- El
ayuno y ser delgado - La
Dieta como Enfermedad - Veamos
una síntesis de la presentación
diagnóstica - Lo que
la paciente en realidad teme… - La
"tautología" en la etiología de la anorexia
nervosa - La
anorexia, ¿una solución
darvinista? - En
resumen - Bibliografía
"Nunca se puede ser demasiado rica ni
demasiado delgada…" Wallis Simpson Duquesa de
Windsor.
"Anorexia mirabilis" (o "anorexia
prodigiosa") representa la peculiar actividad a la que muchas
mujeres religiosas se dedicaran entre los siglos XIII y XVI y a
la que innúmeras sucumbieran; debido a un rechazo
extraordinario a la ingestión de alimento. Se cree que
estas abstinentes evitaban comer porque la comida para ellas
representaba "lujuria-sensual-corporal", conjugando
el pecado con el poderoso e
inefable proceso instintivo que garantiza la
supervivencia de toda especie conocida." FEFL en
Anorexia Mirabilis, Anorexia Sagrada.
Así comenzamos esta entrada del
alfabeto, hablando de la demacración auto-impuesta, de la
anorexia nervosa.
Santa Catalina de Siena
De acuerdo a los antropólogos y de
acuerdo a los libros sagrados, muy a menudo, ser mujer es carga
muy penosa, gravamen que los hombres y la sociedad
impusieran.
He aquí la historia de una mujer
que, quizás, por ser mujer, ayunó hasta su
muerte.
A todos presento a Santa Catalina
(Benincasa) de Siena (1347-1380), quien en vida, fue reverenciada
por toda Europa por sus puras y extraordinarias
conductas.
Habiendo, de niña, experimentado una
visión de Jesús y sus santos, Catalina,
ofreció a Dios su palabra de vivir una vida de castidad y
pureza, en honor a Jesús y María.
Desde muy joven esta devota y pía
mujer, usó los cilicios y la flagelación para
reparar las impurezas de la carne.
Ya una adolescente, comenzó una vida
de penitente austera muy en serio. Sólo consumía
poco pan, vegetales crudos y agua. Vestía ropas
desharrapadas, se azotaba con una cadena de hierro tres veces al
día, por 90 minutos cada vez. Lo que hiciera, por los
pecados de los vivos, por los de los muertos y por los propios.
En medio de estos sacrificios, se creía que sólo
durmiera quince minutos al día.
Observando este régimen
perdió más de la mitad de su peso, y cuando la
llevaron a una terma para aliviar su visible tormento. Se
sumergió en las aguas más cálidas, quemando
su cuerpo.
San Francisco de Asís
En otra visión, Cristo mismo le
apareció, y cuando el Mesías le comandara que
saliera al mundo a hacer el bien. Ella respondió, de
inmediato, eliminando el pan de su dieta, comenzando, a asistir a
los enfermos, haciendo como la hubieran conminado.
En otra oportunidad, para conquistar su
revulsión del pus de una paciente con cáncer,
bebió de su secreción. Decidiendo después,
vivir sin comer. Más adelante, y cerca de su muerte, a la
edad misma del Salvador, treinta y tres años,
rehusó toda el agua, muriendo mientras exhalara el aroma
de la santidad.
¡Proeza excepcional!
Hoy, en compañía de San
Francisco de Asís, es santa patrona de Italia.
En su libro Holy Anorexia, el
historiador Rudolph Bell, nos demuestra que la anoréxica
de hoy y la de la beatífica de antaño, que ayunaba
en aras de la purificación, comparten muchos rasgos
comunes.
Entre éstos, son los de su lucha por
la liberación del yugo de familias patriarcales y el de
soslayar las demandas de una sociedad que oprime a la mujer —
simplemente — por ser mujer.
Usando datos autobiográficos,
durante sus santificaciones individuales, testimonios de
confesores y cartas autobiográficas, Bell examina las
vidas de más de 250 mujeres italianas, desde el siglo XIII
hasta el XX. Sus hallazgos, especialmente entre las reformadoras
y místicas de la Iglesia, son consistentes con el
diagnóstico de la anorexia nervosa, citando en especial a
Catalina de Siena, Verónica Giuliani y a Margarita de
Cortona.
