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¿Qué es el boliviano? ¿Quién es el boliviano? (página 9)




Enviado por Rolando Patzi Paxi



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

Para introducir la noción de serie, es
conveniente recalcar, dice Deleuze, que "el sentido no debe
confundirse ni con la proposición o los términos de
la proposición (las palabras mismas), ni con el objeto o
estado de cosas que ésta designa (designación), ni
con la vivencia, la representación o la actividad mental
de quien se expresa en la proposición
(manifestación), ni con los conceptos, o incluso las
esencias significadas (significación)". El sentido, define
finalmente nuestro autor, "es lo expresable o lo expresado de la
proposición, y el atributo del estado de cosas. Tiene una
cara hacia las cosas, y otra hacia las proposiciones. Pero no se
confunde ni con la proposición que la expresa ni con el
estado de cosas o la cualidad que la proposición designa.
Es exactamente la frontera entre las proposiciones y las cosas".
Es decir, el sentido es acontecimiento o devenir,
encontrándose entre la serie de la proposición y la
serie de los estados de cosas (fenómenos estamos
acostumbrados a decir). No puede confundirse con ambas, sino que
subsiste o insiste entre ellas, es decir, es lo expresado en
ellas. Si tomamos una serie como el significante, por ejemplo /c/
/o/ /r/ /t/ /e/, y otra serie como el significado "corte", el
sentido es lo expresado, es decir, cortar. Cortar no se encuentra
en la cara, tampoco se encuentra en la proposición "cara
cortada", sino que es el sentido, es decir, lo expresado de la
proposición.

Con la paradoja, o sinsentido, "ocurre el mismo proceso
y, para hacerlo", hay que conocer "la paradoja de la que derivan
todas las demás: regresión indefinida". En efecto,
"la regresión tiene necesariamente una forma serial: cada
nombre designador tiene un sentido que debe ser designado por
otro nombre, n1=> n2=> n3=> n4…".

Para calibrar esta idea, "volvamos a nuestro ejemplo de
Geertz de su trabajo de campo en Marruecos". Recordemos "que
él está tratando de captar el significado" del
"drama pastoral", pero aquí hay un problema: "Geertz no
nos puede dar el sentido del drama. En efecto, si escribo que el
significado es la burla, el comercio, la pasión, el poder
o el amor, entonces ello sólo es posible si puedo
señalar en qué consiste la burla, el comercio, la
pasión y el amor". Necesito, por tanto, "otros nombres
para dotar de sentido a los que mencioné: el sentido se me
escapa". Se entiende, por este modo, que "el nombre que dice su
propio sentido no puede ser sino sinsentido (Nn)". Es
decir:

…la paradoja consiste en que si hemos llegado a
descubrir el significado de un acto humano, entonces cuando
queremos dar sentido a este significado, el mismo se nos escapa.
El sentido no puede ser confundido con el significado y, lo
más importante, el sentido permite que exista el
significado. Sin embargo, entramos en una paradoja infinita
cuando con palabras queremos dar el sentido de otras palabras. El
sentido siempre permanece como la cuarta dimensión de la
proposición. Pero el sentido no tiene como fundamento el
absurdo, sino que el sinsentido. Dicho en términos
kantianos, el sinsentido es el incondicionado del sentido, es su
condición de posibilidad. Es decir, para que el sentido
exista, no es necesario que exista el absurdo, sino que exista el
sinsentido. El absurdo es sólo la otra serie del sentido,
pero el sinsentido es el sentido del sentido. Es posible apoyar
la interpretación kantiana desde el mismo Deleuze (a ratos
él mismo un kantiano): "hemos visto ya hasta qué
punto era vano elevarse de lo condicionado a la condición,
para concebir la condición a imagen de lo condicionado,
como simple forma de posibilidad. La condición no puede
tener una relación con su negativo del mismo tipo que lo
condicionado con el suyo".

Es por esta razón "que el absurdo no se encuentra
en el puesto del sinsentido, ya que si los franceses actuaran
absurdamente confiscando ovejas cuando permiten al mismo tiempo
que otros judíos comercien en Marruecos, entonces los
judíos sólo modificarían su conducta para no
caer en el puesto del judío confiscado". Para los
judíos y beréberes "el absurdo son los franceses,
pero el sinsentido son los azande".

En efecto, "para los judíos y beréberes
del drama pastoral, las conductas de los franceses tienen
sentido, ya que pueden caer en el absurdo, pero las conductas de
los azande son sinsentido, como en muchos lectores antes de la
aparición de Margaret Mead y E. E. Evans-Pritchard. Sin
embargo, para desarrollar estas ideas, es conveniente seguir
otros caminos". En efecto:

La alteridad es el referirse al otro como Otro, en
cambio la diferencia es ese otro. El Otro de la alteridad no se
parece a nosotros, es exótico, lejano, casi se
podría decir que no existe para nosotros; en cambio, el
otro es próximo, tan cercano que no nos gusta confundirnos
con él, demasiado próximo que en él
está el peligro. Mediante estas distinciones es posible
explicarse el racismo: cuando los marroquíes están
en Marruecos, son un Otro para los franceses, pero cuando llegan
a Paris y se instalan en las calles a vender (o peor aún,
a vender computadores cuando son ingenieros que han estudiado en
La Sorbone, pero no han regresado a su lugar de origen), entonces
se vuelven un otro que hay que combatir y expulsar.
¿Más ejemplos de diferencia? Baudrillard tiene una
plétora de ellos: "X es enviado en misión al
Sudán (país Zande) para estudiar las 'necesidades
de comunicación de los pueblos sudaneses'. ¿Los
sudaneses no saben comunicar? El hecho es que tienen hambre y les
convendría aprender a cultivar el sorgo. Enviarles
expertos agrónomos sale demasiado caro, se les
enseñará todo eso por videocasetes. Así que
hace falta que entren en la era de la comunicación: el
sorgo pasa por el audio y el video. Si no están
conectados, no se come. Así se hizo, y se llenaron las
ciudades y los pueblos de videograbadores. Desgraciadamente, una
mafia local se apodera de la red y sustituye las cintas
pedagógicas por un fructífero mercado de cintas
porno que encantan a la población mucho más que el
cultivo del sorgo. Porno sorgo video, el mismo combate. Una
fábula más a anotar en el libro rosa y negro de la
comunicación" .

Pero "es la alteridad el concepto que más
impresiona", prosigue:

"No es evidente que el otro exista para todo el
mundo. ¿Existe un otro para el Salvaje, para el Primitivo?
Algunas relaciones son absolutamente asimétricas: uno
puede ser el otro del otro, sin que el otro sea el otro de uno.
Yo puedo ser el otro para él, y él no ser el otro
para mí. Los alacalufes de la Tierra del Fuego fueron
aniquilados sin que hubieran intentado entender jamás a
los blancos, hablarles o negociar con ellos. Ellos se llamaban
los 'hombres', y no había otros. Los blancos ni siquiera
eran diferentes: eran ininteligibles. (…) El que no piensa la
diferencia, el que no juega el juego de la diferencia, debe ser
exterminado. Así ocurrió con los indios de
América cuando desembarcaron los españoles. No
entienden nada de la diferencia, están en la alteridad
radical (los españoles no son diferentes, son dioses,
punto y aparte)". En Deleuze el sentido y el otro se aborda al
estilo kantiano: existe un Otro-a priori y un otro-aquí,
este otro-ahí. Señala: "¿Cuál es el
sentido de la ficción de Robinson? Un mundo sin el otro.
[según Tournier, pero] He aquí el descubrimiento de
Robinson: descubrimiento de la superficie, del más
allá elemental, de ese Otro del Otro".

¿Qué otro de Baudrillard? Deleuze
aclara:

"En primer lugar, hemos de conceder la máxima
importancia a la concepción del otro como estructura: de
ninguna manera como 'forma' particular en un campo perceptivo
(distinto de la forma 'objeto' o de la forma 'animal'), sino como
sistema que condiciona el funcionamiento del conjunto del campo
perceptivo en general. Tenemos que distinguir, por lo tanto, el
Otro-a priori, que designa esta estructura, y este
otro-aquí, este otro-ahí, que designan los
términos reales que efectúan la estructura en tal o
cual campo. Si este otro-aquí es siempre alguien, yo para
vosotros, vosotros para mí, es decir, en cada campo
perceptivo el sujeto de un campo diferente, el Otro a priori, en
cambio, no es nadie, puesto que la estructura es trascendente a
los términos que la efectúan. ¿Cómo
definirla? La expresividad que define la estructura el Otro
está constituida por la categoría de lo posible. El
Otro-a priori es la existencia de lo posible en general: en tanto
que lo posible existe sólo como expresado, es decir, en un
expresante que no se le parece (torsión de lo expresado en
lo expresante)".

Detengámonos por un instante "para relacionar el
planteamiento de Baudrillard con el de Deleuze en relación
al problema del sentido y el otro". Una relación
manifiesta es la siguiente: "sinsentido/alteridad,
absurdo/diferencia, tal como lo puede ejemplificar Geertz". Pero,
"¿qué relación existe entre el segundo par
de distinciones?". Veamos:

Concentrémonos en Deleuze: Otro-a priori y
este otro-aquí, este otro-ahí constituyen las dos
series del sentido (y el otro). Toda concepción del
sentido en Deleuze debe considerar una serie significante y otra
significada. Propongo que la relación del sentido y el
otro en Deleuze es como sigue: La serie significante es el otro y
la serie significada es el mismo. Por lo tanto, el otro tiene
sentido porque constituye la serie. No hay que establecer una
relación Otro-a priori/mismo, este otro-aquí, este
otro-ahí/otro, pues se refieren a series distintas. Si el
otro tiene sentido, es a la manera de Baudrillard, como otro/
mismo, serie que insiste o subsiste con la serie Otro-a
priori/este otro-aquí, este otro-ahí. Por lo tanto,
el sentido y el otro en Deleuze es una paradoja con series
enredándose como un anillo de Moebio.

