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Análisis estilístico funcional del cuento -Paso al Norte-



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El
    método estructural funcional
  4. Estratificación
  5. Estilo
    funcional coloquial
  6. Análisis de un fragmento del cuento
    "Paso al Norte"
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

Resumen

El trabajo se basa en el análisis
estilístico funcional del cuento "Paso al Norte del
escritor mejicano Juan Rulfo, para lo que se sigue la
metodología propuesta por T. H. Shishkova y J. K. L. Popok
en el libro "Estilística funcional del español" ,
lo que nos permite conocer la variante mejicana del
español.

Palabras claves: estilo,
estilística, lengua y función.

Introducción

La estilística: su
surgimiento
.

La estilística, ciencia encargada del estudio del
estilo, surgió en el siglo XX con el objetivo de analizar
el valor afectivo del contenido del lenguaje. Aunque sus
antecedentes se remontan al mundo antiguo (Grecia) con el
surgimiento de la retórica y "las largas listas de las
"figuras" retóricas las que hicieron ver la necesidad de
llegar a establecer un sistema fijo de todos los recursos
estilísticos". (Kayser, W., 1970: 365).

En los años 1905-1909 Charles Bally, quien fiera
discípulo de Ferdinand Saussure y luego jefe de la escuela
de Ginebra, escribió dos importantes trataos de
estilística los que marcan los comienzos de la
"estilística de la expresión", que para Bally
constituye "la investigación y la doctrina de los medios
lingüísticos considerados en su función
emocional o afectiva". (Ibid: 364-365).Que tiene como objetivo el
estudio del valor afectivo de los hechos del lenguaje y la
acción recíproca de los hechos expresivos que
forman el sistema de los medios de expresión de una
lengua. (Dubsky, josef, 1975: 5). Lo que es lo mismo que el
estudio dedicado a los diferentes niveles de la lengua de un
enunciado (fonológico, morfosintáctico y
léxico), no contempla lo que otros venían abordando
como estudios estilísticos literarios, tales como el
análisis del estilo del autor, el género y el
movimiento literario en función del hecho estético.
Bally no se interesa por el valor de la obra sino del lenguaje
empleado por lo que puso de relieve el parentesco del lenguaje
poético con la "langue de la conversation" qui est…
l´aspect affectif de la langue usualle". (Ibid:
397).

Estas concepciones de análisis estilístico
sub-divide a la estilística en una que estudia las formas
expresivas de la lengua en una creación literaria y otra
que se dedica al estudio de la obra literaria como tal. Estos
estudios requieren de la aplicación de métodos de
análisis, así surge el método estructural
funcional.

El método
estructural funcional

A los estudios estilísticos se han aplicado
múltiples métodos de análisis entre ellos el
funcional, orientado al estudio no solo del hecho
lingüístico literario, sino que se aplica a palabras
temáticas y claves que caracterizan la creación de
un autor. El mismo se caracteriza por:

a) Su extensión. Considera además de la
obra literaria y los efectos artísticos del

estilo, otras formas de enunciados caracterizados por su
función.

b) Su enfoque lingüístico. Está
basado en la teoría de las funciones
lingüísticas y

y consideraciones de relaciones existentes entre la
lengua como sistema de

signos y sus realizaciones en concretos actos de
habla.

c) Su aspecto metodológico: considera la
confrontación entre la norma y el código,la norma
literaria y otras del sistema lingüístico. (Dubsky,
Josef, 1975: 7-8).

Desde el punto de vista de la función
comunicativa, Dubsky distingue tres formaciones funcionales
estilísticas, llamadas también lenguas funcionales,
especiales o estilos funcionales:

1. Conversacional o coloquial (cumple la función
comunicativa de las actividades cotidianas.

2. De trabajo o profesional (cumple la función
comunicativa especializada en actividades
profesionales.

3. Artística o poética (cumple la
función estética de la comunicación. (Ibid:
10).

Un criterio más abarcador acerca de la
estilística funcional lo ofrecen los investigadores rusos
T. H. Shishkova y J. K. L. Popok de conceptualizarla como una
escuela lingüística destinada al estudio de las
particularidades y regularidades del funcionamiento del idioma en
distintas variedades del habla, en distintas esferas de la
comunicación y de la actividad del hombre, las normas de
elección y combinación de los medios
idiomáticos, y señalan como tarea fundamental de la
estilística el estudio de la lengua, su sistema y el
habla, tratando la lengua y el habla desde el punto de vista
particular. Dentro de las particularidades y regularidades
incluyen:

a) todos los medios idiomáticos y su
correspondencia con determinadas

condiciones y fines de la
comunicación.

b) los medios del idioma que funcionan en
idénticas condiciones de comunicación

(los estilos funcionales);

c) las normas del habla en diferentes variedades de su
funcionamiento.

(Shishkova, T. H., y Popok, J. K. L., 1989:
69).

De la comparación que hacen los referidos autores
entre las características del método tradicional y
el funcional, solo nos vamos a interesar en las del método
tradicional por considerarlas además ventajas del
mismo:

– No establece normas, sino que permite descubrir
regularidades vigentes de distribución de los medios
idiomáticos en esferas y estilos.

– Los fenómenos del idioma al representar una
diversidad son investigados por la

estilística funcional puesto que dan al habla
determinada cualidad de estilo.

– Estima que el contenido juega un papel primordial y
determina la forma.

– Parte del principio de que la existencia de diferentes
estilos se explica por la necesidad de transmitir diversos
contenidos ligados con varias esferas de la actividad humana. A
esto se debe en cada estilo se van formando sus propias reglas y
regularidades que no son obligatorias para otros estilos. (Ibid:
70).

Estas características del estilo funcional los
llevó a definir que "cada estilo funcional representa un
conjunto históricamente determinado y socialmente aceptado
de medios idiomáticos vigentes en cada esfera de la
comunicación". 8Ibid: 71). Esta definición se hace
evidente en el hecho de que cada persona que hace uso de la
lengua, ya sea de forma oral o escrita, de acuerdo a los
conocimientos que del idioma posea y su experiencia, así
se expresará en varios estilos, haciendo selección
de palabras, giros y construcciones gramaticales, según
sea la intención, la finalidad comunicativa y el
contexto.

Estratificación

Por no ser la lengua nacional homogénea, Dubsky
señala que la estratificación
diversificación según los usuarios, es regional o
social y que según los usos es funcional, pues crea
diferentes formaciones lingüísticas que tiene sus
propias normas y que son diferentes a los de la lengua literaria.
(Dubsky, 1975: 9-10).

En estos supuestos se apoyan la Shishkova y Popok para
formular la siguiera interrogante: ¿Cuántos estilos
funcionales exist5en en la lengua? Para enumerar los estilos
parten del principio de reconocer la unión indisoluble
entre lengua y cultura de cada país, cuestión que
se debe tener en cuenta para formar el sistema de estilos de cada
lengua. Por lo que tomando en consideración los factores
extralingüísticos tanto primarios como secundarios,
reconocen para lengua española seis estilos:
científico, oficial, publicista, literario, coloquial y,
dado el papel de la religión en España y Latino
América, se le agrega el teológico. Shishkova y
Popok, 1989: 76). Si bien Dubsky, como se dijo anteriormente,
distingue tres formaciones funcionales (conversacional, de
trabajo o profesional y artístico o poético), la
Shishkova y Popok descomponen el de trabajo en
científico, oficial y publicista, y lo hacen considerando
los rasgos que los diferencian (objetivos, tareas y funciones).
Si se tiene en cuenta estos rasgos aparecen otras formaciones,
los llamados subestilos

DESARROLLO:

Estilo funcional
coloquial

El Coloquio es el medio más empleado por el
hombre para expresar sus emociones, sentimientos, voluntad, etc,
de manera práctica y concreta, en estrecha relación
con la dinámica de la vida y de la realidad objetiva en
que interactúa con sus semejantes. En el coloquio cada
individuo hace uso del idioma desde su propio estilo y contexto
en correspondencia con los usos de su comunidad
lingüística. "El predominio de la afectividad es una
decisiva característica del habla" (Criado de Val,
1982:98), lo que hace que el estudio del coloquio sea complejo,
pero rico en giros y matices que sitúan su análisis
"más de lleno en el campo de la estilística
(Ibíd.: 98). El estudio del estilo coloquial requiere una
doble atención: a la metodología
lingüística y a la teoría de la
comunicación (Ibíd.: 13), ya que este busca, con
más frecuencia, conseguir resultado e influir en actos y
actividades, explotando de forma más deliberada y
sistemática los recursos lingüísticos. (Wellek
y Warren, 1986:94). Estas consideraciones colocan al estilo
coloquial en un lugar de preferencia en el sistema de los estilos
funcionales de cualquier idioma.

