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Los Rosacruces – Sabiduría Occidental (página 6)




Enviado por Antonio Justel



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XIX

LAS SIETE
GLÁNDULAS ENDÓGENAS O "LAS SIETE ROSAS"

Las suprarrenales (las dos primeras rosas)

Son dos glándulas de color pardo que
en forma de sombrero se encuentran ubicadas en la parte superior
de los riñones, recubriéndolos. Cada una de ellas
se halla compuesta por una corteza exterior y una médula
interna, estando la primera formada por tejido de naturaleza
semejante a la de los órganos reproductores, con el
mesodermo como antecesor común, el cual forma la capa
media de las células
embrionarias; en cambio, la
médula, se desarrolla a partir del ectodermo o corteza
exterior de las glándulas que conforman el embrión,
y, aunque tiene relación con el sistema nervioso
voluntario, es de igual naturaleza que los tejidos que
componen el de naturaleza simpática. Todos los grupos de
vertebrados disponen de glándulas suprarrenales. Sus
dimensiones, en términos medios,
podrían ser las siguientes: 7,5 cm. de largo por 4 de
ancho, y un peso aproximado de 17 gramos.
A lo largo de la vida intrauterina son de tamaño enorme;
en la primera mitad del segundo mes ocupan un volumen doble del
que ocupan los riñones; ello es debido al ensanchamiento
de la corteza, si dicho predominio sobre la médula no se
produjera, tal cual ocurre en los animales, no
podría desarrollarse normalmente el cerebro, por lo
que el nuevo ser llegaría al mundo como un monstruo sin
mente. Su secreción es denominada cortical. La corteza
está en íntima relación con el cerebro, con
el sexo y con la
composición química de la
sangre, por lo
que cualquier anomalía en ella devendría en
subsiguientes inconvenientes para aquéllos..
La médula, o porción interna, se encuentra
conectada por medio de numerosas células nerviosas con el
sistema nervioso
simpático y la sustancia que segrega es la adrenalina, la
cual, al tiempo que es
un poderoso estimulante del corazón,
también actúa de modo reconfortante sobre el resto
del cuerpo. Las emociones
desatadas traen consigo una disminución de su reserva
glandular mientras aumenta su presencia en la sangre, hecho que
produce aumento de vigor y tensión sobre el sistema
nervioso. Las células nerviosas, por tanto, se tornan
tanto más sensitivas al estímulo cuanto más
azúcar
es volcado en la sangre desde el hígado y más
cantidad de corpúsculos rojos circulen a través del
hígado y el bazo. Entonces, mucha de la sangre es retirada
de estos órganos y llevada tanto al cerebro como a los
músculos que dominan el esqueleto. Estas glándulas
suelen ser llamadas "glándulas de combate" porque en su
manifestación son masculinas, es decir, afectan a la
voluntad, incrementándola. La acción
de la adrenalina es tan formidable que, una débil
solución sobre pequeños vasos sanguíneos, es
capaz de detener una hemorragia una vez aplicada a la zona
afectada, si bien sus efectos son de corta duración. En
determinadas distorsiones, y de forma especial en presencia de
tumores, estas glándulas envían excesiva
secreción al torrente sanguíneo produciendo
singulares efectos en el sistema genital como otras
irregularidades en el resto del organismo. Si la
distorsión tiene lugar en el feto,
éste desarrollará una condición de falso
hermafroditismo, pues en realidad el nuevo ser tenderá a
los hábitos del sexo contrario al manifestado
externamente. Si la distorsión tuviese lugar tras el
nacimiento, la simetría de los sexos se será
alterada, si bien conllevará una maduración
física y
mental altamente precoz de efectos asombrosos.
La
personalidad del tipo "suprarrenal" está en
posesión de un sorprendente vigor, energía y
persistencia; se tratará siempre de alguien que progresa
por medio de una lucha en la que lo normal sea el triunfo. Si
atañiese a una mujer,
ésta tenderá a ejercer en una línea cercana
a la masculinidad, es decir, dominante, con gran energía y
determinados rasgos viriles.
La insuficiencia suprarrenal se manifiesta en que el aprendizaje
resulta difícil y en un crecimiento lento, con
fácil fatiga, con debilidad y pereza, con irritabilidad,
con un apetito escaso e indecisión de naturaleza
crónica ante los acontecimientos de la vida.
Las suprarrenales están regidas por Júpiter, por lo
que cuando un individuo a
través de su desarrollo
espiritual se pone en contacto con la nota-clave de dicho
planeta, se sentirá despejado, amplio, cabal y expansivo,
llevándole a expresarse en sus acciones con
sentido de benevolencia, expansión, optimismo, honor,
filantropía, cortesía, generosidad, habilidad y
alegría, además de con capacidad creativa junto a
la expresión de ideas de alto valor y
contenido ético.
Actualmente, la humanidad se encuentra conectada al trabajo de
Júpiter en relación con el plano físico, por
lo que el Ego, utilizando el poder
espiritual que generan las suprarrenales, alcanzará la
fuerza precisa
para perfeccionar su cuerpo físico y lograr la conquista
de este mundo tridimensional. El centro espiritual de estas
glándulas vibra y se sostiene sobre un contexto
azul.

El Bazo (tercera rosa)

Es la más voluminosa de las glándulas de
secreción interna y se encuentra al final del lado
izquierdo del estómago, entre éste y el diafragma.
Tiene forma de alubia y su color es de un profundo rojo azulado.
Pesa generalmente entre 140 y 170 gramos, y mide alrededor de 12,
5 cm. de longitud por 7,5 de anchura. El bazo es esponjoso,
blando y frágil, y se mueve con cada respiración; se dilata siempre durante la
digestión y está alimentado por la arteria
esplénica, vaciando sus venas en la vena porta, la cual
descarga, a su vez, su contenido en el hígado. Es una
glándula que aparece en el feto en torno a la quinta
semana semejando una condensación localizada en el
mesodermo o lámina media del embrión; la membrana
del peritoneo la recubre casi por completo, al tiempo que se
encuentra sostenida por sendos pliegues de la membrana citada; se
encuentra revestida por una membrana externa, fibrosa, y otra
interna, elástica y también fibrosa. Su
secreción se llama hemolisina, la que, además de
controlar la construcción de la sangre, es un factor de
primer orden en la estimulación del movimiento
intestinal. (en algunos casos de constipado crónico, la
curación ha sido posible mediante su uso)
El bazo, además de ser el productor de los
corpúsculos blancos de la sangre la abastece de hierro, ejerce
una influencia determinante sobre el sistema nervioso (pues le
envía la fuerza solar que recoge) y ayuda a que se lleve a
cabo la digestión. Si el bazo es extirpado no tiene
consecuencias fatales, tal cual ocurriría si faltasen las
suprarrenales. Cuando el bazo desaparece su trabajo físico
es sustituido por el de las células linfáticas, las
cuales habrán sufrido un previamente un hipercrecimiento.
La energía del sol recogida por el bazo es enviada al
plexo solar, aquí especifica el éter recogido de la
sangre y, como si de un fluido se tratara, lo bombea, por
así decirlo, a través de los nervios,
vivificándolos y permitiéndoles enviar las
impresiones recogidas del mundo exterior hacia el cerebro.
Con todo, en el bazo tiene el cuerpo de deseos un asidero, por lo
que produce en él los corpúsculos blancos,
destructores del sistema. Por medio de la sangre son diseminados
por todo el cuerpo físico, atraviesan las paredes de las
arterias y las venas ante cualquier daño de
ambas, de manera especial en los accesos de ira, y forman
sedimentos de materias terrosas que enervan y matan el
vehículo físico. No olvidemos que, si el cuerpo
vital es el encargado de dar vida al cuerpo, el cuerpo de deseos
es quien se encarga de someterlo a una destrucción
constante, y que de esta lucha obtenemos nosotros la conciencia. Los
corpúsculos blancos, a diferencia de los rojos, disponen
de núcleo, tienen forma irregular y poseen un movimiento
semejante al de una ameba. Su formación es la siguiente:
los pensamientos de pesar, el temor y la ira son como muros
interpuestos que afectan a la evaporación del bazo, por lo
que el cuerpo deseos, aprovechando la oportunidad, forma una
partícula de plasma, la cual se convierte en base de un
corpúsculo blanco; ésta base, a su vez, es
aprovechada por un pensamiento
elemental, el cual, formando un núcleo, toma cuerpo en
él. A partir de ese momento el elemental comienza a vivir
una vida de destrucción en connivencia con los productos de
desecho y acometiendo a todo cuento
encuentra a su paso. Téngase en cuenta que un elemental es
una creación maligna creada mediante el pensamiento o el
sentimiento, y que, al tomar plaza en un número elevado de
corpúsculos blancos, éstos no sólo
acrecentarán cualquier enfermedad, sino que pueden lograr
que el Ego sea privado en todo o en parte del dominio de sus
vehículos. La tragedia espiritual, en consecuencia, puede
ser de magnitud desmesurada.

