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El día que calle se acaba la revolución (página 2)



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Desde los días de la cárcel de Yare I
entra en contacto con Luis Miquelena por medio de un amigo de
ambos Pablo Medina, de este primer encuentro Miquelena
dirá: "fue una grata reunión, bastante cordial,
amena. Allí hubo empatía. Logramos establecer una
amistad". Las reuniones se siguieron llevando con normalidad y al
salir de la cárcel Chávez pasó a vivir a la
casa de Miquelena. Éste va a constituirse en asesor y
mentor de Hugo Chávez. Miquelena le va a convencer que el
camino para llegar al poder es las elecciones democráticas
y no un golpe de Estado. De Miquelena va a tomar la idea bandera
de su campaña electoral la convocatoria de una asamblea
constituyente para salir a la crisis en que habían
caído los partidos, desgastados por el clientelismo y la
corrupción. Miquelena fue el hombre que puso en contacto a
Chávez con los cubanos. Y en su primer viaje Fidel Castro
lo esperaba en la escalerilla del avión. Comenzó el
hechizo de Castro sobre Hugo Chávez.

Abril de 1998 Chávez es apoyado en su carrera
presidencial por los movimientos: Movimiento Quinta
República (MVR) y Patria Para Todos (PPT), comienza a
subir bruscamente en la encuestas. Su tono conflictivo causa
serias tensione en el desarrollo de la campaña. El
Movimiento al Socialismo (MAS) anuncia respaldo a la candidatura
de Chávez el 11 de junio de 1998, Teodoro Petkoff ex
guerrillero y fundador del "MAS" se opone y debe renunciar al
partido.

Los partidos tradicionales Acción
Democrática y Copey apoyan la candidatura de Henrique
Salas Rämer. Alfaro Ucero, secretario de AD insiste en
seguir en la contienda, por lo que el partido le expulsa de sus
filas. Otro tanto sucede con la candidatura de Irene Sáez,
a quien Copey la retira el apoyo y ella decide seguir hasta el
final con su candidatura.

La contienda electoral llevada a cabo el 6 de diciembre
de 1998 a la presidencia de la República, Chávez
gana con un 56% de la votación respaldada por MVR, MAS,
PPT, y el MEC, contra un 39 % del contendor Henríquez
Salas Rämer.

Con la victoria, Chávez anuncia la denominada
revolución bolivariana que barrerá con el viejo
régimen y se instalará una nueva república,
basada en los ideales bolivarianos. En el mismo acto de la
celebración del triunfo recuerda la promesa durante la
campaña de convocar a una constituyente en la que lleguen
a tener voz y voto los excluidos en la historia. El su discurso
"poco conciliador" promete freír las cabezas de los
miembros de los partidos de Acción Democrática y
Copey que alternaron en el mando los últimos cuarenta
años, la redención del pueblo, limpiar las calles
de los niños indigentes, así anuncia: "que
dejará de llamarse Chávez si al año de estar
en la presidencia hay un niño en la Calle". En un
"Aló Presidente" el año 2005 el Presidente reconoce
el fracaso al constatar que en la Calle siguen los niños
indigentes; y como el pueblo observa: no sólo no han
disminuido, sino que han aumentado, hasta en los cruces de
avenidas, ante los semáforos y los carros haciendo maromas
mendigando una limosna.

Las causas del triunfo de Chávez, en las
elecciones de diciembre de 1998, se deben, en primer lugar, al
papel de verdugo vengador social, contra la corrupción, la
partidemocracia, la indiferencia ante los problemas sociales que
se iban acumulando día a día, ejercido por el
pueblo en el voto; en segundo lugar a la apatía de la
clase alta y media al acudir a votar y en tercer lugar a los
candidatos presentados por los partidos tradicionales, dignos de
la farándula, más que la aspiración a la
primera magistratura, como fueron Irene Sáez (reina
internacional de belleza) y Alfaro Usero, secretario General de
Acción Democrática).

Hugo Chávez toma posesión de la
presidencia de la República el 2 de febrero de 1999,
haciendo el juramento ante el Congreso y el Presidente saliente
Rafael Caldera. El presidente Caldera desiste de imponerle la
banda presidencial, siendo impuesta por el Presidente del
Congreso, Luis Alfonso Dávila. Chávez en el momento
de la juramentación cambia testo diciendo: "Sobre esta
Constitución moribunda impulsaré las
transformaciones democráticas necesarias lo
juro".

La Asamblea Constituyente

El 9 de febrero Jorge Olavarría renuncia a la
Comisión Presidencial de la Constituyente y denuncia que
el decreto de Referéndum "es una mamarrachada".

Hugo Chávez anuncia, el 9 de marzo de 1999, las
bases del Referéndum Constituyente: "cualquier ciudadano,
que reúna el número requerido de firmas,
podrá presentarse a candidato a la Constituyente, siendo
nombrado nominalmente".

El 8 de abril, Chávez devuelve el proyecto de la
Ley Habilitante, concedida por el Congreso sobre la
expropiación de tierras y condonación de impuestos
a los pobres, lo que le da gran popularidad entre los sectores
más deprimidos de la sociedad. Ordenando a los Ministros
no asistir a las interpelaciones, requeridas por el Congreso. La
Corte Suprema de Justicia (CSJ) el día 12 pide al
Presidente que cese en la "actitud irrespetuosa e
irreverente".

El 25 de abril de 1999 se celebra el Referéndum
Consultivo Nacional para aprobar la convocatoria a la Asamblea
Constituyente con una respuesta afirmativa o negativa a la
pregunta: "¿Convoca usted una Asamblea Nacional
Constituyente con el propósito de transformar el Estado y
crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el
funcionamiento efectivo de una democracia social y
participativa?" La participación fue de 37,65 % del
electorado, y gana el SÍ con el 87,75 %.

Chávez in-contenido, se emplea a tiempo completo
en favor de los candidatos simpatizantes. El Consejo Supremo
Electoral (CSE) pide a Chávez, el 25 de junio, que deje de
hacer campaña a favor de los candidatos de su preferencia.
La respuesta no se hace esperar al retar al Consejo Supremo
Electoral, provocándole para que le sancione.

El 14 de julio el CSE ordena la suspensión del
programa de televisión "Alo Presidente" y el hacer uso de
los recursos nacionales a favor de un determinado grupo
político.

Jorge Olavarría, el 5 de julio en el discurso en
el Congreso Nacional, con motivo del día de la
Independencia, pide a los venezolanos "no dejarse alucinar por un
demagogo dotado de talento para despertar odios", llamado Hugo
Chávez.

El 25 de Julio los candidatos chavistas logran una
aplastante mayoría para la Constituyente, 119 de los 128
asambleístas fueron electos.

El 2 de agosto instalada la Asamblea Constituyente se
nombra presidente a Luís Miquelena y vicepresidentes a
Aristóbulo Istúriz y a Isaías
Rodríguez.

El 16 la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia,
(Cecilia Sosa) notifica que la Asamblea Constituyente "no puede
gobernar sobre los poderes constituidos". Diez días
después la mayoría de los Magistrados de la Corte
Suprema de Justicia vota a favor de la supremacía de La
Asamblea Constituyente sobre los poderes constituidos; otorgando
a ésta poderes supra-constitucionales. La doctora Cecilia
Sosa renuncia a su cargo de presidente del tribunal y declara:
"la Corte Suprema se suicidó para no ser
asesinada".

El 25 la Asamblea Constituyente, con los poderes
depositados por el pueblo, interviene el Poder Judicial y el
parlamento de sus funciones legislativas, quedando éstas
en manos de una Comisión Delegada (El Congresillo) creado
el 30 de agosto.

El 26 cuando los diputados del Congreso intentan entrar
al Hemiciclo saltando por las rejas, al encontrar cerradas las
puerta y rodeadas por los grupos violentos apostados a las
afueras del Capitolio.

El 8 de septiembre la Asamblea Constituyente interviene
el Consejo de la Judicatura y crea la Comisión de
Emergencia Judicial, la cual revisa 3 mil denuncias de
corrupción.

La Constituyente adopta el sistema de democracia
representativa incorporando a los tres poderes tradicionales,
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, más dos poderes el
Electoral y el Poder Moral Ciudadano compuesto por La
Fiscalía General de la República, la
Defensoría del Pueblo y la Contraloría

Crea el Parlamento Unicameral. Se autoriza el voto a los
Militares. El periodo presidencial durara 6 años en vez de
los cuatro, con opción a reelección inmediata; los
diputados serán electos por un periodo de 5 años,
con posibilidad de ser reelectos un segundo periodo; los
gobernadores ejercerá un periodo de 4 años,
pudiendo ser reelegidos un periodo consecutivo; se crea la figura
de Vicepresidente, éste será nombrado por el
Presidente.

La democracia deja de ser representativa y se declara
participativa y protagónica; en lo sucesivo la
República de Venezuela se denominará
"República Bolivariana de Venezuela". Los militares
podrán sufragar en las próximas elecciones. La
sociedad civil queda relegada al poder militar, al ser suprimida
la misión de la Asamblea en la revisión de los
ascenso militares.

Se incorpora en el texto constitucional las figuras de
Referendo Revocatorio para todos los cargos de elección
popular a la mitad del periodo y Referendo Consultivo para
asuntos de importancia.

La oposición, ante la apreciación de que
la nueva Constitución atenta contra las conquistas de la
descentralización y que se volvía al Centralismo,
hace campaña por el "No" en el referéndum
aprobatorio de la Constitución. La Campaña de
Chávez es agresiva y como él mismo dice "sabrosa".
El País lo presenta Chávez en sus agresivas
peroratas por televisión "dividido entre patriotas y
realistas", "liberales y godos" recordando las campañas de
los caudillos del siglo XIX que dividían al pueblo entre
liberales y godos.

El Referéndum Aprobatorio de la
Constitución se realiza el 15 de diciembre. El "SI" gana
con el 71% de los votos, siendo la abstención de un
54%.

