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El Nietzsche de Heidegger (página 2)



Partes: 1, 2

§3 La
definición aristotélica como base del modelo
heideggeriano de la "metafísica"

En los textos sobre Nietzsche
Heidegger da varias definiciones de lo que él comprende
como metafísica, pero entre todas ellas hay una realmente
tradicional la cual ya había supuesto como básica
para las ideas de su obra magna, El ser y el tiempo. En el
libro titulado
Nietzsche podemos leer lo siguiente: "La esencia de la
voluntad de poder puede
ser investigada y pensada (…) solamente con vistas al ente
en tanto tal
, es decir, metafísicamente." (NII
264) Lo que importa aquí es la segunda parte de la cita,
es decir la concepción de que lo "metafísico", la
"metafísica", se refiere "al ente en tanto tal".
Obviamente se trata de la famosa definición
aristotélica al inicio del libro cuarto de la
Metafísica. En El ser y el tiempo
Heidegger se refiere explícitamente a este pasaje
diciéndonos: "La filosofía misma es definida (…)
como una pπιστxµη,
θεωρε› τ΅
¤ν ¥ν, como ciencia que
considera al ente como ente, es
decir, con vistas a su ser." (SZ 213) Esta es, por
supuesto, la idea clásica de Aristóteles, la metafísica como
ciencia que no considera ningún grupo o
clase especial
de entes sino el ente meramente en cuanto que es, es
decir, "el ente en tanto tal".

El hecho de que Heidegger está aplicando
precisamente esta idea en el pasaje que ahora nos ocupa del libro
Nietzsche se puede comprobar inmediatamente, pues
Heidegger continua como sigue: "La verdad de este proyectar el
ente sobre el ser en el sentido de la voluntad de
poder
tiene carácter metafísico. Ella
[la voluntad de poder] no admite ninguna fundamentación
que se remita a la especie y estructura de
un ente específico (…)" (NII 264), es decir, que
se remita a alguna región o clase especial de entes; se
trata en verdad, insiste Heidegger a continuación, del
"ente en tanto tal" (NII 264, c. a.). "Metafísico"
es, pues, para Heidegger de acuerdo con Aristóteles,
cualquier punto de vista, cualquier investigación o modo de pensar que se
remita al "ente como ente" o "ente en tanto tal", dicho de
todavía de otra manera: que se refiera al ente en tanto
que es o al ser del ente, a su entidad
(Seiendheit).

Heidegger utiliza la definición
aristotélica de la metafísica para emparentar a
Platón
y a Nietzsche como metafísicos. En efecto, veamos pasajes
heideggerianos que aplican tal definición. Por ejemplo:
"Platón,
con quien principia el pensamiento de
la metafísica, conceptúa el ente en tanto
tal
, es decir, el ser del ente, como idea." (NII 272).
Compárese con el siguiente pasaje en el cual Heidegger se
refiere ya no a la "idea" platónica sino al término
nietzscheano "voluntad de poder". Heidegger dice: "La voluntad de
poder es el carácter fundamental del ente en tanto
tal
." (NII 264) O bien: "(…) el ente en tanto
tal
es voluntad de poder (…)" (NII 286). Con
todo, Heidegger aplica una idea adicional para definir la
metafísica, idea adicional que explicita su
interpretación de la concepción
aristotélica de la metafísica.

§4 Hacia la
explicación del modelo heideggeriano de
metafísica:
"el ser" como ente

Heidegger va a enfatizar ahora no el "ente en tanto
tal", es decir, el "ser del ente", sino el "ser mismo" (NII 335).
A partir de tal énfasis Heidegger va a tener una
versión propia de la metafísica, la cual es
tributaria de la aristotélica y, sin embargo le permite
colocar a Platón, al mismo Aristóteles y a
Nietzsche en una historia supuestamente
unitaria de la metafísica. Esto es lo que tenemos que ver
a partir de aquí.

"Metafísico" es, según Heidegger aquel
pensamiento que se mantiene en el nivel del "ser del ente" sin
pasar a "el ser mismo". Lo cual, como es bien sabido, es a los
ojos de Heidegger una deficiencia. Tal deficiencia
constitutiva de la metafísica sería, de acuerdo a
Heidegger, común a Platón y a Nietzsche. Así
Heidegger nos dice: "Empero, tampoco en el pensamiento de
Nietzsche puede despertar la pregunta por el ser mismo
porque él ya tiene la respuesta a la pregunta por el ser
(en el único sentido conocido, a saber, en el sentido del
ser del ente). »Ser« es un valor.
»Ser« significa: el ente en tanto tal (…)"
(NII 335). La idea heideggeriana clave en la última
oración no es otra que decir que para Nietzsche el ser
es
(comprendido como) un ente. Y esto lo había
prohibido Heidegger ya desde el inicio de El ser y el
tiempo
: "El ser del ente no »es« él mismo
un ente. El primer paso filosófico en la
comprensión del problema del ser radica en
no µ·θ ν
τινα
διηγε™σθαι,
en »no contar cuentos«, es decir, en no determinar el
ente como ente (…) reconduciéndolo
[durch Zurückführung] a otro ente, como
si el ser tuviese el carácter de un posible
ente." (SZ 6)6

La idea de Heidegger básica y crítica
respecto de Nietzsche es muy simple: no se trata de entender al
ser como un ente, así sea como un "valor", ya que
también el "valor" es un ente, una versión
del ente. Y aquí da lo mismo que se hable de "valor" o de
la "voluntad de poder", según vimos arriba y según
lo podemos comprobar ahora nuevamente: "(…) el ente es
el ente como la voluntad de poder (…)" (NII 337, c. a.).
El ente "es", da lo mismo, "valor" o "voluntad de poder".
En otros términos "el ser del ente" queda
determinado "como valor" o "como voluntad de poder", pero ellos
mismos no son ambos otra cosa que un "ente".

Por supuesto, esto presupone a lo más una ligera
variante del concepto
heideggeriano amplio de "ente", tal como lo
encontramos explícitamente al principio de El ser y el
tiempo, a saber, ente como correlato de un comportamiento. Heidegger dice, en efecto: "(…)
»ente« llamamos muchas cosas y en diferente sentido.
Ente es todo aquello de lo cual hablamos, lo que pretendemos,
aquello respecto de lo cual nos comportamos de una u otra manera
(…)" (6s.). Obviamente, el valor es tal ya por el mero hecho de
ser correlato de la voluntad. Además: "La voluntad es
voluntad de sí misma [Der Wille will sich selbst]."7 Es
decir, la voluntad se tiene a sí misma como correlato – es
decir, se comporta respecto de sí misma – es, pues, un
ente.

Dado que el "valor" y la "voluntad de poder" son
entes, determinar "el ser del ente" como "valor" o como "voluntad
de poder", no es, de acuerdo a este modelo, más que un
caso del "contar cuentos" del que habla Heidegger El ser y el
tiempo
, ya que se estaría "reconduciendo" el "ente
como ente" a "otro ente", en este caso al "valor", a la
"voluntad de poder". Esta idea tenemos que discutirla con mayor
cuidado. Para ello veamos primero algunos pasajes del libro
Nietzsche.

5 Los añadidos entre corchetes dentro de
una cita son nuestros en todos los casos.

6 Cf.: Hemos traducido
zurückführen literalmente de acuerdo al
término latino reducere: conducir de vuelta
a,

reconducir, regresar algo a algo. Para
efectos de posible control
reproducimos el texto
original: "Der erste philosophische Schritt im Verständnis
des Seinsproblems besteht darin, nicht
»µ·θ ν
τινα
διηγε™σθαι«,
d.

h. Seiendes als Seiendes nicht durch
Rückführung auf ein anderes Seiendes (…) zu
bestimmen, gleich als hätte Sein den Charakter eines
möglichen Seienden." (6) Sobre la importancia de las ideas
contenidas en este pasaje para el conjunto del pensamiento
heideggeriano véase nuestro libro IV, parte 1, cap. 2,
parte 2, cap. 4, y también nuestro trabajo
MP.

§5 El
"explicar" el ser mediante el ente

En el contexto del reproche según el cual
Nietzsche no se ocupa de "el ser mismo", Heidegger dice: "La
exclusión de la ausencia del ser en tanto tal aparece bajo
la figura de la explicación del ser como valor."
(NII 361). O en otra fórmula similar: "El ser queda
determinado como valor y, con ello como una condición
puesta del »ente« en tanto tal explicada desde
el ente." (NII 338). Con esto tenemos lo que por ahora es la idea
básica: "explicar el ser como valor"
vendría, según las citas y según el concepto
heideggeriano amplio de ente, a ser lo mismo que "explicarlo
desde el ente". El "valor" es, pues, de acuerdo a
Heidegger una versión del ente, a saber, la
versión nietzscheana del ente. Por el contrario, lo
que según Heidegger debería buscarse – de hecho el
procedimiento
no metafísico -, sería "moverse en la
región del ser mismo
, región que ya no
explicaríamos desde otra parte (…)"
(NII 364), a saber, "desde el ente" – por el contrario: "De
acuerdo a su esencia más propia, el ser debe ser
determinado partiendo de él mismo, desde él
mismo
." (NII 216) -.

Con ello estamos confrontados con una
variación específica – ente como valor – de
una idea que Heidegger ya había aplicado por lo menos
desde El ser y el tiempo: "(…) el ser no puede
explicarse por medio de ningún ente. (…)
Si el título de idealismo
quiere decir el hecho de que (…) el ser no es
explicable jamás por ningún ente sino
que (el) ser es en cada caso ya para todo
ente lo »transcendental«, entonces en el idealismo
está la única y justa posibilidad de
desarrollar

los problemas
filosóficos." (SZ 207s.)8 De acuerdo a esta idea tampoco
sería admisible "explicar" el ser por el "valor" o "como
valor". La "explicación" del ser como valor
remitiría, pues, al ente y, con ello, no se
"movería" en "la región del ser mismo",
determinaría al ser "desde otra parte" pero no "desde
él mismo". Lo importante ahora es que tal
explicación sería, según Heidegger, lo
propio de la metafísica. Para confirmar esto podemos
recurrir a otro aspecto del modelo específicamente
heideggeriano de la "metafísica".

7 Hw 230. Véase también:
"(…) el querer es quererse a sí mismo (…)
[das Wollen ist sich-selbst-Wollen]" (NII 65).

8 Acerca de esta concepción y su
carácter filosófico transcendental, véanse
nuestros dos trabajos ya indicados arriba.

§6 El "regreso al ente"

Heidegger tiene una paráfrasis importante de su
idea de la "explicación del ser mediante el ente", a
saber, la del "regreso" al "ente" o del "fundamentar el ser en el
ente". Veamos primero como aparece esto en el libro
Nietzsche y su relación con la "metafísica",
según Heidegger. Heidegger nos dice: "La metafísica
reconoce ciertamente: [el] ente no es sin el ser. Pero apenas
dicho esto, coloca el ser nuevamente en un ente, ya
sea éste el ente más alto en el sentido de la causa
primera, ya sea el ente sobresaliente en el sentido de sujeto
(…)" (NII 347), a lo cual Heidegger lo llama el
"fundamentar el (…) ser en lo que más es de aquello
que es [es decir, del ente] (…)".9

Por supuesto, lo de "colocar nuevamente" al ser en el
ente, o recolocarlo ahí, no es otra cosa que la
idea del "regreso al ente". Heidegger dice: "En la medida en la
que [la metafísica] piensa el ente en tanto tal,
roza con el pensamiento el ser, pero sólo para ya
con ello saltárselo a favor del ente, al cual
regresa (…)" (NII 351). O bien: "Gracias a (…) su
esencia la metafísica piensa el ente (…) pero
sólo (…) para regresar a él." (NII
350).

Es importante señalar aquí todavía
que la idea del "regreso" también aparece en El ser y
el tiempo
explícitamente, aunque se trate de otra
aplicación especifica, a saber, al "ser ahí".
Heidegger dice: "Interpretación ontológica
del ser-ahí no significa regreso óntico
ontisches Zurückgehen a otro ente." (SZ
209s.)

§7 La
prohibición de la reconducción al
ente

Lo cierto es que, gracias al formalismo de su
pensamiento, Heidegger es muy prolífico en la producción de paráfrasis para
cualquiera de sus modelos10, de tal manera que la
"explicación por medio del ente", la "recolocación
en el ente", el "regreso al ente", tienen todavía por lo
menos la versión muy importante que ya citamos del inicio
de El ser y el tiempo. Dada la importancia del asunto,
citaremos nuevamente: "El ser del ente no »es«
él mismo un ente. El primer paso filosófico en la
comprensión del problema del ser radica en
no µ·θ ν
τινα
διηγε™σθαι,
en »no contar cuentos«, es decir, en no
determinar el ente como ente (…)
reconduciéndolo [durch
Zurückführung
] a otro

ente, como si el ser tuviese el
carácter de un posible ente." (6)

Esta versión es especialmente importante, tanto
para clarificar la acusación que Heidegger le hace a
Nietzsche de ser un metafísico, como para entender el
significado del énfasis heideggeriano en "el ser mismo".
Veamos una versión de la acusación o, si se quiere,
crítica a Nietzsche: "Nietzsche", nos dice Heidegger,
"reconoce el ente en tanto tal." (NII 337) Esto colocaría
a Nietzsche ya en la definición aristotélica
compartida con Heidegger de lo que es lo
"metafísico".

