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El síndrome de Asperger. Discapacidad y desprotección jurídica



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. ¿Qué es el Síndrome de
    Asperger?
  3. Funciones fundamentales afectadas en el
    Síndrome de Asperger. La teoría de la mente y
    la función ejecutiva
  4. La
    inteligencia
  5. La
    Discapacidad
  6. Legislación de índole
    internacional que brindan protección legal de
    carácter general a la persona con
    discapacidad
  7. Normativa nacional. Carencias y omisiones
    respecto a la discapacidad mental, específicamente en
    los casos de Síndrome de Asperger
  8. Necesidad de promulgación de un
    instrumento jurídico que refrende derechos y
    garantías de la persona con discapacidad en toda su
    extensión nominal, inclusiva de las categorías
    de origen mental
  9. Casos
  10. Conclusiones
  11. Bibliografía
  12. Anexos

Quizás los ojos que los
"diferentes" necesitan son ojos limpios de prejuicios, sanos de
egoísmos y dispuestos a una solidaridad efectiva y sin
propaganda.
Allí está la verdadera caridad,
que no da a conocer su intento y su logro.
Si la fuerza
espiritual necesaria no corre en y por medio de cada pensamiento,
acto y sentimiento hacia lo diferente… nada brindado
será perdurable.

Lema sitio web cubano sobre
autismo.

Resumen

El Síndrome de Asperger, entendido por muchos
expertos en el tema, como el nivel de alto funcionamiento en el
espectro autista, constituye una de las cinco categorías
comprendidas dentro de los Trastornos Generalizados del
desarrollo, al tiempo que ha venido a reconocerse recientemente
por la American Association on Intellectual and Developmental
Disabilities (AAIDD)1 traducido como Asociación
Americana de Discapacidades del Desarrollo Intelectual, como una
discapacidad sin rasgo de retraso mental.

En tanto discapacidad de causa mental, la persona
afectada por el Síndrome de Asperger, experimenta
inexorablemente serias limitaciones al momento de su
interacción con el medio social, del cual, por
añadidura, es parte integrante y dentro del que
necesariamente debe hacer efectiva la vida, crecer, educarse,
asumir los retos en sus diferentes y complejas etapas, así
como aspirar a la materialización de vocaciones y
proyectos provenientes.

Tales limitaciones, elevadas a la jerarquía de
condicionantes negativas al pleno desarrollo y desenvolvimiento
de la personalidad en el individuo neurodivergente, redundan a
fin de cuentas en perjuicios y en no pocos casos, estados de
indefensión grave de los implicados.

La comunidad internacional, desde la misma salida a la
luz de la Carta de los Derechos Humanos, en el año 1948, a
través de sus diferentes órganos e instituciones
relacionadas con la materia, ha promovido una labor
sistemática dirigida a la protección de las
personas con discapacidad, que ha arrojado como resultado la
promulgación de un conjunto de normas contentivas de
garantías fundamentales en aras de lograr el amparo
jurídico de las mismas.

A pesar de la realización por parte del Estado
cubano, de ingentes esfuerzos tendentes a brindar
protección y fomentar el desarrollo pleno de las personas
con discapacidad, función asumida por el Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros, mediante los Planes de
Acción quinquenal puestos en práctica y la
gestión subsidiaria que realizan las asociaciones
–buenas intensiones que resultan insuficientes y en un
perfil estrecho no abarcan la totalidad del abanico de
discapacidades reconocidas oficialmente- de este género
existentes en el país, lo cierto es que en cuestiones de
legislación al respecto, resulta palpable la ausencia de
una normativa específica que regule de forma
jurídica la tutela de estos casos.

El presente trabajo, pretende de un modo objetivo y
conciso, abordar precisamente la necesidad de promulgación
de un instrumento jurídico que refrende derechos y
garantías de la persona con discapacidad en toda su
extensión nominal, inclusiva de las categorías de
origen mental, entre ellas, el Síndrome de
Asperger.

Palabras claves: Síndrome de Asperger,
teoría mental, función ejecutiva, déficit
del hemisferio derecho, discapacidad mental, desprotección
jurídica.

¿Qué es el Síndrome de
Asperger?

Antes de adentrarnos en una definición del
Síndrome de Asperger, entidad clínica que sirve de
tema central al presente trabajo, vista su relevancia y alcance
hasta el plano de una posible regulación jurídica
en términos de tutela y protección, es preciso
hacer alusión siquiera al grupo en el cual, por su
divergencia en el engranaje neurológico, ha sido ubicado
en las clasificaciones médicas vigentes de uso
internacional. Nos referimos específicamente a los
Trastornos Generalizados del Desarrollo.

Definición y Síntomas

Los TGD, han sido recogidos en el DSM-IV (Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales)2, en su versión del año 1994 y
agrupa un conjunto de cinco categorías, dentro de las
cuales, para nuestro interés del estudio se encuentra el
mencionado síndrome, que en más de una
ocasión ha sido vinculado al autismo clásico o
autismo de Kanner3, como algunos autores estiman adecuado
ubicarlo en la franja superior del "Espectro autista" en
oposición a los casos de autismo grave que yacen en la
franja inferior de este continuum.

Para el CIE-10 (Clasificación
Internacional de las Enfermedades, décima
revisión)4, los Trastornos Generalizados del
Desarrollo
o TGD (en inglés Pervasive
Developmental Disorder o PDD) (código F84), se
definen como un "grupo de trastornos caracterizados por
alteraciones cualitativas de las interacciones sociales
recíprocas y modalidades de comunicación,
así como por un repertorio de intereses y de actividades
restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías
cualitativas constituyen una característica pervasiva del
funcionamiento del sujeto, en todas las
situaciones".

Los trastornos generalizados del desarrollo,
presentan en común una asociación de
síntomas que ha dado en llamársele tríada de
Wing5, en honor a la insigne investigadora inglesa, quien
demostrara mediante un estudio clínico y
estadístico la regularidad de la asociación de tres
manifestaciones de síntomas observados en franca
interrelación, tratándose en efecto de un
síndrome (conjunto de síntomas conectados). Dichos
síntomas engloban básicamente trastornos de la
índole siguiente:

  • trastornos de la comunicación verbal y no
    verbal

  • trastornos de las relaciones sociales

  • centros de interés restringidos y/o conductas
    repetitivas

La severidad de los síntomas puede variar de una
persona a otra. Hemos de ver el grado de complejidad manifiesto,
a partir de su ubicación en determinado punto de un
espectro continuo, se trate igual del autismo en su
presión más grave o el que denota un alto
funcionamiento, así como Síndrome de Asperger como
se verá más adelante.

Así tenemos que los trastornos en la
comunicación pueden ir de un mutismo total con
incomprensión del lenguaje hablado y escrito y ausencia de
mímicas congruentes al humor, a dificultades de
comunicación que se limitan esencialmente a la
comunicación verbal (en particular en el aspecto de la
comprensión de los mensajes implícitos) y no verbal
(comunicación gestual, expresiones del rostro) y en la
adaptación a las exigencias del interlocutor. En estos
casos, el vocabulario puede ser rebuscado, preciso, incluso
resultar pedante, con un tono de voz o la entonación
extraños, aunque no sean criterios
obligatorios.

Los trastornos en la socialización pueden ir
desde la ausencia de búsqueda de contactos sociales
(incluso para satisfacer necesidades fisiológicas
perentorias como el hambre), hasta situaciones en las que la
persona intenta tener amigos pero no sabe cómo
conseguirlo, o bien es presa fácil de la picardía
de los demás debido a una gran ingenuidad mucho más
allá de los niveles que se podrían esperar en una
persona de la misma edad y coeficiente de inteligencia
similar.

Finalmente, los centros de interés restringidos y
las conductas repetitivas pueden variar también, desde
situaciones en las que la persona no da cuenta de la
ocupación de otras conductas que no sean aquellas
repetitivas y no funcionales (actividad de recuento,
estereotipias gestuales, tics, muecas, deambulación, etc.)
hasta perseverancias, dificultades en abordar otros asuntos de
conversación aparte de los centros de interés de la
persona, o compulsiones, obsesiones que pueden evocar a primera
vista un trastorno obsesivo-compulsivo. En las formas menos
profundas de TGD, puede ocurrir que la persona afectada caiga en
la cuenta del carácter fuera de lo común de sus
centros de interés, y desarrolla conscientemente
estrategias para disimularlos, o disminuir el impacto sobre su
vida social.

Aún cuando baste la referencia a las
consideraciones relativas de manera general al Trastorno
Generalizado del Desarrollo, nuestro interés viene
centrado en una categoría, específica, la
denominada Síndrome de Asperger.

Y ¿qué es el Síndrome de
Asperger
?

En 1944, el pediatra austriaco Hans Asperger6 hizo
público un artículo en el que describía a un
grupo de cuatro niños que presentaban como común
denominador, dificultades en la comunicación no verbal,
expresión verbal peculiar, adaptación social pobre,
intereses específicos, intelectualización  del
afecto, torpeza motriz y problemas de conducta. Fijó la
aparición de los síntomas entre los 2/3 años
de edad y observó mayor proporción de varones que
de hembras. A este cúmulo de síntomas los
denominó en su conjunto "Psicopatía autista en la
infancia/trastorno de la personalidad"

Según se cuenta, razones anecdóticas,
mantuvieron este artículo ignorado durante 40
años  hasta que en 1981, la doctora Lorna Wing,
desarrolló una descripción de 34 casos cuyas
particularidades mostraban concordancia con las descritas por el
médico vienés y acuñó entonces el
término Síndrome de Asperger.

Actualmente el Síndrome de Asperger forma parte,
junto al Trastorno Autista, el Síndrome de Rett y el
Síndrome desintegrativo de la niñez, como se ha
dicho, del referente diagnóstico contemplado en el
DSM-IV como Trastornos Generalizados del
Desarrollo
.

Criterios diagnósticos, según el
DSM-IV:

F84.5 Trastorno de Asperger

Criterios para el diagnóstico
del Trastorno de Asperger

A. Alteración cualitativa de
la interacción social, manifestada al menos por dos de las
siguientes características:

1. importante alteración del uso de
múltiples comportamientos no verbales como contacto
ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos
reguladores de la interacción social

2. incapacidad para desarrollar relaciones con
compañeros apropiadas al nivel de desarrollo del
sujeto

3. ausencia de la tendencia espontánea a
compartir disfrutes, intereses y objetivos con otras personas (p.
ej., no mostrar, traer o enseñar a otras personas objetos
de interés)

4. ausencia de reciprocidad social o
emocional.

B. Patrones de comportamiento,
intereses y actividades restrictivos, repetitivos y
estereotipados, manifestados al menos por una de las siguientes
características:

1. preocupación absorbente por uno o
más patrones de interés estereotipados y
restrictivos que son anormales, sea por su intensidad, sea por su
objetivo

2. adhesión aparentemente inflexible a
rutinas o rituales específicos, no
funcionales

3. manierismos motores estereotipados y repetitivos
(p. ej., sacudir o girar manos o dedos, o movimientos complejos
de todo el cuerpo)

4. preocupación persistente por partes de
objetos.

C. El trastorno causa un deterioro
clínicamente significativo de la actividad social, laboral
y otras áreas importantes de la actividad del
individuo.

D. No hay retraso general del
lenguaje clínicamente significativo (p. ej., a los 2
años de edad utiliza palabras sencillas, a los 3
años de edad utiliza frases
comunicativas).

E. No hay retraso
clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo ni
del desarrollo de habilidades de autoayuda propias de la edad,
comportamiento adaptativo (distinto de la interacción
social) y curiosidad acerca del ambiente durante la
infancia.

F. No cumple los criterios de otro
trastorno generalizado del desarrollo ni de
esquizofrenia.

Por su parte la CIE-10, sintetiza la definición
de la siguiente manera:

F84.5 Síndrome de
Asperger

A. Ausencia de retrasos clínicamente
significativos del lenguaje o del desarrollo cognitivo. Para el
diagnóstico se requiere que a los dos años haya
sido posible la pronunciación de palabras sueltas y que al
menos a los tres años el niño use frases aptas para
la comunicación. Las capacidades que permiten una
autonomía, un comportamiento adaptativo y la curiosidad
por el entorno deben estar al nivel adecuado para un desarrollo
intelectual normal. Sin embargo, los aspectos motores pueden
estar de alguna forma retrasados y es frecuente una torpeza de
movimientos (aunque no necesaria para el diagnóstico). Es
frecuente la presencia de características especiales
aisladas, a menudo en relación con preocupaciones
anormales, aunque no se requieren para el
diagnóstico.

B. Alteraciones cualitativas en las relaciones
sociales recíprocas (del estilo de las del
autismo).

C. Un interés inusualmente intenso y
circunscrito o patrones de comportamiento, intereses y
actividades restringidos, repetitivos y estereotipados, con
criterios parecidos al autismo aunque en este cuadro son menos
frecuentes los manierismos y las preocupaciones inadecuadas con
aspectos parciales de los objetos o con partes no funcionales de
los objetos de juego.

D. No puede atribuirse el trastorno a otros tipos de
trastornos generalizados del desarrollo, a trastorno
esquizotípico (F21), a esquizofrenia simple (F20.6), a
trastorno reactivo de la vinculación en la infancia de
tipo desinhibido (F94.1 y .2), a trastorno anancástico de
personalidad (F60.5), ni a trastorno obsesivo compulsivo
(F42).

Algunas características del Síndrome de
Asperger.

Concuerdan los criterios de los especialistas en el
referido trastorno, en que a pesar de las diferencias entre una y
otra, estas personas, presentan en común déficits
en tres áreas fundamentales en el desarrollo de la vida, a
saber, las relaciones propiamente dichas en el ámbito
social, la manera conductual específica y la
comunicación, estimando de vital importancia para los
objetivos del trabajo que nos ocupa, señalar algunas de
las características del perfil cognitivo en el
Síndrome de Asperger:

En primer término ha de consignarse que el
Coeficiente Intelectual, verificado con las escalas de
Wechsler, resulta por lo general normal o superior y en pocos
casos, inferior, en tanto el Coeficiente Intelectual Verbal,
generalmente es superior al manipulativo, especialmente en los
niños con coeficiente intelectual global inferior a
85.

Asimismo se han apreciado dificultades en la
percepción global a favor de la percepción de los
detalles. Dificultades en la síntesis del contenido
relevante de un discurso o una imagen de los que, por otra parte,
extrae fácilmente los detalles más insignificantes
del mismo. De igual modo existe una tendencia a la
repetición literal de la información recibida. Al
pedirle que narre, por ejemplo, una película tiende a
repetir exactamente las palabras originales del guión. Al
preguntarle por cómo ha ido el día en el colegio o
en un paseo, tiende a escenificar y repetir literalmente, las
secuencias y las frases de los concurrentes imitando incluso el
tono y las inflexiones de la voz. Le es más fácil
memorizar que extraer el significado que exige la
interpretación del contexto concreto, del lenguaje no
verbal y de las sensaciones y emociones presentes en aquel
momento.

También estas personas poseen una memoria muy
desarrollada. Tanto la memoria mecánica como la
fotográfica les permite retener con facilidad todo lo que
leen, el diálogo completo de una película o la
explicación dada en la clase aun sin comprender muchas
veces el significado del contenido. Ocurre otro tanto con la
memorización de matriculas de coches, cartas de un juego
de naipe, etc.

Una característica a destacar es el pensamiento
visual, cuando a una persona se le pide que explique el
pensamiento que está teniendo en ese momento, generalmente
incluye en su relato sensaciones, sentimientos etc. Las personas
con S.A. incluyen en el relato de sus pensamientos una importante
cantidad de imágenes. Sirva de ilustración una
frase hace poco escuchada en boca de alguien que para referirse
al cambio de uno de los fundadores de una banda de rock,
expresó "Suena como si le hubieran hecho un
transplante de corazón".

Mención especial a las Funciones ejecutivas, en
tales caso seriamente disminuidas. Muchas dificultades para la
planificación, organización, atención y
control de la inhibición de conductas que pueden conducir
a error. Por ejemplo, comer sin poder controlar la medida. Es
visible, a consecuencia de un determinado frado de
disfunción una tendencia mayor o menor a la
perseveración.

Pueden resumirse otras tantas, haciendo mención a
evidentes dificultades para generalizar sus aprendizajes a otras
situaciones; reconocimiento precoz del léxico y/o
hiperlexia con escasa comprensión del guión. En
algunos casos dificultades para el aprendizaje de la lecto
escritura (explicación de las faltas de
ortografía); dificultades en aritmética. Igualmente
reconocimiento precoz de los números y aprendizaje
adecuado de operaciones básicas sencillas con apoyo
visual, pero dificultades cuando intervienen conceptos
abstractos; Falta de motivación para lo que no le
interesa; dificultades en la integración viso motriz y en
la percepción viso espacial; dificultades para la
atención selectiva excepto si se trata de temas de su
interés. La incomprensión de lo que está
pasando o una situación desconocida para él
también favorecen su inatención; al concebirse un
mecanismo de pensamiento visual, correlativamente van a acarrear
dificultades para la abstracción. Conceptos referidos a
una proyección en el tiempo, son problemáticos para
ellos; baja tolerancia a la frustración, mala
aceptación de sus fracasos y de las críticas,
tendencia al perfeccionismo; dificultad para resolver todo tipo
de problemas, incluso problemas prácticos de la vida
cotidiana y utilización de estrategias peculiares para
encontrar la solución; así como resistencia a
adquirir autonomía, al ser diferente la percepción
de los acontecimientos que les rodean provocándoles una
sensación de inseguridad.

Entre las personalidades públicas a quienes se
les ha diagnosticado el Síndrome de Asperger, podemos
citar a Steven Spielberg y Bill Gates.

Pero, a pesar de la impresión devastadora
–créanlo sin pecar de exageración- que pueda
provocar el conocimiento de las dolorosas consecuencias que puede
traer aparejado el comportamiento del síndrome, baste
acotar que la OMS, clasifica a esta categoría de los TGD
por la dificultad y el sufrimiento, las más substanciales
afectaciones que se producen en el SA y que dan al traste con su
desenvolvimiento tanto vital para con ellos, como en el orden de
su participación en el seno de la sociedad, están
directamente relacionados con la Teoría mental y la
Función ejecutiva que a continuación pasamos a
repasar.

Funciones
fundamentales afectadas en el Síndrome de Asperger. La
teoría de la mente y la función
ejecutiva

Entre los aspectos neurocognitivos7 que intentan brindar
una explicación a la estructura y mecanismos en el
ejercicio del pensamiento en los casos diagnosticados con
Síndrome de Asperger, a más de la hipótesis
de la formación de un cerebro masculino, difundida por el
científico británico Simon Baron Cohen, aunque la
más cercana a la demostración insuficiente
aún para fundamentar algunos fallos o síntomas,
encontramos dos funciones bien importantes y seriamente afectadas
en su normal despliegue que pudieran redundar en un determinado
grado de discapacidad de estas personas y que se localiza en las
áreas de disfunciones neurológicas que presenta el
espectro del referido trastorno del desarrollo, a saber los
déficits tanto en teoría de la mente como en
funciones ejecutivas.

  • Teoría de la mente.
    Déficit en Funciones.

La bibliografía médica consultada, explica
la Teoría de la Mente (ToM)8 como un constructo
teórico según el cual un individuo alcanza a tener
una percepción acerca del pensamiento y las sensaciones de
sus semejantes. La ToM ha estado en boga durante la última
década, reconociéndosele la teoría
más socorrida en tanto trastorno cognitivo central en el
autismo y en el SA. En este sentido, ha quedado demostrado con
solidez, su clara alteración en una y en otra
patología, aunque la alteración de la ToM en el
útimo sea menos grave que en el autismo. El afectado con
SA puede llegar a percibir lo que piensa la otra persona, pero
tiene gran dificultad para utilizar en la práctica estos
conocimientos, al no acertar a aplicarles el grado de relevancia
que realmente tienen.

¿Cómo afecta las funciones sociales y
comunicativas el déficit de lectura mental? Baron Cohen9 ,
apunta en tal sentido:

– Falta de sensibilidad hacia los sentimientos de
otras personas;

– incapacidad para tener en cuenta lo que otra
persona sabe;

– incapacidad para hacerse amigos "leyendo" y
respondiendo a intenciones;

– incapacidad para "leer" el nivel de interés
del oyente por nuestra conversación;

– incapacidad de detectar el sentido figurado de la
frase de un hablante;

– incapacidad para anticipar lo que otra persona
podría pensar de las propias acciones;

– incapacidad para comprender
malentendidos;

– incapacidad para engañar o comprender el
engaño;

– incapacidad para comprender las razones que
subyacen a las acciones de las

personas;

– incapacidad para comprender reglas no escritas o
convenciones.

Si continuamos el hilo de las posibles afectaciones en
las funciones neurológicas relacionadas con el
Síndrome de Asperger (Valdez, 2001)10, advertimos
que muchas de las alteraciones apuntadas up supra están
vinculadas con los fallos en competencias mentalistas, entre las
que pueden mencionarse:

. Dificultades para relacionarse con
iguales.

. Falta de sensibilidad a las señales
sociales.

. Alteraciones de las pautas de relación
expresiva no verbal.

. Falta de reciprocidad emocional.

. Dificultades para comprender intenciones ajenas y
especialmente "dobles

intenciones".

. Dificultades para interpretar enunciados no
literales o con doble sentido.

. Limitación importante en la capacidad de
adaptar las conductas sociales a los

contextos de relación.

. Dificultades para saber "de qué conversar"
con otras personas.

. Dificultades para producir emisiones relevantes a
las situaciones y los estados

mentales de los interlocutores.

2.2 Función Ejecutiva.

Por su parte, las definiciones de función
ejecutiva recogidas en la literatura científica aunque
sea, por tanto, amplias y difíciles de operacionalizar,
han venido ya en la actualidad a sistematizarse en instrumentos
médicos de clasificación como la CIF. No obstante,
podríamos bien atenernos a un concepto desarrollado por
Ozonoff y col. (1994)11, quienes la han concebido
así: …es el constructo cognitivo usado para
describir conductas dirigidas hacia una meta, orientadas hacia el
futuro, que se consideran mediadas por los lóbulos
frontales. Incluyen la planificación, inhibición de
respuestas prepotentes, flexibilidad, búsqueda organizada
y memoria de trabajo.
Todas las conductas de función
ejecutiva comparten la necesidad de desligarse del entorno
inmediato o contexto externo para guiar la acción a
través de modelos mentales o representaciones
internas.

Algunos síntomas relacionados con lesiones
frontales

  • Ausencia de empatía

  • Conducta estereotipada

  • Perseveraciones

  • Rutinas

  • Intereses restringidos

  • Reacciones catastróficas ante cambios en
    el entorno

  • Conductas compulsivas

  • Pobre afectividad

  • Reacciones emocionales repentinas e
    inapropiadas

  • Falta de originalidad y
    creatividad

  • Dificultades en la focalización de la
    atención

  • Poca habilidad para organizar sus actividades
    futuras

(Damasio y Maurer, 1978; Damasio y Anderson,
1993)
12

Disfunción ejecutiva

La alteración de la FE explica en el SA la
rigidez mental, la dificultad para afrontar situaciones nuevas,
la limitación de intereses, el carácter obsesivo y
los trastornos de atención que suelen estar
presentes.

La función ejecutiva (FE) está
estrechamente vinculada al lóbulo frontal, aunque
involucra otras regiones conectadas con esta región del
cerebro, como son los ganglios basales. Las alteraciones de la FE
se describen en la siguiente tabla:

Alteraciones cognitivas condicionadas por
disfunción ejecutiva.

– Dificultades para generar conductas con una
finalidad

– Dificultad en resolver problemas de forma
planificada y estratégica

– Prestar atención a distintos aspectos de un
problema al mismo tiempo

– Direccionar la atención de forma
flexible

– Inhibir tendencias espontáneas que conducen
a un error

– Retener en la memoria de trabajo la
información esencial para una acción- Captar lo
esencial de una situación compleja

– Resistencia a la distracción e
interferencia

– Capacidad para mantener una conducta durante un
período relativamente largo

– Habilidad para organizar y manejar el tiempo.
13

En sus trabajos Ángel Rivière ha subrayado
las dificultades de las personas con Síndrome de Asperger
para organizar y percibir de modo coherente secuencias temporales
de sucesos.

Estas dificultades se encuentran relacionadas con las
alteraciones del sentido de la actividad, en donde se destaca "la
falta de proyección de la acción propia hacia metas
encajadas en jerarquías de motivos" (Rivière, 1996;
1997)14.

Problemas como el empleo del tiempo libre, la falta de
ocupaciones funcionales o el apego excesivo a intereses
restringidos constituyen manifestaciones de esta dificultad para
"dar sentido".

La experiencia subjetiva puede tornarse así en un
discurrir sin finalidad, cuyo significado no es capaz de
desplegarse. Es mucha incertidumbre. Mucha inseguridad." Tal
como sostiene Rivière (1997),
es el SENTIDO el que
otorga una dimensión de futuro a nuestras acciones,
representaciones y experiencias, que quedan así dotadas de
intencionalidad y continuidad. Según como imaginemos el
futuro cobran un sentido las acciones presentes. Es a partir
del futuro que imaginamos que se nos hace posible construir un
presente en base a metas que posibilitan y a la vez restringen
las acciones futuras (Valsiner,
1997)
15.

El siguiente fragmento ha sido extraído de la
obra literaria de Virginia Woolf16, en específico la
novela Las Olas, en el que, sin pretender hacer las
veces de especialistas en el tema ni pretender trazar un perfil
psicológico de la autora, creemos atisbar en el fondo de
las palabras del personaje, una notable angustia proveniente
precisamente de su incapacidad para maniobrar en una
dimensión de profundidad temporal, de proyectarse hacia el
futuro.

Si yo pudiera creer .dijo Rhoda., que
envejeceré en medio de persecuciones y cambios sin fin, me
sentiría liberada de mi temor: nada persiste. El momento
presente no conduce al momento que seguirá. La puerta se
abre y el tigre salta. Vosotros no me habéis visto entrar.
He dado mil rodeos por entre las sillas para evitar el horror de
una brusca sacudida. Tengo miedo de todos vosotros. Tengo miedo
del choque de las sensaciones que saltan sobre mí porque
no puedo recibirlas como lo hacéis vosotros, no puedo
fundir el momento presente con el que vendrá para
mí, cada momento es algo violento, algo aislado, y si
sucumbo bajo el choque del salto de este momento, vosotros os
arrojaréis sobre mí para despedazarme. Mi
existencia carece de propósito. Yo no sé enrielar
un minuto a continuación de otro, una hora tras otra,
disolviéndolas mediante alguna fuerza natural hasta que
ellas forman esta masa indivisible que vosotros llamáis
vida. Porque vosotros tenéis un propósito una
finalidad: ¿es una persona junto a la cual sentaros o
quizás una idea, o vuestra propia belleza quizás?
Lo ignoro, pero vuestros días y vuestras horas pasan como
pasan las ramas de los árboles y el suave verdor de las
selvas ante los ojos de un perro de caza que galopa siguiendo a
una presa. Para mí, en cambio, no existe presa, ni cuerpo
que seguir. Y carezco de rostro. Soy semejante a la espuma que se
precipita sobre la arena o al rayo de luna que atraviesa como una
flecha un vaso de metal o la espina de un cardo de mar, o un
viejo hueso o la madera podrida de un bote. Soy arrojada como un
remolino al fondo de las cavernas, me golpeo como un trozo de
papel contra corredores interminables y debo apoyar mis manos
contra el muro para poder sujetarme y volver hacia
atrás.

«Pero, como por sobre todas las cosas deseo
encuadrarme dentro del marco del mundo, finjo tener yo
también una finalidad cuando me arrastro por las escaleras
detrás de Jinny y de Susana. Me coloco mis medias como las
veo hacer a ellas, y aguardo a que habléis vosotros
primero para imitaros. He atravesado Londres para venir
aquí, a este lugar determinado, no para verte a ti, ni a
ti, ni a ti, sino para encender mi fuego en la llamarada
común de todos vosotros, de vosotros que vivís una
vida íntegra, indivisible y sin angustias.

2.3 Teoría de la Disfunción del
Hemisferio Derecho.

Para brindar una definición exacta de las
funciones que realiza el hemisferio derecho del cerebro que
inciden en el comportamiento del Síndrome de Asperger,
valgámonos del concepto enunciado por el neuropediatra y
psicólogo español Dr. Josep Artigas, en el trabajo
Un acercamiento al Síndrome de Asperger:
Guía
práctica17 cuando plantea que El
hemisferio derecho desempeña un papel fundamental en el
procesamiento de la

información visuoespacial y está muy
relacionado con la expresión e interpretación
emocional (reconocimiento y comprensión de los gestos y
expresiones faciales) y con aspectos relacionados con la
entonación y la prosodia.

Una alteración de las funciones del hemisferio
derecho, comportaría, al decir del propio
Artigas:

  • 1. Dificultad para captar el significado de
    la información emocional expresada a través de
    canales no verbales (entonación, volumen del habla y
    gestos y ademanes faciales y corporales).

  • 2. Presencia de respuestas emocionales
    exageradas o poco coherentes con el contexto.

  • 3. Dificultad para adaptarse a situaciones
    nuevas.

  • 4. Limitadas habilidades de
    organización visuoespacial.

  • 5. Pobre rendimiento en tareas que
    requieren integración de la información
    visuo-motora.

  • 6. Marcada limitación en las
    habilidades de relación social.

La
inteligencia

La inteligencia en los casos del Síndrome de
Asperger, constituye un elemento sui géneris dentro del
grupo de personas con una discapacidad mental, si observamos que
se trata de la única entidad patológica incluida en
la clasificación que no presenta retardo mental. De hecho
los modelos y manuales psiquiátricos en vigor, se han
visto en la obligación de modificar los títulos
asignados a tales textos, precisamente en virtud del amplio
perfil cognitivo del citado síndrome.

La Asociación Americana de Retraso
Mental
propone una definición que intenta salvar la
dificultad de evaluación de las habilidades adaptativas e
incorpora nuevas precisiones. Aunque continua refiriéndose
a la discapacidad intelectual como retraso mental, el camino del
cambio conceptual ha llevado a la AAMR a modificar su propio
nombre: AAIDD (American Association on Intellectual and
Developmental Disabilities
), por lo que se espera que en la
próxima edición se erradique de una vez el
término retraso mental.

Demos, pues, por descontado el alto nivel de
inteligencia comprobado en las personas con SA, factor favorable
en su posible desempeño intelectual, pero
contradictoriamente desproporcionado con las escasas
posibilidades de realización de ese potencial de talento
en el medio social, precisamente el campo donde supuestamente el
individuo ha de poner en práctica y demostrar sus
aptitudes.

Es en la conciencia pura de esta insolvente
contradicción entre ser y existencia, entre ser y no
poder, entre plena disposición del individuo en tanto ente
racional y su falta casi total de mecanismos para desplegarse en
el marco de la interacción social, al punto de verificarse
una relación inversamente proporcional entre los
componentes, donde radica el verdadero dilema del SA, su
predestinación a recaer siempre en un punto en condiciones
desfavorables respecto a los demás, propenso a la
victimización, sumun y fundamento para plantearse
seriamente el problema de su protección
jurídica.

La
Discapacidad

El vocablo discapacidad no puede verse desligado de los
de deficiencia y minusvalía, definidos en el Programa de
Acción Mundial para las personas con discapacidad,
aprobado por la Resolución 37/52 de 3 de diciembre de
1982, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se
precisa que:

Deficiencia: es toda pérdida o anormalidad de
una estructura o función psicológica,
fisiológica o anatómica. Discapacidad: Toda
restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la
capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del
margen que se considera normal para un ser humano.
Minusvalía: Una situación desventajosa para un
individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o de una
discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol
que es normal en su caso (en función de la edad, sexo y
factores sociales y culturales)»

La minusvalía está, por consiguiente,
en función de la relación entre las personas con
discapacidad y su ambiente. Ocurre cuando dichas personas se
enfrentan a barreras culturales, físicas o sociales que
les impiden el acceso a los diversos sistemas de la sociedad que
están a disposición de los demás ciudadanos.
La minusvalía es, por tanto, la pérdida o la
limitación de las oportunidades de participar en la vida
de la comunidad en igualdad con los demás.

Resulta oportuno aclarar que, con el espíritu de
conferir un tratamiento acaso de mayor consideración en el
aspecto humano y respeto hacia las personas con una discapacidad,
los términos de deficiencia, discapacidad y
minusvalía han experimentado una evolución
positiva, llegando a atribuírseles un significado
más acorde y equiparado en relación con la
normalidad. En el lugar de los otroras conceptos en la actualidad
se habla de funcionamiento, limitación y
restricción.

Entre los tipos de discapacidad definidas por la Lic.
Marlene Mora López de la Dirección Nacional de
Seguridad Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de
la República de Cuba podemos encontrar las relacionadas
con el desarrollo propiamente dicho, entendiéndola como
una discapacidad que se origina antes de que la persona
cumpla 18 años de edad, continúa o se espera que
continúe indefinidamente, y constituye un impedimento
sustancial para dicha persona. Se incluye esta definición
de discapacidades del desarrollo condiciones tales como retraso
mental, parálisis cerebral, epilepsia y autismo.
También se incluyen condiciones que incapacitan que se han
encontrado están inmediatamente relacionadas con el
retraso mental o que requieren tratamiento similar al de las
personas con retraso mental.
18

Por todo lo antes dicho, creemos concurridas las
condiciones que demuestran fehacientemente, desde el punto de
vista médico, la existencia de una DISCAPACIDAD en el caso
del Síndrome de Asperger, máxime si nuestro
criterio se encuentra sustentado – amén de
desconocer los métodos de aplicación del
instrumento-, sobre todo, en los requerimientos plasmados en La
CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DEL FUNCIONAMIENTO, DE LA
DISCAPACIDAD Y DE LA SALUD (CIF)
de la Organización
Mundial de la Salud (OMS)
-considerada como la CARTA MAGNA
INTERNACIONAL EN MATERIA DE CLASIFICACIÓN DE LAS
DISCAPACIDADES
, introducida en el sistema de salud nacional,
entiéndase MINSAP, según Acuerdo No. 5790
del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (CECM),
Plan III de Acción Nacional 2006-2010, para el
tratamiento de las discapacidades en el período
2006-2007-, la que en su título FUNCIONES
CORPORALES
, CAPÍTULO I: FUNCIONES
MENTALES., FUNCIONES MENTALES ESPECÍFICAS (B-140 B-189),
B-164. FUNCIONES COGNITIVAS SUPERIORES
, queda refrendada
la afectación por causa de disfunción ejecutiva
aspecto neurocognitivo principal implicado en el
Síndrome de Asperger, a más de otros concomitantes
como déficit en teoría mental, disfunción de
la modulación sensorial, trastorno de la atención,
perfil de inteligencia y de la orientación sexual,
así como alteraciones del lenguaje
-, al describirse el
siguiente concepto (trascribo literalmente):

Funciones mentales específicas que
dependen especialmente de la actividad de los lóbulos
frontales del cerebro, incluyendo conductas complejas con
propósito final tales como la toma de decisiones, el
pensamiento abstracto, la planificación y ejecución
de planes, la flexibilidad mental, y decidir cual es el
comportamiento adecuado en función de las circunstancias
que ha menudo se denominan
funciones
ejecutivas.

Incluye: funciones de abstracción y
organización de ideas, manejo del tiempo, autoconocimiento
(insight) y juicio, formación de conceptos,
categorización y flexibilidad
cognitiva.

b1640 Abstracción.

Funciones mentales que permiten crear ideas
generales, cualidades o características fuera de, y
distintas de, realidades concretas, objetos específicos o
casos particulares.

b1641 Organización y
planificación.

Funciones mentales para coordinar las partes de
un todo, sistematizar, la función mental implicada en
desarrollar un método para proceder o
actuar.

b1642 Manejo del tiempo.

Funciones mentales que permiten ordenar
acontecimientos en una secuencia cronológica, asignando
tiempos a hechos y actividades.

b1643 Flexibilidad cognitiva.

Funciones mentales para adoptar estrategias
cambiantes o modificar el punto de vista, especialmente
implicadas en la resolución de
problemas.

b1644 Autoconocimiento (insight).

Funciones mentales que permiten el conocimiento y
comprensión de uno mismo y de la propia
conducta.

b1645 Juicio.

Funciones mentales implicadas en la
discriminación y la evaluación de diferentes
opciones, tal como involucradas en el proceso de formar una
opinión.

b1646 Resolución de problemas.

Funciones mentales para identificar, analizar
información, incongruente o conflictiva, para lograr una
solución.
(Fin de la
transcripción.)

No es éste exactamente el marco de estudio del
funcionamiento de la CIF; únicamente aclarar que las
categorías abordadas deben verse insertas en la
dinámica y dialéctica de los dominios y constructos
concebidos en el instrumento de aplicación como
condicionantes de la actividad humana y que pueden constituir
BARRERAS SOCIALES, que redundan en una LIMITACIÓN
substancial en esa ACTIVIDAD llegándose a convertir en una
palpable RESTRICCIÓN EN LA PARTICIPACIÓN de la
persona.

Partes: 1, 2

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