El 28, el 28, el 28

El 30 de febrero de 2000 se fija la fecha para las
elecciones generales el 28 de mayo de 2000. El 19 de mayo el
presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar
Rodríguez reconoce el retraso de las elecciones, sin
embargo el directivo Eduardo Santei asegura que las elecciones se
celebran el próximo 28 de mayo al repetir reiteradamente:
"El 28, el 28, el 28".

Elías Santana, "por queremos elegir" y Liliana
Ortega, por Cofavic, exigen aplazamiento por fallas
técnicas y falta de información. El 25 de mayo el
magistrado Iván Rincón, presidente de la Sala
Constitucional emplaza la consulta electoral, llegándose a
fijar para el 30 de julio en las cuales Hugo Chávez es
reelecto presidente con un 59,76 % de los votos contra un 37,52 %
de Francisco Arias, antiguo compañero del Movimiento
Bolivariano Revolucionario 200, por tal competencia pasado a las
líneas de la oposición y otros 2.75%, siendo la
abstención de un 43,89%. El Movimiento Quinta
República (MVR) obtiene nueve gobernaciones y la
mayoría de los diputados a la Asamblea
Nacional.

El control de los poderes no se hace esperar. La
Asamblea Nacional, con mayoría chavista, nombra a
Isaías Rodríguez actual Vicepresidente de la
República, Fiscal General de la República. El poder
fiscalizador de los personeros de gobierno quedaba en manos de un
incondicional del presidente, no habrá posibilidad de
repetir un juicio contra un presidente por malversación o
uso indebido de los recursos del Estado. El los gobiernos
anteriores se nombraba al Fiscal General de la República a
un miembro del partido de posición que había sacado
más votos en las contiendas electorales.

El 3 de febrero de 2001, José Vicente Rangel Vale
es nombrado Ministro de la Defensa. Es el primer civil en ocupar
el cargo de ministro de las Fuerza Armadas en las historia de
Venezuela. José Vicente Rangel va a poder realizar, un
sueño anunciado desde hacía años en sus
programas dominicales por el canal de televisión
"Televen", eliminar los tabúes de las fuerzas armadas y de
la iglesia. Tendrá la posibilidad de cobrarse el que su
hijo, Pepe Vicente Rangel Ávalos fuese expulsado de las
filas del ejército, por incapaz. El mismo Chávez
confiesa al premio Nobel de Literatura, García
Márquez, que a él le encomendaron la vigilancia del
hijo del que después sería su Ministro y Canciller,
por sospechas de comunista.

Chávez planteó públicamente la
necesidad de refundar el Movimiento Revolucionario Bolivariano
(MBR-200) el 7 de mayo del 2001, y junto a esa iniciativa,
lanzó otra: la de los "círculos bolivarianos". La
creación de los Círculos Bolivarianos tiene un
marcado netamente político "promover el estudio de la
Constitución y llevar a término el cumplimiento de
la misma". Quedan adscritos a la Secretaría de la
Presidencia, bajo las órdenes del Presidente.

El 2 de octubre, Estados Unidos llama a la Embajadora en
Caracas Donna Hrinak, para informarse de las agrietadas
relaciones por el discurso de Chávez sobre la
intervención de EU en Afganistán.

Carlos Ortega gana las elecciones sindicales, siendo
proclamado Presidente de la Confederación de Trabajadores
de Venezuela (CTV) el diez y siete de octubre de dos mil
uno.

El Gobierno no reconoció el triunfo de Carlos
Ortega. Los candidatos del Gobierno para presidentes de la CTV
eran Nicolás Maduro, remplazado por Aristóbulo
Istúriz. El oficialismo desconoce el triunfo de Carlos
Ortega, y el contendor Aristóbulo Istúriz
intentó una acción de amparo ante el Tribunal
Supremo de Justicia que no prosperó. El Gobierno, a pesar
de la sentencia del Tribunal Supremo a favor de Carlos Ortega,
jamás le reconoció como el representante de de la
Central de los Trabajadores de Venezuela (CTV) y promovió
la creación de otra organización sindical vertical.
Es la primera derrota que tiene el chavismo en elecciones
sindicales. Este revés de un poder obrero organizado, con
el que no contaba encontrarse el Presidente, va a retrasar los
planes revolucionarios y a esta oposición obrera se va a
incorporar la mayoría del pueblo llegando a formar un
frente entre los dos poderes, tradicionalmente
antagónicos, la CTV, y la Patronal Empresarial
(FEDECAMRAS), con poder de convocatoria.

El 29 de octubre de 2001 el Presidente deplora el
bombardeo de Estados Unidos a Afganistán. La embajadora
Donna Hrinak, encargada por el gobierno de pedir una
rectificación pública al presidente Hugo
Chávez, antes de leer la cuarta parte del documento, fue
interrumpida por el Fiscal General, Isaías
Rodríguez quien la dijo: "Usted está hablando al
Jefe de Estado de esta nación; usted está fuera de
lugar por favor salga de esta
oficina"[4].

El 7 de noviembre de 2001, el Gobierno promulga a
través de la Ley Habilitante, 49 leyes, entre ellas la Ley
de Tierras, la Pesca y la de Hidrocarburos, afectando el derecho
de la propiedad privada y la descentralización. El
Presidente, encadena los canales de televisión y radio, el
día 14 de noviembre, para anunciar la aprobación de
las 49 leyes contenidas en la "Ley Habilitante". Confiado que los
partidos políticos habían desaparecido, sobre
estimo su poder, sin tomar en cuenta la derrota sufrida en las
elecciones sindicales, la CTV que quedaba en manos de la
oposición.

La Confederación de Trabajadores (CTV) bajo la
presidencia de Carlos Ortega y Fedecamaras, presidida por Pedro
Carmona Estangas, y los medios de Comunicación adversos al
proyecto socialista contentivo en las 49 leyes de la Habilitante
y las constantes provocaciones del Presidente, se ponen al frente
y deciden convocar un paro de 24 horas para el 10 de diciembre de
2001. El país se paraliza por un día, en protesta
por la aprobación de Ley Habilitante. Previo a decretarse
el Paro Nacional se llevó una reunión entre
personeros del gobierno y la oposición, según
informó un chavista, con reserva, por razones obvias;
entre los reunidos estaban Miquelena -para el momento Ministro de
Interior y Justicia-, el diputado Ernesto Alvarenga, Pedro
Carmona por Fedecámaras y Carlos Ortega por la CTV. La
reunión se prolongó de las 2 PM. a las 10 PM, se
expusieron argumentos en pro y contra, las parte llegaron a un
acuerdo que se haría público, eliminar el paro
anunciado; por supuesto el pacto acordado llevaba el visto bueno
del Presidente. El anuncio del paro estaba previsto llevarse a
efecto a las 10 de la mañana del día siguiente
desde la sede del Banco, donde se llevó a cabo el acuerdo.
Media hora antes Miquelena recibía la contra orden del
Presidente de la República por la que quedaba sin efecto
el pacto acordado. Consecuencias de esta postura de
inconsistencia de Chávez, que desconocía la
recomendación de Miquelena de que no debía
satanizar a las personas; pero como confesará más
tarde Miquelena el Presidente al estar ante un micrófono y
una 5 mil personas delante volvía a lanzar una sarta
improperios contra aquellos que no secundasen sus iniciativas.
Miquelena, que abandona el Gobierno a consecuencia de los sucesos
del 12 de abril de 2002, dirá que al convencerse de haber
perdido su influencia para impedir los discursos incendiarios
contra los sindicatos, la Iglesia, empresarios, militares,
creándose cada día más enemigos el Gobierno,
decidió retirarse.

Carmona se convierte en un nuevo líder
presidenciable por el éxito de la respuesta a la
convocatoria desplazando poco apoco a Carlos Ortega. El pacto
entre ambos, llevado a cabo en la quinta la Esmeralda en marzo
del 2002, con la anuencia de la Iglesia, representada por el
padre Luis Ugalde, rector de la Universidad Católica
Andrés Bello, quien alzó las manos de los
representantes de los organismos tradicionalmente antagonismos.
El acto fue etiquetado por el Ministro de Ejército,
José Vicente Rangel de "subversivo".

El grupo chavista, (Círculos Bolivarianos)
encabezado por Lina Ron se apuestan a las puertas del diario "El
Nacional", a altas horas de la noche, lanza insultos a los
periodistas. Así mismo sucede con otros medios de
comunicación.

El 17 de enero de 2002, el oficialismo acusa de un
intento de golpe, encabezado por Carlos Andrés
Pérez, desde República Dominicana, develado al
escuchar una conversación telefónica, entre Carlos
Ortega y Carlos Andrés, escuchada por miembros del
Movimiento de Quinta Republica (MVR).

Las fuerzas de la oposición, en la
conmemoración del 23 de enero, de la caída de
Pérez Jiménez, organizan una gran
concentración de unas 200.000 personas que llegaron hasta
la Plaza O´Leary, desfilando en protesta contra el
gobierno. Esta marcha marcaría el inicio de lo que
sucedería los meses turbulentos hasta la llegada del 11-A.
con el desenlace del golpe de Pedro Carmona Estanga y el
contragolpe de Raúl Isaías Baduel el 13.

El chavismo celebra los diez años del fallido
Golpe de Estado del 1992 con una marcha el 4 de febrero de 2002.
La oposición, por el contrario, lo conmemora con una
vigilia y vestidos de luto en la calle durante toda la
noche.

La calle se calienta y ambas fuerzas celebran los
acontecimientos del aniversario del Caracazo del 27 de febrero de
1989. La Agencia de noticias del Estado (Venpres) califica a
varios periodistas de narco-periodistas. El general Lameda,
presidente de PDVSA es removido del cargo y es juramentado el 13
de febrero nuevo presidente de Petróleos de Venezuela a
Gastón Parra Luzardo, quien organiza la nueva directiva,
sustituyendo la "meritocracia", por adictos al proceso
revolucionario. El 26 de febrero se agudiza el conflicto entre
los empleados petroleros quienes protestan la politización
de la empresa y rechazan a la nueva directiva.

