Una mirada al método genealógico y un ejemplo de su aplicación en un pueblo de Tlaxcala (México)
- Introducción
- Pero no
tan solo reyes: ragon - Un
ejemplo de su aplicación - Procesamiento
computacional de la información - Gedcom
- Conclusiones
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El presente artículo tiene por objetivo
mostrar al lector la utilidad y
aplicación del método
genealógico como herramienta de recolección de
información, representación y
análisis de distintos procesos
sociales que se viven en una comunidad. El
método es utilizado durante el trabajo de
campo para recolectar y organizar los datos de tal
manera que posibiliten posteriormente una vasta red de aplicaciones.
El artículo se encuentra estructurado de la siguiente
manera: en una sección inicial desarrollamos un breve
recorrido histórico que muestra los
orígenes científicos del método. A
continuación referimos al lector algunas consideraciones
técnicas sobre la simbología
utilizada para la representación de los distintos niveles
de información. Por último, ilustramos la
viabilidad del método con un ejemplo específico de
una investigación desarrollada en México[1],
uno de cuyos objetivos era
determinar con exactitud los orígenes y pormenores de la
actividad textil en el pueblo de San Felipe Cuauhtenco,
Tlaxcala.
En la parte final del articulo ilustramos al lector acerca de
algunas normas
convencionales sobre la representación grafica de las
genealogías utilizadas en el campo antropológico. A
ello sumamos el apunte de algunas consideraciones sobre
características técnicas que ciertos programas
computacionales genealógicos en versiones comerciales
deben contemplar para sistematizar la información.
Los inicios del método genealógico: vigencia y
principales características
Podemos definir el método genealógico como el
procedimiento
técnico por el cual un investigador efectúa,
mediante entrevista,
una recolección de ciertos datos sobre los integrantes
-tanto ascendientes como descendientes- de una o más
familias y efectúa después el procesamiento y
análisis de esa información. Todo ello lo expresa
gráficamente en un documento denominado genealogía
que muestra las conexiones familiares entre los diferentes
sujetos entrevistados. Este documento se erige en
representación gráfica de una situación
social e histórica determinada, lo que posibilita dar una
visión de conjunto mostrando a sus miembros distribuidos
en generaciones y relacionados con algún tema especifico.
En la actualidad es posible presentar este documento mediante
diversos programas computacionales, que permiten mayor rapidez y
despliegue de los distintos datos; no obstante, conociendo las
convenciones internacionales para su construcción es posible graficarlo
partiendo del relato de algún miembro específico de
la familia
seleccionada.
Si la recolección de los datos es suficientemente
prolija, muestra con exactitud el sexo de las
personas, sus relaciones de unión conyugal, filial y de
hermandad y aún parentescos más alejados, sumados a
aquellos datos específicos que el investigador desea
indagar en particular. En la gráfica se emplean símbolos específicos para relacionar
la información recopilada. De esta forma, para indicar el
sexo de los sujetos se utiliza un triángulo para el caso
de los hombres y un círculo para el de las mujeres.
Triángulos y círculos son unidos por
líneas. El tipo de líneas que liga a todos ellos
permite visualizar con facilidad el tipo de parentesco que une a
los sujetos. También se muestra la forma correcta de
numerar las generaciones, consignando para ello un número
romano situado siempre a la izquierda de la generación
correspondiente, y a cada individuo
dentro de una generación mediante un número
arábigo ubicado bajo del símbolo de esa persona. Esto es
de gran utilidad, pues si uno desea referirse a una persona
determinada (por ejemplo, en una publicación) pueden
señalarse fácilmente tanto en la gráfica
como en el análisis. El despliegue de estas relaciones
recibe el nombre de árboles, sean éstos de descendencia
o ascendencia respecto al sujeto sobre el cual se está
construyendo el conjunto de relaciones. Según la disciplina
científica que maneje el método, los registros
asumidos convencionalmente para esos efectos podrán ser
distintos.
Ciertamente, la asociación del origen científico
del método con la antropología hizo que muchas de sus
aplicaciones tuvieran lugar en el campo de los estudios de
parentesco. Murdock (1994), en su Guía para la
clasificación de datos culturales, señala en el
código
601 "terminología de parentesco" y la necesidad de
utilizar los "cuadros genealógicos" (Murdock 1994:110) en
los análisis.
Con respecto a sus orígenes, Montórfano (2002)
proporciona algunos antecedentes históricos que aseguran
que la práctica genealógica es tan antigua como
universal. Las culturas Incas y
Mayas
guardaban las genealogías de sus gobernantes. En otro
orden, los textos evangélicos, en los que se hace constar
el árbol de la familia de
Jesucristo, constituyen una clara muestra de la importancia que
tuvo la genealogía para los hebreos, algo que
sucedió también con los babilonios, griegos,
romanos y muchos otros pueblos. Las culturas asiáticas,
como la china y la
japonesa, han otorgado también gran importancia a los
orígenes familiares. El emperador de Japón
es un vivo ejemplo de una dinastía que se ha sucedido sin
interrupción durante casi 2.000 años y los
registros permiten constatar tal hecho. Para los
árabes, la genealogía ha sido fundamental para
determinar la descendencia del profeta Mahoma.
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