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Paraísos fiscales, lavado de dinero y drogas en el -nuevo mundo- Americano



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. La crisis mundial
    en contraste con el lavado de dinero y los paraísos
    fiscales
  4. La economía
    internacional entre el negocio de las drogas y lavado de
    dinero
  5. Conclusiones
  6. Escenarios
    más probables

Resumen

Este trabajo pretende realizar un acercamiento al estado
del lavado de dinero y los paraísos fiscales en el
continente americano, relacionado con el crimen organizado
trasnacional, particularmente con el vinculado al tráfico
ilícito de drogas (TID).

Para ello se hace un breve análisis sobre los
paraísos fiscales en América y su relación
con el lavado de dinero, proveniente en lo fundamental del TID y
otros delitos conexos (tráfico ilícito de personas,
órganos y armas), para desde allí abordar la
situación de dependencia y dominación en que
mantiene los EE.UU. a nuestra América, en el contexto de
crisis de la economía mundial.

Palabras claves: drogas, crisis económica,
lavado de dinero, paraísos fiscales, Latinoamérica,
EE.UU.

Introducción

La historia de los paraísos fiscales y el lavado
de dinero en Latinoamérica, parece una historia
romántica donde la conspiración, las alianzas entre
élites de poder económico trasnacional parece no
hallar racionalidad. En un contexto pletórico de burbujas
financieras, donde el tráfico ilícito de drogas y
otros delitos conexos, consolidan las alianzas entre el
empresariado y sectores de la "alta" política, para el
blanqueo de las ganancias y la evasión de altos
impuestos.

Parce ser que el mundo incivilizado suele imponerse para
los países de nuestra América. El TID si bien en
materia jurídica es seriamente penado por las autoridades
norteamericanas, desde el orden económico, financiero y
comercial, son muy bien aprovechados los dividendos provenientes
de ese flagelo. Digamos que cuando se sigue la ruta del dinero,
puede percibirse el punto de encuentro entre los intereses de los
narcotraficantes, el empresariado transnacional y los altos
funcionarios políticos latinoamericanos y estadounidenses,
en el lavado de dinero y la evasión de impuestos; para lo
cual utilizan hábilmente los paraísos fiscales de
la región y, también, del territorio de los
EE.UU.

Los paraísos fiscales no son necesariamente
ilegales, a pesar de que en muchos casos se les relacione con el
blanqueo de dinero, la fuga de capitales o la evasión de
impuestos; ciertamente se pueden obtener ventajas sin cometer
ningún delito, aunque moralmente dejen mucho que desear.
Existe también un problema ético aunque no deja de
ser legal cuando los ciudadanos o empresas trasladan sus
capitales hacia otros países en aras de evitar los altos
impuestos en su país de origen.

El dinero negro puede derivarse tanto de actividades
económicas ilícitas como de aquel que no se declara
en hacienda, tanto para la evasión de la Justicia en
términos criminales como la evasión de los altos
impuestos. En este trabajo interesa destacar aquel dinero
blanqueado por tráfico de drogas y otros delitos conexos.
La problemática parte en este caso, cuando el individuo
acumula una suma de dinero la cual no puede justificar y, por
tanto, utilizar libremente para el comercio.

Desde la época de Al Capone[1]el
crimen organizado utilizada esta terminología, cuyo
término de blanqueado de dinero o lavado, se
originó cuando dicho Gánster adquirió una
cadena e lavanderías para legitimar la procedencia de sus
dinero con un negocio de segunda, el cual, evidentemente no era
el fruto de sus grandes riquezas pero sí un cauce por
donde legitimar algunos de sus fondos.

Actualmente es muy común la inversión el
sector turístico, sobre todo en la construcción.
Por ello los países o regiones con economías de
servicios suelen ser muy atractivos para el lavado de dinero del
crimen organizado. Sin embargo, en las listas de la OCDE nunca se
reconoce este tipo de actividades en los países de primer
mundo. Tal es el caso de los Estados Unidos donde existen varios
Estados donde es clásico el lavado de dinero. En esta
actividad, es muy llamativo el caso del Estado de la Florida,
donde Miami ha cumplido un rol crucial en esta actividad por
décadas. "Un estudio realizado por el Departamento de
Robos de la policía de Miami, a mediados de la
década del 80, indicó que de 100 billetes de un
dólar analizados, 99 tenían rastros de
cocaína."[2]

Es muy común ver como grandes capos de la droga
en Colombia y México lavan sus dineros en Miami,
invirtiendo en casas, hoteles y otras construcciones; contando
con la complicidad de empresarios y bancos que se encargan de
lavar el dinero. "Algunos opinan que los bancos miamenses
irían a la ruina si dejaran de lavar dinero del mercado de
drogas y que se depreciarían a niveles insospechados los
precios de bienes raíces si los narcotraficantes
suspendieran las compras de
propiedades"[3]

Los paraísos fiscales suelen tipificarse por su
baja tributación y el requerido secreto bancario.
Debido a estas circunstancias la OCDE suele elaborar listas de
paraísos fiscales, listas offshore, listas
grises[4]o las llamadas listas
españolas[5]que se utilizan para
"desacreditar" a algunas jurisdicciones. Curiosamente en estas
listas no aparecen bancos radicados en algunos Estados de la
Unión que realizan similares prácticas.