Por lo tanto, "el otro no tiene sentido en
sí; lo tiene en cuanto constituye la segunda serie del
sentido". Entonces, "el sentido está entre el mismo y el
otro, es producto, efecto de superficie. De esta manera se puede
resumir el objetivo de esta investigación cuando en la
introducción preguntaba: ¿tiene el otro sentido?".
La pregunta se originó "al cuestionarse la base de la
antropología del sentido de Clifford Geertz, considerando
principalmente la lógica del sentido de Gilles Deleuze y
la distinción alteridad/diferencia formulada por Jean
Baudrillard".

Los mitos, en fin, expresan el sentir colectivo de
un pueblo, cualquiera fuere éste, y deben asumirse como
una penetración eficaz a sus secretos profundos,
carácter y cosmovisión, a partir de un "discurso
mítico". Y éste se localiza en su continuidad y
cambio.

El concepto andino -aymara y keshwa- de Pacha;
engloba tiempo, espacio y totalidad
. De allí que su
sentido espacial implique "lugar", según sea Alax, Manqha
y Aka. En perspectiva temporal, "pacha" refiere "tiempo",
"época de". Relata Fernando Montes:

En la concepción andina del tiempo, la humanidad
ha vivido cinco grandes eras de mil años cada una. El paso
de una era a la otra siempre ha estado señalado por un
cataclismo cósmico. Según Montesinos, "nuestro
tiempo se ha visto precedido por cuatro edades. La primera edad,
correspondiente a los hombres de Viracocha, se terminó con
guerras, pestes y la rebelión de los objetos contra sus
señores. La segunda edad, correspondiente a los hombres
sagrados, ardió con la destrucción del Sol. La
tercera edad, de los hombres salvajes, fue ahogada en el diluvio.
La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la
decadencia. Vivimos la quinta edad que coincide con la era de los
incas, venidos a regenerar a los hombres.

Cada una de las edades "había estado
iluminada por un sol que se moría cada mil años,
entonces aparecía otro nuevo y se reiniciaba el recuento
de los años. En ocasiones tenían lugar grandes
cambios".

Los cronistas indígenas coinciden
señalando las grandes eras, acompañadas de cinco
edades, como veremos luego. Baste proseguir clarificando el
pensamiento de Guamán Poma, junto al autor: "En la lengua
quechua, estos períodos milenarios eran conocidos como
intiphuatan o capachuatan (Inti = Sol; huata = año; capac
= real). Cada "intiphuatan" se dividía a su vez en dos
mitades de quinientos años. Los puntos divisorios de los
períodos de mil como los de quinientos años
recibían el nombre de "pachakuti"".
Entonces:

Pachakuti significa en quechua "el fin del mundo, gran
destrucción, pérdida, daño común". En
aymara Bertonio define a pachakuti como "tiempo de guerra y
también ahora lo toman para significar el juicio final";
pues ya vimos que pacha significa totalidad, mundo (espacio) y
tiempo, y la raíz Kuti en sus diferentes acepciones
significa vuelta, inversión, transformación,
regreso, oposición y contradicción. En otro
sentido, Kuti significa "vez, turno o temporada" y es
sinónimo de mit"a. Por todo ello, el pachakuti
vendría a ser una vuelta, inversión o
transformación renovadora del mundo, del tiempo y del
espacio. Esta inversión de un estado a su contrario se
efectuaría por mit"as o turnos, es decir, en forma
periódica y alternada.

"Cataclismo cósmico, terremoto, guerra,
peste, fuego del cielo o inundación", pachakuti es "el
caos transformador que marca la transición entre dos eras
y el punto de ruptura donde se invierte en
universo".

Es una "visión cíclica de la unidad
espacio temporal, en la que se suceden eras cósmicas
contrapuestas mediadas por cataclismos, es la concepción
que subyace a los mitos cosmogónicos
prehispánicos". El siguiente Pachakuti -en correspondencia
con los ciclos revolucionarios de Occidente y el Calendario Maya-
queda ubicado el año 2012.

Los mitos cosmogónicos que Fernando Montes ha
elegido, trascienden el mundo meramente aymara,
configurándose -junto a lo keshwa- una suerte de

perspectiva panandina.

Todos los mitos cosmogónicos andinos -tanto
prehispánicos como actuales- "comparten una estructura
básica común y tienen exactamente los mismos
arquetipos". A continuación, serán transcritos y
analizados, siempre siguiendo al autor.

Mito 1:
Pachacámac

El argumento base puede ser abordado como un sistema de
sentido, amen las correspondencias y semejanzas que hacen tan
simétrica la mitología andina. Conviene acceder a
la excelente narración de Fernando Montes
Ruiz
[80]in extenso, a fin de comprender
el mito en su sencillez:

El Sol, hacedor de todas las cosas, crea al Dios
Pachacámac y luego crea un mundo estéril y a un
hombre y una mujer para que lo habiten. Los rayos solares
fecundan a la mujer (identificada con la tierra), quien tiene un
hijo. Pachacámac, la personificación del terremoto,
mata al niño, y sembrando sus despojos crea los alimentos.
Del ombligo del niño difunto, el Sol crea a Vichama.
Entretanto, Pachacámac mata a la Mujer Madre, y con sus
cabellos crea a una primera humanidad precultural. El
Héroe Civilizador Vichama arroja fuego por los ojos y
llamas del corazón; "bramando enciende los aires y
centelleando atemoriza los campos", de donde se infiere que es la
encarnación del rayo. Vengando a su madre, Vichama pone en
fuga a Pachacámac y pide al Sol que destruya y convierta
en piedra a la primera humanidad a partir de tres huevos. Los
huevos dan origen a tres castas, que simbolizan la
organización social y el carácter cultural de estos
hombres nuevos. Pachacámac era venerado en las cuencas
inferiores de los ríos Lurin y Rímac por una etnia
autodenominada Ichma. Al parecer Ichma era también el
antiguo nombre de Pachacámac, que luego los incas
cambiaron por el nombre quechua actual al conquistar a los
ichmas.

Sus personajes son:

  • a) El Sol. Dios Creador celeste ha creado
    un mundo estéril; fecunda a la Mujer Madre de quien
    nace Vichama,

  • b) Vichama. Héroe Cultural, hijo del
    Sol, asociado al rayo. Participa en la destrucción de
    la primera humanidad y ayuda a crear a la segunda humanidad
    cultural.

  • c) Mujer Madre. Fertilizada por el Sol,
    asesinada por Pachacámac, resucitada por su hijo
    Vichama.

  • d) Pachacámac, Espíritu
    maligno subterráneo es el Terremoto; crea el alimento,
    una primera humanidad pre-cultural y mata a la Mujer Madre y
    a su hijo.

  • e) La Primera humanidad creada por
    Pachacámac es destruida por el Sol y
    Vichama.

  • f) Así, se crea una Segunda
    humanidad que corresponde a los indígenas
    precolombinos, creada por el Sol y Vichama.

El Sol Dios Creador celeste ha creado un mundo
estéril; fecunda a la Mujer Madre de quien nace Vichama,
el Héroe Cultural, hijo del Sol, asociado al rayo y un
hermano. Pachacámac, el Espíritu maligno
subterráneo es el Terremoto; crea el alimento, una primera
humanidad pre-cultural y mata a la Mujer Madre y a su hijo. La
Primera humanidad creada por Pachacámac es destruida por
el Sol y Vichama. Así, se crea una Segunda humanidad que
corresponde a los indígenas precolombinos, creada por el
Sol y Vichama.

  • Mito 2: Apo Katequil

La narración de Fernando Montes
resume:

El creador de todas las cosas es Atagujo, que vive
en el cielo. A través de Huamansiri, un agente suyo,
fecunda a Cautaguan, la cual da a luz a dos hijos. Uno de ellos
es el Apo Katequil, quien, con una honda que envía rayos y
truenos, mata y expulsa a los huachemines. Estos seres malignos,
que explotan y asesinan a Huamansiri, constituyen la primera
humanidad y se identifican con los cristianos españoles
(asociación que se verá en todos los mitos
modernos). Una vez consumada la destrucción de esta
humanidad primitiva, Apo Katequil crea una nueva humanidad
civilizada, extrayéndola del subsuelo con una taklla de
oro: son los indígenas actuales "que habitan y labran la
tierra".

Entre sus personajes:

  • a) Atagujo, Dios creador, crea todas las
    cosas, dioses compañeros y vive en el cielo.
    Huamansiri, Ayudante de Atagujo, fecunda a Cautaguan, Mujer
    Madre, explotado y muerto por los
    Huachemines.

  • b) Apo Katequil es el Héroe
    Civilizador hijo de Huamansiri y de Cataguan, e
    indirectamente creado por Atagujo. Dios del rayo. Destruye a
    los Huachemines, genios malignos o primera humanidad.
    Resucita a su madre.

  • c) Cautaguan, Mujer Madre. Progenitora de
    Apo Katequil y su hermano Piquerao; Hermana de los
    Huachemiles, muere en el parto y los gemelos son criados por
    una madrina. Es resucitada por su hijo.

  • d) Los Huachemines son Espíritus
    malignos que explotan y matan a Huamansiri. Son a la vez
    humanidad primitiva y están identificados con los
    españoles. destruidos por Apo
    Katequil,

  • e) La Primera humanidad está
    dominada por los Huachemines,

  • f) La Segunda humanidad. Son
    Indígenas precolombinos creados por Apo
    Katequil.

Sintéticamente: Atagujo, Dios creador, crea
todas las cosas, dioses compañeros y vive en el cielo.
Huamansiri, Ayudante de Atagujo, fecunda a Cautaguan, Mujer
Madre, Hermana de los Huachemiles, Progenitora de Apo Katequil y
su hermano Piquerao; muere en el parto y los gemelos son criados
por una madrina. Apo Katequil es el Héroe Civilizador
indirectamente creado por Atagujo. Dios del rayo. Los Huachemines
son Espíritus malignos que explotan y matan a Huamansiri.
Son a la vez humanidad primitiva y están identificados con
los españoles. La Primera humanidad está dominada
por los Huachemines, destruidos por Apo Katequil, quien resucita
a su madre y da luz a la Segunda humanidad, que son
Indígenas precolombinos creados por Apo
Katequil.

