Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Tercer domingo de agosto Día del niño en el Perú (página 2)



Partes: 1, 2

 

1.3 Un niño forma parte
de nuestra escena cultural
 

El siglo XX definido en el mundo como el siglo de la
infancia y la
juventud, ha
logrado en el Perú dar vida, perfilar e imponer de modo
indeleble a dos personajes absolutamente consagrados Paco Yunque
de Cesar Vallejo y a Ernesto, el adolescente de la novela "Los
Ríos Profundos" de José María
Arguedas.

El personaje niño que se impone con nitidez
propia en la cultura de
nuestro país y cuya propuesta ha surgido de la literatura peruana es Paco
Yunque. Quizá porque el problema mayor y profundo que aun
nos aprisiona sea una búsqueda angustiosa de nuestra
verdadera identidad.

Es Paco Yunque el personaje infantil de la literatura
peruana que a pasado a formar parte de nuestra escena cultural
con un perfil nítido y que es producto de la
invención literaria de un autor de extraordinaria
significación como es César Vallejo.

Pero he aquí una galería más amplia
de personajes infantiles de nuestros autores
literarios.

La presentación de los personajes está
ordenada por la antigüedad cronológica del nacimiento
de quienes los han vivificado, así: César Vallejo
(1892), José Díez Canseco (1904), Julián
Huanay (1907), Ciro Alegría (1909), Carlota Carvallo de
Núñez (1909), Francisco Izquierdo Ríos
(1910), José María Arguedas (1911), Rosa Cerna
Guardia (1926), Julio Ramón
Ribeyro (1929), y Enrique Congrains (1932).

2. PERSONAJES
INFANTILES EN LA LITERATURA PERUANA

Los siguientes son algunos personajes infantiles de la
literatura peruana general.

2.1. Paco
Yunque

Paco Yunque es el personaje de la obra del mismo nombre,
escrita por César Vallejo el año 1931, a pedido de
la Editorial Cenit de Madrid,
España,
obra que fue rechazada por ser "demasiado triste" y,
consecuentemente, no fue publicada sino trece años
después de la muerte de
su autor, en la revista
Apuntes del hombre, en
1951.

Paco Yunque es hijo de la sirvienta de la casa de David
Grieve, Gerente de los
"Ferrocarriles de la Peruvian Corporation" y, además,
alcalde del pueblo. Se lo ha hecho venir desde el campo para
acompañar al hijo de la familia
Grieve, Humberto; y también a fin de que juegue con
él, pues son de la misma edad.

Cuando llega al centro educativo Paco Yunque se
estremece de miedo, pues nunca ha visto ni oído
hablar a tantos niños
juntos. Los hermanos Zúñiga lo conducen al
salón adonde luego ingresa el profesor. En
ese momento todos se ponen de pie, con la mano derecha levantada
en señal de saludo, en silencio y erguidos.

El profesor sienta a Paco Yunque en la primera fila,
junto a un niño de su mismo tamaño llamado Paco
Fariña. De pronto ingresa Humberto Grieve quien, como de
costumbre llega tarde, y el profesor suavemente le observa este
hecho. Casi al instante se produce una discusión pues
Grieve quiere que Paco Yunque, se siente con él, aduciendo
que es su sirviente, para lo cual lo coge y presiona en el brazo.
Paco Fariña pugna con él atrayendo a Paco Yunque
hacia sí argumentando que el profesor ya lo ha sentado
allí.

De pronto aparece Antonio Geldres, alumno que ese
día ocasionalmente llega tarde, justificando su tardanza
debida a que su madre está enferma, no siendo ello
disculpa para ser severamente castigado por el profesor. Entonces
todos los niños reclaman, encabezados por Paco
Fariña, insistiendo en que también el hijo del
Alcalde ha llegado tarde y sin embargo no ha sido castigado, sin
duda, dicen, porque su padre es influyente y porque "tiene
plata".

Paco Yunque está temeroso porque sabe que Grieve
le pegará por no haberle obedecido yendo a sentarse con
él, pues a cada momento le muestra el
puño en forma amenazante.

