El núcleo estratégico de la producción y las relaciones estado-mercado
- ¿Qué es el
mercado dentro de esta concepción? - ¿Qué es es estado y
cuál su relación con el mercado? - La
gestión del plusvalor extraordinario - Las
nuevas formas de gestión colectiva del capital.
Supranacionalidad del mercado y del estado
El estado dentro
de la sociedad
capitalista ocupa el lugar sustantivo de expresión
sintética de los intereses colectivos de la clase
dominante, delimitados por el desarrollo de
las fuerzas productivas y las relaciones generales y particulares
de las clases, esto es, en otras palabras, por el mercado.
1.
¿Qué es el mercado dentro de esta
concepción?[1]
En la medida en que se desarrolla el proceso de
universalización y subsunción capitalistas se
generaliza el intercambio o mediación cósica de las
relaciones entre sujetos o clases y, con ello, la gestión
de la reproducción social aparece subordinada a
la gestión de la reproducción material.
El mercado es el espacio de esta reproducción y es la
medida de la subsunción. El mercado expresa entonces los
alcances, diversidad y límites de
la producción y reproducción
capitalistas, su grado de universalización y de
expropiación social. Asimismo, manifiesta el grado de
colectivización del trabajo y de
sus condiciones y la diversidad y extensión del
ejército industrial de reserva (EIR).
Considerado así el mercado, como la esfera
económica de la competencia y
espacio de los procesos de
trabajo y de valorización, está regido por dos
imperativos fundamentales: 1. el desarrollo hasta sus
límites del proceso de objetivación y
concentración del capital para
garantizar la generación de plusvalor extraordinario, y 2.
la ampliación hasta sus límites del EIR y la
desposesión material colectiva para hacer de todo proceso
de trabajo un proceso de valorización.
El primer imperativo, la obtención del plusvalor
extraordinario, tiene a su vez la virtud de conducir al capital
hacia el cumplimiento de su misión
histórica al producir un desarrollo general (aunque por
supuesto desigual y polarizado) de las fuerzas productivas y el
segundo lo conduce hacia la universalización al integrar a
todo el globo dentro de la dinámica de la valorización y
convertir a la población mundial en fuerza de
trabajo para el capital. Sin embargo esto no se lleva a cabo sin
contradicciones, justamente forma parte del juego de la
competencia que involucra directamente a los capitales
individuales pero también a sus bastiones de
representación colectiva. La competencia entre capitales
se expresa y alimenta de la disputa de los estados por la
supremacía mundial.
2. ¿Qué
es es estado y cuál su relación con el
mercado?
El estado, como representante de los intereses globales de la
sociedad basada en las relaciones capitalistas y organizada en un
espacio y tiempo
determinados, tiene como misión fundamental garantizar su
reproducción mediante la regulación de sus
condiciones generales. Dentro de estas condiciones generales de
la reproducción encontramos, en el lugar privilegiado,
aquéllas que se refieren a la gestión de la fuerza
de trabajo, su reproducción, medida relativa y conflictos,
así como las que conciernen a la contención de los
excesos destructivos del capital y al mejoramiento de sus
condiciones de competencia y valorización.
Ahora bien, puesto que el desarrollo capitalista hasta ahora
se ha organizado en torno a la
Nación, la competencia también ha implicado
la acción
directa y deliberada del estado. De tal manera, durante toda la
historia conocida
del capitalismo,
esta misión se ha confundido con la defensa y/o promoción de los intereses
nacionales. No obstante, de conformidad con la desigualdad
en el desarrollo mundial de las fuerzas productivas y con las
relaciones de dominación que privan en el concierto
internacional, cada estado tendrá las posibilidades y
necesidades que emanen de los intereses económicos (y por
tanto políticos y militares) de sus territorios y del
lugar que ocupen en la división internacional del
trabajo.
Asumiendo que la fuerza de cada estado está determinada
por la que corresponde a sus capitales y que a la vez
éstos son reforzados por las acciones de
sus estados frente a la competencia, a la provisión de
recursos
básicos, etc., haremos una distinción entre dos
tipos de situaciones y, por tanto, de relación
estado-mercado[2].
A. La primera situación corresponde a los países
desarrollados, líderes del proceso mundial de
valorización. En este caso, la garantía de la
reproducción trasciende los espacios nacionales y requiere
una acción combinada del estado para allegarse los
recursos
naturales indispensables de acuerdo con el patrón
tecnológico establecido y fundamentalmente con su vanguardia;
para concentrar los desarrollos mundiales en ciencia y
tecnología y para disponer adecuadamente de la fuerza
de trabajo mundial (del EIR mundial). Esta apropiación de
recursos y la capacidad que otorgan para imponer las condiciones
del desarrollo mundial supone, como contrapartida, la
desposesión relativa del resto. Esta gestión, que
implica una lucha encarnizada en todos los terrenos, es asumida
por el estado. En
este caso los estados, lejos de debilitar su función,
se fortalecen con la expansión mundial de sus capitales y
empiezan a adquirir ciertos visos de supranacionalidad.
Página siguiente |