Resulta de gran interés para la
lingüística el estudio del estilo coloquial del
español, por su variedad en España y en
América Latina y sobre todo la modalidad latinoamericana,
la que como bien expresó el lingüista chileno Rodolfo
Oroz "adquiere mayor relieve solo en el habla popular donde son
más considerables las diferencias de pronunciación
y las peculiaridades léxica…" (Shishkova,T. H,
1989:79).

Características.

El estilo funcional coloquial tiene como
características generales el producirse en un contacto
directo de la comunicación simultánea en la que
intervienen dos o mas interlocutores de manera improvisada y
espontánea, de ahí el carácter irreversible
del habla (lo que se dijo, bueno o malo, dicho está y no
se puede corregir), de lo que prevalece su forma oral. En el
estilo coloquial hay predominio de valoraciones subjetivas del
discurso sobre los objetivos, que le confiere carácter
subjetivo a este estilo. Otras de sus características es
el carácter situacional del habla en la que hay influencia
de factores extralingüísticos.

Apunta Criado de Val que interrupciones, vacilaciones y
reiteraciones son factores con lo que es preciso contar como
hechos normales en el coloquio. (Criado de Val, 1982:99),
también señala que dada la compleja realidad del
coloquio no se pueden excluir los factores psicológicos,
sociológicos y los efectos producidos por la afectividad,
que en la difícil e insegura interpretación del
coloquio, suelen ser limitados o equívocos lo estudios
estrictamente lingüísticos. (Ibíd.,
1980:14).

A partir de los referentes expuestos y las
particularidades de cada uno de los niveles de la lengua
manifiestas en el coloquio, nos proponemos analizar un texto
cuya secuencia prototípica es el diálogo.,
para
lo que asumimos las consideraciones de los lingüistas Manuel
Criado de Val, Josef Dubsky y T. H. Shishkova y J. K. L. Popok
por encontrar en ellos valiosos aportes al análisis del
estilo funcional coloquial.

El texto propuesto es un fragmento del cuento "Paso al
Norte", el que forma parte de la colección Relatos el
escritor mexicano Juan Rulfo (1918 – 1986) uno de los
principales impulsores del movimiento de renovación de la
narrativa de su época en Latinoamérica,
colocándose en la sima de la literatura en lengua
castellana.

Análisis
de un fragmento del cuento "Paso al Norte"

(fragmento en anexo).

El fragmento muestra la conversación entre un
hijo adulto y su padre, de los que conocemos la posición y
situación social por la manera en que manifiestan la
pronunciación, el léxico,
etc, en lo que
advertimos fidelidad por parte del autor al habla popular.
Atendiendo a la clasificación hecha por el lingüista
Brian Steel, este diálogo se enmarca dentro del estilo
coloquial familiar o íntimo. (Figueroa, Jesús,
2003: 13).

Existe una diferencia entre el coloquio real y el
coloquio literario, a este último, Criado de Val lo define
como el que reproduce aproximadamente la estructura del anterior,
pero con una doble finalidad, comunicativa y estética a
través de un intérprete o traductor que es el
propio autor literario. (Criado de Val, 1980:15).

Nivel fonológico:

Considerando los "recursos extraarticulatorio"
clasificados por Bally (entonación, ritmo, intensidad)
(Shishkova, 1989: 85) tenemos que en el texto a dieciséis
oraciones interrogativas, que por supuesto inciden en la
entonación de los hablantes:

-¿y pa ónde te vas, si se puede
saber?

-¿y allá pos pa qué? ¿No
tienes aquí tu negocio? ¿No estabas metido en la
merca

de puercos?

-¿Qué estás ahí
diciendo?

-Y ¿qué diablos vas a hacer al
Norte?

En el texto encontramos los sustantivos padre y
papá en función de vocativo con valor
enfático:

Me voy lejos, padre;…

-… Hay hambre, padre;

-… pero uno no, padre.

-… Se acabó el negocio,
padre.

– "Mire, papá, esta es la muchachita con
la que me voy a coyuntar".

El vocativo, reconoce Gili y Gaya, (son palabras que
funcionan como refuerzo de intensidad y entonación
especial en el lenguaje hablado, y añade, que pertenecen a
la función apelativa del lenguaje, cuyo valor expresivo
depende de su ubicación en la oración. (Gili y
Gaya, 1974:214).

En cuanto al tratamiento fonológico de las
vocales y consonantes se aprecia lo siguiente:

En las vocales:

  • La perdida de la a inacentuada al comienzo de
    palabra y también de la h:

  • Estaba. Ora ya no.

  • Ora solo quiero que me la cuides.

  • … No hay dinero para mercarlos,
    demás de esto.

  • Uso del diptongo ue en pronunciación
    descuidada:

  • …"Anda a mercar güevos
    …"

  • Uso de la preposición para:

* Se pierde la segunda sílaba y se sustituye por
l.

  • Me voy pal Norte.

* Pérdida total de la segunda
sílaba.

  • ¿Y allá pos pa
    qué?

  • La semana pasada no conseguimos pa
    comer…

  • … como pa que no le fuera a hacer a
    usté la competencia.

* El uso de pa alterna con el de
para:

  • … y no hay dinero para
    mercarlos.

  • … Yo ya no estoy para criar
    muchachos…

  • En el adverbio ahí, aparece la i
    inacentuada:

  • ¿Qué estás ahi
    diciendo?

  • La vocal o seguida de e se cambia por
    u y se suprime la h en la palabra
    cohete:

  • … usté vende sus cuetes

  • … ni siquiera me enseñó el
    oficio de cuetero.

  • En la palabra nadie, la i de la segunda
    sílaba pasa a la primera:

  • … Ya naide cría
    puerco…

  • Sustitución de la vocal a por u
    en la conjugación del verbo traer:

  • … Me la malorió siempre que se la
    truje.

  • Cambio del grupo ua por o y o
    final por i (cuanto más) ambas palabras
    se funden en una:

  • EL trabajo pa todo y contimás para las
    urgencias del cuerpo …

  • Adición de la vocal a al adverbio de
    tiempo luego:

  • …en un principio me volví güevero
    y aluego gallinero…

  • Cambio de la vocal e por i en la
    conjungación de los verbos voltear y
    aletear, en este último caso la i se
    acentúa:

  • …ni siquiera se voltió a verla
    la primera vez …

  • …Cuando le aletíe la vejez
    aprenderás vivir…

  • Adición de la vocal i a la
    conjugación del verbo restregar:

  • … Restriégate con tu propio
    estropajo

  • Adición de un prefijo no existente en la
    lengua al verbo juntar. (existe como interjección
    ¡arre!):

-…Nomás arrejunto el dinero y me
regreso.

En las consonantes:

  • La d final de palabra se pierde (forma
    achulapada, según Carnicier (Shishkova, 1989:84) y se
    acentúa la vocal final:

  • usté ni se las huele porque
    vive bien.

  • Lo será, pero es la
    verdá.

  • Me vienes a buscar en la
    necesidá.

  • Si, vete a Ciudá Juarez.

La d principio de palabra se omite en el adverbio
donde:

  • ¿Y pa ónde te
    vas…?

  • ¿Y ónde vas a guardar a tu
    mujer con los muchachos?

  • ¿No sabe ónde me darán
    trabajo?

  • Sustitución de – y por el grupo
    – ig en la conjugación del verbo
    haber:

  • … Mientras haiga funciones, le
    lloverá el dinero…

  • En el caso de la palabra malorió se une el
    adjetivo mal al verbo oler, se cambia la
    l por la r:

– … Me la malorió siempre que se la
truje.

Considerando los procedimientos enumerados por Dubshy,
utilizados para dar mayor expresividad al discurso y estudiados
por la fonoestilística está la pronunciación
que puede ser entre otras arcaica. En el texto aparece el vocablo
dizque, compuesto, sustituto del actual dijo
que
.

Nivel morfológico.

Las particularidades de este nivel en el estilo
coloquial se manifiestan en:

-La distribución de las palabras por parte de la
oración (existencia de formas

morfológicas estilísticamente
marcadas).

-El empleo peculiar del género de los sustantivos
y del grado de comparación de

los adjetivos.

-Los tiempo verbales, pues el verbo es la parte de la
oración de uso mas

frecuente en el coloquio, es más importante
caracterizar un objeto por su acción y

no por los rasgos expresados por el adjetivo o
sustantivo. (Shishkova, T. H. y J. K.

L. Popok, 1989:86).

El verbo.

En el texto aparecen veinte construcciones con los
verbos ser y seis con estar:

-… ¿No estás metido en la
merca de puercos?

-Estaba.

-¿Qué estás ahi
diciendo?