El 22 de marzo la nueva directiva de PDVSA obligó
a jubilarse al gerente de Asuntos Públicos y al consultor
jurídico de la empresa y al día siguiente separaron
de su cargo al gerente del Centro de Refinación de
Paraguaná. Tres días después 63 de los
más altos directivos de Petróleos de Venezuela
publican un remitido "Salvemos Pdvsa". La protesta era por la
designación de nuevos directivos sin tener experiencia y
meritos para ocupar los cargos, aunque llevaban años
trabajando en la empresa. Los nuevos nombramientos
obedecían a la identificación con el "proceso
revolucionario". Las consignas de la protesta eran "Meritos
sí, política no". Los directivos ente ellos Eddid
Ramírez conversan con el presidente Gastón Parra y
nuevos directivos recomendándoles revirtieran estas
decisiones, pero el 3 de abril fueron ratificadas por la
directiva. Al día siguiente fueron notificados cuatro
altos gerentes que a partir del 6 estaban separados de sus
cargos. En respuesta, el día 4  de abril se
inició la paralización gradual de varias
actividades de Petróleos de Venezuela, principalmente
administrativas, de refinación y de distribución de
combustible llegándose al paro del 9 y 10 de abril al que
se unieron la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y
Fedecamaras.

La intención del Presidente de liquidad el
apoliticismo y la "meritocracia" de Petróleos de
Venezuela, lo manifiesta con la escena, nunca antes vista en la
historia de Venezuela, de Aló Presidente del
domingo 7 de abril, cuando con un pito (Silbato) despide a siete
de los gerentes de la empresa petrolera, que eran voceros de la
protesta, citándoles por nombre y apellido: Juan
Fernández, Eddy Ramírez, Gonzalo Feijoo, Horacio
Medina, Alfredo Gómez y Carmen Elisa Hernández. El
presidente, sonando un pito, imitando al árbitro de un
partido de fútbol, grita "PA´¨FUERA". El nuevo
presidente de Petróleos de Venezuela será
Gastón Parra Luzardo.

Dos años más tarde, el 15 de enero del
2004, en el mensaje anual a la Asamblea Nacional, el mismo
Presidente afirma: "que él mismo provocó la crisis
de Petróleos de Venezuela cuando empezó a despedir
a los directivos en el "Aló, presidente" del 7 abril de
2002". Ellos y los 19.000 empleados "picaron el anzuelo, se
fueron a la huelga y ellos mismos se despidieron". La estrategia
le iba a permitir eliminar a la gente preparada de la empresa
petrolera y dejar libre para colocar a sus hombres
incondicionales, aunque no tuviesen la preparación. "Yo
puedo decirles -añade el Presidente- que ahora, sí
tengo capacidad de mando en Pdvsa, pero antes no tenía
absolutamente nada ¿y saben cómo me sentía?
como un verdadero miserable".

Dominar la principal empresa nacional era clave para la
revolución. Ya no parará hasta llegar a disponer de
los cuantiosos recursos del petróleo, con lo que doblegara
a los hombres a sus órdenes. No cabe duda de que el
Teniente Coronel, en forma irresponsable, provocó la
crisis  y que  a pesar de las  señales de
que la situación se le podía complicar, no hizo
nada para detenerla. Será desde este momento cuando se
declara enemigo de la "meritocracia", sustituyendo los hombres
preparados por los que mostrasen lealtad. Estas declaraciones han
servido de argumento para que algunos sostengan la tesis del
autogolpe con la finalidad de desmantelar la meritocracia "careta
del capitalismo", desenmascarar a los militares que pudiesen
estar comprometidos con sacarle del poder a como diese lugar, y
disponer de los recueros para afianzar su proyecto
revolucionario. El mismo Presidente, en una entrevista concedida
a Marta Harnecker, reconoce que se extralimitó y
contribuyó a que sectores que estaban al margen de la
cuestión se sumarán a las manifestaciones
siguientes.

El proyecto de dominación de la industria
petrolera llevará al Presidente a enfrentar uno de los
momentos difíciles: el paro petrolero de 63 días de
diciembre de 2002 y enero de 2003. A pesar de las noticias, por
parte del oficialismo, en los primeros días de la huelga,
de que todo estaba normal, con algunas empresas en huelga, la
realidad es que el país quedo paralizado, al no poder
cumplir con sus compromisos de exportación de
petróleo y las necesidades internas de Venezuela. El
Presidente, sin dar el brazo a torcer, con ayuda de los
países petroleros, la incorporación de jubilados,
técnicos extranjeros y los criollos, pescadores a
río revuelo, pudo salir de un caos en que quedó el
país. Un año después, el 15 de enero de
2004, en la Asamblea Nacional, el Presidente dirá que "el
2003 nos dejó nada más ni nada menos que la
recuperación de Petróleos de Venezuela y de sus
operaciones, y el manejo de sus finanzas con la frase repetida:
ahora sí tengo capacidad de mando en Pdvsa, pero antes
no tenía nada…
Ésta satisfacción
de poder manejar los ingresos petroleros a su manera de ver y
entender le ha permitido repetir en sus largas horas por
televisión: "que las crisis muchas veces son necesarias.
Incluso a veces, hay que generarlas… sí, la generamos,
porque cundo yo agarre el pito en aquel Aló,
presidente
y empecé a botar gente, yo estaba
provocando la crisis".

El 11 de Abril de 2002

Al paro petrolero del 9 y 10 de abril se incorporan la
Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), en solidaridad y
apoyo a los gerentes y obreros despedidos de Petróleo de
Venezuela. FEDECAMAS, cumpliéndose el pacto
obrero-patronal del 5 marzo suscrito entre las dos instituciones
bajo el amparo de la Iglesia con el respaldo de los sectores
políticos-sociales de la oposición, según el
documento firmado "Bases para un pacto de gobernabilidad", se une
al paro. La respuesta de la sociedad civil de incorporarse a la
manifestación obrero-patronal rebasó las
expectativas de los organizadores, por lo que en horas la noche
del día nueve, éstos anuncian la
promulgación del paro por otras 24 horas; Los gerentes de
producción y empresarios industriales se adhieren al paro.
Los chavistas intenta sabotear la concentración de Chuao;
el General Landis pretende disolver la concentración,
frente a la torre de Petróleo de Venezuela, por la fuerza,
con el silencio aprobatorio del fiscal general, Isaías
Rodríguez, y del inspector de las Fuerzas Armadas, Lucas
Rincón; acto que fue reprobado e impedido por los
generales Rosendo y Damiani Bustillos. Los huelguistas, al no
tener una respuesta de enmienda por parte del Gobierno, se
declaran en huelga indefinida.

La respuesta masiva de estas manifestaciones
llegó el 11 de Abril 2002 a materializarse en la
gran marcha. Se calculó que desfilaron un millón de
personas en apoyo a los trabajadores petroleros. Desde la
estación del metro de Parque del Este a Pdvsa-Chuao. Ante
la concurrencia tan nutrida, se decidió modificar el plan;
Carmona Estanga propone continuar la marcha hasta la avenida
Bolívar, y Carlos Ortega añade ir hasta el Palacio
de Miraflores a pedir la renuncia del Presidente. Hasta el
presente nadie habla de golpe, sino que a la multitudinaria
marcha se le llega a designar de rebelión
popular.

A partir del mediodía empezaron a llegar los
manifestantes por las avenidas Baralt y Urdaneta a las
inmediaciones del Palacio de Miraflores. El Presidente encadena
las estaciones de televisión y radio con la doble
finalidad de que el pueblo no se entere de lo que está
pasando y tranquilizar a los grupos minoritarios que se
habían congregado en torno al Palacio Presidencial para
defender al Gobierno. Los voceros del chavismo, como José
Vicente Rangel, Freddy Bernal y Juan Barreto llaman a la gente de
los barrios que bajaren con palos, cuchillo, lo que tuviesen para
enfrentar a la marcha que se acercaba al Palacio. Los contactos
con Ortega y Pedro Estanga no resultaron efecto al afirmar estos
que no estaba dentro de sus posibilidades detener la marcha y que
ya era tarde.

Al caer los primeros muertos, los dueños de las
televisoras privadas partieron las pantallas de la
televisión en dos, permitiendo al público ver al
Presidente exponiendo su programa a la Asamblea Nacional y la vez
ver las imágenes de la marcha y el enfrentamiento entre
los marchantes y hombres del oficialismo disparando desde el
Puente Llaguno, y a la Guardia Nacional disparando a la multitud.
Entre los hombres disparando aparecen Richard Peñalver,
Nicolás Rivera, Rafael Cabrices y Henry Atensio. El parte
parcial de fallecidos, dado mientras el Presidente estaba
hablando en cadena nacional, es 19 muertos y un centenar de
heridos. Los disparos salieron de diversos puntos, pero, en su
mayoría, fueron disparados desde el Puente Llaguno y
azoteas de los edificios próximos al Palacio presidencial.
La fotografía corrió el mundo. Posteriormente, las
investigaciones policiales y periodísticas, se descubre
que la Guardia Nacional, la Policía Metropolitana, y
civiles de ambos bandos dispararon contra el que consideraban
enemigo

Los cuatro "pistoleros del Puente Llaguno" fueron
declarados héroes nacionales por el Gobierno y liberados
de la cárcel, y por el contrario se encarcelo a 8 miembros
de la Policía Metropolitana por delito de homicidio
calificado de tres de los caídos…. Y los Comisarios
Iván Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas
están presos desde 2004 por complicidad.

Sobre la actuación de los llamados "Pistoleros
del Puente Llaguno, cuyas imágenes recorrieron el mundo y
el periodista Alfonso fue galardonado con el premio "Los Rey de
España", por la mejor fotografía del
año.

Dos películas se grabaron sobre los
acontecimientos del 11 de Abril de 2002: un Largo-Metraje del
oficialismo, pagado por el Gobierno, titulado Historia que no
se escribe
del cineasta irlandés, en la que se narra
la versión del gobierno.

La segunda, Secuestro Express, del director
venezolano Jonathan Jakubowicz. La cinta narra la historia de un
una pareja secuestrada, en la ciudad de Caracas por tres hombres
armados. La trama principal muestra, de una manera brutal, la
cotidianidad de la vida en Venezuela, a través de la
angustia y desesperación de la pareja protagonista,
mientras espera que los padres paguen el recate solicitado por
los secuestradores. La cinta está adornada con escenas
secundarias de la vida, que en estos momentos está
viviendo el venezolano. La imagen de hombres, armados con
pistolas, disparando desde Puente Llaguno contra la marcha que se
iba acercando al Palacio de Miraflores, el 11 de Abril de 2002,
ha sido el motivo por el que el Vicepresidente venezolano,
José Vicente Rangel llegase a catalogar la cinta Secuestro
Expres de "basura".

La propuesta de nombrar una Comisión de la Verdad
ante la Asamblea Nacional, en la que expertos extranjeros
colaborasen con ciudadanos venezolanos competentes y honorables
para esclarecer la autoría de los que dispararon y dieron
muerte a 19 personas, no se llevó a cabo. Queda una laguna
en el esclarecimiento de los hechos y la duda metódica
sobre el poco interés por parte del Estado de que se sepa
la verdad al ser mayoría el oficialismo en la Asamblea
Nacional y no nombrarse una comisión de la
verdad.

A los seis (6) años de los sucesos de 11 de abril
de 2002 el resultado es el siguiente: 19 muertos, un centenar de
heridos; los muertos pertenecientes a ambos bandos; presos por
sentencia judicial ninguno; una sentencia absolutoria del juez
Alejando Baptista a Richard Peñalver, Rafael Cabrices,
Henry Atencio y Nicolás Rivera, quienes dispararon desde
Puente Llaguno en defensa de la revolución chavista; la
sentencia fue cuestionada por los fiscales Danilo Anderson
(4º Nacional), Sonia Buznego (62º de Caracas) y Turcy
Simancas (64º de Caracas) al considerar que el fallo dictado
por el juez es "ilógico" e "incongruente". "Esa
decisión no se ajusta a derecho", por lo que anunciaron
que apelarían la sentencia; posteriormente el Gobierno
condecoró a los cuatro "pistoleros" como a héroes
nacionales. Los ocho (8) policías y los tres Comisarios
llevan seis (6) y cuatro (4) años privados de libertad,
respectivamente, con el juicio más largo de la historia
sin que se haya podido determinar la responsabilidad penal por la
muerte de tres (3) y unos 27 heridos; contra la
legislación penal de que nadie puede estar privado de
libertad más de un año, sin que medie sentencia
condenatoria; ¿quién disparó sobre los otros
16 muertos y 80 heridos? En el lugar de los hechos actuaron otros
cuerpos de seguridad del Estado, como la Guardia Nacional, y unos
77 civiles armados a lo largo de la avenida Baralt, según
los registros fotográficos y audiovisuales promovidos por
la defensa. Otra lectura de la complejidad de lo ocurrido el
11-A, indica que muchos otros pudieron haber causado estas 3
muertes y 27 lesiones.

Para tratar de evitar la distorsión
histórica de los hechos de los días del 11 a 14 de
abril de 2003, conviene que nos remontemos a las causas que
dieron origen a la división de la sociedad y las Fuerzas
Armadas, y evitar que el pueblo llegue a discernir si fue un
golpe de Estado o un vacío de poder.

Movimientos Militares

Los militares de carrera, desde principios del gobierno,
fueron siendo relegados a segundo planos, unos enviados a
delegaciones diplomáticas, otros a misiones, como plan
Bolívar 2000 (a coordinar mercados libres, vendiendo
alimentos), y a ejecutar otras órdenes de menos
responsabilidad. Paralelamente la presencia de cubanos en los
cuarteles, la existencia de campamentos guerrilleros en las zonas
fronterizas con Colombia, denunciados y no tomadas medidas
oportunas, sembró el malestar dentro de las fuerzas
armadas. Este malestar se va a manifestar en los diversos
pronunciamientos de descontento de altos militares contra el
Gobierno. Ante el silencio, de las autoridades competentes a las
denuncias hechas a través de los conductos normales, llega
hacerse públicos a través de los medios de
comunicación. El coronel (AV) Pedro Soto, el
contra-almirante Carlos Molina Tamayo, el general Néstor
González González, los día previos al 11 de
abril, piden la renuncia del Presidente. Informes de la CIA del
11 de abril confirman que grupos militares opuestos al gobierno
estaban preparando un golpe de Estado, con el apoyo de
movimientos de civiles, empresarios y de la iglesia. Este
movimiento, después unificado en la plaza de Altamira
está al margen de las manifestaciones de la
marcha.

Antecedentes a las protestas militares

La presencia de guerrilleros en territorio venezolano es
denunciada por generales y el Gobierno se hace de la vista
gorda.

El General Néstor González
González, en la interpelación de la Asamblea
Nacional, el 14 de mayo de 2002, hace una exposición de su
presencia al frente del Comando de Operaciones Nº 2 y
presenta a la Asamblea documentos probatorios de su
exposición. Los cuales, desde julio del año 2000,
fueron hechos del conocimiento de los superiores como él
mismo dice: "a través de los canales regulares, y legales
y finalmente en forma pública, y siempre amparado en la
Ley, que he venido haciendo del conocimiento general los hechos,
que me preocupan, con la única finalidad de mantener la
institucionalidad de La Fuerza Armada Nacional y muy
especialmente la institucionalidad de nuestro Ejército
Venezolano, forjador de libertades".

Hechos que han contribuido a la politización de
las Fuerzas Armadas, anunciados por el general González,
en La Asamblea Nacional:

1º "Envío de una recomendación por
parte de la Dirección de Personal, asunto tratado,
envolvimiento de La Fuerza Armada Nacional en el juego
político, el discurso político dentro de La Fuerza
Armada y dentro de la Organización, referencia sobre
discusión personal y pública al respecto con el
General en Jefe Lucas Rincón Romero, julio del año
2000.

Teatro de Operaciones No. 2. Informe final de la
Operación Taurus, enero 2001, accidente aéreo,
operación de rescate; presencia de campamentos
guerrilleros en territorio venezolano, exposición al
Ministro de la Defensa, febrero 2001; presencia de la guerrilla
en territorio venezolano, solicitud de políticas de Estado
para el manejo de estas situaciones por parte del Teatro de
Operaciones No. 2; informe final de la operación Sierra
Mayo 2001, resultado de operaciones militares en el
área."

Comunicaciones al Comando Unificado de fecha 13
de febrero del 2001 y 29 de junio del 2001, donde se establece la
situación de seguridad y defensa en la frontera occidental
del territorio venezolano y la presencia e influencia de la
guerrilla y grupos irregulares en territorio
venezolano.

4º Informe final de la Operación Voluntad,
junio del 2001, detección y destrucción de
campamentos de la FARC en territorio venezolano.

5º Discurso de entrega del comando del Teatro de
Operaciones No. 2, el día 7 de agosto del 2001, discurso
público en el cual notifiqué la situación de
la frontera occidental en el área jurisdiccional del
Teatro de Operaciones No. 2 y advertí al señor
General de Brigada, Wilfrido Cruz Weffer, sobre la
situación que debía afrontar y las medidas
drásticas en términos militares y dentro de los
derechos humanos que debía conducir con el objeto de
minimizar la presencia de elementos irregulares dentro de nuestro
territorio, garantizar la seguridad, paz, tranquilidad y
soberanía en el territorio venezolano de los residentes y
productores de esa zona.

Carta al Inspector General de las Fuerzas
Armadas Nacional, General en Jefe Lucas Rincón Romero, el
21 de octubre del 2001, necesidad de un liderazgo
institucionalista en referencia a la posición del
señor Presidente de la República con respecto a
nuestra posición en lo referente al terrorismo
internacional, el ciudadano Illich Ramírez y la guerrilla
colombiana.

7º Carta al señor Presidente de la
República, 8 de diciembre del 2001, solicitud de
rectificación con respecto al uso del personal, material,
equipo e instalaciones de La Fuerza Amada Nacional con fines
políticos partidistas, intereses ideológicos
personales y como elemento de amenaza e intimidación a la
sociedad civil. Informe del 27 de diciembre del 2001. Actitud del
señor Presidente durante la supuesta salutación de
fin de año al personal militar en la guarnición del
Distrito Capital y Estado Vargas.

8º Documento al Comando General del
Ejército, 14 de enero del 2002, planteamiento al
señor Comandante General del Ejército y cuerpo de
generales, referente a la recuperación inmediata de la
institucionalidad del Ejército con el objeto de preservar
un posible enfrentamiento.

9º Testimonios de fecha 21 de enero del 2002,
conversaciones sostenidas con el Inspector General de la Fuerza
Armada Nacional y con el señor Ministro de la Defensa,
para ese momento, José Vicente Rangel.

10º Pronunciamiento ante la opinión
pública el 10 de abril del 2002, notificación
pública sobre la actitud del señor Presidente de la
República con respecto al manejo de la Fuerza Armada
Nacional, el Ejército y la presencia de campamentos
guerrilleros en territorio venezolano.

11º Denuncias contenidas en este mismo documento de
fecha 14 de mayo del 2002, referente a las denuncias sobre la
presencia de elementos armados, por supuesto círculos
bolivarianos en la marcha pacífica del día 11 de
abril del 2002 y la indiferencia del Alto Mando y del
señor Presidente de la República en atender las
mismas. El empleo de la Fuerza Armada Nacional contra el pueblo,
el intento de activación del Plan Ávila por parte
del señor Presidente de la República para defender
una posición política personal de ideología
socialista.

