Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Concordancia entre los porcentajes de grasa corporal estimados mediante el área adiposa del brazo, el pliegue del tríceps y por impedanciometría brazo-brazo (página 2)



Partes: 1, 2

 

RESULTADOS

Los datos
antropométricos de los participantes se recogen en la
tabla 1. Las diferencias en edad e IMC entre varones (38,6
± 12,6 años y 26,7 ± 3,8 respectivamente) y
mujeres (37,3 ± 11,3 años y 25,4 ± 5,4) no
fueron significativas. Las mujeres presentaron mayor cantidad de
grasa que los varones, tanto a nivel local, como reflejan el
área adiposa del brazo, el porcentaje de grasa obtenido a
partir de dicha área (39,5 ± 7,98% frente a 22,7
± 8,3%; p<0,001), la ecuación de Siri para el
pliegue del tríceps (31,9 ± 6,6% frente a 23,3
± 6,4%; p<0,001) y el porcentaje de grasa obtenido por
impedancia bioeléctrica (30,6 ± 8,5% frente a 21,7
± 7,1%; p<0,001); como a nivel global, como muestra el
porcentaje de grasa estimado mediante la ecuación de Siri
para cuatro pliegues (31,8 ± 7,6% frente a 22,7 ±
6,5%; p<0,001).

El porcentaje de grasa estimado mediante el área
adiposa del brazo (29,9 ± 11,6%) fue significativamente
más elevado (p<0,001) que el obtenido con la
ecuación de Siri para el pliegue del tríceps (26,99
± 7,77%) o por impedancia bioeléctrica (25,5
± 8,9%) y también que el porcentaje de grasa
corporal total estimado mediante la ecuación de Siri para
cuatro pliegues (26,6 ± 8,3%). También alcanzaron
significación estadística (p<0,001) las diferencias
entre %GCTRÍCEPS y %GCBIA. Sin
embargo, %GCTRÍCEPS no difirió de forma
significativa de %GCSIRI. El área adiposa del
brazo aportó el porcentaje de grasa más elevado, de
forma más acusada en mujeres, mientras que la menor media
se obtuvo en uno y otro sexo mediante
impedancia bioeléctrica con el monitor Omron
BF 300® (tabla 1).

Respecto al IMC, el porcentaje de grasa que se
asoció de forma más intensa con dicho
parámetro fue el %GCBIA en las mujeres y el
%GCSIRI en los varones (tabla 2), mientras que la
asociación menos intensa la estableció el
%GCBRAZO en ambos sexos. Con la circunferencia de la
cintura el porcentaje de grasa que mejor correlacionó en
ambos sexos fue el %GCBIA, mientras que entre
%GCBRAZO y circunferencia de la cintura no se
alcanzó significación estadística cuando se
analizaron de forma global los datos, resultado que
también se observó cuando se comparó dicho
porcentaje de grasa y la circunferencia del brazo.

Al analizar el grado de acuerdo se observó
(tablas 3 y 4) que el coeficiente de correlación
intraclase (CCI) entre %GCBRAZO y
%GCTRÍCEPS fue de 0,8322; entre
%GCBRAZO y %GCBIA de 0,7337, con
límite inferior del intervalo de confianza al 95% por
debajo de 0,75 (0,6305); y entre %GCTRICEPS y
%GCBIA de 0,9290. Entre %GCBRAZO y
%GCSIRI el límite inferior del intervalo de
confianza también se sitúa por debajo de 0,75, por
lo que el grado de acuerdo tampoco alcanza la categoría de
bueno. Al analizar los resultados por sexo, sólo
%GCTRICEPS – %GCBIA; %GCBIA –
%GCSIRI y %GCTRICEPS – %GCSIRI
mantienen dichos límites
inferiores por encima de 0,75.

Mediante el método de
Bland y Altman, los límites del intervalo de concordancia
entre %GCBRAZO y %GCTRÍCEPS (tabla
3, intervalo entre -11,2 y 16,96), entre %GCBRAZO y
%GCBIA (-13,04; 21,76) y entre %GCSIRI y
%GCBRAZO (tabla 4, intervalo entre -18,3 y 11,78)
superaron el punto de corte establecido para considerar el
acuerdo como bueno (±10%). Sin embargo, entre
%GCTRICEPS y %GCBIA (media de las
diferencias 1,48 ± 4,06%, intervalo de concordancia entre
-6,64 y 9,6%), entre %GCSIRI y %GCTRICEPS
(media de las diferencias -0,3758 ± 2,45%, intervalo de
concordancia entre -5,268 y 4,516%) y entre %GCSIRI y
el porcentaje de grasa obtenido por impedancia
bioeléctrica con el monitor Omron BF 300®
(media de las diferencias 1,105 ± 3,71%, intervalo de
concordancia entre -6,31 y 8,52%) se alcanzó un grado de
acuerdo bueno (tabla 4), aunque entre %GCSIRI y
%GCBIA la media de las diferencias difiere
significativamente de cero, indicando que el %GCBIA
tiende a subestimar el porcentaje de grasa corporal respecto al
%GCSIRI.