Mito 3: Pariacaca

Vayamos al relato de Fernando
Montes:

Eran tiempos muy antiguos en que El Sol murió y
se hizo la noche por varios días, había una dacha
llamada Yanamca Tutañamca (oscuridad). Luego vino otra
huaca llamada Huallallo Carhuincho, devorador de hombres; una
amenaza natural que cobra víctimas en aquel mundo habitado
por "hombres montaraces y silvestres" en medio de serpientes y
demás animales silvestres. Se trataba de seres
"bárbaros y monstruosos" que "subsistían
miserablemente en los precipicios de los yuncas (tierras
cálidas), escarbando el cielo y comiendo carne humana,
cuando no piedras.

De la unión de El Sol? y
Hananmaclla nacen Pariacaca; Héroe Civilizador
identificado con el rayo y Chaupiñamca, Heroína
Civilizadora; Pariacaca nace de cinco huevos y por ello
está formado por cinco personas. Crecido Pariacaca,
enfrenta a Huallallo Carhuincho lanzándole "rayos, granizo
y lluvia roja"; éste se defendió con "un inmenso
fuego que alcanzaba hasta el cielo (¿volcán?)" y
luego envió una serpiente bicéfala de proporciones
amplias y carácter ctónico. Pariacaca
petrificó a la serpiente y derrotó a Huallallo
Carhuincho, quien "se replegó en la región
cálida de los Antis salvajes y fue obligado a comer
perros".

Tras ello, ataviado bajo la apariencia de un hombre
"pobre y humilde", Pariacaca se presenta en el banquete de una
comunidad yunca, de la primera humanidad. Ellos no le prestaron
atención alguna y en castigo Pariacaca los destruyó
enviándoles rayos, granizo y lluvia,
convirtiéndolos luego en piedras; escena repetida en mucho
pueblos yuncas.

Victorioso ante sus enemigos y destructor de la
humanidad primera; Pariacaca "crea a otros hombres más
perfectos, con los que puebla la Tierra e instaura su culto".
Enamorado de "la bella Chuquisuso, construye un sistema de
regadío con el que transforma al desierto en un
fértil terreno de cultivo". En la costa peruana fue
justamente aquel cimiento que permitió el florecer de sus
civilizaciones. "En torno a la canalización de los
ríos se creó una organización social y una
cultura".
El símbolo del hecho es el mito "por la
necesidad de organizarse demostrada por los animales" que se
excavan las acequias, "encabezados por el zorro como curaca".
"Al construir el canal de regadío, Pariacaca civiliza a
la segunda humanidad que ha creado. Por último Pariacaca
sube al nivel de Arriba, donde ahora se encuentra
", concluye
Fernando Montes.

Sus personajes son:

  • a) Sol. Esposo de Hananmaclla y padre de
    Pariacaca. Antiguamente, se decía que fue Cuniraya
    Huiracocha, creador del mundo, el padre de
    Pariacaca.

  • b) Pariacaca. Héroe Civilizador.
    Identificado con el rayo. Derrota a Huallallo Carhuincho
    (Genio Maligno), destruye a la primera humanidad y crea y
    civiliza a la segunda humanidad. Chaupiñamca.
    Heroína Civilizadora. Hermana de Pariacaca. Crea a la
    segunda humanidad.

  • c) Hananmaclla. Mujer Madre. Esposa del
    Sol, madre de Pariacaca y Chaupiñamca.

  • d) Huallallo Carhuincho. Genio Maligno,
    devorador de hombres (amenaza natural). Derrotado por
    Pariacaca. Amaru (serpiente). Emisario de Huallallo
    Carhuincho. Ataca a Pariacaca pero es derrotado y petrificado
    por éste..

  • e) Primera Humanidad. Era de Yanamca
    Tutañamca (Antiguo Genio Maligno de las tinieblas).
    Hombres montaraces y silvestres que viven en las
    tinieblas.

  • f) Segunda humanidad. Creada y civilizada
    por Pariacaca / Chaupiñamca.

El Sol*, Esposo de Hananmaclla y padre de
Pariacaca; Héroe Civilizador identificado con el rayo y
Chaupiñamca, Heroína Civilizadora; enfrenta a
Huallallo Carhuincho; una huaca cuyo emisario Amaru (serpiente)
también ataca a Pariacaca. Ambos genios malignos son
derrotados. La primera humanidad oscura es destruida, reemplazada
por una segunda humanidad creada por los héroes
civilizatorios.

Mito 4: Hermanos Ayar

El Dios Creador Sol fecunda a Pacaritambo y
engendran a los hermanos Ayar; de donde resalta Manco
Cápac, civilizador de la segunda humanidad que ha
enfrentado y derrotado a Ayar Cache y su mundo de tinieblas
habitado por los Guallas, a quienes destruye con Mama Guaco
-heroína civilizatoria- y así crean la Segunda
humanidad, civilizada y organizada en un imperio por Manco
Cápac.

Veamos la composición:

  • a) Sol. Fecunda a Pacaritampu con
    sus rayos. Padre de los hermanos Ayar.

  • b) Hermanos Ayar:

  • Ayar Manco o Manco Cápac.
    Destruye el maligno Ayar Cache (D) y a los primitivos Guayas
    (E). Civiliza a la segunda humanidad (F). Funda el Cuzco y la
    dinastía incaica.

  • Ayar Uchu. Se comunica con el Sol y
    se vuelve huaca. Tiene a su cargo la
    religión.

  • Ayar Auca. Toma posesión de
    las tierras donde se fundará el Cuzco. Encargado de la
    institución militar.

  • Mama Guaco. Destruye a los Guayas
    (E) y elige sitio para fundar el Cuzco. Esposa de Ayar Cache,
    luego de su muerte, Manco Cápac la tomó por
    esposa.

  • Cura o Mama Cora.

  • Raque Ocllo.

  • Mama Ocllo. Esposa de Manco
    Cápac.

  • c) Cueva de Pacaritambo o
    Tambotoco.
    Es la Paqarina o fuente original que
    fecundada por el Sol engendra a los Hermanos Ayar. En algunas
    visiones se identifica con Pacha Mama y está vinculada
    con el lago Titicaca. Ayar Cache regresa a ella y muere
    allí encerrado.

  • d) Ayar Cache. Fuerte,
    feroz y cruel. Derrumba cerros, hace temblar la tierra,
    sepulta campos de labranza y tiene poder para destruir el
    mundo. Genio Maligno identificado con el terremoto. Arremete
    a Pacaritambo y es derrotado por Manco Cápac y sus
    hermanos.

  • e) Guallas. Indios yuncas
    primitivos. Corresponden a la primera humanidad. Destruidos
    por Mama Guaco y Manco Cápac.

En tiempos antiguos, existió en el sitio en que
hoy se levanta el Cuzco un "pueblo pequeño muy
rústico, gobernado por el Cacique Alcavisa"; todas "las
gentes de estas regiones vivían desordenadas y
matándose unos a otros", añade Cieza. En las
proximidades había una cueva llamada
Pacari Tambo o Tambotoco (Casa de Producimiento),
de donde surgieron cuatro hermanos y cuatro hermanas. Relata
Fernando Montes:

Primero salió Ayar Cache y su mujer Mama Guaco.
Luego Ayar Oche (o Ayar Uchu) acompañado por Cura; tras
ésta salió Ayar Auca con Raque Ocllo, y por
último surgieron Ayar Mango, después llamado Manco
Cápac, y Mama Ocllo. La cueva de Pacari Tambo es asimilada
por Santacruz Pachacuti a la Pacha Mama y para Morúa, los
hermanos Ayar vinieron desde el lago Titicaca (Mama Quta) hasta
ella. Según Cristóbal Vaca de Castro, la cueva o
ventana de Tambotoco había sido fecundada por el Sol:
"Mango Capac, primer Inca había sido hijo del Sol y salido
por una ventana de una casa y engendrado por el rayo o resplandor
del Sol que entraba por el resquicio de la ventana o
cóncavo de la pared y peña, donde estaba formada la
casa del fingimiento, y desde allí, por mandado del Sol,
su padre, salió…".

Los hermanos Ayar salieron "vestidos con un traje de
lana fina entretejida con oro"; sacaron de la cueva "unas
alabardas de oro, unas hondas, y semillas de maíz. En un
cerro sembraron este maíz y un campo de papas, iniciando
así las actividades agrícolas". Sus mujeres
también se hallaban ricamente ataviadas con mantas y fajas
labradas en oro, prendedores o topos de oro fino; ollas,
cántaros y la vajilla necesaria para cocinar y
comer.

Tenían finos tejidos, cerámica y
orfebrería; implementos de combate, labranza y cocina
representan el símbolo del "acervo de técnicas y
artes que traían consigo para civilizar a los hombres
primitivos".

Ayer Cache, mayor de los hermanos, era de fuerza
descomunal y destruía lo que a su paso hallare,
perjudicando a sus compañeros y al mundo. Representa las
potencias naturales destructivas que fueron enfrentadas por sus
hermanos a la cabeza de Manco Cápac, decidieron
eliminarlo, encerrándolo en la cueva de que había
salido; donde tembló hasta el hundimiento de muchos cerros
y el nacimiento de muchos valles. Por ello se le puede atribuir
tal potestad, que con su furia ctónica volcada contra la
cueva, implicaría una agresión a la Mujer
Madre.

Luego los siete incas y sus compañeros decidieron
la división del trabajo y oficios para su viaje, acordando
que Manco Cápac, líder del clan, se casara con su
hermana y engendrare para conservar el linaje y que tal fuere
cabeza de todos. Ayar Uchu quedó por guaca para su
religión y Ayar Auca, desde donde fuere, tomaría
posesión de la tierra que debieren poblar. Ayar Uchu
habló con el Sol y al bajar instruyó a Manco
Cápac para que con Ayar Auca funde y pueble el Cuzco.
Luego quedó petrificado, transformándose en el
ídolo Guanacauri, encargado de asuntos
religiosos.

Mama Guaco, fortísima, llevó a cabo la
prueba del aire y eligió el sitio del Cuzco actual. Ayar
Auca probablemente represente la institución militar, dada
la función de tomar posesión de la tierra; auca
significa "enemigo", "guerra", "combatir". Mama Guaco
despedazó a un indio gualla, dando inicio a la matanza y
destrucción de los naturales Guayas y fundaron la nueva
humanidad. Los Guayas eran "indios yungas (abajo)
que cultivaban ají, coca y probablemente estaban
identificados con la primera humanidad salvaje".

Destruidos Ayar Cache y los primitivos Guayas, Manco
Cápac y sus acompañantes fundaron el Cuzco, en
acuerdo con el Cacique Alcavisa, edificando el templo del Sol e
iniciando así la dinastía incaica.

Mito 5:
Thunupa

Tres versiones coloniales disputan el cetro del mito
poderoso, pretendiendo mostrar un cristianismo precolombino. Sin
embargo, tal intento ha distorsionado necesariamente el mito
andino aceptado como veraz.

Dios fecunda a Mujer Madre, Lago Titicaca, de
donde nace Thunupa, el héroe civilizador que ha enfrentado
y derrotado a los hap´iñuñus y achacallas de
la primera humanidad; hombres licenciosos e inmorales que desoyen
a Tunupa, quien da origen a la segunda humanidad y la civiliza
con su prédica.

Dios fecunda a Mujer Madre Virgen María y
engendran a Jesucristo, héroe civilizador que expulsa a
los hap´iñuñus y achacallas, espíritus
malignos de la primera humanidad.

  • a) Dios. Crea el mundo.
    Padre de Jesucristo.

  • b) Thunupa. Héroe
    Civilizador. Expulsa a los hap´iñuñus y
    achacallas. Destruye con el rayo y petrifica a los hombres
    inmorales que se niegan a escucharlo (primera humanidad). Da
    origen a la segunda humanidad y la civiliza con su
    prédica. Jesucristo. Héroe Civilizador.
    Expulsa a los hap´iñuñus y
    achacallas.

  • c) Lago Titicaca. Mujer
    Madre. Origen implícito de Thunupa. Virgen
    María.
    Mujer Madre fecundada por el
    espíritu Santo. Madre de Jesucristo.

  • d) Espíritus malignos.
    hap´iñuñus y achacallas. Demonios
    enemigos de la humanidad.

  • e) Primera humanidad.
    Hombres licenciosos e inmorales que desoyen a
    Thunupa.

  • f) Segunda humanidad.
    Moralizada por Thunupa. Antepasados de los
    Incas.

En la "Edad de las Tinieblas" o el tiempo de Purunpacha,
los hap´iñuñus y achacallas
dominaban el mundo, bajo feroz tiranía. Fue aquel entonces
que llegó "un pobre viejo flaco, barbudo y con cabellos
como mujeres, y camisa larga y gran consejador en acto
público a toda la república"; se llamaba
Ttonapa Vihinquiri (mandante) y se le conoce por
Thunupa.

Thunupa vence y destierra hacia la periferia a todos los
demonios; él es un "hombre sabio que habla todas las
lenguas mejor que los naturales", lo que nuevamente nos coloca en
la diferencia entre indígenas y
alienígenas;
los primeros fueron naturales Puquina;
Uru, Chipaya y otros pueblos y los segundos fueron los Aymara,
alienígenas que conquistaron a estos pueblos y les
sometieron a implacable colonización espacial,
política y económica.

Thunupa es el héroe civilizador aymara que, a
través de sentidos rituales como la entrega del
bastón de mando a las autoridades locales en Apotambo,
organiza los nuevos poderes públicos "enseñando a
los naturales con gran amor" y bajo prédica moralizadora
que paralelamente va destruyendo las huacas de los vencidos,
todas ellas femeninas ahora. En Quinamares, Tiahuanacu y Pucara
"convierte en piedra a la población primitiva" como
castigo a su intemperancia y no haberle prestado atención
debida. El autor señala cierta similitud con los episodios
de Pariacaca.

En los Andes de Carabaya le apresan y pretenden darle
una muerte cruel, pero logra liberarse Thunupa, quien se dirige
hacia la Isla del Sol, pasando Tiquina, Tiahuanacu, Cachamarca y
el río Desaguadero, desapareciendo finalmente en las aguas
del Lago Poopó. La leyenda afirma que un descendiente de
Thunupa, investido en Apotambo (o Pacaritambo) del "palo
convertido en oro", fundará años más tarde
el Imperio de los Incas.

  • Mito 6: Viracocha

Este mito es idéntico a los anteriores,
excepto que los personajes antes separados, ahora se juntan en
una sola divinidad que contiene todos los atributos y poderes de
aquellos, que son: el Dios Creador, el Héroe Civilizador,
la Mujer Madre y el Genio Maligno. Viracocha es el Ser
Supremo.

Como Dios Creador surgido del Lago
Titicaca, fundó un "mundo oscuro, primitivo"; en tanto que
su genio maligno "creó una protohumanidad monstruosa" de
gigantes "disformes en grandeza" que habitaban esas
tinieblas.

En su segunda salida, nuevamente desde el Lago Titicaca,
Viracocha esta vez constituye un Héroe Civilizador;
"dotó de luz al mundo, destruyó a la primera
humanidad y creó a los hombres actuales". Primero "hizo
Sol y día y Luna y estrellas". La supremacía del
Sol implica el "predominio de lo masculino sobre lo femenino, del
día sobre la noche y de la civilización sobre la
barbarie".

Cuando Viracocha destruye a la humanidad primitiva, la
convierte en piedra que son los monolitos de Tiahuanacu, creando
la segunda humanidad de hombres y mujeres labrados en piedra; fue
con el barro de Tiahuanacu con el que Viracocha crea una segunda
humanidad poblada de varias naciones y lenguas; un mosaico
intercultural que daría vida luego a los
señoríos multiétnicos aymaras.
"Viracocha es pues el creador universal de todas las
etnias humanas, a cada una de las cuales le proporciona los
conocimientos, técnicas, artes y habilidades culturales
básicas que la distinguen de las demás: el
lenguaje, la agricultura, el tejido, la danza, la música,
los usos y las costumbres
". Respecto a sus hijos, narra
Fernando Montes:

Viracocha tenía tres hijos o criados que lo
ayudaban a sacar a la gente de las cuevas, fuentes, ríos y
cerros, y a nombrar a las distintas naciones. "El mayor de sus
hijos, llamado Imaymana Viracocha, en cuyo poder y mano
están todas las cosas", tomó el camino del Antisuyu
(las montañas semitropicales al este) y fue poniendo
nombre a las plantas y enseñando a la gente su uso
medicinal o alimenticio. "Y el otro hijo, llamado Tocapo
Viracocha, que quiere decir en su lengua Hacedor, en que se
incluyen todas las cosas" fue por la ruta del Cuntisuyu (la costa
al oeste) poniendo nombre a los ríos y las plantas.
Respecto al tercer vástago o criado "afirmaban que
(Viracocha) tuvo un hijo muy malo, antes que criase las cosas,
que tenía por nombre Taguapaca Viracocha, y este
contradecía al padre en todas las cosas, porque el padre
hacía hombres buenos él los hacía malos en
los cuerpos y en las ánimas, el padre hacía montes
y él los hacía llanos, y los llanos los
convertía en montes, las fuentes que el padre hacía
él las secaba, y, finalmente en todo era contrario al
padre, por lo cual el padre, muy enojado, lo lanzó en la
mar para que mala muerte muriese, pero que nunca
murió".

Los traidores y enemigos de Viracocha fueron los
Supay, "que propiamente significa adversario
maligno".
El genio maligno Taguapaca es el opuesto
dialéctico del creador Viracocha, su aspecto negativo,
también representado por Wari Viracocha, "una divinidad
subterránea ligada a la serpiente".

Por su parte, el padre Viracocha Pachayachic llevaba a
cabo su labor civilizatoria, dirigiéndose al norte por el
camino de la sierra, rumbo al Cuzco, impartiendo las normas
básicas de convivencia intercomunitaria. Llegado al tambo
de Urcos, creó a los indígenas del Cuzco y
Alcaviza, el fundador mítico de la ciudad y de la casta de
los orejones o nobleza incaica. Se trata de un recorrido por los
cuatro "Suyus" que luego dieron vida al Tawantinsuyu. Finalmente,
desaparece Viracocha y sus hijos en el océano.

Los personajes resultan similares:

  • a) Dios Creador: Viracocha Pachayachic
    crea al mundo y a la segunda humanidad.

  • b) Héroe Civilizador: Viracocha
    Pachayachic. Posee el rayo; crea el Sol y la Luna. Destruye
    la primera humanidad, crea y civiliza a la segunda humanidad
    y la moraliza con sus prédicas; funda el Cuzco y
    origina a la nobleza incaica. Contiene todas las divinidades
    andinas. Es el principio fundador del "ayllu"
    aymara.

  • c) Mujer Madre: Qocha. Es la paqarina o
    fuente de donde surge la humanidad.

  • d) Genio Maligno: Taguapaca
    Viracocha. Crea a la primera humanidad protocultural e impera
    sobre el mundo oscuro. Posee un poder
    destructivo.

  • e) Primera humanidad: "Gigantes
    disformes en grandeza" que vivían en la oscuridad.
    Petrificados por Viracocha.

  • f) Segunda humanidad cultural. Creada y
    civilizada por Viracocha.

  • Mito 7: Manco Cápac

En los tiempos antiguos vivían los hombres bajo
"estado de barbarie"; desconocían la agricultura, "andaban
desnudos por no saber confeccionar ropa, carecían de
organización social, de familia y de religión".
Habitaban todos en cuevas bajo tierra; habitáculos que
representaban el mundo de lo Bajo. Relata Fernando
Montes:

El Sol, creador del mundo y padre de la humanidad,
decide civilizar a estos primeros hombres, para lo cual
envía a la tierra a sus hijos Manco Cápac y Mama
Ocllo, imbuidos de los ideales de razón justicia, piedad y
clemencia. La pareja de héroes civilizadores surge, al
igual que Viracocha, de la isla del Sol en el lago Titicaca, y se
dirigen hacia el norte, buscando un lugar adecuado para fundar su
imperio. El sitio elegido será aquel en el que se hunda
una barra de oro que Manco Cápac trae consigo. Pasan la
noche en Pacarec Tampu, que quiere decir "venta o dormida que
amanece". Al despuntar el alba salen, y muy cerca de allí,
en lo que hoy es el Cuzco, la barra se hunde y ambos inician su
labor civilizadora. El nombre de Tampu alude a un amanecer
cultural de la noche de la barbarie.

En el Cuzco, Manco Cápac y Mama Ocllo convocan a
la población "primitiva" lugareña y "le transmiten
la cultura: le enseñan a cultivar la tierra y a regarla, a
criar animales, construir casas y pueblos, a hilar y tejer, a
confeccionar vestidos y calzados, y a cocinar". Luego fundan
la ciudad del Cuzco en torno a la cual organizan todo el Imperio
Incaico, en atención a los principios andinos de
oposición complementaria: Alto, masculino y Bajo,
femenino. Así crean el orden social "con sus leyes y dan
origen a la dinastía de los incas".

El relato fue transmitido al Inca Garcilaso por un
tío suyo que perteneció a la nobleza incaica, lo
que hace presumible su representación como "el punto de
vista de la aristocracia cuzqueña"; es más, el
episodio acerca de la barra de oro "expresa la ideología
centralista incaica que hace aparecer al Cuzco como elegido por
la Providencia para dominar el resto de mundo". El mito de Manco
Cápac es muy parecido al de los Hermanos Ayar, excepto en
el punto de origen, que ya no será la paqarina regional
sino el lago Titicaca, "considerado el centro del mundo"; es el
proceso civilizatorio más concluyente, que no hace
mención al genio maligno.

Personajes:

  • a) Sol. Dios Creador, hace
    al mundo.

  • b) Manco Cápac.
    Héroe Civilizador, principio ordenador. Hijo del
    Sol, da cultura a la humanidad y funda la dinastía
    incaica. Mama Ocllo. Su esposa, Heroína
    Civilizadora; enseña las técnicas culturales
    femeninas.

  • c) El lago Titicaca. Es la
    fuente o paqarina de donde surgen Manco Cápac y Mama
    Ocllo por mandato del Sol.

  • d) Humanidad primitiva no sujeta al orden
    incaico.

  • e) Segunda humanidad.
    Asociada al orden de los incas y civilizada por
    ellos.

Corresponde, ahora, el análisis exhaustivo de
los mitos arriba expuestos.

Un esquema puede reducir a los mitos en una
estructura fundamental común a todos ellos, de forma
sucinta: A, el Dios Creador (Sol) crea el mundo y fecunda a C,
la Mujer Madre (tierra o lago), y de esta unión nace B, el
Héroe Civilizador (rayo o Inca). D, el Genio Maligno
(terremoto), crea a la primera humanidad de las tinieblas (E) y
mata a la Mujer Madre; en venganza, el Héroe Civilizador
lo derrota y aniquila a la primera humanidad. Luego el
Héroe Civilizador crea con ayuda de su padre a la segunda
humanidad (F) y le proporciona la cultura.

Cabe preguntarse, entonces, el significado profundo
que la trama, invariable y repetida bajo diversos nombres, trae
consigo. Y para ello, precisamos contextualizar los personajes
individuados en su historia y espacio mítico. Para ello,
en primer lugar, serán analizados los personajes; en
segundo término el drama y, finalmente, procederá
la comparación de los mitos.

  • ANÁLISIS DE LOS PERSONAJES

El Sol es el Dios Creador. El Héroe
Civilizador de todos los mitos tiende a identificarse con el
Rayo; la Mujer Madre tierra o lago; y el genio maligno es
terremoto. Son éstos invariablemente los personajes de
toda mitología.

Son arquetipos, "símbolos que expresan
metafóricamente estructuras psíquicas invariables
compartidas por todos los pueblos andinos". Son arquetipos
inmanentes que necesitan ser vistos en su generalidad primero,
para luego poder contextualizarlos en su
especificidad.

Siguiendo al autor, el análisis ordenará
los arquetipos en cada espacio mítico andino; esto es; en
cada pacha o nivel.

ALAXPACHA:

  • Dios Creador

El Sol, "fuente de vida, padre y protector de la
humanidad y antecesor de la dinastía imperial", el Sol
"fue la principal divinidad de los pueblos andinos; es por eso
que en casi todos los mitos analizados figura implícita o
explícitamente como Dios Creador". Se sumaba la Luna,
hermana y mujer del Sol.

Probablemente, los aymaras veneraron la divinidad
solar bajo un denominativo diferente, Villca, que se
transformará en líder.

Señala nuestro autor que, entre los incas, el Sol
recibía un carácter secundario en relación a
Viracocha, y fue precisamente Pachacuti, quien tras la victoria
frente a los Chancas, instauró el culto del Sol como un
homenaje a la deidad que le habría colaborado en el
triunfo. También propiciaba la expansión del
imperio.

  • Héroe Civilizador

Viracocha es la deidad que contiene en
sí misma a todas las divinidades andinas; "es el Dios
Creador del mundo, de los astros, de los hombres, plantas y
animales". Es también el genio maligno rebelde y
traidor.

Como Dios Creador surgido del Lago Titicaca,
fundó un "mundo oscuro, primitivo"; en tanto que su genio
maligno "creó una protohumanidad monstruosa" de gigantes
"disformes en grandeza" que habitaban esas tinieblas.

Es también Viracocha la paqarina o fuente
femenina de donde surge la vida; es mujer madre de la
humanidad.

Como héroe civilizador, Viracocha "tiene potestad
sobre el rayo, elimina a la primera humanidad, crea a los hombres
actuales y les confiere la cultura y los preceptos morales".
También "pone los cimientos del Imperio Incaico y da
origen a la dinastía cuzqueña, a la que propicia y
favorece".

En su segunda salida, nuevamente desde el Lago Titicaca,
Viracocha esta vez constituye un Héroe Civilizador;
"dotó de luz al mundo, destruyó a la primera
humanidad y creó a los hombres actuales". Primero "hizo
Sol y día y Luna y estrellas". La supremacía del
Sol implica el "predominio de lo masculino sobre lo femenino, del
día sobre la noche y de la civilización sobre la
barbarie".

Cuando Viracocha destruye a la humanidad primitiva, la
convierte en piedra que son los monolitos de Tiahuanacu, creando
la segunda humanidad de hombres y mujeres labrados en piedra; fue
con el barro de Tiahuanacu con el que Viracocha crea una segunda
humanidad poblada de varias naciones y lenguas; un mosaico
intercultural que daría vida luego a los
señoríos multiétnicos aymaras.
"Viracocha es pues el creador universal de todas las
etnias humanas, a cada una de las cuales le proporciona los
conocimientos, técnicas, artes y habilidades culturales
básicas que la distinguen de las demás: el
lenguaje, la agricultura, el tejido, la danza, la música,
los usos y las costumbres
".

La similitud entre Viracocha y Thunupa es evidente,
anota Fernando Montes, incluyendo al Viracocha maligno Taguapaca,
quien es amarrado a una balsa y echado a las aguas del lago
Titicaca, abriéndose paso por el río Desaguadero al
sur, tal cual Thunupa. Para el autor, probablemente al Viracocha
civilizador encaminado al Cuzco, se opone Taguapaca Viracocha o
Thunupa, que representaría la rebeldía latente del
aymara frente al oficialismo incaico.

El rayo. En todos los mitos, el
héroe civilizador tiende a identificarse con el rayo. Tal
el caso de Vichama, Apo Katequil, Pariacaca, Libiac, Viracocha,
Thunupa y Manco Cápac. Por ello, daban a este dios un
tercer lugar de importancia, después de Viracocha y el
Sol.

El rayo fue venerado por todos los pueblos andinos
preincaicos e inclusive los propios incas le brindaron gran
importancia a su culto. Fue un intermediario entre la tierra y el
cielo y, por ello, se homologa con el Inca.

El Inca es hijo del Sol, parte humano y parte
divino; media entre los dioses y hombres; Bajo y Alto, pasado y
futuro; "ente metafísico que equilibra a los opuestos y
sostiene el orden cósmico. "Como principio
energético, ordenador y vital, el Inca funda y encarna un
imperio que es modelo de orden social, y confiere a la humanidad
todos los saberes, artes y ciencias con que ésta ordena a
la naturaleza para someterla a sus propios designios".

El Inca es, pues, "guerrero esforzado y victorioso,
así como gobernante sagaz, magnánimo, justo y
sabio; vale decir, el prototipo ideal de los valores
andinos".

Los Achachilas, que si bien pertenecen al Akapacha, en
su condicipon de espíritus de las montañas, quedan
ligados al Alaxpacha, en virtud "a su carácter de
mediadores entre este mundo y el mundo de Arriba, aunque tienen
también una evidente relación con el
subsuelo".