-¿Y quién crees que soy yo, tu
pilmama?

-… Yo ya no estoy para criar
muchachos…

-Y el coraje que me da es que es de hambre.
¿Usté cree que eso es legal y
justo?

-… ésta es la
muchachita…

-Esos son rumores.

-… Yo estoy viejo y ni me
quejo.

-¿Cuántos son?

-Yo fui su primer marido. Era nueva.
Es buena.

  • El gerundio en el coloquio representa acciones
    empleadas en construcciones descriptivas las que constituyen
    marcas estilísticas que pueden expresar: una orden, un
    estado emotivo o de excitación fuerte, y
    también se puede utilizar en preguntas.

Estado de excitación:

  • …nos estamos muriendo de
    hambre.

Pregunta:

  • ¿Qué estás ahí
    diciendo?

En el siguiente ejemplo el gerundio adquiere un uso
funcionalmente marcado dada su función
nominalizadora:

  • Trabajando se come y comiendo se
    vive.

  • El infinitivo ha sido utilizado de forma
    independiente en casos donde sustituye a otras formas
    verbales:

  • … Aquí no hay ya ni qué
    hacer, ni de que modo buscarle.

(trabajar) (sacar)

  • … no más soltarme como caballo entre
    las milpas.

(dejar)

En el caso que sigue hay un fuerte efecto
estilístico producido por el uso del infinitivo
sustantivado:

  • Andar por los caminos enseña
    mucho.

Se trata de una sentencia en la que lo que se afirma no
produce contradicción alguna, la acción
representada por un infinitivo sustantivado se advierte como un
objeto independiente. (Ibíd., 1989:87).

Aparece también el infinitivo en construcciones
perifrásticas:

  • ¿… si se puede
    saber
    ?

  • … De hoy en lo adelante no quiero
    tener
    compromisos.

  • Pos por eso vengo a darle aviso.

Es normativo para el registro coloquial la
anulación o eliminación del complemento directo,
pues su contenido se acumula en el verbo (Ibíd.,
1989:86).

  • No deja. (dinero).

  • … tenía (dinero) hasta para conseguir
    mujeres…

  • La tendencia evitar los adverbios terminados en
    mente ha incidido en el uso del adjetivo en función
    del adverbio, además de que permite dar mayor
    expresividad a la conversación al funcionar como un
    doble modificador (determina a la persona y a la
    acción que realiza.

  • … el Carmelo volvió
    rico.

  • … y caernos bien muertos.

  • … le pareció buena la
    Tránsito.

Al lenguaje conversacional le es incomodo, por razones
de la economía idiomática, las formas muy, –
ísimo y – érrimo del superlativo absoluto y
relativo por lo que recurre a la exhuberancia idiomática,
uso del prefijo inseparable re -. (Ibíd.,
1989:89).

  • y la nuera que está
    rejoven.

  • Rejodida, dirás.

En cuanto a los pronombres representa el único
estilo donde se encuentran todos, sin excepción alguna
(Ibíd.1989: 90). Entre los pronombres personales
encontramos que los mas empleados han sido lo de las primera y
segunda persona del singular, yo – usted, por tratarse –
como ya se dijo de una conversación entre padre e hijo, en
la que se impone un tratamiento formal (según la
época) de hijo a padre, menos formal de padre a
hijo.

Los ejemplos que siguen son expresiones de valor
deítico:

  • Me voy lejos, padre…

  • ¿Y pa ónde te
    vas…?.

  • … y con eso la va pasando.

  • le lloverá el
    dinero.

  • … Y si los cría, pos se
    los come. (Dubsky, 1975:41 – 42)

  • El pronombre personal en función del sujeto,
    a deferencia de otras lenguas, no aparece con frecuencia
    puesto que la conjugación del verbo se encarga de su
    reconocimiento:

  • ¿Qué estás ahi diciendo?
    (tú).

  • Y ¿qué diablos vas a hacer al
    Norte? (tú).

Sin embargo, cuando se quiere destacar un personaje y su
estado emocional si se hace uso del pronombre. En este caso las
frases constituyen reproches:

  • Usté ni se las huele porque vive
    bien.

  • Usté no lo siente.

  • Eso lo hice porque a usté nunca la
    pareció buena la Tránsito.

  • Ni siguiera me enseño usté a
    hacer versos.

  • El hablante puede enmascarar su propio yo a
    través de la indefinición del sujeto para dar
    más importancia y valor a lo expresado:

  • haiga funciones me lloverá el dinero; pero a
    uno no, padre.

Los diminutivos y aumentativos, a veces, no se usan para
referirse al volumen, sino que su empleo responde al estado
psíquico o emocional del hablante. (Shishkova y Popok,
1989:91). Este es el caso del sustantivo diminutivo
dinerito.

– … gana su buen
dinerito

Nivel sintáctico.

Como expresan la Shishkova y Popok, en el estilo
coloquial la sintaxis se subordina a la espontaneidad y a la
naturalidad de la comunicación, en la que pueden
predominar construcciones hechas y estables, gran cantidad de
elípsis y variedad de oraciones y preguntas (Shiskova y
Popok, 1989:96). Y hacen referencia a los diferentes casos que se
pueden producir en la sintaxis del registro conversacional
mencionados en diferentes obras lingüistas:

Dislocación semántica: consiste en
la alteración del orden de los elementos de la
oración al no corresponder a la construcción
lógica del pensamiento. Un ejemplo de esto es la presencia
del complemento directo o indirecto precediendo al sujeto o al
predicado:

  • Eso lo hice porque a
    usté…

  • Tendencia centrífuga: es la tendencia
    a eliminar los nexos, prefiriendo la yuxtaposición
    sintáctica que obedece a la economía
    idiomática:

  • Me voy lejos, padre; por eso vengo a darle el
    aviso.

  • … Mientras haiga funciones, le lloverá
    el dinero.

  • Ya yo no estoy para criar muchachos; con haberte
    criado a ti y a tu hermana…, con eso tuve de
    sobra.

  • De muchacho ya ni se diga; tenía hasta para
    conseguir mujer de a rato.

  • Tendencia centrípeda: consiste en el
    abuso de nexos en la unión entre los conjuntos
    oracionales:

  • Ya nadie cría puercos en este tiempo.
    Y si los cría, pos se los come. Y si los
    vende, los vende caro. Y no hay dinero para
    mercarlos.

  • Y el día que se lo
    pedí me dijo:"Anda a mercar güevos, eso deja
    más". Y en un principio me volví
    güevero y aluego gallinero y
    después merqué puercos y, hasta eso no
    me iba mal…

A través de la elipsis se forman otras
construcciones oracionales estilísticamente originales.
Estas pueden ser:

Nominales unimembres, las que poseen predicados
implícitos que se pueden concebir a partir del
contexto:

  • Estaba. Ora ya no. No deja.

El estilo segmentado o segmentación es propio del
estilo coloquial al reflejar el proceso de formación del
pensamiento en la comunicación oral, espontánea, no
elaborada en la que se produce la agitación de uno de los
interlocutores (Ibíd., 1989:97).

  • Estaba. Ora ya no. No deja.

Las ideas comienzan a laborarse pero no llega a
completar la expresión lingüística. (Dubsky,
1975:35)

Otras cuestiones típicas de la sintaxis coloquial
son las repeticiones y combinaciones de palabras empleadas con
fines enfáticos:

  • Me voy lejos, padre

  • … Hay hambre, padre

  • … pero uno no, padre.

  • … Se acabó el negocio,
    padre.

La palabra enfática es el sustantivo padre
que funciona como vocativo.

En el texto se repiten otras palabras que son
semánticamente opuestas, el sustantivo hambre y el
verbo comer empleado además en formas
conjugadas.

  • … Hay hambre

  • Pos que hay hambre.

  • … nos estamos muriendo de
    hambre

  • … Y el coraje que me da es que es de
    hambre.

  • … nadie se muere de hambre.

Las apariciones del verbo comer son:

  • … no conseguimos pa comer…
    comimos puros quelites.

  • … se los come.

  • … Trabajando se come y comiendo
    se vive.

  • … sin comerse ni beberse.

  • … la semana pasada comimos
    quelites.

  • … que se comen hasta los
    recuerdos.

  • … Deles de comer

Otra palabra que se repite es dinero.

  • … le lloverá el
    dinero.

  • … Y no hay dinero para
    mercarlos.

  • Pos a ganar dinero.

  • … gana su buen
    dinerito

  • … no más arrejunto el
    dinero.

  • … Pero el dinero se acaba.

La repetición de palabras (hambre,
comer y dinero) es el motivo principal de la
conversación ya que en ellas se centra la
preocupación de uno de los personajes.

