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La etnobotanica de Pteridium aquilinum (L.) Kuhn en Venezuela y sus posibles riesgos asociados de carcinogenesis (página 2)



Partes: 1, 2

 

METODOLOGÍA

En el presente trabajo se
muestran los resultados de observaciones y registros de
campo realizadas en las zonas montañosas del país
en las que se encuentra Pteridium aquilinum. Ellas son,
básicamente, la transcripción de la información obtenida durante largas
entrevistas
sostenidas con campesinos y lugareños en zonas en donde el
helecho es abundante. Además, se incluyen observaciones y
datos
suministrados por otros botánicos con amplios
conocimientos y experiencia de campo.

RESULTADOS

De acuerdo con la revisión del género
hecha por Tryon (1941), el trabajo de
campo ha demostrado la presencia en Venezuela de
una especie con dos variedades geográficas y evidencias de,
al menos una forma ecotípica (Ortega, 1988). Estos taxa
pueden ser separados artificialmente mediante la siguiente
clave:

1.- Costa y cóstula con lóbulos libres,
alternando con la mayoría de los segmentos terminales;
nervio medio de los últimos segmentos alado abaxialmente,
el ala es membranosa, irregular y a menudo decidua. (Figura la)
….P aquilinum var. arachnoideum

1.- Costa y cóstula sin la presencia de
lóbulos libres entre los segmentos terminales; el nervio
medio de los últimos segmentos carece de ala….
2

2.- Ultimos segmentos con una pubescencia dispersa
abaxialmente (raramente es densa), tricomas subadpresos, hasta
rectos, indusio glabro (raramente ciliado); nervio medio de los
segmentos terminales glabro o con pocos tricomas castaños
abaxialmente. (Figura lb)… .P. aquilinum var.
caudatum.

2.- Ultimos segmentos densamente vellosos, tricomas
oscuros y arachnoideos; indusio ciliado; pubescencia dispersa en
el envés y sobre el nervio medio. (Figura lc).. . .P.
aquilinum
var. arachnoideum f. nov.

Además, en la clave anterior es posible hacer una
determinación aproximada de las variedades, tomando en
cuenta su distribución altitudinal. De esta manera la
var. caudatum, se encuentra comúnmente entre los 60
y los 1500 msnm, y la var. arachnoideum por encima de los
1500 msnm. La forma ecotípica citada anteriormente,
proviene de la Sierra de San Luis, en el estado
Falcón.

Nuestras observaciones de campo sugieren la presencia de
otras formas o híbridos que deben ser estudiados en
detalle. Es notable, además, la variedad de nombres
comunes con que se le conoce en nuestro país y los mismos
compartidos con Colombia (Tabla
1).

En la actualidad, P aquilinum se encuentra
distribuido en todas las regiones montañosas del
país.

Las notas etnobotánicas que se presentan en este
trabajo, se refieren, en su mayor parte a la var.
caudatum.

No obstante, por su consistencia, la var. arachnoideum
es preferida para aquellos usos relacionados con la tecnología (unidos,
techos, embalaje etc.). Los textos entre comillas indican
transcripciones directas de los informantes, por lo general
campesinos y lugareños.

ESTADO ANZOATEGUI: En las serranías de
Caripe del Guácharo, P. aquilinum se encuentra en
abundancia y es conocido como "culantrillo". En la localidad de
Úrica, cerca del Río Amani, se han reportado
problemas de
"envenenamiento" por su consumo
(sic.). (V. Marcano, com.per.).

ESTADO BARINAS: En las montañas altas del
estado
Barinas, sus usos están relacionados, básicamente,
con la tecnología popular. Así por ejemplo, en la
localidad de Altamira de Cáceres, «es usado en la
construcción de nidos para las
gallinas» y como «colchón» para el
secado del café.
En este último aspecto, se coloca como aislante entre el
cemento o el
asfalto, y el café. De esta manera al secarse el
café, éste adquiere «un mejor color dorado y
gusto más sabroso».

Además de los usos antes mencionados, pudimos
conocer a campesinos que empleaban «las hojas machacadas
sobre las cortadas de machete, para detener la sangre».

ESTADO BOLÍVAR: Los indígenas de
las cercanías del Chimantá-tepui, lo conocen como
"itut" y en la serranía de los Pijiguaos como "culantrillo
de monte".

