En muchos países la pandemia del VIH/SIDA y
las muertes a causas de otras enfermedades; contribuye
notablemente a aumentar el número de hogares
presididos por una mujer (FAO 3, 2012).
A parte de abordar las razones por las cuales las
mujeres llegan a ser tenedoras de tierras, existen un conjunto de
limitaciones que desencadenan que las mujeres no puedan ser
propietarias del recurso tierra en el mundo. Entre ellas
encontramos: las diferencias y especificidades históricas,
culturales, socioeconómicas, jurídicas e
institucionales existentes entre los diferentes países,
unido a las costumbres, tradiciones y actitudes profundamente
arraigadas en las sociedades, determinando que no se reconozca el
rol de las mujeres como productoras e impidiendo, de esta forma
que ellas accedan. La relativa ausencia de funcionarios del
sector agropecuario sensibles a una perspectiva de género;
la no disponibilidad de estadísticas precisas que reflejen
la verdadera contribución de las mujeres a la
producción agropecuaria.
Las instituciones estatales poseen una gran
responsabilidad para que el acceso a la tierra por parte de la
mujer sea en igualdad de condición a la de los hombres.
Estas pueden establecer que ambos sexos disfruten de los mismos
derechos de propiedad sobre la tierra o puedan introducir una
reforma agraria ofreciendo oportunidades idénticas a unas
y otros a la hora de recibir parcelas de tierra. Sin embargo el
cumplimiento de la ley sólo va a depender de factores
institucionales, políticos y sociales.
El Estado Cubano, por su parte, durante el proceso de
desarrollo económico y social, ha llevado a cabo la plena
integración de la mujer mediante su acceso en
condición de igualdad a la vida social, económica,
cultural y política.
Según la FAO 4 (2012), para conseguir la igualdad
entre el hombre y la mujer, ya sea para hacer valer los derechos
humanos o por razones de eficiencia económica, los
principales retos que se han de afrontar en la
administración de la tierra consisten en:
comprender y conocer la complejidad de los
regímenes de los derechos de propiedad en
relación con la función dinámica de
hombres y mujeres en la sociedad actual; eimplantar estructuras institucionales eficaces que
permitan proteger y fortalecer el acceso equitativo a la
tierra en el marco de los objetivos de política
agraria de la sociedad.
Esto es importante porque en muchos países la
tierra es la principal fuente de ingresos y seguridad alimentaria
para la mayoría de las familias rurales.
Conclusiones
Como se puede apreciar el dominio del estado de la
tenencia de la tierra en cada una de las regiones, constituye uno
de los elementos clave a tener en cuenta para lograr un uso y
manejo adecuado del recurso suelo y con ello propiciar la
obtención de rendimientos aceptables en los
cultivos.
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Economistas de Cuba (ANEC).
Autor:
MsC. Arlenys Cruz
Méndez
Coautores:
DrC. Pablo Marrero,
DrC. Orestes Cruz
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