La orientación de los proyectos de
cooperación internacionales está definida,
prioritariamente, por aquellas áreas vinculadas a la ayuda
de emergencia o a sectores en los que aparece cierta inmediatez
en los resultados de dicha ayuda internacional. Esta tendencia,
junto a legislaciones nacionales erráticas y no siempre
favorables a iniciativas no estatales y a la libertad de
expresión, ha ido en detrimento de la
aplicación de proyectos internacionales relacionados con
la
comunicación, que siguen teniendo hoy un carácter casi marginal.
Es en el campo de la comunicación para el desarrollo
donde, paralelamente a la diversificación de proyectos con
finalidad integral, y con el objetivo de
aportar un carácter práctico y eficaz a los
contenidos, se presenta cierta experiencia en modelos de
medios y en
capacitación profesional y
tecnológica. Las principales instituciones
donantes de carácter bilateral son mayoritariamente
organismos públicos, especialmente de países
europeos -aunque Japón,
Canadá y los Estados Unidos
también tienen una considerable presencia-, cuyo criterio
geográfico de actuación coincide en cierta medida
con las prioridades en la orientación de la política
exterior.
Las agencias o direcciones generales para el desarrollo
internacional siguen criterios muy particulares a la hora de
apoyar iniciativas de comunicación, desde las que orientan
su labor en la creación de prensa y emisoras
de radio rurales,
hasta las que prefieren especializarse en asesoramiento y
asistencia técnica; algunas instituciones encargan la
ejecución de los proyectos a organizaciones no
gubernamentales del país, mientras que otras trabajan con
los gobiernos locales; hay agencias que promueven cambios
legislativos en relación con el reconocimiento de la
libertad de
prensa en países en desarrollo, mientras que otras
desempeñan su función en
el fortalecimiento de las asociaciones y organizaciones
profesionales locales.
En general, todas comparten la búsqueda, de una u
otra forma, de unos contenidos que favorezcan los procesos de
democratización política y social de los
países destinatarios y el papel activo que los medios
pueden desempeñar en la resolución pacífica
de conflictos.
Cooperación pública
bilateral
Tomemos el caso del Ministerio de Asuntos Exteriores
francés, que integra orgánicamente desde 1999 la
cooperación al desarrollo, dentro de la política
exterior francesa. La política de apoyo a los medios se
organiza en torno a una serie
de objetivos
concretos:
– la formación de los profesionales y el apoyo
a las organizaciones profesionales para mejorar el desarrollo
de la prensa y los medios audiovisuales;
– facilitar el desarrollo institucional y jurídico en
favor de la libertad de expresión para favorecer el
crecimiento de las iniciativas de medios de
comunicación;
– contribuir a la mejora de las condiciones económicas
de las empresas
mediáticas, tanto a través del régimen
fiscal y
aduanero, como a través de estudios de audiencia y
mercado o
formación en gestión. (FRA, Daniel, París,
2000).
Estos objetivos definen, en cierta medida,
quiénes serán los beneficiarios prioritarios de las
ayudas:
– En cuanto a los medios, la cooperación
francesa presta apoyo tanto a la prensa escrita y las agencias
de noticias,
como a la radio y
la
televisión, ya sean públicos o privados. Hay
que destacar el servicio de
noticias para radio y prensa francófona en
África, Syfia International, que proporciona información sobre migración, SIDA, jefes
tradicionales de las tribus, etc. (http://www.syfia.com).
– Las organizaciones profesionales, los centros de
formación y las instancias reguladoras son
también beneficiarios de la acción oficial.
– Los centros de formación y de especialización
profesional forman parte también de las actuaciones
estructurales.
La principal modalidad de intervención es el
apoyo a los planes de formación a medio y largo plazo,
desarrollados en los países de origen y en los que
participan centros y asociaciones profesionales
francesas.
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