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Evo Morales y los medios (página 2)




Enviado por Ronald Grebe



Partes: 1, 2

Periodismo y poder
mediático

Parte de la problemática comunicacional actual de
Bolivia tiene
que ver con el sistema de
medios, porque
en el país predominan los de propiedad
privada.

Hasta 1985, solo había un canal estatal y ocho
canales universitarios de televisión. Ese año comenzó
un boom de canales comerciales, que hoy son 194, de los cuales 66
están en el área urbana y 128 en provincias. Los
periódicos y revistas aumentaron en los últimos
años de ocho a 51, 24 se editan en La Paz y ocho en Santa
Cruz.

También las emisoras de radio tuvieron un
desarrollo
inusitado, ya que en pocos años pasaron de 150 a 805, 160
transmiten en AM, 614 en FM y 31 en onda corta, la mitad trabaja
en capitales de departamento y la otra mitad en provincias.
Además, existen 10 agencias de noticias y 45
portales periodísticos.

Los medios de
comunicación del país están en pocas
manos. Existen dos grandes conglomerados mediáticos: El grupo Prisa,
de origen español,
que controla los diarios La Razón, El Nuevo Día,
Extra, la red de
televisión ATB. Y el Grupo Líder,
de las familias Rivero-Canelas propietario de los diarios El
Deber, La Prensa, Los
Tiempos, Correo del Sur, El Potosí, Nuevo Sur, El
Alteño, El Norte, Gente y un 40 por ciento del canal PAT.
Además las familias Monasterios, Kuljis, Durán y
Asbún controlan diversos medios escritos y
televisivos.

Según la Federación de Trabajadores de la
Prensa de La Paz (FTPLP), las licencias que se otorgaron en
años anteriores a radios y canales de televisión
propiciaron el monopolio de
la información para un grupo de empresarios
vinculados a intereses transnacionales, de la agroindustria y de
la banca.

Existen medios de comunicación que pertenecen a la iglesia
católica y otras iglesias, al Estado, a
sectores de la sociedad civil,
así como a universidades estatales y privadas. La Iglesia
Católica cuenta con 42 radios, 10 canales, dos agencias de
noticias, 10 productoras de video, casas
editoriales y librerías. La novedad es el surgimiento de
radios municipales que están interconectadas a
través de una red informática en casi todos los municipios
del país.
Para contrarrestar a los medios que considera contrarios, el
gobierno quiere
ampliar el número de emisoras de radio ligadas al Estado,
y revertir a su favor la correlación de fuerzas, sumando a
Radio Patria Nueva, antigua radio Illimani; al canal 7,
Televisión Boliviana; a la Agencia Boliviana de
Información (ABI); una red de 30 radioemisoras
comunitarias, nueve de las cuales ya están en
funcionamiento y a cuya instalación cooperó con
recursos
económicos y técnicos el gobierno de Venezuela.

Gobierno y medios de
comunicación

Desde 1985, año en que Bolivia retornó a
la vida democrática, algo que caracterizó al
país fue el respeto que las
diferentes gestiones gubernamentales tuvieron por la libertad de
prensa. De hecho, no se produjeron atentados o restricciones
graves contra el derecho consagrado en el artículo 7,
inciso b, de la Constitución Política del
Estado.

Sin embargo, profundizando en la relación del
gobierno de turno con los medios de
comunicación, se constata que desde su discurso de
posesión, en enero de 2006, el presidente Evo Morales se
mostró muy crítico con los medios cuando
arremetió contra la cadena privada de televisión
Unitel, denunciando a sus propietarios como "terratenientes" y
opuesta a los revolucionarios cambios que implementa su
gobierno.

"El presidente Evo Morales realizó una serie de
duras declaraciones contra los medios de comunicación
social, acusándolos de manipular la información
para causar la pérdida de credibilidad entre la población. Incluso individualiza su
invectiva contra algunos medios televisivos y periodistas en
particular, sosteniendo que se trata de una conspiración
para derrocarlo", afirma el analista Orlando Mercado.

Adicionalmente, Morales afirmó en varias
oportunidades que su gobierno era víctima del terrorismo
mediático, aunque sin concretar sus acusaciones. A
él se sumó el vicepresidente Álvaro
García Linera, indicando que los cambios políticos
y sociales eran objeto de sistemáticos ataques por parte
de los medios de comunicación, controlados por sectores de
poder económico y por los partidos que ahora se encuentran
en la oposición.

El gobierno del MAS no se cansa de repetir que se
está conjurando en contra suya para acabar con la
denominada "revolución
democrática cultural" que encabeza su líder Evo
Morales. Sus seguidores reiteran que Bolivia está frente a
una nueva realidad, en la cual los excluidos por 514 años
tomaron las riendas del poder, pero que los medios de
comunicación ni comprenden ni apoyan esta nueva
situación.

En varias movilizaciones, marchas y protestas,
también los denominados "movimientos sociales" afines al
gobierno del MAS, evitaron la presencia de algunos canales de
televisión y emisoras de radio por considerarlos
contrarios al Presidente Morales.

El Sindicato de
Fotoperiodistas del país congregó en La Paz a
diferentes organizaciones
gremiales y profesionales de periodistas, preocupados por el
recurrente maltrato de que son objeto fotógrafos,
camarógrafos y reporteros que realizan cobertura en los
conflictos
sociales, para pedir garantías al gobierno y a la
policía.

"Los periodistas de medios públicos, o favorables
al presidente Evo Morales, se encuentran en peligro en los
departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, donde la
oposición, mayoritaria, esgrime amenazas autonomistas. En
contrapartida, los partidarios del gobierno de La Paz no deben
ceder a la tentación de adoptar represalias contra los
medios de comunicación privados y de oposición",
destacó la
organización Reporteros sin Fronteras.
"Parecería que a algunas autoridades les molesta que los
periodistas informen tal como ocurren los sucesos y no como el
gobierno y su base social quisieran que lo hagan",
señaló el director de la Agencia de Noticia Fides,
José Gramount.

Cualquier cobertura informativa contraria al gobierno
lleva a que el Presidente insista en que la prensa está en
su contra. "¿Acaso los empresarios no más tienen
derecho a tener televisión? Nosotros los hermanos aymaras
y quechuas también tenemos derecho a tener radio y
televisión, compañeros, y ahí también
diremos la verdad ante el mundo", declaró en mayo de 2006
Evo Morales.

Como parte de la llamada "revolución
democrática y cultural", el gobierno pretende fortalecer
los medios estatales y fundar nuevos, para avanzar en la
difusión de las reformas políticas,
sociales y económicas.

Además, un parlamentario del MAS impulsa una
ley que puede
remover las estructuras de
la prensa nacional y evitar los "excesos" que cometen
-según el proyectista- algunos medios de
comunicación.

El diputado del MAS y ex presidente de la FELAP,
Iván Canelas, aclaró que la propuesta no implica
modificar la vigente Ley de Imprenta de
1925, es un proyecto que
busca aprobar una Ley de Medios de Comunicación, que
incluya un reglamento de funcionamiento para los canales de
televisión, un Consejo Nacional de Ética y un
Observatorio de Medios.

De lo que se trata es que los periodistas cumplan una
labor mucho más efectiva, sin coartar la libertad de
prensa, dándole la mayor libertad posible al medio y al
periodista para que actúen con responsabilidad.

Inmediatamente, las cúpulas del MAS en el
Congreso y en el Ejecutivo trataron de distanciarse del
polémico proyecto. "La propuesta del diputado Iván
Canelas, periodista muy reconocido, es una iniciativa personal",
aclaró el presidente de los Diputados, Edmundo Novillo. El
portavoz gubernamental, Alex Contreras, señaló que
el planteamiento de Canelas es "individual" y subrayó que
la propuesta no nació en el Poder
Ejecutivo.

La prensa frente a Evo
Morales

Profundizando esta realidad, es importante mencionar lo
que la prensa escribió sobre algunas decisiones
importantes del mandatario boliviano durante su gestión
gubernamental.

Un estudio del Observatorio de Medios de la Agencia
Periodística del MERCOSUR,
efectuado a fines del 2006, mostró que "un sector de la
prensa se ha dedicado sistemáticamente a boicotear cuanto
proceso de
cambio se ha
gestado desde el gobierno de Evo Morales".

Se analizó la cobertura periodística que
cuatro diarios bolivianos hicieron de hechos trascendentales como
la Asamblea Constituyente, la Reforma
Agraria, las negociaciones con las petroleras en el marco de
la nueva Ley de
Hidrocarburos y el acuerdo con los mineros de Huanuni. Se
concluyó que, "en general, las notas se tornaron
agresivas, apuntando contra las políticas de gobierno de
Morales desde varios ángulos: intereses de las empresas
privadas, mal funcionamiento de las compañías
adquiridas e incapacidad estatal para administrar los recursos
nacionalizados, debilidad de Morales ante la 'influencia' de los
presidentes Hugo
Chávez y Fidel Castro,
poco diálogo
con la oposición, cierto grado de 'autoritarismo', entre
otros".

Asimismo, se determinó que en la mayoría
de los casos las críticas se debían a intereses
corporativos de los multimedios, como en el caso del Grupo Prisa,
cuyos vínculos con la empresa
petrolera española Repsol motivaron su posicionamiento a
favor de las transnacionales del petróleo y en contra de Evo Morales.
Por otra parte, el estudio pudo comprobar que, en los medios de
ambos grupos
(Líder y Prisa), la mayoría de las notas firmadas
se dedicaron a contrastar las voces de los distintos sectores
políticos, mostrando clara preferencia por la
oposición, aunque algunos evitaran el juicio de valor directo.
Es decir, se apropiaron de las voces de la oposición para
hacer las críticas a la gestión de Evo
Morales.

Por todo lo visto, se puede concluir que la
relación de los medios de comunicación con el
gobierno boliviano del Presidente Evo Morales no es fácil,
y a corto plazo continuarán las dificultades por los
diferentes puntos de vista que tanto los medios como el
gobernante tienen sobre el papel que estos deben
desempeñar.
Los bolivianos podrán continuar gozando de la libertad de
prensa siempre y cuando las tensiones no se agraven y desde el
Palacio de Gobierno se permita informar sobre las actuaciones
públicas, sean éstas acertadas o
equivocadas.

En la medida en que el gobierno boliviano presente una
estrategia
comunicacional se podrá observar si la misma es de
confrontación o de diálogo con los medios de
comunicación que no controla, o si más bien trata
de influir en la opinión
pública a través de medios propios.

 

Ronald Grebe,

boliviano, periodista, en la década de 1980 fue
editor de Chasqui, actualmente integra el Instituto PRISMA y
acaba de editar la obra Política, Ética y
Comunicación.

Revista Chasqui
Centro Internacional de Estudios Superiores de
Comunicación para América
Latina (CIESPAL)
     

Weblog:

Web:
www.chasqui.comunica.org

Web institucional: www.ciespal.net

Quito
ECUADOR

Partes: 1, 2
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