Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El lento suicidio de Occidente




Enviado por Jorge Majfud


Partes: 1, 2

    Occidente aparece, de pronto, desprovisto de sus mejores
    virtudes, construidas siglo sobre siglo, ocupado ahora en
    reproducir sus propios defectos y en copiar los defectos ajenos,
    como lo son el autoritarismo y la persecución preventiva
    de inocentes. Virtudes como la tolerancia y la
    autocrítica nunca formaron parte de su debilidad, como se
    pretende ahora, sino todo lo contrario: por ellos fue posible
    algún tipo de progreso, ético y material. La mayor
    esperanza y el mayor peligro para Occidente están en su
    propio corazón.
    Quienes no tenemos "Rabia" ni "Orgullo" por ninguna raza ni por
    ninguna cultura
    sentimos nostalgia por los tiempos idos, que nunca fueron buenos
    pero tampoco tan malos.

    Actualmente, algunas celebridades del pasado siglo XX,
    demostrando una irreversible decadencia senil, se han dedicado a
    divulgar la famosa ideología sobre el "choque de
    civilizaciones" " que ya era vulgar por sí sola" empezando
    sus razonamientos por las conclusiones, al mejor estilo de la
    teología clásica. Como lo es la afirmación,
    apriorística y decimonónica, de que "la cultura
    Occidental es superior a todas las demás". Y que, como si
    fuese poco, es una obligación moral
    repetirlo.

    Desde esa Superioridad Occidental, la famosísima
    periodista italiana Oriana Fallaci
    escribió, recientemente, brillanteces tales como: "Si en
    algunos países las mujeres son tan estúpidas que
    aceptan el chador e incluso el velo con rejilla a la altura de
    los ojos, peor para ellas. (…) Y si sus maridos son tan bobos
    como para no beber vino ni cerveza,
    ídem." Caramba, esto sí que es rigor intelectual.
    "¡Qué asco! " siguió escribiendo, primero en
    el Corriere della Sera y después en su best seller "La
    rabia y el orgullo", refiriéndose a los africanos que
    habían orinado en una plaza de Italia"
    ¡Tienen la meada larga estos hijos de Alá! Raza de
    hipócritas" "Aunque fuesen absolutamente inocentes, aunque
    entre ellos no haya ninguno que quiera destruir la Torre de Pisa
    o la Torre de Giotto, ninguno que quiera obligarme a llevar el
    chador, ninguno que quiera quemarme en la hoguera de una nueva
    Inquisición, su presencia me alarma. Me produce
    desazón". Resumiendo: aunque esos negros fuesen
    absolutamente inocentes, su presencia le produce igual
    desazón. Para Fallaci, esto no es racismo, es
    "rabia fría, lúcida y racional". Y, por si fuera
    poco, una observación genial para referirse a los
    inmigrantes en general: "Además, hay otra cosa que no
    entiendo. Si realmente son tan pobres, ¿quién les
    da el dinero para el
    viaje en los aviones o en los barcos que los traen a Italia?
    ¿No se los estará pagando, al menos en parte, Osama
    bin Laden?" …Pobre Galileo, pobre Camus, pobre Simone de
    Beauvoir, pobre Michel Foucault.

    De paso, recordemos que, aunque esta señora
    escribe sin entender " lo dijo ella" , estas palabras pasaron a
    un libro que
    lleva vendidos medio millón de ejemplares, al que no le
    faltan razones ni lugares comunes, como el "yo soy atea, gracias
    a Dios". Ni curiosidades históricas de este estilo:
    "¿cómo se come eso con la poligamia y con el
    principio de que las mujeres no deben hacerse fotografías.
    Porque también esto está en el Corán", lo
    que significa que en el siglo VII los árabes estaban muy
    avanzados en óptica.
    Ni su repetida dosis de humor, como pueden ser estos argumentos
    de peso: "Y, además, admitámoslo: nuestras
    catedrales son más bellas que las mezquitas y las
    sinagogas, ¿sí o no? Son más bellas
    también que las iglesias protestantes" Como dice Atilio,
    tiene el Brillo de Brigitte Bardot. Faltaba que nos enredemos en
    la discusión sobre qué es más hermoso, si la
    torre de Pisa o el Taj-Mahal. Y de nuevo la tolerancia europea:
    "Te estoy diciendo que, precisamente porque está definida
    desde hace muchos siglos y es muy precisa, nuestra identidad
    cultural no puede soportar una oleada migratoria compuesta por
    personas que, de una u otra forma, quieren cambiar nuestro
    sistema de vida.
    Nuestros valores. Te
    estoy diciendo que entre nosotros no hay cabida para los
    muecines, para los minaretes, para los falsos abstemios, para su
    jodido medievo, para su jodido chador. Y si lo hubiese, no se lo
    daría" Para finalmente terminar con una advertencia a su
    editor: "Te advierto: no me pidas nada nunca más. Y mucho
    menos que participe en polémicas vanas. Lo que
    tenía que decir lo dije. Me lo han ordenado la rabia y el
    orgullo". Lo cual ya nos había quedado claro desde el
    comienzo y, de paso, nos niega uno de los fundamentos de la
    democracia y
    de la tolerancia, desde la Gracia antigua: la polémica y
    el derecho a réplica " la competencia de
    argumentos en lugar de los insultos.

    Pero como yo no poseo un nombre tan famoso como el de
    Fallaci " ganado con justicia, no
    tenemos por qué dudarlo" , no puedo conformarme con
    insultar. Como soy nativo de un país subdesarrollado y ni
    siquiera soy famoso como Maradona, no tengo más remedio
    que recurrir a la antigua costumbre de usar
    argumentos.

    Veamos. Sólo la expresión "cultura
    occidental" es tan equívoca como puede serlo la de
    "cultura oriental" o la de "cultura islámica", porque cada
    una de ellas está conformada por un conjunto diverso y
    muchas veces contradictorio de otras "culturas". Basta con pensar
    que dentro de "cultura occidental" no sólo caben
    países tan distintos como Cuba y
    Estados
    Unidos, sino irreconciliables períodos
    históricos dentro de una misma región
    geográfica como puede serlo la pequeña Europa o la
    aún más pequeña Alemania,
    donde pisaron Goethe y Adolf Hitler,
    Bach y los skin heads. Por otra parte, no olvidemos que
    también Hitler y el
    Ku-Klux-Klan (en nombre de Cristo y de la Raza Blanca), que
    Stalin (en nombre de la Razón y del ateísmo), que
    Pinochet (en nombre de la Democracia y de la Libertad) y
    que Mussolini (en su nombre propio) fueron productos
    típicos, recientes y representativos de la autoproclamada
    "cultura occidental". ¿Qué más occidental
    que la democracia y los campos de concentración?
    ¿Qué más occidental que la
    declaración de los Derechos Humanos
    y las dictaduras en España y
    en América
    Latina, sangrientas y degeneradas hasta los límites de
    la imaginación? ¿Qué más occidental
    que el cristianismo,
    que curó, salvó y asesinó gracias al Santo
    Oficio? ¿Qué más occidental que las modernas
    academias militares o los más antiguos monasterios donde
    se enseñaba, con refinado sadismo, por iniciativa del papa
    Inocencio IV y basándose en el Derecho
    Romano, el arte de la
    tortura? ¿O todo eso lo trajo Marco Polo desde Medio
    Oriente? ¿Qué más occidental que la bomba
    atómica y los millones de muertos y desaparecidos bajo los
    regímenes fascistas, comunistas e, incluso,
    "democráticos"? ¿Qué más occidental
    que las invasiones militares y la supresión de pueblos
    enteros bajo los llamados "bombardeos
    preventivos"?

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter