025

0,235

1,6

1,06-2,67

4

Hacer "pira" (a)

-0,6545

0,0013

0,232

0,52

0,33-0,81

5

Edad

0,3812

0,0080

0,168

1,46

1,05-2,04

6

Profesores fumadores

0,7051

0,0095

0,271

2,02

1,19-3,45

7

Sexo (b)

-0,4297

0,0343

0,216

0,65

0,42-0,99

8

Dinero disponible

0,1465

0,0496

0,81×10-1

1,16

0,98-1,36

CONSTANTE

-9,413

<0,0001

2,28

(a) 0 = Hace pira; 1 =
No hace pira. (b) 0 = Chica; 1 =
Chico

 

DISCUSIÓN

El porcentaje de los alumnos N10-11
escolarizados que nunca ha fumado (85,5%) es muy parecido al
encontrado por Villalbí3 entre los escolares de
Barcelona en el curso 86-87 y en ambos estudios las chicas fuman
menos que los chicos a estas edades. Sin embargo, en el grupo
N13-14 nuestros porcentajes difieren: 57,5% de los
asturianos aún no ha probado el tabaco, mientras que entre
el 11 y el 15% de los barceloneses no lo ha hecho. En los dos
estudios han desaparecido las diferencias ligadas al
género entre los mayores. Sin embargo, nos aproximamos en
la frecuencia de consumo semanal, con un 1,1% en
N10-11 y un 12,4% en N13-14, ligeramente
más bajos que los porcentajes de los niños
barceloneses. Las diferencias podrían deberse a las
características sociodemográficas de la
población a estudio: niños de una gran
metrópoli, tradicionalmente de alto riesgo
tabáquico, frente a una muestra representativa de la
comunidad
autónoma asturiana, con participación rural, donde
el control social de
las conductas de riesgo es alto. En ambos estudios se comprueba
que la experimentación con el tabaco aumenta de forma
notable en el segundo grupo. No obstante, una limitación
de nuestro trabajo es la falta de criterio externo
(determinación de CO o de cotinina) que ratifique las
frecuencias encontradas por encuesta, aunque la estricta
confidencialidad de las encuestas
había sido garantizada. No nos fue posible su
utilización por falta de recursos.

Otro estudio13, cuyos datos se recogieron
sólo un año antes que los nuestros, establece que
el 43,4% de los niños catalanes de 14 años
había fumado alguna vez: el porcentaje complementario
(56,7%) coincide con el de los niños asturianos de la
misma edad que nunca había fumado.

Parece que los niños experimentan con el tabaco
más precozmente que las niñas, pero en el grupo de
13-14 años las frecuencias de consumo se igualan, y es
posible que en años posteriores las chicas fumen
más que los chicos, como se ha puesto de manifiesto en
otros estudios para grupos de edad
más avanzados6,9,17,37. De hecho, nuestro
análisis multivariante indica que ser mujer incrementa
la probabilidad de
fumar en el grupo de 13-14 años.

Los años transcurridos entre los estudios citados
y el nuestro no parecen haber modificado la edad de
experimentación con el tabaco. Este hecho sugiere la
necesidad de intensificar los programas preventivos precoces,
porque hay todavía pocos estudios4,8,12,13 que
demuestran una tendencia descendente del consumo
tabáquico, y porque las intensas campañas
publicitarias de nuestro país podrían obstaculizar
la tendencia decreciente, como ya sucedió en
EEUU16. Tengamos en cuenta que en el Reino
Unido14 la relación entre la inversión en programas preventivos del
tabaquismo y la inversión en la publicidad y
promoción del tabaco es 1/10, y puede que en nuestro
país la relación sea aún más
desfavorable. Además, varios son los investigadores que
demuestran que el objetivo
prioritario de la publicidad del tabaco son los
jóvenes14,16,33,38 y en ocasiones
específicamente las
jóvenes17,20,21. La densidad de
anuncios en los alrededores de las escuelas primarias y
secundarias, el uso de iconos atractivos para los adolescentes,
como el de Camel, de productos
juveniles, gorras, camisetas, etcétera, para soporte de
marcas, y el
desarrollo de
espectáculos deportivos ligados a la publicidad del tabaco
(o de sus marcas), que han sido reflejados por algunos
autores39, también suceden en nuestro
país. La revista
oficial de Tabacalera40,41 ratifica el uso de los
productos citados y su vinculación al deporte de aventura,
para promocionar las marcas de mayor aceptación entre los
adolescentes y jóvenes, y recoge los valores del
tabaco que la publicidad magnifica: la amistad, el
erotismo y la relajación. Valores
altamente apetecidos en una etapa de la vida con elevada socialización, intensa pulsión
sexual y, a veces, desajuste psíquico.