Sin embargo, el sistema de listas de la OCDE, a mi
consideración, crea más confusiones que soluciones
ya que su sistema de confiabilidad se basa en la firma de acuerdo
para intercambio de información y llegado determinado
estándar internacional, es eliminado de la lista de
paraísos fiscales, cuando en la práctica puede
seguirlo siendo.

El fraude fiscal, que los paraísos hacen posible,
afecta las políticas sociales, producto de la
evasión de impuestos de la cual, se supone, salen parte de
los fondos para ese tipo de medidas. Desde este punto, se puede
comprender como la evasión de impuestos que alientan el
lavado de dinero y los paraísos fiscales, afecta
directamente a un sector tan sensible e importante de la sociedad
como la clase media, tanto por su influencia política como
por su estatus de paradigma de vida político-cultural y
económico al interior de las sociedades, aunque esta
situación no es del todo homogénea. En ese sentido,
"(…) la lucha contra la austeridad presupuestaria, contra
las deudas ilegítimas, evasión y fraude fiscal,
contra los paraísos fiscales, es la lucha por el Estado de
derechos sociales (mal denominado de bienestar). La misma
lucha."[6]

Si nos dejamos guiar por las artimañas
burocráticas en torno a los parámetros de control
pudiera pensarse que las recientes reducciones de las listas de
paraísos fiscales que realiza la OCDE y otras
Instituciones es un tema en el que se ha obtenido éxito,
pero lamentablemente los paraísos fiscales, la
evasión de impuestos y el lavado de dinero son problemas
que continúa vigentes.

En realidad el sistema de listas de la OCDE funge
más como pantalla pública que como barrera contra
la evasión de impuestos y el lavado de dinero;
ensombreciendo la realidad a través de una condena
pública a un hecho que evidentemente, no se resuelve
aún a nivel global y mucho menos en el continente
americano; sumergido en guerras fratricidas entre
narcotraficantes y el gobierno norteamericano, que vienen a
constituir otra prueba de la pervivencia de los fenómenos
del lavado de dinero y los paraísos fiscales en una
región estremecida por la oleada de violencia, con que
operan los carteles de la droga.

Pero al problema no se le proyectan soluciones
definitivas, ya que más allá de las noticas de
crónica roja y las políticas antidrogas del
imperio, existe un interés económico, financiero y
comercial sobre el frondoso monto de capitales que genera dicho
negocio.

Ahora bien, este ejercicio no sólo limpia el
dinero del crimen organizado sino que se inserta también
en el sistema monetario internacional, atrayendo a las
élites de poder concentradas en los EE.UU., que buscan con
estas prácticas la evasión de sus impuestos. Con
esa evasión, se perjudican los programas de asistencia
sociales ya que ni pagan impuestos ni cotizan a la Seguridad
Social. Obviamente, evadir estas responsabilidades se transfiere
en miles de millones de dólares que se mueven en el
sistema económico comercial mundial, gracias al lavado de
dinero y a la discrecionalidad condicionada de los
paraísos fiscales o centros offshore.

La OCDE pidió la firma de doce acuerdos de
intercambio de información fiscal con otros tantos
países. Pero, como denuncia Juan Hernández
Vigueras, el truco consiste en que los paraísos fiscales
han firmado doce acuerdos con territorios sin gran relevancia o
entre sí, es decir comprometiéndose cada cual en su
complicidad sobre la existencia o no de evasión fiscal. De
esta forma, se consolida la idea de que los paraísos
fiscales constituyen el instrumento ideal de la delincuencia
transnacional, necesitada de lavar sus capitales y evadir
impuestos.

El dilema de las listas de la OCDE se resuelve con un
ejercicio de comparación entre algunas listas. Por ejemplo
si revisamos el listado de paraísos fiscales de
América según la OCDE en el año 2000
figuraban: Antillas Neerlandesas, Aruba, Anguilla, Antigua
y Barbuda, Las Bahamas, Barbados, Bermudas, Islas Caimanes,
República de Dominica, Granada, Jamaica, Islas Malvinas,
Montserrat, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía,
Trinidad y Tobago, Islas Turks y Caicos, Islas Vírgenes
Británicas, Islas Vírgenes de EE. UU.,
República de Panamá.[7]

La versión del 15 de Diciembre de
2011[8]ha ocurrido una gran simplificación,
comenzando por el caso Uruguayo. Finalmente para la OCDE Uruguay
ha dejado de ser un paraíso fiscal cumpliendo con una
serie de acuerdos que le posibilitan, al menos en lo formal,
salir de la angustiosa lista de paraísos fiscales
elaborada por esa organización. La firma de 7 nuevos
acuerdos de intercambio de información, eleva el
número de convenios del país sudamericano a 18,
cuando los requeridos son sólo 12. Esto son seis acuerdos
más de los requeridos fueron suficiente para considerar
transparente sus transacciones y, por tanto, eliminarlo de la
"lista gris" de la OCDE, donde Uruguay estaba en la
categoría de "otros centros
financieros".[9]

Gracias a estos requisitos burocráticos algunas
de las jurisdicciones más clásicas como las Islas
Vírgenes Británicas (BVI), Antigua y Barbuda,
Belize, Bahamas, entre otras, fueron sacadas de la "lista gris".
De este modo, para los primeros días de 2012 sólo
constituían las lista Niué y Naurú. La OCDE
además también creó el llamado grupo de
"otros centros financieros" el 15 de Diciembre de
2011.[10]

Sin embargo, la inmensa mayoría de los
países que abandonaron la lista posiblemente sigan
manteniendo las preferencias para no residentes y el necesaria
confiablidad que le asegura las comisiones, en otras palabras,
continúa la pervivencia de paraísos fiscales con
las condiciones propicias para el lavado de dinero y la
evasión de impuestos.

