- Antecedentes (Guido Grooscors y Luís
Ramiro Beltrán) - Teoría de las Políticas de
Comunicación (Luis Ramiro
Beltrán) - Legislación vigente en Bolivia y la
teoría de las Políticas Públicas para la
Comunicación Pública (José Luís
Exeni) - Bibliografía
Antecedentes
(Guido Grooscors y Luís Ramiro
Beltrán)
"Políticas, Integración y Nuevo Orden de
la Información" es un interesante acercamiento, sobre todo
histórico a las Políticas Nacionales de
Comunicación en América Latina. Guido Grooscors nos
presenta un interesante panorama y camino que se inicia durante
la lucha latinoamericana por implantar un Nuevo Orden Mundial de
la Comunicación e Información desde la
Región y para el mundo, concluyendo su análisis en
medio de un Siglo XXI caracterizado por una
transnacionalización de la comunicación a escala
global y un empeoramiento de las condiciones democráticas
de la comunicación.
Desde sus inicios el debate sobre las políticas
de comunicación se centro sobre tres ejes fundamentales:
la planificación de la comunicación, la
comunicación para el desarrollo y la
democratización de los procesos comunicacionales, dentro
de los países y sobre todo entre los países
periféricos y los de primer mundo. Así las cosas
este acercamiento teórico que se estaba teniendo,
interesó de sobre manera a la UNESCO que en el año
1972 realizó en su sede la primera reunión de
expertos sobre políticas y planificación de la
comunicación. Dos años más tarde la misma
organización convocó a la Primera Conferencia
Intergubernamental sobre Políticas de Comunicación
en Buenos Aires Argentina, para oficializar el debate y
explicitar lo hasta entonces avanzado: dicha reunión nunca
se llevó a cabo y fue frustrada.
Luís Ramiro Beltrán Afirma, "Una guerra
sin cuartel contra nuestras proposiciones, por considerarlas
atentatorias contra la libertad de información, fue
desatada desde fines de 1974 por las agrupaciones empresariales
de prensa, radio y televisión del continente". (BELTRAN,
1974).
Posteriormente desde Venezuela, a cargo del entonces
ministro de información Guido Grooscors, se redactó
una declaración principista que contenía un
conjunto de recomendaciones para la acción a nivel
internacional y nacional. Dicha declaración años
después fracasó producto del poco interés
político de los gobiernos regionales claramente
influenciados por sus aparatos empresariales mediáticos y
por los oligopolios de la información internacional.
Así los intentos por instaurar políticas de
comunicación, como fueron propuestas en sus inicios no
tuvieron ningún éxito. Según Beltrán
"Había un deplorable abismo entre declaración y
ejecución". (BELTRAN, 1974).
Teoría de
las Políticas de Comunicación (Luis Ramiro
Beltrán)
La esencia de las políticas de
comunicación la encontramos en el informe que realiza el
autor para la Reunión de Expertos sobre
Planificación y Políticas de Comunicación en
América Latina (1974). En este texto encontramos el
sustento de la ya reconocida definición de
Políticas Nacionales de Comunicación que parte de
los siguientes criterios. A continuación una
síntesis de los principales aspectos que destaca el autor
sobre la materia:
Definición
Una política Nacional de Comunicación
es "un conjunto integrado, explícito y duradero de
políticas parciales, organizadas en un conjunto
coherente de principios de actuación y normas
aplicables a los procesos o actividades de
comunicación de un país".
Fundamentos
1. Política es un conjunto de
prescripciones –tanto positivas como negativas- de
comportamiento social en relación con unos
fenómenos, problemas o procesos dados.2. La política es establecida por unas
entidades sociales –públicas o privadas- que
están facultadas para lograr el cumplimiento de sus
prescripciones en sus ámbitos de competencia
respectivos. Existen por lo menos tres niveles en los que se
formulan las políticas: el profesional, el
institucional y el nacional.3. Como la política estatal suele
afectar a amplias capas de la población, por lo
general será más conocida que las de
índole institucional o profesional. Por medio de unas
políticas –públicas o privadas- es como
se orientan y regulan las principales actividades sociales,
económicas, políticas y culturales de un
país.4. Entre otras cosas, las distintas
políticas aplicadas se diferencian entre sí por
su grado de formalización y por su duración.
Algunas de ellas se explicitan en unas formulaciones
públicas que, en el caso de las políticas
gubernamentales, pueden ir desde un discurso presidencial a
la Constitución del país, pasando por las
leyes, los decretos y las reglamentaciones especiales. Cuando
se trate de políticas institucionales
explícitas, existirán unas declaraciones y
regulaciones en las que definirá normalmente la
política correspondiente.5. Ocurre a menudo que las políticas de
distintas entidades de un mismo país no estén
debidamente articuladas las unas con las otras. Y no es
infrecuente que sean contradictorias las unas con las
otras.6. Como la comunicación es decisiva para
la existencia misma de la sociedad, los países siguen
de hecho unas políticas de comunicación de
manera implícita, Vienen formuladas tanto por
entidades públicas como privadas en los niveles local,
regional y nacional. Con harta frecuencia, las
políticas de la comunicación son sólo
parciales, esto es, se refieren simplemente a una parte del
sistema de comunicación, normalmente a un medio dado.
Más ostensible todavía es la falta de
coherencia de la mayoría de esas políticas con
respecto a los planes y la política pública de
desarrollo nacional.
Funciones
1. Las políticas son instrumentos
normativos, instrumentos para fomentar la elección y
la frecuencia de un comportamiento dado y para obstaculizar
la aparición o la frecuencia de otro determinado.
Indican las posibilidades de actuación lícita y
también las prohibiciones. Son, pues, agentes de
socialización y de control social (sin lo cual no
puede existir sociedad alguna) para diversas capas de la
población.2. Existen diferentes grados de
estimulación positiva o negativa por medio de estas
políticas. Pueden limitarse a fomentar cierto modo de
actuar o pueden ir más lejos, esto es, pueden apoyarlo
o incluso recompensarlo. Análogamente, las
políticas pueden coartar, prohibir o incluso sancionar
ciertas actividades. La estimulación positiva apunta a
socializar a los individuos en el sentido de un determinado
modo de actuar, la negativa ejerce un control social con
objeto de evitar que surjan comportamientos indeseables.
Combinando estos dos enfoques de "ingeniería social",
las políticas intentan lograr una pauta de conducta
relativamente estable.3. Como las definiciones de comportamiento
"deseable" e "indeseable" son subjetivas, puede ocurrir que
una política parcial sea rigurosamente opuesta a otra
política parcial sobre esa misma materia. Es, pues,
imprescindible que exista una política nacional
global, para poder armonizar unas normas contrapuestas y
ensamblarlas en una pauta viable y uniforme de comportamiento
aceptable para la mayoría.4. En ciertas ocasiones, la política no
encaja con la realidad. En materia de comunicación,
puede ocurrir asimismo que el libre acceso, en condiciones de
igualdad, de toda la población a los programas de los
medios de comunicación social sea un postulado
político, enunciado incluso en la Constitución,
pero en la práctica tan sólo una minoría
de la población – como ocurre de hecho en la
mayoría de los países latinoamericanos –
podrá gozar efectivamente de esa
posibilidad.5. Así como ninguna sociedad puede
existir sin comunicación, el desarrollo nacional
basado en el cambio social no puede tener lugar
óptimamente si la comunicación no está
organizada para servir a las metas nacionales. Y la
organización, la inversión racional y ordenada
de energía y recursos, comienzan con la
política; es decir, la antítesis de la
improvisación y de la anarquía.
Características
1. Para formular políticas adecuadas
debemos conocer el sistema y sus procesos comunicacionales.
Suponiendo que en cada país latinoamericano exista de
hecho un sistema global de comunicación, se puede
decir que tendrá en general estos dos grandes
subsistemas: el subsistema interpersonal (de relación
directa) y el impersonal (de masas).2. Toda política debe apuntar a orientar
un comportamiento colectivo más que individual. Las
reglas formuladas han de ser acatadas por unas entidades
sociales, por unos grupos relativamente formales de
individuos dedicados a la comunicación.3. Respecto a las prioridades, uno de los modos
de clasificar la comunicación en acción
consiste en recurrir a las siguientes categorías
básicas: planificación, producción,
distribución, utilización y evaluación
de los mensajes, siendo la producción y la
distribución las que más se prestan a la
formulación de la política correspondiente
Existen, sin embargo, factores que merecen ser tomados en
consideración; por ejemplo, la disponibilidad de
medios de comunicación, la distribución de los
medios de comunicación, el acceso a esos medios y la
utilización efectiva de los que se ofrecen.4. Son necesarias las políticas y la
planificación de la comunicación debido a que
gran parte de las energías de comunicación se
desperdician o se aprovechan mal en varios
sectores.5. En los últimos años, el
concepto tradicional de comunicación ha pasado a ser
un tema de debate, en particular en América Latina. El
planteamiento tradicional más conocido considera la
comunicación como un proceso de transmisión de
experiencias (relativas al conocimiento, las actitudes y el
comportamiento) de una o más personas a otra persona o
personas. Por lo mismo ha prevalecido la idea de que la
persuasión constituye el principal objetivo, cuando no
el único, de la comunicación.
Los críticos condenan esta concepción
diciendo que se basa en argumentos técnicos e
ideológicos. Pretenden que el concepto mecánico de
transmisión puede difícilmente aplicarse a la
realidad humana, en la cual no se transfiere realmente nada de un
espíritu a otro, y que las señales emitidas por una
persona sólo podrán ser recibidas e interpretadas
por otra en el caso de que el receptor conozca debidamente la
clave o código empleado en esa transmisión. Aducen
asimismo el hecho de que la persuasión no es sino una de
las muchas finalidades que perseguimos cuando comunicamos con
otras personas. Más aún esos críticos
afirman que el concepto tradicional de comunicación
implica una concepción autocrática de la
relación humana en la cual prevalece una
comunicación unilateral, permaneciendo el destinatario
como el objeto sometido y pasivo del monólogo de un actor
persuasivo.
En este sentido, se propone, en cambio, que la
comunicación debe concebirse como un proceso de
interacción social por medio de un intercambio equilibrado
de experiencias en la que participen los seres humanos con
múltiples finalidades. Los partidarios de esta
teoría insisten en que implica el predominio del
diálogo sobre el monólogo, con objeto de llegar a
una comunicación horizontal, basada en una
distribución equitativa de las oportunidades para que
todos puedan enviar así como recibir mensajes, y ser de
ese modo influidos a la vez que influyentes
6. La política de la comunicación
habrá de contener unas cláusulas en el sentido
de que la comunicación deje de ser un privilegio mas
para la minoría y se convierta en un bien cultural del
que todos puedan gozar. En directa relación con lo
anteriormente dicho, los responsables de formular la
política de la comunicación habrán de
velar por que ésta no sea exclusivamente vertical y
unilateral ya que, si no se democratiza el sistema de
comunicación, la mayor participación social a
la que aspiran muchos gobiernos como criterio de igualdad
resultaría inalcanzable.
Políticas y Planes
1. Llegados a este punto, es muy probable que
se enfrenten con un problema totalmente nuevo, a saber, el de
expresar una política no solamente por medio de los
instrumentos normativos habituales (reglas, reglamentos,
leyes, declaraciones, etc) sino además a través
de unos planes de comunicación concebidos
específicamente para encajar dentro de unos planes de
desarrollo más amplios.2. Es preciso organizar la comunicación
para que pueda ser no sólo eficaz sino también
eficiente: esto es, efectiva con un costo de energía
racional. Y cuando haya que organizarla para que
desempeñe un cometido ingente y global como el de
alcanzar el desarrollo de un país, esa
organización tendrá que ser de un grado y de
unas características que aparentemente apenas si se
perciben hoy en día en América
Latina.3. Una política es la raíz
intelectual general sin la cual ninguna organización
puede dar frutos óptimos. Y los planes no son sino una
expresión concreta de una política aplicada
para orientar unas series determinadas de comportamientos en
unos marcos dados de espacio, tiempo y recursos.4. Una elección capital que se desprende
de esos fallos es que se ha dado por supuesta la
dimensión humana o se la ha pasado incluso totalmente
por alto. De hecho, los planificadores están
descubriendo que influir en el comportamiento de los seres
humanos resulta mucho más difícil que manipular
el agua, la tierra, las plantas y los animales.
Procedimiento para su implementación
1. ¿Quién habrá de
formular la política nacional de comunicación?
Todas las entidades públicas y privadas que participen
ya en las políticas nacionales de comunicación
deberán intervenir en el intento de crear una
política general y total de comunicación para
el país. Esas entidades abundan y tienden con
frecuencia a seguir unas políticas independientes las
unas de las otras2. La UNESCO ha sugerido que se debería
conformar un Consejo Nacional de Política de la
Comunicación, órgano autónomo encargado
de esa misión. Si se considera que se trata de un
método viable, se plantearán ciertas preguntas;
a saber:3. Una política nacional debe intentar
integrar todas las políticas parciales. Su finalidad
es tener el máximo alcance posible.4. En cuanto al grado de acatamiento,
¿estará la política nacional concebida
con la finalidad de conseguir que se acaten cualesquiera
normas que hayan sido adoptadas? Es decir, ¿no se
limitará meramente a sugerir sino que tratará
de implantar una actuación dada, mediante unas
motivaciones positivas y negativas? En tal caso, el tipo de
instrumento central que se requiere consistirá en
lograr que se apliquen y cumplan las reglas estipuladas. El
de índole más formal sería una Ley
General de la Comunicación en la que se estipularan
las normas básicas para cada uno de los sectores
principales de dicha política y que se
detallarían ulteriormente en unas reglamentaciones
específicas para cada uno de ellos5. La mejor concebida de todas las
políticas nacionales de comunicación no
podrá ser eficaz si no se organiza adecuadamente su
ejecución y cumplimiento. Así, pues, otra tarea
fundamental del órgano central competente
consistirá en idear los medios de llevarla a la
práctica. Es probable que esta tarea tenga
esencialmente las siguientes fases: divulgación y
promoción, aplicación, control y
evaluación y revisión y reajuste.
Legislación vigente en Bolivia y la
teoría de las Políticas Públicas para la
Comunicación Pública (José Luís
Exeni)
Según Beltrán Perú, Venezuela y
Brasil fueron los únicos casos de la región que
intentaron acercarse a la implementaron de políticas de
comunicación, el resto de los países incluyendo el
nuestro generaron marcos normativos estatales parciales y muchas
veces incoherentes.
Volviendo al análisis que hacen los autores de la
legislación vigente, Beltrán afirma que "La
legislación boliviana en periodismo es tan antigua en
inoperante que resulta disfuncional. El periodista acostumbrado a
que la ley sea nominal, sabe que está a salvo" (EXENI,
2010) mientras que Exeni afirma que "tenemos normas insuficientes
y dispersas, habrá que añadir que se cumplen
parcialmente o en palabras de Lupe Cajías: un andamiaje
legal incompleto caracterizado por insuficiencias, obsolencias y
ausencias"
Efectivamente en Bolivia tenemos una serie de principios
nacionales que norman de manera parcial ciertas actividades
comunicacionales, pero éstas están incluidas en
leyes dirigidas hacia la regulación electoral, de las
telecomunicaciones, educación, justicia, protección
de la niñez y racismo. Además de la Ley de Imprenta
que a pesar de tener gran valor, necesita de ciertas
modificaciones que tomen en cuenta la realidad y coyuntura
política y periodística del país.
En conclusión, ninguna de estas leyes garantiza
el flamante derecho a la comunicación, ni lo norma,
además que en ninguno de los casos encontramos principios
que se dirijan a promover o planificar la comunicación de
forma democrática, sino por el contrario todas las leyes
están relacionadas con la regulación informativa y
mediática. De este modo por un lado tenemos un principio
constitucional valioso y potencialmente beneficioso, pero por
otro lado contamos con una regulación contradictoria a tal
principio.
Así las cosas, Exeni afirma que existe una
urgente necesidad de un "Ley General que incorpore, actualizando
y con letra-espíritu de democratización, todas las
piezas del sistema de comunicación en general y del
complejo mediático en especial": Esta necesidad que
expresa este autor es válida en el sentido
democrático de la posible norma, pero no en su enfoque
mediático. Es decir que una política de
comunicación propuesta por el Estado debería estar
dirigida, no hacia la regulación e injerencia sobre los
medios masivos, sino hacia la democratización de la
comunicación en su sentido más amplio, garantizando
y promoviendo la participación libre e igualitaria (en la
medida de lo posible) de los miembros de la sociedad, en cuanto a
acceso y oportunidades. Además de tomar en cuenta a la
comunicación, como proceso social con potencialidades
interculturales y consénsuales.
Por otro lado, respecto a la lectura que hace Exeni de
las Políticas de Comunicación y la coyuntura
nacional propone siete aspectos o reorientaciones a tomar en
cuenta para lo que él denomina Politicas Públicas
Para la Comunicación Pública:
1. Desestimar la idea de formular y aplicar una
sola Política Nacional de Comunicación como
horizonte normativo y principista "omniabarcante" con alcance
general. Este autor considera que se debe apuntar al
diseño y ejecución de varias políticas
públicas y estrategias sectoriales de
comunicación. Pero afirma también que
"independientemente de su sujeto, objeto y ámbito
comunicativo, y considerando situaciones específicas,
deben ser explícitas, integradas y
duraderas.2. Este autor también propone declinar
de la idea de crear un macro concejo Nacional de
Comunicación, como sujeto único y centralizado,
monitoreado desde el Estado, para el diseño y
ejecución de una Política de
Comunicación, para trabajar también en una
lógica institucional descentralizada.3. Su propuesta supone también abandonar
la idea de un Sistema Nacional de Comunicación y tomar
en cuenta la diversidad de entidades y sujetos que
intervienen en los distintos procesos comunicacionales del
país, "y asumir claramente la distinción y
relación de tres potenciales objetos de principios y
normas en materia comunicacional: Lo estatal, lo
público y lo privado. Pensando con mayor especificidad
en lo que sería el objeto de las políticas de
comunicación, parece necesario identificar y
diferencias con claridad tres componentes ligados; la
producción, la emisión y la recepción"
(EXENI, 2010)..4. "Desistir del viejo dilema entre
comunicación para la dependencia versus
comunicación para el desarrollo, y asumir una
lógica temática como variable para la
definición del ámbito comunicativo de las PC,
en una orientación sustentada en el ejercicio de los
derechos a la comunicación e información"
(EXENI, 2010).5. Exeni Plantea desestimar el hecho de que la
Nación sea el único ámbito comunicativo
y comenzar a pensar en la indivisibilidad y
plurinacionalidad, así como el reconocimiento de la
región municipal y departamental, además de los
ámbitos de autonomía indígenas, como
nuevos espacios a tomar en cuenta.6. "Desechar la apropiación
gubernamental, e incluso partidaria, de la propuesta de
políticas para la comunicación, y proyectar
éstas como políticas públicas, lo que
implica asegurar su institucionalización y garantizar
su sostenibilidad. Esto debería asumirse como la base
para la formulación y ejecución de
Políticas Públicas para la Comunicación
Pública, en el marco de la democratización de
la comunicación" (EXENI, 2010).7. Encontrar en lo público el elemento
que guie el marco de las políticas de
comunicación, superando las esferas clásicas de
lo estatal y lo privado.
El breve repaso preliminar preparado para el trabajo
final de esta materia (Diseño de Tesis 1), nos lleva a una
conclusión sobre el tema que abordaremos. No existe
investigación alguna publicada sobre la posibilidad y los
beneficios de implementar políticas comunicacionales en
Bolivia, sobre todo partiendo de la Nueva Constitución
Política del Estado y el nuevo modelo que desde el
gobierno nacional se está intentando implementar en el
País. Por otro lado, lo que si existe es un vasto caudal
teórico, que refleja la reflexión que se ha hecho
por más de cuatro décadas sobre las
políticas de comunicación y la comunicación
democrática.
Es necesario poner de manifiesto también que
según todos los autores revisados, las políticas de
comunicación dirigidas hacia la planificación y
democratización comunicacional presentan gran
controversia, pero también su debate es de mucha
importancia. Esto debido a sus potenciales y supuestos
beneficios, pero también perjuicios normativos y
jurídicos que han enfrentado a los oligopolios
mediáticos y periodísticos tanto del país
como de la región, con los defensores y postulantes de la
democratización de la comunicación.
Teóricamente – porque en la praxis todavía
no hemos sido testigo de la implementación de
políticas de comunicación como fueron
caracterizadas en sus orígenes – las
políticas de comunicación son producto de una
matriz crítica, democrática y latinoamericana de la
comunicación, que surgió junto con toda la
vanguardia teórica en la región durante la
década de los 70. Desde entonces, debido a los cambios
políticos y sociales producidos en los distintos
países de la región, las políticas fueron
releídas, criticadas, pero sobre todo abordadas por
distintos autores, con objetivos generalmente investigativos y no
así con intenciones objetivas de ser aplicadas. Es decir
que en materia teórica se ha analizado mucho el tema por
destacados autores, pero no así por gobiernos o
instituciones estatales (esto incluye a los organismos
internacionales para el desarrollo) interesadas en aplicarlas. En
su concepción original las políticas de
comunicación se entenderían como "un conjunto
integrado, explícito y duradero de políticas
parciales, organizadas en un conjunto coherente de principios de
actuación y normas aplicables a los procesos o actividades
de comunicación de un país". (BELTRÁN,
1974)
Esta definición no ha dejado de tener validez y
ha demostrado ser la de mayor vigencia y pertinencia. Un breve
revisión de la investigación realizad en la materia
refleja que en la práctica, las políticas de
comunicación en correspondencia con su definición
no han sido aplicadas por ningún gobierno o estado, sino
por el contrario, tanto en la región como en el
país se han generado normas y principios parciales,
aislados y en muchos casos contradictorios, además de
enfocados en la regulación de la información y el
periodismo, con un claro enfoque y preocupación por el
papel político que tienen los medios dentro de las
configuraciones democráticas y estatales.
Una importante coincidencia que se encuentra entre los
investigadores y teóricos, es que todos ellos sostienen
que las políticas de comunicación son un
instrumento fundamental para la planificación eficiente de
la comunicación sobre todo estatal, pero también
institucional. Siendo la política un principio o
fundamento raigal para la implementación de cualquier plan
o estrategia que se desee implementar, esto debido a que no
sólo genera coherencia en el accionar comunicacional, sino
porque explicita las aspiraciones que se desea desarrollar desde
la comunicación.
La final coincidencia que se pondera de esta
investigación preliminar se refiere a la potencialidad,
funcionalidad y aspiración democrática en materia
de comunicación que deberían representar las
mencionadas políticas. Es decir que todos los autores
revisados afirman que una vía o instrumento factible y
objetivo para democratizar la comunicación son la
implementación de políticas de comunicación
a nivel estatal. Esta utopía democrática planteada
hace más de cuatro décadas es el "espíritu"
de las políticas de comunicación, además de
su objetivo y función más importante.
"Afortunadamente" la mayoría de los autores
coinciden en lo fundamental y en el fondo de la cuestión,
pero en los demás aspectos, sobre todo formales existen
discrepancias, surgidas por los cambios coyunturales que han
sufrido los distintos países de la región y por las
diversas condiciones políticas que vive cada
nación. Además por el profundo interés que
se tiene de generar políticas de comunicación, no
sólo tendientes a la democracia, sino también de
manera democrática y que ante todo primer la
garantía al derecho fundamental a la comunicación e
información.
Al respecto Jose Luis Exeni sostiene, "Existen muchos
teóricos que se refirieron a las políticas
comunicacionales: Marques de Melo quien sostiene que "pensar
nuevas Políticas Nacionales de Comunicación
implica, en primer lugar, sensibilizar a la sociedad civil,
movilizándola para comprender mejor la cuestión de
comunicación; Raquel Salinas, según la cual la
institución mejor preparada para asumir la tarea de
levantar las banderas legítimas de las PNC es la iglesia;
Pascuali quien partiendo de la premisa de que es necesario
abandonar la "quimera del diálogo" con las
oligarquías conservadoras de la región, propone
transformar la mentalidad del cliente y devolverle su dignidad de
Usuario-Persona; Luís Gonzaga Motta y Ubirajaba da Silva,
quienes tras rechazar las opciones de la contradicción
dominante, plantean una tercera vía: la cultura del
pueblo, con autonomía frente al Estado; Schenkel, que
pensandon en alternativas factibles a los concejos nacionales de
comunicación, y en una estrategia de avance
multi-direccional, apuesta por los organismos electorales
estatales directivos como por las organizaciones de masas y los
partidos políticos y finalmente, Elizabeth Fox, quien
sugiriendo que las futuras PC pueden basarse en el "compromiso",
destaca el vínculo creciente entre investigadores de la
comunicación, organizaciones populares, dirigentes
políticos e industrias de los medios privados"
(EXENI-2010)
Bibliografía
BELTRÁN, Luis Ramiro (1974): Informe para la
Reunión de Expertos sobre la Planificación y las
Políticas de la Comunicación en América
Latina. Bogotá, Colombia.
BELTRÁN, Luis Ramiro (1976): Políticas
Nacionales de Comunicación en América Latina: Los
Primeros Pasos. Caracas, Venezuela.
BELTRÁN, Luis Ramiro (1993): Por una
Política de Comunicación para la promoción
de la Salud en América Latina. Quito,
Ecuador.
DUHALDE, Eduardo Luis (2007). Teoría
Jurídico-Política de la Comunicación.
Buenos Aires, Argentina. Editorial Universitaria de Buenos
Aires
EXENI R. José Luís (1998):
Políticas de Comunicación, Retos y
Señales para no renunciar a la Utopía. La Paz,
Bolivia, Plural Editores.
EXENI R. José Luís (2010): Mediocracia
de Alta Intensidad, Bolivia: Medios de Comunicación y
Democracia. La Paz, Bolivai, IDEA.
GROOSCORS, Guido (2006): Políticas,
Integración y Nuevo Orden Informativo. Caracas,
Venezuela. ExLibris.
TORRICO V. Erick (1997): La Tesis en
Comunicación. Elementos para elaborarla. La Paz,
Bolivia.
SEL, Susana (2010): Políticas de
Comunicación en el Capitalismo, América y sus
encrucijadas. Buenos Aires, Argentina.
Autor:
Mgr(c) Federico Alonso Guzmán