De todos los determinantes del tabaquismo adolescente,
bien estudiados en diversos
países19,20,21,27,28,34, nosotros sólo
elegimos un factor personal (el
fracaso escolar) y un factor social (el tabaquismo entre las
personas con las que conviven los jóvenes y en sus
profesores) para explorar su variabilidad en la población
estudiada y ver si formaban parte del modelo. El análisis
multivariante puso de manifiesto que, en el grupo
N10-11, son las variables ambientales las que tienen
un mayor peso en el modelo: sobre todo la accesibilidad al tabaco
y al alcohol y la permanencia en discotecas y salas de juego.
Para Froján42, los determinantes del inicio del
consumo están ligados al proceso de
socialización, que las citadas variables ambientales
reflejan.

En el grupo N13-14 las variables ambientales
ocupan también los primeros puestos en orden de
influencia, pero la ausencia injustificada a clase y el
tabaquismo del profesorado forman así mismo parte del
modelo, del que participa también la disponibilidad de
dinero, la edad y el sexo.

Los porcentajes de compra de tabaco para ambos grupos
etarios (2,8% y 20,2%) denuncian el incumplimiento de la norma
legal en nuestra comunidad.

De nuestra investigación pueden deducirse algunas
claves para la elaboración de programas extraescolares de
prevención del tabaquismo adolescente, dirigidos a
niños escolarizados en nuestro medio:

– Hay un escaso asociacionismo juvenil, por ello las
actividades desarrolladas en clubes y asociaciones, que han
realizado en lugares como el Reino Unido, Francia o
Escandinavia34,43, no alcanzarían en nuestra
comunidad grandes coberturas.

– En el hogar sería posible acceder a un gran
número de adolescentes, a través de campañas
publicitarias televisivas (de las que existe experiencia en
EEUU21), y mediante información escrita
personalizada, como han hecho algunos programas
extraescolares43; incluso vertida en revistas y tebeos
infanto-juveniles, que parecen tener enorme influencia sobre los
adolescentes44. También la radio y todos
los soportes de comunicación auditiva (discos, cintas,
etc.) serían un buen vehículo de mensajes
antitabaco con soporte musical, dado el interés de los
adolescentes por la música, como actividad recreativa
dentro del hogar.

– Los líderes juveniles en el campo del deporte
podrían ser los mejores transmisores del mensaje,
constatado el interés que la actividad deportiva suscita
entre la población estudiada, sea como practicantes o como
observadores. El uso de personajes del mundo del deporte, la
canción, la TV o el cine parece haber sido muy eficaz en
otros países44, y podría ser
también muy adecuado en nuestra comunidad.

– Todos los lugares destinados a la práctica
deportiva (polideportivos, gimnasios, campos deportivos de
cualquier especialidad) deberían utilizarse para la
difusión de mensajes preventivos. Por su potencial
cobertura, sería muy necesario restringir la publicidad y
promoción del tabaco o de sus marcas en tales lugares. Por
contra, un estudio catalán muestra que se fumaba en casi
la mitad de los polideportivos sometidos a estudio en
Sabadell45.

– En cuanto a la intervención ambiental, es poco
realista pretender llevar la publicidad antitabaco a las
discotecas y salas de juego, no muy frecuentadas en estos grupos
etarios, teniendo en cuenta los intereses económicos de
los propietarios de tales lugares. La más realista de las
intervenciones ambientales sería controlar que no se venda
tabaco a los menores de 16 años, como la ley ordena, norma
transgredida ante más del 20% de los niños mayores.
Y ello, especialmente en los comercios de chucherías y
golosinas, donde venden cigarrillos por unidades, lo que aumenta
la accesibilidad al tabaco de los niños, al hacerlos
económicamente más asequibles, y en las
máquinas expendedoras. La importancia de estos lugares
como centros proveedores ha
sido puesta de manifiesto en otros
países43.

También parece importante suprimir la publicidad
del tabaco en las vallas publicitarias exteriores, dado que el
callejeo con familiares y amigos es una actividad muy practicada,
que expone a los jóvenes masivamente a la influencia de
dicha publicidad, y hay evidencia científica de la
especial sensibilidad de los jóvenes a la publicidad del
tabaco46.

Aprovechando que ir de compras es otra actividad muy
frecuente, sobre todo en el grupo N10-11, que hace
recados para el hogar familiar, los establecimientos que reciben
a estos pequeños clientes
podrían ser otro lugar donde se exhibiera publicidad
preventiva del tabaquismo.

En conclusión: La prevención extraescolar
del tabaquismo adolescente es un campo abierto a la
investigación en nuestro país. De nuestro estudio
parece deducirse que la información escrita y las
campañas mediáticas por radio y TV,
realizadas por personajes del deporte y otros
espectáculos, podrían conectar con los gustos e
intereses de los jóvenes y tener amplia cobertura. No
obstante, habría que continuar estudiando qué
programas extraescolares son los más adaptados a las
características de los adolescentes españoles, en
las distintas comunidades autónomas, y evaluar
cuáles de tales programas tienen un mayor impacto sobre el
tabaquismo adolescente, y cuáles son más
eficientes.

AGRADECIMIENTOS

A la Dirección Provincial del Ministerio de
Educación y Ciencia en
Asturias, y a los profesores y alumnos involucrados, por toda la
colaboración prestada. Al Programa Europa
contra el Cáncer,
de la Unión
Europea, que financió con 100.000 ECUS el programa
colaborativo "Smoking Prevention and Children: Intervention in
school and out of school", ref. SOC 94-202185, a las
universidades de Birmingham (School of Education), Maastricht
(Facultad of Health Sciences) y Oviedo (Facultad de Medicina).

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Equipo OCTOPUS: Mª Luisa López
González (1), Teresa López (2), Angel Comas Fuentes
(3), Pablo Herrero Puente (1), Javier González
Blázquez (1), Antonio Cueto Espinar (1), Hywell Thomas
(4), Jenny Douglas (4), Wolfan Markham (4), Anne Charlton (4),
Hein de Vries (5), Ingrid Leijs (6), Ilse Mester (5) y Marlain
Ausems (5).

(1) Facultad de Medicina. Area de Medicina Preventiva. Universidad de
Oviedo
(2) Universidad de Oviedo. Departamento de Estadística.
Calvo Sotelo s/n. 33007 Oviedo
(3) Centro de Salud de Otero. C/Otero s/n. 33008 Oviedo.
(4) Escuela de Educación de Birmingham. Reino Unido.
(5) Departamento de Educación para la Salud. Universidad
de Maastricht. Países Bajos.
(6) Programa MUNDO de Educación para la Salud. Universidad
de Maastricht. Países Bajos.
Correspondencia: Universidad de Oviedo. Facultad de Medicina.
Area de Medicina Preventiva. C/Julián Clavería s/n.
33006 Oviedo.

Partes: 1, 2
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