En el Distrito Sifontes, sector la "Hoyada", en la base
del Parai-tepui, los mineros lo conocen como "cabombada" y lo
utilizan en la construcción de diques y represas en las
explotaciones de oro y
diamantes.

En el alto río Erebato, en Santa María de
Erebato (Municipio Sucre), crece en los conucos de los indios
(Ye´kuana) (Marikitare) quienes lo conocen con el nombre de
"shinija" y es usado para construir techos en habitaciones
temporales.

En la desembocadura del río Erebato en el
río Caura, los pobladores lo conocen como "sisha" y usan
la infusión de la raíz para "curar los dolores de
estómago".

En la frontera de
Venezuela con Brasil y en el
Distrito federal Roraima (Brasil), entre los ríos Branco,
Uraricoera y Sururi, los indígenas de las tribus Makushi y
Wapishana lo usan como alimento y en rituales
mágicoreligiosos.

El rizoma del helecho es rayado, en la misma forma que
la yuca y mezclado con sal y casabe. Las hojas trituradas son
mezcladas con salsa picante denominada "cumache",
atribuyéndole, a este producto
propiedades antisépticas y míticas
(purificación del espíritu).

ESTADO FALCÓN: En la Sierra de San Luis es
conocido como palmiche", y al igual que en el estado Barinas, las
hojas "machacadas son puestas sobre las heridas para cortar la
sangre".

ESTADO LARA: En las montañas de Terepaima,
los campesinos usan la planta para curar las ulceraciones
producidas por un árbol llamado pipe, Toxicodendron
striatum (R. & B.) Ktze., (Anacardiaceae). "las hojas
se cocinan en agua y se
colocan paños empapados sobre las llagas y
heridas".

Tamayo (1977), acota lo siguiente al referirse al Pepeo,
Mauria puberula Tul.

(Anacardiaceae): "Esta planta goza fama de ser
alérgica, diz que produce hinchazón en las personas
que se acogen a su sombra. En los campos de Humocaro Alto, Estado
Lara, donde hay dicha planta, es fama que el remedio contra esta
dolencia es untarse los miembros lesionados con suero verde, en
el cual se hubiesen desleído cogollos de helecho
(Pteridium aquilinum) previamente machacados".

ESTADO MÉRIDA: Es tal vez en este estado
en donde se encuentra la mayor parte de las referencias al uso
del Pteridium. En Bailadores y el Páramo de
Mariño es conocido como «helecho de palma», al
igual que en Colombia (Gómez y Rivera, 1987). En las
cercanías de Timotes se le conoce como «helecho
real». Es frecuente en-contrarío como «maleza
en los cultivos de café, apio, mora, fresa y en
potreros». A pesar de que entre las enfermedades más
importantes que atacan al ganado de altura se encuentra «el
vejigazo» (hematuria enzoótica),
caracterizada por la eliminación abundante de sangre en la
orina y cuya causa fundamental es la ingestión de
Pteridium, en los alrededores de Tovar y el Páramo
de Mariño se emplea la raíz «para desentecar
al ganado», es decir como desparasitante. «La
raíz se deja secar y luego se muele y se mezcla con el
concentrado u otro alimento que se le suministre a los becerros,
cuando presentan diarrea o
tos» (¿Neumoenteritis?). Este es uno de los usos
más comunes del helecho en la zona andina. Parteras de los
pueblos del sur informaron que antiguamente se usaron las hojas y
rizomas «machacados para ayudar a cicatrizar el ombligo de
los recién nacidos».

En la tecnología popular se usa para construir
«trojas para el secado del queso y la carne», ya que
«es seco y apura el secado». También se usa
para construir cestas y como material para «el embalaje de
quesos y carnes». En la localidad de La Carbonera, se usa
en la construcción de cestas para transportar quesos y
carne. En los alrededores de la Azulita, es usado para ahumar
quesos.

ESTADO TRUJILLO: En Boconó y en las
poblaciones de Niquitao y Tostós, con el helecho seco se
fabrican cestas «para que las cuajadas escurran y sequen
mejor». Con el mismo fin se colocan capas de helecho sobre
los «manares de arnear», que son especies de cestas
grandes y planas que sirven para colar harinas o escurrir las
cuajadas.

En las localidades de San Francisco y La Beticó
se le conoce con el nombre de «helecho blanco». Esta
es una manera de diferenciarlo de Dicranopteris flexuosa
(Schrader) Underw. (Gleicheniaceae), al que conocen como
«helecho negro». Ambas especies forman extensas
comunidades a orillas de las carreteras y bordes de cafetales y
otros cultivos. Lo usan a manera de cedazo para «colar la
manteca de cochino y no dejar pasar el tuchito» (pedacitos
de carne quemada).

En la localidad de Santa Elena se fabrica un utensilio
denominado «balay», el cual es un cilindro hecho de
tallo de cambur atado con bejucos, se sitúa verticalmente
y en su parte superior se coloca una capa de helecho, que sirve
como colador para suero de las cuajadas.

En una entrevista
hecha al dueño de la finca en la cercanías de
Boconó, manifestó que «lo utiliza para secar
quesos y que en una oportunidad cuando mató un cochino y
no tenía agua caliente para pelarlo, envolvió al
animal con el helecho seco y le prendió fuego, ya que el
mismo arde como si fuera gasolina».

ESTADO YARACUY: En las cercanías de
Nirgua, es conocido como "helecho de sábana" y es
utilizado como combustible y en nidos para gallinas.

ESTADO ZUUA: En la región del sur del Lago
de Maracaibo, en Perijá, las hojas son usadas para
envolver cuajadas y quesos frescos.

En la Sierra de Perijá, en la región de
los indios Yukpa y Motilones, se encuentran muchas sabanas de
origen antropogénico, que por efecto de las quemas
periódicas e incontroladas han perdido el desarrollo de
asociaciones de P. aquilinum, las cuales son conocidas como
"wapia". El helecho es usado para la construcción de nidos
para gallinas, techos de chozas, esteras para dormir y
"protección contra el frío".

En las comunidades de indios Irapas, en la sierra de
Perijá, los chinchorros faltan por completo y los indios
duermen en el suelo sobre
montones de helecho de águila, el cuAl además de
colchón sirve para ahuyentar los insectos (Vareschi,
1959).

TERRITORIO FEDERAL AMAZONAS: En el Departamento
de Río Negro, en las cuencas de los ríos Negro,
Casiquiare y Guainía es común el Pteridium y
son varios los usos. En el área de San Carlos de
Río Negro, es conocido como "rabo de araguato" y se
utiliza la infusión de los frondes jóvenes para
calmar los dolores generales del cuerpo.

En la etnia de los
Curripacos del medio y bajo río Guainía, lo conocen
como "chichinape" y le atribuyen propiedades curativas
contra los dolores de estómago, hipermenorrea y dolores
generales del cuerpo. Los tallos son utilizados para hacer
artesanía tal como guapos, manares y otras
cestas.

DICUSIÓN

El género Pteridium se encuentra
ampliamente distribuido en todas las regiones montañosas.
Podemos aseverar que esta expansión alarmante que ha
sucedido durante los últimos veinte años es debida,
en parte, a los procesos
migratorios colonizadores hacia las tierras altas motivados por
la expansión del cultivo de café y el desarrollo de
la ganadería
de altura. Ambos hechos han permitido el establecimiento exitoso
del helecho en sitios previamente cubiertos de
bosques.

Las primeras evidencias de la existencia de sitios
abiertos (sabanas) en la Cordillera de la Costa, datan de
aproximadamente2000 años. Progresivamente estas
áreas, en su mayoría de origen
antropogénico, fueron extendiéndose desde la
época de la colonia hasta nuestros días (Vareschi
1970) por lo que suponemos que allí hubo extensas colonias
de P. aquilinum.

La incidencia de hematuria enzoótica ha sido
reportada en nuestro país por DeJongh 1978a; 1978b, y la
posibilidad de carcinogénesis mediante productos
secundarios, tales como la leche, ha
comenzado a ser estudiada en los Andes venezolanos (Jaimes,
1988).