El profesor deja unos ejercicios que los alumnos, a
excepción de Grieve, se han aprendido a realizar.
Después del recreo, al ser solicitados los trabajos,
Grieve arrebata el de Paco Yunque y lo entrega como si fuera el
suyo. Paco Yunque es sancionado por no haber realizado la tarea.

Cuando entra el Director y pregunta si el profesor ya
tiene un concepto de
quién es el mejor alumno del aula, éste contesta
que el elegido es Humberto Grieve, quien ha realizado una tarea
brillante. El Director lo felicita y le pone como ejemplo digno
de imitar ante sus demás compañeros. Paco Yunque
con la cabeza gacha llora desconsolado.

2.2.
Chupitos

Es el personaje del cuento "El
trompo", que conforma el libro Estampas
mulatas de José Diez Canseco, fechado en 1940. El cuento
se ubica en Lima, en el distrito del Rímac y más
precisamente en la Alameda de los Descalzos y
alrededores.

Chupitos es un zambito de 10 años "con dos ojazos
vivísimos sombreados por largas pestañas y una jeta
burlona que siempre fruncía con estrepitoso sorbo".
Integra un grupo de
amigos vivaces y pendencieros que venden "suerte"
(lotería) y periódicos.

Ha perdido su trompo jugando a la "cocina", juego de
trompo que consiste en extraer uno de ellos de un círculo
trazado en el suelo y en base a
sucesivos lanzamientos, con el riesgo de que el
trompo del jugador caiga dentro de dicho círculo y se
convierta en trofeo para quien logre extraerlo.

El juego lo ha perdido ante Glicerio Carmona, hecho que
es una humillación porque con ello dicho juguete ha pasado
a otro dueño y encima recibiendo quiñes y
maltratos.

Chupitos ha aprendido que en la vida las cosas tienen
que ser definitivas y resolverse a tajos y heridas, pues desde
muy pequeño ha tenido mala suerte: el día que
nació su casa ardió por completo y casi termina
incendiándose todo el callejón donde vivían
sus padres y él.

Cuando tenía siete años su madre "que
había salido un poco volantusa", es decir relajada,
disipada e impúdica, abandona el hogar ante la inminencia
de un ajuste de cuentas de parte
de Demetrio, su marido y padre de Chupitos, quien ha llegado a
saber toda la verdad de los engaños que ella le hace con
un amante: "mujeres con quiñes, como si fueran
trompos… ¡ni de vainas!" ha sentenciado hablando
ante su hijo.

Hace tres años que Chupitos vive con su
tía y ahora ha perdido su trompo. Recurre a su padre para
pedirle tres reales a fin de comprar uno nuevo, que él
pule y prepara como si fuera un arma contundente.

Reanuda el juego con Glicerio Carmona y al caer
nuevamente el trompo que antes era suyo en "cocina", Chupitos lo
raja sin compasión y lo deja abandonado en el campo de
juego, junto con el nuevo, desapareciendo por una calleja, con la
cabeza gacha, "solo, triste e inútilmente vencedor", nos
dice en palabras textuales su autor.

2.3. Juanito
Rumi

Juanito Rumi es el protagonista de la novela "El
retoño", publicada en 1950, de Julián Huanay, a
quien éste presenta como un niño huérfano,
dejado a los cuidados de la tía Concepción, hermana
de su madre.

La historia narra cómo
Juanito, en un caserío perdido en el valle del Mantaro
llamado Ayla, escucha cautivado a don Vicente Salas quien le
narra sucesos admirables que le ocurriera en una grande e inmensa
ciudad llamada Lima.

A partir de ese momento y luego de ser consciente que
él está solo y abandonado en el mundo, nace en
Juanito la inquietud por fugarse e irse por los caminos hasta
encontrar esa ciudad en la cual sueña, haciéndose
la ilusión de que allí vería realizados
todos sus anhelos de triunfo.

Para cumplir su fin va a pie desde su pueblo hasta la
Oroya y de allí al asiento minero de Ombla, donde consigue
un empleo para
sobrevivir. Pero enferma y en ese estado es
despedido por "fIojonazo". A cada decepción y crueldad que
se le aplica se le advierte: "Así aprenderás a ser
hombre".

Por intermedio de un "enganche" llega a la hacienda
MontescIaro de Huacho, en los algodonales pertenecientes a la
casa Grez. Se le da trabajo pero
se le somete a un trato despiadado. Entonces enferma de paludismo, y
entre el sopor de la fiebre escucha al
capataz que le dice: "oye serranito, mañana vas al
hospital en el camión, tú no sirves pa’
nada."

Paradójicamente, en esas condiciones se hace
realidad su sueño dorado de llegar a Lima. Pero arriba al
hospital Dos de Mayo, completamente abandonado, hospicio que le
abre sus puertas en la más completa incertidumbre y
orfandad.

2.4. Sacha

Sacha,
de apenas cuatro años, es el personaje de "El sol de los
jaguares" de Ciro Alegría, un libro póstumo editado
en 1979. La historia acontece en la selva del Perú a
principios del
siglo XX. Sacha es el hijo de los colonos Anselmo y Emilia,
nacidos en Iquitos.

El relato se ubica en una de las zonas más
recónditas y difíciles, pero a la vez
paradisíacas, de la geografía peruana, el
Ucayali, a las orillas del río Shipibo.

Ocurre que la cabaña, construida por los padres
de Sacha, es arrasada violentamente por la crecida del
río. La familia trata de
salvarse huyendo en una frágil canoa, intentando
además recoger lo necesario para sobrevivir en una
realidad inclemente como es la amazonía.

Sacha está preparado para enfrentar los peligros
que existen en su mundo circundante. La historia relata,
así, el aprendizaje
que tiene que hacer para no sucumbir ante la arrolladora fuerza de la
naturaleza,
que desencadena su energía ciega y frecuentemente mortal.
Sacha tiene que guiar la canoa por los rápidos y las
turbulencias del río, orientándose, cazar y pescar
cuando es necesario, defenderse de la lluvia, recolectar
leña, hacer el fuego y prevenir otros peligros que le
amenazan cada rato.

El mensaje que se sugiere es que frente a la acción
despiadada de la naturaleza, los seres humanos necesariamente
tienen que unirse, ser solidarios, apoyarse mutuamente,
transparentándose unas relaciones sociales de mutua
protección entre unos y otros hombres que luchan en una
realidad que pone a prueba su valor.

2.5.
Rutsí

Rutsí es el personaje del libro Rutsí, el
pequeño alucinado de Carlota Carvallo de
Núñez, obra que ganó el Segundo Concurso
Literario Latinoamericano, organizado por la Editorial Farrar
& Rinehart de New York, el año 1942.

Rutsí en su origen es un geniecillo travieso y
burlón de la selva, hijo del Río Grande quien de
tanto admirar a Shambi, la hija del cacique, suplica a su padre
que lo convierta en niño.

Tal deseo se cumple, condición en la cual sufre
mil peripecias. En primer término trata de rescatar a
Shambi capturada por una banda de explotadores.

Viaja desde la selva a la costa atravesando la
cordillera de los andes. En su recorrido conoce a Uriangari, un
pequeño salvaje, al pastorcillo de la puna que comparte su
vivienda con él, a Vicente el muchacho del
Tambo.

Rutsí participa de las costumbres de cada
región, de los trabajos y condiciones de vida. Hay
momentos de fantasía en donde los animales hablan,
él los escucha y conversa con ellos.

En la costa acompaña en la realización de
diversas faenas Conoce a hombres de diversos oficios que le
cuentan historias. Se impresiona al conocer el mar, se impacta
con la niebla y las verdes lomas floridas.

Rutsí realiza un aprendizaje de la
vida. Con mirada ingenua observa todo y vive experiencias
límites, al punto de ser detenido e incluso
sufrir la cárcel e ir a una institución para
niños desamparados.

Retorna a la selva, donde vuelve a su condición
de geniecillo mientras Shambi se ha convertido en una
orquídea.

Es este un relato de travesía y del devenir: del
mundo mágico al mundo racional, del rural al urbano, del
arcaico al moderno y viceversa. En él se conoce y
experimenta una y otra realidad del espacio geográfico y
también anímico.

Rutsí siendo un personaje que tiene hasta un
origen mágico es, sin embargo, quien más recae la
realidad hasta el punto de que su vida es una crónica por
diversas realidades.

Ahora bien, ¿qué niño en el
Perú procedente de aquellas regiones donde florecieron
nuestras culturas ancestrales, no tiene un sustrato mágico
fundamental? Y eso es Rutsí.

2.6.
Ladislao

Ladislao es un personaje del cuento Ladislao el
flautista de Francisco Izquierdo Ríos.

Se inicia cuando los alumnos del aula de clases se
sobrecogen al escuchar el sonido de una
flauta. Saben que es Ladislao y esto lo comunican a su
maestro.

Del personaje en el cuento apenas se ve su cabeza
sobresaliendo por el muro de piedras hasta donde él se
acerca desde la parte exterior de la escuela.

Lo que sobresale es el sonido dulce, melancólico
y desgarrador de la flauta que solo Ladislao puede tocarlo en una
especie de nostalgia de aquel lugar al cual ahora se
rehúsa a entrar.

El maestro encomienda a tres alumnos, fuertes y veloces,
para ir, atrapar y traerlo a ese "zamarruelo", hecho que no
logran pues él huye veloz al monte.

Ladislao ya no vendrá a la escuela. Irá a
trabajar en las minas de sal para ayudar a su madre
enferma.

Es el niño que ha dejado de ir a la escuela, es
el niño de extramuros. El que vaga por los
contornos.

El cuento es un prisma, breve pero de honda y profunda
significación.

Ladislao es el símbolo de la marginalidad, del
ser que es expectorado por el sistema,
víctima triturada a quien no se ve, solo se escuchan las
notas de su flauta.

Es el ausente. El que no encaja en el sistema. Es el
niño que permanece afuera. El que vaga por los contornos
del templo, de la institución oficial, del banquete. Es el
marginal de siempre.

Es el niño silencio pese a que es música. Es la voz que
aturde, conmueve, solivianta.

Es el retumbar de la tempestad, el trueno que llega, es
la tempestad que se desata.

Es los problemas
pendientes por arreglar en la niñez de hoy. Es el
niño que nos recuerda todo lo que hay que arreglar y
componer.

2.7. Juancha

Juancha es un personaje del libro "Agua", obra de
José María Arguedas editada en 1935. Entre las
obras de Arguedas, es aquella donde más destacan los
personajes infantiles, de manera particular en el cuento "Los
escoleros". En este relato los niños son de alguna manera
los protagonistas de la historia, narración que se ubica
en la comunidad de
Ak’ola, entre los ríos de Pikamayu y WaIkamayu.
Juancha es allí, sin duda, el personaje niño que
encarna el ser y el sentir del propio autor.

El relato narra que el patrón, don
Ciprián, pretende apropiarse de "La gringa", una vaca del
Maktillo, muchacho, Teófanes, amigo de Juancha, pues para
él, dice, es una vergüenza que Teófanes y su
madre, una viuda pobre, tengan a la mejor vaca del pueblo y no
él que es el amo y señor de esos
confines.

Juancha y Teófanes han jurado dar muerte a don
Ciprián si éste se apodera de "la gringa", Juancha
es tratado con encono y hasta odio por don Ciprián quien
sabe o presiente que él está en contra suya por los
abusos que comete y la codicia que lo domina. Él es un
niño desamparado que busca protección, hallando
refugio en la ternura de las mujeres indias. Asimismo se llama
"el huérfano", "con voz de becerro abandonado". Un
día es azotado despiadadamente por el capataz de la
hacienda de Don Ciprián.

Juancha se siente un comunero "falsificado", hijo de
blanco y abogado, y se reconoce solo e indefenso. Es
huérfano de madre y su padre lo deja en esa hacienda
ajena, donde se le cobra a él por el mal trabajo que hace
"el doctor" y por los juicios que éste pierde.

Finalmente don Ciprián se apodera de "La gringa".
Aduciendo que ha hecho daño,
comiendo en sus chacras, lo cual es falso, y al negarse sus
legítimos dueños a venderla, la mata de dos balazos
en la cabeza. Juancha insulta a don Ciprián
llamándole en quechua "¡K'anra!", sucio, y él
y Teófanes son metidos presos en la cárcel de
indios. Don Ciprián vivió "hasta que de puro viejo
no pudo ver la luz del
día".

2.8
Margarita

Margarita es el personaje del cuento La niña de
las trenzas azules de Rosa Cerna Guardia, que ganó el
Premio Internacional de Literatura
Infantil del IBBY en Chile, realizado en 1968, con auspicio
de la Compañía de Refinería de Azúcar
de Viña del Mar.

Esta niña hace de pajarera en la
representación de una pieza de teatro en el acto
de clausura del año escolar. Para ello luce un par de
trenzas azules extraídas de un viejo
baúl.

Ilusoriamente convierte una pajarita de lata en un
pajarillo con vida, dándole su aliento. La escena es tan
intensa y mágica, todo es tan bello y real que la maestra
le dice: "Solo falta que te enciendas, que irradies, que pongas
tu alma".

La maestra no volvió a ver a la niña en
mucho tiempo. Ya la
niña que su lucha por ganarse el pan de la vida, ha creado
su propio empleo en base a aquella clave: encenderse, irradiar,
crear vida.

Un día la maestra al atravesar un parque la ve en
su oficio de pajarera: un letrero con pájaros pintados,
una escalerilla y una canasta llena de papeles de colores. Pero no
hay pájaros reales. Piensa que ha enloquecido.

Dos niños se acercan a comprarle pájaros.
Ella dobla los papeles, le da una forma de aves y luego
le sopla su aliento. Y ¡cobran vida!

Extrae la pajarita de lata de aquella función de
teatro escolar, que devuelve a la maestra convertida en un
hermoso ruiseñor.

En el cuento Margarita es la feliz relación de la
escuela con la vida, del aula con el trabajo.
Representa la gracia de la vida que ha aprendido lo mejor del
espíritu de la escuela.

Es el relato más conmovedor de la relación
maestra alumna y de la poesía
que alienta en el alma de cada mujer.

2.9 Los hermanos Efraín y
Enrique

Los hermanos Efraín y Enrique son los personajes
centrales de la obra "Los Gallinazos sin plumas" de Julio
Ramón Ribeyro, obra aparecida en 1955. Ellos son dos
chiquillos a quienes don Santos, un viejo que tiene una pierna de
palo, utiliza para recoger desechos de comidas que buscan en los
cubos de basura
alineados delante de las puertas de las casas de la gran ciudad,
a fin de alimentar a PascuaI, un cerdo que don Santos engorda en
un chiquero dentro de la choza precaria donde habitan.

El viejo, siempre descontento por la poca basura que traen
para alimentar al cerdo, maltrata y castiga cruelmente a los dos
muchachos. Cambiando de sistema les ordena ir al muladar donde
los camiones arrojan los desperdicios descompuestos a fin de
juntar mayor cantidad de residuos. A Efraín un vidrio le causa
una herida en el pie, que al siguiente día se hincha
impidiéndole caminar. Don Santos se enfurece, Enrique debe
hacer entonces el trabajo sólo. Recoge un perrito
escuálido que el viejo no consciente en casa, pero ante
las súplicas del niño y al argumento de que le
ayudará a recoger comida descompuesta, lo acepta a
regañadientes.

Un día Enrique al igual que Efraín
también amanece afiebrado, tosiendo y sin poder ponerse
en pie. El viejo se desespera porque Pascual gruñe
hambriento. Apalea a los niños y Enrique,
tambaleándose por la fiebre va a recoger la ración
diaria de desperdicios. Don Santos aprovecha para arrojar el
perro al chiquero, para que sea comido por el cerdo. Al volver y
darse cuenta de lo ocurrido, Enrique pelea con el viejo; este cae
al lodo, donde lucha con Pascual, que intenta devorarlo. Los
niños escapan, abrazados, hacia el muladar a vivir junto a
los gallinazos, a confundirse con ellos pese a ser niños y
"a no tener plumas".

2.10 Esteban

Esteban es el protagonista del cuento "El niño de
junto al cielo" de Enrique Congrains, publicado en 1954. Un
día Esteban llega al cerro Agustino de Lima, procedente de
Tarma, y a la mañana siguiente de su llegada pide permiso
a su madre para descender y conocer la ciudad.

En un sendero junto a la pista encuentra un billete de
10 soles, que para él representa una fortuna. Lo recoge y
acaricia fascinado, introduciéndolo en uno de sus
bolsillos. El tiene 10 años y hasta ahora cumplir esa edad
ha sido una de sus metas y horizontes. La ciudad como una bestia
de un millón de cabezas se extiende ahora bajo sus
pies.

En ese deambular se encuentra con Pedro, un niño
de más o menos su edad, sin casa, sin padre ni madre,
quien traba una relación amistosa con él jugando a
las bolas. Pedro es hábil, conoce los dobleces de la
ciudad, tiene experiencia para sobrevivir y ganarse el pan a las
buenas y a las malas.

Esteban le cuenta a su reciente amigo que ha encontrado
10 soles y le muestra el billete. El dinero
despierta en Pedro un gran entusiasmo y ambición. Convence
a Esteban para hacer un "negocio": comprar revistas al por mayor
y venderlas en la plaza San Martín. Allá van y
ciertamente el "negocio" funciona a las mil
maravillas.

Cuando ya toda la mercadería está vendida,
y el dinero se
encuentra en manos de Pedro, este,  advirtiendo que no ha
almorzado le encarga a Esteban comprar un pan o un bizcocho.
Esteban obedece y al regresar no encuentra a Pedro. No lo
verá nunca más: ha desaparecido llevándose
toda la "fortuna" acumulada. Ya de noche Esteban regresa
sólo y cabizbajo hacia el cerro y a su casa "de junto al
cielo".

3. ALGUNAS
CONCLUSIONES

 Algunas conclusiones que suscitan los personajes y
obras mencionados, son las siguientes:

3.1 La literatura revela y construye.
Ni la ciencia en
sus diversas disciplinas, ni la psicología más
cercana al niño, ni la educación que
tiene el compromiso de la formación de su personalidad
han tenido la aproximación al niño, como sí
lo ha tenido la literatura.

3.2 Los niños, en los cuentos
presentados, sufren experiencias difíciles, conflictivas y
dramáticas
. La familia resulta ser el factor
determinante para que ellos superen dificultades, venzan peligros
y salgan triunfantes si ella es el soporte que los ampara y
sustenta, como en el caso de Sacha de Ciro Alegría. De lo
contrario, su destino sea incierto. Es el caso de Juancha,
Juanito Rumi, Ladislao, Efraín o Enrique abandonados por
su familia o que nunca la tuvieron.

3.3 Los niños de los relatos presentados
son precoces en el aprendizaje de la lucha por la vida
.
Asumen roles, cumplen tareas, se ponen al frente de situaciones,
con todos los riesgos que
ello implica. Y esta pugna la libran solos, salvo en el caso de
Sacha que se da en una realidad en donde la confrontación
se entabla más bien con la naturaleza hostil.

3.4 Los niños, pese a las adversidades
que sufren, encarnan en el fondo valores
básicos.
Los personajes analizados son
presentados con conmovedora intensidad: desde la humildad y
sapiencia de Paco Yunque, el coraje y la honestidad de
Chupitos, el denuedo y sacrificio de Juanito Rumi, la habilidad y
entereza de Sacha, la compasión y al mismo tiempo
rebeldía de Juancha, hasta: la solidaridad y la
liberación de una situación ominosa de
Efraín y Enrique.

3.5 Una constante en los cuentos es un
símbolo que encierra un contenido y un mensaje de un valor
esencial
. Puede estar representado por un animal: es el
caso, por ejemplo, de "La gringa" que encarna la ternura, la
solidaridad e inclusive la protección materna, del perrito
de Enrique y Efraín, que personifica la hermandad y
comunión. Puede también ser un juguete, como el
trompo en el caso de Chupitos, que suplanta la posición y
la intimidad de un ser, la misma que debe ser intocada; o, en
otro plano, el billete en el cuento "El niño de junto al
cielo", que puede estar simbolizando a la economía y sus
relaciones en una sociedad
moderna.

3.6 Como puede comprobarse, la mayoría de
personajes que se destacan son varones.
Hay una sola
mujer en la secuencia que presentamos, tal vez porque sus autores
son mayormente varones o porque al ser así representan
mejor un mundo y una realidad que los creadores literarios tratan
de mostrar con toda objetividad y crudeza.

3.7 en los relatos referidos los niños no
aparecen haciendo aquello que es propio de su mundo o de su
edad
. Como es jugar, sino cumpliendo obligaciones
pertenecientes a los adultos, como es trabajar y afrontar
situaciones duras y a veces dolorosas.

3.8 Lo que no hacen nuestros autores es adornar,
poner notas "rosas", ni
exaltar
. No han idealizado ni han sublimado al
niño. Este aparece como un ser de carne y hueso que sufre
la adversidad de las circunstancias imperantes; tal cual si
fueran cronistas, testigos e historiadores de una
realidad

3.9 En todos los casos presentados se trata en
el fondo de experiencias o situaciones "de
formación"
. En los acontecimientos que se
presentan el niño aprende "algo": a resistir, a defenderse
y, en suma, a sobrevivir. El niño en estos relatos es muy
sensible al mundo de la naturaleza. Con ella se comunica y se
siente identificado. Se relaciona con el mundo natural para
dominarlo y subyugarlo, como en el caso de Sacha.

3.10 Los personajes son "hombres" tiernos y
maltratados, que abrigan una esperanza
. No siempre
visible, es cierto; una voz confidente de una redención
posible, capaz de amor y
sinceridad y en quien ha quedado inviolable un sentimiento que lo
comparte con otros niños y gracias al cual persiste en su
lucha por la vida: la solidariedad.

4.
COMENTARIOS

Frente al panorama presentado, breve pero significativo,
y a fin de no quedarnos únicamente en el examen ni en el
balance, debemos avanzar una propuesta que nos permita ir
apropiándonos del futuro, cuya calidad
estará de acuerdo con lo que nos propongamos hacer de
él. Ello nos servirá, asimismo, para tener una
visión completa del niño peruano, una mirada que no
soslaye trazar perspectivas que orienten nuestra actitud y
trabajo de aquí hacia adelante. Para ello hacemos los
siguientes alcances:

4.1 Identificar y reconocer con mayor hondura y
claridad el rol del niño como sujeto y actor
social
, con las características que le son
intrínsecas, pero a la vez en conjunción coherente
con el mundo en el cual vive. Ello se logrará si,
además de seleccionar y recrear destinos singulares en los
cuales se condensen situaciones especiales y dramáticas,
también se perfilan prototipos más representativos
de niños comunes y corrientes para quienes el factor
familiar y la inserción que la familia hace en la
comunidad tejen un sinnúmero de relaciones que configuran
universos potencialmente muy ricos para una plena
realización personal

4.2. Propiciar que el niño sea hacedor,
artífice y constructor de universos literarios y
otros
, dentro de los cuales puede ofrecer significados
más directos y nuevos, si es que él mismo da su
versión de la realidad, sin esperar que sea el adulto o
que él llegue a dicha edad para recién hacerlo. Y
no solo sea personaje con perfiles cada vez más
nítidos en la literatura – y como tal un ser pasional que
sufre un destino dentro de una trama argumental producto de la
concepción de una autor basado o no en referentes directos
de la realidad.

4.3 Devolverle la palabra a los niños, la
posesión del lenguaje, la
capacidad de asumir criterios y conciencia
propia
. Para que ellos adquieran más conciencia
de la realidad, sin menospreciar ni la imaginación ni la
fantasía. Para ello implementar servicios de
bibliotecas y
talleres de creatividad
literaria que los acerquen a una práctica de la lectura y
consecuentemente a una nueva sensibilidad, expresión y
actitud de lo que ellos son y quieren ser en el mundo.

Cuidemos de los niños y apostemos con ellos por
el porvenir glorioso que la historia le debe al Perú,
porque la infancia no es ni siquiera un punto de partida, tampoco
de llegada, sino una constante aspiración; un mundo
elevado y una decantación del alma y del espíritu
al cual solo se aspira y se anhela como la más radiante
esperanza y total adoración.

Fuente

Instituto del
Libro y la Lectura del
Perú

 

Danilo Sánchez Lihón

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter