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La comunicación comunitaria como alternativa



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Comunicación comunitaria o alternativa,
    transformación de la comunidad
  3. Comunicación comunitaria o
    alternativa
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Introducción

La formación de valores comunitarios hoy en
día es una premisa de nuestra sociedad, ello trae consigo
que temas como la reinserción social, sean cuestiones de
suma importancia, para el logro de una sociedad mucho más
justa. De aquí se deriva la puesta en marcha de esta
investigación, ya que mediante el trabajo de los
trabajadores sociales, se ha podido observar que existen algunas
desavenencias con respecto a dicho tema en su
implementación.

La reinserción social es, la atención
social integral a las personas que pertenecen a los grupos de
riesgo para la reincidencia en conductas delictivas o socialmente
inadecuadas. Atención a personas que egresan de los
centros penitenciarios con beneficios de libertades anticipadas o
sanciones a medidas no privativas de libertad, atendidos por el
juez de ejecución, organismos y organizaciones de masa de
la comunidad.

Una mala aplicación del programa de la
reinserción social, por parte de los miembros que integran
la comunidad se convierte en un problema, puesto que dichas
personas tienen derecho a ser tratados como seres sociales y
reincorporase a la vida cotidiana de las comunidades.

El origen de las comunidades es tan antiguo como el
mismo hombre, e incluso más, si tomamos en cuenta las
comunidades animales, algunas tan organizadas y que funcionan a
la perfección como las de las abejas, y otras más
cercanas a nuestros antepasados, como las manadas de
monos.

El hombre surge precisamente gracias a esa vida en
común, que a medida que se daban pasos en la
formación del hombre, se iba desarrollando también
la vida en común. Puede decirse que el vínculo
comunidad- desarrollo humano tiene un carácter
genético.

Sin embargo, las relaciones del hombre con la comunidad
no se han mantenido estables a lo largo de la historia de la
humanidad, ni desde el punto de vista popular – del hombre
mismo- ni político, ni científico, aunque estos
elementos se encuentran vinculados estrechamente. En la
actualidad, la relación hombre-comunidad se encuentra
nuevamente en una fase reconstructiva.

El problema de las comunidades también ha llamado
la atención de los organismos internacionales. La
Organización de Naciones Unidas (ONU), se han pronunciado
en la relación con el desarrollo comunitario y
armonía comunitaria y han elaborado planes para
fomentarlos.

En 1948, la conferencia Africana sobre
administración se pronunció sobre la
relación condición de vida- educación del
pueblo, y como consecuencia de ello, a partir de 1950 comenzaron
aparecer numerosas publicaciones sobre comunidad, salud, estudios
comunitarios, desarrollo comunitario, organización de la
comunidad .

En los Estados Unidos en Febrero de 1963 en un discurso
ante el congreso norteamericano Johann F. Kennedy
institucionalizó el movimiento comunitario, finalmente el
origen de lo comunitario como disciplina y campo de estudio se
ubica en la conferencia de Boston en 1965 donde se oficializa la
denominación de Psicología Comunitaria.

En Muchos países de América Latina se
estimula el funcionamiento comunitario: al agrupar a los
individuos poniéndolos a trabajar en función de
resolver los problemas de la comunidad.

En nuestro país no ajeno a todos estos estudios
comunitarios, ya hace una década que el tema de la
reinserción social ya se viene trabajando a profundidad
puesto que este tema es algo que afecta a todos en la
comunidad.

La reinserción social del individuo egresado de
nuestras prisiones y aquellos que cumplen sanciones no privativas
de libertad, es un tema de capital importancia para la sociedad
cubana actual y centro en la política que en este sentido
se ha trazado el estado y el partido, estas sanciones son
implementadas con el fin de transformar a las personas con
conductas desviadas con una mayor participación de la
comunidad.

De aquí se deriva que en la realidad cubana
actual, la necesidad de implementar un sistema verdaderamente
efectivo e integral de vigilancia y atención sobre las
personas que cumplen sanciones penales o medidas de seguridad
predelictiva que no conlleven internamiento, o los que han sido
objeto de beneficios de excarcelación anticipada, trajo
como resultado la creación del juez encargado del control
de la ejecutoria.

La decisión de transitar de manera experimental
por la práctica de designar a jueces y personal que toman
a su cargo la responsabilidad de coordinar y controlar el debido
cumplimiento de las sanciones sustitutivas o subsidiarias de la
privación de libertad y los beneficios de
excarcelación anticipada condicionada.

La puesta en marcha en nuestro país hace
aproximadamente siete años, ha estado dirigida
precisamente a dar solución a las notables deficiencias
presentes hasta entonces en la implementación de las
referidas acciones de vigilancia e influencia positiva y
consecuentemente al estado de impunidad e ineficacia que se
hacía evidente en su ejecución y que generaba el
descrédito y la desconfianza hacia su efectividad tanto de
la población como de los propios integrantes del sistema
judicial, quienes en no pocas ocasiones actuaban de forma
reticente en cuanto a la utilización de estos institutos
penales.

La población en su conjunto y en particular los
jueces, fiscales y policías asumían la
utilización de las sanciones subsidiarias de la privativa
de libertad y beneficios de excarcelación anticipada como
generadoras de impunidad; a ello se une, que tanto en la
comunidad como en los centros laborales del consejo popular ocho
existía una actitud generalizada de rechazo y
exclusión hacia las personas comprendidas en estas
situaciones.

Esta tarea ha presentado dificultades en el desarrollo
de la misma; siendo necesario unir fuerzas y coordinar acciones
conjuntas, incluyendo la participación de los trabajadores
sociales para lograr una reinserción eficaz. Generar
programas preventivos y educativos para disminuir y evitar el
rechazo existente hacia las personas que de una u otra forma han
cometido delitos.

Los Trabajadores Sociales como potenciales gestores del
cambio comunitario y mediante su trabajo se ha podido conocer que
en las distintas comunidades del país no se ha logrado una
cohesión de la actuación de los implicados en este
trabajo.

Existen contradicciones entre jefes de sectores y
organizaciones sociales y de masas al momento de emitir criterios
sobre el sancionado; existencia de entidades puntuales que se
niegan a dar empleo a sancionados o asegurados, y casos de
evidente reticencia al cumplimiento de la tarea, con trabas que
obstaculizan, e impiden la posibilidad real de la
ubicación en ello; y no siempre se cumple lo establecido
para el buen funcionamiento de la tarea.

Aún con imperfecciones y debilidades que es
preciso resolver, la experiencia ha conseguido transformar
sustancialmente la situación anteriormente descrita; y la
labor de coordinación y control desarrollada por los
jueces y asistentes designados en permanente interacción
con los representantes de otras instituciones.

Las organizaciones sociales que agrupan a los vecinos en
las comunidades, los campesinos, las mujeres y de igual manera
con las organizaciones sindicales y con el elevado número
de trabajadores sociales diseminados a lo largo y ancho de todo
el consejo popular ocho, ha hecho posible en una pequeña
medida la movilización de voluntades y la
concertación de acciones especialmente dirigidas a
posibilitar el efectivo cumplimiento de una buena
reinserción social pero son insuficientes.

Las reflexiones que ahora presento tienen el fin de
recomendar posibles soluciones a este problema, para elevar la
calidad de vida de los sancionados, mediante proyección de
trabajo, que nos permitirían demostrar que estas personas
tienen el derecho de ser tratados como seres sociales que
pertenecen a la comunidad, y como integrantes de las mismas
tienen el deber de participar en el desarrollo sistemático
de sus localidades de residencia.

DESARROLLO

Comunicación comunitaria o
alternativa, transformación de la
comunidad

¿Que es una comunidad?

La comunidad es un organismo vivo, que se renueva
constantemente, reconociendo sus necesidades de salud, tomando en
cuenta sus valores, opiniones, tradiciones, hábitos,
costumbres, para un desarrollo cultural donde las necesidades de
los individuos no se pueden analizar al margen de la
cultura.

Uno de los términos empleados como guía
para la investigación fue comunidad debido a la
importancia que esta tiene para los estudios
comunitarios.

Este es un conjunto de procesos que según la
Organización de Naciones Unidas, (ONU), está
constituido por dos indicadores esenciales.

  • Primero, la participación de los habitantes
    en los esfuerzos por mejorar su nivel de vida, en dependencia
    de sus ideas iniciativas y propósitos.

  • Segundo plano la prestación de servicios,
    tanto técnicos como de otra índole de manera
    que se estimulen la iniciativa, la auto ayuda y la
    colaboración mutua, con vista hacerlos más
    eficaces.

Según ambos indicadores, el desarrollo
comunitario como proceso posee gran importancia en el sentido
profesional y educativo: organizacional, porque requieren la
reorientación de las instituciones existentes o la
creación de nuevos tipos de instituciones; educativo,
porque implican cambios de actividades y prácticas que
obstaculizan las mejoras comunitarias.

En sentido general, fomenta mayor receptividad, para el
cambio favorece el desarrollo de la capacidad del pueblo para
fomentar juicios acerca de los efectos de las actividades para
determinar los cambios tecnológicos necesarios, y para
adaptarse a los cambios promovidos por fuerzas
externas.

Cita:

La relación hombre comunidad viene de la
comunidad primitiva, donde todo lo que ocurría, se trataba
y se resolvía a nivel colectivo; luego pasó por una
fase de desinterés por estas que se produce
fundamentalmente con el desarrollo del estado y las naciones;
esto tendió a disolverlas en el todo, contribuyendo a la
eliminación de costumbres, religiones, mitos, tradiciones
y fundamentalmente a la no preocupación de la no
solución de los problemas que las afectaban. (Moreno y
Recio; 2003: pg 24)

En la actualidad esta relación se encuentra en
una fase de reconstrucción y acercamiento positivo, que se
manifiesta hasta ahora en tres niveles:

  • Primero: El nivel sociocultural, aparentemente la
    tendencia universal que se viene manifestando en los
    últimos años, es el rechazo a lo artificial, lo
    sofisticado y lo preelaborado, y de recuento con lo natural,
    se manifiesta también la reorientación
    así las comunidades, la pequeña
    población, el barrio, el hogar, la familia, el hombre
    busca la existencia tranquila y sana que generalmente se
    encuentra en este nivel.

  • Segundo: El político, también muchos
    estados han dado pasos hacia la reorientación de las
    comunidades: en algunos casos de manera espontánea y
    en otros por el reclamo de sectores populares, esta
    orientación del estado hacia lo particular es
    fundamentalmente con la intención de resolver grandes
    problemáticas sociales, lo cual se ve
    específicamente en algunos países de
    América Latina que de una u otra forma estimulan el
    funcionamiento comunitario: al agrupar y organizar a los
    individuos poniéndolos a trabajar para resolver
    problemas de sus localidades.

  • Tercero: El nivel científico; este que era un
    tema casi olvidados por estos especialistas o ignorado por la
    ciencia, ha comenzado a ser tratado por varias disciplinas en
    los últimos años, principalmente la
    psicología, la sociología, la
    medicina.

Así se habla ya de psicología comunitaria
como una especialidad que se ha ido desgajando de la
psicología social, de sociología comunitaria o
medicina comunitaria.

Estos tres niveles están estrechamente
relacionados, generalmente lo que motiva y atrae insistentemente
al hombre común, termina por llamar la atención del
político, u ocupa también al científico,
luego se producen hechos donde se mezclan, de manera tal que es
muy difícil precisar la posición y limites de cada
uno de ellos.

Muchos han sido los autores que han escrito sobre el
tema, tal es el caso de Héctor Arias, en ""La comunidad y
su Estudio"" expresa la necesidad de tener en cuenta cuatro
elementos esenciales: el geográfico o territorial; el
social; el sociológico; y el de dirección. A su
juicio una comunidad es, cita:

Un organismo social que ocupa determinado espacio
geográfico, que está influenciado por la sociedad
de la que forma parte, y a la vez funciona como un sistema
más o menos organizado integrado por otros sistemas como
la familia, los grupos, las instituciones y organizaciones, los
que en su interacción definen el carácter
subjetivo, psicológico de la comunidad, y a su vez
influyen en el carácter objetivo, material, en dependencia
de su nivel de organización. (Arias, 1995: 17).

Por otro lado en el Centro de Estudios Comunitarios de
la Universidad de Villa Clara, criterio con el que concuerdo
plenamente, se trabaja como base de la labor conceptual a partir
que la comunidad es un grupo social que comparte espacio
donde la participación y cooperación de sus
miembros posibilitan la elección consciente de proyectos
de transformación dirigidos a la solución gradual y
progresiva de las contradicciones potenciadoras de su
autodesarrollo.
[1]

En esta definición puede observarse que el
concepto expresa una cualidad del desarrollo del objeto concreto,
es decir, establece la premisa de que no todo grupo social que
comparte un espacio en un ámbito urbano o rural
específico puede ser considerado una comunidad en el
sentido pleno arriba enunciado, pero tampoco que carezca
totalmente de expresiones concretas de los elementos considerados
en la definición. Por tanto, la aplicación de la
conceptualización construida a partir de los epistemas que
se vienen explicando nos permite contar con un instrumento
teórico y metodológico eficaz para establecer el
grado de presencia de sus elementos constitutivos y con ello el
grado de desarrollo de lo comunitario en el escenario
específico donde actúa el profesional. Sus
consecuencias operacionales para el trabajo comunitario son bien
explícitas al evidenciar fortalezas comunitarias sobre las
cuales apoyarse y debilidades a contrarrestar al potenciar la
acción de hombres y mujeres que habitan dicho
escenario.[2]

Comunicación comunitaria o
alternativa

Cuando se habla de comunicación de masas,
generalmente pensamos en los medios masivos, la
televisión, la radio, la prensa, pero en esta
investigación se hace referencia a otra cara de la
comunicación: la de los procesos que se dan en espacios
más pequeños, como el barrio, la comunidad,
consejos populares y circunscripciones.

Estos no son menos complejos que los que se producen a
nivel de toda la sociedad, por eso requieren ser estudiados y
tratados con inteligencia dedicación, desde una
perspectiva científica.

Desde estos espacios locales donde se desarrollan la
cotidianidad es donde comienza el sueño de lograr una
sociedad cada vez mejor, el trabajo que en ellos se realiza tiene
un peso importante en el triunfo o el fracaso de los proyectos
sociales y políticos, que se requieren
impulsar.

Para lograr con éxito esta labor es importante el
conocimiento real y la participación de la
planificación de proyectos encaminados a resolver
problemáticas sociales bien planificados, ejecutados y
conducidos, aquí la comunicación es un factor
vital, saber escuchar, saber responder, saber conducir, saber
respetar al otro son premisas indispensables en el trabajo
social, no solo a nivel mundial sino en espacios más
pequeños como las comunidades.

Las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación están reconfigurando los "modos de
estar juntos" desde las transformaciones de nuestra
percepción del espacio y del tiempo. Del "espacio",
profundizando el desanclaje que produce la modernidad por
relación al lugar, desterritorialización de los
mapas mentales y de las formas de percibir lo próximo y lo
lejano.

Paradójicamente esa nueva especialidad no emerge
del recorrido viajero que me saca de mi pequeño mundo sino
de su revés, de la experiencia doméstica convertida
por la televisión y el computador en ese territorio
virtual al que, como de manera expresiva "todo llega sin que haya
que partir".

En lo que respecta al "tiempo", estamos ante unos medios
dedicados a fabricar presente, un presente autista, que
pretende bastarse a sí mismo. Lo que sólo puede
producirse mediante el debilitamiento del pasado, de la
conciencia histórica. Al referirse al pasado, a la
historia, los medios masivos lo hacen casi siempre en forma
descontextualizada, reduciendo el pasado a una cita, y a una cita
que en la mayoría de los casos no es más que un
adorno con el cual colorear el presente siguiendo "las modas de
la nostalgia".

El pasado deja de hacer parte de la memoria
convirtiéndose en ingrediente del pastiche que nos permite
mezclar los hechos, las sensibilidades y estilos de cualquier
época, sin la menor articulación con los contextos
y movimientos de fondo de esa época. Y un pasado
así no puede iluminar el presente, ni relativizarlo, ya
que no nos permite tomar distancia de la inmediatez que estamos
viviendo, contribuyendo así a hundirnos en un presente sin
fondo, sin piso, y sin horizonte. La obsesión de presente
implica a su vez una flagrante ausencia de
futuro.

Catalizando la sensación de "estar de vuelta" de
las grandes utopías los medios se han constituido en un
dispositivo fundamental de instalación en un presente
continuo, en "una secuencia de acontecimientos que, como afirma
Norbert Lechner, no alcanza a cristalizar en duración, y
sin la cual ninguna experiencia logra crearse, más
allá de la retórica del momento, un horizonte de
futuro". Y así se nos hace imposible construir
proyectos:"Hay proyecciones pero, no proyectos".

Algunos individuos se proyectan pero las colectividades
no tienen dónde asir los proyectos. Y sin un mínimo
horizonte de futuro no hay posibilidad de pensar cambios, con lo
que la sociedad patina sobre una sensación de
sin-salida.

Aceleradamente desanclado de los referentes espaciales y
temporales de pertenencia el lazo social se atomiza y desencanta
debilitándose su estabilidad, su capacidad de
aglutinación y convocatoria a participar en proyectos
colectivos. Inestabilidad que viene a reforzar la nueva matriz
técnico-informacional del orden urbano: la verdadera
preocupación de los urbanistas hoy no es que los
ciudadanos se encuentren sino que circulen, porque ya no se nos
quiere reunidos sino conectados.

Es en ese nuevo espacio comunicacional, tejido
ya no de encuentros y muchedumbres sino de flujos y redes, en el
que emergen unos nuevos "modos de estar juntos" y otros
dispositivos de percepción, que aparecen mediados por la
televisión, después por el computador y en poco
tiempo más por la imbricación entre
televisión e informática, en una acelerada alianza
entre velocidades audiovisuales e informacionales.

Mientras el cine catalizaba la "experiencia de la
multitud" en la calle, pues era en multitud que los ciudadanos
ejercían su derecho a la ciudad, lo que ahora cataliza la
televisión es por el contrario la "experiencia
doméstica" y domesticada: es "desde la casa" que la gente
ejerce ahora cotidianamente su conexión con la
ciudad.

Mientras que del pueblo que se tomaba la calle al
público que iba al cine la transición era
transitiva y conservaba el carácter colectivo de la
experiencia, de los públicos de cine a las audiencias de
televisión el desplazamiento señala una profunda
transformación: la pluralidad social que, sometida a la
lógica de la desagregación, hace de la diferencia
una mera estrategia del rating: imposible de ser representada en
la política, la fragmentación de la
ciudadanía es tomada a cargo por el mercado encontrando su
correlato en el consumidor.

En los últimos años el tejido de
tradiciones e interacciones que daban consistencia a los partidos
políticos y a los sindicatos ha comenzado a disgregarse.
La descentralización y dispersión de los
ámbitos de trabajo, las exigencias dominantes de la
urbanización, la reducción de la
familia.

La diversificación e hibridación de las
profesiones y la disgregación del tejido de tradiciones
que daban consistencia a esas organizaciones son procesos que
concurren hacia una reducción de la interacción
social y de los lugares y las ocasiones de interacción,
haciendo que ellas (las organizaciones) pierdan sus lugares de
anclaje, de intercambio e interlocución con la
sociedad.

Desconectados del vivir social –por su incapacidad
de dar forma a la pluralidad y heterogeneidad de las demandas,
y/o por la pérdida del subsuelo que los conectaba con la
trama de la sociedad los partidos tenderán a convertirse
en "maquinaria política" incorporada al aparato de
gobierno, mientras los sindicatos des-concertados buscan a
tientas su reubicación en la nueva y móvil
geografía laboral que configuran la mutación
informacional y globalizada economíared, cita:

El ámbito determinante de ese cambio son las
nuevas condiciones de un capitalismo de acumulación
flexible hecho posibles por las nuevas tecnologías
productivas y las nuevas formas organizacionales conducentes a
una descentralización que es desintegración
vertical de la organización del trabajo
–multiplicación de las sedes,
subcontratación, multiplicación de los lugares de
ensamblajes y a una creciente concentración
económica. (Harvey, 1992: 55)

Según, Hindu Anderi- productora general y
conductora del programa "país alternativo" de
RNV.

Los conceptos aún están siendo definidos.
La comunicación comunitaria o los medios de
comunicación comunitarios, que cuentan actualmente con un
velo que los margina, producto de los prejuicios clasistas,
tienen su origen en los requerimientos de organización de
los grupos, de un colectivo o sector para detectar sus problemas
o debilidades y reconocer y reforzar sus fortalezas, en beneficio
de construir colectivamente las respuestas que les permitan
dignificar sus vidas.

La comunicación comunitaria puede ser
también alternativa y la alternativa ser comunitaria.
Ambas se complementan. Sin embargo, también existen
diferencias que le permiten a cada una situarse en un lugar
distinto, sin ser contrapuestas. En una escuela cohabita la
comunidad educativa, conformada por estudiantes, maestros y
padres o representantes.

Esa comunidad cuenta con métodos de
comunicación alternativos como por ejemplo, un
periódico; carteleras informativas; altoparlantes  y
otros. Una escuela, como ocurre en algunos casos, puede contar
también con su propio programa en una emisora, como bien
lo hacen algunas universidades.

