Abstract
Many consider morbid obesity as a
conundrum without apparent solution.
That is, unless the forces of the
scalpel are unleashed in the form of one of the surgeries for
stomach reduction.
We know that the remedy is possible
without the surgery, but in order to achieve this goal, there are
many issues to be resolved.
In this entry we illustrate our
point.
Marco
Giorgio nació en Liguria desde donde
su familia emigró a Lima donde creció, antes de ir
a vivir a Miami y luego terminar haciendo su hogar entre Santo
Domingo y San Juan, PR.
De los Apeninos a los
Andes
Por supuesto, que la referencia en esta
ponencia a un libro famoso es sólo una memoria romantizada
de eventos de mi propia niñez antes de contarles la
historia del propio Giorgio.
Marco, de los Apeninos a los
Andes es un relato breve de ficción incluido
por Edmundo de Amicis en su
novela Corazón, publicada en el
1886.
Narra la historia del extenso y complicado
viaje de un niño de trece años, Marco,
desde Italia hasta la Argentina, en busca de su
madre, que había emigrado a aquel país sudamericano
dos años antes.
El relato aporta una cruda visión de
la emigración italiana que tuvo lugar durante
el siglo XIX y del rol que el, niño abnegado juega en
la restauración de la salud de su madre.
Edmundo de Amicis (1846-1908)
No recuerdo bien, si de niño,
leí en la revista argentina Billiken una
reseña de este libro, o si fue después de que mi
padre — proveniente de Salerno y amante de todo lo italiano —
me lo regalara, cuando, finalmente, lo disfrutara.
En esos días, recuerdo cuánto
me entusiasmaba leer historias de las niñeces de otros
chiquillos:
Mujercitas y
Hombrecitos por Louise
AlcottLas aventuras de Gulliver por
Jonathan SwiftLas aventuras de Huckelberry
Finn por Mark Twain
Y muchos otros.
Giorgio era uno de dos hijos que sus padres
procrearon después de haber contraído nupcias en
Lima, donde fijaron residencia hasta que Giorgio y Alba, su
hermana, cumplieron quince y dieciséis años de edad
respectivamente.
Cuando la familia se trasladó a
Miami, ambos retoños eran obesos.
En Miami, la familia abrió un
restaurante tipo casalingo que se volvió
eminentemente famoso y exitoso y que, de acuerdo a Giorgio,
contribuyó ostensiblemente a su gordura.
Ambos hermanos eran gay, y ambos estaban
resignados a ser obesos, sin pensar en buscar remedio para
ello.
Nos conocimos a la sazón de la
muerte de Alba, quien sucumbió a los 47 años
víctima de un aneurisma cerebral.
Giorgio, ya pesando 350 lb no podía
caminar a su agencia de viajes que quedaba a una cuadra de su
apartamiento, y no podía cuidar de su higiene personal
privada, lo que le causara grandes sentimientos de
vergüenza.
El prospecto de la cirugía
bariátrica lo atemorizaba porque tenía conocimiento
de casos con desenlace fatal.
No era que Giorgio nunca había
dietado.
Por el contrario, en el transcurso de su
vida había viajado todos los años a varios spas
famosos en los Estados Unidos y Europa, donde perdía las
libras que muy pronto retornaban con malévola
tenacidad.
Dietas, las había seguido todas, las
comerciales y las que dirigieran dietistas, endocrinólogos
y nutriólogos sin lograr ningún
resultado.
Cuando nos vimos, lo hizo en gesto de
desesperación.
Me dijo:
"Yo no vine a verlo para que me recete
píldoras que nunca me han ayudado. Mi tiroides funciona
bien, por lo que no necesito hormonas, o diuréticos para
quitarme unas cuantas libras de agua del cuerpo.
"Y, más que nada, ¡no
quiero pasar hambre!"
Habiendo establecido las reglas del juego,
que yo, sin titubeos aceptara, porque en eso, precisamente es que
se basa nuestro método, accedió a alojarse en una
unidad adyacente de dos habitaciones, en esta
área.
Trajo con él, sus dos chihuahuas y
su cocinera de toda la vida, Anabel, mujer delgada, de origen
martiniqueño por parte de madre, y haitiano por parte de
padre.
Muy alta, delgada y bien
regulada.
Fumadora discreta de cigarrillos, y enemiga
resoluta de los dulces, recibió con singular entusiasmo
los menús que a su patrón fueran
asignados.
La rutina era simple:
Desayuno a las 7 am con sesión
didácticaTerapia
Caminata lenta de una hora en la playa,
donde la suavidad de la arena facilitaba los pasosYoga y meditación
Lecturas asignadas
Almuerzo a la 1 pm
Terapia
Siesta
Caminata de playa
Tiempo libre
Cena ligera antes de la puesta del
solCaminata con Anabel
Terapia y revisión de los
eventos del día
A medida que el paciente progresó,
se le facilitó acceso a los gimnasios disponibles en el
área, y comenzó a hacer uso de la piscina para
acuaeróbicos.
Terapia de grupo se añadió al
régimen.
En diez meses, Giorgio había perdido
más de ciento sesenta libras y se sentía preparado
para hacer la transición a retornar a su morada en Santo
Domingo, para continuar tratamiento.
El aspecto de este paso, para que fuera
exitoso, sería la incorporación de técnicas
para evitar las recaídas — por tantos consideradas
inevitables.
Discusión
Cuando decimos que no se trata el
diagnóstico sino que se trata la persona que lo conlleva,
lo que significamos es que no todos los casos de gordura son
iguales, y que la estrategia de la terapia se adapta y se amolda
a cada situación particular.
En este caso, Giorgio ha mantenido su peso
de 190 libras por más de dos años, como otros han
asimismo logrado hacer.
¿Por qué, en
nuestro método, insistimos en la importancia de la
psicoterapia para el tratamiento de la gordura?
He aquí la razón
Por ejemplo — y ahora hablaremos, por un,
inesperado instante, acerca de la anorexia nervosa, que queda en
el extremo opuesto de la obesidad en el continuo de las
disorexias — encontramos que investigadores británicos
como George I. Szmukler y Digby Tantum nos aseguran que las
anoréxicas son totalmente dependientes en su estado de
inanición, que ellos nos hablan de "estar adictos al
hambre".
De ser así, como, posiblemente, por
todas las apariencias lo es, ¿no sería asimismo
posible que igualmente sea el caso con las personas
obesas?
La respuesta yace en la noción
conocida en el psicoanálisis como las resistencias al
cambio.
Es simple, veamos:
¿Quién deja de
fumar?¿Quién deja de
beber?¿Quién deja de abusar de
las fast food?¿Quién deja de
apostar?¿Quién…?
Para Freud, las resistencias al cambio en
el tratamiento de las neurosis eran normales porque las mismas
suministran al paciente la presencia de un "amigo" que auxiliaba
en tiempos de dificultades.
¿Por qué, entonces,
renunciarlo?
A pesar de que los hábitos nos
matan, es mejor que, siempre los abandonemos, el próximo
Año Nuevo o después, y no cuando nos
conviene.
He aquí, donde la terapia comienza y
la gordura termina.
Es la experiencia que, con nuestros
pacientes compartimos.
Algo que pocos hacen o saben cómo
lograr.
Fin de la lección.
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por Vincent Van Gogh
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca