- Trabajadores y
proletariado - Los filósofos y la
transformación del mundo - Las abstracciones y las
ocultaciones - Emancipación
política y emancipación
humana - La
postmodernidad y la salvación de la humanidad por el
proletariado - Neoliberalismo
- El uso
absoluto de las palabras - Capitalismo
de libre mercado y capitalismo monopolista - El
mercado y la regulación - El
sujeto postmoderno - El ser
actual como un ser sin límites - La
postmodernidad, el mercado y Dios - ¿No
tenemos más que el mercado? - ¿Dioses
falsos? - Los fines
inmediatos y los fines lejanos - El
sujeto y la destitución subjetiva - El
mercado como persona - El
mercado y la producción
Rebelión (http://www.rebelion.org/)
"Así como la filosofía encuentra en el
proletariado sus armas materiales, el
proletariado encuentra en la filosofía sus armas
espirituales". Karl Marx. En
torno a la
crítica
de la filosofía del derecho.
El 3 de julio de 2006 fue publicada en Rebelión
una entrevista al
filósofo francés Dany-Robert Dufour bajo el
título La muerte de Dios
postmoderna. Aunque Angélica M. Aguado y José
J. Paulín, sus entrevistadores, presentan al
filósofo francés como uno de los pensadores
europeos más importantes, a mi juicio este
filósofo, como la mayoría de los filósofos postmodernos, le da la espalda a
la realidad y usa el lenguaje
como si constituyera un mundo independiente. No actúa
conforme se expresa Marx en la cita
que encabeza este trabajo, no
entiende que el proletariado, las masas más pobres del
mundo, debe encontrar en la filosofía sus armas
espirituales. Así se evitaría que la buscara en
exclusividad en la religión. Y para
lograr que el proletariado encuentre en la filosofía sus
armas espirituales, el filósofo debe traducir su lenguaje
filosófico al lenguaje corriente. Sólo así
se demostraría que la filosofía sirve a la vida y
es expresión de la vida.
Trabajadores y
proletariado
Hoy día, dadas las diferencias entre los
países del Norte y los del Sur, se hace necesario
establecer una clara distinción entre trabajador y
proletario. Deberíamos utilizar este último nombre
para los trabajadores que viven en condiciones difíciles,
con bajos salarios, y
especialmente en países pobres. Puesto que los
trabajadores que viven en los países más avanzados,
incluso los que no tienen grandes salarios, pueden disfrutar de
un nivel de vida relativamente satisfactorio, si la comparamos
con la vida que llevan los trabajadores en los países
menos avanzados.
Los proletarios, dada las penurias de su vida, son
quienes más sienten la necesidad de que el mundo cambie y
sueñan con dicha posibilidad. Lo que sucede es que la
cultura
capitalista alimenta este cambio como
una opción individual y no como una opción
colectiva. En el otro extremo de la balanza nos encontramos con
trabajadores que pueden llegar a percibir hasta seis mil euros al
mes en concepto de
salario. Este
salario no los convierte en capitalistas, pero si en unos
ciudadanos que disfrutan de un buen nivel de vida y a quienes no
les falta de nada. De ahí que estos trabajadores no
sientan la necesidad de que el mundo cambie. No obstante, tanto
un sector como otro, tanto el trabajador como el proletario,
necesitan de la filosofía como arma espiritual. Más
en este mundo de hoy, tan ausente de espíritu y de
valores, donde
el materialismo
vulgar y la vida superficial lo ocupan todo.
Los filósofos
y la transformación del mundo
El pensamiento
filosófico puede ser empleado para dos fines: por un lado,
para representar el mundo, mostrando lo que existe y
señalando cuáles son sus necesidades de cambio, y
por otro lado, para ocultar el mundo, metamorfosearlo y volverlo
inexplicable. Creo que hoy día hay muchos
filósofos, entre los que se encuentra Dufour, cuyas
palabras sólo sirven para convertir el mundo en algo
inexplicable. No obstante, aconsejo al lector que lea la entrevista
de la que antes di las referencias y que tenga la paciencia de
leer hasta el final la crítica que aquí formulo.
Sé que para las personas prácticas, las que tienen
que comunicarse con la gente sencilla, el lenguaje
filosófico abstracto, más especialmente el
especulativo, les resulta muy poco interesante. Pero a un sector
importante de los intelectuales
sí les interesa ese lenguaje y los problemas que
trata. Y los intelectuales constituyen una de las fuerzas
sociales imprescindibles para la transformación de la
sociedad
capitalista en una sociedad socialista. Así que las
vanguardias de la izquierda radical no pueden ignorarlos ni
desatender sus necesidades.
Las abstracciones y
las ocultaciones
Creo que la mayor abstracción en la que incurre
Dufour en su entrevista es en la de sujeto o neo sujeto. Y carga
aún más de abstracción a ese sujeto cuando
lo define como un sujeto determinado por el ideal crítico
kantiano y por la neurosis. Me
parece una abstracción burguesa, propia de la clase media,
que siempre anda huyendo de las contradicciones extremas. No se
trata de inventar contradicciones extremas; pero si estas
existen, no hay que ocultarlas o hacer como si no existieran.
¿Pero por qué me parece una abstracción
burguesa la del sujeto del que habla Dufour? Porque cualquier
filósofo que tenga los ojos abiertos puede ver dos clases
de sujetos en el primer plano del mundo: por un lado, las cien
mil personas que mueren cada día de hambre, y por otro
lado, las quinientas personas más ricas del mundo que
suman más dinero que el
que poseen las 410 millones de personas más pobres del
mundo. Por mucho que avance la filosofía, por mucho que se
declare la importancia y omnipresencia del lenguaje, nada de eso
puede borrar la contradicción extrema entre riqueza y
pobreza. Como
tampoco puede borrar la contradicción entre propiedad
pública y propiedad privada. Puesto que tanto la pobreza
extrema como el enriquecimiento desproporcionado son frutos de la
propiedad privada. Así que en vez de un sujeto
crítico kantiano y neurótico, lo que tenemos en el
mundo de hoy es un sujeto hambriento y un sujeto extremadamente
rico.
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