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Un referéndum para retirarse de la Unión Europea (página 7)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

La única (¿última?) barrera es el
"complejo" inflacionario del gobierno alemán (tristes
recuerdos de viejos fantasmas). Roto ese dique de
contención, la monetización de la deuda puede
resultar imparable. Un italiano al mando del BCE y una francesa
al frente del FMI, no permiten presuponer demasiada ortodoxia. Lo
demás puede ser "emitir" y "licuar". Como argentino de
origen (y padecimiento), "conozco esa canción". Y lo que
es peor aún (si cabe) es que aún recuerdo,
cómo terminó esa historia inflacionaria.

La monetización de la deuda es una huida hacia
adelante en toda regla. Equivale a arruinar la vida de nuestros
hijos (la nuestra ya está jodida) y la de nuestros nietos,
por lo menos. Tres generaciones obligadas a ser cada una
más pobre que la anterior para que los que provocaron la
crisis salven el culo. Un error fatídico que parece
inevitable.

Si la estructura económica y monetaria de la zona
euro explotase, ni el sistema financiero inglés ni el
americano lo aguantarían. Y cuando digo que no lo
aguantarían, no es una afirmación gratuita. Goldman
Sachs, JP Morgan, Merril Lynch (grupo Bank of America) y Morgan
Stanley en Estados Unidos o UBS y Credit Suisse en Suiza o los
bancos británicos, no aguantarían el envite de
impagos y pérdidas cruzadas en miles de activos
financieros apalancados, estructurados, credit default dwap,
swaps, caps, floors, productos garantizados. La mayoría de
empresas privadas no podría renovar sus vencimientos de
préstamos y créditos bancarios, ni de sus emisiones
de bonos.

Ya no haría falta continuar haciendo funambulismo
en el alambre, ni discutir sobre una Europa de una o dos
velocidades, de un euro fuerte y otro débil, de
países dentro o fuera del euro, de euroescepticismo o
antieuropeísmo… sólo quedaría el
precipicio…

Entonces, los ingleses no tendrían que hacer un
referéndum para decidir si abandonan la Unión
Europea. Definitivamente, el juego europeo habría
terminado (the game is over).

Regreso al hogar
del "periférico" desubicado (WASP Market) –
¿Abandonará Cameron/City el Titanic de Merkozy a
bordo del "helicóptero" de Obama/Fed?

(Un recordatorio de lo escrito en un Paper anterior,
publicado el 15/8/08)

– La "Union" (Europea) que no quiere ser "Jack":
"British go home" (and God save the Queen) – ¿Es
imaginable una Unión Europea sin el Reino
Unido?

– El Reino Unido y la Unión Europea

"Este es un momento extraordinario en la historia de
Europa. Hemos tomado decisiones de enorme importancia que
expanden y extienden las fronteras de Europa, que convierten a
Europa en una institución diferente, que la convierten
realmente en una unión diferente para el futuro, y cuando
miramos hacia atrás en la historia de Europa durante
cientos de años y en particular en la historia del siglo
XX y vemos la guerra, y la devastación y el desastre, y el
conflicto y nos percatamos de que hoy estamos reuniendo a Europa,
creo que es verdaderamente un momento del que podemos sentirnos
orgullosos y que nos ofrece una inmensa esperanza para el
futuro".

Primer Ministro Tony Blair, Copenhagen, Diciembre
2002

Aunque sorprenda, confieso mi "admiración"
(¿sana envidia?) por el Reino Unido. Admiro su capacidad
de "hacer de la necesidad, virtud", su creatividad para haber
pasado de ser un país colonialista a ser un país
manufacturero, y de ser un país manufacturero a ser un
país de servicios, y de ser un país de servicios a
ser un casino, reino de la especulación absoluta. Y todo
ello, en nombre de la "libertad de mercado".

Esto sí que es "flexibilidad". Todo lo que haga
falta para prolongar la "ilusión" de riqueza, los
privilegios de clase y continuar medrando. Los "mercaderes" de
Adam Smith, devenidos en "croupiers" de casinos, "corredores" de
apuestas, operadores de mesas de dinero, agentes
bursátiles, brokers, traders, dealers, blanqueadores,
banderas de conveniencia, gestores de paraísos
fiscales… De las blancas pelucas hechas con crin de
caballo y las anticuadas togas, a la Barbie Victoria Beckham con
sus implantes y minifaldas. Unos "maestros" en el arte de la
"reconversión". ¿Hipocresía?
¿Cinismo? ¿Realismo? ¿Pragmatismo?
¿Ficción? ¿Falsificación?
¿Travestismo? ¿Eufemismo?

– De la historia reciente (BBCMundo.com –
7/6/01)

Hace cien años, casi un cuarto de la
población mundial estaba bajo control directo o indirecto
del imperio británico. A medida que el Reino Unido
empezó a perder sus colonias, comenzó a fomentar y
desarrollar su papel en foros internacionales como la
Organización de las Naciones Unidas (donde es miembro
permanente del Consejo de Seguridad) y la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Las principales disyuntivas políticas que
enfrenta ahora el país están relacionadas con su
nivel de integración -o no- a la Unión Europea, de
la que el Reino Unido ha sido Estado miembro desde
1973.

No es común encontrar ciudadanos
británicos que manifiesten un entusiasmo abierto ante la
idea de una mayor integración con la Unión Europea.
La mayoría de los británicos considera que la
cercanía del Reino Unido al resto de Europa es más
un hecho inevitable que deseable.

Los "euroescépticos" tienden a valorar más
la relación del Reino Unido con Estados Unidos y el resto
del mundo. Existe consenso general en cuanto al deseo de limitar
la influencia de otros países europeos en los intereses
soberanos del país.

A nivel interno, el Reino Unido ha sufrido grandes
cambios en años recientes: es un país multirracial
y multicultural; el conflicto de Irlanda del Norte, que
estalló hace varias décadas, parece ahora
más cerca que nunca de encontrar una solución
permanente; el proceso de devolución de poderes de Londres
a las otras regiones cruzó un umbral importante con la
inauguración del parlamento escocés y la asamblea
galesa en 1999.

La industria manufacturera de Gran Bretaña se ha
deteriorado rápidamente. La economía, una de las
más grandes del mundo, está basada ahora en la
provisión de servicios, y el comercio electrónico
adquiere también una importancia cada vez mayor. La City
de Londres es un centro financiero de importancia
mundial.

Muchos británicos nunca habían gozado de
tanta prosperidad como la que tienen hoy. Sin embargo, un
reciente estudio de la Unión Europea reveló que el
Reino Unido ocupa el segundo lugar en cuanto al mayor
índice de pobreza infantil.

– El retorno del "Preguntero"

¿Quedaríamos los europeos más
demócratas y liberales muy tranquilos si el Reino Unido
acabase marchándose? ¿Europa sin la "madre de los
Parlamentos"? ¿El mercado único sin los "inventores
del libre comercio"?

Mi respuesta (propuesta) es que hay que "invitar"
(¿les gusta el eufemismo, tan british?) al Reino Unido a
marcharse de la Unión Europea. Creo que su "lugar" en el
mundo está en la relación transatlántica
(con su aliado natural, los Estados Unidos) o si quieren ir a
más, en una Commonwealth ampliada de la que nunca, repito,
nunca, deberían haber salido y mucho más, haberlos
dejado "fingir" que salían.

Pese a que ciertas partes interesadas hayan querido
polarizar el debate construyendo un discurso simplista en torno a
la supuesta existencia de dos únicos modelos sociales (el
anglosajón, -supuestamente- eficaz, que crearía
empleo, y el franco-alemán, -supuestamente- ineficaz, que
produciría desempleo y estancamiento económico), en
realidad son gente del pasado con ideas del pasado, tratando de
imponer una visión retrógrada (disfrazada de
modernidad) a problemas del presente. Una economía de
"manos libres" implanteable e intolerable. Además, por si
quedara alguna duda, su fracaso -clamoroso- como consecuencia de
la crisis financiera y crediticia derivada de las hipotecas
"subprime", certifica el final del modelo de "partners in
prosperity".

El presidente Alemán ha comparado a los banqueros
con los alquimistas que fueron responsables de la
"destrucción masiva de activos". Horst Köhler ha
acusado a los banqueros que han practicado la especulación
financiera en haber puesto el "sistema en una situación
cercana al colapso". La búsqueda de los beneficios ha
convertido a los mercados en un "monstruo" (Financial Times
-15/5/08). La resaca de la complacencia está siendo dura,
pero siguen sin pararse a pensar en cuestiones como
privatización de los beneficios (para unos pocos) y
socialización de las pérdidas (para los muchos).
Las evidencias que desean negar.

En consecuencia, frente a lo que se quiere hacer creer,
es más que evidente que la globalización no exige
en modo a alguno a Europa adoptar el modelo social
anglosajón ni elevar la "Tercera Vía" de Blair a la
categoría de política europea única. Resulta
por ello preocupante que la Comisión Europea encabece bajo
el título de "Los valores europeos" toda una serie de
cuestiones relacionadas con la eficiencia económica que
simplemente tiene que ver con la lógica de mercado, pero
bien poco con el proyecto de integración europeo en sus
aspectos políticos, económicos y sociales. Con ello
-seguramente- no se podrá reconstruir el clima de
confianza y reconectar a los ciudadanos con la Unión (A
Citizen"s Agenda). Con ello no se conseguirán
-seguramente- auténticas mejoras que harán a Europa
más efectiva, más responsable ante los ciudadanos y
más fácil de entender.

Quizá estas reflexiones deshilvanadas sirvan de
algo. Después de todo, este breve espacio sólo
alcanza para ver la superficie de un fenómeno tan antiguo
(la actitud insolidaria y chauvinista del Reino Unido) como
lamentable (por lo reiterativo con respecto a la Europa de los
mercaderes), pero al mismo tiempo permite ofrecer hechos para que
los lectores vayan más allá de esa superficie, si
se atreven…

– ¿Habrá llegado la hora de decir NO a los
que dicen que NO?

Después de decantados los efectos de sus
traspiés, la Unión Europea (UE) siempre encuentra
una salida política para seguir adelante en su proceso de
integración, que lleva ya más de medio siglo. Por
ello, el "no" de la República de Irlanda al Tratado de
Lisboa es otro frenazo institucional de la UE, pero no su
final.

Sin embargo, el nuevo rechazo afecta la credibilidad
internacional del proceso político de integración
más ambicioso de la era moderna. Es un desastre que va a
debilitar la posición y la credibilidad de Europa ante el
resto del mundo

En su momento la ratificación del Tratado de
Maastricht (9 de febrero de 1991), que consolidó la unidad
política de la Unión Europea, fue inicialmente
rechazada por Dinamarca el 2 de junio de 1992 en un
referendo.

Ello obligó a ofrecer a ese país varias
cláusulas de exclusión (entre ellas no unir su
moneda al Euro) y el 18 de mayo de 1993 un segundo referendo le
dio el Sí a la UE. En 2000, Dinamarca rechazó en un
referendo formar parte del Euro (la moneda única europea),
pero Gran Bretaña y Suecia, dijeron lo mismo.

Y sin embargo el proceso de integración
continuó su marcha y llegó al Tratado de Niza (26
de febrero 26 de 2001), que en junio de ese año los
irlandeses rechazaron en consulta popular. E igual que
había ocurrido con Dinamarca, se le ofrecieron
garantías jurídicas al gobierno de Bertie Ahern y
al año siguiente, se convocó un nuevo referendo en
que fue ratificado.

Dinamarca e Irlanda, dos países considerados
pequeños dentro del bloque, son vistas por los analistas
como naciones "euro-escépticas", pero en términos
jurídicos dentro de la UE, cada país es un voto y
tiene igual peso.

Por ello la sorpresa mayúscula fue el "no" en
2005 de Francia y de Holanda -países fundadores de la UE
en 1957- a la llamada Constitución Europea, que fue el
paso político más osado del grupo y un avance en
materia de integración política porque buscaba una
"supranacionalidad" en decisiones de política exterior y
asuntos internos, que no todos estuvieron dispuestos a
aceptar.

Unanimidad por regla

Cuando se trata de asuntos fundamentales como los
tratados institucionales, las decisiones de la UE deben ser
aprobadas por todos los Estados miembros; por unanimidad. Es
decir, que a diferencia de decisiones políticas internas
nacionales, las reglas de la mayoría simple, absoluta o
cualificada, no se aplican.

El rechazo franco-holandés a la
Constitución, obligó a una nueva revisión y
otro tratado; el de Lisboa, que es en realidad un texto
simplificado que remplazó a la Constitución. Y
ahora Irlanda, único país entre los 27 que
constitucionalmente debía ratificar por referendo ese
texto, le ha dicho "no". Muy pocos de los que votaron se han
leído el Tratado de Lisboa. No importa. Irlanda se ha
creído que el espectacular crecimiento económico
desde que ingresó en la UE ha sido únicamente por
sus exclusivos méritos.

"La solución es acelerar el proceso de
ratificaciones y cuando los 26 países lo hayan hecho,
preguntarle a Irlanda: ¿Qué quiere hacer?", le dijo
a BBC Mundo, Alejo Vidal Cuadras, actual vicepresidente del
Parlamento Europeo.

Hasta ahora 15 países lo han aprobado y el plazo
se vence el primero de enero de 2009, aunque igual que ha
ocurrido con otras decisiones de la UE en el pasado, puede
extenderse por decisión de su máxima instancia, el
Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno. Nadie esperaba el nuevo
frenazo y la UE no tenía un "plan B" para enfrentar esta
nueva crisis porque la premisa es que el Tratado de Lisboa no
será revisado. En Londres, el no irlandés ha
inyectado nuevos bríos a los euroescépticos que
buscan también una consulta popular sobre el Tratado de
Lisboa o simplemente su achatarramiento.

Tres rechazos en tres años por consulta popular a
su desarrollo, son un aviso serio y una imagen negativa para la
UE. "Lisboa era una posibilidad política para recuperar un
mínimo de nuestra reputación, pero el gobierno
irlandés y su clase dirigente y académica,
mostró un gran nivel de incompetencia para sacar adelante
este proceso. No entendieron lo que se jugaba", anotó
Alejo Vidal Cuadras.

Pero siempre hay una solución, ¿por
qué no "invitar" a los euroescépticos (pueden
llamarles disidentes, si quieren), comenzando por el Reino Unido
e Irlanda (aunque la lista puede ampliarse) a que se retiren del
bloque? O sea, decir NO a los que dicen NO. Decir NO a la Europa
de los mercaderes. Algo para comenzar"…

(Han pasado algo más de tres años,
11/11/11 -"triple fecha bruja"- y todo va a
peor)

Presunción de inocencia, ninguna:
antieuropeísmo "black label" (sin esperanzas)

Felices de no pertenecer a la zona euro y…
¿felices de no ser "europeos"? (Cómo recibir lo
máximo, sin dar nada a cambio… Desleales "for
ever")

– La City reparte basura (El País –
10/11/11) Lectura recomendada

(Por Xavier Vidal-Folch)

¿Por qué Reino Unido ha vuelto a boicotear
esta semana la tasa Tobin que gravaría las transacciones
financieras, al menos en la UE? La idea, ya articulada en una
sólida propuesta de directiva -COM (2011) 594 final- de
Bruselas, pretende recaudar 57.000 millones de euros anuales
gravando las compraventas de acciones con un impuesto de un 0,1%
y las de derivados con un 0,01%. El propósito es triple:
nutrir al presupuesto comunitario, desalentar a los
especuladores, y poner a disposición de los Estados de la
UE un remanente, algo siempre gozoso en tiempos de
tribulación.

La última cumbre del G-20 en Cannes
declaró con simpatía su "conocimiento de la
iniciativa tomada por varios de nuestros países" para este
impuesto Robin Hood, como algunos le conocen. A diferencia de la
cumbre de Toronto, que en junio del año pasado solo
constató, gélidamente: "Algunos países
están buscando establecer una tasa financiera; otros
países están buscando otras alternativas". El
cambio de tono, facilitado por un Washington benevolente,
llegó tras intensas presiones de Francia y Alemania, y la
complicidad de Argentina y Brasil. Si Reino Unido siguiese
bloqueando, advirtió el ministro alemán de
Finanzas, Wolfgang Schauble, la eurozona debería
ignorarlo, y actuar sin él (hay base para ello: el
artículo 136 del Tratado).

La tasa se liquidaría en la ciudad-sede de las
entidades financieras, esto es, mayoritariamente en Londres. La
City recaudaría así 10 veces más que
París y cinco veces más que Fráncfort. Pero
el Gobierno de su majestad sigue oponiéndose, cada vez con
frases más estentóreas. Alega que esa tasa
desviaría su capitalidad financiera hacia Hong Kong u
otros rincones, hipótesis más que discutible. En
realidad, lo que ocurriría de inmediato es que una tasa
Tobin desincentivaría las finanzas-basura: esas en las que
la City es líder mundial.

Todos los días se compran y se venden derivados
(los más funestos, los CDO u obligaciones de deuda
colateralizada, o garantizada, por sus siglas en inglés)
por una cantidad superior al billón de dólares, en
operaciones cerradas en gran parte desde la City, donde tienen su
cuartel general. Los derivados, activos financieros que no
traducen transacciones de productos reales, sino virtuales,
fueron la causa de la quiebra de la aseguradora AIG, tras Lehman
Brothers, y de la intoxicación de otras: el equipo de AIG
que suscribió los seguros (CDS) que la arruinaron
tenía su base en Londres.

Las entidades financieras, de Wall Street y de la City,
ocultaban y ocultan algunos de estos activos
envolviéndoles en vehículos de objetivo especial
sitos en -hoy semi- paraísos fiscales que son
auténticos terminales de la City, como los territorios
británicos de las islas Caimán, las Bermudas o las
islas Vírgenes.

Fue también en la City donde Goldman Sachs puso
su pica en Europa, a raíz del Big Bang financiero de
Margaret Thatcher que en 1986 abrió la plaza a las
entidades extranjeras. Fue desde su oficina de la City que la
banquera Antigona Loudiadis enmascaró la contabilidad de
Grecia para que pudiera incorporarse a la moneda única en
la segunda vuelta, en 2002: "El expediente estaba
hábilmente planteado, íbamos a piñón
fijo, hay tanto dinero por ganar que uno apenas profundiza",
confesó al periodista Marc Roche uno de su equipo.
Loudiadis fue premiada con la presidencia de una
compañía de seguros del grupo.

Fue también desde ahí desde donde Goldman
buscó ayudas para el quebrado Northern Rock, en 2007; y en
2009, con Lloyds; y en 2009, cuando intentó aliviar la
agonía del Royal Bank of Scotland, ahíto de activos
tóxicos del fondo ultraespeculativo Abacus… que la
propia Goldman le había endilgado, bueno, al banco
holandés que compraron los escoceses, el ASBN Amro; y al
alemán IKB. Y donde protagonizó un intento de
chantaje al Gobierno de Gordon Brown cuando este puso un impuesto
del 50% a los bonus de los banqueros, amenazándole con
largarse. Fue también desde Londres donde se
bautizó a los principales países emergentes como
BRIC, y el banco inició la operación de
seducirlos.

Más recientemente, el pasado septiembre, desde
Londres, al bróker de la suiza UBS (ese refugio dorado
para delincuentes fiscales), Kweku Adoboli, se le destapó
un desfalco de 1.500 millones de euros en "operaciones no
autorizadas", consistentes en especulativos, y ocultos, contratos
de futuros. El banco se tambaleó, como resultado de la
caída en picado de sus acciones, lo que irritó a
fondos soberanos copropietarios como la Corporación de
Inversiones de Singapur: tuvo que echar al consejero delegado. La
UBS reincidía en la fetidez: ya estuvo a punto de quebrar
por haber estafado demasiado con las hipotecas basura de Lehman
en 2008, de lo que se salvó gracias al rescate del
Gobierno suizo. "La City siempre desea hacer dinero demasiado
rápidamente y asumiendo muy poca responsabilidad… y solo
aspira, como en un casino, a conseguir un rendimiento
espectacular en el plazo más breve posible", concluye la
magnífica investigación de John Lanchester
(¡Huy!, Anagrama, Barcelona, 2010). ¿Queda
claro?

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Regreso al hogar,
del "periférico" desubicado (WASP Market) –
¿Abandonará Cameron/City el Titanic de Merkozy a
bordo del "helicóptero" de Obama/Fed?

Opinión personal (todo lo que quepa en un
simple blog)

El "Santo Grial" de David Cameron ("por mis frutos me
conoceréis"…)

Tyranosaurus rex – Coaching
dialógico e Inteligencia emocional – Siéntate a la
puerta de tu casa y verás pasar el cadáver tu
enemigo – Aurea mediocritas

Etimología para "víctimas" de
Twitter (o "analfabetizados" por SMS)

La palabra "grial" etimológicamente viene del
latín tardío "gradalis" o "gratalis", que deriva
del latín clásico "crater", vaso. En los libros de
caballería de la Edad Media se entiende que es el
recipiente o copa en que Jesús consagró su sangre
en la última cena y que después utilizó
José de Arimatea para recoger la sangre y el agua que se
derramó al lavar el cuerpo de Jesús. Años
después, según esos libros, José se lo
llevó consigo a las islas británicas y fundó
una comunidad de custodios de la reliquia, que más tarde
quedaría vinculada a los Templarios.

El Tyranosaurus medía unos 13 metros de largo y 5
de alto hasta la cintura, pesando entre 6 y 8 toneladas.
Tenía un cráneo desproporcionadamente macizo,
balanceado por su pesada cola y miembros anteriores
pequeños. No está claro si era carroñero o
predador nato, pero inclinándonos hacia la segunda
hipótesis podemos calificarlo como el más grande
predador terrestre de su era. Tenía un grueso y musculoso
cuello, y la morfología de su cráneo le garantizaba
una visión periférica excelente, lo cual
habría sido una buena herramienta para identificar persas.
Su mandíbula era capaz de arrancar y desgarrar trozos
importantes de la piel de cualquier oponente, y sus dientes de
diversas formas contribuirían a ello.

Los procesos dialógicos son, básicamente,
diálogos de entre 45 y 90 minutos orientados a conseguir
objetivos o solucionar problemas personales, profesionales o
empresariales. Son estos procesos dialógicos los
encargados de sacar a la luz nuevas formas de hacer y ser para
conseguir los objetivos más eficiente y
eficazmente.

La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer
sentimientos propios y ajenos, y el conocimiento para manejarlos.
Es sentir, entender, controlar y modificar estados
anímicos propios y ajenos.

Siéntate a la puerta de tu casa y verás
pasar el cadáver tu enemigo es un proverbio de origen
chino, el cual también podemos encontrar en la forma
Siéntate pacientemente junto al río y verás
pasar el cadáver de tu enemigo flotando. Este proverbio
llama a la paciencia frente a la adversidad como forma de
solucionar los problemas o querellas con otras
personas.

Aurea mediocritas o Dorado término medio,
especialmente dentro de la filosofía de Horacio alude al
intento de alcanzar un deseado punto medio entre los extremos o
un estado ideal en el que no afecten el exceso y la virtud, sino
la justa medida de ambos. Está relacionado con el
hedonismo epicureista basado en conformarse con lo que se tiene y
no dejarse llevar por las emociones desproporcionadas. Aparece
como tema poético por primera vez en Horacio, en Odas II
10. Es el equilibrio clásico, y también se formula
como: "in medio stat virtus, quando extrema sunt vitiosa" (la
virtud está en el medio cuando los extremos son
viciosos).

El annus horribilis de la Unión
Europea

(Annus horribilis es una frase latina que significa
"año horrible", o, alternativamente, "el año de
horrores". Alude a annus mirabilis que significa "año de
las maravillas")

El "riesgo moral" y el "bazooka" del BCE (el avance de
la insignificancia)

Por primera vez, la confianza de los inversionistas en
el proceso europeo en general parece estar colapsando y, a medida
que crece la amenaza de una cesación de pagos de deuda
soberana, los riesgos de una nueva ronda de contagio financiero
aumentan de manera abrupta.

Así pues, y visto que casi nadie espera que los
países en problemas desmonten de golpe sus respectivos
estados de bienestar y pongan en marcha las reformas precisas -no
realizadas en los años previos- para recuperar la
confianza de los mercados, el consenso entre la mayoría de
analistas, políticos y bancos es que tan sólo queda
una opción para evitar la ruptura de la zona euro (quiebra
y salida desordenada de países miembros): que el BCE
ejerza de prestamista de última instancia y comience a
monetizar de forma masiva bonos periféricos.

Para contener la putrefacción, una idea popular
es que el BCE debería comprometerse a apuntar a un nivel
de rendimiento específico para los bonos italianos,
realizando compras ilimitadas de ser necesario, de la misma
manera que el Banco Nacional Suizo, o BNS, ha prometido una
intervención ilimitada para evitar que el franco suizo se
aprecie.

Un gran "bazooka". "Un arma financiera que Europa ha
creado para proteger a sus economías de los inversores
escépticos que están apostando en contra de ellos".
Para salir de la crisis, según Soros, Europa necesita un
gran "bazooka" suficiente para convencer a los mercados de que
una apuesta contra Fráncfort (donde está la sede
del BCE) sea inútil y costosa" (El plan de Soros para
salvar el euro -Expansión – 12/11/11)

La experiencia del BNS demuestra que las promesas del
banco central de una intervención ilimitada pueden
funcionar para estabilizar los mercados, y el costo puede no ser
tan alto como se temía. Pero pasar de la teoría a
la práctica parece ser enormemente complicado.

De entre todas las opiniones vertidas al respecto,
destacan dos: la del primer ministro británico, David
Cameron, y la del banco germano Deutsche Bank.

Tras conocerse que Francia y Alemania llevan meses
estudiando la posibilidad de crear una zona euro más
reducida, lo cual implicaría la salida de algunos de sus
actuales estados miembros (los ya rescatados más
España e Italia), Cameron señaló el 10/11
ante un grupo de líderes empresariales en Londres que
Reino Unido se está preparando para "cualquier
eventualidad", incluyendo la ruptura de la moneda única.
"Italia es el tercer país más grande de la zona
euro. Su estado actual es un peligro claro y presente para la
zona euro y el momento de la verdad se acerca. Si los
líderes de la eurozona quieren salvar su moneda tienen que
actuar ahora, porque cuanto más se tarde mayor será
el peligro".

En concreto, Cameron avanzó que la única
opción para salvar la situación es una
actuación por parte del BCE, convirtiéndose en
prestamista de última instancia, algo que apoya
París, pero que sigue rechazando frontalmente
Berlín, al menos por el momento.

Por otro lado, grandes bancos como Barclays, Goldman
Sachs o la patronal bancaria española al completo insisten
en la necesidad de que el BCE compre deuda de forma masiva, y
así evitar la ruptura de la Unión. Esta
opinión es generalizada en el sector financiero, pero
llama la atención que hasta el propio Deutsche Bank, una
de las entidades más influyentes de Alemania, contemple ya
esta salida. En un reciente informe, abre la puerta a que el BCE
opte por la monetización masiva de deuda, dada la
insuficiente capacidad del actual Fondo y la escasa credibilidad
que ha cosechado la intención de reforzarlo mediante su
apalancamiento.

Además, indica que el BCE podría eludir la
prohibición explícita de comprar bonos, establecida
en los tratados fundacionales de la UE, si, como sucede hasta
ahora, sigue adquiriendo deuda en los mercados secundarios (sin
comprarla directamente a los gobiernos), sólo que
multiplicando el volumen de compras. En este sentido, apunta a la
posibilidad de adquirir unos 200.000 millones de euros de bonos
italianos que, sumados a los 250.000 millones del EFSF,
servirían para mantener en pie al país durante los
próximos 12 ó 18 meses. El riesgo de
inflación es, hoy por hoy, irrelevante, dada la
contracción crediticia que se avecina, indica: "La
inflación no es el problema número uno de Europa en
estos momentos. La presión deflacionaria debería
ser la principal preocupación".

Por ello, el banco concluye que, dada la crítica
situación existente, el Consejo Europeo otorgará al
BCE un nuevo mandato próximamente (noviembre 2011) para
que intensifique sus intervenciones en los mercados de deuda.
Éste es, precisamente, el intenso rumor que recorre los
mercados europeos últimamente, desde el momento en el que
la deuda italiana sobrepasó el punto de no
retorno.

El comentario más extendido entre los operadores
es que en cualquier momento se puede producir una reunión
extraordinaria del BCE, en la que anunciarían la
adopción de medidas extraordinarias. En concreto, se habla
de la posibilidad de que la entidad compre de forma ilimitada
bonos italianos tras la formación del nuevo Gobierno en
Roma, barajándose incluso cifras de hasta 1 billón
de euros. Los consejeros del BCE preguntados sobre esta
cuestión no han hecho declaraciones al respecto,
asegurando que "ni hoy ni mañana" se producirá tal
reunión (sic).

Pero Deutsche no es el único que piensa en esta
opción. JPMorgan también lo tiene claro. De hecho,
el analista de la entidad Michael Cembalest advierte de que el
proceso ya ha comenzado, aunque no de forma tan
explícita.

"Hasta la fecha (12/11/11), eso es lo que el BCE ha
hecho: de los 1,1 billones de euros extendidos a los bancos
europeos y gobiernos (líneas de liquidez y compra de
bonos) 970.000 millones han sido proporcionados por el BCE". A
ello se suma, además, las recientes renuncias de Axel
Weber y Jürgen Stark en el seno de la institución,
los halcones alemanes favorables al mantenimiento de la ortodoxia
monetaria, y la llegada de Mario Draghi como presidente del BCE,
que ha terminado de abrir de par en par esta opción.
Así pues, tan sólo cabe esperar una respuesta
aún más firme del BCE en este ámbito,
según la entidad: la monetización masiva de deuda
periférica.

Y es que, en caso contrario, de momento la zona euro se
enfrenta a la ruptura: quiebras y salida del euro. Aunque dicha
propuesta haya sido estudiada por Francia y Alemania, la
reacción ha sido inmediata: Berlín y París
niegan esta posibilidad, al tiempo que todas las autoridades de
la UE rechazan la opción.

Hoy por hoy (12/11/11)

Existen varias opciones abiertas, según Juan
Ramón Rallo: "(…) puesta en marcha inmediata del Fondo
Europeo de Rescate con participación muy intensa del FMI
(…) aprobación de los eurobonos (…)
monetización masiva de deuda por parte del Banco Central
Europeo (…) ruptura del euro en dos monedas: un euro fuerte -en
el que estarían Alemania, Holanda, Finlandia, Austria,
Luxemburgo -y tal vez Francia- y un euro débil que
incluyera a todos los periféricos -y tal vez Francia- que
se devaluará entre un 30% o 40% con respecto al euro
fuerte (…) suspensión de pagos desordenada de
países y regreso a las divisas nacionales con sus
correspondientes devaluaciones (…) Las salidas no son
incompatibles y creo, de hecho, que terminaremos pasando por
todas ellas", señala.

La ultima y peligrosa noticia-rumor es la posibilidad de
crear una mini-zona euro entre Francia, Alemania y Holanda, que
puede parecer una idea muy brillante a los intervencionistas
hasta que se den cuenta de que el 68% de sus exportaciones se
venden a sus socios europeos y que sus empresas tienen € 1.1
billones de riesgo a refinanciar en los próximos dos
años.

¿El annus mirabilis del Reino Unido?

Mientras la Unión Europea se "deshace" en sus
dilemas: Prestatarios vs Prestamistas – Austeridad vs Crecimiento
Disciplina vs Solidaridad – Europa vs las
Naciones…

… Cameron lo "tiene fácil" (ante tanta
insignificancia), pudiendo optar por desempeñar diversos
personajes:

El del "Tyranosaurus rex", lanzándose sobre la
presa "paralizada" (UE) para depredarla hasta el exterminio.
Intentando recuperar el autismo insular y cierta gloria
victoriana.

El del "Coaching dialógico" aplicando la
"inteligencia emocional", para mejorar la posición
relativa del Reino Unido ante una Europa de las Naciones, con una
revalidación de la Alianza Atlántica
(EEUU).

Sentarse a la puerta de su casa (Dowing Street 10) y ver
pasar el cadáver su enemigo (la Unión Europea),
para gozo de Conservadores y Laboristas… and God Save the
Queen.

Adoptar el "Aurea mediocritas o Dorado término
medio", actuando con prudencia, generosidad, paciencia,
conformándose con lo que se tiene y no dejándose
llevar por las emociones desproporcionadas…

Pero antes debería preguntarse si el "decoupling"
del Reino Unido puede funcionar.

Es posible que Cameron intente reemplazar a Shakespeare
por Maquiavelo, pero puede encontrarse ante el riesgo de
"representar" a Huxley /Un mundo feliz), para terminar "muriendo
de sobredosis" como Amy Jade Winehouse. (Es sólo una
metáfora).

A primera vista el gran enfrentamiento en Europa es
entre el pagador y el sur europeo en bancarrota. Para los
votantes alemanes, el milagro económico del país
tras las Segunda Guerra Mundial fue construido a base de una
moneda fuerte, prudencia en las finanzas y exportaciones
sólidas. Es difícil para los electores alemanes
entender que precisamente estas virtudes están en el
centro de la crisis actual.

Sin embargo, Alemania tiene todo que perder si no ayuda
al sur y la Eurozona se desintegra. Si Grecia, Italia y otros
países caen en default, o cesación de pagos, los
prestamistas alemanes y franceses serían los mayores
perdedores. Si ellos también abandonan el euro,
sería un desastre legal y financiero para
todos.

Es más, el éxito de las exportaciones
alemanas durante la pasada década se ha desarrollado sobre
la base de un tipo de cambio débil más competitivo
que entró en efecto al compartir la moneda con el sur de
Europa. Sin el euro se podría esperar que Alemania, como
refugio seguro, experimente un alza en su moneda con
consecuencias devastadoras para la industria del país, que
se basa en las exportaciones.

Mientras tanto, fuera del euro los países del sur
en Europa verían caer en picada sus monedas, lo que
conduciría a aumentos en la inflación y en el costo
de la vida tan doloroso como las medidas de austeridad contra las
que protestan actualmente.

Sin embargo estas crudas realidades no son ampliamente
apreciadas en Alemania o en sus vecinos. Porque el verdadero
problema es que no hay nadie que pueda tener la credibilidad para
hablar por el interés común de Europa.

Desde sus inicios en los años cincuenta, el
proyecto europeo ha sido manejado y controlado por un club de
gobiernos nacionales. El proceso político ha sido de
regateo tras bastidores con la presentación de los temas
al electorado como un asunto de intereses nacionales en
competencia. Sin embargo tal regateo es peligroso en una crisis
financiera.

Cualquier solución debe ser acordada por los 17
gobiernos y ratificada por los 17 parlamentos en un proceso
increíblemente lento. Y cuanto más tiempo toma,
más se corre el riesgo que las disputas se vuelvan
más amargas, y que la pérdida de confianza de los
mercados en el euro sea mayor, socavando la frágil
economía europea.

Pero tal como están las cosas, el público
europeo está muy lejos de entender los temas o de aceptar
que una mayor integración económica y
política podría ser necesaria para salvar al
euro.

Tristemente, este dilema político podría
no tener una solución viable inmediata. Por ahora, parece
que a lo único que atinan los "líderes
accidentales" es a tratar de empujar algo con una cuerda, y
siempre, un paso por detrás de los mercados, que son los
que realmente "dictan" la atribulada agenda de la Unión
Europea.

"Los muertos que vos matáis gozan de buena salud"
(otra metáfora)

Mira tú si en el último minuto, cuando ya
nadie se lo espera, los "burócratas" de la UE o el
tándem Merkozy "iluminan" una solución al estilo de
Obama con General Motors.

"General Motors está a punto de recuperar el
liderazgo mundial de fabricantes de automóviles que le
arrebató Toyota en 2008, cuando el gigante de Detroit
estaba condenado a la quiebra. La firma japonesa, de hecho, ha
visto perder su trono en 2011 hasta caer a la tercera
posición de ventas mundiales, por detrás de GM y
Grupo VW"…
General Motors obra el milagro: de la
quiebra al número uno en apenas dos años (El
Economista – 11/11/11)

6, 79 millones de vehículos vendidos en 2011
avalan al fabricante estadounidense en su objetivo por recuperar
el cetro. Esta cifra supone más de medio millón
más que el Grupo Volkswagen y un millón más
que Toyota, evidentemente afectada por los problemas de
suministro tras los efectos del terremoto y tsunami del 11 de
marzo.

El resurgir de GM corta de raíz las aspiraciones
de Toyota de consolidarse como el número uno en el mundo.
"Es una recuperación bastante notable dada la forma en que
cayó hace dos años", destaca Willy Shih, profesor
en la Escuela de Negocios de Harvard.

"No es algo con lo que contáramos, ser más
grande no era una meta para nosotros", afirma Harry Wilson, un ex
directivo de la compañía que ahora trabaja como
jefe en una consultoría en Nueva York. Wilson sostiene que
el principal objetivo de GM se "conformaba" con empezar a ser
rentable para poder sobrevivir y crecer poco a poco.

En abril de 2006 (mira tú, si ha llovido desde
entonces) escribí un Paper, al respecto, titulado:
"Mecánica Popular" (Pasión y muerte de los
"monstruos cromados de Detroit), donde defendía la
conveniencia de "sostener" la industria automotriz
estadounidense.

El juego de la deuda (la democracia en manos de los
mercados)

El 8/11/11, BBCMundo proponía un juego, un
juego editorial si se quiere. La única regla es que deben
imaginar que tienen los ojos vendados y juzgar como si fueran un
actor de los mercados financieros. Y tienen que hacerlo de forma
implacable.

El ejemplo es real, pero no revelaré el nombre
por ahora (decía el autor del artículo).

Veamos. Existe un país cuyo gasto público
se acerca o supera lo que produce y que ha tenido dificultades
para honrar los intereses de su deuda.

Desde hace meses ese mismo país ha estado al
borde de una cesación de pagos (o default) y las agencias
de calificación le han bajado la nota.

Para muchos analistas, un default sería
catastrófico para la economía mundial. Sin embargo,
incluso ante esta advertencia, los políticos que deciden
sobre el destino de esa nación no se han puesto de acuerdo
sobre cuál es el mejor camino para salir del
brete.

Ahora ustedes me dirán…

Si aplicasen el juicio severo de los mercados con apenas
los datos que expuse antes, seguramente concluirían que
estamos ante un país en serios problemas, que genera mucha
incertidumbre y una gran desconfianza.

Probablemente me anunciarían, también, que
saldrían a vender cualquier activo proveniente de esa
nación, a la que pasarían a considerar una suerte
de paria financiero. ¿Me siguen?

Claro. Para ustedes, el hipotético mercado, la
posibilidad de un default es un horroroso cuco. El Fondo
Monetario Internacional (FMI) debería meter mano y obligar
al gobierno a reducir su gasto, privatizar los servicios
públicos, aumentar los impuestos y, sí, accionar la
tijera de la austeridad.

¿Qué pasaría si les dijera que ese
país es Grecia? ¿Mantendrían su
opinión ustedes, el mercado? ¿Y si fuese Italia?
¿Harían lo mismo? Tal vez sí ("ahora
más que nunca").

¿Y si les revelara que se trata de Estados
Unidos? ¿Cambiarían de parecer y atenuarían
su evaluación? ¿Declararían que "no es tan
así"? Piénsenlo.

He aquí el problema. Antes el mismo punto de
partida, los actores del mundo de las finanzas parecen aplicar
criterios disímiles: Grecia vive en un desorden contable y
político, e Italia tiene un rojo en sus balances agravado
por la dudosa credibilidad de Silvio Berlusconi, mientras que
Estados Unidos… bueno, la mayor economía del mundo
eventualmente sabrá cómo sobreponerse.

En otras palabras, así como a veces los juicios
de la diplomacia internacional responden a los intereses de las
potencias, las sentencias del ámbito financiero en algunos
casos reflejan los intereses de las economías
hegemónicas o las industrias predominantes, como la
financiera.

Y a ello hay que añadirle que esos juicios tienen
un innegable componente irracional. Como ya les contamos en BBC
Mundo, el mundo de las finanzas ya es cosa de
psicólogos.

Claro que se podría objetar que hay razones para
distinguir entre Grecia e Italia, por un lado, y Estados Unidos,
por el otro.

Los griegos efectivamente tienen serios problemas para
generar recursos, los italianos están empezando a padecer
el mismo mal y los gobiernos de ambos están en crisis,
mientras que Estados Unidos puede salir adelante tan sólo
por el dinamismo de su economía y su enorme capacidad
productiva, además de tener una administración
más estable.

¿Pero es suficiente todo esto para justificar una
percepción tan diferenciada, si la base del problema, su
columna vertebral, es la misma?

(Si el lector quiere continuar el "juego de la deuda"
más allá de lo propuesto por BBCMundo, puede
reemplazar a EEUU por el Reino Unido -evitado por obvias
razones-, o agregarlo, en su caso, y el resultado sería el
mismo. ¿Sospechoso, verdad?)

La deuda y la obsesión de los mercados

Monografias.comMonografias.comMonografias.comA raíz de las crecientes tensiones
en torno a la deuda pública y la obsesión de los
mercados por hacer creer que la deuda pública puede dar
origen a una nueva crisis global, me ha parecido útil esta
gráfica que compara la deuda pública y privada de
varios países. El gráfico está tomado de un
Informe de McKinsey y ha sido publicada en BusinessWeek. A
diferencia del segundo gráfico que se presenta
posteriormente, éste primero es una instantánea,
una imagen que no toma en cuenta la historia o el "cómo se
llegó hasta aquí". El segundo gráfico
permite apreciar la evolución de este
endeudamiento.

Monografias.com

Monografias.comUn dato
que salta a la vista es que mientras la deuda pública de
países como Alemania, Italia y Estados Unidos representa
un tercio de la deuda total, para el caso español la deuda
pública es menos de un quinto del total de la deuda. Del
mismo modo, mientras Alemania e Italia tienen una deuda total en
torno al 300% del PIB, Japón y el Reino Unido tienen una
deuda bastante mayor, que llega al 500% del PIB. ¿Por
qué entonces, Japón y el Reino Unido no reciben las
mismas presiones que los países de la zona euro? Muy
simple: la mayor parte de la deuda de Japón está en
manos de inversores japoneses; y en el caso del Reino Unido, hay
deudas repartidas con Estados Unidos. Queda claro que el problema
europeo se debe a falencias de su propia integración que
no fueron pensados inicialmente. ¿Pero es para provocar
tanto miedo?

Monografias.com

Deuda pública y banca

Gran parte de la preocupación por la deuda
pública no es más que para crear alarmas y obligar
a los países a aplicar los draconianos planes de
austeridad que, como está quedando demostrado, hunden
más a la economía real. Lo que se pretende ocultar,
es el que el problema de la deuda no ha sido de los gobiernos
sino de la banca y las instituciones privadas. Es lógico
exigir ahora que sea la banca la que asuma su fracaso y absorba
las pérdidas. Es lo que hay que declarar en Grecia y en
todos los países que le dieron carta libre a la banca para
que ésta hiciera y deshiciera a su antojo. Para colmo,
gran parte del endeudamiento público generado a partir de
2007 se debe justamente al irrisorio esfuerzo de los gobiernos
por rescatar a una banca víctima de su propia mordaza: el
apalancamiento.

Los problemas que tensionan a la economía no
tienen nada que ver con la deuda pública sino expresamente
con la deuda privada. Y es justamente el sector privado el que
presiona a través de las agencias de calificación
por un pronto rescate, lo que quiere decir inyectar mucho dinero
que los contribuyentes deberán pagar por décadas.
Se exige un mínimo de dos billones de euros para rescatar
a la banca europea, mientras se obliga a los países a
aplicar masivos estrangulamientos presupuestarios a sectores
claves de la economía como la salud, la seguridad y la
educación.

Alemania ha adelantado que el próximo Fondo de
Rescate superará el billón de euros, sin dar
señales claras de dónde sacará ese dinero.
Se le sigue el juego a Estados Unidos y los planes de
flexibilización cuantitativa impuestos por la Fed, como si
algo hubiese avanzado esa economía tras cuatro años
de crisis.

Ese dinero público que se inyecta al sector
privado no va para la creación de escuelas, hospitales o
nuevos desarrollos en las infraestructuras. Se destina expresa y
exclusivamente a tapar los agujeros de un sistema financiero que
está a punto de estallar, producto del fraude masivo en el
período expansivo del ciclo. Es por tanto un dinero
destinado a desaparecer en el gran agujero negro de las finanzas
sin que genere ningún impulso revitalizador en la
economía, tal como ha sido en Estados Unidos.

Se ha creado el mito de que sin el sistema financiero
nada puede funcionar. Se cree que es la profunda
interconexión del sistema financiero la que facilita la
vida en la Tierra y que sin una banca funcionando las 24 horas
del día volveríamos a la edad de piedra. Eso es
falso. Si algunos de los grandes conglomerados bancarios
desaparecieran de la faz de la Tierra todo seguiría
exactamente igual. En cambio, si cerraran las escuelas, los
hospitales, los pozos petroleros o los laboratorios, ahí
sí que ocurriría algo grave. La riqueza real se
mide por la capacidad productiva de una economía y no por
la capacidad de hacer fraudes financieros.

Es cierto que un cese total de la banca generaría
ondas de choque en términos de aumento en las tasas de
interés y caída en el valor de las acciones. Pero
este shock transitorio no duraría mucho tiempo si los
gobiernos reemplazaran la parte real y formal de la banca y
abandonaran la parte ficticia.

Antieuropeísmo "black label" (el oxímoron
de Cameron)

Los mercados son omnipresentes en el debate sobre el
futuro de la eurozona.

¿Pero son "los mercados" el tipo de
consideraciones que los políticos deben tener en cuenta a
la hora de tomar decisiones?

"El mercado consiste en cientos de miles de analistas e
inversores que hacen cálculos muy detallados",
señaló, en conversación con la BBC, el ex
ministro de Economía británico Norman Lamont
(13/11/11).

"Esta es la democracia de los mercados… inversores
profesionales, que actúan en nombre de usted y yo y
nuestros fondos de pensiones", asegura quien fuera también
secretario del Tesoro en el gobierno de Margaret
Thatcher.

Desde su punto de vista, los mercados son la
expresión de la voluntad de la gente. En cuyo caso,
siguiendo el argumento, los políticos deben prestarle
atención a lo que los mercados están diciendo, y
asegurarse de mantener la confianza de los inversores.

Según Terry Smith, director ejecutivo de la firma
de corredores de bolsa Tullett Prebon, los mercados defienden
mejor a la democracia que los mismos ciudadanos.

"La razón por la que muchos políticos
atacan a los mercados y tratan de regularlos es porque los
mercados los obligan a rendir cuentas, mucho más que su
electorado en algunos casos", asegura.

No, no, no, no, no…

Esa descripción del capitalismo
democrático no cae en gracia en otros sectores.

"Es un tipo curioso de democracia si el número de
votos que uno tiene depende de la cantidad de dinero que posee",
apunta Andrew Simms, de la Fundación New
Economics.

Durante las últimas décadas, argumenta,
los países en los que se ha dejado que los mercados se
comporten como quieran, se amplió la desigualdad
económica, y el poder ha ido quedando en manos de un
número cada vez más reducido de
individuos.

"La mera frase "la democracia de los mercados" es
obviamente un oxímoron", mantiene.

"El mercado ha hecho lo opuesto de actuar en el
interés de la mayoría. Si bien es cierto que el
dinero es de la gente común, esa gente tiene poca o
ninguna posibilidad de decidir dónde se
invierte".

Y, aduce, esa desconexión democrática ha
causado estragos.

"Las pensiones de la gente han sido trituradas como
consecuencia de la manera en la que los mercados han operado, a
pesar del hecho de que quienes manejan los mercados son muy
buenos a la hora de proteger sus intereses propios".

Y esos individuos pueden ejercer mucho poder mientras
obtienen vastos beneficios.

Se dice por ejemplo que George Soros ganó
más de US$ 1.000 millones en el denominado
"Miércoles negro" -el 16 de septiembre de 1992-, cuando
apostó contra el gobierno británico por su
indecisión frente al Mecanismo Europeo de Cambio (MEC).
Sus acciones contribuyeron a la retirada del Reino Unido del
acuerdo y a la devaluación de la libra
esterlina.

Para el economista John Kay, el sólo hablar de
"los mercados" como si fuera un ente singular, o frases como "lo
que los mercados piensan" es antropomorfizar de una manera
absurda.

"La esencia de los mercados es que son una
colección de opiniones, no necesariamente opiniones
informadas, ni necesariamente democráticas, sino una
colección de opiniones", arguye.

Básicamente, el argumento sobre el papel y la
responsabilidad de los mercados es filosófica, no
sólo política, o económica.
¿Quién sabe qué es correcto y qué es
errado? Lo bueno y lo malo gradualmente se funden en la batalla
de las ideas contradictorias.

Los mercados no son una fuerza democrática ni
inteligente. Están sujetos a momentos de histeria o
influencias de moda y, mientras los inversores no quieren que su
dinero se gaste en empresas criminales, ciertamente no
están "expresando opiniones" al invertir.

Tal vez, sobre estos aspectos debería reflexionar
David Cameron a la hora de resolver si hace lugar a la
petición de convocar un referéndum para que el
pueblo británico resuelva sobre la continuidad, o no, del
Reino Unido en la Unión Europea.

Difícil tendrá escuchar la voz de la
gente, mientras intente dejar la democracia en manos de los
mercados.

Es cierto que en una Europa en "vías de
desarrollo", es muy complicado contestarse la pregunta: "Soy
europeo ¿pero de dónde soy?". Por lo que
sería muy fácil marcharse.

También es cierto que el Reino Unido
(según mi opinión, perdón) es la enfermedad
silenciosa de Europa. Por lo que sería muy prudente
expulsarlos.

Aunque mi deseo (perdón) sería darle al
Reino Unido el "go home", creo que el pueblo británico se
merece la oportunidad de resolver el "opt out" de la Unión
Europea.

No obstante, pienso que finalmente los "business" de la
banca británica ("cuando la música pare, las cosas
se complicarán, pero mientras suene tienes que levantarte
y bailar"), forzarán al gobierno a continuar "conviviendo"
(con las debidas infidelidades) con la "odiada" Unión
Europea. Por lo que la democracia de los mercados se
impondrá ("of course") a la democracia real. Y los
ciudadanos tendrán que seguir acampados en Saint Paul
Cathedral o en The Tower of London (interesante
metáfora).

Regreso al "Preguntero", para plantear algunas
cuestiones pendientes de explicación

Mientras el Reino Unido reflexiona si le interesa o le
conviene abandonar el modelo económico de la Unión
Europea, que por el momento resulta inestable, desequilibrado,
descoordinado y, en última instancia, insostenible, quedan
preguntas por contestar:

¿El "decoupling" del Reino Unido puede
funcionar?

¿Cuándo se queden solos, de dónde
vendrán los euro-dólares? ¿Cómo
reciclarán?

¿Cuándo se queden solos,
trasladarán el "paraíso fiscal" a Singapur, a Hong
Kong (bajo el protectorado chino), a Malasia, a
Bahamas…?

¿Cuándo se queden solos, le
interesará a los Estados Unidos mantener su "chiringuito"
financiero (shadow banking) en la City londinense?

¿Qué harán cuando los bancos zombis
entren al "jardín de senderos que se bifurcan"?

¿Qué pasará cuándo descubran
que han llegado al lugar del que nunca se vuelve?

En tanto van alcanzando las "respuestas", como viejo
corresponsal de guerra (económica), me permito sugerir
(humildemente): un prudente cuidado con las fantasías
conscientes o inconscientes de omnipotencia, y el narcisismo (una
reducción idealizada de quiénes son o, más
exactamente, quiénes quisiera ser), tan… "british",
por otra parte.

Mientras Cameron lee a Jorge Luis Borges, muy
anglófilo, para mayor gloria, y reflexiona sobre los
"senderos que se bifurcan", al "Preguntero" la actitud del Reino
Unido con la Unión Europea, le recuerda la postura de
Cataluña con España, (puro chantaje y
simulación). Coacción e hipocresía. Un
cuento macabeo. Una trola de mercaderes fariseos. Ellos, a lo
suyo (y si cuela, cuela)… "The game is the
game".

Coda (no comment): hagan sus apuestas

Una vez finalizada la redacción del Paper
(14/11/11), se cruzan dos interesante artículos
periodísticos que dejo para que ustedes puedan dar o
quitar razón al "Preguntero".

– Los británicos solo buscan comercio (El
País – 19/11/11) Lectura recomendada

Gran Bretaña no le interesa la
construcción política de Europa: solamente le
interesa las ventajas comerciales de estar dentro

(Por Walter Oppenheimer – Londres)

¿Por qué está Gran
Bretaña en la Unión Europea? Es una pregunta que se
hacen muchos europeos cada vez que el continente quiere avanzar
en la construcción europea y se ve frenada por las
reticencias del socio británico. Lo explicó con
gran claridad el primer ministro, David Cameron, el viernes en
Berlín. "Gran Bretaña está en Europa porque
es una nación dedicada al comercio. Este es el mayor
mercado único del mundo. El mercado único es en
parte una creación británica. Estamos orgullosos de
esa creación".

Es decir, a Gran Bretaña no le
interesa la construcción política de Europa.
Sólo le interesa las ventajas comerciales de estar dentro.
Y por eso la libra esterlina no está en el euro. No porque
los británicos pensaban hace 20 años que el euro
iba a ser un fracaso, como dicen ahora, sino por todo lo
contrario: porque temían que sería tal éxito
que acabaría llevando a una mayor integración
política. Y eso, perder soberanía, es lo que
más temen. Quieren que al final sea siempre Westminster
quien decida. Y eso es incompatible con un movimiento que
consiste en decidir en común.

Ese es el elemento que transpiraba detrás de la
oposición de Margaret Thatcher a la moneda única
europea. El 20 de octubre de 1990, The Economist publicó
un editorial criticando que la oposición de Thatcher se
basa "en prejuicios y poca cosa más". "La señora
Thatcher pone objeciones a la unión monetaria europea
porque comportaría, dice, "una inaceptable pérdida
de soberanía". Pero eso plantea dos cuestiones:
¿qué tipo de soberanía e inaceptable para
quién?", escribía la revista.

El semanario restaba importancia a que Londres perdiera
su soberanía monetaria porque la utiliza "con
inequívoca incompetencia", fomentando altos y bajos en la
economía. Y, de forma chocante en el debate actual,
criticaba a quienes se oponían a la moneda "porque temen
la pérdida de la soberanía fiscal, el poder de
tomar decisiones sobre impuestos y gasto público". "Pensar
que la unión monetaria afecta a la soberanía fiscal
es un error", opinaba.

El sucesor de Thatcher, John Major, no tenía
hostilidad hacia Europa y el proyecto de moneda única.
Él, que metió a la libra en la serpiente monetaria
cuando estaba en el Tesoro, la veía como un complemento
lógico del mercado interior, aunque las divisiones en su
partido le hicieron distanciarse del proyecto. Primero,
proponiendo sin éxito la creación de una moneda
común, pero no única, en paralelo a las monedas
nacionales. Y luego, negociando para Gran Bretaña el
derecho a quedarse fuera de la moneda europea y elegir el momento
de entrar. El famoso opt-out.

El laborista Tony Blair hubiera ingresado en el euro de
inmediato si hubiera tenido la seguridad de ganar el
referéndum de acceso y si su rival Gordon Brown no hubiera
tomado el euro como rehén en sus batallas contra
él. Brown tenía dudas sobre el euro, pero sobre
todo acerca del mejor momento para ingresar, dadas las
divergencias del ciclo económico británico y el
continental.

Las críticas técnicas a la unión
monetaria se dieron sobre todo entre académicos de Estados
Unidos, que señalaban que Europa carecía de la
movilidad laboral, transferencias fiscales transfronterizas,
unidad de ciclo económico o la incidencia más
uniforme de los choques económicos que se da en Estados
Unidos. Aunque algunos, como Fred Bergsten, director del Peterson
Institute for International Economics de Washington, opinaban que
esos factores se verían contrarrestados por la comprobada
capacidad de cada Estado miembro de superar sus sustanciales
diferencias. Y en Gran Bretaña, de nuevo The Economist
afirmaba en mayo de 1997 que "no hay que exagerar esas
dificultades". "América tampoco parece un área
monetaria perfecta. Si la moneda única obliga a los
gobiernos a hacer sus economías más flexibles, como
esperan muchos de quienes la proponen, traerá beneficios
adicionales, no impondrá mayores costes".

Pero sí hubo una voz británica contraria
al proyecto de unión monetaria por razones técnicas
y no políticas: personaje muy peculiar, Wynne Godley.
Músico profesional primero y luego economista del Tesoro y
después profesor del King"s College de Cambridge, Godley,
que falleció el año pasado, escribió en
octubre de 1992 un artículo profético en la London
Review of Books. "Aunque apoyo el movimiento hacia la
integración política de Europa, creo que las
propuestas de Maastricht tal y como están son seriamente
defectuosas", decía. Tras citar una lista de objeciones
técnicas que recuerdan asombrosamente a los problemas que
se dan estos días en la zona euro, concluye: "Simpatizo
con la posición de quienes (como Margaret Thatcher),
enfrentados a la pérdida de soberanía, quieren
saltar del tren de la unión monetaria. También
simpatizo con quienes buscan una integración con cierta
forma jurídica de constitución federal, con un
presupuesto federal mucho mayor que el presupuesto de la
Comunidad. Lo que encuentro totalmente desconcertante es la
posición de quienes buscan la unión monetaria sin
crear nuevas instituciones políticas (aparte de un nuevo
banco central) y que levantan las manos horrorizados ante la
palabra "federal" o "federalismo". Es la posición que
tienen el Gobierno y casi todos los que participan en el debate
público". Nadie le hizo caso.

– El dilema británico (El
País – 20/11/11) Lectura recomendada

Reino Unido no logra controlar la
inflación, pese a que el crecimiento económico casi
roza la recesión

(Por Fernando Cano)

Reino Unido creció un 0,5% en el tercer trimestre
del año, alentando las previsiones más pesimistas,
que hablan de un crecimiento más cercano a cero a finales
de año. La situación de la tercera economía
europea no es muy distinta de la del resto de la UE, con elevados
déficit fiscal y deuda pública y una incipiente
ralentización del sector exterior. El problema radica en
que una preocupante combinación de elevada deuda de los
hogares, altas tasas de paro y un crecimiento galopante de la
inflación impide mantener en pie el consumo interno, uno
de los principales motores de su crecimiento reciente.

En estos momentos, las previsiones oficiales del Fondo
Monetario Internacional (FMI) hablan de que la economía
británica crecerá un 1,1% este año, mientras
que la OCDE apuesta por un alza del 0,9%. No obstante, las
últimas cifras están lejos de estas previsiones, y
solo los más optimistas creen que el crecimiento de 2011
rondará ese nivel. En el segundo trimestre, el PIB
aumentó un 0,1%, y en septiembre, el crecimiento
interanual fue del 0,5%. El temor a una nueva recesión en
Europa ha tirado por tierra los pronósticos de una
importante recuperación en el cuarto trimestre del
año.

Pese a ese débil crecimiento, los precios
están en plena escalada. En septiembre, el IPC
creció un 5,2%, el nivel más alto en tres
años. El Gobierno justifica el dato por la reciente subida
del IVA al 20% y por los crecientes precios de la energía.
Las previsiones del FMI indican que los precios crecerán
en 2011 el 4,5%, más del doble de la meta gubernamental.
Esa alza puede frenar la demanda de los hogares, que,
según la OCDE, solo crecería un 0,2% este
año, cuatro décimas menos que el año
pasado.

Pero el consumo interno no es lo único que se
mantiene estancado. El comercio exterior tampoco pasa por su
mejor momento. Hasta ahora, la fortaleza de la libra esterlina
había logrado reducir el déficit comercial al 1,7%
del PIB durante el segundo semestre del año, desde el 3%
de 2010. No obstante, con Alemania, Francia y EE UU coqueteando
con bajísimas cifras de crecimiento, las ventas de Reino
Unido se resentirán duramente, ya que la reducción
de la demanda internacional es inminente en el nuevo
escenario.

En estas circunstancias, el gasto
público se antoja como una de las pocas soluciones para
tirar de la economía. Pero el Gobierno británico
debe manejar el delicado equilibrio para seguir estimulando la
economía y no desequilibrar sus cuentas. En 2010, el
déficit fiscal llegó al 10,3% del PIB, frente al
desequilibrio del 11,5% un año antes. Los datos de
Eurostat reflejan, además, que la deuda pública
llegó a finales de 2010 al 79%, frente al 44% de 2007, el
año en el que estalló la crisis financiera
internacional.

La OCDE ha sugerido a Londres nuevas reformas para
mejorar la eficiencia del sector público y aumentar la
edad efectiva de jubilación. De esa forma, dicen, se
mitigarían las presiones fiscales a través de la
racionalización más que de los recortes.
Adicionalmente, proponen continuar con una política
monetaria expansiva este año para apoyar la actividad. Con
todo, los pronósticos para 2012 siguen a la baja. El FMI
habla de un 1,6%, el Banco de Inglaterra prevé un alza del
PIB de solo el 1% y la OCDE se decanta por un 0,8%. Todo
dependerá del desempeño de la Unión Europea
durante los próximos meses.

Lo dicho Señores, ustedes mismos… (nos
vemos en el referéndum… ¡Ja!)

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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