Glándula Timo (cuarta rosa)

Está situada en el pecho, sobre la tráquea
y entre los dos pulmones, detrás de la parte superior del
esternón, por lo que desciende y cubre la parte alta del
corazón a la vez que envuelve los grandes vasos. Es parda
y adquiere la apariencia de una molleja al ser cortada. Al
comenzar la pubertad es
cuando alcanza su mayor tamaño, teniendo unos 14 gramos de
peso, 5,5 centímetros de longitud, 3,8 de anchura y 6,5 de
espesor. Comienza a desaparecer hacia los veinte años, en
que es sustituida por fibras y tejidos adiposos, si bien durante
toda la vida se mantiene una exigua secreción celular.
Cuando el número de estas células aumenta
considerablemente, la glándula aumenta su tamaño
entre cinco y diez veces su tamaño, propiciando que
determinados aspectos se hagan patentes, hecho que dará
lugar al hombre
tímico, el cual reaccionará de las más
extrañas maneras ante los azares de la vida.
Una de las misiones de esta glándula consiste en convertir
el aspecto del niño en el de un adulto. Las arterias que
le suministran sangre son principalmente las mamarias internas, y
los nervios provienen tanto del sistema nervioso simpático
como del décimo craneal o nervio pneumogástrico. Su
secreción es la thimovidina; es la que promueve el
crecimiento de los huesos, el
metabolismo
muscular durante la infancia y la
que determina el aspecto exterior; en enfermedades agotadoras o
depauperantes esta glándula disminuye el tamaño con
mucha mayor rapidez que el resto. La inyección de la
thimovidina tiene la virtualidad de aliviar la fatiga de los
músculos voluntarios. Su extirpación en tiempo de
crecimiento produce efectos inmediatos de
empequeñecimiento, raquitismo y deformaciones, adquiriendo
los huesos blandura y rompiéndose con facilidad. Durante
los tres primeros años crece con suma rapidez, pues el
éter recibido a través de la leche materna
la impulsa con fuerza al crecimiento, habiéndose observado
que, en los niños
criados con leche materna, la glándula timo está
más desarrollada que los alimentados con la de animales y
que gozan de gran vitalidad, al tiempo que, y a través de
la leche, el poder que ejerce la madre sobre el amamantado es
mayor que el que pueda ejercer cualquier otra persona.
Los niños no producen sus propios corpúsculos rojos
al igual que los adultos. La razón estriba en que la
energía del cuerpo de deseos de los niños es
aún comparativamente inactiva, no actúa como
avenida de las fuerzas marcianas para tomar el hierro de la
sangre y convertirlo en hemoglobina. Esto dura aproximadamente
hasta los catorce años.
Una vez pasada la pubertad, si la influencia de la
glándula timo es grande, tal y como ya se ha
señalado, sobreviene el denominado "status
thímicus"o de hombre tímico, el cual debe
entenderse en cuanto tendencia a producir expresiones femeninas
en el hombre y
masculinas en la mujer, por lo
que el deseo sexual devendría invertido, es decir,
sobrevendría la homosexualidad, y llevado al extremo
tendríamos el "narcisismo".
Esta glándula se encuentra regida por el planeta Venus,
por lo que quien logre poner en actividad la nota-clave,
desarrollará una elevadísima expresión,
detentando habilidad artística, hermosura, armonía,
atracción y alegría. Su perversión en cambio
vendrá determinada por sensualidad, relajamiento,
vulgaridad, pereza, sentimentalismo, vanidad e inconstancia.
Cuando se comienza el contacto con dicha nota-clave, podrá
parecer que los años no afectasen, pues el individuo se
sentirá, además de joven, alegre y feliz. Una vez
que la persistencia de la nota-clave ha dado sus frutos, sobre la
cruz del cuerpo vital hará su aparición la "cuarta
rosa". A través suyo podrá entrar en contacto con
el Mundo del Deseo, sede natural de la hueste Arcangélica,
donde podrá informarse especialmente del trabajo tanto de
los Espíritus-Grupo como de
los Espíritus de Raza. El centro espiritual de la timo
vibra bajo un color amarillo.

La Tiroides (quinta rosa)

Formada por dos masas marrones, se encuentra sobre el
extremo superior de la traquea, sobre ésta y junto a la
laringe; surge casi del mismo punto que el lóbulo anterior
del cuerpo pituitario. Con un peso de alrededor de 28,5 gramos,
sus dimensiones son de 5 cms. de longitud, 3 de ancho y casi 2 de
espesor. Siendo uno de los primeros órganos que se
diferencian en el embrión – sobre la tercera semana – se
manifiesta como una especie de canal en el fondo de la boca,
cuando el tejido tiroidal se ha separado y se ha cerrado el
canal. Se trata de una glándula de peso mayor en la hembra
que en el macho, y sus medidas aumentan durante la
excitación sexual, la menstruación y el embarazo.
Desde la creencia habida de que en el pasado constituyó
una glándula sexual, hoy se constata su intensa
relación con los órganos reproductores de las
glándulas uterinas, a la vez que su actuación como
satélite en el desarrollo de los procesos
sexuales.
Su secreción es la tiroxina, la cual, siendo gelatinosa,
contiene principalmente gran cantidad de yodo así como de
arsénico y fósforo, si bien depende del primero
para su actividad. Esta glándula es una glándula
energética, por lo que en proporción a su
secreción así será el nivel personal de
actividad, fruto del calor y
movilidad que su secreción proporciona. Cualquier
anomalía en la secreción de la tiroides, ya en
proporción o en su composición química, el
resultado conduce a severos trastornos para el individuo. Sin
tiroxina, por ejemplo, una rápida contracción
muscular resultaría imposible. Su importancia es
extraordinaria, dado que controla tanto el crecimiento del cuerpo
físico así como el desarrollo mental,
hallándose muy vinculada por otro lado con las
demás glándulas de secreción interna. Es el
gran puente entre el cerebro y los órganos genitales, por
lo que emite su necesaria secreción para dar un equilibrio
general.
El cretinismo y la mixedemia – el primero durante la infancia y
el segundo en la madurez – son dos graves afecciones relacionadas
con esta glándula, y ambas causadas debido a una
conexión imperfecta entre los órganos cerebrales y
el cuerpo vital, lo cual puede ser evitado segregando tiroxina
para conectar la glándula con el cerebro y los
órganos genitales. Se ha observado, tanto en los cretinos
como en quienes padecen mixedemia, síntomas de
apatía, de indiferencia, tenencia al desaseo y a la
torpeza, todo ello motivado por el hecho de que la energía
creadora no acude debidamente al cerebro y a los órganos
reproductores, por lo que se reducen y se atrofian. El
porqué de tal impedimento hay que buscarlo en la causa
misma que lo ha originado: el mal uso de la fuerza creadora, es
decir, su utilización para la gratificación de
los sentidos;
es contra el Espíritu
Santo, por lo que es un pecado que no se perdona, motivo por
el que deberá ser expurgado viviendo en su ocasión
y tiempo en vehículos cuya eficiencia sea
extremadamente limitada; y si bien se trata de una lección
de gran dureza, es una lección que no puede ser impartida
al espíritu de otro modo. "Lo que se siembra se recoge" es
una ley inapelable, y
en armonía perfecta con la Ley de Causa y Efecto o Ley de
Consecuencia. De ahí que, si bien médicamente a los
enfermos puede tratárseles con tiroxina, su
recuperación es meramente transitoria, pues en otro
momento posterior, en alguna próxima encarnación,
ellos deberán pasar por el trance eventualmente evitado,
pues nadie puede rodear, circunvalar la deuda kármica para
evitar recogerla.
Por el contrario, la sobreabundancia de tiroxina es lo que
produce el bocio exoftálmico, el cual, con sus veintiuna
clases diferentes, y teniendo como origen la carencia de yodo en
la tiroxina, puede convertirse en crónico. Es recomendable
para su cura, en determinados casos, un tiempo de reposo
físico, emocional y mental, con alejamiento de cualquier
preocupación o sobresalto. Si tal como se ha dicho da
equilibrio al cerebro, la tiroides interviene también en
la digestión mediante la mezcla del hierro con los
alimentos,
segrega el yodo que combate los tóxicos del cuerpo, al
tiempo que ayuda a controlar la cantidad de grasa acumulada y
previene y cura de algún modo el bocio mismo.
El doctor Louis Berman, experto en todo lo relacionado con
glándulas endógenas, declaró: "… si
el crimen es una anomalía científicamente
estudiable y controlable, entonces tanto los procedimientos
legales como los tratamientos penales deberán ser
completamente cambiados". Sin duda se ha llegado a la
demostración de que el mayor número de convictos
son moral y
mentalmente anormales, pero siempre con deficiencia en la
secreción de la tiroides. La criminología se está dirigiendo
hacia factores hereditarios y del medio ambiente
en que creció el criminal, así como hacia su
educación
y ocupación, las distintas influencias sociales y
religiosas a que se halló sometido o al nivel de inteligencia.
Sin embargo, permítasenos alegar que, en el futuro, las
condiciones del sistema vegetativo (involuntario o
simpático) al igual que el estado
glandular del reo, pasarán a ocupar sin la menor duda un
lugar auténticamente preponderante en relación con
la interpretación del crimen. La
mayoría de estados tales como la histeria, el ansia de
poder, de notoriedad, de venganza, etc. no son sino estados
glandulares, es decir, por aumentos o disminución de la
influencia de la glándula tiroides, de las suprarrenales o
la pituitaria. La mayor parte de los crímenes pasionales
son consecuencia de una deficiencia de la tiroides. El pervertido
sexual tiende a convertirse en un idiota, incapaz de pensar,
puesto que utiliza prácticamente toda su fuerza creadora
para su satisfacción sexual, privando por ello al cerebro
de la energía-fundamento que lo capacite en su función
primordial de concebir y expresar ideas.
Dada, pues, la importancia de esta glándula, ampliemos
diciendo que está directamente relacionada con las paredes
internas y externas del cuerpo, la piel, la
cubierta externa de las glándulas, el cabello, las
membranas mucosas y la sensibilidad nerviosa. Y si bien facilita
la producción de energía, como ha
quedado señalado, también se ocupa de la
regulación de los contornos, formas y terminaciones de los
cuerpos en función de sus arquetipos; su secreción
es absolutamente indispensable, insistimos, tanto para la
actividad mental como para la reproducción de las especies; no
podría darse la complejidad de pensamiento ni el aprendizaje,
tampoco la educación ni
formación de hábitos, etc.
Está regida por Mercurio. El niño "tiroides"
estará siempre activo, sin mostrar jamás
decaimiento y demasiada necesidad de dormir. En la juventud
será el centro de animación de cualquier
reunión, pues irradiará vitalidad y magnetismo
personal. En la madurez será emotivo, rápido de
percepción y volición, impulsivo y
tendente a crisis
explosivas. Son incansables trabajadores y suelen padecer de
insomnio.

