Burocracia, Dominio y Capitaliso. ¿El Efecto de un Proceso Constituyente?
«Una línea de subjetivación es un
proceso, es la
producción de subjetividad en un
dispositivo: una línea de subjetivación debe
hacerse en la medida en que el dispositivo lo deje o lo haga
posible. Es hasta una línea de fuga. Escapa a las
líneas anteriores, se escapa. El sí-mismo no es ni
un saber ni un poder. Es un
proceso de individuación que tiene que ver con grupos o personas
y que se sustrae a las relaciones de fuerzas establecidas como
saberes constituidos.» (Deleuze, ¿Qué es
un dispositivo?)
"El que lucha con monstruos ha de tener cuidado de no
convertirse en monstruo. Cuando estás mucho tiempo mirando
hacia un abismo, éste termina mirando tu interior."
(Nietzsche,
Más allá del bien y del mal)
"Por supuesto, no se dirá que la disciplina es
lo propio de la máquina de guerra: la
disciplina deviene la característica exigida por los
ejércitos cuando el estado se
apodera de ellos; la máquina de guerra responde a otras
reglas, nosotros no decimos que sean mejores, pero que animan una
indisciplina fundamental del guerrero, una puesta en tela de
juicio de la jerarquía, un perpetuo chantaje al abandono y
a la traición, un sentido del honor muy susceptible, y que
impide, una vez mas la formación del Estado"(Guatari
y Deleuze, Mil mesetas, Máquina de guerra).
Este artículo es una discusión en torno a los
problemas de
la autogestión y la estatización como políticas
de los movimientos que proponen una transformación radical
del sistema de
opresión que habitamos. Básicamente se inspira en
el libro "Los
Bolcheviques y el Control Obrero",
de Maurice Brinton[1]el cual fue editado por
primera vez por el grupo inglés
Solidarity.
El libro de Maurice Brinton es un panfleto pensado para la
actuación política en los
años 70 en Inglaterra, en el
marco de un grupo de activistas que se nucleaban en la
organización solidarity. Esta organización estuvo fuertemente
influenciada por los conceptos de Castoriadis como se ve en este
escrito[2]
En la introducción procede a mostrar su aparato
teórico, que va a completar con reflexiones a lo largo del
texto. El
cuerpo central del texto, esta dividido en años y
subdividido por fechas, meses o períodos según la
vertiginosidad del momento, en este punto el libro cuenta con un
amplio cuerpo documental, que según las citas que menciona
el material es en general de la época de los 20s donde la
producción teórica rusa no era tan
sesgada como en los 30s. La conclusión intenta en 3 breves
páginas articular la introducción (y el libro
entero por supuesto) con la reflexión política
actual (época de grandes luchas obreras en
Inglaterra[3]y con una evaluación
particular de la Revolución
Rusa.
Este panfleto es sumamente interesante por tres razones
primordiales[4]la primera -y es la que
atañe a nuestros estudios sobre la Rusia
revolucionaria- es que muestra con un
estudio histórico bastante minucioso[5]el
problema de la burocratización de la revolución
desde sus inicios, e inyecta en la discusión la
relación entre el partido leninista[6]y las
organizaciones
revolucionarias creadas por las masas insurrectas. La segunda
razón es que este texto es una fuente que da cuenta de los
debates de los activistas de los 60 y 70, cuando la
hegemonía de la práctica soviética estaba
empezando a ser arduamente cuestionada y que tienen como
estandartes el mayo francés y la primavera de Praga. La
tercera razón es la más actual y se refiere a que
estos debates que tienen muchas historias, muchas posiciones y
muchas prácticas nos atraviesan hoy en día a partir
de creaciones de nuestras prácticas de lucha -como las
asambleas barriales y las fábricas tomadas y puestas a
producir por los obreros y obreras-, así la
práctica soviética debe ser reevaluada
críticamente para no sucumbir en sus mismos problemas.
La discusión central, que recorre al libro es entre
control y gestión
obrera[7]estos dos términos dan cuenta de
una posición política. El planteo es el siguiente:
pasividad del control, actividad de la
gestión[8]La raíz de esta
discusión es la de pensar los cambios no en torno a las
relaciones de propiedad sino
en torno a las relaciones de producción, donde se incluyen
mas determinaciones para poder pensar el cambio
social.[9] Es decir que lo que se discute en este
folleto es la construcción social de la experiencia
revolucionaria rusa en la clave de las diferencias entre
dirigentes y dirigidos, entre quien toma las decisiones y quien
las obedece, ya que "hay un cierto modelo de
relaciones de producción que es el común
denominador de todas las sociedades de
clase. Se
trata del modelo en el que el productor no domina los medios de
producción sino que, al contrario, está a la vez
"separado de ellos" y de los productos de
su trabajo"[10]. Desde esta lógica
la evaluación de la revolución rusa será muy
distinta. La "fase heroica" de la revolución, donde se
suele decir que la revolución es triunfante para luego
degenerar, va a ser caracterizada como "lo bastante fuerte para
acabar con la supremacía política de la
burguesía" modificando "el sistema de relaciones de
propiedad existentes. Pero [que] no fue lo bastante fuerte como
para alterar las relaciones de producción autoritarias que
caracterizan a toda sociedad de
clases"[11].
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