A las preguntas del diputado Marquina, solicitando casos
concretos de la intención de politización de las
Fueras Armadas, el general Néstor González
responde: "cómo es posible que aquí existan
coroneles ayudantes de la señora Adina Bastidas, me
disculpa, no es culpa de ella, pero ese es un edecán,
dónde está escrito que le sale un coronel o dos
coroneles a un funcionario público, mientras que ese
coronel debe estar en su cuartel haciendo lo que tiene que
hacer", "el Teniente Coronel Rodríguez Torres, que acaba
de pasar a ser director de la DISIP, pero antes era el
organizador de los Círculos Bolivarianos y podía
ampliamente en un periódico en un medio de
comunicación, evitar una página política sin
que nada pasase, absolutamente, porque él sí
tenía derecho", "Existen oficiales dentro de la
administración pública, que tienen dádivas
en términos de remuneraciones especiales porque trabajan
aquí"

Hechos previos al 11 de abril de 2002.

El Presidente, en "Aló, presiente" del domingo 7
de abril, públicamente y sin haber avisado, despide a seis
Gerentes Generales de Petróleo de Venezuela. Dos
años después, el 15 de enero de 2004, en la
Ásamela Nacional -el Presidente de la República-
dirá que el cambio de directiva de Petróleos de
Venezuela, sustituyendo a la anterior de la meritocracía y
el despido de los gerentes fue una provocación suya para
precipitar la crisis y apoderarse de las decisiones de la mayor
fuente de ingresos de Venezuela. El agudo historiador Manuel
Caballero dirá: "La crisis de abril la provocó
él mismo (Chávez) y deliberadamente con el despido
de los directivos de PDVSA; crisis que con el mayor desparpajo
atribuyó a la oposición en oscura conchupancia con
las transnacionales de la comunicación. Mentira que le ha
permitido absolver a criminales convictos y confesos como los
asesinos de Puente Llaguno, y mantener encarcelados a los tres
comisarios de la Policía Metropolitana a quienes, a seis
años de los sucesos y tres de su prisión, no ha
sido posible probarles ningún delito, y ni siquiera
juzgarlo"[5].

En la noche del mismo día 7, se celebra en el
palacio de Miraflores una reunión de trabajo para estudiar
las acciones a tomar ante el paro anunciado de los trabajadores y
hacer un plan para llevar a consideración del Presidente
de la República. En la Reunión están los
ministros del Gabinete, el "Alto Mando Militar": General
Efraín Vásquez Velasco, General Manuel Rosendo,
Vicealmirante Bernabé Carrero Cubero, Jefe del Estado
Mayor Conjunto, el ex presidente de PDVSA, doctor Gastón
Parra Luzardo y el Fiscal General de la República,
Isaías Rodríguez. "Luego, entró otro grupo
de personas, entre las cuales logré identificar -dice el
general Rosendo- al diputado Nicolás Maduro, a la
ciudadana diputada Cilia Flores, al gobernador del estado
Táchira, Ronald Blanco La Cruz, al gobernador del estado
Sucre, doctor Ramón Martínez, y el diputado Ismael
García quien hizo una exposición a nombre del grupo
antes mencionado, en el cual se determinó, entre los siete
puntos que presentaron, la forma de cómo contrarrestar las
acciones de las personas de la industria petrolera y las que
participarían en el paro anunciado el día
sábado 6 de abril, por el ciudadano Carlos Ortega en
representación de la CTV".

Allí se expusieron varios puntos, entre los
cuales se destacó la utilización de los
Círculos Bolivarianos en forma contundente, tanto en las
instalaciones y dependencias petroleras, como en las áreas
donde se efectuarían las concentraciones.

Se nombra un Comité Político de la
Revolución y se le asigna las siguientes
responsabilidades: controlar que los círculos
bolivarianos y los sindicatos ocupasen los exteriores de las
instalaciones de Pdvsa-Chuao y alrededores del Palacio de
Miraflores; coordinar los comités regionales encargados de
proveer transporte al pueblo y adelantar acciones de guerra
psicológica, como aceite en las calles y tachuelas;
movilizar gran cantidad de carros (vehículos) entre las
seis y nueve de la mañana y gran movilización
social.

Se ordenó elaborar tres planes: el plan de calle,
el plan militar y el plan mediático. Se determina formar
un estado mayor político, integrado por los gobernadores
de Vargas y Aragua, el Alcalde del Municipio Libertador y el
Vicepresidente, para esa época, Diosdado Cabello
Rondón.

Se habló de decretar un estado de emergencia
selectivo hasta llegar a uno de excepción. El ministro de
Educación, Cultura y Deporte, Aristóbulo
Istúriz hace una intervención para sugerir la
importancia de tomar todos los puntos estratégicos con los
círculos bolivarianos, ya que si se pierde la calle se
acabó todo.

También estaba presente, -añade el General
Rosendo- el diputado Nicolás Maduro, quien informó
que había negociado con Petróleos de Venezuela la
asignación de 10.000 millones de bolívares para que
los trabajadores de PDVSA no participasen en la
manifestación de protesta contra el Gobierno.

La Fuerza Armada Nacional ofrecía su apoyo con
personal muy calificado académicamente, sostiene el
General Rosendo, por lo que no cree conveniente el empleo de los
Grupos Bolivarianos, oponiéndose a incorporarle por su
carácter agresivo y conflictivo.

El Fiscal General de la República, doctor
Julián Isaías Rodríguez, presente en esa
reunión, convalidó el planteamiento con su
silencio, no alertó, no hizo oposición
alguna contra tamaño atropello que se pretendía
cometer sobre un grupo de venezolanos manifestantes,
olvidándose de su obligación de prevenir y
sancionar los hechos que colisionan con la ley, así como
poner en práctica una de sus principales atribuciones, que
es la de garantizar y ser respetuoso de los derechos y
garantías constitucionales de todos los ciudadanos y
demás derechos establecidos en tratados, convenios, pactos
y acuerdos firmados y ratificados por nuestro
país.

El 8 de abril del 2002, unos ciudadanos pertenecientes a
los círculos bolivarianos fueron expulsados por las
personas que se iban concentraron frente a las instalaciones de
Pdvsa-Chuao, hecho observado a través de las distintas
pantallas de televisión.

El día 10 de abril de 2002 se celebra una
reunión, en el despacho del General en Jefe Lucas
Rincón Romero, y entre otros temas tratan el desarrollo
del paro. Están presente en la reunión el General
Landis, comandante general de la Guardia Nacional; el General
Lucas Rincón, Inspector General de las Fuerzas Armadas; el
General Eugenio Gutiérrez Ramos, Comandante del
Core 5; el General Jorge García Carneiro, Comandante de la
Tercera División de Infantería y Jefe del Estado
Mayor de la Guarnición de Caracas; el General Wilfredo
Ramón Silva, Comandante de la 31 Brigada de
Infantería; y el General Manuel Antonio Rosendo. Los
generales Landis y Gutiérrez presentan un plan para
impedir la reunión en la Plaza Pdvsa-Chuao, "el General en
Jefe, Lucas Rincón, se manifiesta en desacuerdo, en
principio por no haber sido consultado, siendo él
responsable de coordinar las acciones de seguridad ciudadana por
lo que pidió opinión al respecto, y en segundo
lugar el peligro que representaba la presencia de los
Círculos Bolivarianos, estando garantizada la seguridad
del Presidente con la Guardia de Honor. "Además, refiere,
que el derecho a manifestar estaba vigente, es así que
ante ello pregunta al General Jorge García Carneiro y al
General Wilfredo Ramón Silva, si sabían algo de lo
expresado por el Comandante General de la Guardia Nacional y
éstos manifestaron que no tenían información
al respecto.

En ese instante, el General Belisario Landis dijo,
"entonces no le cumplo la orden al ciudadano Presidente de la
República".

Posteriormente Belisario Landis se reúne con el
Alto Mando de la Guardia Nacional, quien le informa sobre el
posible escenario que se podría presentar durante esa
marcha y la forma como la Guardia Nacional podría
contribuir en el control de la misma.

En horas de la tarde, el General Manuel Antonio Rosendo,
muy preocupado, solicita una audiencia al ciudadano Presidente de
la República, la cual le fue concedida; en ella le informa
sobre la situación y le sugiere la inconveniencia de la
acción planificada por el general Comandante de la Guardia
Nacional, Belisario Landis en relación a la
operación mencionada que se ejecutaría sobre el
área de Pdvsa-Chuao, por cuanto entendía que el
derecho a manifestar y de reunión estaban amparados por la
Constitución Nacional.

Esa misma noche Rosendo escribe una carta al Presidente
de la República, a quien hizo llegar, según el
testimonio dado ante la Asamblea nacional.

Desarrollo de los acontecimientos del 11 de abril de
2002

Desde primeras horas de la mañana se fueron
concentrando los diversos grupos de manifestantes en la Plaza de
la "Meritocracia" de Pdvsa-Chuao, y sus adyacencias en apoyo a la
huelga de los petroleros que ya llevaban desde el día 9
manifestándose. La respuesta a la convocatoria
rebasó las estimaciones de los organizadores. Los
congregados las únicas armas de alta peligrosidad que
llevaban eran pitos (silbatos) cacerolas, banderas y pancartas;
sin embargo el General de Brigada, Hernán Rojas
Pérez manifiesta al General de División
Aviación Chacón Quintana, Director General del
Ministerio de la Defensa, que se sabía que desde
primeras horas de la mañana se iban a apostar grupos
armados de los Círculos Bolivarianos entorno a la
manifestación. En principio la marcha estaba
programada llegar hasta la Plaza Pdvsa-Chuao. Eddid
Ramírez, unos de los ex Gerentes de Petroleros de
Venezuela dice: desconozco si alguno de los líderes
realizaron un llamado para continuar a Miraflores, pero si puedo
afirmar que desde el día anterior en la misma Plaza de la
Meritocracia era frecuente escuchar a los asistentes gritar su
deseo de ir al Palacio
[6]A las primeras horas
de la tarde la marcha empieza a llegar a las inmediaciones de
Miraflores. Venezolana de Televisora, el canal del Estado
entrevista a Freddy Bernal y a Nelson Merentes en la avenida
Urdaneta, quienes declaran que de los cerros están bajando
con palos. Los Círculos Bolivarianos rodean el Palacio
Presidencial y un cordón de la Guardia Nacional impiden
acercarse a los marchantes. A partir de la una de la tarde
empiezan a caer al suelo los primeros heridos y en el transcurso
de las próximas horas sucede la muerte de 19 personas y un
centenar de heridos. La sangre enardece los ánimos y salen
disparos desde diversos puntos: del Puente Llaguno, de las
azoteas de edificios próximos al Palacio Presidencial y
desde puntos estratégicos. Lucas Rincón Romero,
Inspector General de la Fuerza Armada, por televisión
desmiente rumores de una renuncia del Presidente o
destitución por parte del Ejército. Apenas,
añade, hay algunos focos de perturbación, los
cuales están controlados. A las 3,45 de la tarde, mientras
sucedían los asesinatos el Presidente encadena las
televisoras y radios privadas desde la Televisora Nacional y
comunica que la gente quiere acercarse al Palacio de Miraflores
para sacarlo del poder. A la vez dice que todo está en
calma. Ante esta contradicción los canales privados
deciden partir las pantallas y mientras por una mitad se
veía al Presidente diciendo que todo estaba normal, por la
otra mitad de las pantallas se observaba las calles que rodeaban
el palacio de Miraflores bañadas de sangre. La
Comisión Nacional de Televisión (Conatel) saca del
aire las señales de las televisoras privadas, mientras por
el canal del Estado sigue hablando el Presidente.

