Transición demográfica y envejecimiento en América Latina y el Caribe: Hechos y reflexiones sociobioéticas
- Introducción
La heterogeneidad sociodemográfica en américa
latina y el caribe
La composición por grupo de edades de países en
américa latina y el caribe según situación
demográfica
Cambios sociodemográficos y consideraciones
éticas
Referencias
Resumen: En el inicio del Siglo XIX la
población mundial estimada era de 978
millones. En las regiones más desarrolladas la
proporción de personas mayores de 60 años bordeaba
el 20%.
La población de América
Latina y el Caribe aumentará en alrededor de 180
millones entre el 2000 y el 2025. Más de un tercio de ese
incremento correponderá a población adulta
mayor.
En América
Latina y el Caribe existen realidades, asociadas con el estadio
de la transición demográfica, muy diversas, lo cual
trae implicaciones sociales, económicas y éticas
diferentes según los países de la
Región.
La
transformación de la estructura por
edades imprime demandas sociales, económicas y políticas
particulares. Al mismo tiempo las
diferencias sociodemográficas, básicamente la
disímil estructura etaria, colocan de relieve
distintos énfasis en el tratamiento de los temas
bioéticos.
El envejecimiento aparece en los países de
transición más avanzada en la Región, como
un fenómeno vinculado, por un lado, al aumento del
número absoluto de personas en ese grupo etario
y, por otro, al claro mejoramiento de la calidad de
vida en los años de sobrevida.
Los temas bioéticos tendrán mayor
importancia debido no sólo al aumento númerico y
relativo de los adultos mayores sino que la mayor educación
colocará en un plano más destacado la exigencia
social por mayores grados de autonomía, un trato digno, un
papel más preponderante en la relación
médico/paciente, mayor ingerencia en los
diagnósticos y tratamientos diversos.
Las consideraciones bioéticas, en particular aquellos
principios
más cercanos a las ciencias
sociales como son la justicia, la
equidad y la
autonomía tienden a cobrar mayor relevancia en situaciones
donde se aprecia un brusco aumento de la población adulta
mayor.
Palabras clave: Transición
demográfica; justicia; equidad; autonomía;
envejecimiento.
Abstract: At the beginning of the 19th
century, the estimated world population was 978 millions. In more
developed regions the proportion of people older than 60 was
around 20%.
Population in Latin America and the Caribbean will grow
approximately 180 millions within 2000 and 2025. More than one
third of that growth will correspond to old age people.
In Latin America and the Caribbean the reality associated with
the state of demographic transition is very diversified, which
has social, ethical, and economical implications according to the
different countries in the Region.
The transformation of the structure by ages results in particular
social, economic, and political demands. At the same time the
social-demographic differences, particularly the age structure,
emphasize the difference in the treatment of bioethical
issues.
Ageing appears in the more advanced transitional countries of the
Region, as a linked phenomenon, on the one hand by the increasing
proportion of senior citizens, and on the other, by the improved
quality of life in the old age years.
Bioethical issues will gain greater importance not only because
of the increased number and proportion of senior citizens, but
also education will place on a more distinguished level the
social requirements for autonomy, a dignified treatment, and a
greater participation in patient-doctor relationship, diagnostics
and treatments.
Bioethical considerations, particularly those principles closest
to social sciences as justice, equality and autonomy, tend to
gain greater importance in situations concerning the abrupt
growth of senior citizen population.
Keywords: Demografic transition;
justice; equity; autonomy; ageing.
Resumo: A Princípios do
século XIX, a populção mundial estimada era
de 978 milhões. Nas regiões mais desenvolvidas a
proporção de pessoas maiores de 60 anos se
aproximava aos 20%.
A população da América Latina e do Caribe
provavelmente aumentará a 180 milhões entre os anos
2000 e 2025. Mais de un terço desse incremento
corresponderá à população adulta
maior.
Na América Latina e no Caribe existen realidades,
associadas com o estado da
transição demográfica, que variam muito, o
que acarreta implicações sociais, econômicas
e éticas diferentes dependendo dos países da
região.
A transformação da estrutura por idades imprime
demandas sociais, econômicas e políticas
particulares. Ao mesmo tempo as diferenças
sociodemográficas, basicamente a estrutura etária
variada, deixam em relevo várias ênfasis no tratar
dos temas bioéticos.
O envelhecimento aparece nos países de
transição mais avançada na região,
como um fenômeno vinculado, de um lado, ao aumento do
número absoluto de pessoas nesse grupo etário e,
por outro lado, à evidente melhora da qualidade de vida
nos anos de pessoas de terceira idade.
Os temas bioéticos vão obter uma maior
importância devido não só ao aumento
numérico e relativo dos adultos maiores, mas também
porque uma melhor educação deixará num plano
mais destacado a exigência social por maiores graus de
autonomia, un tratamento digno, um papel mais preponderante na
relação médico/pa-ciente, maior
ingerência nos diagnósticos e tratamentos
diversos.
As considerações bioéticas, en particular
aqueles princípios mais próximos às
ciências sociais como é o caso da justiça, da
igualdade e da autonomia que tendem a cobrar uma maior
relevância em situações aonde é
observado um brusco aumento da população adulta
maior.
Palabras chaves:
Transição demográfica; justiça;
equidade; autonomía; envelhecimento.