Directamente a continuación encontramos la
reformulación de lo metafísico en términos
heideggerianos del énfasis en "el ser" aplicada a
Nietzsche a través de una pregunta retórica: "Sin
embargo, ¿reconoce él ya en tal reconocimiento
también el ser del ente y, ciertamente, Él
mismo [Es selbst], el ser, a saber, en tanto el
ser?" (NII 337, c. a.) Viniendo de Heidegger el espíritu
de la respuesta es completamente obvio, pues
enseguida nos dice lapidariamente: "De ninguna manera." (NII
337s.)11 Y la explicación es lo ya citado arriba: "El ser
queda determinado como valor y, con ello como una
condición puesta del »ente« en tanto tal
explicada desde el ente." (NII 338). Llegados a este punto
necesitamos una aclaración cuidadosa.

La metafísica en la definición propiamente
aristotélica refiere al "ente como ente", al "ente en
tanto tal"; pero tal referencia implica, en la
interpretación heideggeriana de dicha definición,
según lo vimos en la repetida cita del principio de El ser
y el tiempo, que el "ente como ente" no debe ser "reconducido a
otro ente". La idea aquí es que en caso de tal
reconducción, lo que el ente es, o en términos
heideggerianos, la "entidad del ente", el "ser del ente" queda
"explicado mediante el ente". Es decir, la
pregunta por "el ente en tanto ente" es ya lo
característico o definitorio de la metafísica en la
versión aristotélica tradicional; y Heidegger
interpreta esto diciendo que si tal pregunta se responde mediante
"el regreso al ente" o, equivalentemente, por la
"reconducción a otro ente", entonces, en este caso,
realmente no se ha llegado a "la región del ser mismo".
Entonces "el ser mismo" ha sido llevado de "regreso al ente",
"recolocado en el ente". Sin embargo, esta interpretación
heideggeriana de la definición aristotélica de la
metafísica remite nuevamente a Aristóteles,
según veremos a continuación.

9 Véase: "Diese Begründung des
(…) Seins im Seiendsten des Seienden (…)" (NII
347).

10 Cosa, dicho sea de paso, que a aquellos
interpretes que se apegan a la mera letra, sin ver la estructura
– el modelo – detrás de ella, les dificulta reconocer la
continuidad básica en todo el pensamiento de
Heidegger y encuentran supuestos cambios y "regresos"
(Kehre) a cada paso.

§8 La
crítica platónico aristotélica a los
"viejos" filósofos

En realidad, lo que hasta ahora ha aparecido como el
énfasis en "el ser mismo" no es en principio nada
más que una paráfrasis heideggeriana de cierta idea
común a Platón y Aristóteles mediante la que
es posible explicitar la propia definición
aristotélica de la metafísica.

Recurramos a la cita de El ser y el tiempo en la
que se prohíbe el "contar cuentos". La esencia del pasaje
radica en prohibir la "reconducción a otro ente", de hecho
Heidegger iguala dicha "reconducción" al mero "contar
cuentos". Con esto estamos confrontados con una concepción
heideggeriana plenamente desarrollada, más aún, se
debe distinguir entre la forma ocasional en la que la introduce
y, por el otro lado, su núcleo. Lo ocasional es la
referencia al "no contar cuentos" en El sofista de
Platón (242 c, como lo indica el propio Heidegger). Ahora
bien, a partir de 1994, año en el que se publicó el
volumen 19 de
las obras completas de Heidegger, sabemos que la expresión
en cuestión se refiere a la crítica que
Platón hace en El sofista a los filósofos presocráticos que trataban
de explicar qué es lo que son las cosas
"reconduciéndolas" a, por ejemplo, "principios",
tales como lo "húmedo"o lo "seco", lo "frío" o lo
"caliente", etc., es decir, "reconduciéndolas" a otras
cosas. En la lección acerca del diálogo
El sofista de Platón Heidegger interpreta el pasaje
242 c de El sofista acerca de "no contar cuentos"
diciendo: "(…) esto significa que en la medida en la que los
antiguos hablaban del ser, simplemente hablaban del ente (…),
no pudieron lograr ninguna comprensión del ser del ente",
de hecho, "(…) tomaban cierto ente al cual le asignaban alguna
importancia especial y explicaban el ente partiendo del
ente
. Ese es el significado [de la expresión]:
»contaban cuentos«, es decir, se movían en la
dimensión del ente y no arribaron a la dimensión
del ser." (B19 441) Es decir, los filósofos antiguos
pensaban que "[e]l ente se compone de varios entes o de
[sólo] un ente; por tanto, (…) no llegaron a la pregunta
del ser." (B19 444) Entonces, de acuerdo a la
interpretación de Heidegger del pasaje 242 c del El
sofista
, tomar uno o varios entes especiales y tratar de
"explicar" otros entes a través de aquellos, no es otra
cosa que "contar cuentos", y tal es el sentido de la
prohibición heideggeriana de reconducir el ente
como ente a otro ente, y recuérdese: la
expresión "ente como ente" implica, según
Heidegger, el "ser del ente".