La Pituitaria o hipófisis (sexta rosa)

Esta glándula, denominada pituitaria, o
hipófisis, del tamaño de un guisante, es de tejido
celular y se encuentra en la base del cerebro, casi en el centro
de la cabeza, abarcando la parte posterior de la base de la
nariz. De color gris, y suspendida como una cereza, crece hasta
los treinta años y pesa en el adulto aproximadamente cinco
gramos.
Digamos en este punto que si la cuna de la glándula es
demasiado pequeña, el individuo tendrá un
desarrollo anormal tocante a su sentido de la moralidad y la
intelectualidad. Se compone de dos órganos en apariencia
independientes y distintos en origen e historia, función y
secreción. Estudiando el embrión humano, el
principio de la hipófisis se ve manifestarse por medio de
un sobrecrecimiento de la cavidad bucal en la región que
da asiento a los sentidos del gusto y del olfato, el cual toma la
forma de una bolsa que lentamente tiende a extenderse hacia el
cerebro. Al finalizar la cuarta semana toma contacto con un
crecimiento que sale del cerebro llamado el infundíbulo.
Ambos acaban transformándose en la glándula
pituitaria completa, madura, en la que aquel sobrecrecimiento
bucal forma el lóbulo anterior pituitario y la parte
original del sistema involuntario de la glándula. En un
determinado momento de la vida, esta glándula se abre a la
boca y a la cavidad del canal espinal. Hoy día se cree que
la pituitaria produce no menos de ocho hormonas
diferentes. Hay un producto
químico en su secreción que estimula la
producción de los tejidos, en especial del óseo, y
otro que influye en los órganos del sexo y en la actividad
sexual. Se ha probado experimentalmente que el funcionamiento
normal de la hipófisis es necesario durante el
período de crecimiento y desarrollo, así como en la
época adulta para la evolución y funciones propias
de la tiroides y las suprarrenales. Cuando la secreción
interna de esta glándula se aplica de forma artificial,
por medio de inyección, se produce la actividad de la
tiroides y la suprarrenales, al igual que de las glándulas
sexuales, teniendo una influencia notoria en la producción
de energía en el sistema nervioso
central, en la materia gris
del cerebro y en la médula espinal.
Para resumir, podríamos decir que el lóbulo
anterior, o prepituitaria, segrega la prolactina, sustancia que,
además de ser esencial para la producción de leche
en la hembra animal, promueve el crecimiento del esqueleto y
tejidos conexos, es causa del desarrollo normal de los
órganos relacionados con el aspecto sexual y provoca el
debido funcionamiento de la tiroides y suprarrenales.
El lóbulo posterior, o postpituitaria, entre las varias
hormonas que segrega, dos de ellas son utilizadas
comúnmente: la pitocina y la pituitrina. La primera suele
utilizarse en casos de parto lento e
incluso no incipiente; la segunda determina en general la
condición de los tejidos correspondientes a las fibras
involuntarias de los intestinos, la vejiga y el útero.
Entre ambos lóbulos, la membrana existente segrega la
hormona "intermedia", la cual ha sido de gran utilidad en el
tratamiento de la diabetes
insípida.
La desaparición de la hipófisis supondría
la muerte en
el término de dos o tres días, no sin antes venir
acompañada de una letargia peculiar con paso inseguro,
pérdida de apetito y una bajada de temperatura.
Con sólo eliminar la parte del lóbulo anterior,
sobrevendría una rápida degeneración adiposa
y moral del sujeto, junto a una marca tendencia a
la inversión del sexo. Otras manifestaciones
estarían representadas por somnolencia, por cutis seco,
caída del cabello, mentalidad torpe, a menudo epilepsia y
un febril deseo por ingerir alimentos dulces.
Se trata de una glándula femenino-masculina, es decir, si
domina el lóbulo posterior, tendremos un tipo que exprese
sentimientos clásicos femeninos; si el lóbulo
anterior, tendrá a expresar los masculinos. Benditos tres
veces – se dice – los hombres y mujeres que tienen
las glándulas pituitarias normales y en equilibrio. Esta
regida por Urano, octava de Venus. Su nota-clave hace
alusión al amor en su
sentido más elevado y su color es el amarillo. El cuerpo
pituitario se encuentra vinculado inexorablemente a la
iniciación, por lo que quien consiga su despertar
espiritual, tendrá la virtualidad de desarrollar los
poderes tocantes al Amor y a la Sabiduría, representantes
del Espíritu de Vida, segundo aspecto del
Logos.

La Pineal o Epífisis (séptima
rosa)

Junto a su calidad superior,
hemos de añadir que esta glándula tiene forma de
cono (de piña) y es de color rojizo, es ligeramente
más grande que un grano de trigo y pesa unos dos gramos.
Está como escondida y atada a la base del cerebro, la cual
es una cavidad que se encuentra arriba y por detrás de la
pituitaria.
Compuesta en parte por células nerviosas con pigmento
semejante al que se encuentra en las células de la retina
– formada ésta por una expansión del nervio
óptico – ello ha inducido a formular la
suposición de que en algún momento habría
ejercido tal vez la función de tercer ojo. Su parte
inferior se dirige hacia atrás, y su tamaño es
mayor en el niño que en el adulto, y en la mujer mayor que
en el hombre. Su función real es absolutamente desconocida
en los medios científicos, si bien en ellos suele
afirmarse que gobierna de forma directa los órganos
generadores y el cerebro. Su evolución estructural
comienza a los siete años.
La pinealina, su secreción, produce un efecto restrictivo
sobre todas las demás glándulas endógenas,
funcionando como una especie de vigilante especial sobre el resto
de ellas.
Se ha descubierto que regula el color de la piel al variar el
grado de reacción de los rayos de luz, es decir,
sobre el pigmento, cuando en realidad se trata de la luz interna
reflejando la luz exterior. Esta glándula produce el
desarrollo normal de las células de los órganos de
reproducción, indicando, el hecho de haber sobrecrecido en
su uso original, la sobreabundante provisión de sangre.
Por tanto, promueve una pubertad normal evitando el prematuro
desarrollo del sexo en los niños; y mediante el desarrollo
normal tanto del cerebro como de los órganos de
reproducción, favorece la fuerza creadora; da vigor
asimismo a los músculos, varía y controla la el
grado de reacción del cuerpo a los rayos solares, y,
obviamente, ejerce influencia sobre la pigmentación de la
piel.
Se trata de una glándula de naturaleza esencialmente
masculina. El pintor renacentista Rafael constituyó un
claro exponente del ideal tipo pineal. Si figura era tan hermosa
como la de un ángel. Su disposición era suave,
amable y gentil, sus modales encantadores, disponiendo de un
carácter generoso además de noble.
Por medio de su obra "Transfiguración", es puesta de
manifiesto su sabiduría, donde queda revelada su
conexión con los Reinos
Superiores. Pintó este cuadro cuando ya se hallaba
moribundo.
La pineal está regida por Neptuno, el planeta de la
divinidad. La espiritualidad proporcionada por Neptuno
elevará al hombre desde su estado humano
hasta el divino. Sabiduría en sus expresiones, contacto
con los Señores de la Individualidad (Virtudes)
espiritualidad, inspiración, clarividencia,
profecía, devoción, habilidad para conectar con la
música de
las esferas, ideación y voluntad, etc., pueden
considerarse como expresiones típicas de Neptuno, pues
él es el verdadero iniciador. Cuando su nota-clave es
despertada, sentida por el individuo al alcanzar el Mundo del
Espíritu Divino, su indescriptible hermosura y poder
provoca una verdadera avalancha de sabiduría acerca de
Dios y su propósito, por lo que el individuo verá
su divino poder en acción y reconociéndose a
sí mismo tal cual es. Por ende, será capaz de
contactar con otros sistemas solares,
saber acerca de otros dioses del mismo modo que de los mundos y
seres creados por ellos. El Mundo del Espíritu Divino es
el reino de la voluntad pura, aquél en el que la
energía de Dios se expresa en cuanto que poder capaz de
mantener la creación en acción. La luz neptuniana
es de un azul transparente, motivo por el que cuando la
glándula pineal sale de su letargo, comienza a vibrar con
un deslumbrante color azul.
Dado que el despertar de las notas-clave de las glándulas
endógenas se encuentra estrechamente vinculado con el
hecho de la Iniciación, es por ello que se convierten en
uno de los valiosísimos auxilios del espíritu en su
correspondiente preparación a tal fin. Y si el trabajo de
mayor importancia tocante a aquélla tiene lugar en el
cuerpo vital, hemos de decir que las glándulas
endógenas tienen una intensa relación con dicho
cuerpo de vitalidad.
Frente al devenir del hombre, las glándulas
endógenas están llamadas a jugar un papel de
primera magnitud, puesto que su desarrollo acelerará
enormemente la evolución
humana, de manera que, cuanto más importantes sean sus
efectos físicos, más importantes serán
también en los aspectos mental y espiritual.

XX

DE LA
CLARIVIDENCIA

Lo que una persona sea susceptible de captar del mundo
exterior dependerá, naturalmente, de la capacidad y
sensibilidad que detenten los órganos de sus sentidos.
Así, por ejemplo, un pintor estará normalmente
dotado para descubrir colores con
matices tan sutiles que acaso jamás pueda llegar a
distinguir otra persona no amante de la pintura.
El mero hecho de que actualmente dispongamos de cinco sentidos,
ello no debe significar que en el futuro no hayamos de disponer
de otros sentidos nuevos, como en realidad así ha de ser,
pues ya hubo un tiempo en que sucesivamente tuvimos dos, tres o
cuatro, por lo que, hoy, de manera semejante, la creencia
entonces que podríamos incrementarlos era achacado a cosa
de la imaginación o de mera fantasía de quienes
entonces lo afirmaban. Sin embargo sabemos a ciencia cierta
de la existencia de regiones y planos diferentes al plano
tridimensional, regiones y planos en que la materia vibra mucho
más rápidamente que en nuestro mundo de
percepción ordinaria, y eso debemos afirmarlo claramente y
con rotundidad en las mismas puertas del tercer milenio de
nuestra era, pues sus consecuencias son trascendentales del mismo
modo a como lo han sido siempre. Debemos recordar en este
instante con sensatez meridiana casos como los de Miguel Servet,
Giordano Bruno o Galileo Galilei y
no desfallecer, puesto que ningún falaz entuerto de cada
época negra ha conseguido que se el edificio de la verdad
se desmoronase. En consecuencia ahí sigue ese edificio de
verdad, y nosotros pacientemente conociéndolo,
develándolo a través de nuestras ciencias: la
material y la espiritual.
Por ello, el sexto sentido a que aludimos es un sentido que se
manifiesta triple, pues triple es el grado en que de forma
paulatina procede en su desarrollo: a) Visión
etérica: Es su grado inferior y, por medio de ella –
muy semejante a los Rayos X
podemos ver en la región etérica del mundo
físico, donde encontraremos y descubriremos a entidades
tales como los espíritus de la naturaleza: ángeles,
gnomos, ondinas, silfos y salamandras. Con esta visión
puede mirarse con éxito a
través de todos los objetos a excepción del
vidrio, dado
que no es conductor de la electricidad,
consiguiendo descifrar sus partes y composición interior;
b) Visión astral o visión en el mundo del deseo. En
este mundo podremos encontrarnos con las huestes
arcangélicas, además de con los hombres y mujeres
desencarnados que aún se encuentren en este plano.
Mediante esta visión los objetos son vistos no de frente
únicamente como son vistos aquí, en el mundo
tridimensional, sino completamente extendidos y en todas
direcciones, desde los trescientos sesenta grados del
círculo por medio de una sola mirada; y c) Visión
mental o visión que alcanza la región del
pensamiento concreto.
Aquí tiene su sede el segundo cielo, y en él se
construyen y tienen su residencia los arquetipos de todo cuanto
existe en nuestro mundo; su peculiaridad consiste en que el
clarividente no estará observando las cosas por partes, de
forma estructurada y desde todos los ángulos, sino que
percibe a la vez aquellas realidades como un compendio viviente y
hablante, con la calidad de un presente y eterno ahora que le
vertirá a la conciencia una plasmación total acerca
de su virtualidad, motivo por lo que, al regresar a la conciencia
normal, la ordenación siquiera elemental de narrar y
detallar cuanto haya visto y percibido, le devendrá en
aspiración rotunda y absolutamente imposible.
Ahora bien, las diferencias entre los poseedores de los grados de
visión descritos son de importancia capital.
Así, los poseedores de la visión etérica son
de dos clases: los videntes involuntarios por un lado y los
voluntarios por otro. Los primeros son aquellos que mediante
prácticas negativas de desarrollo espiritual han logrado
ver, si bien no disponen de elección alguna para variar de
visión o abandonar lo presenciado en aquel momento. El
vidente voluntario, por contra, y mediante ejercicios debidamente
dirigidos por un maestro competente, puede observar a voluntad
cuanto quiera, durante el tiempo que quiera y en la dirección que desee. Hemos de reconocer,
sin embargo, que existe una creencia muy generalizada acerca de
que, cuando alguien es capaz de ver en los mundos invisibles,
dicho vidente tiene obligación de verlo todo, saberlo todo
y asimismo comprenderlo, cuando nada más lejos de la
realidad ocurre. Porque, teniendo en cuenta la máxima
analógica de – "como abajo es arriba"- al igual que en
nuestro mundo ordinario, allí cada cual ha de aplicarse y
disciplinarse a fin de estudiar y comprobar con rigor e
intensidad aquello que quiera llegar a conocer y dominar. Nadase
regala en ningún mundo. Si no se trabaja, no se conoce.
Por tanto, el vidente voluntario es alguien que persiste y que
consistentemente ha trabajado para lograr aquel modo de ver lo
mejor posible bajo el dominio de la voluntad.
En un escalón más alto, y, por tanto, con un poder
más alto aún que el vidente anterior, encontramos
al iniciado. El iniciado no sólo detenta la facultad del
anterior, sino que tiene la facultad de abandonar conscientemente
su cuerpo denso a fin de manipular e investigar los mundos
invisibles. Es así que, y por grados sucesivos,
conseguirá conocer su propio funcionamiento interno a fin
de que, uniendo estas fuerzas a las fuerzas naturales, proseguir
y prosperar dentro del plan evolutivo
mediante el aporte de su propio esfuerzo.
Más arriba aún, el Adepto es quien, además
de ver y conocer, se ha convertido en un experto en el uso de las
fuerzas de la Naturaleza, por lo que, para la persona ordinaria,
la mayoría de las cosas que hiciere podrían ser
consideradas como hechas por arte de magia,
cuando es su conocimiento
superior el que le permite dicha ordenación. Siendo ello
así, aprovecharemos la oportunidad para dar a conocer un
tanto acerca de la vida y poderes de los adeptos, pues de ellos
hemos tenido a menudo referencias históricas o por lo que
hace al punto de vista oculto.
El Adepto conoce el medio perfecto para controlar5 tanto sus
acciones como sus emociones, de ahí que no desgaste el
cuerpo, dado que el cuerpo de deseos es el constante destructor
del organismo y lo ha dominado y controlado; conoce asimismo los
elementos que necesita para mantener el cuerpo físico y
sus estrictas proporciones, consiguiendo con ello el
máximun de nutrición y el
mínimo desgaste en la economía de la vida,
motivo por el que puede mantener un aspecto de juventud y
salud durante
cientos y quizá miles de años. Pero, además
de esta posibilidad, el Adepto también tiene la de
construir un nuevo vehículo denso si una razón
evolutiva lo requiriese, y la forma es la siguiente:
De acuerdo con una ley de la Naturaleza, según la cual la
vida inherente a cada célula de
cualquier partícula de alimento debe ser dominada por el
Ego antes de que pueda ser asimilada, para el Adepto es posible
componer un extracto de los elementos con los que se pueda
construir una organismo para, después, pasar del viejo al
nuevo. Por ello, lo primero que hará será ingerir
los alimentos seleccionados y hacer que sintonicen con el
átomo-simiente y sean asimilados de manera
apropiada. Una vez esto, deberá proceder a su
extracción para, de forma paulatina, ir conformando el
nuevo cuerpo. Por tanto, habrá tenido que comenzar
previamente a nutrirse con cierto exceso a fin de llevar a cabo
la extracción mencionada sin quebrantar su salud.
Generalmente, este nuevo vehículo, en su matriz
etérica, es colocado en una habitación o cuarto
donde jamás, excepto él, nadie entrará. Una
vez haya dado conclusión a su trabajo, lo único que
le queda es abandonar el viejo cuerpo y entrar en el nuevo. Tan
sencillo y difícil como esto. Nada más.
Según se sabe hoy, esta es la solución a los
presuntos enigmas tanto de Cagliostro como acerca del Conde de
Saint Germain y otros. Por necesidades de servicio a la
humanidad, y de un día para otro, ellos variaban de
país o lugar de residencia e incluso de actividad. En el
mejor de los casos, nadie hubiera sospechado otra cosa sino que,
cual al uso, los espíritus de los cuerpos abandonados
hubieran seguido su proceso normal
postmorten.
En este punto oportuno, y a fin de proporcionar mayor claridad,
queremos señalar que existe una ley en la Naturaleza
según la cual nadie puede construir un vehículo si
antes y por evolución no ha aprendido a construirlo, es
decir, si no se ha capacitado para ello. Por consiguiente,
Cristo, con la altura espiritual y poder que ostentaba, no
podía, en consecuencia, construirse para Sí Mismo
un cuerpo físico. Él nunca había tenido una
experiencia de vida celeste semejante, ni en relación con
la formación de arquetipos ni por lo que hace a la
experiencia de pasar por la matriz de una madre terrenal. Este
fue el motivo por el que alguien debió ser elegido para
que construyese para Él el cuerpo denso que iba a
necesitar, y ese altísimo honor fue concedido a la familia
formada por José, María y Jesús de Nazaret.
En el acto del bautismo Jesús cedió a Cristo, y
éste tomó de Jesús, el cuerpo denso y el
cuerpo vital; no de otra manera podría Cristo unir su
propia cadena de vehículos, desde el cuerpo de deseos, y
venir a ser en este plano tridimensional nuestro para hacerse
ver, sentir y escuchar. El error de muchos, cristianos o no,
consiste en confundir a Jesús y Cristo, cuando en realidad
son dos entidades tan diferentes.

XXI

LA IMPORTANCIA DE LA
ASTROLOGÍA

Quien pretenda acercarse a la astrología debiera hacerlo como en
sí lo requiere una ciencia sagrada, pues tal es. Y si en
modo alguno desechamos el término astronómico, dado
que en sus métodos y
cálculos la astrología tiene su ser, elegimos el
término astrológico porque en él se
encuentra incluido un aspecto que la astronomía no abarca, cual es el aspecto
espiritual.
Sin embargo, no podemos dejar de resaltar la utilidad
astrológica tanto para fijar hechos históricos
lejanos como para hacer de ella una senda de vida o, mismamente,
como instrumento de altísima ayuda para conseguir la
sanación.
Así, aparte de los resultados obtenidos por medio del
carbono 14, no
obstante, cuando los acontecimientos nos relegan a un tiempo
demasiado antiguo, sólo el clarividente elevado, el
debidamente educado, se encontrará capacitado para la
observación buscada. En cambio, si
éste no pudiera recurrir a la astrología, con
seguridad que
sería incapaz de poder fijar con precisión y rigor
el tiempo de los eventos objeto de
su estudio. Piénsese que, en casos ordinarios, estaremos
tratando normalmente de cuestiones referentes a nuestro planeta
en el actual Período Terrestre, pero bien podríamos
desear indagar respecto a otros períodos anteriores con
sus millones de años, o la posibilidad de hacerlo respecto
de otros planetas de
nuestro sistema, y por qué no, y de otro lado, acerca de
otros sistemas planetarios.
Si alguna duda puede albergar lo que aquí se indica, no
olvidemos que, puesto que la evolución se mueve en espiral
y continuamente nos encontramos con brazos de espirales dentro de
espirales, es decir, con situaciones cíclicas semejantes
pero bajo circunstancias diferentes (siempre más elevadas)
únicamente apreciando la situación relativa de los
astros en el firmamento, ello nos podrá permitir volver a
atrás con el horóscopo sobre la mesa y determinar
con gran exactitud el tiempo de lo observado o acontecido.
De otro lado, a modo de intersticio argumental, y de acuerdo con
Max Heindel, pasamos a desgranar una síntesis
de opiniones y datos que
ayudarán en la comprensión de determinadas
cuestiones que puedan resultar planteadas respecto del hecho
astrológico en sí:
"… las enseñanzas místicas acerca de la
formación de un sistema solar,
armonizan con la teoría
nebular que dice que los planetas fueron expulsados desde la masa
central del Sol a intervalos, formando cada uno de ellos parte de
esa masa en anillos, siendo los primeros arrojados los que se
hallan más distantes del centro, mientras que Venus y
Mercurio, que son los más cercanos, han sido expulsados
los últimos.
Detrás de cada acto hay un pensamiento, por lo que
detrás de cada fenómeno visible hay una causa
invisible. De la misma manera, hay una razón espiritual
para la existencia y formación de los planetas en un
sistema solar y, también, una explicación
material.
El fuego nebuloso central puede considerarse por nosotros como la
primera manifestación de un Dios Triuno y Señor de
las Huestes, el cual contiene dentro de su Ser una multitud de
otros seres en diferentes etapas de desarrollo y sus diversas
necesidades requieren diferentes condiciones externas. Para
proveer a tales necesidades, varios planetas fueron lanzados de
la masa central, estando cada uno de ellos constituido
diferentemente y variando asimismo las condiciones
climáticas para cada uno. Sin embargo, todos pertenecen al
Reino de Dios, nuestro sistema solar. En "Él se mueven,
viven y tienen su ser" en el sentido más lato de la
palabra, pues la totalidad de este sistema puede ser considerado
como el cuerpo de Dios y los planetas como órganos del
mismo cuerpo vivificados por su Vida, moviéndose por su
Fuerza y de acuerdo con su Voluntad sostenedora.
Cada planeta es el vehículo físico de un exaltado
espíritu de una inteligencia espiritual
elevadísima, el cual no sólo representa en calidad
de ministro al Supremo Ser en tal departamento de Su Reino, sino
que se esfuerza por cumplir la voluntad suprema, la que tiene
como finalidad el bien más elevado sin tener en cuenta el
mal proporcionado y momentáneo.
Estos Espíritus Planetarios ejercen influencia particular
sobre los habitantes en el planeta que cada uno preside, pero
también la tienen sobre los seres evolucionantes de los
demás planetas, en función del desarrollo alcanzado
por tales seres.
Cuanto más atrasado en la escala evolutiva,
cuanto más ignorante es un ser, tanto mayor influencia y
poder ejercen sobre él los planetas, llegándose a
dar casos en los que habrá quien responda de una manera
total y absoluta hasta en los más débiles aspectos;
en cambio no será así en el consciente, en el
elevado, el ser que lucha por dominar sus pasiones y alrededor
ambiente, el
que lanza pensamientos constructivos y amorosos, el que
sonríe a la adversidad, domina las influencias estelares y
se construye un porvenir risueño por este solo objeto.
Así es cómo la Astrología nos ilustra y
auxilia en nuestra vida diaria y nos da a la vez un conocimiento
de nuestras debilidades y malas tendencias de nuestra naturaleza,
señalándonos también nuestras fortalezas
así como los momentos propicios para el desarrollo de la
potencia precisa
para fortalecer el bien.
En todas las religiones oímos
hablar de los siete genios planetarios: así, los indios,
dicen los Siete Rishi; los persas, los Siete Ameshaspentas; los
mahometanos, los Siete Arcángeles, y los cristianos los
Siete Espíritus delante del Trono.
El astrónomo moderno se divorcia del aspecto espiritual de
las Astrología, a la que desdeña y tilda de
supersticiosa explotación por la eventualidad de que la
Astronomía señala ocho planetas principales en
nuestro sistema solar: Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter,
Marte, Tierra, Venus
y Mercurio. Él, con ayuda del telescopio ve que existen y
piensa que de este modo ha probado que le Religión no conoce
nada del asunto cuando afirma que hay solamente siete planetas
principales. El místico, sin embargo, se apoya en la Ley
de Bode en vindicación del aserto que sigue: Neptuno ya no
pertenece realmente a nuestro sistema solar, pues éste no
es sino la encarnación de un gran espíritu de las
Jerarquías Creadoras que, en calidad de mensajero
espiritual, nos viene a visitar, influenciándonos
normalmente desde el Zodíaco. Este genio planetario trabaja de
manera particular con aquéllos que se están
preparando para la iniciación y, parcialmente, con quienes
de un modo u otro estudian Astrología y la aplican y ponen
en práctica en su vida diaria con el deseo de servir a los
demás, pues de esta forma se preparan para el camino
propio de la iniciación.
En cualquier caso, como bien sabemos por medio de la Geografía, los
planetas giran alrededor del Sol, que es el punto céntrico
de nuestro sistema solar, siendo los más pequeños
los que describen órbitas más reducidas y los que
giran con mayor velocidad en
razón de hallarse más próximos al Sol, y los
grandes, que por encontrarse más alejados describen
órbitas más grandes, son los que giran más
lentamente, siendo constantes estas características.
Además del movimiento de traslación, los planetas
describen el de rotación sobre sus ejes, siguiendo el
mismo sentido de orientación que el de su órbita, o
sea, de Oeste a Este, el que se denomina "rotación
diurnal". Los ejes de un planeta pueden ser bien perpendiculares
o bien oblicuos en relación a sus órbitas,
oscilando dicha inclinación entre los 3º de
Júpiter a los 102 de Urano y aún los 155 de Neptuno
por la razón que luego se dirá.
Las inclinaciones de los ejes de los planetas no coinciden en
todos los casos con los datos facilitados o estudiados por
la ciencia
física o material, como tampoco compartimos en este caso
su opinión de que estas inclinaciones permanezcan
prácticamente inmutables salvo por un ligero movimiento
llamado "nudación", dado que en los planetas existe un
tercer movimiento sumamente lento – cerca de 50 segundos de
espacio por siglo, por lo que una revolución
completa de los ejes de la Tierra se
realiza en 2 ¼ millones de años aproximadamente
– a cuya influencia debemos que lo que hoy tenemos como
Norte de la Tierra haya de ser visto en el futuro, tal y como ya
ocurriera en el pasado, apuntando directamente hacia el Sol, y mucho
tiempo después se coloque en la posición planetaria
que actualmente tiene el polo Sur, para, tras siglos y siglos,
alcanzar de nuevo la posición presente. Es obvio que
mediante los presuntos cambios es como podrán modificarse
las condiciones climáticas de los países en
general, al sucederse los hielos y los trópicos en todos
los puntos de cada planeta. Hemos de señalar, no obstante,
que siempre ha habido cambios imprevistos cuando, por ejemplo, ha
ocurrido que lo que es el polo Norte se
ha orientado directamente hacia el Sol. Entonces, y en esas
circunstancias, el hemisferio Sur estuvo constantemente en la
oscuridad y dominado por el frío de semejante
época.
Las condiciones resultantes causaron la última vez un
vuelco repentino de nuestro globo, si bien, después de esa
época, el espíritu que guiaba la Tierra desde fuera
ha penetrado dentro de su esfera y tal suceso ha de resultar en
delante de todo punto imposible. Es por medio de este movimiento
por el que puede explicarse la presencia de restos de flora y
fauna encontrados
en el polo sin que puedan ser atribuidos a otra causa,
demostrando a la vez que con el transcurso del tiempo, y cuando
la inclinación de los ejes de cualquier planeta sea mayor
de 90 grados y su polo Norte comience a apuntar hacia el Sur, los
satélites
de tal planeta han de aparecer como si girasen en
dirección contraria a la de los satélites del resto
de planetas, cual es el caso de los satélites de Urano y
Neptuno – como más atrás hemos advertido
– lo cual es hecho de gran confusión para los
astrónomos. En su virtud, para Urano y Neptuno, el Sol
sale por el Oeste y se pone por el Este, siendo ello debido a la
inversión de los polos.
Si bien es cierto que al principio de nuestra presente fase de
evolución todo lo que ahora se encuentra fuera del Sol se
hallaba dentro, ello fue debido a que no todos los seres pudieron
continuar vibrando con el grado que allí había; por
tanto, muchos se quedaron atrás, se cristalizaron, lo cual
los convirtió en un obstáculo para los demás
seres evolucionantes. Habiendo comenzado su cristalización
en los polos, donde el movimiento es lento, el propio aumento del
peso los arrastró gradualmente hacia el Ecuador, donde
el movimiento es más rápido, para después, y
en su día, mediante la fuerza centrífuga, ser
expulsados del Sol. Del mismo modo y de forma sucesiva
ocurrió con otros seres, los cuales tampoco habían
podido continuar viviendo bajo la intensidad vibratoria que
reinaba en el Sol, por lo que habiéndose rezagado,
acabaron siendo lanzados a su debida distancia al espacio, a fin
de que las vibraciones solares pudieran dotarlos de la propia
rapidez vibratoria, acorde siempre con su respectivo grado de
desarrollo.
Los espíritus más avanzados permanecieron por tanto
en el Sol o más cerca del Sol, lo que hace que calificar
de "inferior" o "superior" a unos u otros planetas, habría
de hacerse no por la cercanía al Sol, sino por la mayor o
menor rata vibratoria de que en sí mismos disponen.
Júpiter, no obstante, y en evitación de cualquier
mala interpretación, fue expulsado pero se le dio un
inmenso volumen de sustancia ígnea por el hecho de que los
jupiterianos habían conseguido un estado de desarrollo muy
elevado, lo cual requería tanto vibraciones altas como
acción independiente a un tiempo. Por consiguiente,
Júpiter viene a ser una excepción en varios
sentidos, uno de esos casos en los que una ley superior posterga
a otra inferior.
Para concluir este expreso apunte, queremos reiterar que los
planetas de nuestro sistema solar son los organismos visibles de
los Siete Espíritus delante del Trono de Dios, el Sol, y
que al igual que nos es posible transmitir la fuerza capaz de
mover conmutadores para encender una luz, elevar una palanca o
enviar órdenes concretas y en determinado sentido a
través del ordenador, del mismo modo esos Grandes
Espíritus pueden ejercer una influencia sobre los seres
humanos de acuerdo y en armonía con nuestro estado de
progreso individual.
Desde otro punto de vista, y en cuanto a la utilidad de la
astrología en la vida de cualquier persona,
podríamos formularnos la siguiente pregunta: ¿ los
aspectos que presenta nuestro horóscopo, podremos
modificarlos por medio de nuestra voluntad ? Y la
contestación imperiosa e inmediata es sí. Porque,
de no ser así, más nos valiera, cual antiguos
estoicos, sentarnos o acostarnos para esperar la segura e
implacable llegada de la muerte. Pero
afortunadamente las cosas no son de esta manera, porque si ello
fuese de esa forma ¿ qué bien nos podría
reportar el estudio de la astrología ? Efectivamente
ninguno. En cambio, si sabemos que en el horóscopo no se
refleja de ninguna manera lo que atañe a la voluntad del
individuo, y que los aspectos de la carta natal,
así como los que en sus tránsitos y progresiones se
refieren sólo y exclusivamente a meras tendencias, la
cuestión y el enfoque nos harán cambiar
radicalmente. ¿ Podemos traer aquí el ejemplo tan
manido de aquellos dos veleros, que bajo el mismo viento
marchaban sin embargo en direcciones contrarias ? Por tanto
¿ no es acaso la actitud de
cada cual lo que hará que unos se dejen arrastrar por los
vientos reinantes de la vida y que otros, en cambio, logren no
sólo desactivarlos sino progresar con ellos
poniéndolos a su favor ? Tal es la expresión de la
voluntad: enfrentarse a los vientos y vencerlos o en otro caso
dejarse llevar por ellos hacia las rocas y el
desastre. De aquí que, si bien es cierto que le inmensa
mayoría se deja arrastrar por las tendencias –
mostradas por las configuraciones planetarias – no es menos
interesante por tal motivo estudiar astrología para,
habiendo previsto lo que ha de acontecer, tomar las precauciones
necesarias y ejercer nuestro dominio de voluntad para evitar el
daño y llegar con bien a puerto, a alcanzar nuevos
aspectos de armonía y bienestar.
Las estrellas, por tanto, se dice que impelen pero que no
compelen. Este es el fundamento y fuerza motriz para actuar, dado
que podemos y debemos cambiar nuestro destino si este nos
disgusta. Piénsese que, en los tiempos antiguos, y debido
a nuestra andadura infante como humanos, las estrellas nos han
dominado porque nuestra voluntad se había quedado inerme
frente al karma que nosotros mismos habíamos
contraído y que por tanto las estrellas diseñaban.
Actualmente, más evolucionados, ya más sabios y
perfectos, con más entendimiento y determinación,
nos hemos capacitado para salir al encuentro de nuestro mal
destino y enderezarlo tal cual deseemos. Tenemos una voluntad
divina y nadie puede disponer de ella sino nosotros mismos.
De otra parte, es por medio de la astrología como podremos
obtener una amplia comprensión acerca del plan divino de
evolución, pues cada posición y aspecto de los
planetas entre sí, con relación a los signos y las
casas, representan para todos y cada uno de nosotros aquellas
oportunidades que requiere la evolución de manera conjunta
y separadamente.
Es por ello que, al obtener este conocimiento y su debida
comprensión, él debe prestarnos una gran esperanza
en aras a esperar los momentos más espinosos con esa
mentalidad positiva que tanto conforta y nos hace crecer
anímica y espiritualmente.
Reseñamos que si realmente los padres tienen por medio de
la astrología una oportunidad de oro a fin de
prever las crisis de sus hijos y tratar de infundirles virtud
frente a vicios contraídos en su karma anterior, diremos
que, por lo que hace a la sanación, al campo
astrológico no tiene dimensión alcanzable. El
horóscopo al nacimiento nos señalará las
enfermedades incipientes desde aquél hasta la muerte, por
lo que si tuviésemos conocimiento del día o
días en que las crisis han de manifestarse, es decir,
estando previamente advertidos, bien podríamos hacerles
frente tal y como arriba hemos señalado, puesto que la
astrología no sólo tiene en cuenta el aspecto
material del ser sino también el del alma que lo
define.
Es notorio, no obstante, que a pesar de que los médicos
modernos conocen que el estado de la sangre y, por ende, el de
todo el cuerpo, cambia en función del estado de
ánimo del paciente, son aún muy pocos los que
aceptan el hecho de que tanto nuestros estados orgánicos
como mentales están influidos por los rayos planetarios,
los que, por otra parte, se encuentran en continuo cambio, debido
al movimiento incesante de los planetas. Por ello, sí
querríamos sugerir que, al igual que aceptamos que los
rayos del sol nos llegan y afectan nuestros estados mentales y
físicos de muy distinta manera, de acuerdo con la hora del
día ¿ por qué no admitirlo para los rayos
que vienen y llegan procedentes de los planetas más lentos
que el sol ? La deducción resulta de gran lógica:
habrá momentos más oportunos, más propicios
que otros para llevar a cabo la curación de una
determinada enfermedad o para el tratamiento con medicamentos
preparados al respecto. Algunos médicos ya lo están
llevando a cabo así porque sus posibilidades de diagnosis
y tratamiento resultan mucho más acertadas. De semejante
modo ¿ por qué hay médicos que procuran que
sus intervenciones quirúrgicas tengan lugar en la fase
lunar del cuarto creciente ? Sencillamente porque han obtenido
el
conocimiento práctico de que, cuando una
intervención o proceso médico tiene su comienzo en
esta fase lunar, la operación tendrá éxito o
el proceso saldrá con bien, mientras que si una u otro
tuviesen lugar o comienzo en la fase opuesta, en decir, en
menguante, siempre ocurrirían complicaciones o el proceso
devendría de difícil aplicación y resultado.
Y del mismo modo, si hubiese que aplicar alguna dosis de
estimulantes o sedantes, debemos decir que los primeros
tendrán una acción más eficiente con la luna
en creciente, mientras que los segundos la tendrían en
menguante, por lo que la dosis, a efectos de controlar el dolor
debidamente, acaso deba ser rebajada o aumentada según
cada caso. De manera similar, cuando la luna creciente se
encuentra en buen aspecto con Venus y Júpiter, ello
implicará los mejores resultados en la estimulación
cardiaca, por lo que las palpitaciones tendrán un
tratamiento más eficaz cuando la luna está en
menguante y los aspectos citados son favorables.
De aquí que, por la mera aplicación de este
rudimento astrológico, el hecho de la curación
pueda resultar notoriamente acrecentado.
No olvidemos en ningún caso que las discordancias que
expresamos como dolor o enfermedades no son provocados sino por
discordias espirituales internas al quebrantar las leyes de la vida,
por lo que si fuésemos capaces de tomar conocimiento
acerca de cuáles sean las causas que nos afligen, sin duda
procuraríamos eliminar tales causas a fin de que las
enfermedades cesasen. Tal información, insistimos, no se conoce si no
es a través de la carta natal, pues
en ella cada planeta y signo expresan armonía o
discordancia, salud o enfermedad.

XXII

LA GUERRA:
FILOSOFÍA Y POSICIÓN ANTE ELLA

Cuando acontece una gran crisis en nuestras vidas somos
puestos frente a ciertas situaciones y, en consecuencia, llamados
a tomar decisiones que a menudo van a requerir de nosotros que
hagamos una importante revisión en cuanto a ideas e
ideales, incluidos aún los más preciados principios que
nosotros hubiéramos concebido y mantenido hasta el
momento. Cuando tienen lugar tales crisis sería un
suicidio
espiritual, mental, y moral tratar de esquivar o evadir la
decisión que deba ser tomada, sin importar el precio que
haya de ser pagado. Suele decirse, sí, que la conciencia
es una joya, pero, si fuésemos verdaderamente sabios,
estaríamos dispuestos a cambiar o a pasar revisión
a nuestras ideas cuando la ocasión realmente lo demandase
o exijiese.
Las enseñanzas rosacruces siempre han estado de acuerdo
con la sentencia bíblica de "No matarás", sentencia
sobre la que no fue hecha salvedad o excepción alguna, si
bien algunos han llevado el principio que esta idea
entraña a tal extremo que, por no matar, no
matarían una mosca. En cualquier caso, la mayoría
siempre ha pensado correctamente en el sentido de que el mandato
no quería que protegiésemos las pestes ni los
microorganismos, los cuales se cobran tan terrible impuesto sobre
vidas humanas. Estas cosas – pestes y microorganismos
– siendo en realidad manifestaciones de malos pensamientos,
se encuentran fuera de toda protección. Por ello, quienes
así han pensado y piensan nunca ha tenido intención
de permitir que sus cuerpos o los cuerpos de sus hijos sean
invadidos por gusanos antes que proceder a acabar tanto con las
pestes como con los microbios. Muchos de los éxitos en el
campo de la salud e higiene
podrán alcanzarse aún en muchos ámbitos y
lugares teniendo en cuenta las presentes indicaciones. Asimismo,
por otro lado, y en el mismo orden de cosas, hay que estimar que
sería una absurda aplicación del mandato "no
matarás" el hecho de permitir que las bestias de presa o
los reptiles venenosos pudieran vagar entre nosotros poniendo de
esta forma en peligro la vida de las personas, por lo que,
llegado el caso, es tolerable y permisible estar dispuesto a
matar para librar a la sociedad de
semejante o parecidas amenazas. El código
ético del mandato bíblico implica que
únicamente es pecado – o error, conforme al mismo – matar
simplemente, sin necesidad última para comer, o por lucro,
o por deporte. Y, matar
a un ser humano, aparece ante la mayor parte de nosotros como tal
imposibilidad, que comúnmente se nos presenta como algo no
contingente. Más aún, los rosacruces – tal cual se
explica en otro apartado específico –se han
pronunciado permanentemente frente a la pena capital, y ello
tanto por ser fundamentalmente errónea como a su vez por
su inutilidad, pues cuando el espíritu de un asesino es
liberado de su cuerpo, en ese momento es puesto en libertad en el
mundo espiritual, es decir, en el mundo del deseo, donde puede, y
a menudo hace, es trabajar sobre otros seres a fin de inducirlos
en la comisión de crímenes semejantes a los suyos.
Por tanto, es mucho mejor proceder a encerrarlo en una
prisión para intentar reformarle, de modo que, aunque no
se recupere en esta vida, pueda lograr respetar en futuras
existencias la sacralidad de la vida o vidas ajenas.
Pero si bien es posible tratar de este modo con el asesino
individual, el caso resulta en cambio muy diferente cuando una
nación
entera – extiéndase a grupos terroristas en general
– ataca a ciegas a otra, con la consecuencia de innumerables
asesinatos, incendios
premeditados, destrucción y pillaje. En casos semejantes
resulta imposible poner en prisión a toda una nación,
por lo que habrá que buscar medios de defensa diferentes,
o también más drásticos y definitivos
En la vida civil de Occidente tenemos en general reconocidos el
derecho y ley de autodefensa proporcional, lo que permite a la
presunta víctima ante un posible asesino la posibilidad de
matar antes de ser matado, derecho que no nadie puede pretender
que decaiga porque un millón de asesinos puedan vestirse
de uniforme y salgan de manera audaz y tristemente descarada
proclamando su intención de matar, o bien porque intenten
justificar su acción por el mero hecho de ser una
acción colectiva en lugar de hacerlo a título
individual. Siendo agresores, son asesinos, por lo que sus
presuntas víctimas disponen de un derecho moral
incuestionable para defender sus propias vidas matando si a ello
hubiere lugar a quienes incuestionablemente intentan matarlos
De aquí que, desde el punto de vista espiritual, la
justicia o
injusticia de una guerra dependa de la siguiente cuestión
primordial: ¿ quién es el agresor y quién la
víctima ?
Dicha pregunta tiene una fácil respuesta cuando la guerra
se inicia con propósitos de conquista, o cuando la guerra
es emprendida con un propósito altruista tal como la
emancipación de un pueblo sometido a la esclavitud
física, industrial, comercial o religiosa. No necesita,
pues, argumento para ser demostrado que en tales casos el opresor
es al tiempo el agresor, y que el libertador es el defensor de
los derechos humanos,
los cuales son inseparables e inalienables a las personas por su
mera condición de haber nacido tales. Éste
último, el libertador-defensor de aquellos derechos, estaría
cumpliendo con el sagrado deber de ser "el guardián de su
hermano".
Por tanto, una vez que esto ha sido comprendido, no podemos ser
engañados por fuegos fatuos diplomáticos puesto que
tenemos una luz verdadera, disponemos de una pauta para ayudarnos
a discernir debidamente entre lo justo y lo injusto. De donde se
colige que siempre habría de ser mucho más noble y
heroico enfrentarse a un pelotón de fusilamiento por
abandonar o rehusar entrar en el ejército agresor, o
mismamente por huir de nuestro país natal, o aun por
unirse a las filas de unos defensores con la más humilde
capacidad, que tener u obtener una posición del más
alto honor entre los agresores.
De esta suerte, y exactamente ante este tiempo del milenio
tercero d.c., debemos preguntarnos exactamente ¿
está justificado el ataque o la guerra sobre quien
disponga de armas de
destrucción masiva ? Y la respuesta tal vez pueda
deducirse en función de lo que se responda a la pregunta
siguiente: ¿ a alguna persona de la raza que fuere y con
la formación que ostente, se le detiene, ataca o encarcela
porque debidamente haya hecho acopio de la más amplia y
mortífera gama de armas en los Estados Unidos de
América
? Y es aquí donde la ley de analogía "como arriba
es abajo y viceversa" donde con efectividad puede ejercer de
cicerone tocante al campo que concierne a lo justo y a lo moral,
pues, por lo mismo – ley de analogía – hemos de preguntar
de nuevo ¿ es que a los países que disponen de
arsenal atómico son atacados o se les declara la guerra ?
Pero ahora, sin embargo, lo siguiente ¿ racionalmente
dejaríamos en manos de un niño un arma para que
juegue, y sobre todo si fuese altamente peligrosa ?, pues con los
países ocurre de idéntica forma a como ocurre con
las personas, exactamente igual. De aquí que se procure
que los niños desistan de su empeño de la forma
más útil y menos dañina posible. Sin
embargo, esta posición debe concordar indudablemente con
aquella otra que alerta acerca de que todos debemos hacernos
competentes para que llegado su tiempo, y disponiendo a nuestro
alcance de cualquier arsenal, sepamos dominar nuestros impulsos
respecto a su utilización exclusivamente defensiva o
debida guarda. Fijémonos, de otro lado, que, en numerosas
situaciones, más valdría que nos
preguntáramos por qué construimos tales y cuales
artefactos cuando de antemano sabemos que únicamente han
de servir en el futuro para matar. Porque si esta pregunta nos la
formuláramos conectada o unida al principio de "nunca
inicies una guerra", ello, con seguridad, ayudaría a
darnos una poderosa y nítida luz tendente al bienestar a
la vez que a la paz y seguridad del mundo. La situación
más cercana a lo que, en cuanto a la guerra se refiere,
puede ser entendido y aceptado en calidad de defensa preventiva,
consistiría en aquella situación en la que,
conocidas amplia y debidamente contrastadas tanto las acciones
preparatorias y necesarias de guerra como la intención de
llevar a cabo por parte de un presunto agresor un inminente e
ilícito ataque, y agotados que fuesen todos cuantos
esfuerzos humanos hubiese requerido solicitar el desistimiento,
aquél, el agresor, osase no obstante llevarlo a la
práctica de manera indubitada e irreversible.
De otra parte, y siempre de acuerdo con los principios
espirituales más nobles y
elevados, es una obligación moral de primer orden luchar
con los defensores. Entre más grande el sacrificio, mayor
el mérito, y el que evade este deber sagrado de defender
el hogar, a los suyos y a su país, o mismamente
rehúsa luchar por los oprimidos, está sujeto a
responsabilidad. Más aún, entre
mayor sea la emergencia, mayor el sacrificio que la empresa
requerirá; si bien tampoco está reservado este gran
privilegio a los de mucho músculo y anchos hombros, pues
todos estamos atados por el deber y muchas son las formas en que
puede servirse en pro de la defensa. Añadir que, al surgir
la ocasión en que la defensa de los demás o de
sí mismo se convierte en ineludible, entre más dura
se haga la campaña, más corta y afortunada
será ésta. Por tanto, en ello no deben tolerarse
medias tintas, y la neutralidad bajo semejantes circunstancias
debe ser considerada, cuando menos, como un error de norma o
pecado de omisión.
Es bien sabido por los estudiantes de ocultismo que las guerras son
instigadas e inspiradas por las Jerarquías Divinas, las
cuales usan de una nación para castigar a otra debido a
sus pecados o errores. Aun un estudio superficial de la Biblia
nos proporcionaría muchos ejemplos al respecto. En tal
contexto, no se pretende significar que el vencedor sea del todo
justo, pero sí viene a mostrar que la nación
vencida ha hecho lo malo y merece el castigo infligido, la cual,
usualmente, suele caracterizarse por notas de arrogancia e
impiedad. Y, del mismo modo, tampoco es signo de que se goza del
favor divino el hecho de resultar victorioso por algún
tiempo, pues tal circunstancia puede muy bien ser producto del
ejército invisible que apoya las armas del agresor,
prologando la lucha con el propósito de hacer que su
derrota final sea más completa y desastrosa,
enseñando por otra parte a los defensores una
lección que nunca habrían podido aprender mediante
una lucha corta y decisiva.
Tal viene a ser brevemente, desde el punto de vista espiritual,
la filosofía de la guerra y la posición ante ella,
sin que suponga distinción alguna acerca de quiénes
puedan ser las naciones o grupos humanos implicados.
Si aplicásemos los principios expuestos a sendas guerras
mundiales, respecto de la primera, o Gran Guerra, y
acercándonos al fondo del asunto, podríamos decir
que fueron los militaristas de los Imperios Centrales quienes la
propiciaron con mente amplia y libre de falsos prejuicios, pues
ellos fueron quienes la estuvieron preparando durante
generaciones, y que el cinco de julio de 1914, en la famosa
Conferencia de
Potsdam, cual más tarde han venido a reconocer, acordaron
provocar una guerra al cabo de pocas semanas, semanas durante las
que los banqueros de tales naciones se dedicaron a manipular los
mercados a fin de
amasar los recursos
financieros más elevados posibles. Ello señala sin
lugar a duda a los austro-germanos como agresores, quienes bajo
la fascinación de los Espíritus de Raza adiestraron
a sus millones de fieles para ser lanzados contra el resto de
naciones involucradas. Ultrajados los belgas al comienzo, sus
vecinos, Francia e
Inglaterra,
hicieron suya la causa y actuaron en dicho aspecto como el
guardián de su hermano. Pero, al no encontrarse
preparados, resultaron incapaces de dar a la lucha una
terminación pronta y decisiva. En consecuencia se hizo
necesario que los Estados Unidos entrasen en el conflicto a
fin de restaurar el equilibrio y devolver la paz y la seguridad a
aquéllos que entonces eran demasiado débiles para
autoprotegerse.
Tocante a la Segunda Guerra
Mundial, qué decir a estas alturas junto a todo el
desastre provocado por los devastadores postulados nazis con sus
oprobiosos y perversos campos de concentración. Por ello,
y en aras del general conocimiento adquirido, no hemos de
insistir más.
En todo caso, y a salvo naturalmente todo error natural tanto de
personas aisladas como de país en su conjunto, dado que la
infabilidad absoluta y eterna no existe, siempre ha sido sin
embargo motivo de júbilo que los Estados Unidos se hayan
visto obligados a entrar en campañas militares ajenas bajo
el altruista papel de defensor y emancipador de los
débiles. Si justo es este reconocimiento, así lo
hacemos y así lo expresamos.

XXIII

POR
QUÉ CURAN LOS ROSACRUCES Y CÓMO LO
HACEN

Los Auxiliares Invisibles

Entre las muchas cosas que en el tiempo se han dicho
acerca de los rosacruces, una es verdad: "… ellos se
dedican a curar a los enfermos y disponen de medios superiores
para
llevar a cabo su labor".
En este sentido, si las órdenes religiosas anteriores
habían buscado la elevación espiritual mediante el
castigo y abuso del cuerpo, los rosacruces, en cambio, siempre
han procurado el cuidado más atento para con el mismo.
Pero, como verdaderos seguidores del Cristo, y conociendo
qué causa dio lugar a la degeneración y cómo
deberá ganarse la regeneración y, por tanto, el
advenimiento de la Nueva Época, ellos siguen el mandato de
"Predicad el Evangelio y curad al enfermo". No en vano su lema
está definido por: "una mente clara, un corazón
noble y un cuerpo sano", pues ¿ cómo podría
ser de otra manera ? Porque es un hecho científicamente
demostrado – tal cual se ha indicado más arriba
– que el estado de la sangre afecta a la mente y viceversa,
por lo que, para mantener una mente limpia, indudablemente es
preciso disponer de un cuerpo sano. Una mente y un cuerpo en
tales condiciones serán capaces de traer a la
manifestación Egos en las mejores condiciones desde el
punto de vista evolutivo por lo que hace a la
regeneración.
Otra de las cosas dichas ha sido que los rosacruces sanan
gratuitamente. Y, efectivamente, es lo que hacen los hermanos
legos: asisten a todos lo mejor que pueden libres de cargo.
Más aún, quienes no son aptos para curar, trabajan
en distintos ámbitos, si bien todos tienen una
característica común: nunca cobran sus servicios y
siempre trabajan en absoluto secreto. Para llevar a cabo su
cometido, los rosacruces han elaborado un sistema curativo que es
compendio de los mejores puntos de vista de las distintas
escuelas actuales, habiendo obtenido con ello un alto grado de
conocimiento.
Así, se sabe con certeza que mediante la
vulneración de las leyes de la vida, el cuerpo denso se
cristaliza aún más, por lo que da un asidero
añadido al cuerpo vital, hecho que viene a retardar el
día de nuestra liberación y con ella la del propio
Cristo respecto de la Tierra. Teniendo esto en cuenta, puede
comprenderse fácilmente que es por Amor por lo que se
procede a buscar la salud de la humanidad, al tiempo que a
enseñar a vivir de acuerdo con las leyes que rigen la
vida. Ello, obviamente, reportará la más pronta
liberación y segunda venida del Cristo.
Además de la labor sanadora que los Hermanos Mayores de la
Orden Rosacruz llevan a cabo por medio de los denominados
Auxiliares Invisibles, hay que señalar que el medio
utilizado no es estrictamente de naturaleza espiritual, puesto
que, siempre que es posible, también son utilizados medios
típicos de la medicina
ordinaria. Entonces, lo que primero se presente tal vez a la
mente del lector sea ¿ y quiénes son estos llamados
Auxiliares Invisibles ? Y, siendo ello lógico, diremos que
son aquellos seguidores comprometidos con las enseñanzas
de la rosacruz que, esforzándose cada día por vivir
una vida de bondad y servicio, se preparan de esta forma para
alcanzar el privilegio de ser llamados por los Hermanos Mayores a
fin de curar durante la noche, mientras sus pacientes enfermos se
encuentran en período de sueño. Se les reúne
en grupos de doce más un instructor de grupo –
normalmente médico – y a partir de sus respectivos
temperamentos y capacidades; en general son residentes en la
misma localidad si el número lo permite, o en todo caso de
acuerdo, lógicamente, con la misma o similar longitud
horaria. Los HH. Mayores gobiernan y controlan toda esta labor.
¿ Que cómo son conocidas sus disposiciones
naturales y anímicas ? Del mismo modo que se emplea para
conocer el lugar y estado en que se encuentra quien pide ayuda de
curación a los Hermanos Mayores de la Rosacruz. Se
requiere de los solicitantes que envíen una carta escrita
con pluma y tinta, tinta fluida, pues esta tinta atrapará,
por así decirlo, una parte del cuerpo vital del autor, lo
que permitirá a los HH.MM. detectar con exactitud el
estado del individuo de quien proceda, y esta partecita de cuerpo
vital aprehendido en la carta, hará de "ábrete
sésamo" en los pacientes para que los Auxiliares
Invisibles puedan llevar a cabo su inmensa labor humanitaria cada
noche. Por tanto, mientras el sol alumbra cada día una
parte del planeta, en la otra, en la oscura, sepan ustedes que
estarán actuando en ella los Auxiliares Invisibles,
ocupados – como estarán – no sólo en trabajo
meramente curativos, sino en otros muchos con que pueden socorrer
a todas las cosas vivientes a que sean enviados o encuentren en
apuros. ¿ Acaso alguna vez no han leído u oído
acerca de que, en determinados eventos, "fue visto un hombre o
una mujer, o ambos, que hicieron esto o lo otro y que
desaparecieron sin saber quiénes eran ni cómo
habían llegado ni cómo se fueron ? Pues bien, a
modo de ejemplo, si bien exiguo, tenemos a bien narrarles algunas
de sus intervenciones:
Una noche, dos Auxiliares sobrevolaban unas islas (ellos se
desplazan prácticamente a la velocidad el
pensamiento) cuando percibieron a un niño con una fina
espina de pescado que se le había atascado en la garganta.
En la habitación se había reunido mucha gente, pero
ninguno de ellos podía ayudar. Dos médicos que se
hallaban presentes querían enviar a alguien en busca de un
cirujano para extraer la espina. Los Auxiliares bajaron, se
materializaron, y uno de ellos dijo:

– Nosotros podemos sacarla.

Uno de los médicos se rió de la Auxiliar,
y dijo:

– Se ha vuelto loca con el calor.

La madre del muchacho le pidió que hicieran algo
para salvar la vida del niño, por lo que los Auxiliares
fueron hasta la cama donde aquél se encontraba, y mientras
uno sostuvo al joven, el otro empujaba la espina hacia fuera.
Advertimos que, cuando una persona se encuentra fuera de su
cuerpo denso, goza de clarividencia, por lo que gracias a esta
habilidad la Auxiliar, viendo exactamente dónde estaba la
espina, desmaterializó su mano y la puso en su garganta,
por detrás y debajo de la espina, y enseguida la
empujó, al tiempo que materializaba un dedo. El
niño carraspeó y tosió, la espina
saltó fuera de la boca y la Auxiliar, tomándola, se
la dio a su madre. Ambos médicos miraban asombrados.
Entonces, los Auxiliares dieron al muchacho un poco de agua salada
para que hiciera gárgaras y le dejaron ir. Naturalmente
las personas presentes hicieron muchas preguntas a los
Auxiliares, preguntas a las que contestaron. Luego se
fueron

No es fácil imaginar la miseria y dolor que
causan los cazadores. Una noche, unos Auxiliares
Invisibles fueron enviados a ayudar a un oso pardo al que un
cazador había disparado en la cadera derecha, por lo que,
herido, fue tan lejos como pudo hasta que cayó desplomado.
Intentaba levantarse para continuar, pero le resultaba imposible
debido al enorme dolor. Todo este cuadro les fue mostrado
previamente a nuestros Auxiliares mediante la conciencia
jupiteriana, la cual no es sino un cuadro interno en la propia
conciencia. Éstos, llegando, se acercaron al oso, y,
cuando los vio, se irguió, pero uno de ellos le
dijo:

– Hemos venido a ayudarte – por lo que el oso se
tumbó.

– Frótale la cabeza mientras yo examino la herida
– dijo un Auxiliar a otro.

El oso se había puesto barro en la herida para
detener el flujo de sangre. Cuando el Auxiliar comenzó a
retirar el barro de la cadera, el animal se volvió tan
rápido como pudo para interrumpir al Auxiliar, dado el
dolor que le producía lo que estaba
haciéndole.

– Ten paciencia, sólo un poco más y lo
limpiaré bien – respondió el Auxiliar al
oso.

La Auxiliar se sentó y puso la cabeza del oso en
su regazo, mientras su compañero eliminaba la suciedad de
la herida.

– Oye, amigo – dijo – tengo que extraer la
bala para que puedas caminar y te va a doler. No hagas
daño a mi amiga ¿ entiendes ? Quiero que
permanezcas tranquilo.

El oso se acomodó con la cabeza en el regazo de
la Auxiliar y el compañero de ésta colocó su
dedo bajo el proyectil, lo materializó y lo empujó
hacia el exterior, El oso yacía quieto, pero
gruñía, por lo que la Auxiliar gritó
preguntando:

– ¿ Por qué los hombres disparan a los
animales y luego los dejan marchar sufriendo ?

– No era intención del cazador dejar que el oso
se fuese – contestó su compañero.

Después de haber extraído la bala, sanaron
al oso mediante la curación espiritual que proviene de
Dios. Tras ello, la Auxiliar lo examinó
cuidadosamente.

– Muy bien, amigo – dijo – estás como
nuevo y sólo has perdido un poco de piel. Con tiempo te
crecerá de nuevo.

El oso no quería quitar la cabeza de la falda de
la Auxiliar, estaba confortable y contento, por lo que
alzó la vista hacia el que hablaba como
diciéndole:

– ¿Por qué no te callas, no ves que estoy
descansando ? No consigo muy fácilmente que me
acaricien.

Hicieron que el oso se levantara y éste los
siguió como si nada le hubiese ocurrido. Un poco
más tarde desaparecieron ante él. Sin su ayuda el
oso hubiera muerto de hambre, de sed y también por la
herida.
La sanación espiritual es posible, pero no puede ser
utilizada siempre. Hay ocasiones en que los Auxiliares Invisibles
se encuentran con personas que necesitan ayuda, pero que no se
han ganado el derecho a ella y tampoco la solicitan, por lo que
no pueden recibirla o ser curados. Los Señores del Destino
no dan nada a cambio de nada, siempre hay que merecerlo.
Todo enfermo debe recurrir a los medios ordinarios para ser
curado. Sin embargo, hay casos que la ciencia médica no
puede dar una solución. En cambio, todas las cosas son
posibles para Dios. Así, pues, los días de los
milagros no han pasado, usted mismo puede ser ayudado. Los
milagros tienen lugar continuamente aunque se hable muy pocos de
ellos. Muchas personas que han rezado pidiendo ayuda, han sido
curadas mediante la sanación espiritual, incluso algunos
han visto a los Auxiliares que han ido a ayudarlos y otros los
han oído hablar y han conversado con ellos tal a como
suelen hacerlo con sus amigos; otros, en cambio, han sentido
meramente su presencia

Una noche, una joven fue curada milagrosamente de una
enfermedad de piel. Cuatro Auxiliares a una joven cuya
cara estaba llena de machas y llagas. Caminaba sola por un
bosque, se sentó sobre un tronco caído y se estuvo
untando la cara con una pomada. Tenía el rostro en un
estado tan terrible que dos de los Auxiliares no quisieron
acercarse y la observaron a distancia. Los otros dos lo hicieron,
y uno de ellos tomó el tarro de pomada y lo
observó. Luego le dijo a la chica que podía curarse
si prometía ser buena y servicial con todos sin importar
quiénes fuesen.

– Todos serán buenos contigo – dijo el
Auxiliar – si intentas ayudar a todo el mundo.

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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