Las televisoras privadas logran restituir la
señal y siguen retransmitiendo las imágenes de lo
que está sucediendo, en el centro de Caracas, a todo el
país, pegado a los canales está viendo los
trágicos sucesos.

El Presidente, como a las 5 de la tarde da
órdenes, al General Manuel Rosendo de aplicar el Plan
Ávila (operativo de seguridad, de alto carácter
represivo del ejército, en este caso contra la
población desarmada). Quién podía pensar que
el Presidente, quien gustaba repetir a cada instante la frase del
Libertador "maldito el soldado que dispara sus armas contra el
pueblo", pudiese impartir la orden de sacar los tanques y los
militares a la calle contra la manifestación, en defensa
de su persona.

El General Manuel Rosendo, responsable de la seguridad
de Caracas, se niega aceptar la orden del Presidente de aplicar
del Plan Ávila. A la orden inconstitucional del
Presidente, Rosendo, ante la Asamblea Nacional el 10 de mayo de
2002, dice: "Ante la indecisión del Alto Mando Militar,
después de hacer mi apreciación como Comandante del
Plan rector Soberanía, tomé la decisión de
no aplicar el Plan Ávila, atendiendo al artículo 68
de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que prohíbe el uso de armas de fuego en el
control de manifestaciones".

Los Generales y el Plan Ávila

El General Rosendo, al negarse a aplicar del Plan
Ávila, estando en su despacho, se entera de que el
Presidente ha ordenado al General División García
Carneiro la activación del Plan Ávila. El General
de División García Carneiro, a pesar de la
intervención del General Rosendo, quien le recordó
que asumiese la responsabilidad de sus acciones y el consejo del
General de Brigada González Cárdenas de que
desistiese de obedecer orden tan irracional, persiste,
obcecadamente, en sacar los tanques a la calle en apoyo a los
Círculos Bolivarianos en defensa del Presidente. Ante la
negativa de García Carnero de no hacer caso a los
generales e impartir órdenes de movilizar tanques y
tropas, el General de División Vásquez Velasco,
convoca a una reunión de generales en la Comando General
del Ejército a donde se dan cita los generales
Néstor González González Cárdenas
entre otros y algunos coroneles y comandantes y el mismo
Inspector General Lucas Rincón Romero para quitarle el
apoyo del Ejército al señor Presidente a fin de
detener las tropas antes de que ocurra una masacre, para lo cual
era necesario traer a la reunión a García
Carneiro.

El segundo Comandante Inspector General del
Ejército, General de División José
Félix Ruiz Guzmán, recibe una llamada del Inspector
General Lucas Rincón participándole que tomase el
mando del Ejército, porqué el General
Vásquez de Velasco se había pronunciado en contra
del Presidente, lo que era falso, pues aun no había
presentado la renuncia. El Ruiz Guzmán participa a la
primera autoridad del Ejecito que Vásquez de Velasco se
encuentra en la zona y que los comandantes de unidades se niegan
a cumplir la orden del Plan Ávila, sin embargo, en estos
momentos, están saliendo tanques y el Presidente
está impartiendo órdenes por radio de la Red
Tiburón.

El 31 de mayo de 2002 el Presidente en una de sus
verborreas corrobora que fue él quien ordenó la
activación del Plan Ávila.

El mismo Manuel Rosendo manifiesta ante la Asamblea
Nacional, el 10 de mayo de 2002, que mientras la marcha cruzaba
Caracas en dirección a Miraflores, el Alto Mando Militar
analizó la situación con el Ministro José
Vicente Rangel, quien desde su despacho en el piso 5º estaba
coordinando telefónicamente la convocatoria a los
Círculos Bolivarianos, ahí fue cuando el General
Rosendo reiteró al Ministro José Vicente Rangel:
"que era de opinión y coincidía con el
Vicealmirante Bernabé Cubero, que la solución
consistía en plantearse el retiro de los Círculos
Bolivarianos en sus acciones para contrarrestar la marcha
pacífica en el área de Miraflores, o en el mejor de
los casos que no hubiese oposición alguna a su desarrollo,
por cuanto hasta ese momento la marcha continuaba pacífica
y había demostrado un gran civismo".

"Ante mi intervención -sigue diciendo el General
Rosendo- el Ministro de la Defensa dijo, ante el más Alto
Mando de la Fuerza Armada Nacional, que la marcha no podía
llegar a Miraflores, porque, ¿quién iba a defender
al Presidente de la República?, a lo cual con todo respeto
pero con energía le contesté, que el ciudadano
Presidente de la República, constitucionalmente es el
Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, y como tal tiene
como recurso su unidad élite: la Guardia de Honor y
demás miembros agregados de la Guardia Nacional de
Venezuela, a lo cual el Ministro de Defensa respondió,
"ese papelote de hue…", ustedes le ponen el resto, no lo
voy a hacer yo, a mi me matan defendiendo. Ante esa
opinión le insistí que la solución era
retirar los Círculos Bolivarianos, ya que la marcha
seguía pacífica y constituía un grupo de
personas y una poblada entusiasmada y cohesionada".

El Ministro del Ejército, José Vicente
Rangel llama a Bernal para que mande bajar a la gente de los
cerros con lo que tengan para defender Miraflores. "Freddy -dice
Rangel- la marcha ya arrancó hacia Miraflores, nuestra
gente debe estar armada con piedras, palos y cuchillos, anuncia
por la televisora del Estado que los cerros están armados,
que eso los c…, los asusta". Esta información igualmente
la hizo -el Capitán O´Bryan- del conocimiento del
General en Jefe Lucas Rincón Romero en horas de la noche
del día 11 de abril en presencia de otro
oficial.

El General N. González G. sobre la orden
impartida por José Vicente Rangel, Ministro de la Fuerza
Armada, confirma que: "minutos antes de la cadena nacional de
radio y televisión, el Capitán O´Brian Fossi
oyó al Dr. José Vicente Rangel impartir
instrucciones al alcalde Freddy Bernal para que armase a los
Círculos Bolivarianos y detuviese la marcha a como diese
lugar. El mencionado capitán O´Bryan notificó
de inmediato la situación al General de División
Manuel Rosendo quien, en la reunión de generales, se lo
comunicó al Inspector General en Jefe Lucas Rincón
Romero, quien no tomó las medidas del caso".

Las denuncias e informes sobre posible presencia y
ataque armado por parte de los grupos del oficialismo al mando
del alcalde Freddy Bernal contra la manifestación
pacífica presentada por el Capitán O´Bryan
Fossi y el general de Brigada Hernán Rojas Pérez y
la notificación por parte del General de División
Manuel Rosendo al señor Presidente de la República,
no fueron tomadas en cuenta a fin de evitar una
tragedia.

La omisión por parte del Presidente y Alto Mando
al peligro de tales informaciones, así como la presencia y
ubicación de tales grupos, produjo la muerte irreparable
de tantos venezolanos. Ese mismo día el General de
División Manuel Antonio Rosendo, recomendó al
Presidente de la República que la solución era
retirar los Círculos Bolivarianos.

El Vicealmirante Carrero Cubero solicitó al
Presidente de la República ser relevado del cargo de Jefe
de Estado Mayor Conjunto, por las conversaciones e instrucciones
que escuchó impartir al señor Ministro de la
Defensa, en su convocatoria de que las personas de los barrios
bajasen armadas a defender Miraflores. En esta oportunidad,
él oyó "que bajen con palos y garrotes". En ese
instante el General Manuel Rosendo dice que le vino a la mente
que lo dicho por el Vicealmirante Carrero Cubero confirmaba y
ratificaba lo dicho por mi ayudante el capitán O"Bryan
Fosi.

El ciudadano Presidente de la República dijo no
tener conocimiento de esa orden impartida por el Dr. José
Vicente Rangel, quien se molestó por lo dicho por el
Vicealmirante Carrero. Tengo entendido -dice Rosendo- que luego
el Ministro de la Defensa pidió disculpas al Vicealmirante
Carrero Cubero.

La reacción de los Generales, reunidos en
algún hotel del este de la ciudad contemplando los excesos
de represión de La Guardia Nacional y de los
Círculos Bolivarianos contra la manifestación, fue
la de ir a reunirse en la Comandancia del Ejército con el
Alto Mando Militar, donde acuerdan exigir la renuncia al
Presidente, para lo cual nombran una comisión compuesta
por los Generales Lucas Rincón, Manuel Rosendo y Hurtado
Sucre para llevar el mensaje al Presidente de que debía
renunciar por la paz del país.

¿Golpe de Estado o vacío de
poder?

A los seis años de los hechos las opiniones
siguen divididas y sin esperanza de que se despejen las
incógnitas y se esclarezca el hecho
histórico.