Aunque todavía no se han realizado estudios
epidemiológicos que permitan determinar la incidencia o no
de cáncer gástrico en humanos, como efecto del
contacto directo o indirecto con los compuestos
carcinogénicos de P aquilinum, los resultados de
los trabajos realizados en Costa Rica
(Villalobos), 1985) y en otros paises (Hirono, 1986),
sugieren que la etnobotánica de este helecho en Venezuela
plantea un alto riesgo de inducir
la formación de las neoplasias en
cuestión.

Como hemos visto anteriormente, es en la cordillera de
Los Andes en donde se presenta la mayos diversidad de usos,
debido a la marcada incidencia del helecho y a la alta densidad
poblacional. Es allí, donde se ha generalizado el uso de
los frondes como elemento para la construcción de cestas,
tamices y coladores para el secado de ciertos tipos de quesos y
para el embalaje de carnes.

La utilización de infusiones y el empleo de las
hojas trituradas como hemostático, es también un
uso generalizado en Los Andes. Estos y los usos mencionados en el
párrafo
anterior, son las formas más directas de posible contaminación por la planta en Los Andes.
Los demás usos, también generalizados (material de
construcción de nidos, cobertizos, colchones, etc.), no
dejan de ser un riesgo de carcinogénesis en
humanos.

Aunque la presencia del helecho en los potreros y su
eventual consumo por parte del ganado es quizás la mayor
causa del síndrome de la hematuria enzoótica,
pensamos que el uso de la planta como desparasitante debe tomarse
en consideración como forma importante de inducción de neoplasias.

La utilización de los frondes como envoltorios
para carnes y quesos y como combustible para quemar los pelos de
la piel de los
cerdos, es uso extendido hasta las regiones andinas de Colombia
(Pérez-Arbeláez, 1950; Murillo, 1983). Las
comunidades indígenas existentes en el sur del río
Orinoco y en la Sierra de Perijá, plantean situaciones
diferentes en cuanto a la etnobotánica de P.

aquilinum. Aquí vemos que además de los
tecnológicos se incorporan otros usos tales como
medicinales, mágico religiosos y alimenticios. Todos ellos
son factores de alto riesgo de carcinogénesis. Llama la
atención que los usos medicinales
también comunes son Colombia (Murillo, 1983), por lo que
creemos que gran parte de los usos reportados pueden haber sido
transferidos desde el vecino país. Los usos
mágico-religiosos son propios de las etnias citadas.
Curiosamente no hemos podido encontrar evidencias de usos con
propósitos alimenticios en otras regiones del país,
sin embargo existe cierta semejanza en la preparación del
gofio citado por Humboldt (1975) y la forma como lo consumen los
indígenas de la tribu Wapishana.

CONCLUSIONES

La etnobotánica de P aquilinum en
Venezuela, al igual que en otros países, presenta una
contradicción en cuanto a una amplia gama de usos y los
aspectos carcinogénicos demostrados en la literatura reciente. A pesar
de la presencia comprobada de toxinas radiomiméticas,
mutagénicas y fuertemente carcinogénicas en
Pteridium aquilinum, sus usos y pocas precauciones en su
manejo son patentes. De igual manera no se han previsto
aún planes para el control y la
erradicación del helecho en las zonas
afectadas.

La rápida expansión de las superficies
cubiertas por colonias de este helecho, en los Andes venezolanos
y en otras regiones montañosas del país es
alarmante su presencia abundante en las cercanías de los
embalses y otras fuentes de
agua para consumo humano ponen de manifiesto un alto riesgo de
contaminación que debe ser evaluado.

Se hacen necesarios estudios epidemiológicos
regionales que permitan determinar la presencia de Pteridium
aquilinum
y sus variedades como factores etiológicos
del cáncer gástrico en humanos. Una medida
preventiva útil sería una urgente campaña de
concientización de la población hacia los posibles problemas
derivados del contacto directo o indirecto con esta planta, ya
que hasta ahora sus con-secuencias son impredecibles.

AGRADECIMIENTOS

El autor desea expresar su más sincero
agradecimiento a Santiago López Palacios, Lourdes Dubuc de
Isea, quienes de una otra manera facilitaron la obtención
de parte de la información presentada en este
trabajo.

Este trabajo fue financiado parcialmente por el Consejo
Nacional de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas (CONICIT), bajo el
Proyecto de
Investigación Aplicada PC- 069.

Sin estas ayudas no hubiese sido posible llevarlo a
cabo.

LITERATURA CITADA

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