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El hegemonismo militar de los EE.UU. Las concepciones estadounidenses de desarrollo de la guerra



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Del arco y la
    flecha a la cohetería espacial. El mundo al borde del
    colapso
  3. Las experiencias de
    las guerras contra Viet Nam, Afganistán e
    Irak
  4. Conclusiones
  5. Anexo
  6. Bibliografía
    principal ut

Introducción

Para comprender las concepciones sobre la guerra de los
principales dirigentes políticos y militares de los
Estados Unidos de América (EE.UU.), y su evolución,
basta con estudiar la historia de este país y
quedará al desnudo que, desde su nacimiento han utilizado
la guerra como principio esencial de su política,
considerándola parte del "Destino Manifiesto". Del
análisis de la investigación del estadounidense
William Blum[1]puede observarse que en el
período comprendido entre los años 1798 y 2005 sus
fuerzas armadas intervinieron en otros países en 221
ocasiones, refrendando así que se atribuyen el derecho a
lanzar ataques contra otros estados y actuar al margen de todo
tratado, convenio u organizaciones internacionales cuando
así lo determinen sus propios intereses. Para garantizar
la "democracia y la libertad" en cualquier parte del mundo han
creado una estructura militar gigantesca, pues según ellos
de aquí dependerá su Seguridad Nacional. (Anexo
1. Potencial militar de los EE.UU.)

La tecnología y el equipamiento con nuevos
armamentos para ser utilizados en cualquier escenario adquiere
dimensiones que garantizan su predominio; el "Imperio del
Terror"[2] ha impuesto las guerras y con ellas el
horror en todas sus manifestaciones, las más crueles, las
más atroces e infames acciones asolan al planeta como una
maldición, todas las violencias serán permitidas,
todas las torturas justificadas, todos los crímenes
absueltos.

Cabria preguntarse, ¿Cuál es la esencia de
la guerra imperial? ¿Puede implantarse el dominio mundial
con ayuda del terror? ¿Es racional la política
guerrerista del gobierno de los EE.UU.?. ¿Por qué
se produce la evolución de las concepciones de la guerra
por parte de los estadounidenses?, ¿Cómo se emplea
y desarrolla la ciencia y la tecnología?
¿Qué papel juega la sociedad y qué impacto
produce la guerra sobre ella?

Del arco y la flecha
a la cohetería espacial. El mundo al borde del
colapso

Los chinos descubrieron la pólvora y la usaron
para divertirse con siquitraques y otros artificios explosivos y
aunque con un "tubo lanza fuego" tiraron un poco más lejos
sus lanzas, pero no es hasta que los "descubridores" europeos la
casan con la tecnología del bronce, hierro y acero que
comienza el desarrollo del armamento, nacen los fusiles y los
cañones.

La ciencia y la tecnología producen la
Revolución Industrial, se introduce la máquina de
vapor y con ella surgen los motores y casi juntos con ellos los
carros de combate y los tanques. Los científicos estudian
el vuelo de los pájaros, y se hace realidad el viejo
sueño de los hombres, volar, nace la tecnología de
los aeróstatos primero, y después los aviones, y su
desarrollo militar los lleva hasta los supersónicos cazas
de combate, a la cohetería portadora de armas nucleares y
al espacio sideral. Hoy la Revolución Informática y
Nanotecnológica, aplicada a la guerra imperial, alcanza
límites que parecerían de ciencia ficción y
se pretende dominar la mente de las personas para convertirlos en
esclavos inconscientes.

La II Guerra Mundial es un ejemplo fehaciente de
cómo se emplea la ciencia y la tecnología, para por
una parte beligerante tratar de imponer el fascismo como
régimen mundial, y por otras partes, entre la extinta
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS) y los EE.UU., para enfréntasele, pero que
dará lugar a comenzar una larga carrera por el hegemonismo
militar.

La bomba atómica no fue "inventada", sino
desarrollada, en tiempo record, como un proyecto industrial
consciente, como una obra de ingeniería, diseñada
en una universidad. El "juguete nuevo" se le mostró a los
japoneses y al mundo, teniendo como principal objetivo
amedrentar, sembrar el terror y advertirles a las demás
potencias quién pasaba a ser el "amo", lanzándola
sobre Hiroshima[3]y
Nagasaki[4]cientos de miles de personas inocentes
resultaron muertas y heridas, y se provocaron secuelas para las
futuras generaciones que duran hasta hoy. A esta barbarie de
masacrar inocentes y causar inmensos daños materiales,
para obtener victorias militares aunque sean pírricas, los
gobernantes y militares occidentales le llaman "daños
colaterales", mostrando así su desprecio por la vida
humana, el patrimonio cultural y el medio ambiente.

A partir de aquí se acelera el desarrollo de las
Armas de Exterminio Masivo (AEM), los más moderno avances
de la ciencia y la tecnología se emplean para producir
armas nucleares, químicas y biológicas. Pero las
"invenciones" continuaron, Viet Nam, Afganistán, Irak,
Yugoslavia y Libia son escenarios más recientes del empleo
de la ciencia y la tecnología para la guerra. Dos ejemplos
bastan para ilustrarlo.