Résumé: Au début
du XIXème siècle, on estimait la population
mondiale à 978 millions. Dans les zones les plus
développées, le taux de personnes de plus de 60 ans
atteignait 20%.
La population d'Amérique Latine et des Caraïbes
augmentera d'environ 180 millions d'habitants entre 2000 et 2025.
Plus d'un tiers de cette croissance correspondra à une
population dite du 3ème âge.
Il existe en Amérique Latine et aux Caraïbes des
réalités très diverses qui sont liées
au stade de la transition démographique. Ceci a des
conséquences sociales, économiques et
éthiques différentes selon les pays de ce
continent.
La transformation de la
structure par âges [de l'échelle des âges]
implique des demandes sociales, économiques et politiques
particulières. En même temps, les différences
sociodémographiques, essentiellement la dissemblance de
l'échelle des âges, mettent en relief des points
essentiels divers dans le traitement des thèmes
bioéthiques.
Le vieillissement apparaît dans les pays où la
transition est plus avancée (dans cette zone) comme un
phénomène lié à
l'augmentation du nombre en valeur absolue de personnes de ce
groupe d'âge, d'une part, et d'autre part, à
l'amélioration évidente de la qualité de vie
dans les années de survie.
Les questions de bioéthique revêtiront une plus
grande importance non seulement du fait de la croissance
numérique et relative des personnes âgées ;
de plus, un plus haut niveau d'éducation mettra au premier
plan une
exigence sociale (de la part des personnes âgées) et
ce, du fait d'un plus grand degré d'autonomie, un
traitement digne, un rôle plus important dans la relation
médecin/patient, une plus grande intervention dans les
diagnostiques et dans les traitements divers.
Les réflexions en bioéthique et en particulier sur
ces principes qui sont plus proches des sciences sociales comme
le sont la justice, l'équité et l'autonomie ont
tendance à revêtir une importance mayeure dans les
cas où l'on constate une brusque augmentation de la
population du 3ème âge.
Mots clés: Transition
démographique; justice; équité; autonomie;
vieillessement.
El Siglo XX ha sido considerado como el centenario
caracterizado por el fenómeno denominado explosión
demográfica. En el inicio del Siglo XIX la
población mundial estimada era de 978 millones. Durante
los cien años de ese siglo aumentó en 672 millones,
alcanzando los 1.650 a comienzos del Siglo XX. Durante el siglo
que recién ha terminadola población aumentó
en 4.350 millones, llegando en el año 2000 a 6.000
millones de habitantes(1). Para agregar más
precisión a este impactante crecimiento de
población en un lapso tan reducido podemos decir que entre
1960 y el 2000 la población mundial se incrementó
en 3.000 millones1. O sea, la segunda
mitad del siglo XX contiene una impronta demográfica nunca
antes vista2 .
Bucarest en 1974, Ciudad de México en
1984 y El Cairo en 1994, han sido testigos de importantes debates
mundiales organizados por Naciones Unidas
en materia de
población, para enfrentar los nuevos desafíos
sociales, materiales y
éticos que se desprenden de esta nueva situación
mundial3 .
El inicio del nuevo siglo está marcado con
fuerza por el
envejecimiento de la estructura demográfica4.
En 1950 la edad media de
la población era de 23,5 años. En 1999
aumentó a 26,4 años y se prevé que para el
2050 aumentará a 37,8 años. A mediados de siglo las
personas mayores de 60 años conformaban el 8,1% del total
mundial . En 1999 este porcentaje aumentó a un 9,9% y se
proyecta que hacia el 2050 esta proporción
alcanzará el 22,1%5 (2).
La explosión demográfica del sigo XX abre
paso, en el nuevo siglo, a la implosión
geriátrica6. Es, incluso, pertinente hablar de
una suerte de globalización del envejecimiento, como
consecuencia del avanzado proceso de
transición demográfica e epidemiológica que
se está viviendo, a ritmos distintos mas en la misma
dirección, en todas las regiones del globo.
Juan Chackiel dice que "en las sociedades
actuales hay dos hechos que llaman la atención en torno al tema del
envejecimiento: las personas viven en promedio más
años que antes y hay un importante crecimiento en el
número de personas en edades avanzadas. Estos dos aspectos
constituyen conceptos diferentes aunque relacionados. El primero
es la prolongación de la vida de los individuos; el
segundo corresponde al envejecimiento de las poblaciones, que
generalmente se expresa en un aumento en la proporción de
personas mayores"(3, p.9).
De la misma forma que los malos augurios de la
explosión demográfica asociada a los planteamientos
malthusianos no tuvo su comprobación empírica
definitiva, podemos también pronosticar que el
envejecimiento de la población no debe necesariamente
suscitar alarma social. Se aprecian algunos elementos que ayudan
a este optimismo: el aumento del número absoluto y la
contribución relativa creciente de los adultos mayores
podría permitir que se ejerza una mayor presión
social y política para
reivindicar derechos y atender
necesidades específicas. Tampoco debe soslayarse que la
tecnología
progresa a alta velocidad y
esto producirá cambios importantes en el estilo de vida
y, particularmente, en las formas de trabajo donde
seguramente se podrá favorecer la inserción
más permanente de la población adulta
mayor.
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