  • Carácter del Alaxpacha

El Dios Creador y el Héroe Civilizador "son el
desdoblamiento de una misma entidad cuyas funciones a menudo se
entrelazan y cuyos atributos se confunden", así que deben
analizarse juntos. El Sol, Viracocha, Thunupa, Pariacaca, el rayo
y el Inca "tienen un común denominador: pertenecen a la
esfera celeste y están todos asociados a la luz, al fuego
y al calor. Se trata de un principio energético y vital
que crea, anima, y ordena el cosmos: no es una fuerza desbocada y
devastadora como la contenida en el terremoto, sino más
bien una forma de energía controlada y sometida a un
orden, la cual opera como una potencia constructiva". Al ponerse
en movimiento, "este principio energético ordenador crea
al mundo, a los astros y a la humanidad, engendra y protege a la
vida, y es fuente de fertilidad y abundancia".

Es "imbuido de dicho principio energético" que el
Héroe Civilizador derrota al Genio Maligno" y crea la
segunda humanidad, "dotándola de una cultura y una
organización social". Si la cultura conjunciona las artes
y técnicas para domesticar al orden humano a la naturaleza
en caos; la organización social es el orden que rige las
relaciones sociales entre aquellas personas que conforman la
comunidad.

Luego, será "la labor civilizadora del
Héroe" la de "imponer sobre el caos primigenio un orden
civilizado, que alcanza su máxima expresión en el
Estado". Es el fundador y símbolo de ese estado, de su
expansión guerrera contra los bárbaros y su orden
civilizado virtuoso. En otras palabras, "son los dioses oficiales
que representan y legitiman al orden establecido y que velan por
la expansión del centro de poder"; razón que aclara
el carácter del culto estatal que se les dedica, se trata
de "un medio de control social y de apropiación del
excedente económico al servicio de los intereses
imperiales".

Así, el héroe civilizador configura "la
identidad étnica alrededor del Estado y de la conciencia
hegemónica alimentada por los valores
oficiales".

  • MANQHAPACHA:

El Genio Maligno "es un personaje subterráneo
y arcaico asociado con la oscuridad". En los Andes tuvo muchos
nombres, como Wa Kon, Huachemines, Pachacámac, Huallallo
Carhuincho, Taguapaca, Wari, Ayar Cache, Katari o Amaru
(serpiente), etc.

Pachacámac. Dios Hacedor y espíritu
maligno: "en oposición al Sol", Pachacámac crea el
dominio de lo Bajo (la costa, el subsuelo, la primera humanidad);
"e impera sobre él". Es una divinidad de carácter
ctónico: "Pachacámac significa tierra que brama o
hace ruido, vale decir, temblor". Es "un dios antioficial que
contiene en sí la potencialidad para desatar un cataclismo
cósmico o pachakuti capaz de dar fin con el orden
civilizado".

Este carácter puede ser explicado en
atención a que Pachacámac fue la principal deidad
de los ichmas, "una etnia muy poderosa que fue conquistada por
los incas". Tras la conquista, fue tanta la veneración
andina que los incas respetaron su culto. Un "común
simbolismo ctónico vincula a Pachacámac con
Amaru".

Amaru (quechua) y Katari (aymara)
representa un ser monstruoso y maligno de grandes poderes
sobrenaturales, simbolizado como una serpiente. Es una divinidad
ctónica que encarna las fuerzas naturales imposibles de
dominar por el ser humano. Los terremotos, catástrofes y
pestes; en fin; las fuerzas amenazantes de "la naturaleza salvaje
contra el orden civilizado"; resultan asociados con la serpiente,
que anuncia el pachakuti o "cataclismo transformador
que conmueve desde su base a la organización social
"
y, por tanto, se opone al orden establecido.

El Amaru "representa a las comunidades
periféricas subordinadas a un poder central, el cual
está simbolizado a su vez por el halcón o
wamán". Se opone al orden central, es una serpiente
"antioficial, periférica y subversiva" que preside las
rebeliones contra el poder central.

En síntesis, la serpiente "se opone al orden
establecido" porque "encarna simultáneamente a las fuerzas
destructivas de la naturaleza que amenazan al orden civilizado",
a "las rebeliones de la periferia (que ponen en peligro el orden
hegemónico de un centro de poder)", y "al pachakuti o
cataclismo transformador que conmueve el orden
cósmico".

Wari. Los Wari son los hombres que vivieron las
dos primeras edades "correspondientes al tiempo de las
tinieblas", quedando fragmentos todavía en los siglos XVI
y XVII. Se decía que eran "hombres gigantescos" cuya base
de adoración era Chavín de Huantar.

Resumiendo, las versiones coinciden que Wari "es el
gigantesco dios de la fuerza, que recibía culto en templos
subterráneos donde existía un oráculo, que
estaba asociado a los manantiales y al viento huracanado y que se
transformaba en víboras, arañas, lagartijas y
gusanos". Refiere Fernando Montes:

Wari se asocia pues a los primitivos habitantes
originarios de una región, que fueron identificados con la
primera humanidad de las tinieblas por las oleadas invasoras
más recientes. Es muy probable que Wari haya sido el Dios
Creador y el Héroe Civilizador de esos pueblos antiguos.
La toponimia: Huari Viñaque (Ayacucho), Huari (Oruro),
Huari (Potosí), Huarina (La Paz), Huarivilca (Huancas), y
las ruinas de los adoratorios dedicados a esta divinidad,
demuestran que en tiempos preincaicos su culto se extendió
desde el norte de Lima hasta el sur de Oruro. (…) Durante el
Intermedio Tardío, una corriente migratoria de adoradores
del rayo (probablemente aru hablantes?) conquistó a los
waris e impuso su propia cultura, mientras que el vencido dios
Wari adquirió un carácter antioficial y maligno,
asimilándose al Genio Maligno y a la primera humanidad con
que se identificaba a los antiguos waris.

En la mitología contemporánea, Wari se
asocia con la primera humanidad.

Supaya. Los traidores y enemigos de Viracocha
fueron los Supay, "que propiamente significa adversario
maligno".
El genio maligno Taguapaca es el opuesto
dialéctico del creador Viracocha, su aspecto negativo,
también representado por Wari Viracocha, "una divinidad
subterránea ligada a la serpiente".

Junto al Supaya, habita el subsuelo y las tinieblas
"toda una caterva de espíritus malignos afines", entre
ellos "el Camiri, el Caca, los Hap"iñuñus y
Achacallas".

  • Carácter del Manqhapacha

En oposición al cielo, "que está arriba,
afuera y es abierto, manifiesto y luminoso, el subsuelo es el
estrato inferior, interno, oscuro, cerrado, oculto, secreto y
encubierto". Los seres del subsuelo resultan siendo quienes
gestan el pachakuti, prosigue Fernando Montes:

La furia destructiva de la naturaleza salvaje, el
cataclismo transformador y la sublevación de los pueblos
sometidos constituyen las potencias subversivas del caos y de la
barbarie, que socavan desde sus cimientos el orden civilizado. El
Manqhapacha simboliza así el oscuro pasado remoto de la
humanidad: lo salvaje y lo indómito, lo silvestre y lo no
domesticado, el desorden y la barbarie rebeldes, el furor
destructivo, cruel y sanguinario; vale decir, los instintos
primitivos que sobreviven desde la noche de los tiempos en los
estratos más arcaicos y profundos de la mente humana.
Estos son los atributos negativos, rechazados y reprimidos de uno
mismo; los antivalores que la etnia dominante niega poseer y que
atribuye en cambio a los pueblos vencidos: el sustrato que
permanece recluido en la cara inferior e interna de la
psique.

Probablemente sea debido a esta naturaleza inconsciente
que las divinidades del Manqhapacha "son las responsables de la
actividad de adivinación". Incluye a los primeros pueblos
andinos.

  • AKAPACHA

Es el reino de la Mujer Madre, situada entre
el dios creador celeste y el genio maligno subterráneo;
ocupa un lugar intermedio que "corresponde a la superficie de la
tierra o del agua, es decir al nivel en que los seres humanos
viven y se desenvuelven".

Pacha Mama. Es la diosa femenina de
la tierra y la fertilidad; "una divinidad agrícola
benigna, concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a
los humanos". No corresponde a todos los dominios terrestres,
sino solamente a la tierra fértil que alimenta a la
humanidad, quedando los desiertos, punas áridas, etc., en
manos de otras divinidades.

Es la mediación entre los niveles de
Alaxpacha y Manqhapacha, correspondiendo a "la naturaleza
humanizada, transformada por la cultura". Pese a su benignidad,
"es capaz de enojarse y castigar" con plagas, enfermedades y
males a la tierra cultivada.

Mama Quta. Es una divinidad benigna y femenina
que representa la Mar, al agua del mar.

Paqarina. Representa una deidad femenina. "El lago, la
fuente, cueva o montaña donde se originaron el
Héroe Civilizador y la humanidad reciben el nombre de
paqarina (lugar de nacimiento u origen)".

  • Carácter del
    Akapacha

Refiere con acertada síntesis el texto de
Fernando Montes:

El Akapacha es el nivel intermedio entre Alaxpacha y
Manqhapacha. Allí las fuerzas contrapuestas de Arriba y
Abajo se encuentran y libran sus batallas o se complementan en
síntesis generadora. De esta manera, la Mujer Madre recibe
las acciones del Dios Creador y del Genio Maligno y en su seno
conjunciona a estos principios opuestos para dar origen a la
humanidad y a la civilización. Es por ello que esta
entidad mediadora constituye el núcleo o centro (taypi) de
la Creación.

Es el reino de lo femenino. Allí están
la Pacha Mama y la Mama Quta.

  • ANÁLISIS DEL ARGUMENTO

Una vez analizados el carácter y simbolismo de
los personajes míticos, su locación
espacio-temporal, "cobra sentido el dramático
enfrentamiento" entre las divinidades luminosas de Arriba y
obscuras de Abajo, un "tema común de todos los mitos
cosmogónicos andinos", refiere Fernando Montes:

A manera de una autobiografía colectiva, este
drama representa las experiencias cruciales de la historia
andina, a la vez que refleja los atributos psíquicos y las
características socioculturales modeladas en esas
experiencias del pasado. Por ello es necesario interpretar los
mitos cosmogónicos andinos a la luz de la historia y la
arqueología de la región. Este propósito nos
plantea ya de entrada una dificultad: existe una honda brecha
entre la visión mítica del propio pasado y la
historia científica que conocemos gracias a los trabajos
arqueológicos. El puente que nos permitirá unir
esas dos orillas es la crónica de Guamán Poma, que
participa por igual de ambas: por un lado, este autor es el
heredero de las concepciones míticas precolombinas, y por
otro elabora racionalmente estas tradiciones e intenta hallar
explicaciones causales de los hechos, lo que hace de él un
historiador en el sentido moderno del
término.

Las edades y eras de Guamán Poma pueden resumirse
como sigue, en el argumento esencial compartido por todos los
mitos cosmogónicos andinos:

  • a) Edad de las Tinieblas

En un principio el Dios Creador hace un mundo
caótico y sumido en las tinieblas, sobre el que impera el
Genio Maligno. Este personaje subterráneo, símbolo
de la barbarie y de la naturaleza silvestre, crea una primera
humanidad salvaje, monstruosa y carente de cultura. Luego, el
Dios Creador fecunda a la Mujer Madre, y el fruto de esta
unión es el Héroe Civilizador: la naturaleza
virgen, fertilizada por el principio masculino enérgico y
ordenador -metáfora del esfuerzo e ingenio humanos- se
transforma en cultura. Poco después de haber dado a luz,
la Mujer Madre sufre la agresión del Genio Maligno: son
las fuerzas destructivas de la naturaleza indómita y
salvaje que acometen contra la naturaleza domesticada y ordenada
por el hombre; las catástrofes naturales que atacan al
ayllu.

En la Edad de las Tinieblas, caótica y sumida en
la oscuridad que gobierna el "genio maligno"; subterráneo,
perteneciente a las fuerzas de "Abajo"; crea una primera
humanidad "salvaje, monstruosa y carente de cultura". Son las dos
primeras edades de Guamán Poma. Refiere Fernando
Montes:

Este mundo oscuro y primitivo, donde la barbarie del
Genio Maligno tiene un predominio indisputado, corresponde a las
dos primeras edades de Guamán Poma, es decir, al
período más antiguo de la historia andina. En el
transcurso de la primera edad, que dura 830 años, los Wari
Viracocha Runa o Paqarimuk Runa pueblan la Tierra y se
enseñorean de ella, exterminando y ahuyentando a los
animales salvajes (jaguares, serpientes y pumas) y a los duendes
(…) y hombres de los bosques, que la habitaban previamente. Los
Wari Viracocha Runa son sumamente primitivos: visten con hojas,
se cobijan en cuevas naturales, se alimentan de frutos silvestres
(aunque conocen los rudimentos de la agricultura) y carecen de
ceremonias religiosas.

Durante la segunda edad, "que dura 1.312 años";
los Wari Runa inician la vida sedentaria "en las quebradas y
valles templados".

"Perfeccionan la agricultura; cultivan sementeras,
construyen andenes y acueductos e inventan herramientas de
labranza". Edifican viviendas de piedra y se visten con cueros de
animales. Guamán Poma los califica de "bárbaros";
luego, prosigue Fernando Montes:

Estas dos edades primitivas forman una unidad porque
ambas se designan con el nombre de Wari, que significa salvaje o
silvestre, y porque en sus consideraciones finales, el cronista
los reagrupa en una sola era habitada por gigantes.
Además, en otro pasaje nuestro autor agrega: "los muy
antiguos indios que llamaron Pacarimoc Runa ("los de la aurora",
los originarios de la humanidad), Wari Vira Cocha Runa, Wari Runa
no tenían oficios ni artificios ni beneficios ni guerra ni
casa ni ninguna cosa, sino entendían romper tierra virgen
y hacer andenes en las quebradas y en peñas". Estos seres
primitivos son pues gigantes protohumanos, definidos como
salvajes, tanto por su denominación como por la forma
bárbara de vida que llevaban, a merced de los animales
salvajes y de las amenazas naturales. Su cultura es incipiente:
apenas se cubren con hojas y cueros crudos sin elaboración
alguna, se cobijan en cuevas y habitáculos precariamente
construidos, practican una agricultura rudimentaria (cuando no se
alimentan de plantas silvestres), y su organización social
es apenas embrionaria.

Esta relación del pasado perteneciente a
Guamán Poma, "se ajusta de cerca de la realidad
histórica" pues describe detalladamente la vida de cada
pueblo, en una suerte de "estadio preagrícola" y "estadio
agrícola incipiente" (Wankarani). Las dos primeras
edades correspondientes al tiempo de las tinieblas, fueron Wari,
a decir de Guamán Poma.

  • b) Epopeya Civilizadora

La segunda fase de aquellos mitos cosmogónicos,
refieren una epopeya del Héroe Civilizador, quien "armado
del rayo y de la luz que le ha legado su progenitor, derrota al
genio Maligno y aniquila a la primera humanidad, destierra a las
tinieblas e ilumina el mundo". Se trata de un cataclismo
cósmico (pachakuti) que pone fin a la era de las
tinieblas:

Con su triunfo sobre las potencias destructivas, el
Héroe Civilizador hace más habitable el mundo,
creando las condiciones para el advenimiento del género
humano. Acto seguido, el Dios Celeste crea a la humanidad, y su
hijo, el Héroe Civilizador, transmite las técnicas,
artes y conocimientos básicos a estos nuevos hombres: les
proporciona el lenguaje, el cultivo, el regadío y la
crianza de animales, les enseña a construir casas, caminos
y acueductos, y los instruye en la preparación de
alimentos, el hilado, el teñido y el tejido, en la
música y la danza. Luego de conferir la cultura, el
Héroe Civilizador funda un Estado con su capital, inicia
la dinastía imperial y dispone la creación de
ciudades, ayllus y parcialidades, organizando a la
población con arreglo a los principios de la
dialéctica de oposición complementaria.
Simultáneamente predica una ética comunitaria
basada en los principios de justicia, honestidad, altruismo,
austeridad, esfuerzo, trabajo, sacrificio por el bien
común y cumplimiento de los compromisos de reciprocidad y
de las obligaciones comunales. De esta manera, el Héroe
Civilizador crea el orden social con instituciones, leyes y
principios éticos que lo fundamentan.

Esta epopeya simboliza "el milenario proceso civilizador
de los pueblos andinos, que corresponde a la tercera, cuarta y
quinta edades de Guamán Poma". Relata Fernando
Montes:

  • La tercera edad, que se denomina de los Purun
    Runa, dura mil cien años. Los indios mejoran sus
    métodos de cultivo y aprenden a domesticar los
    animales silvestres. Inventan el hilado, el tejido y el
    teñido para confeccionar telas toscas (awasqa) y los
    finísimos kumpi (…) El aumento poblatorio impone la
    necesidad de delimitar las tierras y de estimular el trabajo
    cooperativo. Este es el origen de las instituciones
    políticas: se organizan los ayllus y linajes, cada uno
    con un rey que dicta y hace cumplir las leyes. De allí
    nace una multitud de naciones con diversas vestimentas,
    lenguajes y costumbres. (…) La gente de aquella
    época respeta las leyes, vive con gran orden y
    moralidad, practica las buenas costumbres, la justicia y la
    caridad; pero a causa de las rivalidades por la
    posesión de la tierra y por el regadío surgen
    las guerras que, seguidas de una epidemia, diezman a la
    población.

  • La cuarta es la edad de la guerra o de los Awqa
    Pacha Runa, que dura dos mil cien años. Los conflictos
    y luchas iniciados en la edad anterior se acentúan
    hasta culminar en un estado de guerra generalizado. Ante el
    peligro, las poblaciones de los valles y llanos abandonan sus
    asentamientos originales para refugiarse en los sitios
    inexpugnables de las tierras altas, donde construyen
    fortificaciones llamadas pukaras, dotadas de habitaciones,
    pozos de agua y escondrijos.

  • La quinta edad (Inca Pacha Runa) corresponde a
    los incas, cuyo imperio duró mil quinientos
    años.

La tercera edad, pues, representa una ruptura primordial
entre el estado primigenio y la civilización; "es entonces
cuando se produce un salto revolucionario en el
desarrollo cultural andino"; la rebelión o el pachakuti
civilizatorio.

El regadío y la agricultura se perfeccionan,
también la cría de animales, la metalurgia,
alfarería, tejido; surgen "la organización
política y la diferenciación étnica".
Corresponde por sus logros culturales a las grandes
civilizaciones preincaicas como Tiwanaku, Wari y
Nazca.

La tercera, cuarta y quinta edades de Guamán
Poma, se caracterizan por el esfuerzo milenario andino para
domesticar la naturaleza que les rodea; "el suelo más
difícil, el más rebelde y duro de las
Américas". Y el hombre andino supo responder con holgura
estos retos, desarrollando una revolución
tecno-científica en la agricultura, en el paradigma
propuesto por Thomas Kuhn.

La organización social andina "culmina
inevitablemente en un poderoso Estado teocrático" capaz de
llevar a cabo las siguientes funciones:

  • Movilizar grandes contingentes de fuerza de
    trabajo para ejecutar obras de interés común
    (canales de riego, andenes de cultivo, depósitos de
    víveres, caminos), indispensables para la
    supervivencia de la colectividad.

  • Generar, apropiarse y canalizar el excedente
    económico necesario para emprender estas
    obras.

  • Garantizar la paz, la seguridad y la
    legalidad necesarias para producir y para intercambiar lo
    producido en distintos niveles
    ecológicos.

  • Redistribuir los bienes producidos y
    almacenar parte de ellos en previsión de posibles
    calamidades.

Detengámonos muy brevemente en el Gobierno
teocrático de los Incas.
Siguiendo a la Dra.
María E. Itzigsohn de Fischman, autora de
OMEBA:

De acuerdo a una leyenda transmitida por
generaciones en el imperio de los Incas, sus soberanos no
sólo eran de origen divino, sino que habían sido
creados directamente por la divinidad. De acuerdo a dicha leyenda
el primer monarca inca y su compañera habían sido
depositados por el sol en una isla del lago Titicaca, de donde
partieron para imponer su sabiduría al resto del
país. La masa de la población consideraba que el
inca estaba investido de poder divino, hasta el extremo de que en
el lenguaje popular se lo denominaba Hombre-dios, pero como jefe
o cabeza de un Estado minuciosamente planificado este soberano
veía muy limitada la práctica de su autoridad e
incluso la de su autonomía. En primer término, y
para mantener la pureza del linaje, estaban obligados a casarse
con una hermana, generalmente la mayor y, además,
debían designar de entre sus hijos a uno que lo sucediera,
ya que no se respetaba el derecho dinástico de
primogenitura. Esta posibilidad de designación del sucesor
dio lugar a muchos conflictos e intrigas, compensadas en parte,
por una medida muy sabia la que imponía al inca que
ocupaba el trono la obligación de compartir al menos
temporariamente la autoridad con el sucesor que habían
designado. Durante estos períodos de condominio del poder,
el heredero potencial hacía un aprendizaje práctico
de la difícil tarea de reinar. Más adelante, cuando
el mismo llegaba a una edad madura, llamaba a su hijo y sucesor
para que cumpliese con este aprendizaje. Sin embargo, lo que se
compartía era sólo algunos aspectos del poder
terreno, y en ningún momento el carácter divino
ostentado por el inca en ejercicio, que lo poseía
plenamente hasta su muerte.

Dada la importancia de las funciones que
desempeña el estado andino, éste propende "a
concentrar mucho poder, y acaba imponiéndose a los
señoríos regionales y a las etnias vecinas"
-prosigue Fernando Montes-, mediante la ejecución de
continuas guerras de conquista contra ellas.

Así, "la historia de los Andes es una
sucesión de estados hegemónicos que impusieron uno
tras otro su dominio sobre los pueblos de la región";
ergo:

En el intervalo comprendido entre el derrumbe de un
imperio y el predominio del siguiente se desataban cruentas
guerras entre los pueblos en que la unidad imperial se
había fraccionado. Uno de estos períodos de
transición es el denominado Intermedio Tardío, que
siguió a la caída del Imperio de Tiahuanacu. Dicho
interregno se caracterizó por un estado generalizado de
guerra entre pequeñas hordas, que se replegaron en los
altos cerros, donde edificaron fortalezas o pukaras para
protegerse de los ataques enemigos. (…) Esta era heroica, en
que los indios combatían con denuedo desde las alturas
donde se habían refugiado, corresponde al Awqa Pacha Runa
o el tiempo de guerra de Guamán Poma.

Fue la guerra, entonces, de suma importancia "a lo largo
de la cruenta historia andina".

La quinta edad de los incas representó "la
culminación del proceso civilizador y la máxima
realización de los valores andinos de dominio y
belicosidad". Luego, a decir de Fernando Montes:

Dos han sido pues las experiencias cruciales que han
forjado la identidad de los pueblos andinos: el milenario proceso
de creación de la cultura, y las continuas guerras
interétnicas. Ambas experiencias están plasmadas en
la epopeya del Héroe Civilizador y en la tercera y cuarta
eras de Guamán Poma, verdadera Edad de Oro de la historia
andina y prototipo ideal de las virtudes y valores que esos
episodios decisivos han modelado en los pueblos que los
protagonizaron.

Indudablemente, fue símbolo, arquetipo y
máximo exponente de tales virtudes el Héroe
Civilizador, eje primordial de un estado conquistador y guerrero
como fue el andino.

  • ANÁLISIS DE LA EVOLUCION DE LOS
    MITOS

Si hasta el momento fueron analizados los mitos en forma
sincrónica y general, a continuación serán
visualizados en forma diacrónica, expresando las
transformaciones experimentadas por los personajes y el argumento
de cada mito específico dentro de una secuencia evolutiva
que va del más antiguo (Pachacámac) al más
reciente (Manco Cápac).

Metodológicamente, Fernando Montes ha observado
en esta serie de mitos algunos procesos básicos, a saber:
i) la antropogonía adquiere más importancia que la
teogonía; ii) tienden a desaparecer las figuras del genio
maligno y la primera humanidad, quedando en su lugar un rol
más preponderante del héroe civilizador, dado que
la creación de la humanidad y cultura es descrita
más detalladamente; iii) La Mama Quta (Madre Lago)
reemplaza a la Pacha Mama (Madre Tierra) en el rol de Mujer
Madre.

"Todas estas transformaciones reflejan distintos
aspectos del mismo fenómeno: la evolución de la
cultura y de la organización social"; prosigue Fernando
Montes:

En los primeros mitos, que corresponden a la etapa
más primitiva de la historia andina, la preponderancia del
Genio Maligno simboliza la vida precaria, a merced de las
amenazas naturales, que los hombres de entonces llevaban a causa
del incipiente desarrollo de su cultura. Por el contrario, el rol
preeminente que el Héroe Civilizador y la creación
de la cultura desempeñan en los mitos más modernos
representan el mayor avance cultural, el perfeccionamiento de la
organización social y el fortalecimiento del Estado,
logrados en la fase más reciente de la historia andina
prehispánica. Obviamente, estos adelantos permitieron un
mayor control sobre los peligros naturales y sobre las rebeliones
de la periferia, ambos representados por el Genio Maligno. El
mismo proceso explica los cambios experimentados por la Mujer
Madre: la Madre Tierra de los mitos más antiguos
está asociada a la comunidad y a la agricultura
regionales, y corresponde a una forma de vida centrada en la
comunidad local y en la agricultura comunal especializada en el
cultivo de tubérculos a secano.

"Con la preponderancia del Estado Universal y del
cultivo estatal de maíz con riego artificial, el centro de
gravitación de la vida andina se traslada a la capital del
Imperio", y en consecuencia "la Pacha Mama local tiende a ser
desplazada por la Madre Lago, identificada con el centro del
mundo, con el origen del orden cósmico y con el
núcleo equilibrador del Imperio".

"Los mitos son tiempo hecho
metáfora
", sostiene Fernando Montes, ya que sus
símbolos "representan el origen, el devenir
histórico, las vivencias actuales y el sentido de destino
de un pueblo". Pues bien, la revisión mítica nos
permitirá ahora comprender la concepción andina del
tiempo:

Tanto los mitos cosmogónicos como las edades
de Guamán Poma diferencian dos períodos opuestos
bien definidos: un tiempo primitivo de oscuridad (la era del
Genio Maligno y las dos primeras edades), en que predominan el
caos, la naturaleza salvaje y la barbarie, asociados al principio
de lo Bajo. Después de un cataclismo viene la segunda
época (la era del Héroe Civilizador y las edades
tercera y cuarta), donde tienen primacía la luz, el orden
y la cultura, que son atributos de lo Alto. (…) los mitos
andinos modernos relatan un nuevo cataclismo que inicia la
tercera edad, en la cual se vuelven a imponer la oscuridad, el
caos y la barbarie, y anuncian otro cataclismo futuro que
restaurará una vez más el orden, la
civilización y la luz.

"El tiempo andino está regido por la
dialéctica de oposición complementaria, pues a un
período de oscuridad, naturaleza y barbarie, asociado a lo
Bajo y a lo antiguo, se le opone un período
simétricamente inverso de luz, cultura y
civilización, vinculado a lo Alto y a lo moderno".
Luego:

La transición entre uno y otro está
definida por un cataclismo o pachakuti que enfrenta a ambos
opuestos en un terreno neutral (Akapacha) y los confunde e iguala
momentáneamente en un caos temporal, que luego otorga el
predominio al término que estaba subordinado, restaurando
así el equilibrio del sistema. De este modo, cada
principio predomina alternativamente sobre su opuesto,
según un sistema de mit"as o turnos que invierte
periódicamente la totalidad. Es necesario advertir que lo
Bajo se asocia con el pasado y lo Alto con el presente; vale
decir que existe una correspondencia exacta entre
categorías espaciales y temporales, en concordancia con la
unidad espaciotemporal de pacha. En segundo lugar, hay que
recalcar que los atributos simbólicos del presente son
simétricamente opuestos a los del pasado y el futuro; o
dicho en otras palabras, el presente es simétricamente
inverso al pasado y al futuro, los cuales por su parte son
idénticos entre sí.

"Los acontecimientos pasados se repiten en un tiempo
cíclico que siempre retorna al punto de partida"; ergo;
este ciclo temporal no es necesariamente continuo, sino que se ha
dividido en períodos de mil años.

En apariencia, Guamán Poma se apartaría de
dicha tradición al señalar una sucesión
lineal de cinco edades con duraciones diferentes de los mil
años prescritos:

No obstante, (…) se advierte que en el
cronista se libra una verdadera batalla entre la
cosmovisión andina heredada de sus antepasados y las
nociones europeas adquiridas por aculturación. Su
crónica es un artificioso esfuerzo por conciliar ambas
concepciones antagónicas del mundo, aunque acaba por
triunfar su herencia andina. Por ello calcula la antigüedad
del mundo en 6.612 años. Si se considera que escribe su
crónica el año 1612, y se sustrae este
número de la cifra total de 6.612, el resultado es el
número redondo de 5.000 años, que corresponde a las
primeras cuatro edades. El autor hace coincidir el comienzo de la
era cristiana con el inicio de la era incaica, y a esta
última le atribuye una duración de 1.500
años. Los 112 años de diferencia entre esa cifra y
1612 son el tiempo que según el cronista había
transcurrido desde la Conquista hasta el momento que
escribió su libro.

Los 5000 años correspondientes a las primeras
cuatro edades y los 1500 de la quinta "son sin duda cifras
milenaristas que vienen impuestas por la combinación de
los principios lógicos de la quinquepartición y la
división decimal (los cuales constituían la base de
la organización estatal incaica)". Lo anterior supone,
pues, que el tiempo no es idéntico a sí
mismo:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
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