El hermano `del medio´: un hermano mediatizado y tan cercano como lejano
- El
hermano del medio. Una aclaración - El
medio - Vida
des(conectada), dicotomía o continuidad - Encuentros
lúdicos, encuentros posmodernos - Re-encontrarse
con el hermano del siglo XXI - El
ciberespacio permite el encuentro con los otros, hermanos
mediatizados. - La
red no es un juego aunque sirva para jugar - Referencias
bibliográficas
INTRODUCCIÓN /
RESUMEN
Hemos elegido en este trabajo
referirnos al prójimo mediatizado, el hermano al que
accedemos a través de los medios, en
este caso la
comunicación electrónica.
La Aldea Global imaginada por Mc Luhan representada en la
red de Internet, nos encuentra
hermanados en un contexto planetario, aunque sólo el 10%
de la población tenga acceso a ella. En este
momento social atravesado en lo regional y lo local por las
separaciones recientes, inminentes o pensadas; a las que la
globalización o sus efectos nos están
acostumbrando; el hermano mediatizado es y cada vez será,
moneda más corriente.
Si bien por momentos el mundo virtual resulta más
seguro y
estable que el mundo exterior, habilita a la vez a contactarse
con este último en formas novedosas y ampliatorias,
reconfigurando los vínculos de la vida llamada real.
Mientras que por un lado la comunicación posmoderna parece
caracterizarse por seres proteicos, capacidad de transformarse,
"plasticidad" y juego con la
identidad, a
la vez habilita a un juego elaborativo de ansiedades actuales y
al agrupamiento de las mónadas dispersas. Las redes permiten como
ningún otro medio sentirnos hoy en plena crisis local y
regional compartiendo informaciones que no aparecen en otros
lados, volviéndonos capaces de cambiar el rumbo de los
acontecimientos.
El hermano del
medio. Una aclaración
Hemos elegido para este trabajo referirnos; haciendo uso de
los recodos del lenguaje; al
hermano del medio. Sin embargo, nuestro enfoque no
apuntará a ese integrante de la fratría que en el
imaginario social ha sido generalmente considerado como "el
dejado de lado", el "conflictuado", sino a otra concepción
de hermano y a su vez, de hermano del medio, aunque no por ello
ni menos conflictiva ni menos ignorada.
Tomaremos como eje hermano, en el sentido que la cultura
occidental le ha dado como prójimo, como cercano. Este
hermano del medio al que haremos referencia será el
prójimo mediatizado, el hermano al que accedemos a
través de los medios, en este caso la comunicación
electrónica. De ahí el nominarlo hermano "del
medio".
Mientras la familia
nuclear comienza a transitar por una vía que pareciera
llevarla a una futura desaparición o al menos a una
importante transformación, los medios
electrónicos se dispersan por el planeta,
transformando a los ciudadanos en nodos, unidos y a la vez,
distantes. Hipercomunicada, hiperinformada, la trama social se va
transformando y en ella nociones como familia, trabajo,
hermano ven alteradas sus definiciones.
Las jerarquías claramente establecidas en el modelo
patriarcal imperante hasta el siglo XX, se van desgajando dando
paso a una porosidad y horizontalidad en las relaciones
generadora de confusión.
En las redes las jerarquías se desvanecen, dando a su
vez paso a posibilidades de co-gestión
inimaginables tiempo
atrás.
Disueltos algunos lugares, desvanecidos ciertos límites,
la red de Internet nos encuentra hermanados en un contexto
planetario, aunque sólo el 10% de la población
tenga acceso a ella, creando de alguna manera lo que se ha dado
en llamar Brecha Digital.
En este momento social atravesado en lo regional y lo local
por las separaciones recientes, inminentes o pensadas, a las que
la globalización o sus efectos nos
están acostumbrando, el hermano mediatizado es y cada vez
será, moneda más corriente.
Corrupción, desempleo,
desesperanza, crisis y recetas que no funcionarán y que
llevarán al holocausto
cotidiano de la modernidad
(Bauman, 1998) posiblemente muestren que el hermano animal que
rompe, despedaza, separa, puede ser paradójicamente a la
vez capaz de unir a través de la nueva tecnología.
La proximidad de los hermanos tomará también en
este trabajo dos matices diferenciables: la física y la
emocional.
El medio
Bautizado como ciberespacio por la pluma de William Gibson
(1984) en la novela
cyberpunk Neuromante, se ha ido construyendo ese espacio virtual
sin fronteras físicas, ese no-lugar que permite que
distintas personas no importa su ubicación física
puedan contactarse, solamente a través de sus computadoras y
sus módems. El prójimo pierde su dimensión
de proximidad física para pasar a ser alguien a quien nos
podemos "acercar" mediante un módem, redefiniendo la
noción de "encuentro" como ha planteado Stone
(1991).
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