El Presidente, a pesar de las intenciones de sus
incondicionales, presentes en Miraflores la tarde del 11 de
Abril, José Vicente Rangel dispuesto a "morir con las
botas puestas" y Freddy Bernal "defendiendo la revolución
con los Círculos Bolivarianos desde los barrios", prefiere
tomar el camino del acuerdo y la retirada, para lo cual comisiona
a Manuel Rosendo, Hurtado Sucre, y Lucas Rincón para que
negocien la renuncia a la presidencia con el Alto Mando del
Ejército, reunido en la Comandancia, y asegurar las
condiciones de seguridad para su persona, familiares y algunos
personeros del alto gobierno para trasladarse a Cuba.

Los tres generales, partidarios del Gobierno, se
trasladan, desde el Fuerte Tiuna, a Miraflores, quienes viendo
las tensiones de los generales reunidos en la Comandancia, fueron
comisionados a presentar al Presidente la situación
existente entre los generales reunidos. El General Manuel Rosendo
pide al Presidente de la República que le relevara del
cargo de Comandante del CUFAN, y con Sucre se regresan al Fuerte
Tiuna, Lucas Rincón Romero se queda con el Presidente,
¿Qué hablaron, durante esas dos hora?
¿Cómo planificaron la estrategia de la renuncia? Un
secreto bien guardado.

El Comandante del Ejército, Efraín
Vásquez Velasco, en el Palacio de Miraflores le presenta
también la renuncia diciendo "hasta aquí le he
servido, Señor Presidente".

La noche del 11 al 12, la movida de los
generales

¿Cuál fue el motivo del Presiente de
trasladarse al Fuerte Tiuna, y no ir al canal de Televén,
donde le esperaban para la firmara de la renuncia y dirigirse al
pueblo, cómo había pedido? ¿Pensaría
convencer a los generales a deponer su actitud? Marta Harnecker,
en su libro, Militares junto al pueblo, afirma: en la
madrugada (del 12) ya Chávez había tomado la
decisión de entregarse a los militares rebeldes, pero
antes juega una de sus cartas y el mensajero para la jugada es J.
V. Rangel, viejo amigo del presidente de Televén, Omar
Camero, […] Rangel comunica a Camero el deseo del
Presidente, y pide a su amigo Camero que haga de mediador para
facilitar la entrega. Camero acepta, pero dice que antes tiene
que comunicar a los rebeldes del Fuerte Tiuna, la propuesta del
Presidente de irse a Cuba". La presencia de los Mons. Baltasar
Porras, y Aguaje, presidente y secretario de la Conferencia
Episcopal Venezolana, esperando la llegada del Presidente a la
planta de Televén, quienes a solicitud del mismo
Presidente harían de mediadores y garantía de su
vida hasta la escalerilla del avión que le llevaría
a Cuba. El Presidente se traslada de Miraflores directamente al
Fuerte Tiuna, en vez de ir a Televen. Mons. Baltasar Porras
relata con lujos de detalles que Hugo Chávez
anunció que renunciaría a la presidencia,
condicionando la firma a la seguridad de salida del país.
Incluso -afirma Mons. Porras-: "hubo un pedido del propio Fidel
Castro al jefe del Gobierno Español, don José
María Aznar, para que le recibiera en la península,
pues el mandatario cubano no quería recibirlo en la isla
caribeña". Mons. Baltasar, en la mañana del 12,
refiere las palabras de Chávez al Alto Mando Militar a
quien dijo: "Yo destituiría a Diosdado Cabello
(Vicepresidente) porque sé que no podía quedar al
frente, ya que no sería aceptado por todos; les propuse
que pusiesen en el documento de la renuncia la destitución
de Diosdado Cabello y todo el gabinete para facilitar las
cosas".

Los generales López Hidalgo y José Aquiles
Vietri Vietri, ambos afectos al Presidente, en la
interpelación por la Asamblea Nacional, el 9 de junio del
2002, afirman que el Presidente se trasladó
voluntariamente al Fuerte Tiuna con la esperanza de negociar.
Chávez habría renunciado de palabra, exigiendo su
traslado a Cuba, petición inicialmente aceptada por los
militares. Cuando éstos cambiaron de opinión,
Chávez se negó a ratificar la renuncia por escrito.
Los generales Medina Gómez, Néstor González
González; Rommel Fuenmayor y el Coronel Rodríguez
Salas se trasladaron del Fuerte Tiuna una hora después.
Los generales no aceptan la propuesta de Camero, por lo que
Camero se retira de mediador. Las condiciones presentadas por el
Presidente, seguridad para su persona, familia y ministros y un
avión para trasladarse a Cuba, la salida más
lógica, no prospero por parte de algunos generales quienes
sostenían que el Presidente debería rendir cuentas
de los muertos del 11 en la tarde por los francos tiradores
contra la manifestación.

En las últimas horas de la noche del 11 y
primeras del 12 se muestran dos tendencias bien definidas entre
los generales: los que pertenecen a la tendencia dura que
venían oponiéndose a las pretensiones del Gobierno
de imponer un proceso revolucionario y la otra compuesta por el
Alto Mando Militar, que se declara en desobediencia al
Presidentes, al negarse a aplicar el Plan
Ávila[7]Lucas Rincón, General en
Jefe de las Fuerzas Armadas informa en la madrugada del 12 que lo
muertos alcanzaban a 19 y había más de 100 heridos;
por lo que "el Alto Mando Militar lamenta los sucesos ocurridos
en Caracas en la tarde de ayer y ante la gravedad de esos hechos
se le había solicitado la renuncia al señor
Presidente, la cual aceptó".

El hecho de la renuncia es claro, y ésta fue
solicitada por los generales adictos al Gobierno. En la
reunión de la noche en el Fuerte Tiuna el Presidente
modifica el documento de renuncia destituyendo al Vicepresidente
y todo su Gabinete.

Los testimonios expresados por los actores al ser
interpelados por La Asamblea Nacional, los días finales de
mayo, están acordes con esta primera versión de la
renuncia presidencial.

El testimonio de Mons. Baltasar Porras, quien fue
llamado en calidad de presidente de la Conferencia Episcopal, por
el mismo Presidente de la República para que garantizase
su vida hasta el momento de abordar el avión, rumbo a
Cuba, donde había pedido ir, es fundamental para la
historia y la tesis de la renuncia.

Una segunda hipótesis es que la firma de la
renuncia estaba condicionada a que le dejasen salir del
país, pues estaba convencido, que si se quedaba en
Venezuela, sería apresado. Al cambiar los generales, en el
Fuerte Tiuna, las condiciones, Chávez dice: "Ustedes me
han cambiado las reglas de juego. Yo dije a Rosendo y Hurtado que
firmaba la renuncia si me mandaban fuera del país. En eso
quedamos. Pero ustedes dicen que quedaré bajo custodia, lo
que quiere decir que estaré preso… pienso, pero
ustedes tienen la última palabra".

Las declaraciones del General Usón, en el libro
habla el general Usón de Agustín Blanco
Muñoz, concuerdan con las dadas por Mons.
Porras.

Jesús Urdaneta Hernández, ex
compañero de la Rebelión Militar del 4 de febrero
del 1992, en declaraciones a Versión Final
contesta a los hechos del 12 de abril de 2002: "yo sí creo
que renunció, que no haya firmado la carta por
zamarrería es otra cosa". Chávez cuando ve las
cosas difíciles se convierte en el negociador más
cuerdo que pueda haber. Chávez tenía la lista de
los que iban a ir a Cuba con él. "Chávez -sigue
diciendo Urdaneta- después ha dado vueltas y más
vueltas al hecho y ha demostrado que es un mentiroso, embustero,
y quiere hacer ver las cosa a su favor". El ejemplo más
claro de la característica de Chávez está en
el Puente Llaguno, donde todos vimos a unos delincuentes
disparando a la marcha que se acercaba por la avenida Baralt, a
quienes después ha condecorado como héroes de la
patria y tiene presos, sin juicio a los Comisarios de la
Policía Iván Simonovis, Lázaro Forero y
Darío Vivas que estaban resguardando a los marchantes,
¿porqué? Chávez trata de ocultar que fue
él y José Vicente Rangel, quienes mandaron a la
Disip disparar contra la marcha. Algún día, los
testigos que hoy guardan silencio saldrán a dar
testimonio.

Isaías Baduel, general de la Brigada 42 de
Paracaidistas de Maracay, reconoce su papel en el
restablecimiento de la democracia, violada por el corto periodo
de la presidencia de Carmona, al eliminar por decreto los poderes
constituidos en el mediodía del día 13. Baduel ha
sostenido que de haber seguido las normas constitucionales de
pasar la presidencia al Vicepresidente Diosdado Cabello,
él hubiese apoyado el cambio por la renuncia de Hugo
Chávez[8]

Auto golpe para develar la posible
conspiración que se estaba organizando en las Fuerzas
Armadas contra el proceso revolucionario.

Una tercera hipótesis se ha sumado a las del
Golpe de Estado y la Renuncia Presidencial: Un autogolpe para
develar la soterrada conspiración y dejar al descubierto
los golpistas.

Los Almirantes y Generales, que posiblemente estaban
comprometidos con un eventual golpe, no aceptaron que el
Presidente saliese del País, ante lo cual el Presidente se
negó a firmar la renuncia y según el testimonio de
Mons. Porras, en entrevistas a la periodista Carla Angola, del
canal de televisión "Globovisión", con motivo del
cuarto aniversario del 11 de abril, ratifica que fue invitado
acompañar al Presidente hasta la escalerilla del
avión.

La periodista Patricia Poleo, en contestación a
la pregunta de la diputada Vestalia Araujo, ¿porqué
afirmó en "el reportaje de Poder", del 16 de abril, que
Carmona engañó y traicionó a parte del
empresariado, a la CTV y a algunos militares?, responde,
recordando lo dicho en la introducción de la
interpelación: "aquí sí se habían
hecho reuniones que en ningún momento fueron secretas y
que todo el mundo las conocía, donde se hicieron algunos
compromisos y acuerdos democráticos, entre los que estaba,
en una posible transición de poder, si el presidente
Chávez llegara a renunciar, lo cual también
está contenido en la Constitución Bolivariana de
Venezuela, debía haber una participación
absolutamente de todos los sectores.

Ya lo he relatado en diversas oportunidades -sigue
hablando Patricia Poleo- lo que he dicho está aquí
en los artículos, que voy a consignar ante esta Asamblea.
El jueves 11 en la noche, ya para amarecer el viernes, Carmona
dijo que iba a descansar y sin embargo se fue a la Comandancia
General del Ejército, a nombrar a unos ministros a
espaldas del empresariado, a espaldas de la CTV, a espalda de
todos los sectores, incluyendo a la sociedad civil, que era el
más importante, e hizo algunas decisiones que las
tomó de forma personal.

Carmona Estanga estaba reunido, la mañana del 12,
con Carlos Ortega, Luis Miquelena, y el Arzobispo de Caracas
García Velasco, considerando el vacío de poder y
aconsejándole a prestar el juramento ante la Asamblea,
Carmona con la advertencia que va al hotel a darse un
baño, va a reunirse con los Generales, consumando el golpe
no contra Chávez, que estaba rendido, sino contra la
sociedad civil que había solicitado la renuncia, contra el
Movimiento Obrero liderado por Carlos Ortega. Esta tesis la han
sostenido Armando Duran, Patricia y su padre Rafael Poleo. El
Gobierno va a montar sobre ella su versión
histórica fundamentada en el Carmonazo. El Decreto que
suprime todos los poderes constituidos y deja todo el poder en un
grupito de empresarios y los generales que estaban en la
movida.

El General retirado Fernando Ochoa Antich, Ministro del
Ejercito cuando el golpe de Estado de 1992, sostiene la tesis de
que el presidente Hugo Chávez provoco deliberadamente la
crisis política con los injustificados despidos de varios
Gerentes de PDVSA. "Estoy convencido de que quiso abortar una
conspiración que se estaba organizando en el seno de las
Fuerzas Armadas, creando las condiciones políticas para
que los oficiales se decidieran a insurreccionarse antes de estar
preparado para hacerlo. Esa es la única explicación
posible  que tiene la sorprendente designación del
general Lucas Rincón Romero como  ministro de
Defensa, después del triste papel que jugó ese
día. Lo que nunca se imaginó Hugo Chávez fue
la magnitud de la manifestación de protesta. Tampoco
creyó, que un número tan importante de oficiales,
de su confianza, saltaran la talanquera al conocer los hechos
ocurridos alrededor de Miraflores"[9].

Fernando Ochoa Antich, argumenta que la tesis, propalada
por el Gobierno y sus acólitos, es una falacia. Al tener
los Círculos Bolivarianos, la Guardia Nacional y la
Guardia de Honor Presidencial controlaban el centro de Caracas,
los alrededores del Palacio Presidencial, las azoteas de los
edificios y hoteles próximos a Miraflores.
¿Qué posibilidades tenía la oposición
de actuar? Se pregunta Fernando Ochoa Antich "Los disparos contra
la manifestación de la oposición fueron realizados
por efectivos militares y militantes de los Círculos
Bolivarianos. La actuación de la Policía
Metropolitana se limitó a defender a los manifestantes de
esos disparos. Es posible que ellos también hayan
utilizado sus armas, pero fue en defensa propia".

Conociendo bien Fernando Ochoa a Hugo Chávez
desde el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, dice que le
dio risa, al escuchar a Hugo Chávez, el 12 de abril de
2008, al afirmar "que al entregarse detenido estaba arriesgando
su vida". La entrega de Chávez, sostiene el General
Fernando Ochoa, fue para no combatir, como en el año 1992,
dejando que sus subalternos tratasen penetrar con tanques al
palacio de Miraflores, mientras caían muertos 34 soldados
y él estaba enconchado en el Museo Militar.

Hugo Chávez había aceptado irse al
exterior sin presentar mayores problemas. Fue un error no
enviarlo de inmediato, después de firmar la
correspondiente renuncia. La reacción posterior de algunas
unidades militares ocurrió por las equivocaciones 
políticas de Pedro Carmona y la incapacidad de los
oficiales, que habían decidido desconocer la autoridad del
presidente de la República, para garantizar el orden
público en las calles de Caracas. La otra gran mentira es
que en esos días haya habido algún gesto de valor
en defensa del régimen chavista por parte de sus
líderes. Los Círculos Bolivarianos manifestaron
libremente ante la ausencia de un toque de queda y del necesario
patrullaje militar. Los altos dirigentes del gobierno se
encontraban todos escondidos y algunos hasta asilados en
más de una embajada. Estas verdades no la puede cambiar la
propaganda oficial del régimen chavista. Chávez
hubiese firmado la renuncia a no ser por el principal asesor
José Vicente Rangel, quien insistió en una primera
decisión morir con las botas puestas "inmolándose a
imitación de Allende. La llamada de Fidel Castro, quien le
aconsejó: "¡No te inmoles Hugo! ¡No hagas como
Allende! Allende era un hombre sólo, no tenía un
soldado. Tú, tienes una gran parte del ejercito". A la
decisión de entregarse a los militares en el Fuerte Tiuna,
atiende las últimas recomendaciones de José Vicente
Rangel de no dejar por escrito el abandono del Poder. Freddy
Bernal que también acompañaba en los últimos
momentos al Presidente dice: "usted se entregará pero yo
voy a pelear desde los barrios".

En la reunión en el Fuerte Tiuna, mientras los
militares deciden el destino de Chávez, se le permite
hacer una llamada a su hija Gabriela, ésta llamo a Cuba y
a los allegados del régimen asegurando que el Presidente
no había firmado la renuncia al cargo.

En la Isla de la Orchila, donde paseaba con el Cardenal,
Ignacio García Velasco y rezaban por el futuro de
Venezuela, se va a producir el fatídico paso del
Carmonazo, que cambió la historia de Venezuela, para bien
del chavismo y desgracia de la democracia.

El contra golpe

Carmona se presenta a la Comandancia Militar y toma las
riendas de transición de mando, elabora el decreto de
gobierno y a las cinco de la tarde del 12 se juramentaba, y como
presidente provisional, disuelve los poderes constituidos, lo que
provoco una doble reacción: 1ª persecución a
algunos miembros del chavismo, entre otros al diputado Tarret
Saab, al Ministro de Relaciones Interiores Capitán de
Marina Ramón Chacín y el incidente en la Embajada
Cubana, al querer un nutrido grupo asaltarla. 2ª la
desaprobación, de la presidencia de Carmona Estanga, tanto
por la gente del gobierno, como la mayoría de la
oposición, al negarse a firmar el decreto Carmona. El
mismo presidente de la Confederación de Trabajadores de
Venezuela, Carlos Ortega discrepa de Carmona y se aparta; el
comandante del Ejército Efraín Vázquez
Velasco, anuncia que las Fuerza Armada acompañará
al nuevo gobierno, sólo si respeta el hilo
constitucional.

Brewer Carias, como gran constitucionalista, fundamenta
el cambió de poder en el vacío que había
producido la renuncia anunciada por el Inspector de las Fuerzas
Armadas, Lucas Rincón; sin embargo en la tarde del 12,
antes de la auto-juramentación, al decreto recatado por
constitucionalistas, Pedro Carmona e Isaac Pérez Recao
hicieron correcciones, que creyeron debía contener el
decreto de la presidencia provisional, eso termino siendo pues el
adefesio que vimos finalmente.

El viernes antes de la juramentación o de
auto-juramentación de Pedro Carmona, hubo discusiones
jurídicas en Miraflores y muchas personas trataron de
hacerle ver al doctor Carmona que ese decreto era
inconstitucional, antidemocrático y él no lo quiso
ver.

En el momento del almuerzo, escuchando por
televisión los decretos firmados por el nuevo presidente,
recuerdo que dije a la familia "nos jodimos, se está
cometiendo el verdadero Golpe de Estado, al suprimir, por
decreto, los poderes constituidos, como el Congreso y los
Gobernadores que habían sido elegidos por el
Pueblo".

El General Baduel, comandante de la 42 Brigada de
Paracaidistas de Maracay, estaba dispuesto llegar a Caracas para
defender al Gobierno; parece que una llamada del mismo Presidente
lo disuadió de llegar el 11 en la noche a Caracas:
"Hermano te ordeno, más que ordenarte, te ruego que no te
conviertas tú ni tu unidad en un factor de derramamiento
de sangre". Sin embargo estuvo atento al desarrollo de los
acontecimientos. Una vez auto-juramentado Carmona Estanga
empezó a organizar el rescate del Presidente retenido en
la Orchila.

El problema que se presenta, en esta segunda etapa, es
el hecho de que al no haber firmado la renuncia el presidente
Hugo Chávez, los siguientes intentos de formar gobierno es
un hecho inconstitucional.

Es interesante investigar, si el Presidente, al ordenar
aplicar el Plan Ávila, estaba violando la
Constitución, al saltarse los órganos competentes
del Alto Mando Militar, quienes se negaron seguir las
órdenes del Presidente.

El Inspector General de las Fuerzas Armadas, Lucas
Rincón en la interpelación de la Asamblea Nacional
afirma, que el mismo Presidente le dijo: "Ordené al
General Rosendo, el Plan Ávila, pero el General Rosendo no
quiso, se me desapareció… Lucas, Plan Ávila,
Lucas respondió, Presidente no sé, vamos a
pensarlo. Que vamos a estar pensando, respondió
Chávez, el Plan Ávila." Ante esta negativa el mismo
Presidente dará la orden al general García
Carneiro.

Marta Hanecker, Chilena, residenciada en Cuba, autora
del libro Los conceptos elementales del Materialismo
Dialéctico
Edición 1969, ofrece el
testimonio de que el 12-A hubo un vacío de poder por la
renuncia del Presidente Chávez[10]El libro
escrito sobre entrevistas con el mismo Hugo Chávez,
confirma los testimonios de Rosendo y de Lucas Rincón,
dado por estos en las interpelaciones en la Asamblea Nacional, la
escritora pone en boca de Hugo Chávez.:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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