Sobre Viet Nam se rociaron más de 80 millones de
litros del Agente Naranja[5]que mató a un
millón de vietnamitas y causó daños a otros
cuatro millones. A más de 40 años de concluida la
guerra aún la naturaleza no se ha recuperado de los
daños sufridos.

A los científicos e ingenieros norteamericanos se
les planteó la tarea de aumentar el poder explosivo y
destructivo de los proyectiles de artillería y tanques,
así como de las bombas de aviación. La
"invención" fue recubrirlos con uranio
empobrecido[6](DU). Sobre Afganistán, Irak
y Yugoslavia[7]las tropas de los Estados Unidos
lanzaron y continúan lanzando sobre los dos primeros,
cientos de toneladas de estos destructivos proyectiles, pero su
peor efecto no se produce por la explosión, el polvo de
oxido de uranio que se libera como resultado de la
detonación, es toxico y radioactivo, envenena el medio
ambiente de forma duradera (Se calcula que su efecto
dañino tarde en eliminarse unos 5 000 años) y
produce numerosos muertos por leucemia y otros tipos de
cáncer, así como malformaciones congénitas,
no solo en la población sino también entre los
soldados participantes.

También las armas de DU han estado presentes en
diferentes polígonos en otros países e incluso
dentro de los propios EE.UU, por lo que se estima que 42
países o territorios están contaminados, y otras 29
naciones le han comprado este tipo de municiones al gran
proveedor: Estados Unidos. El profesor japonés, doctor K.
Yagasaki ha calculado que 800 toneladas de uranio empobrecido son
equivalentes a 83 000 bombas del tamaño de la explotada
por los Estados Unidos sobre Nagasaki, y que Washington ha
utilizado desde 1991 en sus guerras el equivalente a 400 000
bombas atómicas como la lanzada sobre esa ciudad
japonesa.[8]

Así, la historia de la humanidad, puede ser
escrita siguiendo el curso de las guerras, más de 14 000
guerras se recogen en los últimos 30 siglos. Solo en el
siglo XX las guerras (las dos mundiales, las regionales y las
internas) provocaron mas de 170 millones de muertos y la
afectación a la inmensa mayoría de los
países. El impacto de la guerra sobre la sociedad ha sido
terrible, millones y millones de seres humanos inocentes han
perecido a manos de su propia especie, pero las sociedades a
escala de nación hasta hoy han logrado sobreponerse y como
el Ave Fénix, renacer de sus cenizas; Europa ha sido
devastada por dos guerras mundiales, la URSS renació de la
barbarie, aunque después haya desaparecido en lo que
algunos consideran la Tercera Guerra Mundial, pero hoy la
humanidad se enfrenta a una situación extrema, lo que
puede apreciarse en:

  • La crisis ambiental que tiene como
    característica principal el cambio climático
    que amenaza con extinguir a las especies vivas del planeta en
    un plazo relativamente breve.

  • Carrera armamentista y guerras promovidas por el
    imperialismo norteamericano y sus aliados con el objetivo de
    apoderarse de las riquezas naturales, esencialmente
    petróleo, y no muy lejanamente por el agua y la
    biodiversidad del resto de los países, con el peligro
    latente del empleo de armas atómicas y provocar un
    "invierno nuclear"[9].

  • Crisis económica global, pobreza, miseria y
    hambre en gran parte de la población del mundo,
    especialmente en los países
    subdesarrollados.

  • Crisis energética y como resultado
    conversión de los alimentos en biocombustibles, lo que
    está ocasionando el aumento del precio de los primeros
    y se convertirán cada vez más en inaccesibles
    para una gran parte de la población.

  • Aumento de la diferencia de los niveles de
    desarrollo, entre un pequeño número de
    países capitalistas y la inmensa mayoría de los
    países del mundo que son cada vez más
    pobres.

  • Cerca de 40 millones de personas refugiadas y
    desplazadas por conflictos o persecuciones, de ellos
    más de 11 millones fuera de sus
    países.

  • Desempleo en gran parte de la población
    hábil, y contradictoriamente explotación del
    trabajo infantil en una gran cantidad de
    países.

  • Desarrollo de epidemias, que se han convertido en
    pandemias, como el SIDA y la tuberculosis, que están
    exterminando a gran parte de la población en los
    países subdesarrollados y especialmente en el
    África Subsahariana.

  • Deterioro de los niveles de salud de gran parte de
    la población de menores ingresos, incluso de los
    Estados Unidos, que no cuentan con atención
    médica.

  • Aumento de los niveles de violencia (incluyendo la
    de género), drogadicción, prostitución
    (incluyendo la infantil), alcoholismo e indigencia que
    alcanza a la mayoría de los países.

  • Crimen organizado, terrorismo, agudización de
    las relaciones interraciales y religiosas, aumento de la
    delincuencia y la corrupción.

Estos datos, analizados durante la investigación,
muestran que el alcance e impacto social de las guerras siempre
ha crecido y tenido una estrecha relación con el
desarrollo de la ciencia y la tecnología y puede
concluirse que, la Ciencia y la Tecnología,
representada por el Armamento, se montaron en el carro de
la historia llevando como bestias de tiro al poder
político y económico de las clases dominantes de
los Estados, y arrastrada detrás ha sido obligada a
marchar la Sociedad. El imperialismo, la
globalización neoliberal y la guerra, con empleo de las
AEM, por el dominio de las fuentes de materia prima y de
subsistencia amenazan llevar al mundo a un holocausto total, a su
desaparición.

Obviamente los "think tanks" (tanques pensantes) del
Gobierno Imperial de los Estados Unidos conocen esto, lo
estudian, y han llegado a la conclusión de que esta
situación es insostenible, que su poder se acabaría
junto con el planeta Tierra, por ello diseñan nuevos
modelos de guerra, con armas que minimicen su impacto destructivo
y los "daños colaterales", pero con el mismo objetivo,
dominar al mundo. Los adelantos de la ciencia y la
tecnología continúan estando al servicio de la
guerra imperial y la sociedad es cada vez más relegada a
un segundo plano.

Las experiencias de
las guerras contra Viet Nam, Afganistán e
Irak

¿Los gobiernos norteamericanos aprendieron algo
de Viet Nam? ¿Afganistán, e Irak qué
significan para la política y la estrategia de guerra del
poder imperial? ¿La táctica, empleada para estas
guerras, le garantiza la victoria en futuras guerras?.

Para dar respuesta a estas interrogantes se requiere
realizar el análisis histórico de estas guerras,
profundizar en las causas de su surgimiento, los objetivos
estratégicos, políticos y militares, perseguidos,
los métodos empleados, sus resultados y
consecuencias.

Después de la Segunda Guerra Mundial el gobierno
de EE.UU. realizó la expansión de su presencia
militar, económica y política en todo el mundo a
través de sus corporaciones multinacionales, sus bancos,
sus intervenciones militares, guerras y establecimientos de
enclaves militares, en un proceso que mostró toda su
agresividad para lograr el dominio mundial; pero los pueblos se
han resistido y han roto su vasallaje, muchas veces fue frenado y
tuvo que retroceder. Primero China logró su independencia,
la URSS se fortaleció y formó el denominado Campo
Socialista y a tenor de esto el Pacto de Varsovia, que
constituyó la respuesta militar a la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y rompió su
hegemonía. En su propio "patio" se levantó un
pequeño gigante, Cuba, que resistía todas sus
agresiones. En segundo lugar la victoria heroica del pueblo de
Vietnam, fue seguida por el triunfo popular en diversos
países: Laos, Camboya, Mozambique, Angola, Etiopia, Yemen
del Sur, Granada y Nicaragua. Todo esto obligó a los
gobernantes estadounidenses a introducir cambios en su
política y doctrina militar, surgen así nuevas
concepciones.

2.1. Guerra de baja intensidad o
limitada.

La reacción imperial se produce en 1981, al
asumir Ronald Reagan[10]la presidencia, quien toma
como base doctrinal para su política exterior el informe
denominado Documento de Santa Fe[11]

Este gobierno iniciará una nueva era en la
política de defensa y seguridad nacional de los EE.UU., al
establecer la guerra total como doctrina político-militar,
es la opción de democracia o comunismo y bajo este
concepto se articulan todas las actividades públicas y
civiles con los objetivos militares de información y
propaganda. El campo de la confrontación ideológica
y cultural será percibido por el Pentágono como un
problema de la conquista de las mentes y los corazones. A
partir de ese momento no existirán los límites
entre los aspectos militares, políticos y civiles, todo,
absolutamente todo, estará en función de la
seguridad nacional, como un problema de guerra.

Se consideró que la preocupación principal
debería centrarse en los denominados Países del
Tercer Mundo. Estas pretensiones quedan claras cuando apreciamos
que Asia, África, Medio Oriente y América Latina
con dos tercios de la población mundial y recursos
naturales estratégicos, solo en 1983 realizaron comercio
con los Estados Unidos de América por más de 175
mil millones de dólares, una cifra casi igual a su
comercio con Europa y Japón juntos.

¿Cómo puede lograrse la preparación
de un estado de opinión internacional que siente las bases
de odio y agresividad necesarias para iniciar y mantener la
guerra? Una campaña organizada meticulosamente a
través de los medios mediáticos es la
respuesta[12]Para ello había que comenzar
por los propios Estados Unidos. Se construyó la estrategia
informativa y propagandística desarrollada por el
Pentágono, con un discurso político paranoico y
demagógico para la opinión pública
norteamericana sobre la supuesta amenaza del comunismo, el
narcotráfico y el terrorismo internacional.
Simultáneamente se desarrolló la concepción
militar para desarrollar la guerra en las nuevas condiciones:
guerra de baja intensidad o limitada, que
garantizaría recuperar el terreno perdido.

Uno de los principales ideólogos del "cambio" fue
Richard Nixon[13]expresidente estadounidense,
quien planteó que la mayor amenaza para los intereses de
Estados Unidos no era ya la Unión Soviética o
China, sino el levantamiento en los países pobres del
Tercer Mundo, porque ya apreciaba las debilidades del campo
socialista y señalaba que el mayor acontecimiento
geopolítico desde la segunda guerra mundial era la
pérdida de la batalla ideológica por los
comunistas. Además, en ese momento era evidente, para
ciertos dirigentes políticos y militares, que una guerra
nuclear resultaba inconveniente para cualquier
potencia.

Nixon y un grupo de generales estadounidenses observaban
que nunca en la historia había existido un conflicto de
tan grandes proporciones y tan extenso como "La guerra
del Tercer Mundo" (Desde la Segunda Guerra Mundial hasta
finales de los años setenta, en el Tercer Mundo se
produjeron ciento veinte guerras, con un saldo de más de
10 millones de muertos) y este era el mayor desafío, que
Estados Unidos y sus aliados no podrían vencer si
empleaban las formas tradicionales de hacer la guerra. La
victoria del pueblo vietnamita fue una dura lección, por
ello consideraron que la superioridad de las fuerzas
convencionales nada puede conseguir en contra de fuerzas no
convencionales. Desde entonces, ellos se propusieron hacer un
cambio global en su estrategia militar bajo el lema "No
más Vietnams"[14].

En esta dirección evaluaron los errores cometidos
y se propusieron recuperar la iniciativa, para impedir a toda
costa nuevas victorias de los pueblos del Tercer Mundo,
considerando que lo fundamental era, cuando decidieran intervenir
directamente hacerlo en forma victoriosa, variando la forma y la
intensidad. A partir de esta consideración se
concluyó que siendo las guerras de baja intensidad
las más frecuentes en el Tercer Mundo, Estados Unidos
debería contar con fuerzas entrenadas, armadas,
organizadas y dirigidas especialmente para estos conflictos,
contra esos adversarios, en ese terreno y ante el tipo y
características que presenta la guerra en esas
condiciones; y modificaron sus leyes, su doctrina militar, la
estructura y jerarquía de sus fuerzas armadas, las
relaciones con los medios de comunicación, los
procedimientos para operaciones especiales y la tecnología
militar.

De la obra de Nixon y de Stevens
Metz[15]pueden deducirse los siguientes
presupuestos principales de la doctrina militar estadounidense de
las guerras de baja intensidad:

  • Los objetivos propuestos fueron enfrentar los
    movimientos de rebelión popular, con acciones de
    contrainsurgencia que ayudaran a los gobiernos aliados
    a evitar su desestabilización, así como
    derrocar a gobiernos revolucionarios o los que no se ajusten
    plenamente a sus intereses.

  • El teatro de operaciones militares está
    constituido por los denominados Países del Tercer
    Mundo, y presupone la intervención en los asuntos
    internos de cualquier país, incluyendo las operaciones
    encubiertas y la agresión militar directa.

  • Pretenden lograr una victoria no solo militar, sino
    también política, desmoralizando y
    desarticulando a los movimientos insurgentes, empleando
    acciones de lucha armada y sicológicas con fuerzas
    limitadas pero especialmente preparadas.

  • En las formas de la guerra de baja intensidad,
    tratan de considerar todas las que pueden producirse:
    situaciones de inestabilidad, contención agresiva, paz
    armada, conflictos militares cortos, antiterrorismo,
    antisubversión, conflictos internos, guerra de
    guerrillas, insurrecciones, guerras civiles, guerra irregular
    o no convencional, guerra encubierta, guerra
    psicológica, operaciones paramilitares, operaciones
    especiales, invasión, etcétera.

La guerra de baja intensidad termina, según la
definición de Metz, cuando se requiere el uso de una
fuerza mayor. Se pasa al siguiente escalón de intensidad
al producirse la declaración formal de guerra entre dos
naciones o cuando se emplean masivamente fuerzas de
intervención militar convencionales. Éste fue el
caso de la intervención militar estadounidense en Irak, al
transformarse la operación "Escudo del Desierto" (1990) en
"Tormenta del Desierto" (1991).

Con estos presupuestos el gobierno de Reagan
inició una reestructuración en las fuerzas de
intervención yanqui, cuyos aspectos principales
fueron:

Unificación de mando: En 1987, se
unifican por primera vez todas las bases continentales de fuerzas
especiales, bajo un mando único, el Comando de Operaciones
Especiales de Estados Unidos (USSOCOM), con sede en la
Base de la Fuerza Aérea de MacDill, Florida. Controla 46
000 efectivos de las fuerzas de operaciones especiales. Mientras
el resto de las fuerzas militares se reducen a partir del fin de
la Guerra Fría, las fuerzas de operaciones especiales
aumentan de manera sostenida. De este modo, el USSOCOM llega a
ocupar una jerarquía semejante a la del ejército,
la marina y la fuerza aérea dentro de la estructura del
ministerio de la guerra estadounidense.

–En el Congreso y la Casa Blanca se crearon el Grupo
Asesor en Política de Operaciones Especiales y la Oficina
de Asistentes del Secretario de la Defensa para Operaciones
Especiales,
encargados de la formulación de
políticas, supervisión de presupuestos y relaciones
con otras instancias del gobierno estadounidense.

Armamento y equipo: el nuevo comando unificado
fue dotado de la tecnología más avanzada. Debido a
ello, su presupuesto pasó de 500 millones de
dólares en 1981 a 3500 millones de dólares en 1990.
[16]

Las tropas destinadas a la guerra de baja intensidad se
agrupan en una trilogía:

  • las fuerzas para operaciones especiales;

  • las fuerzas para asuntos civiles;

  • las fuerzas para operaciones
    psicológicas;

Las misiones de las tropas especiales quedan claras en
el párrafo siguiente:

"Las fuerzas de operaciones especiales (FOES),
tienen experiencia para mantener un dispositivo no muy visible.
Es normal que las FOES entren a un país, completen su
misión de apoyo a la nación anfitriona y luego
salgan sin que su presencia haya sido mencionada en los medios de
prensa de ese país. Según Locher, estos soldados,
marinos e integrantes de dotaciones aéreas se han
desempeñado activa, efectiva y silenciosamente en el mundo
por décadas."[17]

En esta doctrina las operaciones psicológicas
adquieren una relevancia especial y pueden apreciarse en los
siguientes párrafos de Claude
Strurgill:[18]

"En los casos de insurgencia en América
Latina, las actividades psicológicas pueden reforzar
nuestro apoyo a gobiernos locales, creando una atmósfera
de inseguridad que muestre los grandes riesgos y el alto costo de
las operaciones insurgentes. Como ha sido escrito en la Revue d'
Information Militaire: 'Por definición, las operaciones
psicológicas juegan un rol clave en el incremento de la
moral de nuestros aliados y en la destrucción de la moral
del enemigo y sus fuerzas de apoyo".

En el mismo artículo agrega:

"las guerras de baja intensidad reclaman tomar todas
las ventajas psicológicas posibles y que no debe perderse
de vista  la importancia de entender la mentalidad
latinoamericana. Ella es un acoplamiento de fatalismo y
preocupación por el heroísmo y la muerte. Nosotros
debemos aprender a entender esa filosofía, tan diferente a
la de Estados Unidos. Tal vez en el año 2000, observaremos
a esos revolucionarios comunistas como miramos a nuestros indios
hace un siglo. No hay duda que el dicho de una cultura amplia,
aquí en Estados Unidos, puede bien ser: El único
buen insurrecto, es el insurrecto muerto".

Con estas concepciones se desplegaron fuerzas
bélicas en Egipto, Líbano y Sudán; se
invadió Granada y se bombardeo Libia; y se
incrementó el emplazamiento de fuerzas armadas en la
Región del Golfo Pérsico.

Con el objetivo de enfrentar a los soviéticos,
desangrarlos y "crearles su Viet Nam" entrenaron, armaron y
apoyaron en forma total a los Mujahedines en Afganistán,
desatando las diferencias interétnicas, el fanatismo
religioso y una denominada "guerra santa", que al final les
"salió el tiro por la culata", pero lamentablemente con
consecuencias para toda la humanidad, pues esta ha sido la
génesis del incremento del terrorismo en el
mundo.

En América Latina el apoyo a diversos
regímenes, incluso con fuerzas de operaciones especiales,
causó millares de muertos y desaparecidos, y la
violación de todos los derechos constitucionales de la
"democracia representativa" que proclamaban; recrudeció su
hostilidad y las agresiones contra la Revolución cubana y
el proceso democrático popular en Nicaragua que intentaban
los sandinistas y que dio lugar al escándalo
Irán-Contra.

Pero las guerras limitadas o de baja intensidad no
lograban los objetivos propuestos, las fuerzas insurgentes
empleando métodos de lucha irregular eran capaces de
enfrentar las tropas especiales y convencionales estadounidenses
y mantenían una lucha creciente, por ello era necesario
buscar cómo derrotarlas definitivamente.

2.2. Guerra asimétrica

En los comienzos de la década de los 90, el
Departamento de Defensa de los Estados Unidos comenzó a
reconocer el potencial de los desafíos asimétricos
para el país. Varias publicaciones asumen la existencia de
nuevas formas de guerra, con las cuales podrían enfrentar
y derrotar a los movimientos revolucionarios.

Entre las diversas definiciones que surgen para
denominar la guerra asimétrica, en sus inicios, la
más abarcadora a juicio del autor, es:

"Se puede definir el conflicto armado
asimétrico como aquel que se produce entre varios
contendientes de capacidades militares normalmente distintas y
con diferencias básicas en su modelo estratégico.
Alguno de ellos buscará vencer utilizando el recurso
militar de forma abierta en un espacio de tiempo y lugar
determinados y ateniéndose a las restricciones legales y
éticas tradicionales. Su oponente u oponentes
tratarán de desgastar, debilitar y obtener ventajas
actuando de forma no convencional mediante éxitos
puntuales de gran trascendencia en la opinión
pública, agotamiento de su adversario por
prolongación del conflicto, recurso a métodos
alejados de las leyes y usos de la guerra o empleo de armas de
destrucción masiva. Todo ello con el objetivo principal de
influir en la opinión pública y en las decisiones
políticas del adversario. Los adversarios más
débiles tratarán de evitar enfrentarse a un
ejército desarrollado en zonas que permitan hacer amplio
uso de sus capacidades. Preferirán enfrentarse en lugares
donde la superioridad tecnológica pueda ser eclipsada,
como en zonas de difícil acceso, terreno y
vegetación prohibitivos, localidades y áreas
urbanizadas o enmascarándose en la población civil
o en las masas de
refugiados."[19].

Es necesario señalar que esta definición
está cargada de consideraciones que responden a los
intereses del imperio, además son falsas y reaccionarias,
partiendo de que las fuerzas armadas de los países
capitalistas nunca han respetado las leyes y usos de las guerras,
así como muestran sus pretensiones de que los movimientos
insurgentes revolucionarios los enfrenten con tácticas con
las cuáles puedan emplear todo su potencial
técnico-militar, para aniquilarlos.

En el análisis de varios documentos puede
apreciarse que la concepción de guerra asimétrica,
asume dos direcciones:

En la primera, pudiera decirse de percepción de
riesgos, consideran la asimetría como el conflicto entre
fuerzas de diferentes armas (aire, mar y tierra) por parte de los
EE.UU. contra fuerzas insurgentes que emplearan acciones
irregulares[20]pero ya la Estrategia Militar
Nacional de 1995 incluye el concepto de terrorismo y empleo de
las armas informáticas en contra de sus fuerzas
armadas.

En el año 1997, las amenazas asimétricas
comenzaron a recibir mayor atención, lo cual se manifiesta
en el análisis realizado por el Panel de Defensa Nacional
(National Defense Panel–NDP)[21],
un selecto grupo de individuos, nominado por el Congreso para
evaluar a largo plazo asuntos relacionados con la defensa de los
EE.UU. que plantea:

"Debemos asumir que nuestros enemigos y futuros
adversarios han aprendido algo en la Guerra del Golfo
Pérsico. Es poco probable que nos enfrentemos de manera
convencional con tropas blindadas masivas, fuerzas de
superioridad aérea o veloces flotas navales, áreas
en las cuales los EE.UU. mantiene una supremacía. Por el
contrario, pudiera ser que encuentren nuevas formas de atacar
nuestros intereses, nuestras fuerzas y a nuestros ciudadanos.
Buscarán una manera de igualar fuerzas con nuestros puntos
débiles."

En un anexo del documento denominado Visión
Conjunta 2020 (Joint Vision 2020), presentado en el
año 2000 con el objetivo de trazar las acciones de las
fuerzas armadas en un futuro próximo, se identificó
las "aproximaciones asimétricas" como "tal
vez el peligro más serio que los Estados Unidos
enfrentará en el futuro
inmediato
."[22]

La segunda dirección tendrá que ver con la
utilización, por las fuerzas armadas de los EE.UU., de
conceptos de realización de la lucha irregular y de
cambios en su estrategia y táctica para el desarrollo de
la guerra, es decir que el concepto de asimetría rebasa el
marco de la actuación enemiga, lo cual se aprecia en los
siguientes párrafos:

"Una definición más completa y
generalizada de asimetría estratégica sería:
En asuntos militares y de seguridad nacional, asimetría
significa actuar, organizar y pensar en forma diferente al
adversario para maximizar los esfuerzos relativos, tomar ventaja
de sus debilidades y adquirir mayor libertad de acción.
Puede ser política, estratégica,
militar-estratégica, operacional o una combinación
que implica distintos métodos, tecnologías,
valores, organizaciones o perspectivas de
tiempo"[23].

Steven Metz, en el artículo citado señala
que entre las formas de Asimetría los mandos militares
estadounidenses apreciaban

"el dominio de: guerra de guerrillas y otros
conceptos no lineales; envolvimiento vertical profundo con
fuerzas móviles protegidas; asaltos o lanzamiento
aéreos empleando infantería ligera; empleo de
medios de combates de tecnología avanzada y de alta
precisión; operaciones de corta duración y
contundentes".

Por otra parte exponía que las fuerzas armadas de
los EE.UU. debían adoptar y desarrollar:

  • Mayor capacidad de inteligencia con un
    enfoque sobre retos asimétricos, utilización de
    fuentes abiertas de información disponibles al
    público y la coordinación de todas las agencias
    para la recopilación, análisis y
    difusión del conocimiento sobre el enemigo.

  • Disminuir las vulnerabilidades de las fuerzas
    armadas con el empleo de la robótica y las armas no
    letales
    de elevada eficacia, así como aumentar la
    flexibilidad y la no dependencia de sistemas susceptibles de
    ataque. "Algunos defensores de las armas no letales
    están tan convencidos del valor de estas armas que las
    consideran elementos centrales en los conflictos armados del
    futuro
    ".[24]

  • Limitación de los "daños colaterales",
    aumentando la precisión de las armas con
    inteligencia perfeccionada
    , sistemas de guiados y de la
    habilidad para ajustar los efectos de las armas. "La
    proposición de un arma electromagnética, por
    ejemplo, que se pueda ajustar desde un empleo no letal hasta
    uno de extrema letalidad"[25]

  • Planear y estructurar operaciones militares de
    "precisión sicológica", para
    modificar actitudes, creencias y percepciones del enemigo, y
    de otros observadores, ya sean no combatientes o audiencias
    internacionales

En la década del 90, las concepciones de Guerra
Limitada y Guerra Asimétrica constituyeron las bases de
actuación de los gobiernos de George H.W.Bush
(padre)[26] y William J.
Clinton[27]que pretendieron establecer el
denominado Nuevo Orden Mundial (NOM)

Según un documento, escrito en los momentos
triunfales de la I Guerra del Golfo, y denominado "Guías
para la Planificación de la Defensa en los Años
Fiscales 1994-1999"[28] se preveía
construir un mundo en que los EE.UU. podría dominar a sus
aliados, aislar a sus adversarios y sostener a sus
regímenes clientes y constituirse en la potencia mundial
indiscutida, capaz de asegurar un control absoluto de los
recursos estratégicos y un sitio privilegiado en el
mercado mundial. Se proyectaba una alianza militar estable y
duradera, con sus principales socios de la nueva
agresión.

Pero, del curso de los hechos, puede apreciarse que la
alianza de tiempos de guerra se debilitó, los boicots de
los adversarios se esfumaron ante los intereses económicos
y aunque se avanzó en el vasallaje de los Balcanes, el
imperio fue desafiado en el Oriente Próximo; en
América Latina y en las calles de Europa se extendieron
las protestas cuestionando a la Organización Mundial del
Comercio y los intentos de repartirse la economía mundial,
incluso Bush perdió popularidad entre los estadounidenses
y tuvo que ceder el poder a Clinton, que en sus intentos de
establecer el NOM desató la guerra contra Yugoslavia,
conquistó Kosovo y dominó Macedonia logrando una
alianza agresiva a través de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte
(OTAN)[29].

La década de finales del Siglo XX detonó
los furibundos intentos de establecer el NOM, se extendieron las
guerras y las conquistas militares, expansión financiera
especulativa en gran escala y saqueo de los países del
Tercer Mundo, pero sin embargo los EE.UU. perdieron terreno en
sectores claves de la economía y comenzaron a manifestarse
los síntomas de la crisis que cada vez más
hundía al imperio: el crack de la economía
especulativa, sobre todo en la tecnología de la
información. Existía un aumento de la
disposición de numerosos gobiernos a romper los boicots
contra Irak, Irán, Siria, Libia y Cuba. La Intifada
Palestina, el avance de las guerrillas colombianas, la crisis que
se extendía a sus "estados clientes" mostraban que el
imperio perdía terreno.

Los peligros y amenazas eran grandes, si la guerra
constituía la base de su política, había que
encontrar nuevas estrategias para realizarla.

2.3. La Doctrina Militar de Bush. La guerra
preventiva permanente

En las elecciones del año 2000, asumió el
poder George W. Bush (hijo)[30]. Bajo su mandato
continuaron acrecentándose los síntomas de
descomposición del imperio, la economía interna
caía en recesión, el mercado de valores estaba
hundiéndose y el déficit comercial y presupuestario
crecía, y por si fuera poco la popularidad de él,
ya afectada por el denunciado fraude electoral que lo
llevó al poder, era cada vez menor.

La Unión Europea mejoraba su posición
comercial penetrando Europa Oriental y Rusia, pero además
sobrepujaba las firmas comerciales estadounidenses en
América Latina y el Cercano Oriente, mientras China con el
dominio del capital de ultramar se extendía por el
mundo.

América Latina, su siempre traspatio, continuaba
siendo, mayoritariamente, gobernada por regímenes clientes
"leales", aunque se desarrollaban intensos movimiento populares
particularmente en Colombia, Argentina y Bolivia. En Venezuela la
política nacionalista y antiimperialista del presidente
Hugo Chávez era un desafío y Cuba no
sucumbía ante la feroz guerra económica y
subversiva desatada en su contra.

El "mal ejemplo" amenazaba con extenderse. Los "tanques
pensantes" neoliberales fundamentaron la necesidad de iniciar una
nueva y decisiva guerra con su "Proyecto para el Nuevo Siglo
Americano".[31] Se requerían acciones
inmediatas. Su administración comenzó
aceleradamente los preparativos para una nueva ofensiva: se
mantuvo la negativa a suscribir el acuerdo de Kyoto, se
rescindió el acuerdo antimisiles, rechazó la
jurisdicción de la Corte Internacional y se retiró
de otros acuerdos internacionales que pudieran obstaculizar sus
proyecciones.

Pero hacía falta un detonante, un evento que
permitiera al régimen de Bush superar todas las
restricciones internas, traumatizara a los aliados
llevándolos a la subordinación y justificara la
intervención militar, para consolidar el Nuevo Orden
Mundial. De "eventos necesarios" estaba llena la historia de los
EE.UU., desde la explosión del Maine que le
permitió declararle la guerra a España, el ataque
japonés a Pearl Harbor que legalizó su
participación en la II Guerra Mundial o el incidente del
Golfo de Tonkin que inició la guerra contra Viet Nam del
Norte, para solo citar los más
conocidos[32]

Ese evento fue el ataque a las Torres Gemelas el 11 de
septiembre del 2001 (11-S). Diversas investigaciones y
testimonios indican que, al menos, hubo amplio conocimiento de
los principales dirigentes de la Administración Bush y de
sus aliados que se estaba preparando un importante ataque contra
instalaciones en el territorio de los EE.UU., e incluso se afirma
que conocido el lugar se potenció su demolición,
para hacerlo intensamente dramático para el pueblo
estadounidense y para la opinión pública
mundial.

La Administración Bush utilizó el 11-S
para desatar su campaña "antiterrorista" y se
abrogó el derecho de no respetar ningún tratado
internacional y actuar unilateralmente con intervenciones
militares en cualquier lugar del mundo.

Internamente, desató una campaña para
lograr el apoyo del pueblo estadounidense. Su campaña
antiterrorista se concentró en la existencia de una
conspiración mundial contra los EE.UU., que puede ser
atacado en cualquier lugar y momento por los "terroristas". Todos
los ciudadanos estaban en peligro. Simultáneamente, el
terror psicológico es reforzado por ataques generalizados
y arbitrarios contra instituciones islámicas internas y
contra inmigrantes árabes o estadounidenses de origen
árabe, demostrando al público que "el enemigo
está adentro".

Esta campaña logró los resultados,
unió al pueblo estadounidense tras el proyecto de
construcción permanente del imperio y su Nuevo Orden
Mundial. Bush fue transformado de un presidente que contaba con
un apoyo minoritario, en el "salvador de la patria", con el
derecho de limitar las libertades, de asignar presupuestos
millonarios para los militares y la inteligencia y de emprender
una guerra ilimitada.

La operación sicológica montada por los
gobernantes estadounidenses empleando el dominio mediático
global, convirtió un incidente terrorista en un evento de
importancia mundial y fue utilizado como base para desatar una
verdadera cruzada militar de alcance total, el más
virulento proyecto de construcción del imperio desde su
nacimiento.

Del análisis de los documentos que regulan la
Estrategia de Seguridad Nacional[33]del año
2002; se pueden extraer las ideas básicas que reflejan la
doctrina militar del gobierno de Bush, que se basó en el
concepto de "guerra preventiva permanente", una guerra no
limitada en el tiempo y que no está sujeta a ningún
tipo de regulaciones internacionales, prioridades
económicas estratégicas o límites fiscales o
financieros internos. Se apoyó en los siguientes
presupuestos:

  • Pueden iniciar una guerra contra cualquier
    país que consideren una amenaza. "Los Estados
    Unidos actuarán contra los peligros emergentes, antes
    de que estos se formen…. En el nuevo orden mundial en
    que nos adentramos el único camino hacía la paz
    es la acción"
    [34]

  • El Teatro de Operaciones Militares es el planeta
    Tierra, la guerra ya comenzó y no se conoce cuando
    terminará. "La guerra contra el terrorismo de
    alcance global es una empresa también global, de
    duración indefinida"

    [35]

  • Los EE.UU. pueden involucrarse en numerosas guerras
    al mismo tiempo en diferentes escenarios, así como en
    guerras colaterales. Amplio empleo de los conceptos de guerra
    limitada y guerra asimétrica. "Estaremos
    preparados para derrotar los planes del enemigo usando
    mecanismos de inteligencia y actuando con
    determinación"
    [36]

  • Ampliar su poder global mediante redes militares y
    de inteligencia, bases militares y regímenes clientes
    represivos y autoritarios. "Los Estados Unidos requieren
    bases militares y estaciones dentro y más allá
    de Europa Occidental y el noreste de Asia
    "
    [37]

  • Capacidad de actuar unilateralmente. Los EE.UU. no
    consultarán, negociarán, ni compartirán
    los logros. Los aliados serán incorporados para
    controlar y pagar por el mantenimiento del territorio
    conquistado. Dar mano libre a los militares como la fuerza
    impulsora de la construcción del imperio.

  • La guerra incluye también las ideas con el
    objetivo de imponer la cultura del imperio. "Llevaremos
    también a cabo una guerra de ideas para derrotar la
    amenaza del terrorismo internacional… Usaremos con
    efectividad la diplomacia pública para promover el
    libre flujo de información e ideas… Las
    lecciones de la historia son claras: las economías de
    mercado, las economías sin control estatal, son la
    mejor vía para promover la prosperidad y reducir la
    pobreza
    ."[38]

  • Empleo de recursos económicos ilimitados e
    incondicionales.

  • Lograr un permanente apoyo público interno,
    que asegurara la "legalidad" de cualquier acción. La
    oposición interna debe ser aplastada. La "Ley
    Patriota"[39] lo faculta para todo.

  • Partes: 1, 2

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