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Conocimiento y uso de métodos anticonceptivos por la población femenina de una zona de salud (página 2)



Partes: 1, 2

SUJETOS Y METODOS

Para dar respuesta a estas
cuestiones, diseñamos un estudio observacional de
tipo descriptivo transversal, en el que la población diana eran las mujeres en
edad fértil (15-45 años) asignadas al centro de salud Zona IV de Albacete. A
partir de los listados de la tarjeta sanitaria de los 10 cupos médicos del
centro, se identificaron 5.800 mujeres entre estas edades, de las que se
seleccionó una muestra de 389 por medio de un muestreo sistemático, con
arranque aleatorio. El tamaño muestral se calculó
para una frecuencia esperada del 50%, una precisión de ±5% y un nivel de
confianza del 95%.

Previo envío de una carta,
comunicando a las mujeres seleccionadas el motivo de nuestro estudio, se
contactó con ellas telefónicamente a lo largo del mes de julio de 1997, para la
realización de una encuesta que incluía preguntas abiertas sobre el
conocimiento acerca de métodos anticonceptivos y el uso de los mismos:
utilización o no de estos, y, en caso de respuesta afirmativa, cuál; tipo de
controles, frecuencia y dónde eran realizados; y posibles complicaciones. El
cuestionario incluía asimismo preguntas referidas a características
socioculturales de la mujer (edad, estado civil, nivel de estudios, ocupación,
situación laboral) y, en su caso, de su pareja o de la persona que aportara los
ingresos principales de la familia; sobre su actividad sexual (si tenía
relaciones y, en su caso, edad de inicio y frecuencia de las mismas). Siguiendo
la clasificación propuesta por Domingo y Marcos13, se estableció el
nivel económico de las mujeres, distinguiendo entre clase social media-alta (si
ella o el marido o cabeza de familia, en su caso, pertenecían a las clases I
-directivos, altos funcionarios, profesionales liberales, técnicos superiores-
o II -directivos y propietarios gerentes de comercio y de los servicios
personales, otros técnicos no superiores y artistas y deportistas-) y
media-baja y baja (para las demás ocupaciones). Se clasificó a las mujeres en
"expuestas" y "no expuestas" a partir del concepto
introducido por Riphagen y Lehert14, según
el cual se considerarían como "mujeres
expuestas" aquellas que no han tenido problemas de fertilidad, sexualmente
activas, no embarazadas y que no quieran estarlo en el período del estudio

Se acordó realizar un
máximo de tres intentos, en horas diferentes, para contactar con cada mujer; si
tras estos tres intentos no se obtenía respuesta se consideraba no localizada.

No tenían teléfono 79 de
las mujeres de nuestra muestra, por lo que fueron citadas en las consultas del
centro de salud para la realización de la encuesta.

El análisis de los datos
fue realizado por medio del paquete estadístico EPIINFO, e incluyó comparación
de variables cualitativas por medio de la prueba de ji2 y de
variables cuantitativas por la t de Student.

RESULTADOS

Se consiguió contactar con
178 mujeres, de las que contestaron 166 (tasa de respuesta de 42,7%), las
cuales tenían una media de edad de 29,7 años (DE: 8,1), con un rango entre 15 y
45 años. Se localizaron a través del teléfono 171 mujeres, de las que 12 no
quisieron responder. De las 79 citadas en el centro de salud acudieron 7.

Utilizaban algún método
anticonceptivo 86 mujeres (51,8%; IC:44,2-59,4%),
mientras que 73 no los usaban, 2 estaban buscando embarazo, 3 estaban
embarazadas o en el postparto y 2 no contestaron a
esta pregunta. Una mujer que dijo usar como método anticonceptivo el coitus interruptus
fue incluida en el grupo de las no utilizadoras.

Al analizar las
"mujeres expuestas" encontramos que utilizaban anticonceptivos el
70,5% (IC: 62,4-78,6%). Como podemos ver en la tabla 1, de las 20 adolescentes
de nuestro estudio sólo dos mantenían relaciones sexuales, de las cuales una
usaba anticonceptivos; especialmente llamativo resulta que en el grupo de
mujeres de 40 a
45 años sólo utilizaran anticonceptivos el 45,4%, en una frecuencia significativamente
inferior a los otros grupos de edad. No se encontraron diferencias
significativas en cuanto a la utilización o no de anticonceptivos según el
estado civil, el nivel de estudios, la ocupación o el nivel económico. Las
mujeres que usaban anticonceptivos tenían una media de relaciones sexuales por
mes de 8,4 (DE: 5,6), que no difería significativamente de las 8,2 (DE: 7,7) de
las que no los usaban. Tampoco existían diferencias en la media de edad de
inicio de estas relaciones: 19,9 (DE: 4,3) frente a 20,5 años (DE: 2,7).

Tabla 1
Características sociodemográficas de las mujeres y uso de métodos
anticonceptivos.

  

Utiliza

No utiliza

No expuestas

Total

Edad*
15-19 años
20-29 años
30-39 años
40-45 años

1
30
45
10

1
11
12
12

18
21
3

20
62
60
22

Estado Civil
Soltera
Casada
Separada

19
67

5
27
4

38
4

62
98
4

Estudios
Sin estudios
Primar. Incompletos
Primarios
Secundarios
Titulados med.-sup.

7
4
44
22
9

3
2
23
6
2

 
17
17
8

10
6
84
45
19

Ocupación
Trabajo remunerado

Directivas
Técnicas
Cuadros intermedios
Trabaj. Manuales
Estudiantes
Amas de casa
No clasificables
No consta

 

3
8
27
3
2
40
2
1

 

1
3
8
2
1
21

 

1
2
12
2
20
3
1
1

 

5
13
47
7
23
64
3
2

Nivel económico
Medio-alto y alto
Medio-bajo y bajo
No consta

 
22
64

 
6
30

 
11
26
5

 
39
120
5

Total

86

36

42

164

*ji2= 8,6; p<0,05
Resto no significativo (NS).

El método más usado era el
preservativo, seguido de los métodos quirúrgicos y los CO, como queda reflejado
en la tabla 2, en la que se recogen los datos correspondientes a las
características sociodemográficas de las mujeres en función del tipo de método
anticonceptivo que utilizaban. Los CO tenían una utilización significativamente
más frecuente en mujeres menores de 30 años y menor en las de esta edad o
mayores; por contra, en este grupo de edad era significativamente más frecuente
el uso de un método quirúrgico, frente a las más jóvenes. Los métodos de
barrera eran significativamente más usados por las mujeres solteras y menos por
las casadas, tendencia opuesta a la encontrada para el resto de los métodos
considerados globalmente. No se encontraron diferencias en relación con los
estudios de la mujer o su nivel económico.

Tabla 2
Características sociodemográficas de las mujeres y tipo de método
anticonceptivo utilizado.

  

Preservativo

CO

DIU

Quirúrgicos+

Total

Edad*
15-19 años
20-29 años
30-39 años
40-45 años

1
17
20
3

 

11
4
1

 

1
1
2

 
 
1
20
4

1
30
45
10

Estado civil**

Soltera
Casada

 
13
28

 
6
10

 

4

 

25

 
19
67

Estudios
Sin estudios
Primar. Incompletos
Primarios
Secundarios
Titulados med.-sup.

 
3
3
17
12
6

 
1

8
4
3

 

4

 
3
1
15
6

 
7
4
44
22
9

Ocupación
Trabajo remunerado
Directivas
Técnicas
Cuadros intermedios
Trabaj. manuales
Estudiantes
Amas de casa
No clasificables
No consta

 

1
3
14
2
2
17
2

 

2
1
6
1

5

1

 

4

 

4
7

14

 

3
8
27
3
2
40
2
1

Nivel económico
Medio-alto y alto
Medio-bajo y bajo

 
7
34

 
5
11

 

4

 
10
15

 
22
64

Total

41

16

4

25

86

* ji2= 19,5 p<0,001
** ji2= 4,2 p<0,05
Resto NS.
+ Se han incluido 9 mujeres con ligadura tubárica
y 16 cuyo marido tenía realizada una vasectomía.

Seguían algún control en
relación con el uso de anticonceptivos 39 mujeres, mientras que no lo hacían
43; 4 no contestaron a esta pregunta. Todas las mujeres que usaban CO o
dispositivo intrauterino (DIU) seguían controles periódicos, consistentes en la
práctica de citología cervical en las usuarias de DIU y en el 86,7% de las de
CO; de éstas el 66,7% se hacían también analítica. El
seguimiento se realizaba preferentemente en el Centro de Orientación Familiar
(50% de las usuarias de CO y 75% de las de DIU), quedando en segundo lugar las
consultas privadas de ginecología (31,2% de las que usaban CO y 25% de las de
DIU). En el centro de salud se controlaban el 12,5% de las usuarias de CO. Para
todas las usuarias de DIU, así como para el 78,6% de las de CO había pasado
menos de un año desde el último control. No se encontraron diferencias
significativas en cuanto al lugar donde se controlaban, el tipo de controles o
la frecuencia de los mismos en función del nivel económico de las mujeres.

Las mujeres de nuestro
estudio que utilizaban anticonceptivos referían escasas complicaciones: una
usuaria de preservativo refería como tal la rotura del mismo; dos de las que
utilizaban CO refirieron cefalea y una además aumento de peso y dismenorrea;
una usuaria de DIU refería hipermenorrea; y una mujer
con ligadura tubárica se quejaba de disminución de la
libido.

Las mujeres que tomaban CO
tenían una media de relaciones sexuales al mes de 11,0 (DE: 4,9),
significativamente superior a las 6,2 (DE: 3,8) de las usuarias de preservativo
(t=7,3, p<0,05). No existían diferencias significativas en la
frecuencia de relaciones sexuales con respecto a las usuarias de otros métodos.
Tampoco se encontraron diferencias significativas en la edad de inicio de las
relaciones sexuales entre las usuarias de los distintos métodos.

En la figura 1 podemos ver
cuántas mujeres decían conocer los diferentes métodos anticonceptivos. Los
métodos más conocidos eran el preservativo (90,4%), los CO (89,2%) y el DIU
(78,3%). Como se evidencia en las figuras 2 y 3, las mujeres más jóvenes y las
que no convivían con pareja conocían mejor los métodos de barrera, tanto el
preservativo como el diafragma, mientras que la vasectomía era mejor conocida
por las de mayor edad, especialmente en el grupo de 30-39 años, en el que un
48,3% hablaban de ella, frente al 30, 25,4 y 21,7% para los grupos de 15-19,
20-29 y 40-45 años (ji2: 9,3, p<0,05). En general las mujeres con
estudios secundarios o superiores tenían un mejor conocimiento de los distintos
métodos anticonceptivos (figura 4). No se encontraron diferencias en el
conocimiento de métodos anticonceptivos según la ocupación o el nivel económico
de las mujeres, así como tampoco en relación con la edad de inicio de las
relaciones sexuales.

Figura 1
Conocimiento sobre métodos anticonceptivos expresado por las mujeres de
nuestro estudio.

Figura 2.
Conocimiento de métodos anticonceptivos en relación con la edad.

Nota.-
C.int.: coitus interruptus (NS)
Nat.: Métodos naturales (NS)
Pr.: Preservativo (ji2= 4,4; p<0,05)
Pr.f.: Preservativo femenino (NS)
Diaf.: Diafragma (ji2= 4,9; p<0,05)
Esp.: Espermicidas (NS)
C.O.: Contraceptivos orales (NS)
C.I.: Contraceptivos inyectables (NS)
DIU: Dispositivo intrauterino (NS)
Lig.: Ligadura tubárica (NS)

Vas.: Vasectomía (ji2= 3,9; p<0,05)
Abst.: Abstinencia (NS)

Figura 3.
Conocimiento de métodos anticonceptivos en relación con la convivencia con
pareja.

Nota.-
C.int.: coitus interruptus (NS)
Nat.: Métodos naturales (NS)
Pr.: Preservativo (ji2= 5,7; p<0,05)
Pr.f.: Preservativo femenino (NS)
Diaf.: Diafragma (ji2=15,1; p<0,001)
Esp.: Espermicidas (NS)
C.O.: Contraceptivos orales (NS)
C.I.: Contraceptivos inyectables (NS)
DIU: Dispositivo intrauterino (NS)
Lig.: Ligadura tubárica
(NS)
Vas.: Vasectomía (NS)
Abst.: Abstinencia (NS)

Figura 4
Conocimiento de métodos anticonceptivos en relación con el nivel de estudios.

Nota.-
C.int.: coitus interruptus (ji2= 11,1; p<0,001)
Nat.: Métodos naturales (ji2= 15,5;
p<0,001)
Pr.: Preservativo (ji2= 5,3; p<0,05)
Pr.f.: Preservativo femenino (NS)
Diaf.: Diafragma (ji2= 30,4; p<0,001)
Esp.: Espermicidas (ji2= 14,9; p<0,001)
C.O.: Contraceptivos orales (NS)
C.I.: Contraceptivos inyectables (NS)
DIU: Dispositivo intrauterino (ji2= 7,5; p<0,01)
Lig.: Ligadura tubárica
(NS)
Vas.: Vasectomía (ji2= 7,4; p<0,05)
Abst.: Abstinencia (NS)

DISCUSION

Un 51,8% de las mujeres en
edad fértil que participaron en nuestro estudio utilizaban algún método
anticonceptivo, alcanzando el 70,5% cuando consideramos "mujeres
expuestas". El método más usado era el preservativo, seguido de los
métodos quirúrgicos y los CO.

Nuestros datos están en
concordancia con los recogidos por Serrano y cols.12
en su estudio acerca del uso de métodos anticonceptivos por mujeres lactantes
en nuestra ciudad, en el que un 69% de ellas refería utilizar anticonceptivos
previamente a su última gestación, con un predominio del uso de los métodos de
barrera. Debemos ser prudentes, sin embargo, al establecer estos paralelismos,
ya que se trata de un estudio diseñado con otro objetivo y que aborda un grupo
tan específico como es el de las mujeres en período de lactancia, circunstancia
que además determina que la muestra tenga unas características
sociodemográficas muy distintas a la de nuestro estudio.

Como señalábamos en la
introducción, la mayoría de los estudios realizados en nuestro país sobre uso
de anticonceptivos seleccionan a las mujeres participantes en centros
sanitarios, ya sean consultas de atención primaria o de planificación familiar.
Los resultados obtenidos en estos estudios muestran notables diferencias con
los nuestros. Así, Sánchez Pérez y cols.8,
al estudiar a un grupo de 371 mujeres de 15 a 45 años que acudían a una consulta de
atención primaria y que mantenían relaciones sexuales, encontraron que sólo 41
no usaban ningún método, si bien 31 utilizaban el coitus
interruptus
; el método más utilizado era el
preservativo, seguido de CO y los métodos quirúrgicos, con una distribución
similar a la de nuestro estudio. Esta distribución en el uso de los distintos
métodos es, sin embargo, notablemente distinta a la encontrada por Rodríguez
González y cols.9: el 20,3% de un grupo de
176 mujeres de 14-52 años que acudían a una consulta de atención primaria
usaban CO, mientras que el 18,3% usaban como método anticonceptivo el coito
interrumpido, quedando el preservativo en tercer lugar con un 17%. Por otra
parte, en estudios realizados en consultas de planificación familiar, como el
llevado a cabo por Adán Gil y cols.6 en
mujeres mayores de 19 años que acudían solicitando un método anticonceptivo a
un centro de orientación familiar, el 56,67% usaban anticoncepción hormonal,
seguida por el DIU (42,94%).

Como señalábamos en la
introducción, estos estudios presentan un sesgo de selección que limita su
generalización, y que es especialmente llamativo en el caso de las mujeres que
acuden a una consulta de planificación familiar, ya que de forma habitual lo
hacen para seguir control médico por alguno de los métodos anticonceptivos que
así lo requieren.

En nuestro estudio hemos
seleccionado una muestra de la población de mujeres en edad fértil asignadas a
nuestro centro de salud, y que podríamos considerar como asimilable a población
general si tenemos en cuenta la cobertura casi universal del Sistema Nacional
de Salud y que su adscripción es independiente de que hayan o no consultado alguna
vez.

Una posible limitación de
nuestro trabajo se encuentra en la tasa de respuesta, al haber participado en
el mismo sólo el 42,7% de las mujeres seleccionadas. Sin embargo, lo
consideramos bastante aceptable para el tipo de encuesta realizada, en donde la
falta de respuesta está relacionada sobre todo con la imposibilidad de
contactar telefónicamente con la mujer. En cambio, sí que puede suponer un
sesgo la falta de asistencia a la cita concertada en el centro de salud de las
mujeres que no tenían teléfono, ya que podrían corresponder a un grupo
económicamente menos favorecido.

Otra diferencia en relación
con algunos de los estudios referidos anteriormente, ha sido el no considerar
en nuestro análisis el coitus interruptus como método anticonceptivo, por tratarse de
un método muy poco seguro y para evitar el posible sesgo de que algunas mujeres
que lo estuvieran utilizando no lo consideraran como tal, lo que se vería
favorecido por el hecho de plantear preguntas abiertas. Seleccionamos este tipo
de preguntas para no inducir la respuesta de las mujeres, asumiendo el posible
inconveniente de que se perdiera información, lo que en el caso de métodos
anticonceptivos de contrastada eficacia y de indudable indicación médica sería
menos probable.

En nuestro análisis tiene
escaso relieve el grupo de adolescentes, ya que sólo 2 de ellas mantenían
relaciones sexuales, mientras que es muy llamativo el bajo porcentaje de uso de
anticonceptivos entre las mujeres de 40 a 45 años. Este dato tiene una
extraordinaria relevancia por la posibilidad que entraña de embarazos no
deseados en este grupo de edad de especial riesgo.

En cuanto al método elegido
según la edad, el estado civil o la frecuencia de relaciones sexuales, nuestros
resultados están en la línea de lo esperado atendiendo a las características de
los distintos métodos, como sería un mayor uso de los quirúrgicos conforme
aumenta la edad de las mujeres o la preferencia por el preservativo en mujeres
solteras o con baja frecuencia de relaciones sexuales. Así encontramos que el
uso de los CO predominaba en las mujeres menores de 30 años y el de los métodos
quirúrgicos en las mayores de esta edad, siendo el uso del preservativo más
frecuente en mujeres solteras que en casadas. Por otra parte, las mujeres que
tomaban CO tenían una media de relaciones sexuales al mes significativamente
superior a las usuarias de preservativo.

Existen diferencias muy
llamativas al comparar nuestros datos con los de otros países occidentales,
tanto en la frecuencia de uso de anticonceptivos como en los tipos de métodos
más utilizados. Así en Alemania sólo un 3% de mujeres expuestas no usan ningún
método anticonceptivo, siendo predominante la utilización de CO4, al
igual que ocurre en Francia, donde los utilizan un 40% de las mujeres de 20 a 44 años15, o
en el Reino Unido, quedando en estos países el uso del preservativo en segundo
lugar16. La preferencia por los CO se da también en otros países
europeos, como Italia17 o Suecia18, donde son utilizados,
respectivamente, por un 30 y un 33% de las "mujeres expuestas". En
EEUU, con una frecuencia de uso de anticonceptivos en "mujeres
expuestas" de alrededor del 90%, los CO han sido el método preferido por
las mujeres menores de 30 años, aunque globalmente existe un predominio de los
métodos quirúrgicos1; sin embargo, entre 1988 y 1995 se ha observado
una disminución de usuarias de CO, que han pasado del 31 al 27%, y un aumento
en las de preservativo, del 15 al 20%, especialmente en mujeres solteras y en
menores de 25 años19. Esta preferencia por CO en mujeres jóvenes,
con predominio en conjunto de los métodos quirúrgicos la encontramos asimismo
en Australia20.

La baja frecuencia de uso
de CO en nuestra zona de salud está en consonancia con las tendencias de uso de
los mismos en nuestro país, como se puso de manifiesto en la Encuesta Nacional
de Salud de España de 199310, en la que sólo un 4,6% de las mujeres
referían haber consumido CO en las dos semanas previas a la realización de la
encuesta.

El método anticonceptivo
más conocido entre las mujeres que participaron en nuestro estudio fue el
preservativo, seguido por los CO y el DIU. Llama la atención el escaso
conocimiento de otros métodos, especialmente los quirúrgicos, a pesar de ser
muy utilizados. Pensamos que en parte este bajo conocimiento de los métodos
puede estar relacionado, como ya comentamos anteriormente, con la realización
de preguntas abiertas, mientras que para alguno de ellos, como los naturales o
el coitus interruptus,
se puede deber a que no se les haya tenido en cuenta por considerarlos poco
eficaces. Sin embargo, estos factores no parecen haber sido tan determinantes
en otros estudios realizados en nuestro país8,9,
en los que en general las mujeres muestran un mejor conocimiento de los
diferentes métodos, si bien hemos de señalar que están realizados sobre
pacientes que asisten a consultas de atención primaria, y por tanto puede
existir una sobrerrepresentación de mujeres con una
mayor motivación por los temas relacionados con la salud. Destaca en estos
estudios, al igual que en el nuestro, el mayor conocimiento de preservativo, CO
y DIU, métodos anticonceptivos que podríamos considerar que son los que gozan
de mayor popularidad entre las mujeres de nuestro país.

En cualquier caso, pensamos
que existe una necesidad de formación en estos temas en las mujeres de nuestra
zona de salud. De hecho, las mujeres con nivel educativo superior han
demostrado en nuestro estudio un mejor conocimiento de la mayoría de los
métodos. Llama igualmente la atención el mayor conocimiento de los métodos
barrera entre las mujeres más jóvenes, lo que podríamos atribuir a las campañas
de prevención de las enfermedades de transmisión sexual, especialmente el sida.

Para concluir queremos
resaltar que, aunque la tasa de utilización de métodos anticonceptivos en
"mujeres expuestas" es aceptable, en el grupo de edad de 40 a 45 años es llamativamente
baja. Por otra parte, aunque el preservativo, los CO y el DIU son bien
conocidos, es limitado el conocimiento acerca de otros métodos por parte de las
mujeres de nuestra zona de salud.

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Alicia Maroto de Agustín, Mª Angeles
Moreno Bueno, Mª Mar Rubio Moreno, Cristina Ortiz Valle y Francisco Escobar
Rabadán.

Centro de Salud Zona IV (Albacete).
Correspondencia: Francisco Escobar Rabadán. Centro de Salud Zona IV. C/
Seminario, 4. 02006-Albacete.

Partes: 1, 2
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