Estos resultados no se modificaron cuando se
dividió la población estudiada en obesos (IMC ≥ 30)
y no obesos (IMC < 30) (gráficos 1 y 2). La diferencia entre
%GCBRAZO y el resto de porcentajes de grasa corporal
es más acusada en las mujeres (tabla 1), sobre todo en las
no obesas (gráficos 1 y 2), observándose que
aumenta a medida que aumenta el %GCBRAZO y que se
atenúa con la edad (gráfico 3). Con relación
a los parámetros que intervienen en el cálculo
del área adiposa del brazo, se observa que la diferencia
no aumenta al aumentar la circunferencia del brazo, pero
sí lo hace al aumentar el pliegue del tríceps,
resultado que es independiente del sexo. Sin embargo, cuando
comparamos %GCTRÍCEPS con %GCBIA o
con %GCSIRI las diferencias no aumentan al aumentar el
pliegue del tríceps (gráfico 4).

 

 

 

 

DISCUSIÓN

Aunque con los métodos
utilizados el cálculo del porcentaje de grasa corporal se
realiza de forma indirecta8,9, esta limitación
incide de forma mínima en los objetivos del
estudio, en primer lugar porque todos los métodos se basan
en un modelo
bicompartimental; en segundo lugar, porque, a excepción de
la ecuación de Siri para cuatro pliegues, todos
evalúan la grasa corporal a partir de estimaciones
realizadas en los miembros superiores; en tercer lugar, porque
parte de ellos comparten parámetros y esto permite evaluar
qué componentes marcan las posibles diferencias; y, en
cuarto lugar, porque con algunos métodos las medidas se
han realizado en los mismos puntos corporales, con lo que las
posibles diferencias no se deben a estimaciones realizadas en
zonas diferentes sino a la propia técnica.

Para el cálculo del porcentaje de grasa corporal
a partir de las áreas muscular y adiposa del brazo se
tomó como referente la recomendación de
Alastrué y cols.18, refrendada por otros
autores22, que sugiere que el área muscular del
brazo puede ser utilizada para la estimación de la masa
libre de grasa, y un modelo bicompartimental.

Con relación a la impedanciometría, esta
técnica, basándose en las diferentes
características conductoras de la masa grasa y de la masa
libre de grasa debido a su diferente grado de
hidratación19,20, realiza el cálculo del
agua corporal
total y, a partir de este parámetro, estima la masa libre
de grasa, que restada del peso corporal permite el cálculo
del peso y porcentaje de grasa corporal. Depende con ello de
diversas estimaciones, con sus consiguientes fuentes de
error. Sin embargo, su aplicación en segmentos corporales
ha demostrado una buena concordancia frente a
impedanciometría corporal global y otras técnicas
de referencia23,24 y, en concreto, el
monitor Omron BF 300 ha sido validado frente a
densitometría25 y pliegues
cutáneos17,20.

Por último, sobre la posible influencia en los
resultados del lado corporal en que se realizan las medidas
antropométricas, diversos estudios no han observado
diferencias significativas entre los valores
obtenidos en uno u otro lado26,27.

Teniendo en cuenta las consideraciones previas, el
análisis de la concordancia entre
métodos permite observar que a nivel de grupo los
porcentajes de grasa estimados mediante la ecuación de
Siri para el pliegue del tríceps, por
impedanciometría y la ecuación de Siri para cuatro
pliegues, son intercambiables.

Sin embargo, el grado de acuerdo alcanzado entre el
porcentaje de grasa estimado a partir de las áreas del
brazo y los restantes métodos evaluados no permite su
intercambiabilidad. Diversos factores, como las
propias ecuaciones
utilizadas, diferencias constitucionales entre ambos sexos,
cambios relacionados con la edad e incluso factores de tipo
étnico, pueden contribuir, de forma aislada o en
combinación, a estas
diferencias18,26,28-32.

En este estudio %GCBRAZO y
%GCTRÍCEPS, que evalúan la misma zona
corporal del brazo, presentan importantes diferencias,
observándose que en los varones existe una importante
variabilidad en el resultado ofrecido, reflejada en la amplitud
del intervalo de concordancia, asociada en las mujeres a una
sobreestimación del porcentaje de grasa corporal, y
mientras que el %GCTRÍCEPS es intercambiable
con el %GCSIRI, el %GCBRAZO no lo es,
resultado que sugiere que su utilización como estimador de
la adiposidad global puede no ser válida. Diversos autores
han descrito la influencia de la utilización de uno o
más parámetros antropométricos y de la
ecuación utilizada en el porcentaje de grasa corporal
estimado17,32. Así, para calcular el
%GCTRÍCEPS sólo es necesario medir el
pliegue del tríceps, mientras que para calcular el
%GCBRAZO es necesario medir además la
circunferencia del brazo. La presencia de este segundo
parámetro en las ecuaciones de las áreas muscular y
adiposa utilizadas para calcular el %GCBRAZO y su
posición en dichas ecuaciones posibilita por sí
misma una variabilidad en el resultado ofrecido, ya que si
mantenemos constante el valor del
pliegue del tríceps el aumento de la circunferencia del
brazo condiciona mayor incremento del área muscular que
del área adiposa, con lo que el %GCBRAZO
estimado es menor. Por otro lado, se observa también que
al aumentar el pliegue del tríceps aumenta la diferencia
entre %GCBRAZO y %GCTRÍCEPS, por lo
que el modo en que la ecuación gestiona el pliegue del
tríceps también influye en el porcentaje de grasa
corporal obtenido.

En definitiva, ambos factores, número de
parámetros antropométricos incluidos y
ecuación utilizada, favorecen que el cálculo del
porcentaje de grasa corporal ofrezca un valor más elevado
cuando se realiza a partir de las áreas del brazo, pero no
explican por sí solos las diferencias entre varones y
mujeres.

Como en otros estudios, los varones presentan una mayor
circunferencia del brazo que las mujeres, mientras que estas
tienen un mayor pliegue del tríceps y mayor área
adiposa del brazo18,26,31,34, de forma que el factor
constitucional influye en que la diferencia respecto al
método de referencia sea menor en los varones que en las
mujeres, pero no explica los cambios observados con la
edad.

En este sentido, y aunque no se dispone de estudios
longitudinales en población de nuestro entorno, estudios
transversales18,31,34 realizados con una
separación de una década muestran un patrón
de comportamiento
similar para cada grupo etario, observándose que en los
varones el pliegue del tríceps y la circunferencia y el
área adiposa del brazo se mantienen más o menos
constantes en el intervalo de edad incluido en este estudio,
mientras que en las mujeres el pliegue del tríceps y el
área adiposa del brazo muestran dentro de cada grupo
etario valores
más elevados que en los varones y además se
incrementan progresivamente con la edad, aumentando el
área adiposa en mayor medida que el pliegue del
tríceps34.

Esta diferencia de incremento entre el área
adiposa del brazo y el pliegue del tríceps muestra que la
circunferencia del brazo también aumenta con la edad en
las mujeres, afectando al cálculo del área adiposa
y también, y en mayor medida, al cálculo del
área muscular, y podría explicar porqué las
diferencias entre el %GCBRAZO y el resto de
métodos disminuyen con la edad. También
justificaría la paradoja observada en estos estudios
antropométricos de que en las mujeres el área
muscular aumente con la edad, ya que, al aumentar el
depósito de grasa a nivel del brazo y comportarse este
como un cilindro, aumenta la superficie del brazo, es decir, su
circunferencia, aumentando de forma paralela el valor del
perímetro muscular y del área muscular del brazo,
que no reflejarían en esta situación un incremento
de masa muscular sino de masa grasa. Efecto que ya ha sido
descrito en otros estudios22, en los que la
circunferencia del brazo se ha mostrado más estrechamente
relacionada con la masa grasa que con la masa libre de grasa del
brazo y que deberá ser tenido en cuenta en el diseño
de estudios epidemiológicos que incluyan estos
parámetros.

Corroborando estos datos, estudios realizados mediante
TAC muestran que el área muscular del brazo sobrestima en
un 15-25% la masa muscular, sugiriéndose la introducción de un factor corrector para su
cálculo35; aplicando este factor, el
%GCBRAZO ofrece un valor mas elevado que hace
más improbable su intercambiabilidad con el resto de
técnicas.