En todos estos casos, los sacerdotes y las
familias trataron de hacer que estas ascetas comieran,
recurriendo a estrategias que nos recuerdan a las terapias
actuales.
Pero, estas mujeres, hijas favoritas de
Dios, con su mezcla de abnegación, y afirmación
propia, insistieron en vivir y morir por sus propias visiones y
conceptos de perfección.
Cilicios
La antropóloga Caroline Banks ha
escrito la historia de una mujer de edad media, cuyo nombre era
Margaret, que por muchos años padeciera de la
inanición auto-impuesta. Su rutina consistía en
tomar un baño después de la medianoche y en seguida
comer parte de su cena. Luego de otro baño, completaba su
refrigerio escueto. Entonces tomaría un tercer baño
para sentirse "inmaculadamente fresca" antes de ir a la cama, a
la salida del sol. A pesar de que fuera de, holgados, medios
económicos, ella prefería consumir comidas que
estaban podridas, o que fueran desechadas.
Para describirse a sí misma,
Margaret se caracterizaba como persona moralmente recta —
Cristiana Fundamentalista.
En secreto, le confió a la doctora
Banks que sus amigos le decían que era muy flaca para
atraer a los hombres, a lo que respondiera que "a mí no me
interesan los hombres".
Lo que la colmara de, inmenso placer,
sería el hecho de que no había menstruado desde los
dieciocho años de edad.
Asimismo creía que los creyentes
verdaderos, en la realidad no mueren, y que sus cuerpos se tornan
en espíritus que van a vivir con Dios: "La parte de uno
que va a la Gloria es la real, porque el cuerpo es nada…
cualquiera que cree en la Biblia lo sabe".
Igualmente daba gracias al Señor
porque le había permitido el control sobre su dieta,
confiándole a la antropóloga que "no hay gordos en
la Gloria".
Tampoco hay fast foods en el
Paraíso.
Santa Margarita de Cortona
Nosotros conocimos a una monja Carmelita
que, hace más de treinta años se diagnosticó
de la anorexia restrictiva, siguiendo los métodos
establecidos por Feighner y sus colegas.
Esta mujer fue la misma quien se hiciera
"famosa" por repudiar la comunión por miedo a las
calorías contenidas en la hostia. Evitando aún
tragar su propia saliva para no engordar.
El ayuno y ser
delgado
En la tradición Judeocristiana la
inanición auto-impuesta tiene un origen oscuro aunque su
historia sea venerable. La última siendo el narrativo en
muchas obras dedicadas al estudio de las escrituras
sacras.
La Dieta como
Enfermedad
En nuestra concepción, y en acuerdo
con las conclusiones del grupo de Peter Beaumont en Australia, la
dieta restrictiva, en todas sus formas, es una enfermedad que,
por razones, no lo suficientemente esclarecidas, puede resultar
en otras disorexias, especialmente en la anorexia y la bulimia
— y aún en la obesidad.
La enfermedad misteriosa de la
inanición auto-impuesta ni es nueva ni es novedosa. Casos
habiéndose reportado en la literatura médica y
religiosa por miles de años.
Santa Verónica Giuliani
La anorexia nervosa, contiene en sí
una paradoja de la nomenclatura, porque ni es anorexia —
abolición del apetito — ya que los pacientes reportan
sufrir de hambre intensa — ni es nerviosa — sus
víctimas no se sienten ansiosas.
Veamos una
síntesis de la presentación
diagnóstica
La paciente, generalmente es mujer joven
— existen casos masculinos, pero éstos son infrecuentes
y se consideran atípicos — de 9 a 15 años de
edad, bien ajustada, aparentemente feliz, de "buena
disposición", generalmente viviendo entre padres cuyo
matrimonio se considera estable.
Esta niña, por razones propias,
decide dar comienzo a una dieta rígida y rigurosa para
perder de peso. La dieta típica consiste, casi siempre, y
de modo exclusivo, en comidas que carecen de toda grasa y poco
azúcar y con muy escaso contenido nutritivo. Logrando de
este modo perder, a veces por encima del 25% peso que tuvieran
antes del inicio de la dieta, o de alcanzar el peso esperado,
para su edad, si era muy joven.
A medida que el proceso continúa,
las cosas se deterioran. La apariencia de la muchacha se torna
cadavérica y, para los familiares, alarmante. Lo que
representa no obstáculo para que la niña se sienta
que aun está gorda y que necesita perder libras
adicionales. La paciente sufre de una distorsión peculiar
del esquema y de la imagen corporal — viéndose obesa,
aunque esté emaciada.
Los períodos menstruales, si han
llegado cesan (amenorrea secundaria), o si no han llegado no
comienzan (amenorrea primaria).
Una peculiaridad diagnóstica
consiste en que, a veces, los períodos cesan
antes de que la dieta comience y de que la
pérdida de peso sea evidente.
Habiendo perdido la protección
natural de la grasa subcutánea, la mujer se queja de
frío y usa abrigos en sitios en los cuales la temperatura
no es baja, desarrollando el crecimiento de un pelo felpudo que
recuerda los vellos fetales llamados "lanugo".
Períodos de actividad física
exagerado — para lograr perder aun más peso — son
comunes, resistiendo las amonestaciones, los ruegos y
también las amenazas de los seres cercanos para que pare
de perder, o para que recupere, el peso perdido.
El pulso, a menudo, se torna muy lento, lo
que se diagnostica como bradicardia.
El éxtasis de Santa
Teresa por Bernini
La curva normal de la glucosa
sanguínea se aplana, la piel se reseca y se agrieta, el
pelo del cuero cabelludo se cae, la paciente se queja de
estreñimiento, y a veces abusa de los laxantes y enemas
para eliminar más libras. En ocasión pueden aun
comer de manera voraz, provocándose el vómito para
evitar engordar. A pesar del aspecto físico de desgaste
total, estas pacientes demuestran una resistencia sorprendente a
las enfermedades del entorno que a otros afectan, como pueden ser
simple catarros invernales.
Factores demográficos y
sociológicos
La mayoría de entre ellas, son
caucásicas, aunque se han reportados casos de casi todo
grupo socioeconómico o extracción
racial.
Se dice que las anoréxicas suelen
provenir de las clases pudientes y que están superdotadas
intelectualmente. Estas aserciones permanecen debatibles. Sin
embargo, lo que sí puede que sea cierto, es el hecho de
que, perteneciendo a familias de clases medias, estas mujeres son
conducidas al tratamiento por sus parientes, a menudo, en contra
de su voluntad — ya que el resultado último de la
"cura", ellas temen, será la ganancia de peso aborrecida y
detestada.
Lo que definitivamente establece a la mujer
con la anorexia nervosa es: una actitud implacable hacia no ser
gorda (ganar el peso) y un deseo de ser (extremadamente) delgada
que desafía toda razón y
explicación.
Lo que la paciente en
realidad teme…
Hay que recordar que, de hecho, lo que la
paciente teme, no es ser gorda, sino llevar el peso
normal…
Ahora bien, aunque la paciente esté
enormemente emaciada y aunque (a veces) aparezcan riesgos
inminentes de complicaciones médicas, la anorexia nervosa
no es enfermedad simplemente física o simplemente
emocional. En sí la anorexia nervosa define de modo
dramático el significado de la medicina
psicosomática — aunque su etiología no haya sido
establecida, ni sea clara.
Muchas teorías, acerca de sus
causas, abundan… sin ninguna de éstas logrando explicar,
de modo conclusivo, las causas y los origines de esta
condición tan extraña.
Anorexia nervosa
Las complicaciones inmediatas y remotas de
la anorexia pueden ser severas, ya que la anorexia nervosa en un
porcentaje estimado a estar entre el 15 y el 20% de los casos (en
los EEUU, el Canadá y la Gran Bretaña) puede
culminar en la muerte, con una tendencia aciaga al estado
crónico.
En este país se han reportado
algunas muertes.