Lo importante ahora es la relación entre el no
"contar cuentos" platónico y la interpretación
heideggeriana del "ente como ente" en la definición
aristotélica de la metafísica. A fin de mostrar de
una manera precisa la forma en la que Heidegger piensa esta
problemática, recurriremos nuevamente a la lección
del semestre de invierno de 1924 / 25. En ella Heidegger dice: "Y
en a28 y subsiguientes él [Aristóteles] indica que
los [filósofos] antiguos al preguntar por los (…)
elementos del ente y dar diferentes respuestas: agua, aire, tierra
propiamente no estaban preguntando por ninguna
región específica del ente (…). En
vez de ello los conducía el interés de
determinar el ser del ente. Pero no arribaron al
tipo de pensamiento el cual comprende que el ente como
ente
no puede ser explicado partiendo de una
región específica del ente sino sólo
[partiendo] del ser mismo." (B19 211) Nótese la similitud
con la manera en la que Heidegger interpreta el pasaje
platónico 242 c discutido arriba de El sofista.
Más aún, Heidegger dice: "Los antiguos trataron de
clarificar el ente (…) en el sentido más amplio
lo que ya está ahí -, (…) y ciertamente mediante
la deducción del mismo a partir de otro ente
específico
." (B19 436) Empero, "deducir" el ente "en
el sentido más amplio" partiendo de otro ente equivale a
tratar de "explicar" el ser "a través del ente".
Así pues, el rechazo basado en Aristóteles a la
"reconducción" del "ente como ente" a "otro ente",
equivale al rechazo visto arriba a "explicar" el ser "a
través del ente".

En otros términos, el énfasis
heideggeriano en "el ser mismo", o en la explicación del
ser "desde él mismo", es la versión
muy propia de Heidegger del rechazo platónico
aristotélico a recurrir, por ejemplo, a "principios" o
"elementos", es decir a otros entes, en el esfuerzo por
explicar "el ente en tanto tal".

11 Compárese: "¿Piensa la
metafísica el ser mismo? No y nunca." (NII
345s.)

§9
Conclusión: Nietzsche como "apartamiento del
ser"

A estas alturas queda claro que en el caso de Nietzsche
Heidegger aplica el mismo modelo básico:

la metafísica ciertamente preguntaría por
el "ente como ente" pero sólo para "regresar" o
"reconducir" al ente. Con ello, no arribaría a la
"región del ser mismo" o "la dimensión del ser". Lo
novedoso del asunto es ahora que en el paso que Heidegger da del
rechazo platónico aristotélico de los "elementos" a
poner el énfasis en "el ser mismo", los acusados no son ya
meramente los "viejos" filósofos, sino toda la
filosofía, incluyendo a los mismos Platón y
Aristóteles y llegando hasta Nietzsche. Los "viejos"
recurrieron al agua, al fuego, etc., pero Platón
recurrió a la δnα (NII 229), el propio
Aristóteles recurrió a la
pνnργεια (NII 237, 405) o a la
pντελnχεια (NII 228,
405), el medioevo al actus (NII
238, 413), es decir a Dios como el "ente más alto" o como
actus purus (NII 415, 425), Leibniz recurrió
a la vis primitiva activa (NII 237), Kant a la
"subjetividad (NII 238), Schopenhauer a
la "voluntad y la representación" (NII 238), Hegel al
"espíritu" (NII 238) y, en general, la
ilustración recurrió a la "razón" (NII
238). En esta misma línea de pensamiento Nietzsche
habría recurrido a la "voluntad de poder" (NII 238). En
todos los casos se trata, según Heidegger, de "explicar"
el ser, es decir el "ente en tanto tal", "mediante un
ente".12 La filosofía ha sido, según el
modelo heideggeriano que nos ocupa, formalmente
presocrática, ya que toda ella en su conjunto
"roza" el problema de "el ser mismo" sólo para "regresar
al ente" – en particular, Platón y Aristóteles
también tendrían su versión de los
"elementos", aunque ésta sea "suprasensible" -.

Con esto queda claro el sentido del modelo general
heideggeriano y del acento que el mismo pone en "el ser":
remitirse a un tipo de ente – así sea este "lo que
más es de lo que es", el summum est (NII 415),
así sea "lo »suprasensible«" (NII 33),
platónica cristianamente o, por el contrario, sea
éste el "valor", la "voluntad de poder",
nietzscheanamente – no es otra cosa que el "abandono
del ente tanto tal" y, por tanto, el "retiro del ser
mismo
" (NII 355). Tal sería la
refuncionalización que Heidegger hace de la
negativa contenida en la idea aristotélica del "ente como
ente", o del "ente en tanto tal", a referir el ente a alguna
región especial. Platón, al igual que los "viejos
filósofos", e igual que estos también
Aristóteles y, como él, el resto de la
filosofía incluyendo a Nietzsche y con la sola
excepción del propio Heidegger, habría sido incapaz
de arribar a "la región del ser mismo". Ahora bien, tal
incapacidad sería, según Heidegger, lo que
realmente define a la metafísica, lo que la
definiría como "apartamiento del ser" (Abkehr
vom Sein
) (NII 366). Por el contrario, Heidegger parte de la
definición aristotélica de la metafísica
para, en un juego de
palabras germánicas, hacer el movimiento de
"regreso al ser" (Kehre zum Sein) – el cual
según vimos está formulado ya por lo menos desde el
principio de El ser y el tiempo. Tal "regreso" pretende
partir de la constatación de que toda la
filosofía, desde los presocráticos, pasando por el
propio Aristóteles e incluyendo a Nietzsche, no es
más que metafísica, entendida ésta como el
"rozar" el ser y al mismo tiempo como fracaso en arribar a
"la dimensión del ser". Más aún, tal
fracaso, según vimos, lo considera Heidegger como "regreso
al ente", lo que equivaldría al "apartamiento del ser".
Con ello, el Nietzsche de Heidegger parece en principio estar
condenado a ser poco más que otra versión de la
autocomprensión (¿o autoestilización?) del
propio Heidegger como "el pensador" del "regreso al ser".
Nótese de pasada que el famoso "regreso al ser"
heideggeriano no sería, de acuerdo a lo anterior, algo que
suceda apenas después de El ser y el tiempo, sino
algo que tal obra ya presupone, ya que esa obra se basa en
el acatamiento riguroso de la prohibición de la
reconducción al ente
.13 Tal prohibición es la
versión original del famoso "regreso al ser"
heideggeriano. Y en aras de tal prohibición Nietzsche – y
con él toda la filosofía – es acusado de "abandonar
el ser".

12 Por supuesto, esto sigue presuponiendo el
concepto heideggeriano amplio de "ente" ya referido
arriba.

Bibliografía y abreviaturas

IV = Carrillo Canán, A. J. L.,
Interpretación y verdad. Acerca de la ontología general de

Heidegger, en: Analogía filosófica,
núm. especial 4, México 1999.

MP = del mismo, Mundo y predicados
ontológicos en Heidegger, en: A Parte Rei,
núm.

10, revista
electrónica (http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/index.html),
Madrid
2000.

B19 = Heidegger, M. Gesammelte Werke, vol. 19,
Platon: Sophistes (1924/25). 1. ed., Frankfurt/M.
1992.

SZ

=

del mismo, Sein und Zeit
(1927). 16. ed., Tübingen 1986.

Hw

=

del mismo, Holzwege (1950),
6 ed., Frankfurt / M 1980.

NII = del mismo, Nietzsche (1961), vol. II. 4.
ed., Pfullingen, sin indicación del año
de

esta edición.

c. a. = cursivas del autor del texto citado

13 Acerca de las implicaciones
lingüísticas de tal acatamiento véase nuestro
trabajo MP.

 

Alberto Carrillo Canán

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