Se utiliza la repetición de palabras conjuntivas
tales como:

  • Ni siquiera me enseñó el oficio
    de cuetero…

  • ni siquiera voltió a
    verla…

  • ni siquiera eso han tenido en su
    vida.

  • Ni siquiera me enseñó
    usté a hacer versos…

Amado Alonso y Henríquez Ureña plantearon
que los nombres de personas (nombres propios no llevan
artículo en general y exceptúan los casos
siguientes:

  • en plural, plural metafórico y algunos
    nombres famosos;

  • al nombrar a las mujeres por el apellido para
    indicar el género;

  • en Chile para nombrar a las mujeres por el nombre de
    pila;

  • en Italia se antepone al apellido de famosos
    artistas antiguos;

  • en el lenguaje especial de los juzgados para nombrar
    a los procesados. (Alonso, Amado y Henríquez
    Ureña, P., 1968:64 – 65).

En los casos de:

  • … el Carmelo …

  • … la Tránsito. No se justifica el uso
    del artículo con lo expuesto por los gramáticos
    citados.

Nivel lexical.

En cita que hace la Shishkova del lingüista
español Álvarez Nazario, este dice que a menos
cultura lingüística corresponde una menor diferencia
general entre lo que se habla y lo que se pone por escrito.
(Shishkova y Popok, 1989:93). En este texto, como ya se
expresó, el léxico seleccionado por Rulfo es
bastante parecido al hablado, cumpliendo así con las
regularidades propias e internas del coloquio, la elección
y combinación de palabras (Ibíd.: 93), pero
además otros autores como Marouzeu, Mathesius, Dubsky, etc
tuvieron en cuenta al definir el "estilo". (Dubsky, 1975:3
– 4). Expone la Shishkova que estas irregularidades
están dadas por las condiciones
extralingüísticas formantes del estilo coloquial como
lo espontáneo, lo expresivo, lo subjetivo del habla y la
improvisación, aspectos que caracterizan a este estilo.
(Shishkova y Popok, 1989:93). Estas características hacen
que las palabras empleadas sean analizadas o no, pero la
mayoría de las veces son palabras o combinaciones de uso
muy frecuentes en la conversación.

Subraya Dubsky que en lenguaje coloquial de
carácter familiar penetran frecuentemente expresiones y
giros de otras formaciones, palabras técnicas,
comerciales, políticas, científicas, etc, pero
también expresiones y giros populares o hasta vulgares.
(Dubsky, 1975:41). Atendiendo al primer planteamiento
encontramos:

  • palabra técnica: gramófono

  • palabra vulgar: rejodida

El léxico coloquial presenta como rasgos
distintivos:

  • La sinonimia, que según Dubsky, está
    determinada no solamente por el valor emocional, afectivo e
    individual del hablante, sino que hay que considerar
    también el valor del enunciado. (Ibíd, 28). En
    relación a esto la Shishkova cita a otros
    lingüistas españoles, lo que consideran que la
    sinonimia se acumula en torno a temas favoritos (Shishkova y
    Popok, 1989:93). La sinonimia en el texto se advierte tanto
    en el uso de palabras independientes como de
    expresiones:

  • merca = compra – guardar = dejar

  • coyuntar = casar – averíguatelas =
    arréglatelas

  • sabiduría = experiencia – bola =
    cantidad

  • a poco = también – urgencias =
    necesidades

Y expresiones como:

– no se las huele = no lo sabe

– la va pasando = va viviendo

– le lloverá el dinero = ganará
mucho

– de a rato = de paso

– se soltó = dijo

– me nació = concibió

– los corrió = los echó.

También se emplean otras expresiones cuyo
sinónimo puede expresarse con una sola palabra (atendiendo
la economía idiomática del estilo), sin embargo, no
es así porque no se trata de un diálogo real sino
de una creación artística. "… tendrá
relativo predominio coloquial todas las expresiones que teniendo
su origen en la conversación, hayan sufrido modificaciones
en su contextura por intervención literaria". (Criado de
Val, 1982:100).

  • bien largo = crecido

Existen otras expresiones con matiz
eufemístico:

  • mujer de la calle = prostituta

  • era nueva = virgen

El título del cuento "Paso al Norte" es
sinónimo de frontera.

  • … nos han matado a todos.

  • ¿Dónde?