El tratamiento no es específico, y
la duración es larga. Los resultados a veces conllevando a
la frustración y al desencanto. Ya que a veces la
psicoterapia, los medicamentos, los castigos, el aislamiento, la
acupuntura — lo que sea que se trate — aun los llantos de los
padres y de los seres queridos… nada parece hacer bien alguno a
una paciente tan resistente.
El tratamiento, idealmente consiste de lo
siguiente:
1) La educación de la
paciente y de su familia para ser introducidos a la realidad
de que esto sucede — porque sucede — y que no se sabe ni
la razón ni el por qué. Ello disminuye los
sentimientos de culpa que existan entre padres que se sienten
responsables, y en los pacientes mismos que no entienden
cómo es que no pueden cambiar su actitud.
(Véase mi panfleto, Pautas).2) La asistencia médica.
Con énfasis en la restauración temprana de la
nutrición adecuada para establecer metas reales que
puedan ser logradas con la menor resistencia y sin ninguna
pugna con la paciente.3) Psicoterapia individual y
familiar con énfasis en temas de la
realidad.4) Hospitalización (de ser
necesario) para corregir la malnutrición extrema,
atender a complicaciones médicas, o para crear una
tregua en caso de que exista una desorganización grave
en medio del entorno familiar.5) Medicinas, las cuales deben de
administrarse sólo y si se necesitan
específicamente, ya que no existe una causa
médica o psiquiátrica establecida la cual
explique esta condición, ni que determine el uso
específico de ninguna medicina.6) Y finalmente, para establecer
sistemas para prevenir o para modificar las recaídas
(casi, siempre, inevitables).
¡Odio la comida!
La
"tautología" en la etiología de la anorexia
nervosa
Aquí no deseamos reciclar ideas
ajadas por el desuso y abuso, para escribir y publicar algo
más. Sino explorar alternativas para esclarecer la
etiología — o, si cabe — las etiologías de la
anorexia y de la inanición auto-impuesta.
En mayo del 1987, participando en una mesa
redonda en Jerusalén, yo estuve entre muchos de los
cerebros más destacados en el campo de la
investigación de la anorexia, donde expusimos nuestras
ideas acerca de las posibilidades causales para esta
condición.
Por supuesto, las ideas del campo
psicoanalítico estuvieron representadas, las que
aquí no serán repetidas, ya que carecen de todo
valor. A menos que no sea histórico.
Las ideas de Hilde Bruch acerca de las
dificultades interoceptivas de que la anoréxica sufre,
parecerían apropiadas, aunque inexactas, ya que, aunque la
gastroparesis se relaciona muy a menudo, con estas condiciones,
la falta de sensación de saciedad no explica la
obstinación ni la actitud de la mujer que se empecina en
no ganar — sino en perder más peso, a pesar de que muere
del hambre.
La anorexia,
¿una solución darvinista?
Como la epidemia de la gordura entonces,
escasamente empezaba, a afincar su punto de apoyo en las culturas
occidentales, yo propuse mi idea, de que quizás la
anorexia fuera una adaptación compensadora, por parte de
algunas mujeres, para impedir el avance inexorable de la gordura
mal adaptiva.
Al final del día, cada quien
partió sin lograr consenso.
En 1984, el Profesor John Stern y yo
habíamos publicado un artículo en Missouri
Medicine, donde ilustráramos el frenesí de
conejillos de indias, que "intoxicados" por las endorfinas
encontraban la muerte, por no poder interrumpir sus actividades
corriendo en una rueda rotatoria.
Para perder más peso
Prosiguiendo
En esta sección, hablaremos de los
sistemas de recompensa que existen en el cerebro, y que forman
las bases funcionales de actividades que, tornándose
placenteras, procuran su satisfacción para asistir en
nuestra supervivencia.
La clave aquí, es lo de la
"supervivencia", ya que cuando pensamos en la actividad de comer,
somos testigos de cómo el placer de comer conduce a la
aberración de la obesidad.
Es posible, que los mismos centros
estimulados por el hambre desproporcionada, participen de alguna
manera en la perpetuación de los apremios físicos
extremados de algunas anoréxicas, y en el placer
paradójico derivado de la privación de
alimentos.
