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De Weber a Foucault: Debate en torno al poder y la dominación (página 2)



Partes: 1, 2

Su individualización del poder lo lleva a un
punto de intolerancia sobre los esquemas de normalización
y consenso que se proyectan en la sociedad. Plantea, como viciado
y a destruir aquellos movimientos de anti-siquiatría,
considera utópica la visión de sociedad en su
conjunto, lo aprecia como elemento a derrumbar precisamente
porque se pretende mediar intervenir en el poder privado de las
personas, en aquellos rangos que la sociedad moderna permite la
independencia y aculturación. Se muestra conservador para
concebir un modo de apreciación de la sociedad que aspire
a una concepción de su conjunto la ve como peligrosa,
utópica e irracional. Este es quizás unos de los
puntos contradictorios de Foucault, un hombre que irrumpe con las
lógicas de pensamiento, que trastorna las estructuras de
poder y sus relaciones culturales para hallar un sentido
más amplio que no se resume a las estructuras estatales.
Un cuentista que allá imprescindible transformar hasta las
más ínfimas partículas de relaciones de
poder del estatus anterior para no errar en las nuevas propuestos
¿cómo cae entonces en el discurso pesimistas de la
imposibilidad de nuevas propuestas de la sociedad contrarias a la
dinámica del capitalismo.

La otra lectura que pudiera hacerle a este comentario
sobre el rechazo al manicomio en movimientos
anti-siquiátricos sería el pragmatismo con que
asume el contexto que vive, época de crisis de
ideologías donde asume su papel de salvaguardar el viejo
sistema a partir de la retroalimentación del nuevo que
emerge. Viéndolo desde esta óptica , relee la obra
de Marx para salvar al capitalismo y desarrolla aquellas aristas
de su pensamiento que por no ser objeto fundamental solo
presentaron y el ahora prolifera anunciándose como el
nuevo gurú- al decir del profesor Pitaluga del capitalismo
mundial y sus relaciones de poder intrínsecamente
vinculado a la cultura pues conoce la sobriedad con que se han
abordado los temas políticos y económicos de manera
que va hacia lo menos tratado para proponer sin lugar a dudas una
muy válida óptica de pensamiento y de
asunción de la realidad social.

´´El leninismo no es el único en
cuestión, sino también el maoísmo:
organización y ejército populares contra
organización y ejército burgués, dictadura y
Estado proletario. Estos instrumentos concebidos para la toma del
poder se consideran que desaparecerán después de
una etapa transitoria. Esto no sucede como lo ha mostrado la
experiencia bolchevique; y la revolución cultural china no
los ha disuelto totalmente. Condiciones de la victoria, conservan
una dinámica propia que se vuelve también contra
las espontaneidades que contribuyen a liberar. Se da aquí
una contradicción que es posiblemente la
contradicción fundamental de la acción
revolucionaria´´

Expone Foucault el caso de la acción de los
reclusos de París en 1972 como un acto concreto de toma
del poder al negarse a salir de prisión, resguardando por
este medio su vida para luego imponerse en el poder estatal, con
la negativa de ir a la guerra como conejillo de indias para una
cusa que solo en última instancia pudiera también
ser la suya. Pero no se limita a las acciones de oposición
al poder hegemónico sino que atiende las ideologías
haciendo gala de su integral intelecto no quedando satisfecho con
el leninismo va hacia el maoísmo para entender la
confrontación ejército burgués contra el
proletario.

Se descubre como los instrumentos de la
revolución proletaria- el ejército- no desparece ni
para China ni para Rusia luego de su etapa transitoria, ni
siquiera la revolución cultural china los disuelve
totalmente pues resultan mecanismos de eficiencia. Aquí se
aprecia uno de los elementos más contradictorios e
interesantes de la acción revolucionaria. El poder que
sirve para la acción revolucionaria también puede
servir para revertirla al superar las aspiraciones culturales
funge como asegurador de esa nueva clase que se enraíza en
la élite de poder, viéndolo en el sentido
estructural y tradicional del Estado.

Entonces como conjeturar el poder desde la óptica
de Foucault. Un índice muy sobrio del mismo lo denotan sus
consideraciones en torno al humanismo. Se asume una nueva
dinámica de poder que acomoda al hombre desde una
lógica donde pasa de dominado a dominador de aquello que
en su microfísica interior posee control y puede ejercer
poder , por tanto se impone una nueva cultura de vida una nueva
forma de comportamiento y de conducción social. Ello se
explica a partir del conjunto de soberanías por las cuales
ejercemos poder, como el alma, soberana del cuerpo, sometida a
Dios, la conciencia soberana del orden del juicio, sometida al
orden dela verdad, el individuo soberano de sus derechos,
sometido a las leyes naturales y a las reglas de la sociedad, y
la libertad– en un sentido esencial- interiormente, exteriormente
consentidora, contextualizada y acomodada a sus
destinos.

