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Los petroglifos del Diquís: el primer sistema de información geográfico (página 2)



Partes: 1, 2

Para emprender una adecuada comprensión de un
subconjunto de petroglifos como el presente, hay que considerar
principios de investigadores que han trabajado el tema por varios
años en otras latitudes y cuyo conocimiento sirve de
guía:

a. …para ellos las pictografías y petroglifos
son la representación formal del proceso hacia una
simbología fonética, por lo tanto, solo si se
entiende el arte rupestre como una estructura dentro del leguaje,
se puede acceder a su sentido y contenido
(Uribe y Borda,
2004).

b….los diseños fueron realizados en
códices y signos caracterizando la tradición de sus
actores, reflejando a través de ellos, elementos
ideológicos de un sistema mayor que con el paso del tiempo
fueron variando (Braniff 1995:182).Dichos símbolos se
encontraban en función con un sistema ideológico
que fue creado, reproducido y determinado por un grupo de
especialistas, como los shamanes y/o sacerdotes. El estilo en la
elaboración de los motivos nos indican un determinado
grupo social y no precisamente el arte que éste
desarrollo, pues, en esta actividad no se realizaba el arte por
el arte mismo. Estas manifestaciones no sólo nos remiten
directamente a las funciones artísticas, debido a que
podemos encontrar reflejados en ellas otros aspectos de la
sociedad, como son: los sociales, religiosos, políticos y
económicos (Schaafsa 1985:254, 259).
Tomado de
Torreblanca-Padilla, C.A. 2001.

Un sistema de información geográfica (más
conocido por las siglas G.I.S. en inglés) es una
representación mediante símbolos de la
distribución espacial de las características de
infraestructura, o naturales o sociales de una región,
posible en los últimos 20 años mediante
ordenadores. Hasta ahora no se ha reportado el uso de un GIS en
una cultura precolombina. Únicamente Cardona y Wise
(CIARQ, Perú) refieren un pseudosistema de ordenamiento
territorial en Arequipa: estas evidencias están
mostrándonos la existencia de una red de
comunicación y transporte que se extiende regionalmente, e
impulsa la circulación de bienes económicos e
ideológicos en la Subregión Norte del Centro Sur
Andino, articulándola y dándole movimiento.

Sobre las formas encontradas, el trabajo de
Pérez-Franco (2000) en la provincia Chiriquí,
Panamá; limítrofe con esta cultura, refiere una
simbología similar cuyos glifos indican una estrecha
relación cultural entre pueblos vecinos, los cuales
compartían un tronco común Chibcha y
pertenecía a la misma región cultural
(Chiriquí), lo cual coincide con los resultados de las
investigaciones arqueológicas de Linares et al (1980).

Características
ambientales

HIDROGRAFIA   La cuenca del río Grande de
Térraba comprende un área de 5079km2,
representando un 53% del área total de la región
Brunca (Fig.1). Posee dos valles importantes: el Valle del
General y Valle de Coto Brus. Presenta una variedad
climática excepcional determinada en parte por las cadenas
montañosas que delimitan la cuenca. El sistema
orográfico favorece la incursión de humedad
proveniente del Océano Pacífico e impide la
incursión directa del viento alisio del noreste, salvo en
el sector noroccidental. Las lluvias son intensas en toda la
cuenca; en las cumbres de la Cordillera de Talamanca tienden a
disminuir con relación a la cuenca media e inferior.
Presenta una gran riqueza hídrica donde sobresalen los
ríos General y Coto Brus que al unirse a la altura del
poblado de Paso Real conforman el río Grande de
Térraba o Diquís. El primero se origina de la
confluencia de los ríos Buena Vista y Chirripó
Pacífico. Se le unen al General los ríos Pacuar y
sus tributarios San Pedro, la Unión, Peje, Convento,
Volcán y el río Ceibo. Todos los cursos de agua
antes mencionados nacen en la Cordillera de Talamanca y Fila
Brunqueña.

Fig. 1. Cuencas hidrográficas del suroeste de Costa
Rica. Mapa construido con base en el de la página web:

.

El Río Coto Colorado drena gran parte de los suelos del
cantón de Coto Brus el cual se origina de la confluencia
de los ríos Negro y Chová. A él se le unen
las aguas de los ríos la Palma, Jaba, Cotón,
Cabagra; los cuales a su vez reciben gran cantidad de afluentes.
Todos sus afluentes nacen sobre la Fila Costeña, sector
oriental que delimita con Panamá.

RELIEVE  Cordillera de Talamanca: es la más
antigua y alta del país. Presenta nudos, estribaciones y
varios picos de más de 3000 metros de altura. En esta
cordillera están las mayores reservas forestales del
país. Existen áreas protegidas en las que sobresale
el Parque Chirripó y Parque Internacional de la Amistad
Costa Rica-Panamá.

 

Fig. 2. Río Diquís a la altura de Paso Real. Se
observa al fondo la Fila Costeña Fuente:
http://www.pz.una.ac.cr/sibrudes /WEB%20%Terraba .

Valle del General-Coto Brus: se ubica entre la Fila
Brunqueña y la Cordillera de Talamanca. Es un valle de
origen tectónico y fluvial, de suelos lateríticos
(bauxita) con una altura promedio de 900 msnm.

Fila Brunqueña o Costeña: es parte del
sistema montañoso secundario del país y corre cerca
del litoral Pacífico. Presenta alturas entre 500 y
1000msnm. Es un componente de los límites de las cuencas
(Fig.1).

 

Fig. 3. Fila Grisera (parte de la Fila costeña) en las
cercanías del sitio arqueológico Buena Vista, en su
cara que da para el noroeste.
Fuente:http://www.pz.una.ac.cr/sibrudes /WEB%20%Terraba.

Planicies Costeras: están constituidas por
áreas cercanas a la desembocadura del río
Diquís o Grande de Térraba.

Método

Los sitios donde se hallaron los glifos están ubicados
a una altura entre 260 y 360msnm, con una extensión total
de 15ha. La zona cuenta con una densa red de quebradas y
nacientes, requisito para soportar una población numerosa.
Lo cual es coincidente con la ubicación de 14 sitios
arqueológicos aledaños, en un radio de 2km centrado
en el sitio Buena Vista. El evidente ordenamiento
geométrico de los petroglifos permitió establecer
una interpretación geográfica de conjunto. Con este
fundamento se interpretó a su vez la disposición
espacial de los sitios arqueológicos mismos,
encontrándose un buen nivel de coherencia entre altitud,
posición en el plano y ecosistema hidráulico que el
petroglifo describe.

 

Fig. 4. Fotografía del petroglifo 18 tomada por el
arqueólogo Felipe Sol en el 2002 (Cortesía del
referido). Al lado derecho brújula y cinta
métrica.

La descripción de fenómenos físicos por
medio de una representación simbólica debe ser
coherente: sus partes deben guardar relaciones de
simetría, universal: su interpretación es
válida para la generalidad de los casos,
lógica: hay una correspondencia entre las
características de la simbología y el
fenómeno que representa. En el caso del movimiento del
agua, la simbología occidental cobra amplia
difusión en el siglo XIX con las grandes obras de
hidráulica como el Canal de Suez y redes de
irrigación en zonas desérticas.

Fig. 5. Diagrama lógico para representar un mismo
fluido bajo diferentes presiones, dentro del cual se ha colocado
un obstáculo circular.

La Fig.5 reproduce una simbología usual en
mecánica de fluidos. Representa un fluido -que puede ser
agua- al atravesar un espacio donde encuentra un obstáculo
-como una piedra- en su camino. Las líneas de flujo
expresan intuitivamente el comportamiento dentro del fluido. En
ambas figuras el obstáculo obliga al flujo a pasar por una
sección de menor área, lo cual le aumenta la
presión y velocidad en ese sector; y por tanto las
líneas se juntan, para separarse después cuando la
velocidad disminuye. En el caso de los ríos y quebradas,
esta condición se presenta en regiones donde el río
disminuye su sección transversal por la presencia de
suelos rocosos o gargantas de piedra; en zonas con mucha
pendiente provocando los rápidos.

En la Fig.5.b. la aceleración (o presión) del
fluido es mayor a la entrada, lo cual induce turbulencia
después del obstáculo. Se representa por una
espiral que rota contraria a las manecillas del reloj en el
Hemisferio Norte. Esta producción de remolinos o sumideros
es frecuente en riachuelos o ríos con mucha pendiente que
bajan bruscamente, o bien, en áreas costeras donde el agua
de mar entra en estuarios y choca violentamente durante la media
marea con el agua dulce, provocando erosión de orillas,
remolinos y mezcla violenta de dos tipos de agua. Áreas
del estuario conocidas como frentes; siendo estas regiones
altamente productivas.

Estos diagramas tienen un amplio uso también en la
dinámica de la atmósfera donde sirven para indicar
las características de los centros de baja presión
(Fig.6). En esta figura cada línea representa una
isóbara (línea de igual presión) y su
separación aumenta en áreas donde el aire tiene
menor velocidad.

Fig. 6. A la izquierda imagen satélite de un
huracán (oct. 2003). A la derecha un diagrama de flujo de
este sistema atmosférico, mostrando las líneas de
igual presión, a partir de las cuales se infiere la
velocidad del flujo. Fuente: NOAA.

El grupo de los 23 glifos de la Fila Grisera presenta gran
analogía con estos modernos diagramas de flujo. En la
Fig.7 se presentan algunos símbolos usuales,
extraídos de dos petroglifos.

Fig. 7. Reproducción parcial de partes de petroglifos
hallados en Fila Grisera.  (La Fig.7.b es el negativo
digital de una fotografía del petroglifo)

La Fig.7.a es un componente usual en muchos de ellos y ha sido
reportada también en Panamá (Pérez-Franco,
2000). La observación permite concluir que en todos los
casos las espirales halladas giran en un mismo sentido: la
dirección en que lo hace el agua en sumideros en el
Hemisferio Norte, conocido como giro ciclónico. Misma que
corresponde a los huracanes y centros de baja presión
atmosférica y oceánica, como se ha
presentado.  Esta deducción y conocimiento solo se
consigue por una cultura después de muchos años de
observación metódica y cuidadosa. Ello indica la
comprensión adecuada de al menos un principio universal
naturalista por la clase intelectual de aquella sociedad. 
Note también que la Fig.7.b es similar en su forma a la
Fig.6.b. Esta frecuente analogía entre los petroglifos y
los diagramas de flujo, da pie a una interpretación
hidrodinámica, la cual resultó en esta muestra de
27 glifos ser universal, coherente y lógica, como se
explicará.

Resultados

El análisis de los petroglifos atendiendo a su forma,
la orientación geográfica, la separación
entre líneas y la curvatura, permite deducir varios
principios generales:

Para hallar sentido real a los petroglifos, hay que tener
presente la orientación geográfica que
tenían in situ.

Las nacientes las representan por pequeños
círculos unidos a una línea de flujo que muchas
veces desaparece -similar al esquema que se utiliza para el
espermatozoide-. Estas nacientes se encuentran siempre en la
posición geográfica que corresponde a las partes
altas de las cordilleras y filas.

Las espirales representan la energía que mueve el
sistema hidráulico. Si se hallan sobre la tierra cerca de
las nacientes, indican el mayor potencial hidrostático que
impulsa el agua -a través de la atracción
gravitacional- hacia regiones más bajas (o de menor
potencial).

Si se hallan en diagramas que representan cuerpos costeros,
indican el potencial de mareas o del oleaje, que proporciona la
energía para adentrarse aguas arriba provocando la
cuña salina.

Si se halla en una isla, indica el potencial
hidrodinámico del oleaje que ocasiona el arrastre hacia
una dirección privilegiada.

Las líneas indican flujos de agua discurriendo hacia
regiones de menor potencial hidrostático.

La separación de líneas es proporcional a la
intensidad de la corriente y a la velocidad de las aguas en los
ríos o estuarios.

La dirección de las líneas indica la
dirección del flujo.

La dimensión y características de la tierra
entre caudales es secundaria y no está a escala.

Líneas de flujo con forma sinusoidal representan aguas
oceánicas, o bien, aguas de estuarios sometidas al
vaivén de la marea o de un oleaje severo.

Estos principios utilizados por los amerindios del
Diquís forman parte de la convención actual de
símbolos utilizada en mecánica de fluidos y por
ello su comprensión desde esta perspectiva
científica. Hoy día el comportamiento del agua se
representa por la función matemática de la
hidrodinámica llamada función de corriente
(stream function), en la cual el vector velocidad es tangencial a
la curva en cada punto y la rapidez es inversamente proporcional
a la distancia entre líneas del flujo (Long:126-127). Sus
diagramas soportan esta convención
matemática.   El análisis anterior
confirma un gran esfuerzo humano en este campo, el cual solo pudo
haber sido hecho por un grupo social para el cual el agua fue el
elemento natural más importante, tal como se ha mencionado
por varios autores (entre ellos Quintanilla y Badilla, 2001;
Hoopes, 1994).

a. Sitio Buena Vista, terraza superior   En
la Fig.8 se han sobrepuesto los glifos sobre la posición
encontrada conservando la orientación original de cada
petroglifo. El resultado de aplicar los principios
hidrodinámicos a esta configuración es
sorprendente.

Los glifos 18 y 19 se refieren a la cuenca alta del
ecosistema, pues están ubicados hacia el norte y se hayan
presentes dos sistemas de nacientes que corresponden a las dos
vertientes fundamentales que dan origen a la planicie aluvional.
Fuente de agua que permitió germinar y hacer crecer sus
cultivos y su sociedad (Quintanilla y Badilla, 2001).

En el glifo 18 se encuentra la red hídrica occidental
del río Grande de Térraba, o sea la correspondiente
al Valle de El General, con nacientes separadas provenientes de
la Cadena Costanera -al suroeste del glifo-: ríos Pacuar y
Chirripó; y de las estribaciones de la Cordillera de
Talamanca- al noroeste del glifo: ríos Convento, Ceibo,
Cabagra. Las espirales menores son afluentes de los ríos
tributarios mayores.

El glifo 19 corresponde a la red hídrica oriental del
Grande de Térraba, originada en las faldas de la
Cordillera de Talamanca por el nor-este: ríos
Cotón, Mosca, Sinagri; así como desde la Sierra
Brunqueña drenando hacia el norte y el oeste: ríos
Limón y Coto Brus.

Es notorio el esfuerzo intelectual por presentar varios planos
hidráulicos perpendiculares, así como descargas
violentas de agua representando los rápidos de los
ríos, donde hallaban buena pesca continental, la cual
aprovechaban masivamente (Corrales, 2002).

El petroglifo 15 indica la desembocadura del río
Térraba, pues:

a. tiene dirección suroeste igual que este
estuario,

b. incluye una sinusoide pronunciada con dos líneas
paralelas muy juntas, las que indican fuerte caudal y
penetración de la marea aguas arriba,

c. presenta dos fuentes de energía, las cuales bien se
pueden referir al potencial de mareas para ambas fases: creciente
y decreciente, como intrínsecas al estuario,

d. expresa mayor caudal que los esteros del petroglifo 16.

Todas son características hidrodinámicas de este
estuario que persisten hoy.

El glifo 16 está colocado al sureste del glifo que
representa la desembocadura e indica flujos lentos (mayor
separación de líneas), sí como grandes
áreas cubiertas por manglar (regiones vacías entre
lentos canales de mayor longitud que la desembocadura del
estero).

Tanto en este glifo como en el anterior, ambos costeros;
aparece el dibujo de un anzuelo, el cual representa la actividad
pesquera con base en esta técnica utilizada por aquella
cultura (Hoopes, 1994; Fonseca, 1996). El glifo 17 representa la
parte posterior del manglar, así como la red
hídrica baja del río Sierpe.

Los tres glifos (15-16-17) representan la cuenca baja de esta
red hídrica. Las pequeñas espirales son regiones
hídricas importantes para aquella cultura, las cuales
representan incidencia de agua fresca, importantes para el
baño y la pesca, donde además se presentan frentes
térmicos altamente productivos. O bien, corresponden a
secciones terminales de los esteros donde el agua gira 180°
en los quiebres de marea y con ello se producen
áreas de alta productividad biológica. En
cualquiera de los dos casos, sectores del manglar importantes
como fuente de proteína, sal, huesosherramientas y
tintes.

Los círculos grandes se hayan presentes en todas las
figuras y se ubican sobre tierra. Por ello pueden representar la
posición de esferas de piedra. Cuando se destacan
rellenándolos (círculos negros), podrían
referirse a las esferas de importancia; tales como las ubicadas
sobre montículos que constituyen marcas permanentes en el
Valle del Diquís que soportan la embestida de las
inundaciones.

 

Fig. 8. Sobreposición de las características de
los petroglifos 15-16-17-18-19 sobre la figura geométrica
reportada por Sol-Castillo (2001), ubicada en la terraza superior
al lado noreste. La orientación de cada petroglifo
corresponde a la posición geográfica in situ. La
distancia entre glifos no está escalada.

b. Sitio Buena Vista, terraza inferior.   La
posición general de cada uno de los petroglifos hallados
respecto a los puntos cardinales obedece a un buen conocimiento
de campo y no es casual. Sus autores demuestran que
conocían bien la posición de los accidentes
hidrológicos respecto de la trayectoria aparente del Sol
(Fig.9).  Este grupo de glifos guarda estrecha
relación con los ubicados en la terraza superior, pues
describe la hidrología de una región ubicada al
suroeste de la primera y por lo tanto es geométricamente
el lugar apropiado y lógico para ubicar tal
descripción. Por lo tanto, el terreno debió ser
preparado de antemano para mover allí los petroglifos y
colocar cada uno en su posición adecuada. Ambos arreglos
de petroglifos proporcionan una interpretación global,
rigurosa científicamente y complementaria entre sí
de la hidrología del Valle del Diquís, planicies
aluviales y ecosistemas vecinos.  Para mejor interpretar la
información suministrada por los amerindios, se
dibujó a trazos una línea de costa que rodea y
entrelaza los glifos. Una línea que bien pudieron haber
trazado ellos in situ a través de la curiosa quebrada que
bordea las terrazas y que con los años se ha
modificado.

Fig. 9. Sobreposición de las características de
los petroglifos d-e-f-g-h-i-j-k sobre la figura
geométrica reportada por Sol-Castillo (2001),
correspondiente a la terraza inferior ubicada al sur-oeste en el
sitio Buena Vista. Cada petroglifo está georeferenciado
tal como se encuentra in situ. La distancia entre glifos es
arbitraria.

1. El glifo i indica el Golfo Dulce, pues:

su orientación noroeste-sureste coincide con la
posición del eje real de ese cuerpo de agua,

apropiadamente no se indica oleaje en él, pues ellos
bien conocían que este estuario carece de tal
(consecuencia de la silla en su desembocadura que lo convierte en
un fiordo tropical (Quirós, 2004)),

las dos líneas en su margen oriental posiblemente
indican las descargas de los ríos Coto y Esquinas.

2. Los glifos d-f representan motivos marinos. El
primero por su posición geográfica corresponde a la
Isla del Caño, una isla a la que se daba gran importancia
(Ibarra, 2003), pues contaba con agua fresca y era un enclave
fundamental para llevar a cabo pesca de altura. Indica hacia el
noreste el oleaje predominante y el empuje sobre la isla de las
aguas del giro oceánico que se produce en el Océano
Pacífico por efecto de la Corriente Sur-ecuatorial. E
indica que el abrigo de la isla para embarcaciones
pequeñas se produce hacia el noreste, en la
orientación que indica el glifo; tal como es la realidad
oceanográfica hoy. Esta información grabada en el
glifo señala una utilidad práctica con el
propósito de orientar la faena pesquera.

3. El mismo tipo de apéndice gráfico se presenta
en el glifo f, pero en una figura con dirección al
este. Este glifo representa la desembocadura del Río
Térraba, pues tiene la señal del oleaje, el cual
indica la penetración de las aguas marinas durante la fase
de marea creciente. Estas fases eran importantes para ellos, pues
la pesca en el interior del estuario se vuelve magnífica
al penetrar especies típicamente marinas.

4. El glifo h representa el sistema de drenaje del
manglar. Por un lado su forma ingeniosa inequívocamente
representa la raíz del mangle, con arcos y formas
perpendiculares. Pero además los canales no presentan
bordes y sinuosidades frecuentes, como sucede en las riberas de
los ríos. Esto es, al comparar un digrama-manglar
con un diagrama-cuenca hidrográfica hay una
diferencia notoria en el conjunto y el detalle. Por ejemplo, la
gran separación entre líneas en el primero indica
un flujo lento. En este caso la orientación
geográfica del eje del glifo, coincide con el eje del
manglar Sierpe.

5. Los glifos j-k corresponden a la red hídrica
de la Península, pues presentan una red un tanto dispersa,
así como múltiples nacientes en zonas con pocas
laderas. El grupo de nacientes en el glifo j -presentadas
a través de figuras como espermatozoides-, corresponde a
la ubicación del Cerro Chocuaco, una fuente de agua
prominente en el contexto ecológico con nacientes al
noroeste.

6. Los glifos e y g representan las redes
hídricas del río Sierpe y el río
Térraba, con indicación de sus nacientes
principales debidamente georeferenciadas. Por ejemplo, en el
primero la espiral-naciente se ubica al sureste, indicando el
Cerro Chocuaco en este contexto.

c. Análisis de la escala
utilizada   
Uno de los aspectos que
más llama la atención en los arreglos de los
petroglifos, es la presencia de simetría geométrica
para ubicar apropiadamente -georeferenciar- cada uno donde le
corresponde en la realidad. Por ello, decidimos ir más
allá y averiguar el posible uso de una escala
geométrica para representar los accidentes
hidrológicos.

c.1 Sitio Buena Vista: terraza superior.  Con base
en el trabajo de Sol-Castillo (2001) se determinó la
distancia in situ entre cada petroglifo. Estas distancias se
compararon con la distancia real actual, medida sobre un mapa
1:200.000 de Costa Rica (Cuadro 2).

Cuadro 2. Distancias entre accidentes hidrológicos
señalados por los petroglifos en el sitio Buena Vista,
terraza superior.

desde petroglifo/lugar

hasta petroglifo/lugar

características del ecosistema

distancia medida

in situ

distancia en línea recta sobre mapa

1:200.000

diferencia

   

metros

kilómetros±20%(*)

 

16/Red Sierpe

15/Delta Térraba

Planicie aluvial

30

20±4

20%

15/Delta Térraba

17/Red SE Sierpe

Planicie aluvial

30

40±8

6%

15/Delta Térraba

18/Nodo de red Térraba

Desde planicie aluvial hasta accidentes de
montaña

90

cambio de ecosistema-

40±8

46%

18/Nodo de red Térraba

19/Red NE Térraba alta

Valle intermontano

69

60±12

No hay

18/Nodo de red Térraba

20/Red NO Térraba Alta

Valle intermontano

60

50±10

No hay

(*) Este porcentaje de error se debe a que la ubicación
geográfica de las referencias en todos los casos,
corresponden a puntos arbitrarios para nuestra cultura actual.
Podría ser que para aquella cultura estas referencias se
tomen con diferente criterio.

De los resultados obtenidos se concluye que aquella cultura
utilizó la escala geográfica para representar sus
planos hidrológicos. Este hecho se reafirma por la
presencia de muros de contención hechos con piedra del
río Térraba, ubicados al sureste de las terrazas,
lo cual evidencia la intención manifiesta de establecer un
área nivelada y de suficiente estabilidad para asentar su
cartografía de la zona. Sobre su calidad (precisión
numérica) se encuentra que hay una buena
correlación entre la escala utilizada por los ingenieros
indígenas y la realidad actual, producto del levantamiento
cartográfico hecho con fotogrametría aérea.
La mayor diferencia se nota en el cambio de ecosistema, esto es,
al pasar del Valle del Diquís al Valle del Térraba,
con muchos mayores accidentes morfológicos. Por ello, es
posible que el uso de la escala geométrica en aquella
cultura solo se aplicara a un mismo ecosistema, en este caso a
una misma cuenca hidrográfica.

c.2 Sitio Buena Vista: terraza inferior.

El Cuadro 3 compara las dimensiones utilizadas por los
amerindios y la escala real actual, medida sobre un mapa
1:200.000 de Costa Rica, utilizando como referencia los
petroglifos de la terraza inferior del Sitio Buena Vista.

Cuadro 3. Distancias entre accidentes hidrológicos
señalados por los petroglifos en el sitio Buena Vista,
terraza inferior.

desde petroglifo/lugar

hasta petroglifo/lugar

características del ecosistema

distancia medida

in situ

distancia en línea recta sobre mapa

1:200.000

diferencia

   

metros

km±20%(*)

 

k/Cerro Corcovado

i/Golfo Dulce

Selva intensa y superficie marina

30

30±6

No hay

j/Cerro Chocuaco

i/Golfo Dulce

Selva intensa y superficie marina

40

40±8

No hay

j/Cerro Chocuaco

h/manglar Sierpe

Desde planicie aluvial hasta accidentes de
montaña

70

-cambio de ecosistema-

15±3

75%

h/manglar Sierpe

f/boca del Térraba

Llanura aluvial

35

20±4

30%

f/boca del Térraba

d/isla del Caño

Superficie marina

100

-cambio de ecosistema-

30±6

65%

(*) Este porcentaje de error se debe a que la ubicación
geográfica de las referencias en todos los casos,
corresponden a puntos arbitrarios para nuestra cultura actual.
Podría ser que para aquella cultura estas referencias se
tomen con diferente criterio.

En el trazado del mapa hidrológico amerindio los
grandes aciertos son las distancias para ubicar sitios dentro de
la Península de Osa y de estos con respecto al Golfo
Dulce. Y de manera coincidente con lo encontrado en la terraza
superior, cuando hay cambio de ecosistema se pierde la
escala.

d. Correspondencia entre petroglifos y esferas de
piedra
       La simetría
en los arreglos de los petroglifos y el uso consistente de las
escalas geométricas, nos impulsó a comparar la
disposición de esferas reportado por Lothrop (1963:21),
hallado en el Sitio Finca 4 ubicado en la planicie de
inundación al nivel del mar; con el reciente hallazgo de
Sol-Castillo (2001), en el Sitio Buena Vista ubicado 10km al
norte de las esferas y a 300m de altura[2].  El resultado es una analogía
sorprendente. La Fig.10 compara ambas disposiciones. 

Al carecer aquella cultura del compás magnético,
fijaban la línea imaginaria este-oeste y no el norte como
referencia geográfica, debido a lo fácil que
resulta medir la dirección de la sombra proyectada por el
Sol. Tal estimación tiene una desviación natural
importante a lo largo de un año (~22°), lo cual puede
resultar en la ubicación desalineada de los glifos
respecto de las esferas. A lo anterior hay que agregar el error
de campo y el desplazamiento geológico en los
últimos 1000 años. De la comparación
geométrica resulta: 

©  Los arreglos geométricos constan de
6 esferas y de 6 petroglifos, lo cual establece una
relación biunívoca numérica. 

©  La orientación predominante del eje
principal de ambos arreglos es este-oeste.

©  La escala básica denominada l y L;
corresponde al lado del triángulo equilátero
(inferior). En un caso es de 3 metros de largo, en el otro es 10
veces mayor; o sea 30 metros.

©  Ambos arreglos consisten en dos triángulo
semejantes separados entre sí convenientemente, de tal
forma que resulta sencillo visualizar los dos grupos de elementos
del conjunto[3] y entender que
entre ambos se pueden establecer relaciones de semejanza
matemática.

©  Cada arreglo tiene una escala diferente, pero lo
sorprendente es que a su propia escala ¡la distancia entre
los dos triángulo es la misma en ambas figuras: 9m en las
esferas y 90m en los petroglifos !. O en su propia escala 3 veces
la escala básica (3l, 3L). 

©  El triángulo superior es isósceles.
La relación de sus lados es similar: el cociente 2L/1.5L
es congruente con el cociente 2.3l/2l.

©  Los ángulos de estos triángulos son
los mismos.

Dentro de este marco lógico-matemático estas
figuras se refieren a un mismo concepto expresado mediante dos
formas geométricas congruentes: la distribución
geográfica de los principales accidentes
hidrológicos, fundamentales para la vida en aquella
sociedad.

 

  Fig. 10. Se han colocado las figuras de las
publicaciones de Lothrop (1963: 21) y Sol-Castillo (2001: 129)
una al lado de la otra, reorientando el eje de la primera y
conservando el de la segunda. Las escalas se indican para
ambas.

Por ello también puede argumentarse que corresponden a
la ubicación de cacicazgos subordinados a Fila Grisera,
donde se hallaban esferas de piedra para demarcar los
límites de los territorios y los asentamientos humanos,
tal como se ha encontrado en Isla del Caño, Golfito, Valle
de El General y Valle de Coto Brus. Por lo tanto un arreglo de
esferas en el Valle del Diquís sujeto al vaivén de
las inundaciones del río (Quirós, 2004,b), el otro
sobre una estribación montañosa que lo domina
(desde donde resulta sencillo re-establecer dominios y ordenar a
súbditos), son dos formas geométricas de presentar
el mismo concepto y establecer autoridad y orden.

 e. Análisis del ordenamiento territorial sobre
Fila Grisera

A partir del año 800d.C. se inicia la
integración territorial de los antiguos grupos tribales,
pasando la organización social y el aprovechamiento de los
recursos naturales del territorio aldeano a otro mayor que
comprendía varios cacicazgos y que se unía bajo el
control de un señor de señores, conformando un
señorío
(Fonseca, 1996:180-181). Hasta ahora la
evidencia para esta afirmación se fundamentaba en restos
de cerámica, analogías agrícolas y obras de
arte.

En esta investigación manteniendo como tesis central
que el agua es fundamental y que esta civilización
representó en una base lógica sus principales
fuentes de agua; se construyó un tercer arreglo
geométrico de glifos mediante la superposición de
los 23 reportados por Sol-Castillo (2001:134,135), de tal forma
que si la teoría hasta ahora presentada es cierta,
debería ser posible dar una explicación racional
del universo hallado. 

Y el resultado fue positivo. Se halló correspondencia
lógica entre la posición de los diferentes sitios,
el significado de los petroglifos y la altitud a que se
encuentran. El Cuadro 4 presenta relaciones de posición,
altitud y distancia.

Cuadro 3. Ubicación de los sitios arqueológicos
reportados por Sol-Castillo (2001) para los cuales se describen
petroglifos (*).

Sitio

Altitud (msnm)

Área (m2)

Glifos reportados

Orientación/distancia respecto de
Brisá!cra

Brisá!cra

340-360

9500

23-24

 0/0

Buena Vista

260-300

9000

6-20

Este/1500m

Canán

140-160

No dato

1-2

S30°O /1500m

Salamandra

160-180

No dato

3

S60°O/1250m

Jaguar

390-40

1500

5

N60°O/1100

Xa¡hua¡gát

180-190

1500

21-22

S77°O/800m

Shupsuá

170-190

No dato

4

S80°O/2700

(*) Todos ubicados en la época Chiriquí
según clasificación de Corrales (2000).  La
Fila Grisera tiene una orientación NO-SE, de tal forma que
su cara anterior da al Valle del Térraba y su cara
posterior al Valle del Diquís.

 Los principales resultados hallados son:

  1. Los sitios Buena Vista y Brisá!cra son los
    únicos que se hallan sobre el dorsal de la Fila. O sea,
    ostentan el máximo de altitud y por tanto también
    la máxima autoridad. Solo desde allí en lo alto
    de la Fila se divisan los valles y para el Señor
    es posible tener bajo su dominio los territorios.
  2. Buena Vista es un sitio poblado por petroglifos.
    Brisá!cra posee amplios montículos, calzada,
    cementerios y solo dos glifos. Por ello se puede suponer que
    este es el lugar de su residencia, de mayor altura que la
    terraza Buena Vista -utilizado para describir sus dominios- y
    de mayor altura relativa que cualquier villa bajo su dominio en
    aquel olimpo.
  3. Los glifos de Brisá!cra demuestran que el cacique
    superior (Señor) recuerda sus dominios a su
    parentela e invitados a su villa mediante un esquema general de
    los dos grandes valles bajo su autoridad, los cuales discurren
    hasta el mar incluyendo manglares (Fig. 7, p.24).
  4. Establece su sello personal mediante el uso de un
    ícono que evoca su trono como jefe supremo (Fig.7,
    p.23), plasmado en un petroglifo ubicado al sur-este de la
    calzada principal, sobre las puertas de entrada a su
    villa.

 

Fig. 11. . Petroglifos encontrados en el sitio
Brisá!cra. La posición respeta su ubicación
in situ. La distancia entre ellos es de 165m.

  1. Buena Vista es un lugar íntimamente asociado, donde
    el Señor establece ante sus súbditos los
    dominios. Es allí donde residen sus ingenieros, se halla
    su gabinete de trabajo y donde sus caciques asociados reconocen
    su sabiduría y autoridad (ya se presentó el
    análisis de su rico contenido conceptual).
  2. Solo el sitio Jaguar se halla en la cara anterior del
    dorsal y por ello, atendiendo a una distribución
    geográfica lógica, ha de describir las aguas en
    una porción del cacicazgo ubicado al NO de fila Grisera.
    Como ya en el sitio Buena Vista se describieron las grandes
    tierras del Señor, este cacicazgo describe sus aguas
    más allá, o sea en los confines del Valle de El
    General.

Se observa (Fig.12) que todas las aguas corren hacia el oeste,
con nacientes al norte, sur y este. Por ello esta
descripción se refiere a una región sobre la Cadena
Costanera, con un pequeño valle intermontano. Siguiendo la
lógica para describir el Golfo Dulce, la figura cerrada
representa un lago, que bien pudo construirse para esparcimiento
del Cacique por su forma rectangular cerrada[4].

 

Fig. 12. Petroglifo del sitio Jaguar.

 El símbolo ubicado en el extremo SO del glifo, es
el mismo que se utilizó para Isla del Caño, pero
con otra orientación. Ello confirma que se trata de una
descripción sobre la Cadena Costanera, donde se cuenta con
islotes en Bahía de Coronado y Quepos, ubicados en la
posición señalada. 

  1. Siguiendo la lógica de la distribución
    geográfica, el sitio Shupsuá ubicado S80°O
    debe representar un ecosistema hídrico ubicado al SO de
    la Fila Grisera, limítrofe hacia el oeste del Golfo
    Dulce, pues este cuerpo de agua ya fue incorporado en la
    terraza inferior del sitio Buena Vista e incluido como extremo
    SO del complejo. La Fig. 13 describe el petroglifo
    hallado.

Hacia el NE presenta una serie de nacientes representadas por
pequeños círculos, los cuales derivan sus aguas
hacia el SO, de una manera diferente de cómo descienden en
los glifos 18 y 19 del sitio Buena Vista (Fig.8). O sea, hay una
separación mayor entre líneas, lo cual indica
caudales no muy rápidos. Por lo tanto se debe referir a
nacientes que pronto ingresan en terrenos con poca pendiente
orientados hacia el SO. Todos estos elementos permiten concluir
que se refiere a las nacientes sobre la cadena Costeña en
su prolongación hacia el sur sobre el eje de la
Península de Burica, dando origen a los ríos
Esquinas y Coto Colorado, los cuales como se puede comprobar en
el campo, rápidamente ingresan al valle del mismo nombre
sobre terrenos con pendientes suaves y no muestran rápidos
en su recorrido.

En el tercio inferior del petroglifo se denota un
símbolo que semeja una C. El mismo símbolo
que aparece en el glifo que representa el Golfo Dulce (en sitio
Buena Vista referido con letra i, Fig.5). Por lo tanto
esta porción representa la desembocadura al Golfo del
río Coto Colorado, sobre cuya descarga se produce una
amplia playa la cual puede corresponder a los tres granos de
arena dibujados. Pero además el río se muestra que
no termina allí. Observación totalmente correcta
desde el punto de vista hidrodinámico, pues la pluma del
río Coto penetra algunos kilómetros mar adentro,
produciendo una rompiente notable indicada por la
ondulación sinusoidal de la línea terminal.

El diagrama en el glifo ubicado en el extremo oeste inferior,
es un circuito hidráulico independiente, que representa la
corriente dentro de la Bahía de Golfito. Esta sinusoide
-usada apropiada y típicamente para representar cuerpos de
agua sujetos al vaivén de la marea y las olas- manifiesta
bien dos características reales: responde a una
apreciación exacta in situ según la cual el caudal
es tangencial a los bordes de las islas interiores a la
bahía y cuando se navega allí, se tiene la
sensación de un flujo sinusoidal. Y por otro, representa
las oscilaciones de marea dentro de la Bahía, las cuales
permiten según la fase de marea penetrar los esteros ricos
en pesca y moluscos.

 

Fig. 13. Glifo hallado en sitio Shupsuá.

Los dos círculos en los extremos presentan las dos
islas principales que regulan la corriente -como se ha dicho- y
por ello se hallan ligadas a la línea del flujo.

El símbolo V en el extremo inferior confirma que esta
parte del glifo corresponde a Golfito. Pues es la forma natural
que asume una red agallera colocada en la boca del Golfito cuando
decrece la marea, pues ante los flujos intensos asume la forma de
una curva catenaria cóncava. En este momento de la fase de
marea los peces bajan del estuario y resulta más
fácil capturarlos con esta técnica.

El dibujo inferior a la derecha es un símbolo similar a
la letra a y podría representar un sello cacical
del Señor (cacique mayor), indicando subordinación
a la Fila Grisera, tal como se expondrá.

  1. En el sitio Xa¡hua¡gát las formas de los
    glifos se apartan de lo expresado por otros. El p.22
    (Fig.10) no corresponde a una disposición natural, pues
    el agua siempre busca por donde escurrir. Esto es, no es
    posible un circuito hidráulico cerrado, con una fuente
    en el centro. Por otro lado el glifo no corresponde ni a un
    lago ni a un golfo, pues ya estos conceptos gráficos
    fueron revisados. Por lo tanto este glifo representa un
    circuito hidráulico artificial, que se nutre de agua
    nacida en el centro. Esta fuente inunda un canal circular
    construido con algún propósito importante.

 Fig. 14. Composición de los petroglifos hallados
en sitio Xa¡hua¡gát.

Recordando a Vásquez de Coronado
(Fernández-Guardia, 1908:50) cuando se topó con
guerreros de esta cultura[5]:
...tiene este fuerte dos puertas, una al levante y otra al
poniente. Norte-sur tiene dos quebradas de grande hondura y
aspereza, en las cuales los indios tenían a su modo
vergeles de gran recreación. Está este fuerte
cercado de dos palizadas y de hoyos entre una palizada y otra.
Las puertas son muy pequeñas y hechas a manera de puentes
levadizos. Entendiose no se ha visto en estas partes cosa tan
fuerte ni por tan buen orden ….

Por lo tanto una interpretación lógica de este
glifo es el representar el fuerte construido alrededor de un foso
artificial, el cual debería tener una fuente de agua
protegida -y por ello central-, posiblemente una colina que
dominara la visibilidad extramuros, así como agua
suficiente para cultivar y mantener una vida normal durante los
asedios de pueblos enemigos (por ello las áreas cerradas
que representan los vergeles vistos por Vásquez de
Coronado).

El análisis cuantitativo de las edificaciones y
facilidades construidas en este fuerte[6], señalan una ciudad fortificada con
400 palenques grandes, la cual debía tener al menos un eje
mayor de 3km. Por ello esta obra merecía ser anotada en
el olimpo como un adelanto tecnológico orgullo de
aquel pueblo.

El glifo p.21 corresponde por su posición
idéntica a los hallados en sitios Brisha!cra y
Shupsúa, a un emblema o sello de subordinación al
Señor de las Aguas (a). El otro
símbolo asociado al primero, que semeja una letra
R, debe corresponder al jefe militar encargado del
fuerte; posiblemente un cacique menor importante para aquella
sociedad, al cual se le permitía tener su propio emblema.
Esta relación de subordinación del jefe militar al
cacique mayor es manifestada por Vásquez de Coronado
(Fernández-Guardia, 1908:48) en su narrativa
bélica, al mencionar que después de la derrota el
cacique huyó a la sierra con toda su gente.

  1. Los petroglifos hallados en los sitios Canán y
    Salamandra (no incluidos) representan regiones
    hidrológicas menores. No obstante, dejan la
    sensación de que un levantamiento más detallado
    en estos lugares podría verter información
    más amplia.

 Conclusiones

1.       Los petroglifos son un
claro mensaje escrito que nos señala los límites de
aquella cultura: por el NO el Valle de El General hasta el Macizo
de la Muerte, por el NE el Valle de Coto Brus hasta las
estribaciones de los cerros de Chiriquí (Panamá).
Por el Oeste hasta la Isla del Caño, por el sur
incluía la Península de Osa, hacia el este el Valle
del Coto Colorado. En suma un área de 9.000km2
(≈50x180km).

 2.       Si se considera
el señalamiento del oleaje sobre la Isla, la
penetración de la cuña salina en el estuario, la
identificación precisa de las zonas de alta productividad
biológica, la ubicación de manglares, de los
nacientes cerca de las planicies costeras; son en conjunto
evidencias de que aquella cultura:

©  Utilizaba la navegación marítima
como medio tecnológico para procurar alimento y demarcar
sus dominios ante otras culturas.

©  En ese navegar alrededor de la Península
de Osa, bien dentro del Golfo Dulce atravesando la boca de la
Bahía Golfito, o retando las amplias rompientes en la
pluma del Coto Colorado para obtener grandes tiburones y
róbalos, bien atravesando la caprichosa desembocadura del
Golfo enfrentando rompientes de 5m de alto, o remontando el
Térraba y navegando en las corrientes de marea alrededor
de la Isla del Caño; conocieron y asimilaron en su cultura
mediante un proceso racional las diferencias de oleaje, las
corrientes marinas, las  mareas y como estos agentes
físicos regulaban la pesca.

©  Su conocimiento se prolongaba más
allá de la playa, se adentraba en el estuario y en el
océano, incorporando inclusive una isla oceánica a
su patrimonio.

©  Utilizaba los recursos del manglar y había
logrado identificar sus variaciones temporales con la marea.

©  Había identificado las fuentes permanentes
de agua dulce indispensables para mantener las poblaciones en los
años El Niño, los cuales afectan severamente con
sequías prolongadas las zonas costeras del
Pacífico. Conocimiento estratégico que les
permitió asegurar su sistema de vida sedentario.

En suma, utilizaban los recursos de la costa y planificaban su
vida alrededor del manejo de su ambiente.

 3.       El
utilizar una escala geométrica para representar las
cuencas hidrográficas es un gran adelanto para la
época. Requiere de cuidadosas mediciones de campo,
atravesando riscos, montañas y ríos; bajo un rumbo
fijo. El esfuerzo humano y tecnológico es mayor en la
escala de las decenas de kilómetros, donde
fácilmente se pierde el horizonte. Este levantamiento
topográfico requiere necesariamente de ingenieros que
procesaran, interpretaran y dibujaran los datos de campo,
producto de una planificación previa desde el gabinete
del cacique
.

4.       La distribución
geográfica de los glifos, el manejo de escalas
geométricas, la correcta interpretación de los
caudales, la interpretación ciclónica del
movimiento turbulento, el conocimiento del oleaje y la marea, son
manifestación certera de que aquel grupo humano
había acumulado en cientos de años un buen
conocimiento de la naturaleza que le rodeaba; y que lo
ordenó racionalmente en una base de información de
alto nivel de abstracción lógica, utilizando un
lenguaje universal.

 5.       La estrecha
asociación entre los petroglifos del sitio Buena Vista y
las esferas de piedra del sitio Finca 4, así como el
hallazgo de esferas en sitios de interés
hidrológico como Golfito, desembocadura del río
Térraba e Isla del Caño,  conduce a establecer
que los dominios de aquella cultura se extendían por
amplios territorios demarcados con esferas de piedra y que la
Fila Grisera por su posición estratégica,
condiciones ambientales y posición central, fue el lugar
escogido para establecer el centro de poder.

 6.       El
análisis de las escalas geográficas utilizadas en
sus planos hidrológicos (Cuadros 2 y 3) permite concluir
que: 

©  Las medidas de las distancias usando lianas o
pasos, fueron tomadas necesariamente a pie, con un error
instrumental inherente que oscila entre un 10% en la llanura a un
15% en la montaña. Por ello las diferencias halladas son
razonables para esta tecnología.

©  Para obtener una diferencia de poca
cuantía como la calculada, es requisito y condición
del método utilizado, repetir una y otra vez las
medidas. Esto es, recorrer en uno y otro sentido varias
veces al año estas grandes distancias, con el solo
propósito de disminuir los errores. Ello nos habla de
la utilización de principios racionales en los
métodos numéricos de análisis
utilizado.

©  Está implícito en este
levantamiento cartográfico primario, el uso de una base
numérica que permitiera contar decenas, centenas, miles y
decenas de miles de pasos o unidades de medición
estándar para aquella cultura.

©  El uso del ángulo para trazar
rumbos respecto de la trayectoria del Sol sobre la bóveda
celeste, es la única forma de poder recorrer varias veces
la misma distancia en esta escala geográfica bajo un
sistema de orientación confiable sin el uso de la
brújula. Por ello esta cultura debió conocer
principios básicos de geometría[7]. 

 7.       En el
período tardío los amerindios extraían del
mar mariscos, peces, tortugas y sal, utilizando trampas,
químicos, redes, flechas, lanzas, líneas de
algodón y anzuelos de hueso (Fonseca, 1996:168-169).
Algunas comunidades de la ribera oriental del Golfo Dulce
dependían de los recursos marinos para procurar su
alimento, mostrando una vocación marina en su quehacer
diario (Hoopes, 1994). Este arqueólogo propone el uso de
la red agallera como un elaborado método
tecnológico para capturar especies mayores, aprovechando
las intensas corrientes y mezcla de aguas en las bocas de la
Bahía de Golfito y la desembocadura del Coto
Colorado[8]. Lugares más
adecuados para la captura de estas especies que la desembocadura
del Térraba y la Isla del Caño, ecosistemas que
ofrecen mayor riesgo humano en el suroeste de Costa Rica.

Los petroglifos del Sitio Buena Vista confirman esta
interesante hipótesis, pues ofrecen en un mismo marco
lógico contemporáneo una descripción de
estos tres ecosistemas, señalando aquellas
características hidrodinámicas que favorecen o
dificultan la pesca, pues indican

©  la mansedumbre del Golfo Dulce y

©  el efecto de las corrientes y la marea en la
desembocadura del Térraba y en la Isla del
Caño.

Para quien debiera dirigir o planificar el esfuerzo pesquero
en la región, esta simbología le permitiría
dar a entender a otros de las características
hidrodinámicas y el potencial pesquero.

A lo anterior se agrega que en los tres sitios se han hallado
esferas de piedra (Hoopes, 1994; Corrales, 2002), para
señalar claramente el dominio de una misma cultura en
aquellos territorios.

 8.       Esta misma
evidencia confirma que el pueblo de Golfito estaba subordinado a
los señores del Valle del Diquís. Inclusive
respalda la hipótesis de que esta comunidad alojaba al
cacique y su corte cuando venían de pesca a vacacionar
desde la serranía (propuesto por Hoopes, 1994) 

 9.       Los amerindios de
la zona costera del suroeste de Costa Rica centralizaron y
manejaron información estratégica en su cacicazgo
principal, haciendo valer en la práctica hace varios
siglos una máxima de nuestra era de la
informática
que liga el poder al manejo de la
información. Pero fueron más allá, con
medios tecnológicos rudimentarios establecieron un sistema
de información geográfico marino-costero, cuyo uso
práctico se ha referido.

 10.   El sitio Buena Vista y la Fila Grisera
demuestran el ingenio humano y la creatividad de que fue capaz
aquel hombre que quiso perpetuar en un claro mensaje su
conocimiento, poder y linaje a las generaciones futuras. Fue tal
la sencillez y claridad de su mensaje, que 1000 años
después podemos apreciar su filosofía natural y el
nivel de desarrollo de aquel pueblo.

Síntesis

El uso de un método numérico recurrente para
disminuir el error en la medición de grandes distancias.
La correcta ubicación geográfica de lugares
ubicados a 30, 40, 50 y 70 kilómetros uno del otro. El uso
implícito de ángulos y rumbos geográficos.
La coherencia lógica entre las partes constitutivas de sus
mapas hidrológicos y de la simbología utilizada. La
coherencia para representar flujos de agua sometida a diferentes
potenciales hidrostáticos, mareas y oleajes. El uso de
esferas como marcadores de territorios en los valles y planicies
bajo su dominio. Son un conjunto de elementos racionales que
permiten asegurar que la civilización llegó a
incorporar en el manejo de su ambiente principios
científicos que bien constituyen el fundamento de una
ciencia autóctona, lo que hoy llamaríamos un
sistema de información geográfico.

[1] Cuya disposición geométrica ha
inducido a buscar explicaciones astronómicas y  de
origen extraterrestre. Por ejemplo, http://www.geocities.com/Paris/9111/pegasuse.htm
,

 http://www.hightechstone.com/floatinggranitespheres.htm
http://www.lauralee.com/erikson.htm

[2] Esta altura impide que la inundación del
valle le afecte.

[3] Felipe Sol comenta la intención
geométrica de los arreglos de petroglifos.

[4] Hay evidencia de que los caciques mayores
acostumbraban tener centros de recreo para pescar (Hoopes,
1994).

[5] En castellano antiguo.

[6] Revisando cuidadosamente lo expresado por
Vásquez de Coronado en sus cartas.

[7] Pérez-Franco nos detalla el uso intensivo de
ángulos y geometría en los glifos de los amerindios
de Chiriquí.

[8] Lugares señalados por el autor
(Quirós, 2004) como aquellos en el Golfo Dulce con
intensas corrientes marinas.

 

 

Autor:

Guillermo Quirós Alvarez

Oceanógrafo Físico

Instituto de Costas. Universidad San Juan de la Cruz, Heredia,
Costa Rica.

Sitio Web: http://www.institutodecostas.net

Partes: 1, 2
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