Apuntes sobre la Construcción de lo Nacional en Bolivia. Antecedentes e implicancias de la Revolución de 1952
- El
Surgimiento - Sangre y
Tierra - Guerra,
Rebelión y Estaño - El "Super
Estado" Minero - El Chaco y
los Ensayos Nacionalistas en la Alborada - ¡Revolución
Nacional! - Los
Herederos: Crisis en Espiral 1960-1985 - Nacionalización
del Mercado y Dependencia Externa - Capítulo
II: Desde las Naciones - Breve
Geología Andina - Agua y Gas:
Reflexiones Finales - Bibliografía
Capítulo I.
Desde el Estado. Introducción
Los intereses que motivaron este trabajo se
debieron a la profunda impresión que me causaron los
hechos acontecidos en Bolivia y a la
sola, mera y simple pregunta: ¿Cómo pudo
ser? Si bien estas vicisitudes personales a nadie interesan
y quedan fuera de toda consideración, me parece
interesante resaltar tales interrogantes porque indican la
tónica con la cual se fue desarrollando este trabajo y su
influencia en la forma final que adquirió.
Al estudiar los sucesos de la historia boliviana,
rápidamente acuden -y se emiten desde uno- valoraciones
sobre las formaciones sociales y políticas
del país, que resaltan su "bizarría",
desviación o anormalidad… Con el transcurrir de la
indagación, uno se da cuenta de esta peculiar carta de
presentación de Bolivia; sus gentes y sus actos son los
que se encargan luego de demoler lentamente nuestros marcos
(pre)conceptuales para descarnarnos de nuestro occidentalismo
eurocéntrico. Bolivia en su otredad se vuelve así
una cuestión personal, nos
devuelve una mirada sobre nosotros mismos y nos hace cuestionar
nuestras certezas establecidas, referidas básicamente, a
la aplicación del análisis clasista tradicional. En cierta
medida nos introduce ante nosotros mismos.
El disparador de este trabajo fue la Revolución
Nacional de 1952 que, sin embargo, se ha convertido en una
excusa. Como se verá, si bien la revolución va a
tener un peso específico importante en el trabajo,
hay un buceo en acontecimientos anteriores y aún
posteriores, que le quitaran centralidad. Detrás de esto
hay una necesidad de descartar la revolución como fetiche,
como sustantivo cerrado, frente a lo cual adoptamos la idea del
verbo abierto, del proceso de
límites
difusos e inacabado per se.
Este análisis va a discurrir en torno a un eje
–la construcción de lo nacional- que atraviesa
y organiza la multitud de actores, lugares y hechos. El por
qué de este eje es tan arbitrario como las cosas que nos
impactan y los intereses que nos mueven. La propuesta que
aquí presento no consiste en dar una definición
cerrada de lo nacional o el nacionalismo,
sino que trata de captar la diversidad de situaciones que nos
ofrece la realidad ante las cuales -como ya aclarara más
arriba- Bolivia nos alerta: sobre todo, se trata de evitar la
exclusión de eventos, ideas y
conclusiones que pueden provocarnos las "anteojeras
teóricas" y sus propias formas de ver.
El nacionalismo
pertenece al rango ideológico de lo humano. Entonces, como
idea, consiste en la construcción y representación
mental de una totalidad identitaria para un conglomerado social
diverso, históricamente determinado. Como se verá
–y, en este caso, somos tributarios del pensamiento de
René Zavaleta Mercado– la
nación
es una forma determinada y específica en la que se
aglutina una sociedad civil,
pero esto no indica que toda sociedad civil
sea una nación.
No voy a asignarle una funcionalidad específica a dicha
idea de lo nacional ni tampoco voy a definirlo en torno a un
atributo material específico sobre el que se sustente y
signifique. Antes bien, prefiero "englobar" lo que podemos
observar que gira en torno a la construcción de lo
nacional, y considerar las múltiples manifestaciones que
toma y las diversas determinaciones históricas que
produce. Dichas manifestaciones, entonces, giran en torno a: la
Raza, el Idioma, el Territorio, el Metabolismo
Social efectivamente imperante, el Idioma y los Acontecimientos
Históricos.
Estos puntos están aquí expuestos de manera
analítica y, tanto sus manifestaciones como sus
determinaciones, en la realidad, se manifiestan de maneras
entremezcladas.
Quizás el punto que necesite mayor aclaración es
el del Metabolismo Social efectivamente imperante, el cual es la
forma en la que dicha sociedad se produce y reproduce
materialmente, lo que implica una determinada distribución de los medios de
producción y particulares relaciones
sociales de producción que los ponen en movimiento.
El
Surgimiento
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