- Políticas de
comunicación - ALCA igual a
NAFTA continental - El ALCA,
prioridad estratégica de USA - ALCA:
la resistencia - Mayor
Información
En este artículo vamos a describir al ALCA
brevemente desde cuatro perspectivas:
- Como la conclusión exitosa de dos
décadas de políticas neoliberales de comunicación. - Como una extensión del Nafta a todo el
continente. - Como una estrategia de
integración
económica y control
político vital para USA vis à vis los bloques
económicos Europa y
Asia/Pacífico - Como una política
económica de integración que provoca la resistencia
regional más organizada del último
siglo.
El Área de Libre Comercio de
América
(ALCA) es un tratado de integración económica entre
Estados Unidos
y 34 países de América
Latina, con la excepción de Cuba, que
será una extensión del tratado vigente desde 1994
entre Estados Unidos, Canadá y México,
más conocido como el "NAFTA".
Si el ALCA se completa, desde el 2005 regirá el mayor
bloque económico del planeta, con un producto bruto
combinado de 11 trillones de dólares, el 40% de la
producción mundial y una población de 800 millones de
personas.
El ALCA es el gran final, el cierre a toda orquesta de las
reformas económicas que empezaron a imponerse
sistemáticamente en América Latina con el golpe
contra Allende en 1973: libre movimiento de
capitales, desregulación, austeridad fiscal, libre
comercio y
privatización.
La reforma neoliberal concentró la riqueza y
creó una nueva clase
trasnacional de súper ricos, desmanteló medio siglo
de regulaciones del Estado de
bienestar y bajó el costo del
trabajo,
sumiendo a 260 millones de latinoamericanos en la
miseria.
La reforma neoliberal de los medios es
parte de una transformación general de las estructuras de
poder en
América Latina. Un cambio que
afecta a las instituciones
que (re) presentan y controlan la opinión
pública en las sociedades
modernas: los partidos
políticos, los parlamentos, las elecciones y los
medios.
¿Cuáles fueron las políticas
neoliberales de comunicación aplicadas en América
Latina y con qué resultados?
Los cambios operados en la estructura de
la propiedad de
los medios y las telecomunicaciones se hicieron a través de
un conjunto de políticas de ajuste estructural, pactadas
entre el FMI y el Banco Mundial
y los gobiernos electos de los presidentes Virgilio Barco, Mahuad
y Bucaram, Collor de Mello y Enrique Cardozo, Carlos Menem, Salinas de
Gortari y Ernesto Zedillo, la dictadura de
Fujimori, etc.
Los medios dominantes: la prensa, radio y redes de televisión, tomaron parte activamente en
este proceso de
reforma estructural. Actuaron como voceros y legitimadores de las
bondades del cambio de modelo
económico y sus nuevas reglas de juego. Al
mismo tiempo,
resultaron beneficiarios directos de la nueva legislación
sobre propiedad de los medios, de la privatización de las
cadenas estatales de radio y televisión, de la desregulación del
negocio de TV por cable y satelital, de la privatización
de los sistemas de
telecomunicaciones y de los sistemas estatales de satélite
Brasilsat y Morelos (México) y fundamentalmente, de la
liberalización de la inversión
extranjera en los medios que permitió los joint
ventures para producir televisión, como Univisión y
Telemundo, o para distribuirla, como Sky y
Galaxy.
Este proceso de integración trasnacional
capitalista y vertiginoso desarrollo
tecnológico consolidó las peores tendencias
autoritarias de lo que hoy son gigantescos multimedia
regionales, que en mercados
nacionales oligopólicos muy concentrados, hegemonizan la
producción de entretenimiento y opinión política.
Desde los años 80 los mercados nacionales de
medios se diversificaron (por ejemplo, con la primera
expansión de cable TV o el abaratamiento de las
tecnologías de trasmisión radial y de imprenta) y
casi al mismo tiempo se concentraron. Los medios chicos e
independientes desaparecieron, absorbidos por los grandes
grupos, tanto
regionales como extranjeros, o fueron expulsados del mercado. Los
grandes diarios de las ciudades capitales compraron los diarios
provinciales, formando cadenas nacionales, que luego se
integraron a los grupos multimedia. La desaparición de
sectores económicos locales y la concentración
económica agudizaron la concentración del presupuesto
publicitario en unas pocas operaciones de
medios. (Generalmente negociadas en Miami)
Los multimedia expandieron sus alianzas financieras con
bancos
extranjeros y sus vínculos con sectores clave de las
economías nacionales, como minería,
aeropuertos, telecomunicaciones e Internet, manufacturas,
etc.
Como resultado de estos últimos veinte
años de reformas liberales, sobre el sistema de medios
latinoamericano, un grupo de
familias empresarias continúa dominando, al mejor estilo
pregonado por el bien conocido propaganda
model de Chomsky y Herman, la producción de opinión
política pública.
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