En esta nueva idea del poder la cultura replantea una
nueva conducta ante la sociedad le concede el conocimiento de
pequeñas partículas de poder sobre las cuales puede
ejercer cierta autoridad. Sin embargo también le muestra
la secuencia de una cadena donde el poder lo ejerces por un lado
y te domina por el otro, o sea que ocurre una
recirculación del poder que transfiere ideas y visones a
otro, a partir del ejercicio de el poder y su influencia
cultural-

En ese poder sobre nuestro microcosmos se halla una
liberalidad cultural increíble dentro de las cuales parece
sobrio aspirar a la felicidad y, una si bien mediada no ajena a
los pequeños placeres de una individualidad mediadamente
plenipotenciaria que recicla en la sociedad, sentado pautas
mediante una nueva cultura, bajo nuevos esquemas de
vida.

Se busca con obsesión aquellos nexos de poder en
las combinaciones sociales más insignificantes. Aquellas
que permiten al tradicional oprimido devenir como soberano a
partir del estado que ella en su propia cultura que lo hace
emerger como nuevo soberano. La Universidad, mayo de 1968
tendrá un impacto insoslayable en su deserción, un
fuerte subjetivismo lo ata, los muchos años empleados en
la enseñanza universitaria y sus angustias desde las
prisiones, como nos controlan, la vida y los más
intrascendentales deseos a través de una lógica de
poder que lo condiciona todo, lo abraca todo y por ende pretende
controlar todo.

Ahora bien, como hallar a través del poder
cultural una manera de dentro de lo micro–marcos de poder
permitido un rango d libertad donde ejercer poder y como si a
través de la proliferación y sumatoria de esos
micro-poderes podemos subvertir, el poder macro a partir de la
transformación que logramos en el micro, es decir invertir
la pirámide de poder a través de una élite
de poder que se califica así a través del poder
cultural alcanzado que influye sobre toda la sociedad.

Mayo del 68 ha destruido la enseñanza superior
del siglo XIX. Una gran polémica para todo cientista
social. En el porque se halla una de las problemáticas
fundamentales del dueto.

El problema se halla en la imposibilidad práctica
de desprenderse totalmente de los pequeños mecanismos
secretos de poder existiendo los grandes mecanismos secretos
mediante los cuales una sociedad transmite su saber y se reafirma
ella en su apariencia de saber. Por ello a importancia de las
relaciones sociales y la cultura dará una constante en su
obra como reflejo del poder. Estudia las disciplinas para valorar
en ellas la influencia de estos mecanismos secretos como
determinantes en la sociedad. Ellos moderan los proceso
revolucionarios modificándolos pues se legan en las nuevas
bases del lo que se pudiera considerar como la revolución,
minándola desde dentro con el desenvolvimiento de
relaciones sociales a la usanza del viejo orden.

De allí su preocupación por la
persistencia de los mecanismos secretos, más bien
indirectos de ejercer el poder y de construir una
tradición cualitativa de juventud que se aristocratiza en
élite social a partir de la añeja estructura del
siglo XIX. ¿Cómo pretender revoluciones como la
aspirada en mayo del 68 si los verdaderos núcleos de
poder, esos que a nivel micro trasmiten un constante mensaje de
no son transformados?

La sociedad en abierta cofradía de micropoderes
continúa transmitiendo un legado que perpetua la clase
tradicional en los centros de producción de saberes
reclutando por otro lado, bajo patrones de una misma época
aquellos que no se ajustan a la añeja sociedad ¿y a
la nueva? Una verdad que queda sin respuesta se descubre la
disimiles facetas, y matices del micro poder más no con
cambiarlos, en franca aptitud pesimista se plantean invictos toda
una amalgama de micro poderes que ridiculizan las revoluciones de
ensueño convirtiéndolas en simples reformas a la
vez que lo micro-poderes terminan cooptándolas,
corrompiéndolas, clientelándolas, en fin,
moderándolas.

El peligro de reproducir las viejas relaciones de poder
en el "nuevo orden" es permanente. Una pregunta polémica
que cambiar la institución o el sistema ideológico.
En su análisis de Mao se percata de un movimiento que
pretende cambiar el sistema ideológico sin derrumbar la
institución, apreciándose una influencia del
leninismo pero que su cultura debe modificar para ajustarse a las
relaciones sociales que se desarrollan en su geografía.
Existe también el reformismo entendido por Foucault como
aquel proyecto donde el objetivo es cambiar la institución
sin tocar el sistema ideológico. La problemática yo
la aprecio en que institución es en parte sistema
ideológico y si ella se transforma el otro también
de allí la peligrosidad que veníamos comentando
sobre los mecanismos secretos que se impregnan ora como
institución, ora como ideología en el nuevo sistema
de relaciones sociales que expresan poder y se manifiestan como
una cultura. Entonces deberemos entender la acción
revolucionario como transformación simultánea de
estas dos temáticas
(ideología-institución).

Esta acción se supone que debe atacar a las
relaciones de poder allí donde es el instrumento, la
armazón, la armadura .Pero las relaciones sociales,
complejizan esta acción revolucionaria la atizan y la
someten a una cultura, idiosincrasia que no se puede destruir
como institución, que a la vez transmite ideología
y lucha contra las contradicciones que comienzan a manifestarse
en el seno de la acción revolucionaria al entrar en su
período de transito. Un aspecto muy interesante que retoma
Foucault es la contradicción debatida entre ese
ejército que emerge como representante del pueblo durante
la acción revolucionaria, homogeneidad solo posible por
coyunturalmente y que luego se dudara si es el pueblo en si este
ejército. Ciertamente resultaría imposible
homologar el concepto de pueblo con el de ejército. Esto
existe siempre la posibilidad de una contradicción entre
el ejército y el pueblo, y existirá siempre la
posibilidad de represión de este aparato de Estado sobre
las masas populares, lo que abre la posibilidad y la necesidad de
toda una serie de revoluciones culturales precisamente para
abolir las contradicciones antagónicas entre estos
aparatos de Estado que son el ejército, el partido o el
aparato administrativo y las masas populares. También
habla de las modificaciones que concurren en la
cuadriculación del poder en el devenir histórico
aplacándose primigeniamente desde los ejércitos
para luego aplicarse desde centros penitenciarios y
policíacos. La vigilancia es una constante en él,
difunde todo una teoría del llamado efecto
panóptico donde se expresa en las relaciones sociales, en
e lenguaje, en las formas de vida una cultura de censura donde
queda el aquello de que somos constantemente vigilados de que
existe un poder desde arriba que lo controla todo, hasta una
conversación telefónica y oímos
constantemente esa frase de las paredes tienen oídos que
se lega a la cultura como patrimonio efímero de nuestros
dicharachos culturas. Ahora esa cultura que algunos califican de
popular es tan importante e imprescindible como la mejor obra de
teatro shakesperiana, ambas transmiten un discurso social una
oposición al otro poder que se enfrenta desde el aspecto
cultural, de allí la importancia de los cuentos de Liborio
en la época neocolonial cubana, la novela de Carlos
Loveira sobre la República de Generales y Doctores. Si
quisiéramos cruzar por ejemplo al mundo de los vivos y
aplicarnos a la manzana de pablo Freire donde para comprender la
Historia debemos contrastarlas con nuestras experiencias del
presente y en nuestra geografía pudiéramos hallar
un programa tan entretenido como "Deja que yo te cuente" y su
profesor Mente Pollo, donde se transmite y legitima un discurso
de protesta y expresión de las realidades a partir del
humor. Ello manifiesta como la cultura cubana va sincronizando en
su expresión las más complejas realidades. Entonces
como soslayar lo que algunos califican como cultura popular
cuando lo abarca todo, se hace poseedora de un poder cultural que
es el principal instrumento de la protesta social como reflejo de
las relaciones sociales entronizadas en su poder
cultural.

Volvamos ahora sobre el tema maoísta, como
discernir la oposición institucional, como ver la
contradicción entre la representación partidista y
la sindical. Los enigmas y conceptos caen en crisis ante la
matización del poder que por el contrario de la
clásica simbolización en institución se
fragmentan en facciones e ideas como puede ser liberalismo,
humanismo y la institución, ejemplos que hallan su
génesis independiente y dentro de si misma su
autonomía y, poder que demandan. Primeramente desde la
cuadriculación de poder interno, para luego expresarse
hacia lo que constituye la esencia del problema y no la
expresión, demostrando la valía micro de la
fragmentación del poder para resolver problemas
clásicamente atendidos desde el poder macro. Entonces
hasta que punto la Institución es culpable de los males
sociales y hasta que punto las relaciones que se establecen en
todo su entramado piramidal de capas intermedias y baja que no
tienden ni fungen de acuerdo al discurso macro de poder si no a
micro intereses que son los varaderos móviles de su
subyugación. Ahora bien acaso esos móviles no son
inducidos de cierta manera por ese acto de poder bajo el
conocimiento de la cultura, de la idiosincrasia que fluirá
como móvil inicial para la hilvanar las subsiguientes
micro-relaciones de poder.

Otra problemática que se trae a colación
es respecto a los peligros de las extrapolaciones y los patrones
para medir ideología y acción del proletariado o
ejército-ya vistos- que debiera representar a ese
proletariado, como puede llegar a reprimirlos. Por otra parte,
bajo que patrones-los burgueses- medir esta categoría
ejemplo el caso de la democracia participativa y el ejercicio del
poder por el líder o el pueblo la ramificación o
unión de una nación etc.

Entonces como querer competir enfrentar un nuevo poder
al vigente si pretende luchar bajo los mismos patrones haciendo
las mimas concesiones. Luego el resultado puede ser "propio" y en
alguna medida creativa mas siempre desprenderá el viso de
imitador e iguales concesiones para atrapar- con otros objetivos
a un mismo pueblo o auditorio. El error es pretender hegemonizar
bajo mismos patrones que no convencen por extrapolados y
cambiantes en vez de intentar buscar esas nuevas lógicas
para objetivos propios bajo estructuras innovadoras, que muestren
de raíz la ruptura con el de poder anterior, con los
dogmas de poder y las disciplinas de
subyugación.

El hecho de practicar una división de las masas a
partir de un arquetipo de "justicia" dada la improbabilidad de
asumir tanto a ella como a su antítesis como negativas del
ejercicio del poder pues lo ejercen constantemente. Ahora bien,
hasta que punto logran dividir las masas y subyugarlas bajo su
poder si estas independientemente de su posición poseen
una cultura común y un pensamiento medio -hijo de su
tiempo– donde se aúpan intereses. ¿Cuán
relativa pudiera ser eta frase, este poder si las masas
subdivididas niegan la estratificación estadual a partir
de sus nuevos intereses en nuevas coyunturas hegemónicas?
Sus verdades económicas que la llevan a una praxis
común y su dinámica de vida que asumen con
necesidad de cambios donde los fines pudieran ser diferentes pero
el medio pudiera homologarse contra estructuras tradicionales del
poder que se oponen a ese cambio trasformando entonces el
concepto de justicia por el contrario-justicia y
viceversa.

Acerca del poder del cuerpo, podría apreciarse en
Foucault una disertación sobre culturas y contraculturas
sexuales que irrumpen en los tabúes se dan un eficiente y
seductor control del cuerpo, los efectos del poder sobre el ,los
que presupone y halla más pragmático que el estudio
de las ideologías en cuanto a poder ,va hacia el grano de
poder para disertar desde allí una nueva cultura de vida
una matización del poder que lo disuelve en todo lo que
tocamos ,sentimos y amamos , se hace sencillo acceder a él
, se hace complejo desprenderse del mismo.

Otro punto candente de su trabajo es haber comprendido
como el poder no se halla únicamente en los aparatos de
Estado, que ´´nada cambiará a la sociedad si
no se transforman los mecanismos de poder que funcionan fuera de
los aparatos de Estado, y que nada cambiará en la sociedad
si no se transforman los mecanismos de poder que funcionan fuera
de los aparatos de Estado, por debajo de ellos, a su lado, de una
manera mucho más minuciosa, cotidiana.´´p.108.
Revisa los nexos de poder en la esencia de los mecanismos y no la
expresión planteando cátedras para la
revolución, pues accede a aquellas guardianas del estado
anterior que se adhieren al estómago de la
revolución minándola desde dentro
impidiéndola generar nuevas formas de concebir las
relaciones de poder.

Los avances en la sociedad , se vincularían
directamente con aquellas ideas que repercutan en la
normalización de la sociedad bajo los patrones de poder
establecidos, se busca la normalización general en torno a
discursos de soberanía en una doble relación
jurídica y de represión que intenta la
homologación máxima de la sociedad bajo los
patrones de su normalización encarcelando y enjuiciando
aquellos que se van más allá de sus rangos , ora
bajo un discurso demasiado severo con la verdad ora hacia una
conducta no preestablecida . Precisamente lo que se busca es la
pervivencia de las concepciones formales de la sociedad civil,
reciclando el poder hacia sus nexos más insignificantes y
microscópicos.

Según él, el poder se construye, partiendo
del mismo, mas no se podría distinguir sin la necesaria
vinculación con la economía y las relaciones de
producción. Este no se haya independiente para su estudio
es necesario el estudio de todos los procesos sociales,
económicos y naturales, pues esta en todas partes, todo lo
abarca, lo recircula.

Conclusiones

Foucault nos muestra una nueva forma de
apreciación de la sociedad, de las relaciones sociales, de
nuestros nexos de poder. Nos otorga nuevas aristas de
apreciación donde el subyugado halla en si raíces
de poder y lo imperante aparece como condicionado a ese micro
poder. Nos vincula todo en la sociedad desde una perspectiva tan
amplia como la cultura desde la cual se expanden los efectos de
poder como una marejada de pinceles que abordan un lienzo. La
sociedad aparece redescubierta. La economía , la
política, hasta ahora entes fundamentales del poder
mundial , se ven enajenados, como que mermados pues existe un
vínculo mayor único e innegable que repercute en
todas las relaciones sociales independientemente de su bolsillos
partido a que pertenezca pues sobre todos esos posibles axiomas
existe un vínculo más fuerte la cultura que
fundamente en toda su expresión desde su cuerpo hasta sus
más inverosímiles geografías para teorizar
toda una serie de condicionamientos desde la
deconstrucción en sus diferentes disciplinan que avalan,
finalmente a la cultura como emancipadora, pero también
como subyugadora donde se entraman todas las relaciones sociales
y se transmiten los efectos de poder. Desde este sistema e
relaciones comprende la sociedad Foucault. Expande las
concepciones de producción hacia la sociedad y la cultura
y va hacia la esencia de las problemáticas más
complejas de la sociedad. Por eso entiende que la
revolución no puede ser la simple sustitución de la
propiedad del poder, sino que debe transformar, instituciones,
ideologías, y crear nuevas relaciones sociales
desprendiéndose de los nexos secretos que pudieran
revertir la oposición desde dentro. Con ello comprende a
las relaciones sociales y a la cultura como las varaderas
determinantes, de donde brotan y retransmiten los efectos de
poder.

En este sistema de análisis comprende que las
represiones, es decir los ejercicios de poder no tienen
más que excusas para sus razones de ser en la
delincuencia, la locura y tantos otras fundamentaciones para la
institucionalización del poder y la traducción del
panóptico en las disciplinas, las acciones del gobierno y
la práctica sobre si, no tienen en si
fundamentación racional. A la vigilancia se suma el
castigo, sin embargo este no se ejercerá para suprimir el
crimen, lo cual es imposible, se hace para transformar la mente
del culpable. La gran incógnita es hacia que se transforma
esa mente que reafirmación, legitimación del poder
se concibe desde el castigo., y por si fuera poco, que relaciones
sociales y culturales desarrolla el castigado con el opresor
desde su microfísica del poder para corroborar así
los efectos del poder en toda la sociedad. De ese último
análisis pudiera pensarse que la sociedad forma al poder,
mas no es así esta forma a las sociedades se comprende con
él.

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Autor:

Lic. Alejandro L. Perdomo
Aguilera

La Habana, 2010

[1] Norbert Lechner. Especificando la
política., p.29.

[2] Max Weber. “Economía y
Sociedad” Sociología de la dominación.
Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y
dominación. Formas de transición.

[3] Max Weber. “Economía y
Sociedad” Sociología de la dominación.
Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y
dominación. Formas de transición.

[4] Max Weber. “Economía y
Sociedad” Sociología de la dominación.
Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y
dominación. Formas de transición.

[5] Max Weber. “Economía y
Sociedad” Sociología de la dominación.
Estructuras de funcionamiento y dominación. Poder y
dominación. Formas de transición.

[6] Ver: Michel Foucault. Microfísica
del poder. Madrid, 2ª edición de las Ediciones de
la Piqueta, 1979.

[7] Michel Foucault. Vigilar y castigar.
Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2002, pp.314.
(Primera reimpresión argentina).

[8] Sentimiento de vigilancia y
persecución constante, como reflejo psicológico
que auto-reprime a las personas.

[9] Michel Foucault. El sujeto y el poder.
(Digital) ARTNOVELA.COM.AR (http//www.artnovela.com.ar/),
(traducción por Santiago Carassale y Angélica
Vitale).

[10] Michel Foucault. Microfísica del
poder, p.20.

[11] Michel Foucault. Microfísica del
poder, p.39.

[12] Michel Foucault. Microfísica del
poder, p.22.

Partes: 1, 2
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