Entre los factores involucrados en la
modulación del comportamiento humano, intervienen el
sistema límbico, los lóbulos pre-frontales y
algunos neurotransmisores de actividades específicas, que
confluyen en el control de nuestras conductas y de nuestras
emociones.
Basados en estos hallazgos podemos
considerar que los aspectos biológicos en la
etiología de la anorexia y de otras disorexias son muy
poderosos.
Para añadir peso a esta
hipótesis, podemos aplicar conocimientos obtenidos de
estudios animales que nos indican que la inanición
relativa, es fuente de longevidad en algunas especies — la
nuestra incluida, por la evidencia.
Aspectos socio-biológicos, incluyen
la imitación y el deseo de ser como los demás son,
especialmente en etapas del desarrollo, donde la vulnerabilidad
está aumentada, y que pueden ser estímulo para
iniciar comportamientos que, más adelante lograrán
adquirir una "vida propia" e independiente de la
razón.
En lo antedicho, y, sin arrastrar esa idea
más allá de su utilidad heurística, puede
ser conjeturado, que las neuronas de espejo logren tener un rol
— aunque desconocido, en esta proposición.
Morir flaca es glorioso
Nuestros sistemas biológicos
están todos imbricados, con participación de los
centros que forman las bases neurológicas para nuestros
comportamientos éticos y religiosos.
Para muchos, la anorexia es una
"adicción" y para otros una variedad de las tantas, de los
fenómenos compulsivos.
Ken Blum de la Universidad de Texas ha
descrito una condición que él ha llamado, El
Síndrome de la Deficiencia de la Gratificación.
(Para leer más:
http://www.monografias.com/trabajos65/sindrome-deficiente-recompensa/sindrome-deficiente-recompensa).
Su idea es que la falta de recompensas
internas conduce a ciertas personas a medicarse a sí
mismas con sustancias o con comportamientos que son
gratificantes.
La existencia de un centro del placer en el
hipotálamo es un hecho bien conocido, desde las
investigaciones de James Olds, en los años 50s, cuando lo
localizara en el hipotálamo, el septum y el núcleo
accumbens del cerebro.
Aplicaciones prácticas
Nuestra experiencia ha sido en que el
entendimiento de la paciente, toma precedencia sobre el de la
enfermedad per se.
Por ejemplo, sabemos que para muchos
pacientes, la decisión de lograr la pérdida de peso
o de libras opresivas y peligrosas para su salud, sólo
puede obtenerse luego de haber estadas envueltas en la
psicoterapia intensiva.
Lo mismo puede decirse de toda enfermedad
emocional, ya que en todas, siempre confluyen los aspectos
somáticos y los del entorno.
En
resumen
Cuando se leen los artículos
descriptivos de tantas acciones humanas que demandan el dolor
como placer estético o como placer religioso. Como nos
indica Favazza en casos de automutilación.
La famosa distorsión de la imagen
corporal
O cuando contemplamos la
automutilación, con todas sus consecuencias nefastas, como
formas de lograr paz interior y placer.
O, cuando siendo testigos de las
cirugías plásticas, siempre deformantes del ego,
nos preguntamos: ¿Cómo es posible?
La respuesta es, que por ser humanos, por
lo que de nosotros mismos sabemos es: ¿Por qué
no…?
Bibliografía
Larocca, FEF: Anorexia Mirabilis,
Anorexia Sagrada en psikis.cl, monografías.com y
mailxmail.comLarocca, FEF: El Síndrome de
la Deficiencia de la Recompensa y la Depresión
Infantil en monografías.comLarocca, FEF & Stern, J: Eating
Disorders and Self-Help in Missouri in Missouri
Medicine pp. 766-773, 1984Larocca, FEF (ed): (1984) The
Psychiatric Clinics of North America issue on Eating
Disorders WB SandersLarocca, FEF: Anorexia Nervosa: la
Realidad y los Hechos: Así Hablan los Expertos en
pskis.cl, monografías.com, mailxmail.comLarocca, FEF: El Comportamiento de las
Injurias Auto-Inflictas en monografías.com
Para una colección extensa de
artículos acerca de este tema:
http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=anorexia%20larocca
Auto-mutilación
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca