Monografias.com > Arte y Cultura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El sentido mítico y la metamorfosis de lo cotidiano en el carnaval




Enviado por Gabriel Cocimano


Partes: 1, 2

    1. Morir y dejar vivir
    2. El
      carnaval
    3. El diablo del
      carnaval
    4. Juego
      del agua: de la emoción a la
      degradación
    5. Murgas
      y comparsas: el lugar de la resistencia
    6. Momo
      globalizado

    Hoy el noble y el villano

    el prohombre y el gusano

    bailan y se dan la mano

    sin importarles la 'facha'.

      Joan Manuel Serrat

    Aquel que participa en el carnaval, el pueblo, es el amo
    absoluto y alegre de la tierra
    inundada de claridad, porque sólo conoce a la muerte en
    espera de un nuevo nacimiento, porque conoce la alegre imagen del
    devenir y del tiempo.

    Goethe

    Morir y dejar
    vivir

    El sistema de
    imágenes de la fiesta popular se
    formó y existió durante milenios, a través
    de los cuales se ha ido modificando y recobrado nuevos sentidos,
    al absorber las nuevas experiencias e ideas populares surgidas de
    la vida cotidiana de cada época. Algunos de los elementos
    de la fiesta popular -ritos, atributos, efigies, máscaras-
    han desaparecido hace tiempo, o han degenerado hasta el punto de
    ser irreconocibles.

    Sin embargo, una de ellas, el carnaval, ha
    sobrevivido hasta la actualidad, y representa el emergente
    más genuino de esa fiesta popular: resume todos los
    elementos de espíritu lúdico y festivo de las
    celebraciones populares más antiguas y que han
    desaparecido. "Allí donde el carnaval floreció
    convirtiéndose en el centro reconstructor de las
    demás formas de festejos públicos y populares,
    produjo el debilitamiento de las demás fiestas, al
    quitarles casi todos los elementos de licencia y utopía
    populares. Estas palidecen al lado del carnaval; su
    significación popular se restringe. El carnaval se
    convierte entonces en elsímbolo y la
    encarnaciónde laverdadera fiesta popular y
    pública
    , totalmente independiente de la Iglesia y del
    Estado, aunque
    tolerado por estos" (1).

    La raíz terminológica 'fas', de la
    que se puede hacer derivar la voz 'fiesta', se refiere a
    los actos lícitos consagrados por lo divino, y se
    contrapone a 'ius' y a 'mos', donde lo
    lícito está justificado, respectivamente, por la
    institución política y por las
    costumbres, por la tradición ética
    (2).

    Históricamente, la cultura
    cómica popular está ligada a las fiestas: un
    espacio abierto, indefinido, la risa y la alegría, los
    desbordes, lo grotesco y lo obsceno, la danza, los
    alimentos, los
    vestidos, todo separado de un sentido utilitario, de un fin
    práctico; la fiesta brinda los medios para
    entrar a un universo
    utópico, es ella misma la que transgrede los límites.
    "En ese contexto, lo cómico está unificado por la
    categoría de realismo grotesco basado en el
    principio de rebajamiento de lo sublime, de poder, de lo
    sagrado, por medio de imágenes hipertrofiadas de la vida
    material y corporal. En el espacio de la fiesta todo lo elevado,
    espiritual, ideal, es traspuesto, parodiado en su
    dimensión corporal e inferior (comer, beber,
    digestión, acto sexual). El mundo de la risa se
    edifica a partir de las formas más diversas de
    groserías, de rebajamientos grotescos de los ritos y
    símbolos religiosos, de travestismos
    paródicos de los cultos oficiales" (3).

    Con el advenimiento del mundo burgués, la
    noción de fiesta ha cobrado un nuevo matiz: sin
    llegar a desaparecer, se ha reducido y desnaturalizado. El
    escenario, antes abierto (solía extenderse a toda
    una ciudad), con la cultura burguesa se ha estrechado en escenas
    fragmentadas (un club, un salón, un estadio), es decir, en
    cierta manera, se ha convertido en fiesta privada,
    particularizada, clausurando la escena. Pero, aunque puede
    declinar o empobrecerse, la fiesta popular mantiene a pesar de
    todo su naturaleza
    verdadera.

    La fiesta popular conserva, aún en su carácter profano, una
    estructura y una función míticas: la
    repetición periódica de la creación,
    la necesidad del hombre de
    reactualizar un espacio, un tiempo, de recomenzar y renovar su
    propio entorno, la ilusión y la esperanza de que el mundo
    se renueva (4). ¿Acaso la fiesta popular o las
    celebraciones carnavalescas no asocian la destrucción con
    el renacimiento y
    la renovación? ¿no implican la muerte de lo
    antiguo con elnacimiento de lo nuevo? En el carnaval
    romano, descrito por Goethe, se presenta la fiesta del
    fuego
    , los moccoli (tizones), que consiste en un
    desfile de antorchas en el corso: aquí, el fuego es
    asociado con la amenaza de muerte, pero
    este deseo de muerte -los participantes marchan al grito de
    "¡Sia ammazzato chi non perta moccolo!" (¡muerte al
    que no lleve fuego!)- es ambivalente: el de la injuria y
    la alabanza, el deseo de muerte y el de bienestar y de vida, es
    decir, el de la combustión y de la resurrección
    (5).

    Este morir y renacer, o mejor aún, este morir
    para renacer, parece ser un tema persistente en la
    constitución de las fiestas populares en
    las distintas culturas. Elsacrificio humano -real,
    simbólico, o su sustituto con animales, por
    ejemplo- refleja facetas de diversos mitos de la
    creación, y sirve para marcar nuevos comienzos en la vida.
    En estos mitos, siempre
    es la muerte de un dios la que davida al género
    humano, la que pone fin a la inmortalidad dando así paso a
    la mortalidad humana. Una de las festividades más
    ilustrativas al respecto es la que se daba en la antigua Grecia con el
    culto a Dionisos, dios del vino, de la muerte y la
    resurrección: Dionisos moría como el grano de uva y
    resucitaba en forma de vino nuevo embriagando a sus fieles, no
    sólo con esa bebida sino también con las danzas y
    las drogas que
    se consumían en sus celebraciones. El equivalente en
    Roma de esas
    festividades eran las llamadas bacanales, realizadas en
    honor al dios Baco, símil romano de la divinidad
    festiva griega. En estas celebraciones, como así
    también en las saturnales romanas, los sacerdotes y las
    congregaciones sacerdotales portaban máscaras
    correspondientes a su deidad, que generalmente eran figuras
    humanas con cabezas de animales diferentes. Estas festividades se
    hacían en medio de alegres bailes que llegaban al
    desenfreno. Son los antecesores directos del
    carnaval.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter