- Introducción
- Economía de
las Malvinas entre 1900 y 1980 - Economía
de las Malvinas durante la guerra - Economía
de las Malvinas después del conflicto - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
INTRODUCCIÓN
Recientemente, al cumplirse un aniversario significativo de la
Guerra de
Malvinas, el tema de las Islas tomó una mayor
trascendencia pública durante algún tiempo. Esto
coincidió con la aparición de algunos libros que
intentaban acercar el problema a una base amplia de lectores no
especializados. Por otra parte, también hubo algunos
documentales en televisión que trataron el tema, siempre en
plano de divulgación.
Sin embargo, un aspecto poco estudiado es el de la economía de las Malvinas antes
y después de la guerra. No
obstante, considero que es un tema de fundamental importancia
para entender nuestras relaciones pasadas y presentes con el
Reino Unido y los habitantes de las Malvinas. Por ello, no se
trata solamente de un área de interés
para estudiosos de la materia, sino
para un público más amplio. Mientras la
mayoría de la población argentina siga defendiendo el
reclamo de soberanía sobre ese territorio, la
problemática que deriva de ese reclamo debería ser
de gran importancia.
Por otra parte, la economía es uno de los pilares
fundamentales de toda sociedad
humana. La producción y administración de la riqueza es uno de los
factores más importantes y decisivos en la historia, aunque en muchos
casos su lento influjo la hace menos notable que las acciones
puntuales de carácter político o militar. Sin
embargo, en toda acción
política,
militar o social hay un trasfondo económico. Estudiarlo
resulta de vital importancia para trascender los hechos
inmediatos y comprender en profundidad un tema.
Por esta razón, el reclamo de soberanía de la
Argentina depende en gran medida del estado de la
economía en las Islas. Al encarar el tema, mi objetivo era
determinar si la guerra había sido beneficiosa o
perjudicial para los habitantes de las Islas. La respuesta
parecía obvia y, en cierta forma, fue casi trivial
encontrarla. Por lo tanto, ahondé la
investigación en torno a la
suposición de que las Malvinas estaban a punto de quedar
despobladas antes de la guerra y que el conflicto
permitió el resurgimiento de la economía.
Para ello, tuve que documentarme sobre un tema del cual no se
ha escrito mucho. Además, por lo general los textos que
tratan el tema de economía son trabajos científicos
y no de divulgación, lo cual hace que su distribución sea más escasa. Para
estudiar este tema, es preciso tener en cuenta dos
períodos claramente definidos. Uno, el que abarca hasta la
Guerra de Malvinas, y el otro es el que transcurre desde ese
momento hasta el presente. Lamentablemente, resulta bastante
difícil encontrar información confiable sobre el segundo
período en forma de libros impresos. Si bien hay algunos
textos (principalmente ponencias) que tratan sobre la
explotación de recursos
naturales después del conflicto, el material es escaso
en lo que respecta a la calidad de
vida de la gente y al turismo. No obstante, en
Internet es
posible encontrar datos de fuentes
relativamente fiables (ministerios,
organismos de inteligencia,
reparticiones oficiales, etcétera) que permiten tener una
idea más acabada de la economía durante los
últimos cinco o diez años.
En definitiva, me propongo estudiar la situación
económica de las Malvinas antes y después de la
guerra y determinar en qué medida el conflicto y las
alteraciones en lo económico permitieron la subsistencia
de la población actual como ciudadanos del Reino
Unido.
CARACTERIZACIÓN DE
LAS MALVINAS
Las Islas Malvinas
están situadas en el Atlántico Sur, a 483
kilómetros de la costa de Argentina y 1365
kilómetros al norte del Círculo Antártico. Están ubicadas entre los
paralelos 51º y 53º S y entre los meridianos 57º y
62º O. Es decir, están casi tan al sur como Londres
lo está al norte1.
El archipiélago consta de dos islas principales,
oficialmente llamadas Falkland Oriental y Occidental y 778
pequeñas islas, con una superficie emergida de 12173
kilómetros cuadrados2. El nombre Falkland les
fue otorgado en honor al Vizconde Falkland, primer Lord del
Almirantazgo en 1690, cuando desembarcó el capitán
John Strong. Sin embargo, algunos cazadores de focas franceses
las llamaron luego "Iles Malouines", porque provenían de
Saint Malo1.
La capital es
Port Stanley, que también es la única ciudad del
territorio. De los 2478 habitantes* de las islas según el
censo de 20061, 2115 viven en la capital. La
mayoría de la población es británica y el
99% habla inglés
como lengua
materna2.
La distancia entre Stanley, en el extremo este, y New Island,
en el extremo oeste, es de 238 kilómetros.
Topográficamente, las islas son principalmente montuosas.
El punto más alto es el Cerro Usborne, de 705 metros de
altura en Falkland Oriental1.
El suelo es en su
mayoría turba, cubierta de pastizal de brezo y arbustos
enanos. No hay árboles
nativos, aunque se pueden cultivar1. El suelo en las
Malvinas es turboso y ácido, con poco potasio y
fósforo y casi sin nitrógeno, aunque con buenas
concentraciones de hierro en
algunos lugares3.
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