  • Allá, en el Paso al
    Norte

El léxico, por su carácter subjetivo,
contribuye al empleo de ciertas combinaciones que tienen un matiz
emocional y figurado, los que permiten concretar conceptos
abstractos. Estos son el reflejo de la sabiduría popular
del conocimiento de la realidad. (Shishkova y Popok, 1989:95).
Entre ellos encontramos:

  • Hipérbole:

– … nos estamos muriendo de hambre.

– … estamos por parar las patas y caernos bien
muertos.

– … arrejunto (tratamiento hiperbólico del
verbo juntar).

  • Comparación:

  • … no más soltarme como caballo
    entre las milpas.

  • … han pasado como las aguas de los
    ríos…

  • … vienen los hijos y se lo sorben como
    agua.

  • Modismos:

  • sin comerse ni beberse (sin utilidad, en el
    texto).

  • Restriégate con tu propio
    estropajo.

Para este texto en el que un hijo que no ha aprendido a
vivir de los errores cometidos y le hace reclamos al padre, el
uso de aforismos puestos en boca del padre le confiere fuerza
léxical, pues constituyen sentencias
doctrinales:

  • Solo las lagartijas buscan la misma covacha hasta
    cuando mueren.

  • … en el nidal nuevo, hay que dejar un
    güevo.

  • Fraseologísmos:

  • ni se las huele (no lo sabe).

  • la va pasando (viviendo).

  • con una mano delante y otra atrás (sin
    nada).

  • me va o me viene (no me importa).

Tiene fuerza léxical la sentencia "Si la
campana no repica es porque no tiene badajo", puesto que le sirve
al hablante (el padre) para declarar si voluntad de no
cooperación.

Otro recurso léxico al que recurre el autor es la
metáfora:

  • la conocía de íntimo (economía
    idiomática de – mente).

  • mujeres de a rato.

  • Muriendo de hambre.

Como creación artística es obvio que se
emplee recursos estilísticos tales como:

  • Polisíndeton: en este caso la
    conjugación que se repite es la y.

  • Usté vende sus cuetes y sus
    saltapericos y la pólvora y con eso la
    va pasando.

  • Y en un principio me volví
    güevero y luego gallinero y después
    merque puercos y, hasta eso no me iba
    mal…

  • vienen los hijos y se lo
    sorben como agua y no queda nada después pal
    negocio y nadie quiere fiar.

  • Hipérbaton: utilizado con el fin de
    modificar el lenguaje común en un texto
    literario:

Monografias.com

También fueron empleadas palabras cuyo origen las
enmarcan en el español hablado en México, por
ejemplo:

  • pilmama, del nahuatl pilli (niño, hijo) y
    mama (que carga), en México niñera (Diccionario
    Encartas).

  • Milpa f. Amér. C. y Méx. Cementera de
    maíz. Tierra destinada al cultivo del maíz
    (Diccionario Pequeño Laorusse Ilustrado:
    684).

  • Quelite M. Méx. Nombre de varias hierbas
    comestibles de color verde, verdura. (Ibíd.:
    858).

  • Ajuarié (no se encontró a esta palabra
    en ningún diccionario).

Existen vocablos marcados en torno a un tema, la
subsistencia.

– negocio – hambre

– merca – vende

– comer – dinero

Las que aportan un matiz expresivo a lo que se quiere
comunicar.

Conclusiones

Al finalizar este trabajo se ha podido
constatar que el estudio de los diferentes estilos funcionales
permite, no solo conocer las regularidades y particularidades del
funcionamiento de una lengua, sino que además, contribuye
al trabajo con la tipología textual y su secuencialidad,
favorece la intertextualidad y todo esto redundará en el
mejor uso de la lengua en función de los que se quiere
expresar y por lo tanto influirá en la comprensión
y la construcción discursiva tanto oral como
escrita.

Bibliografía

Alonso, Amado y Henríquez
Ureña, P. (1978): Gramática Castellana 2do curso.
La Habana, Ed. Pueblo y Educación.

Criado de Val, M. (1980): Estructura
general del coloquio. Madrid, Ed. Ruan S. A
Alcobendas.

______________ (1982): "El español
coloquial", en Antología de la lexicología
española. Ciudad de la Habana, Ed. Pueblo y
Educación.

De Toro y Gisbert M. (1968): Pequeño
Larousse Ilustrado. La Habana, Ed. Instituto del
Libro.

Dubsky, J. (1975): "Los factores
estilísticos", en selección de lecturas para
redacción. La Habana, Ed. Pueblo y
Educación.

Partes: 1, 2

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