La crisis mundial
en contraste con el lavado de dinero y los paraísos
fiscales

En el contexto de crisis global y los recortes
presupuestarios que se profundizan en varios países
afectan a los organismos tributarios y la lucha contra la
evasión. De acuerdo a las cifras que maneja el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y la ONU, se lavan anualmente
más de 600 mil millones de dólares conseguidos por
el delito organizado en todo el mundo y esta operación
ocurre bajo la anuencia del sistema bancario legal.

La concentración del poder de los bancos es tal,
que sólo 20 de los mayores bancos del mundo están a
cargo del 75 por ciento de las transacciones financieras de los
Estados Unidos, Francia e Inglaterra. A esta realidad debe
sumársele que los EE.UU. no cuentan con un Banco Central
real, sino que dicho Banco es una empresa privada formada por
grandes Bancos de los Estados Unidos. Por tanto, la Reserva
Federal es un ente privado, resultado de una asociación de
Bancos de carácter estatal y de orientación
nacional –según su acta constitutiva- con
interés de lucro; por lo que dicha reserva responde a los
intereses de los bancos que la constituyen. Como si no bastara,
los mandatos de los presidentes de la Reserva son más
largos que los del presidente de los EE.UU., de modo que el
presidente entrante de los Estados Unidos no elige al presidente
de la Reserva Federal.

Un famoso lavador como Kenneth Rijock, conocido ahora
como un muy lucrativo conferencista sobre estos temas,
precisó que las razones siguen haciendo atractiva a la
banca para los lavadores, son la inexistencia de un impuesto
sobre la renta, ni de impuestos de sucesiones, ni sobre el
beneficio empresarial, eliminándose así los
controles legales de cambio bajo el supuesta confraternidad
profesional del secreto.

Por estas razones los paraísos fiscales resultan
cada día más difíciles de perseguir y
controlar, con consecuencias cada vez más incalculables.
"El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Larry Summers,
ha señalado que las compañías
supranacionales, que son unas 60 mil, junto con grandes
organizaciones de auditorías y algunos bancos de
inversión, vehiculizan una evasión fiscal que le
está costando a su país, sólo por las
actividades en los refugios fiscales, 10 mil millones de
dólares al año".[11]

De esta forma el propio sistema esta evadiendo
impuestos. De hecho como la propia Reserva Federal no es un su
totalidad un ente estatal, resulta muy lógico que
prefieran canalizar parte de sus fondos varios bancos
norteamericanos a paraísos fiscales para así
obtener un interés que perderían en la Reserva
Federal; de manera que no se ven obligados a depositar todo su
capital en la Reserva. La incógnita sería quien
desconoce este hecho y por qué no se toman medidas
efectivas contra el mismo y la realidad es que todos lo saben y
nadie hace nada.

La Reserva Federal es teóricamente
pública, porque es como el Banco Central de de los Estados
Unidos; constituyendo por tanto máxima la autoridad
monetaria. Ello a faculta para poder regir la política
monetaria y el funcionamiento del sistema bancario estadounidense
(tasas de interés, encaje legal, impresión de
dinero, etc.) Sin embargo, mediante el encaje legal puede
retenerse una determinada proporción de los
depósitos del sistema bancario, de procedencia privada y
no tiene el poder absoluto sobre su revaluación o no,
debido a que el dólar como divisa internacional debe
atenerse a otras condicionantes. Si le preguntáramos a al
gobierno de China, por ejemplo, como máximo acreedor de
ese EE.UU., tampoco le resultaría factible la
devaluación del dólar.

En este contexto, la evasión de impuestos y a
búsqueda de paraísos fiscales con mayores
preferencias, amerita un mayor control debido a las
pérdidas millonarias que puede significar para las
economías "nacionales". Para que se tenga una medida de
cuanto puede perderse con la evasión de impuestos, vale la
pena remitirse al período de la dictadura de Alfredo
Stroessner en Paraguay. "Estimaciones formuladas tras la
caída del stronismo dan cuenta que la corrupción de
la dictadura le costó al país por lo menos unos
6.000 millones de dólares americanos. Dadas las
dimensiones de esta enorme cifra, es fácil concluir las
oportunidades de desarrollo de las que se privó
miserablemente al Paraguay en términos de
orientación de la inversión pública hacia la
educación, la salud, la vivienda y la infraestructura de
todo tipo."[12]

No obstante, si bien para la clase trabajadora es muy
perjudicial la evasión de impuestos, para la clase alta
resulta un muy lucrativo negocio aunque, paradójicamente,
son ellos los que menos impuestos pagan, ya que se considera que
es la clase que tiene grandes capitales y, por tanto,
posibilidades de invertir. Esta situación ha sido tan
discutible que uno de los mayores millonarios de los Estados
Unidos ha llegado a reclamar ante el Congreso, que le cobren
más impuestos. Los paraísos fiscales tienen entre
otros beneficios, la posibilidad de lavar dinero de procedencia
ilícita, que sólo sería posible bajo los
agradables secretos bancarios que suelen conceder.

El dinero sucio puede derivarse tanto de actividades
económicas ilícitas como de aquel que no se declara
en hacienda, tanto para la evasión de la Justicia en
términos criminales como la evasión de los altos
impuestos. La problemática se origina, cuando el individuo
acumula una suma de dinero la cual no puede justificar y, por
tanto, utilizar libremente para el comercio.

