- Las críticas que
fórmula Bunge - Réplicas a
las críticas de Bunge - ¿Por
qué citamos a Heidegger en nuestro
artículo? - Referencias
déniaiser les savants
NIETZSCHE
1.
INTRODUCCIÓN
En el último número de INTERCIENCIA del
año 1991 se publicó una carta de Mario
Bunge (Bunge, 1991a) en la que critica un artículo nuestro
(Dávila, Mendoza y Núñez, 1991). Pocas veces
se tiene el honor de recibir críticas a un artículo
científico por parte de algún filósofo de
la ciencia.
Para nuestro modesto entender, la crítica
de Bunge, que él mismo caracteriza como "excesiva",
está cargada de algunas ligerezas y errores que dificultan
una desapasionada discusión intelectual y
científica. Esta réplica pretende mostrar que esas
serias deficiencias en la crítica de Bunge, constituyen
una negación del intento de lección de moral
científica que subyace en la carta de
nuestro crítico.
La crítica de Bunge estuvo más inspirada
por una cita con la cual comienza nuestro articulo que por el
contenido total del mismo. La crítica fluye así,
haciendo constante referencia, por una parte, a la idea central
de la cita, a saber: el carácter de empresa de la
ciencia y, por
otra parte, al autor de dicha cita, a saber: el filósofo
alemán Martin Heidegger. La cita en cuestión
proviene de uno de los ensayos en los
cuales este filósofo se ocupara directamente del tema de
la ciencia moderna.
(Heidegger, 1960). A pesar de la insistencia en la cita
heideggeriana, en la carta de M. Bunge son claramente
discernibles las críticas referidas estrictamente a
Heidegger y su obra en general, de las que se refieren a nosotros
(más que a nuestro articulo).
Apartando la ligereza de que nuestro artículo "se
limita a citar" la frase heideggeriana, las críticas
que se refieren a nosotros tienen una estrechísima
relación con las que se refieren a Heidegger y su obra.
Por ello no podemos obviar estas últimas críticas
y, además, porque quisiéramos hacer más
explícito el sentido de haber acudido a una cita de
Heidegger en nuestro artículo. Aún cuando estamos
muy lejos de considerarnos expertos en la obra heideggeriana (62
volúmenes, sin contar la obra póstuma),
tendremos que responder a las críticas que Bunge hace de
este filósofo y de su obra, al menos en lo que a sus
ensayos más conocidos sobre la ciencia se refiere y que
tienen que ver con nuestro artículo.
Con el fin de responder a cada una de esas criticas,
presentamos en la siguiente sección un breve resumen de
las mismas. En posterior sección desarrollamos nuestra
réplica, extendiéndonos en la crítica
primaria que Bunge hace a Heidegger, pues ello nos permite ser
más precisos en las siguientes réplicas. En la
última sección resumimos nuestro argumento sobre la
razón de haber usado la cita de Heidegger en nuestro
artículo.
2. LAS
CRÍTICAS QUE FÓRMULA BUNGE
Hemos podido distinguir en la carta de Bunge dos
críticas a Heidegger. La primera de ellas se refiere a un
aspecto muy particular y preciso de su obra, expresado en una
frase que Bunge toma de la cita que utilizamos en nuestro
artículo. Bunge afirma que en la frase de Heidegger
"…la ciencia en sí como investigación tiene carácter de
empresa" se esconde una ambigüedad: esa frase es una
falsedad o una trivialidad. La segunda crítica a
Heidegger, repetida en tres de los seis párrafos de la
carta de Bunge, se corresponde con una muy peculiar
caracterización del filósofo alemán y de su
obra. Afirma Bunge que Heidegger es "un peligroso
charlatán… enemigo de la ciencia y de la
técnica… conocido por su obscurantismo y su militancia
nazi." (Bunge, 199 la).
Igualmente, hemos podido identificar dos críticas
a nuestro artículo y a nosotros. Una se deriva de la
caracterización que Bunge hace de Heidegger y de su obra.
En efecto, a Bunge le alarma (sic) que en un
artículo científico se cite a quien "le
vendió a Hitler su propia
conciencia moral
y su odio a la ciencia y a la razón en general."(Bunge,
199 la). La otra crítica, aunque más conectada con
el contenido de nuestra publicación, se expresa por la
"alarma" de Bunge en relación con una posible adopción
por nuestra parte del "cinismo" de la nueva sociología de la ciencia; en esta
crítica, Bunge nos remite a uno de sus trabajos recientes
publicado en INTERCIENCIA (Bunge, 1991b).
Creemos entender que la alarma bungeana está motivada por una
preocupación de moral científica. Parece creer
Bunge que citar a un filósofo como Heidegger y publicar
trabajos como los desarrollados por la llamada nueva
sociología de la ciencia son "errores" perjudiciales para
los miembros más jóvenes e inexpertos de la
comunidad
científica. El efecto que tales "errores" tendrían
sobre los jóvenes científicos sería el de
"confundirlos y hacerles perder de vista su misión,
que es buscar y difundir la verdad" (Bunge, 1991a).
Veamos cómo en cada una de esas cuatro criticas
el filósofo de la ciencia incurre en ligerezas, errores y
vicios que son la negación de la misión que
él mismo señala para la empresa
intelectual: buscar y difundir la verdad
desinteresadamente.
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