La comunicación comunitaria, en sentido general
es el tipo de interrelación que se establecen entre los
integrantes de una comunidad, como individuos aislados, familias
o grupos, organización o institución laboral, con
el fin de la transformación de esta ya sea material o
espiritualmente. (Moreno y Recio, 2003: 33).

Paulo Freire gran exponente de la comunicación
popular plantea: La realidad actual que rodea al hombre no le
permite entenderla y transformarla porque la educación es
simplemente para adaptarlo, sin embargo la idea es que pueda
aplicar la segunda categoría.

El diálogo que se establece entre los dos sujetos
contribuye a aumentar el amor recíproco, mismo que no
puede ser semejante con la cobardía, por el contrario es
un acto de valentía, sin embargo no se trata de una
acción ingenua, sino que el amor impulsa entre los hombres
el diálogo.

Algunas personas que se sienten líderes y acuden
a las masas para establecer diálogos con ellos, sin
embargo no manifiestan los intereses del pueblo sino los suyos,
por lo tanto sólo los adaptan a nueva forma de vida sin
que se atienda a sus demandas históricas, sería
caer relativamente en el pensamiento ingenuo que se adapta a las
condiciones sin que se construya una distinta y apropiada que es
lo que demanda el pensamiento crítico; donde se construyan
espacios que ofrezcan las oportunidades de superación y
liberación a través de la actuación
cognitivo. Paulo Freire, cita:

Cada vez nos convencemos más de la necesidad de
que los verdaderos revolucionarios reconozcan en la
revolución un acto de amor, en tanto es un acto creador y
humanizador. Para nosotros, la revolución que no se hace
sin una teoría de la revolución y por lo tanto sin
conciencia, no tiene en ésta algo irreconciliable con el
amor. Por el contrario, la revolución que es hecha por los
hombres es hecha en nombre de su humanización. (Freire,
1970: 102)

Es importante establecer diálogo con el pueblo,
pero ello implica emplear un lenguaje similar al de las
costumbres del individuo para que exista esta interacción
es necesario integrarse a la vida del hombre, investigar su
lenguaje, su actividad y pensamiento; posteriormente, a
través de la educación problematizadora estos
elementos se conjugan para generar conocimiento.

Cuando se desea investigar el tema generador, debemos
acudir hasta el lugar donde se encuentran los individuos que
pretendemos liberar e investigar el pensamiento de ellos para no
descontextualizar su trabajo.

La investigación del tema generador implica dos
etapas distintas en las que se involucra el individuo: la primera
se refiere a acudir hasta el lugar de los hechos para conocer
cuál es la forma de pensar de los oprimidos y la segunda
es aplicar el pensamiento en el aprendizaje sistemático a
través de la interacción grupal entre los mismos
individuos, de tal manera que la persona vaya adquiriendo
conciencia de su realidad y la expresen realmente, sin embargo el
proceso no termina en este momento, Se trata de que el individuo
busque su conciencia máxima posible.

En cuanto a los modelos de comunicación, tomados
de Mario Kaplún que son tres:

  • 1. Énfasis en los contenidos.

  • 2. Énfasis en los efectos.

  • 3. Énfasis en el proceso.

En cuanto al objetivo del primero es: Que el educado
aprenda.

El indicador que utilizará el educador en este
modelo para evaluar su producto, será siempre: ¿el
alumno sabe (la lección, la asignatura)?, ¿ha
aprendido? El resultado es que generalmente no aprende, sino que
memoriza, repite y luego se olvida. No asimila, porque no hay
asimilación sin participación, sin
elaboración personal.

Lo cual este modelo no es compatible con esta
investigación.

En cuanto al segundo, el comunicador es una especie de
arquitecto de la conducta humana, un practicante de la
ingeniería del comportamiento, cuya función es
inducir y persuadir a la población a adoptar determinadas
formas de pensar, sentir y actuar, que le permita aumentar su
producción y su productividad y elevar sus niveles de
vida.

Pero este modelo plantea, cita:

Hay que inculcar las nuevas actitudes sin pasar por la
reflexión, por el análisis; sin pasar por la
conciencia, sin someterlas a una liberación. (Portal,
Recio, Saladriga, 2005: 5)

Por lo cual tampoco se ajusta con el fin del trabajo de
diploma. Sin embargo el tercer modelo, énfasis en los
procesos si se ajusta con lo que se desea en este trabajo, debido
a que:

Ya no se trata, pues de una educación para
informar y aun menos para conformar comportamientos, sino que
busca formar a las personas y llevarlas a transformar su
realidad. El máximo exponente de este modelo es Paolo
Freire.

¿Qué es énfasis en el
proceso?

Es ver la educación como proceso permanente, en
que el sujeto va descubriendo, elaborando, reinventando, haciendo
suyo el conocimiento, es un proceso de acción
reflexión, acción que él hace desde su
realidad, desde su experiencia, desde su práctica social,
junto con los demás.

Por lo cual se basa en la participación activa
del sujeto en el proceso educativo; y forma para la
participación en la sociedad, puesto que no es
educación individual, sino grupal, comunitaria nadie se
educa solo.

Conclusiones

La realización de proyectos comunitarios es una
de las vías para lograr el desarrollo de las comunidades,
es por eso que se propone la implementación de estos en un
número más elevado en las comunidades
cubanas.

Como fuente que genera cambios dentro de las
comunidades, partiendo de los intereses, necesidades y gustos de
sus integrantes y en los cuales sus principales agentes que
protagonizan las transformaciones sean los propios
individuos.

Lograr la unidad del barrio, ya que una condición
indispensable para obtener las transformaciones comunitarias es
la cohesión entre sus habitantes, realmente se necesita de
la ayuda y colaboración de los vecinos para poder cambiar
la realidad, pues estos cambios se producen desde adentro con la
implicación de todos sus integrantes y sin dudas para esto
el punto de partida es la unidad.

Concientizar a las comunidades de la importancia que
tienen la realización de tareas como la reinserción
social no solamente como forma de salvaguardar los bienes
espirituales, sino también por la tranquilidad y el
bienestar que garantiza el desarrollo del barrio.

Desde el punto de vista doctrinal ha quedado claro que
en la actualidad la reeducación forma parte de los fines
de la sanción penal moderna. Sin embargo, cuando hablamos
de resocialización por medio de la prisión es
difícil reconocer para muchos que esta se logre de manera
efectiva, por tanto considero oportuno acoger el criterio de que
el medio no resulta idóneo, pero tampoco se puede
prescindir de las prisiones, como tampoco negar radicalmente el
tratamiento reeducativo, pues ello implicaría no reconocer
ese fin que doctrinalmente sí tiene vigencia e innegable
importancia.

Esa es la razón por la cual a mi entender se debe
acoger la resocialización como fin alcanzable, pero no
exclusivamente por medio de la cárcel, sino aprovechando
las circunstancias que, a pesar de la reclusión, pueden
apoyar la transformación del recluido, es decir, procurar
que la estancia del sancionado en ese recinto sea empleada en
ayudar a aquel que no fue capaz de vivir adecuadamente en la
misma sociedad que no pudo evitar con acciones preventivas que
este delinquiese, a encontrar un sentido a su vida acorde a las
exigencias sociales de su tiempo. Igualmente la sociedad
extramuros debe ser preparada, instruida en la forma en que debe
acoger de vuelta a ese individuo que quizás
repudió, pero que regresa a la encrucijada de la que un
día partió por el camino del delito.

Debo enfatizar sobre mi criterio compartido de que en
las condiciones actuales de las prisiones el cumplimiento del
ideal resocializador se dificulta, por razones diversas como
pueden ser el hacinamiento, la escasa preparación del
personal que en ellas laboran, entre otras, pero sí
resulta posible trabajar con los sancionados para que la
distancia entre su celda y la sociedad disminuya, pues queda
claro que mientras más contacto exista con el mundo
circundante en el período de la reclusión,
más posibilidades existirán de que no se sienta
anacrónico o marginado.

Negar la posibilidad de resocializar no debe ser la
opción a escoger actualmente. Si hacemos esto, entonces
seríamos hipócritas al promulgar en nuestros
ordenamientos jurídicos ese fin de la sanción
penal, cuando en la práctica sencillamente lo desterramos.
De igual manera estaremos irreconociendo los casos de recluidos
que ciertamente en la prisión le han encontrado verdadero
sentido a su vida.

Nuestro país posee experiencias muy positivas en
este sentido, contamos con un sistema penitenciario humanista,
apegado a los más diversos cuerpos legales internacionales
que regulan el tratamiento a los reclusos, aunque por supuesto,
puede resultar perfectible. Queda bastante campo por investigar
en este tópico, pero tengo la profunda convicción
de que, aunque no sea posible una completa resocialización
carcelaria, podemos sentirnos orgullosos de permanecer en la fila
de avanzada.

Bibliografía

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