Entre las formas de lavado de dinero está el
trabajo hormiga, donde una serie de individuos se dividen
diversas sumas de dinero reduciéndolas a una suma, la cual
no es registrada como sospechosa y, por tanto, el dinero puede
ser utilizado sin necesidad de justificar ante la Ley, debido a
que esas transacciones no son registradas.

Esta gran vulnerabilidad provocó que en 1998 la
ONU realizara el primer acuerdo para la lucha contra de lavado de
dinero, estipulándose los principios jurídicos
internacionales para la "lucha" contra este delito,
entendiéndolo como un fenómeno inherente al mundo
actual. "La globalización liberal requiere los
"paraísos fiscales" como la familia tradicional
requería los prostíbulos, como compensación
equilibrante de los matrimonios indisoluble. La lectura de lo que
son y de su funcionamiento habla mucho más sobre el
capitalismo contemporáneo que centenas de inocuos manuales
de economía y finanzas."[13]

Los paraísos fiscales son micro-territorios o
Estados con legislación fiscal floja o inexistente, que
practican la recepción anónima de capitales. "Ese
lavado, según el FMI, representa entre el 2 y 5% del PIB
mundial. La mitad de los flujos de capitales internacionales
transita o reside en los ´paraísos fiscales´,
en un monto que oscila entre los seiscientos millones y mil
quinientos millones de dólares sucios que circulan en esos
circuitos. Para tener una idea de lo que significa ese monto,
basta decir que las deudas públicas en todos los mercados
internacionales llega a los cinco mil millones de
dólares."[14] La evasión fiscal se
vale de los centros llamados "offshore" o bancos
extraterritoriales, que atraen a quienes buscan evadir el pago de
impuestos por sus fortunas. El conjunto de actividades de los
paraísos se ha convertido en parte esencial del sistema
económico global.

Aunque ya ha pasado de moda hablar del neoliberalismo y
sus tantas falacias, la desregulación del sistema
económico, financiero y comercial se acentúa. Y
como este fenómeno le viene de mil maravillas a
políticos, empresarios y criminales, los requisitos que
les proponen los organismos internacionales como coto son tan
formales que suelen quedar en los listados, paraísos de
tan poca relevancia que cuesta trabajo creer que las actividades
de lavado y evasión se resumen a paraísos como el
de Nauru. Sucede que, estos paraísos, son el nicho en el
que concursan, desde el más sencillo político
regional de algún territorio colombiano, hasta la
élite política del continente, con la
amañada forma en que protegen de la luz pública sus
suntuosos dividendos, políticos millonarios como el
presidente chileno Sebastián Piñera y el candidato
republicano, de mayor competencia para Obama, el exgobernador de
Massachusetts, Mitt Romney[15]

En un contexto de crisis, bajo un sistema monetario
global, sobrecargado de la circulación de capitales, donde
las monedas catalogadas como "fuertes" (euro, dólar) no
tienen más referentes sino la comparación entre
sí mismas o, en todo caso, su representación
virtual en bits; la generalización de prácticas de
lavado de dinero y evasión de impuestos, bajo la
pervivencia de los paraísos fiscales, denota un panorama
de inseguridad financiera, económica y comercial, que se
ampara en una inseguridad jurídica; toda vez que los
mecanismos internacionales creados para su control, pecan de
ineficacia, cuando se simplifican las listas de la OCDE en un
momento crisis sistémica y efervescencia del
narcotráfico en Latinoamérica.

La
economía internacional entre el negocio de las drogas y
lavado de dinero

Una de las grandes incógnitas es la cantidad de
dinero generado anualmente por el tráfico ilícito
de drogas (TID). El negocio del TID, es el segundo en movimiento
de capitales del mundo después del petróleo, por
las ganancias extraordinarias que provee. Según la ONUDC
su comercialización genera alrededor de 320 000
millones[16]de dólares anuales, con un
mercado que anda por los 200 millones de consumidores a nivel
global. Esta economía genera "(…) 300,000 empleos
para campesinos de los Andes sudamericanos que participan como
proveedores de materia prima: coca (200,000 has), amapola (1,500
has) y marihuana (no menos de 1,000 has), que proveen para los
mercados regionales
internacionales."[17]

Como los datos de la ONUDC y otras instituciones
resultan demasiado oficiales como para reflejar toda la realidad,
resulta muy conveniente compararlos con las cifras que maneja
Daniel Estulin en uno de sus libros sobre el Club de Bilderberg
para conocer, a consideración de "(…) un experto en
lavado de dinero que ostenta un alto cargo en la agencia del
gobierno estadounidense encargada de vigilar las transacciones
internacionales de capital me dijo una vez (a Estulin) que
´en números redondos debe tratarse de una suma de
unos 590 mil millones de euros anuales libres de
impuestos´"[18]

Las cifras varían entre 320 mil millones y 700
mil millones, en dependencia de las agencias e Instituciones que
se consulten, lo cierto es que todos manejan cifras
multimillonarias las cuales, obviamente, no entrarían en
el sistema monetario internacional sin el concurso de los
políticos y empresarios de mayor influencia global.
Atendiendo a esa realidad nos podemos percatar que el dinero
proveniente del TID desempeña un rol crucial en el sistema
bancario y monetario internacional, pues, como afirmara el ex
agente de la LAPD Michael C. Ruppert, de allí provienen
los papeles con que se realizan los "(…) ´pagos
mensuales mínimos de las grandes acciones y de las
burbujas de derivados y de inversiones en Estados Unidos y Gran
Bretaña´ (…). En 2000, Le Monde Diplomatique
estimó el total anual generado por el narcotráfico
en unos 420 mil millones de euros."[19]

Pero aún más alarmante resulta la
consideración de Caterine Austin Fitts editora de From The
Wilderness quien afirmó "(…) que esos 590.000
millones de euros generarían transacciones
económicas seis veces mayores que ese valor para blanquear
el dinero, de modo que el impacto real del negocio de las drogas
en las finanzas internacionales se convertiría en
transacciones por valor de 3 billones y medio de
euros."[20]

Estas cifras millonarias generadas por el TID,
interactúan con el sistema comercial mundial,
inyectándolo de papeles o bits, como puntualiza el
profesor Casals; apoyando la especulación financiera y la
lógica del capital con la concentración tanto de
las riquezas como de su apropiación. En ese sentido, la
mafia actual sigue la lógica de antaño, aquella que
comprende la sinergia del sistema, se adecúa y participa
en el mismo, no como su contraparte sino como su soporte ilegal.
Por ello vale la pena recordar la famosa frase del gánster
Al Capone al acusársele por evasión de impuestos:
"Esto es absurdo.  ¡Ustedes no pueden cobrar impuestos
sobre ingresos ilegales!"[21] 

Imaginemos entonces como se traducen estos fondos en las
bolsas de valores. Entendiendo que en las bolsas se negocian
acciones, participación en las ganancias, en la
rentabilidad de una empresa, determinada por las utilidades que
reparte dicha empresa. El llamado Carry Trade o diferencial de
rentabilidad esperada se alimenta de liquidez, proveniente del
balance de las empresas, la reserva de los bancos centrales y los
sospechosos grupos de capital privado. En este sentido, los
dineros que están en los bancos centrales también
están en movimiento, entendiendo la concepción del
capital como dinero que genera dinero.

Conjugando esta realidad con la participación del
dinero proveniente del TID, se comprende mejor, como el
"(…) valor de las acciones de las empresas que cotizan en
Wall Street se basa en beneficios netos anuales. El sistema
conocido como bonos de beneficio, hace que éstos se
reflejen en el valor de la empresa cotizada en bolsa multiplicado
hasta por 30. Para empresas como Chase Manhattan Bank (…)
tener unos 10 millones de euros en Beneficios netos adicionales
derivados del tráfico de drogas le supondría un
incremento neto en el valor de sus acciones en bolsa de hasta 300
millones de euros."[22]

Otra de las complejidades de las operaciones de lavado
de dinero y los paraísos fiscales en el sistema
económico comercial actual, es la presencia de una
plusvalía virtual a partir de una ganancia virtual, que se
produce en la esfera de la circulación y no, como
reflejaran los clásicos, aquella plusvalía real
originando riqueza desde la producción. Aparecen los
derivados financieros dada la ausencia de una plusvalía
real. Esta llamada plusvalía virtual –como afirma el
profesor Jorge Casals Llano- se produce esencialmente en la
esfera de la circulación y es precisamente en esa esfera
donde entran en juego los dividendos obtenidos por el negocio
ilícito de las drogas y otros delitos conexos, por su
necesidad de ser lavados para poder entrar en
circulación.

Definitivamente los bancos norteamericanos y, más
que los bancos, la élite empresarial, "apuesta" con el
dinero de todos, beneficiándose en todo este proceso del
lavado de dinero procedente del crimen organizado,
particularmente el relacionado con el TID.

En este complejo entramado entran en acción, como
otro de los elementos perjudiciales que suelen dirigirse a los
paraísos fiscales, los llamados Capital
Golondrina
, caracterizados así por la inestabilidad
de la permanencia del capital en un lugar. Este consiste en
depósitos de capital efímeros, es decir que se
condicionan a corto plazo y con rendimientos muy variables,
otorgándole mayores posibilidades de movilidad. Este
capital concurre hacia los países o regiones donde pueden
obtener mayores ganancias, de forma coyuntural, para luego
dirigirse hacia otros que le ofrezcan mejores condiciones. De
esta manera se aseguran el no comprometimiento con el destino de
los países donde han hecho depósitos ni con las
consecuencias que acarrea para los mismos, las
características de sus actividades.

En este sentido, los capitales golondrinas pudieran
comprenderse como una de las tantas expresiones negativas de la
globalización neoliberal de la economía. Con ello
nos percatamos de otra de las falacias de ver
dogmáticamente correcto, aspectos como la inversión
extranjera, las cuales sin condicionamientos ni regulaciones
financieras y jurídicas que protejan a los países
donde se realizan, pudieran beneficiar los intereses privados
sobre el interés nacional, lo que agudizaría las
relaciones de dependencia y dominación
históricamente ancladas en la relación de los
EE.UU. con América Latina y el Caribe.

Por otra parte, los capitales golondrinas depositados de
manera coyuntural y condicionada, pueden producir una peligrosa
revaluación en la moneda local; perjudicando las
condiciones de vida de los lugares donde hacen depósitos,
unido a inversiones extrajeras que lejos de ir a la
economía real, al sector productivo, van hacia la
obtención de grandes ganancias, durante el período
en que los paraísos fiscales le ofrezcan mayores
posibilidades de evasión fiscal y otros nichos de
ganancias, para luego trasladarse hacia otros lugares donde las
ventajas comparativas que persiguen sean mayores; dejando
perjudicada a las economías de los países donde
habían hecho depósitos.

Los capitales golondrinas, a su vez, pueden producir un
aparente fortalecimiento de las monedas locales, producto de la
abundancia de capital que pueden mostrar coyunturalmente. Por
ello, el empleo regulaciones financieras y jurídicas
más estrictas, resulta una necesidad para dar mayor
estabilidad a estas economías y no exponerlas
acríticamente este tipo de actividades e inversiones de
capitales, que están muy lejos proveer un desarrollo
sostenible para los países latinoamericanos y
caribeños donde se desarrollan este tipo de
actividades.

La desenfrenada emisión de papel se "respalda" en
activos y por bancos que tienen fiducia, en otras palabras,
confianza de que van a pagar. La compra de activos por el Banco
Central suele traducirse en un aumento de la demanda interna,
así como la venta de activos en su disminución. En
los Estados Unidos, donde un ente privado hace de Reserva
Federal, el financiamiento de la deuda pública Federal
realizada por otros países (y actores) asciende a 14
billones de dólares. Por tanto, un incremento de la oferta
monetaria reporta un efecto expansivo sobre la
economía.

En este análisis no debe perderse de vista que el
dólar como divisa internacional, produce un descontrol en
la medida en que los Estados que la asumen, pierden una
determinación sobre la moneda, por lo que el precio de
dicha divisa se "determina", además de por la
relación entre oferta y demanda, por la rentabilidad
esperada
. La existencia de una desregulación del
sistema financiero internacional acentúa todas estas
problemáticas.

En el precio del dólar (tasa de cambio) o el
precio del dinero (tasa de interés), influyen
múltiples factores, pero en general los mecanismos son de
mercado, por tanto de oferta y demanda, aunque hay instrumentos
que puede manipular el banco central (Reserva Federal) para
influir sobre ellos como son la tasa de interés y la
emisión monetaria.

El lavado de dinero contribuye a la inflación
cuando hay exceso de liquidez (exceso de dinero en
circulación). Cuando hay exceso de dinero en
circulación se contribuye a la inflación, porque
indica que hay una mayor demanda de bienes y servicios y no tiene
un correlato en la oferta de estos, lo que puede producir un
repentino incremento de los precios, debido a que la oferta no
cubre la demanda.

El exceso de moneda en circulación, hinchada
también por los dividendos provenientes del lucrativo
negocio del lavado de dinero, contribuye también a la
inflación, (exceso de liquidez). Ello debe verse aparejado
a que, por lo general, cuando los bancos bajan la tasa de
interés inyectan dinero en circulación,
traduciéndose en una política monetaria expansiva.
Para ello hay múltiples mecanismos, que pueden ir desde
subir directamente la tasa de interés, imprimir más
dinero o reducir el encaje legal.

Una de las falacias sobre el lavado de dinero y el TID,
consiste comprender estas actividades como la solución
divina para el desarrollo repentino de las economías de
Latinoamérica y el Caribe. El mito se derrumba cuando nos
percatamos de que la mayor parte del dinero proveniente del
crimen organizado transnacional que operan en la región
suele dirigirse hacia los Estados Unidos; alentados por la
aspiración del american way of life, inspirados
en una concepción del buen vivir que está
más enfocado hacia la pacha Miami que a la
pacha mama.

Los Estados Unidos como país que concentra las
riquezas de los narcos, ya no sólo como paradigma
cultural, sino que también sus bancos y sucursales son
reconocidos por el crimen organizado como un buen destino para
sus dividendos. Es allí donde se concentra parte
importante de las riquezas extraídas de
Latinoamérica, reproduciéndose la lógica de
dependencia y dominación que precede la romántica
relación entre el norte y el sur americano. "Se estima que
solo en Estados Unidos las ganancias que arrojan estos delitos
ascienden alrededor de US$275.000 millones, excluida la
evasión fiscal."[23]

De esta forma, los Estados Unidos de Norteamérica
y en particular, el sur de la Florida, resulta especialmente
atractivo para que el crimen organizado gaste sus ganancias en
una economía de servicios, que se adecúa
perfectamente a los intereses de lavado e inversión de
estos sectores.

De estas "ganancias", lo que llega a las
economías latinoamericanas es un muy deprimido por ciento
el cual, no obstante, logra atraer a amplios sectores rurales y
urbanos que participan en algunas fases del negocio por
pequeñas comisiones, ante la difícil
situación socioeconómica que viven estos
países.

La concepción del Estado nacional en su
versión primigenia se va perdiendo en cuanto a
interés económico. Las ganancias de los negocios
ilícitos de la droga y otros delitos conexos fluyen de
toda Latinoamérica y el Caribe hacia los EE.UU.; corriendo
a favor de los intereses del gran capital transnacional. "Si
tiempos hubo en la historia en los cuales el estado regulador,
mediante su intervención, podía paliar los
´efectos no deseados´ del ´libre juego´
de la oferta y la demanda en los mercados, hoy no existe estado
en el mundo que pueda ´regular´ la actuación
de las grandes empresas transnacionales, algunas de ellas con
mayor fuerza económica que continentes
enteros."[24]

Las países latinoamericanos dependientes tras
siglos coloniaje y deformación estructural de sus
economías; distraídos ideológicamente por la
influencia de la hegemonía cultural estadounidense, suelen
reconocer como alternativa contra la crisis actual, la
"atractiva" triada del negocio de las drogas, el lavado de dinero
y los paraísos fiscales. Sin embrago, si se realiza un
análisis profundo sobre estos fenómenos no hacen
más que diluir a la región entre la
narcoeconomía y la dominación perpetua del imperio
estadounidense, está vez a través de un negocio al
cual concurren, extrayendo los mayores beneficios para el
sostenimiento del sistema capitalista global, limpiando los
grandes volúmenes de dinero sucio, para el sostenimiento
de las falacias del sistema capital mundial.

De manera general, el lavado de dinero aumenta y el
incremento de las incautaciones de drogas de algunos
países de Latinoamérica no hace más que
evidenciar la perpetuidad del negocio.

El "narcotráfico" amenaza la estabilidad de la
región, por su relativa funcionalidad para fungir como
colchón de los países más pobres,
sobre los efectos de la crisis económica global,
representando un por ciento considerable del PNB, así como
por las fuentes de empleo que genera. De igual forma, ha sido
acogido por empresarios en declive para recapitalizar sus
finanzas.

Por otra parte, las economías latinoamericanas
desmoralizadas ante el auge de prácticas ilegales de
comercio, acuden a un proceso enajenante, reconociéndose
ya no sólo desde el norte sino también en el sur,
la presencia de fenómenos morbosos –al decir de
Gramsci- en una época de crisis del sistema mundial. Por
ello, independientemente de las teorías de Francis
Fukuyama en su dilema del fin o, más recientemente, el
futuro de la historia, lo que ciertamente estamos presenciando no
es una época de cambios sino un cambio de época,
donde la homogeneidad y el unipolarismo han dado paso a sistemas
más complejos que no se pueden comprender sin la
consideración de todos los actores que confluyen en
él.

Resulta entonces, el análisis del lavado de
dinero, los paraísos fiscales y el negocio de las drogas,
procesos estrechamente relacionados que ganan espacio, dentro de
ese gran sistema económico, comercial y financiero a nivel
mundial.

Este proceso desmoralizador comienza por la
economía pero se expande al espectro político,
social y cultural de un mundo globalizado y, aunque ya no
esté muy de moda, reformado bajo la tutela teórica
del neoliberalismo, en una crisis multidimensional de la cual el
sistema capitalista no acaba de hallar salida y acude para su
permanencia, a fenómenos morbosos como el crimen
organizado trasnacional asociado al delito de TID, el lavado de
dinero y los paraísos fiscales en el "nuevo
mundo".

No por gusto Galeano expresó en su
paradigmática obra Las Venas abiertas de
América Latina
: "La economía mundial es la
más eficiente expresión del crimen
organizado"[25] Evidentemente esta idea no
sólo continúa vigente sino que se acentúa en
nuestra realidad. Cuando las economías latinoamericanas se
ven más dependientes del sistema económico global y
las crisis originadas por los Estados Unidos y otras potencias
occidentales, suelen hacerse sentir más en los
países del llamado Tercer Mundo; vale la pena acercarse al
mundillo los paraísos fiscales y seguir -a la usanza de
Walter Martínez- la ruta del dinero, que casi siempre
ayuda a dilucidar mejor quienes son los autores intelectuales de
lo que sucede hoy con el crimen organizado trasnacional, el
lavado de dinero y los paraísos fiscales, que tanto corroe
al "nuevo mundo" americano.

Conclusiones

Los paraísos fiscales, el lavado de dinero y el
alto tráfico ilícito de drogas existente en el
continente denotan, en el actual contexto de crisis
económica global:

Fracaso del sistema de regulación
financiera.

Expresión de la crisis sistémica y
multidimensional del sistema capitalista neoliberal.

Otra manifestación de la crisis de la
hegemonía de Estados Unidos sobre
Latinoamérica.

Denota la crisis de credibilidad de los EE.UU. en un
contexto donde la Internet, las nuevas tecnología y las
redes sociales on line, dan mayor libertad de
información.

Vulnerabilidad institucional de los organismos
internacionales, al permitirse los grandes montos de blanqueo de
capitales del crimen organizado trasnacional, así como un
alto índice de evasión de impuestos.

La existencia e internacionalización de problemas
de seguridad como el tráfico ilícito de drogas, los
paraísos fiscales y el consecuente lavado de dinero, es
inyectado por los Estados Unidos y, a la vez, reporta enormes
beneficios la lucha contra estos males como pretexto para otras
guerras imperiales que alimenten su insaciable Complejo Militar
Industrial.

La pervivencia de los problemas asociados al lavado de
dinero y los paraísos fiscales pudiera reconocerse como el
cáncer del sistema capitalista imperial que necesita del
crimen organizado trasnacional para mantener las burbujas
financieras y los estrepitosos índices de movimiento de
capitales sólo respaldados, que sólo son posibles
de respaldar por la criminalidad internacional y su poder para
emitir papeles y bits, en eurodólares.

El fraude fiscal, que los paraísos hacen posible,
afecta las políticas sociales, producto de la
evasión de impuestos de la cual, se supone, salen parte de
los fondos para ese tipo de medidas

El lavado de dinero y los paraísos fiscales,
afecta directamente a un sector tan sensible e importante de la
sociedad como la clase media.

El sistema de listas de la OCDE funge más como
pantalla pública que como barrera contra la evasión
de impuestos y el lavado de dinero.

Más allá de las noticas de crónica
roja y las políticas antidrogas del imperio, existe un
interés económico, financiero y comercial sobre el
frondoso monto de capitales que genera dicho negocio.

En el contexto de crisis global, cuando los recortes
presupuestarios se profundizan en varios países, se
afectan a los organismos tributarios y la lucha contra la
evasión.

Los bancos norteamericanos se benefician en todo este
proceso del lavado de dinero procedente del crimen organizado,
particularmente el relacionado con el TID.

Escenarios
más probables

En los países con mayores actividades de TID y
otros delitos conexos, la corrupción vulnera al sector
bancario, en busca de medios para lavar dinero, con la
participación de funcionarios de entidades públicas
o privadas. Ello agudizará la relación existente
entre la corrupción y el TID, la cual no es exclusiva de
los países pobres.

La guerra de los cárteles en la lucha contra el
gobierno, supera la capacidad de algunas instituciones, de los
países subdesarrollados para enfrentar este
fenómeno, lo que justificará la penetración
de las fuerzas de las potencias occidentales y de los
contratistas a su servicio.

La corrupción será alentada por las
ganancias del TID, lo cual posibilitará la influencia
política de los cárteles, en tanto logren corromper
a funcionarios políticos o ubicar algunas de sus figuras
en los estamentos gubernamentales.

La corrupción será alentada por las
ganancias del TID, lo cual posibilitará la influencia
política de los cárteles, en tanto logren corromper
a funcionarios políticos o ubicar algunas de sus figuras
en los estamentos gubernamentales.

 

 

Autor:

Alejandro L. Perdomo Aguilera

[1] Al Capone o Scarface por su cicatriz en
la mejilla (1899-1947), fue un gánster estadounidense de
origen italiano, quién hizo fortuna en la época
de la prohibición de la venta de alcohol. Fue acusado de
evasión de impuestos en 1931 y condenado a 11
años de cárcel, aunque fue liberado en 1939.

[2] Jesús Arboleya Cervera: La
ultraderecha cubano-americana de Miami. La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 2000, p. 24.

[3] Jesús Arboleya Cervera: Ob; cit,
p. 23.

[4] La Lista gris de la OCDE se compone de
los países considerados centros financieros que se han
comprometido a adoptar los estándares acordados a nivel
internacional en materia fiscal, los países considerados
centros financieros dicen adoptar los parámetros
establecido a nivel internacional en materia fiscal, pero que
en la práctica no lo han realizado.

[5]

[6] Xavier Caño Tamayo. Impunes y
famosos defraudadores fiscales. En:
http://www.ellibrepensador.com/2012/01/07/impunes-y-famosos-defraudadores-fiscales

[7] Los paraísos fiscales. En:
http://www.muchapasta.com/b/paraisos%20fiscales/Listado%20de%20paraisos%20fiscales.php

[8] Lista de paraísos fiscales. La
clasificación oficial de la OCDE. En:
http://www.paraisos-fiscales.info/lista-paraisos-fiscales.html

[9] Uruguay ya no es paraíso fiscal
(según la OCDE). En:
http://paraisos-fiscales.info/blog

[10] lista de paraísos fiscales, la
clasificación oficial de la OCDE. En:
http://www.paraisos-fiscales.info/lista-paraisos-fiscales.html

[11] Guido Braslavsky. Jaque a los
Paraísos fiscales. Los paraísos fiscales ocultan
un tercio de todos los fondos del sistema bancario mundial.

[12] Los paraísos fiscales son
refugios de delincuentes. En:
http://www.abc.com.py/nota/los-paraisos-fiscales-son-refugios-de-delincuentes-1918

[13] Emir Sader. "Paraísos fiscales":
Prostíbulos de la globalización. En:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1329

[14] Ídem

[15] Mitt Romney se ha resistido a exponer
los datos de su declaración de la renta, explicando que
las autoridades se quedan con alrededor de un 15% de sus
ganancias anuales, lo cual resulta bien discreto si
consideramos que la fortuna de Romney oscila entre 150 y 200
millones de euros. Véase en: Mitt Romney por fin lo
dijo… paga pocos impuestos. Tomado de:
http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/01/17/mitt-romney-por-fin-lo-dijo-paga-pocos-impuestos

[16] Véase: Word Drug Report de 2011.
En:
http://www.unodc.org/documents/southerncone//Topics_drugs/WDR/2011/Executive_Summary_-_Espanol.pdf
.

[17] Ricardo Soberón. Las tendencias
del narcotráfico en América Latina. En:
www.tni.org

[18] Daniel Estulin. Los secretos del Club de
Bilderbeg.
www.apitox.es/docs/Los_Secretos_Del_Club_Bilderberg.pdf, p.
77.

[19] Ídem

[20] Ídem

[21] Resumen – Lavado de Dinero. En:
http://www.irs.gov/espanol/article/0,,id=238185,00.html

[22] Daniel Estulin. Los secretos del Club de
Bilderbeg. En:
www.apitox.es/docs/Los_Secretos_Del_Club_Bilderberg.pdf , p.
77.

[23] Drogas, joyas y efectivo: La labor del
FMI contra el lavado de dinero y el financiamiento del
terrorismo. En: http://blog-dialogoafondo.org/?p=1029

[24] Jorge Casals Llano. La crítica al
“capitalismo salvaje”. En: Semanario Manos, Junio
1999.

[25] Eduardo Galeano. Las venas abiertas de
América Latina. Montevideo, El Chanchito, 1987, p.
438.

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