Por otro lado, estudios realizados en
cadáveres36 observan una buena
correlación entre el grosor del pliegue del tríceps
medido con el lipocalibrador y la profundidad de la
incisión hasta la fascia muscular subyacente realizada en
ese punto, no encontrando diferencias de compresibilidad entre
varones y mujeres, por lo que este factor no estaría
implicado en las diferencias observadas.

Entre las técnicas que alcanzan el grado de
acuerdo bueno, la determinación de
%GCTRÍCEPS requiere un menor número de
pasos que %GCSIRI y posibilita disponer a nivel
clínico de una herramienta más asequible para
calcular este parámetro, dentro de las limitaciones
inherentes a la medición de los pliegues
cutáneos37. También se observa que la
concordancia clínica entre %GCSIRI y
%GCTRÍCEPS cuando se utilizan los coeficientes
C y M específicos para cada grupo de edad es mayor que la
reflejada en un estudio previo17 utilizando los cuatro
pliegues con los coeficientes C y M globales, al presentar una
menor media de las diferencias y un menor intervalo de
concordancia, por lo que para estimar el porcentaje de grasa
corporal es preferible utilizar el pliegue del tríceps con
los coeficientes específicos que medir los cuatro pliegues
y utilizar los coeficientes globales.

Por último, los resultados obtenidos con el
monitor Omron BF 300 permiten también considerar esta
técnica como una alternativa válida frente a la
utilización del pliegue del tríceps o de la suma de
cuatro pliegues cutáneos. La impedanciometría es
una técnica no invasiva ni molesta para el paciente,
fácil de realizar, con buena fiabilidad19,20 y
bajo coste, siendo previsible, como apunta el Consenso
SEEDO´200012, que su utilización se
incremente.

Como resumen, cuando se calcula a partir de las
áreas del brazo el porcentaje de grasa corporal se produce
una sobreestimación respecto al valor obtenido por
impedanciometría o mediante la ecuación de Siri
para cuatro pliegues o el pliegue del tríceps, influyendo
en las diferencias observadas el número de
parámetros antropométricos presentes en la
ecuación, la gestión
que de dichos parámetros se hace en cada una de las
ecuaciones utilizadas y factores constitucionales modulados por
la edad, que hacen además que las diferencias sean mayores
en las mujeres que en los varones.

Los resultados obtenidos sugieren que en ambos sexos las
áreas del brazo no reflejan adecuadamente la
composición corporal, en los varones de forma
independiente al IMC y en las mujeres en mayor medida en las no
obesas que en las obesas, y que el porcentaje de grasa estimado a
partir de ellas puede no ser un indicador válido de la
adiposidad global, sobre todo en mujeres. Aunque este
planteamiento se ve apoyado por el hecho de que el porcentaje de
grasa obtenido con este método es el que correlaciona en
menor medida con el IMC, este extremo debe ser confirmado frente
a una técnica patrón.

Por último, la menor asociación con el IMC
y la circunferencia de la cintura, parámetros asociados al
riesgo
metabólico-cardiovascular38, también
limita su utilidad tanto a
nivel clínico como epidemiológico.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Manuel de Oya Otero, catedrático del
Departamento de Medicina de la
Universidad
Autónoma de Madrid y jefe
de servicio de la
Unidad de Lípidos de
la Fundación Jiménez Díaz, por sus
aportaciones y comentarios.

BIBLIOGRAFÍA

1. Venegas Moreno E, Soto Moreno A, Pereira Cunill JL,
García Peris P, León Sanz M, Pita Mercé AM,
García-Luna PP. Pacientes en riesgo de desnutrición en asistencia primaria.
Estudio sociosanitario. Nutr Hosp 2001; 16: 1-6.

2. Esteban Pérez M, Fernández-Ballart J,
Salas-Salvadó J. Estado
nutricional de la población anciana en función
del régimen de institucionalización. Nutr Hosp
2000; 15: 105-113.

3. Ferrero López MI, Botella Trelis JJ. Alimentación y
nutrición
en la enfermedad de Alzheimer.
Nutr Hosp 2000; 15: 280-290.

4. Izquierdo Villaroya B, Celaya Pérez S, Amiguet
García JA. Estado nutricional del paciente VIH. Descripción y evolución durante un año de un grupo
de pacientes. Nutr Hosp 2000; 15: 302- 311.

5. Kumar NB, Cantor A, Allen K, Cox CE. Android obesity
at diagnosis and breast carcinoma survival: Evaluation of the
effects of anthropometric variables at
diagnosis, including body composition and body fat distribution
and weight gain during life span, and survival from breast
carcinoma. Cancer 2000; 88:
2751-2757.

6. Van den Ham ECH, Coman JP, Christiaans MHL, Nieman
FHM, Van Kreel BK, Heidendal GAK, Van Hooff JP. Body composition
in renal transplant patients. J Am Soc Nephrol 1999; 10:
1067-1079.

7. de Miguel Díez J, Grau Carmona T, Izquierdo
Alonso JL. Papel de la nutrición en la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica. Med Clin (Barc) 1998; 110:
307-316.

8. Brodie D, Moscrip V, Hutcheon R. Body Composition
Measurement: A Review of Hydrodensitometry, Antrhopometry, and
Impedance Methods. Nutrition 1998; 14: 296-310.

9. Ellis KJ. Human body composition: in vivo methods.
Phys Rev 2000; 80: 649-680.

10. Gartner A, Maire B, Traissac P, Massamba JP, Kameli
Y, Keraudren V, Delpeuch F. Sensitivity and specificity of the
body mass index to assess low percent body fat in African women.
Am J Human Biol 2000; 12: 25-31.

11. Kyle UG, Morabia A, Slosman DO, Mensi N, Unger P,
Pichard C. Contribution of body composition to nutritional
assessment at hospital admission in 995 patients: a controlled
population study. Br J Nutr 2001; 86: 725-731.

12. Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad
(SEEDO). Consenso SEEDO´2000 para la evaluación
del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de
intervención terapéutica. Med Clin (Barc) 2000;
115: 587-597.

13. Allison DB, Zannolli R, Faith MS, Heo M, Pietrobelli
A, VanItallie TB, Pi-Sunyer FX, Heymsfield SB. Weight loss
increases and fat loss decreases all-cause mortality rate:
results from two independent cohort studies. In J Obes Realt
Metab Disord 1999; 23: 603-611.

14. Sociedad Española para el Estudio de la
Obesidad (SEEDO). Consenso español
1995 para la evaluación de la obesidad y para la
realización de estudios epidemiológicos. Med Clin
(Barc) 1996; 107: 782-787.

15. Durnin JVGA, Womersley J. Body fat assessed from
total body density and its estimation from skinfold thickness:
measurements on 481 men and women aged from 16 to 72 years. Br J
Nutr 1974; 32: 77-97.

16. Núñez C, Carvajal A, Turrero E,
Moreiras O. Contribución al estudio de la
composición corporal de un grupo de mujeres jóvenes
mediante análisis de impedancia bioeléctrica. Nutr
Hosp. 1994; 9: 262-267.

17. Martín Moreno V, Gómez Gandoy JB,
Antoranz González MJ. Medición de la grasa corporal
mediante impedancia bioeléctrica, pliegues cutáneos
y ecuaciones a partir de medidas antropométricas.
Análisis comparativo. Rev Esp Salud
Pública 2001; 75: 221-236.

18. Alastrué A, Rull M, Camps I, Salvá JA.
Nuevas normas y consejos
en la valoración de los parámetros
antropométricos en nuestra población: índice
adiposo muscular, índices ponderales y tablas de
percentiles de los datos antropométricos útiles en
una valoración nutricional. Med Clin (Barc) 1988; 91:
223-236.

19. Martín Moreno V, Antoranz González MJ,
Fernández Herranz S, Morales Barrios P, García
González A. Factores clínicos y biológicos
que influyen en la medición de la grasa corporal mediante
bioimpedianciometría con el monitor Omron BF 300.
Endocrinología y Nutrición 2001; 48:
259-265.

20. Martín Moreno V, Gómez Gandoy JB,
Antoranz González MJ, Fernández Herranz S,
Gómez de la Cámara A, de Oya Otero M.
Validación del monitor de medición de la grasa
corporal por impedancia bioeléctrica OMRON BF 300. Aten
Primaria 2001; 28: 174-181.

21. Bland JM, Altman DG. Statistical methods for
assessing agreement between two methods of clinical measurement.
Lancet 1986; 1: 307-310.

22. Reid IR, Evans MC, Ames R. Relationships between
upper-arm antrhopometry and soft-tissue composition in
postmenopausal women. Am J Clin Nutr 1992; 56:
463-466.

23. Bracco D, Thiébaud D, Chiolero RL, Landry M,
Burckhardt P, Schutz Y. Segmental body composition assessed by
bioelectrical impedance analysis and DEXA in humans. J Appl
Physiol 1996; 81: 2580-2587.

24. Biggs J, Cha K, Horch K. Electrical resistivity of
the upper arm and leg yields good estimates of whole body fat.
Psysiol Meas 2001; 22: 1-12.

25. Gibson AL, Heyward VH, Mermier CM. Predictive
accuracy of Omron body logic analyzer in estimating relative body
fat of adults. Int J Sport Nutr Exerc Metab 2000; 10:
216-227.

26. Esquius M, Schwartz S, López Hellín J,
Andreu AL, García E. Parámetros
antropométricos de referencia de la población
anciana. Med Clin (Barc) 1993; 100: 692-698.

27. Burgert SL, Anderson CF. An evaluation of upper arm
measurements used in nutritional assessment. Am J Clin Nutr 1979;
32: 2136-2142.

28. Deurenberg P, Yap M, van Staveren WA. Body mass
index and percent body fat: a meta analysis among different
ethnic groups. Int J Obes Relat Metab Disord 1998; 22:
1164-1171.

29. Deurenberg P, Andreoli A, Borg P, Kukkonen-Hrajula
K, de Lorenzo A, van Marken WD et al. The validity of predicted
body fat percentage from body mass index and from impedance in
samples of five European populations. Eur J Clin Nutr 2001; 55:
973-979.

30. Morrison JA, Barton BA, Obarzanek E, Crawfordm PB,
Guo SS, Schreiber GB. Racial differences in the sums of skinfolds
and percentage of body fat estimated from impedance in black and
white girls, 9 to 19 years of age: the National Heart, Lung, and
Blood Institute Growth and Health Study. Obes Res 2001; 9:
297-305.

31. Ricart W, González-Huix F, Conde V y Grup per
l´Evaluació de la Composició Corporal de la
Població de Catalunya. Girona. Valoración del
estado de nutrición a través de la
determinación de los parámetros
antropométricos: nuevas tablas en la población
laboral de
Cataluña. Med Clin (Barc) 1993; 100: 681-691.

32. Casas YG, Schiller BC, de Souza CA, Seals DR. Total
and regional composition across age in healthy Hispanic and white
women of similar socioeconomic status. Am J Clin Nutr 2001; 73:
13-18.

33. Lean MEJ, Han TS, Deurenberg P. Predicting body
composition by densitometry from simple anthropometric
measurements. Am J Clin Nutr 1996; 63: 4-14.

34. Alastrué A, Sitges A, Jaurrieta E, Sitges A.
Valoración antropométrica del estado de
nutrición. Normas y criterios de desnutrición y
obesidad. Med Clin (Barc) 1983; 80: 691-699.

35. Heymsfield SB, McManus C, Smith J, Stevens V, Nixon
DW. Anthropometric measurements of muscle mass: revised equations
for calculating bone-free arm muscle-area. Am J Clin Nutr 1982;
36: 680-690.

36. Fernández Vieitez JA, García
Suárez RM, Rodríguez Clemente CM. Compresibilidad
del pliegue cutáneo y su relación con algunas
variables antropométricas. Evidencias en
cadáveres humanos. Rev Cubana Aliment Nutr 1999; 13:
18-23.

37. Ulijaszek SJ, Kerr DA. Anthropometric measurement
error and the assessment of nutritional status. Br J Nutr 1999;
82: 165-177.

38. Expert Panel on the Identification, Evaluation and
Treatment of Overweight in Adults. Clinical Guidelines on the
Identificatión, Evaluation, and Treatment of Overweight
and Obesity in Adults: Executive Summary. NHLBI Clinical
Guidelines Executive Summary. Am J Clin Nutr 1998; 68:
899-917.

Vicente Martín Moreno (1), Juan Benito
Gómez Gandoy (1), María Jesús Antoranz
González (1) y Agustín Gómez de la
Cámara (2)

(1) Centro de Salud Coronel de Palma,
Móstoles.
(2) Unidad de Investigación y Epidemiología
Clínica. Hospital Doce de Octubre, Madrid.
Correspondencia: Vicente Martín Moreno. Calle del Alerce
5, 5° B. 28041 Madrid. Teléfono 913698654.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter