- El
"escándalo sokal" - El
marco general: relativismo versus realismo - Dos
puntos de confrontación: semántica y
física - El
modelo general - La
distinción
"analítico-sintético" - Holismo e
indeterminación - El
relativismo epistemológico y ontológico.
Señalamiento crítico - Bibliografía
y abreviaturas
Muchos científicos naturales continúan "(…)
adheridos al dogma impuesto por la
larga hegemonía post ilustrada sobre la visión
intelectual de Occidente, tal dogma es que existe un mundo
externo cuyas propiedades son independientes de cualquier
individuo y,
de hecho, de la humanidad en su totalidad (…)".
Sokal, al inicio de Transgressing the Boundaries …
Poco a poco, algunas tendencias de las ciencias
sociales han atomizado a la humanidad en culturas y grupos de los
cuales cada uno tiene su universo
conceptual propio -algunas veces incluso su propia 'realidad'- y
son prácticamente incapaces de comunicarse entre
sí.
Sokal y Bricmont, en Fashionable Nonsense …
EL "ESCÁNDALO
SOKAL"
A fines de 1994 el físico teórico Alan Sokal
(New York University), cansado de leer textos de "ciencias
humanas" haciendo un uso inexacto y con frecuencia inescrupuloso
de resultados de la física y las matemáticas contemporáneas,
escribió una parodia de la crítica
postmoderna de la ciencia con
el rimbombante título de Transgressing the Boundaries:
Toward a Transformative Hermeneutics of Quantum
Gravity.1 Sokal mandó su parodia como
propuesta de publicación a la conocida revista
norteamericana de estudios culturales Social Text sin aclarar que
se trataba de una parodia. El consejo de redacción, bajo la dirección del profesor de
inglés
Andrew Ross (Princeton University), no se dio cuenta de la broma,
y aceptó el texto como
artículo académico serio, el cual apareció
publicado en un número especial de Social Text en mayo
1996.2 Irónicamente, tal número de
la revista fue dedicado al tema de la "guerra de las
ciencias".3 La intención consistía
en defender desde una posición presuntamente progresista
(leftist) un conjunto de críticas de la ciencia,
postestructuralistas, multiculturalistas y feministas, frente a
las objeciones levantadas principalmente por el biólogo
Paul R. Gross (University of Virginia) y el matemático
Norman Levitt (Rutgers University) en el libro Higher
Supertition. The Academic Left and Its Quarrels with Science
(1994),4 así como en discusiones
subsecuentes suscitadas por el mismo.
Tres semanas después de aparecer el artículo de
Sokal, él mismo hizo pública la tomadura de pelo a
los editores de Social Text en un artículo publicado en la
revista Lingua Franca.5 Esto desató el
ahora llamado "escándalo Sokal" y, a partir de él,
sí que se desarrolló una "guerra", si no necesaria
y exactamente una guerra "de las ciencias", sí por lo
menos una guerra intelectual y académica, la cual se ha
extendido hasta Europa.6
EL MARCO GENERAL:
RELATIVISMO VERSUS REALISMO
Podemos decir que con esta "guerra" básicamente se
trataría del desarrollo
más reciente de una polémica que en su forma
más moderna proviene aproximadamente de fines de los
años sesenta y en la que se confrontan dos concepciones de
la realidad en general. La "guerra de las ciencias" se refiere
únicamente a la fase más reciente de esta
polémica y la característica más notable que
diferencia a ésta es la participación de
científicos naturales en la misma.
Conviene dejar sentado aquí que básicamente se
trata de una polémica con frentes móviles entre lo
que se ha dado en llamar el "conglomerado realista racionalista"
y el "conglomerado histórico social". Una
característica decisiva del "conglomerado histórico
social", consiste en sostener una concepción relativista
acerca del conocimiento y
también de la realidad misma. Para efectos
prácticos y en aras de la simplicidad, denotaremos
aquí con el término relativismo toda
posición en cualquier campo intelectual la cual
-así sea implícitamente- niega la existencia de una
realidad independiente del observador y sus "teorías", "esquemas descriptivos",
"paradigmas
conceptuales", "juegos
lingüísticos", "formas de vida", "convicciones de
referencia", "cultura",
"género", etcétera. Para el
relativista la realidad queda construida o definida precisamente,
en relación con tales "teorías", "formas de vida",
"culturas" etc., lo que da lugar a una multiplicidad de "mundos"
(Goodman), "paradigmas" (Kuhn), etc., muchos existentes al mismo
tiempo y, en
cualquier caso, todos igualmente válidos. Para estos
teóricos, los mitos aztecas, la
ciencia aristotélica, la alquimia, la química moderna, las
matemáticas, las creencias religiosas y cualquier otro
tipo de concepción compartida por una comunidad o un
grupo
cualquiera, son igualmente válidos y definen o definieron
cada uno "una" realidad (o una parte de ella).
Página siguiente |