- Debate ya
hay - Coartada y
rating - Intelectuales
extasiados - Renuencia de
los partidos - Entender a los
contrarios - Opinión
pública y mecenas - Voceros
políticos en exceso - Puntualizaciones
- Grupo de
notables - Público
y publicado - Reservas y
pesimismo - Dos revistas al
ruedo - Calificar del
1 al 10 - Un debate
social - Encuentro de
revistas - Babel
política y mediática
Publicado en la revista
Configuraciones No. 15, 2004.Aunque, con razón, deploraba la Babel de
confusión en la que se ha convertido nuestra vida
pública, con su propuesta para crear un comité
que organice debates sobre los asuntos nacionales Enrique
Krauze logró, al menos, suscitar la opinión de
varias docenas de comentaristas y escritores. Entre mayo y
julio de 2004, después de que apareció en
Letras Libres, la iniciativa de Krauze fue tema de
numerosos textos de los cuales aquí recogemos una
veintena [2].Concentrada en el establecimiento de un
"Comité de Opinión
pública integrado por reconocidos intelectuales, académicos y
periodistas, dependiente del IFE —que tiene entre sus
funciones el
fomento de la democracia–", esa propuesta estaba
precedida por un amplio inventario de
las debilidades, o la casi inexistencia, de la
discusión racional y razonada acerca de los temas que
abarrotan, pero no satisfacen, la agenda pública
mexicana.En "Para salir de Babel"
[3], Krauze
apuntó: "Hoy por hoy, la política mexicana es un teatro
(mitad farándula, mitad reality show)
trasmitido en vivo por los medios de
comunicación y ubicado en el Eje ‘Los
Pinos-Zócalo-Donceles-San Lázaro’, en
cuyo escenario hablan el Presidente y su esposa, el Gabinete,
el Jefe de Gobierno
del DF, senadores, diputados, algunos gobernadores y el coro
de la clase
política, mientras el resto del país bosteza,
abuchea o guarda silencio en las butacas. Para cambiar este
desorden de cosas, para tomar la palabra, para alentar una
participación política madura,
informada y eficaz, los espectadores debemos dejar el teatro
y organizar un espacio propio cuyo propósito sea
elevar la calidad del
debate público".Las esperanzas que surgieron
después de las elecciones de julio de 2000, recordaba
Krauze describiendo posiblemente su propia desazón
pero también la de muchos otros mexicanos que
respaldaron a Vicente Fox o confiaron en la alternancia que
significaba su presencia a cargo del gobierno, a estas
alturas están desbaratadas, o casi. "Sabemos que
México está creciendo a tasas
alarmantemente bajas, que ha perdido competitividad, mercados y
fuentes de
empleo,
que varias instituciones del antiguo Estado
benefactor están en quiebra.
De no haber cambios de fondo, el futuro nos deparará
una nueva crisis
como la de 1982 o 1994, sin que podamos entonces llamarnos a
sorpresa ni haya operaciones
internacionales de rescate que puedan salvarnos", indicaba
ese triste panorama. "No falta quien culpe a la democracia de
la parálisis y añore un régimen
autoritario y quizá hasta corrupto, pero que garantice
orden y progreso. Son todavía los menos",
advirtió el autor de La presidencia imperial. Y
luego propinó un duro recuento de las ineficiencias
que, por añadidura a las del presidente, singularizan
a otros actores políticos e instituciones.- Una reseña de los juicios y reacciones ante
el debate
sugerido por Enrique Krauze (Mexico)
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