Pese a las diversas críticas que la prensa cotidiana
suele hacer a los aparentes excesos de la conservación
natural en las Galápagos, en comparación con la
satisfacción que se hace de las necesidades sociales
que existen en las islas, los medios de
comunicación del Ecuador
constituyen los mejores aliados de esa gestión
ambiental en el archipiélago.
En los recientes tiempos, con ocasión de
desafortunados acontecimientos, que han puesto en peligro la
integridad de la flora, la fauna y los
ecosistemas de
las islas, entre ellos el paro de
pescadores para presionar por más cuotas ilícitas
de captura de langosta, y el derrame petrolero del tanquero
Jessica, esta alianza parece haberse ratificado
substancialmente.
La prensa se ha volcado explosivamente en defensa de la
conservación, sin menospreciar la importancia de la
producción y el uso de los recursos
naturales para satisfacer las necesidades sociales, y
eso ha permitido desnudar algunos hechos que caracterizan al
entorno en que se desenvuelve esa actividad ambiental en esas
islas. Entre estos hechos se destaca la íntima
relación que existe entre dos importantes fenómenos
que amenazan ecológica y políticamente la
sobrevivencia de las Galápagos, y que son: la exacerbada
vulnerabilidad ambiental de estos ecosistemas a las actividades
antropogénicas y la misteriosa incomunicación
social y política que persiste
desde hace mucho tiempo entre
este territorio insular y el continente del
país.
Ligando a las dos, subyace una situación de
ingobernabilidad política muy compleja y grave,
aparentemente instigada por intereses creados de diversos
grupos de
poder.
En el proceso de
esclarecer el rol que los medios juegan frente a eventos como el
del "Jessica", sin embargo, otro aspecto importante
también ha podido ser desvelado. Se trata de una serie de
falencias técnicas y
operativas que los propios medios de comunicación
experimentan frente a situaciones como las vividas en las
Galápagos.
Vocación por la
conservación
En referencia a la alianza virtual entre los medios y la
conservación en las Galápagos, parece que
ésta es parte de una vocación que viene desde hace
algunos años, inspirada bien sea por la riqueza
gráfica e informativa que conlleva la temática
-apropiada para el negocio-, o bien por el prestigio
internacional que representa ser corresponsable moral de un
Patrimonio
Natural de la Humanidad, como es Galápagos, o
también por los importantes principios que la
conservación por sí misma proclama. A ello parecen
sumarse el gran mercado de
audiencias que hay para información y programas de esta
naturaleza, y
algo del no oculto "espíritu de truculencia" que suele
caracterizar a alguna parte de la acción
periodística.
Una vocación de esta naturaleza es esencial para
la conservación de las islas, porque es bien sabido que
ésta tiene poco apoyo político a nivel local y
nacional. Eso implica falta de apoyo económico para
garantizar que se cumplan las actividades de conservación,
y la investigación científica
también se limita, afectando así a toda la
gestión
ambiental en el archipiélago.
Análisis de prensa
En el análisis de los hechos, esta alianza sin
compromisos parece funcionar, al menos en lo que toca a los
medios. En efecto, la revisión de dos análisis
exploratorios sobre el comportamiento
de algunos periódicos y programas noticiosos de varios
canales de televisión en torno a los
problemas
ambientales, correspondientes a dos períodos, uno en
el año 2000 y otro más corto en el año 2001,
ha revelado que, efectivamente, los medios no escatiman
esfuerzos, cada vez que pueden, por la problemática de la
conservación y la protección de las
Galápagos, aunque también lo hacen con gran
devoción por otras áreas que forman parte del
Sistema Nacional
de Areas Naturales del país.
Frente a todas estas áreas, que representan
alrededor del 17% del territorio ecuatoriano, hay en los medios
gran apertura para difundir y analizar los objetivos que
han inspirado su creación, por lo que apoyan con gran
despliegue la realización de sus acciones
educativas, interpretativas e investigativas, aunque no hayan,
necesariamente, establecido secciones estables o permanentes
especializadas en la mayoría de los medios. Asimismo,
abordan intensamente los problemas
sociales y antropológicos que surgen en torno a estas
áreas, y la parte científica no es totalmente
abandonada, a pesar de que deja mucho que desear la habilidad de
la mayoría de periódicos, radiodifusoras,
televisoras y revistas para vulgarizar el conocimiento
científico.
En lo que corresponde a las Galápagos, por
ejemplo, el análisis del "quantum" informativo ambiental
de dos importantes periódicos del país (El Universo de
Guayaquil y El Comercio de
Quito), hecho
por Rosamari Martín, en una muestra al azar
de doce meses del año 2000, este interés de
la prensa se ha confirmado rotundamente, con algo más de
300 piezas periodísticas en total, lo que representa
casi una por día.
Notable
preferencia
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