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Procesos Cognitivos: Memoria, Pensamiento y Lenguaje (página 2)



Partes: 1, 2

A través de investigaciones se sabe que cuando
una persona ya ha aprendido un idioma y a continuación
aprende otro nuevo, el área cerebral donde se guarda este
último queda un poco apartada del área dedicada a
almacenar el primero. Por el contrario, si los dos idiomas se
aprenden a la vez, se depositan juntos en la misma área
del cerebro.

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Corresponde al pie de la tercera circunvolución
frontal del hemisferio izquierdo, muy cerca del área de la
cara del homúnculo motor (área 44), pero existen
otras zonas relacionadas (Pérez, 1998); en el modelo de
Mesulam abarca:

  • Area 44 (córtex premotor).

  • Córtex premotor: área 6

  • Córtex heteromodal frontal: 45, 47 y
    12

Se encarga de la producción de movimientos
relacionados con el habla.

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La lesión de esta zona produce afasia de broca:
disminución marcada de la fluencia verbal, trastornos de
pronunciación (disartria), incapacidad de repetir,
comprensión conservada.

Sustenta la función sintagmática: polo
sintáctico articulario de la red neural para el lenguaje.
Constituye un nódulo para la transformación de las
representaciones neurales de las palabras (originadas en el
área de Wernicke y en otras zonas cerebrales) en las
correspondientes secuencias articulatorias.

  • Secuencia fonemas, morfemas e inflexiones en las
    palabras.

  • Secuencia las palabras en frases.

  • Actúa sobre la sintaxis. Ordena y organiza la
    pronunciación de las palabras seleccionadas por el
    área de Wernicke.

La lesión del área de broca comporta
trastornos en la producción más dificultades en la
comprensión de frases en las que el significado sea
dependiente del orden de las palabras y del significado de las
preposiciones. Suele acompañarse de hemiplejía
derecha.

Área de Wernicke – (Un área general de
interpretación).

Las áreas de asociación somática,
visual y auditiva se reúnen entre sí en la parte
posterior del lóbulo temporal superior, donde convergen
los lóbulos temporal, parietal y occipital. Esta zona de
confluencia entre las distintas áreas de
interpretación sensitiva está especialmente
desarrollada en el lado dominante del cerebro (el lado izquierdo
en casi todos los diestros) y ocupa el lugar más
importante entre todos los elementos de la corteza cerebral con
vistas a alcanzar los niveles de comprensión más
altos del funcionamiento cerebral que llamamos inteligencia. Por
ello, esta región ha recibido diferentes nombres
indicativos de su importancia prácticamente global: el
área interpretativa general, el área cognoscitiva,
el área del conocimiento, el área de
asociación terciaria, etc. El más conocido es el
área de Wernicke, en honor del neurólogo que
describió por primera vez su especial trascendencia para
todos los procesos intelectuales. (Guyton & Hall,
2006).

El área de Wernicke corresponde a las regiones
posteriores de la primera circunvolución temporal, y
alcanza zonas parietales adyacentes, especialmente el giro
angular (Pérez, 1998).

  • Tercio posterior del giro temporal superior. Parte
    posterior del área 22.

  • Al córtex de asociación auditiva de la
    zona posterior del giro temporal superior se le añaden
    las zonas adyacentes de las áreas heteromodales 37, 39
    (con papel en la lectura), 40 (giro
    supramarginal).

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Sustenta la función paradigmática:
área del polo semántico – léxico de la red
del lenguaje. Selecciona las palabras más adecuadas
(Pérez, 1998).

  • Input: convierte las secuencias auditivas
    en representaciones neurales de las palabras. Luego se
    desencadenan las asociaciones que subyacen al
    significado.

  • Output: Vía final común para
    la transformación de los pensamiento en las palabras
    que se corresponden con el significado subyacente. La
    lesión altera la asociación de las palabras con
    los pensamientos y produce un habla vacía.

Los tipos de pensamiento que pueden aparecer abarcan
complejas escenas visuales que podrían recordarse de la
infancia, alucinaciones auditivas como una pieza musical
específica, o incluso una frase pronunciada por una
persona concreta. Por esta razón se cree que la
activación del área de Wernicke es capaz de evocar
patrones de memoria complejos que entrañen más de
una modalidad sensitiva, aun cuando la mayor parte de los
recuerdos particulares puedan estar almacenados en otros lugares.
Esta idea encaja con la importancia que tiene esta área
para interpretar los significados complicados presentes en los
diferentes patrones de las experiencias sensitivas (Guyton &
Hall, 2006).

La lesión en esta zona produce afasia de
Wernicke, caracterizada por pérdida masiva de la
comprensión (sordera verbal), incapacidad de repetir,
habla fluida pero llena de parafasias, que la hacen
incomprensible. Existen grandes dificultades para la lectura,
proporcionales a la afectación del giro angular. Tras una
lesión grave en el área de Wernicke, la persona
afectada podría oír perfectamente bien e incluso
reconocer las diversas palabras, pero aún así ser
incapaz de organizarlas en un pensamiento coherente. En este
mismo sentido también puede ser capaz de leer palabras en
una página impresa, pero no de identificar el pensamiento
encerrado en ellas (Pérez, 1998).

Las áreas de Broca y Wernicke, están
implicadas en los aspectos expresivos motores y receptivo –
sensoriales del lenguaje oral y escrito (lectura y
escritura).

También forma parte de los sistemas neurales para
las praxis y la memoria verbal.

Existen otras estructuras necesarias para el lenguaje,
así como sus conexiones con el resto del sistema para el
lenguaje:

Fascículo Arqueado.

Es un haz de fibras que conecta el área de
Wernicke con el área de Broca, vehiculizando la
expresión verbal del lenguaje. Conecta el córtex
temporal, parietal y frontal bidireccionalmente. Forma parte de
la red necesaria para ensamblar fonemas en morfemas,
operación imprescindible para la vocalización o la
expresión interna de una palabra (Pérez,
1998).

Su lesión produce afasia de conducción,
caracterizada por incapacidad para repetir lo oído, con
habla fluida y conservación de la
comprensión.

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Cuando se oye una palabra (a) la
sensación procedente del oído es recibida en la
corteza auditiva primaria. Pero la palabra no puede comprenderse
hasta que la señal es procesada en la cercana área
de Wernicke. Si la palabra ha de pronunciarse se ha de transmitir
una representación de ella del área de Wernicke al
área de Broca a través de un haz de fibras
nerviosas denominado fascículo arqueado. En el área
de broca la palabra evoca un programa detallado para la
articulación que es posibilitada por el área de la
cara de la corteza motora. A su vez la corteza motora dirige los
músculos de labios, lengua, laringe, etc.

Cuando se lee una palabra escrita (b), la
sensación se registra primero sobre la corteza visual
primaria. Se cree que luego pasa al giro angular que asocia la
forma visual de la palabra con el patrón auditivo
correspondiente en el área de Wernicke

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Giro Angular.

Corresponde al área 39 de Brodmann. Constituye un
relevo entre las zonas auditivas y visuales.

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Su lesión desconecta los sistemas implicados en
el lenguaje auditivo y visual, alterando las lecturas y otras
funciones.

Área motora suplementaria.

Corresponde a la zona premotora superior y medial, a la
parte interhemisférica del área 6.

La lesión del área suplementaria izquierda
provoca una afasia motora transcortical, caracterizada por escasa
fluencia y preservación de la repetición. Aparece
acinesia y mutismo. Se altera la motivación para la
comunicación (Pérez, 1998).

El área motora suplementaria presenta importantes
conexiones con el estriado. Parece ser una zona de "inicio del
habla".

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Otras zonas corticales.

Las áreas heteromodales de asociación
temporoparietal son cruciales para los proceso de enlace de las
palabras con su significado.

El córtex prefrontal heteromodal participa en la
recuperación de palabras desde sus categorías supra
ordinadas.

El hemisferio derecho interviene en los aspectos
prosódicos y paralingüísticos.

Áreas subcorticales que intervienen en el
lenguaje.

Tálamo.

Existe un mecanismo talámico que modula
específicamente el recuerdo de la información
verbal.

Algunos núcleos talámicos son clave para
el lenguaje, especialmente los anterolaterales izquierdos. La
afasia es logorreica (elevada fluencia) con conservación
de la repetición.

Aparecen alteraciones similares de la afasia de
Wernicke.

Las lesiones del tálamo izquierdo alteran la
memoria verbal y pueden provocar síndromes
afásicos.

Núcleo caudado.

Esta zona es esencial para el procesamiento del
lenguaje, y está conectada con áreas corticales
relacionadas con audición, movimiento, memoria, toma de
decisiones y emoción. Tiene un papel central en el
aprendizaje de hábitos (procedimental). Forma parte del
sistema necesario para el procesamiento automático de
estructuras de frases empleadas frecuentemente.

La lesión de la cabeza del núcleo caudado
izquierdo afecta a la expresión verbal y escrita,
especialmente a su coherencia y organización.

Lesiones en la cabeza del núcleo caudado
izquierdo y de la sustancia blanca en el brazo anterior de la
cápsula interna provocan afasias con rasgos de diversas
afasias clásicas.

Además del nervio vestíbulo coclear, los
nervios craneales implicados en el lenguaje son:

  • El nervio vago: es un nervio mixto y se
    distribuye de manera muy amplia en cabeza, cuello,
    tórax y abdomen. Sus fibras motoras se originan en un
    núcleo de la médula oblongada y terminan en los
    músculos de faringe, laringe, vías respiratoria
    y corazón; esófago, estomago, intestino
    delgado, intestino grueso y vesícula biliar (Tortora,
    1984).

  • El Hipogloso: también es un nervio
    mixto. Sus fibras motoras tienen origen en un núcleo
    de la medula oblongada, atraviesan el hipogloso e inervan los
    músculos linguales; estas fibras transmiten impulsos
    relacionados con la articulación del lenguaje y la
    deglución. La lesión del hipogloso da como
    resultado dificultad para la masticación,
    articulación del lenguaje y la deglución. Al
    llevar la lengua hacia delante esta se desvía hacia el
    lado afectado mismo que experimenta atrofia.

El corte de ambos nervios en la porción superior
del cuerpo interfiere con la deglución, origina
parálisis de las cuerdas bucales e interrumpe la
transmisión de sensaciones provenientes de muchos
órganos (Tortora, 1984).

Alteraciones del lenguaje

Las alteraciones del lenguaje, se originan por lesiones
en los centros de control o producción del lenguaje, entre
ellas se conocen la afasia, disartria y diprosodia.

Afasia.

García, López, Sánchez y otros,
2004, específicamente Sánchez Barbero, indica que
el término afasia define cualquier alteración en la
percepción y/o expresión del lenguaje, como
consecuencia de una lesión cerebral. Sánchez
manifiesta que dependiendo de la localización de la
lesión y su extensión existen varios tipos de
afasia, tal como se describen a continuación.

Tipos de Afasia.

Una forma práctica de describir las afasias es
entendiendo la localización de la
lesión.

Afasias Puras.

Esta denominación se emplea para describir
aquellas afasias que afectan exclusivamente a la capacidad de
recepción o a la expresión del lenguaje hablado o
escrito. Entre las que figuran la alexia sin agrafia, la agrafia,
la sordera pura y la anartria.

Alexia sin agrafia: afecta únicamente a
la lectura, sin alteración de otras funciones
verbales.

Agrafia: afectación exclusiva de la
escritura, manteniendo con normalidad la capacidad de lectura y
el lenguaje oral.

La sordera verbal pura o enfermedad de
Lichtheim:
cuando hay una desconexión entre las
áreas relacionadas con la interpretación de los
sonidos verbales, el área auditiva primaria y el
área de Wernicke. El paciente oye lo que se dice pero no
lo comprende porque es incapaz de traducir el contenido del
mensaje. No obstante se conserva el lenguaje escrito, la
capacidad de lectura y el lenguaje oral.

La anartria Pura: se corresponde con un
síndrome fonético – articulatorio que
dificulta la expresión, sin sufrir alteración de la
comprensión, la lectura y la escritura. Su correlativo
anatómico es una desconexión entre el área
de Broca y las áreas motoras primarias dinamizadoras del
movimiento de los órganos fono articulatorios.

En Alteraciones de la expresión verbal las
lesiones más frecuentes son aquellas que tienen que ver
principalmente con la afectación de la expresión
verbal, de origen sensorial o motor y que repercuten en menor o
mayor grado sobre la lectoescritura. Según García,
López, Sánchez y otros, 2004; dos de las más
estudiadas son las afasias de Broca y Wernicke.

Afasia de Broca.

Conocida también como afasia verbal, afasia
motora o eferente, afasia no fluida, afasia de expresión o
afasia anterior
, se origina por una lesión en la
parte posterior de la tercera circunvolución frontal
izquierda que se corresponde con el área 44 – 45 de
Brodmann o área de Broca. La lesión de esta
área que junto con el área 40 del lóbulo
parietal, participa en la coordinación de los movimientos
de los órganos fonoarticulatorios, da lugar a movimientos
desorganizados (apraxia) que entorpecen la expresión
oral.

En esta afasia, se presentan dos fases: "fase
aguda"
en la que tras una hemorragia, trombosis o
traumatismo cerebral, se caracteriza por la suspensión
total del lenguaje espontáneo. "fase de estado",
conforme la persona se recupera, inicia un lenguaje
característica de reducido vocabulario y con graves
problemas sintácticos: emisión de frases sencillas
y cortas, casi telegráficas, utilizando sólo
aquellas palabras imprescindibles, nombres y adjetivos en
singular, verbos en infinitivo y supresión casi completa
de artículos, preposiciones, conjunciones, etc.

Aquellas personas afectadas si son conscientes de su
enfermedad emplean una expresión verbal lenta y
premeditada, lo que unido a su dificultad articulatoria hace que
repita palabras, frases y exclamaciones sobre aprendidas
(estereotipias verbales), a veces sin sentido, para manifestar
cualquier idea o sentimiento.

La alteración de la comprensión auditiva
es mínima respecto a la expresión. Más
afectada está la comprensión del lenguaje escrito y
la expresión escrita, en ocasiones abolida o reducida a
sencillas estereotipias gráficas como cruces o
círculos. Así también la afasia de broca se
ve acompañada de una baja capacidad para denominar
objetos, que pueden mejorar si se le dan pautas fonéticas
o de contexto. Acompañando las manifestaciones
lingüísticas, la afasia motora se presenta
acompañada de dificultades para realizar movimientos
bucofaríngeos que pueden dificultar la
deglución.

Afasia de Wernicke.

Conocida también como afasia acústica,
sensorial, receptiva o sintáctica y se debe a la
lesión de la zona posterior de la circunvolución
temporal superior izquierda, área 22 de Brodmann o
área de Wernicke. Por ser un área perceptiva su
lesión origina una agnosia referida a la
información verbal; el paciente oye pero no comprende las
palabras.

En este tipo de afasia falla la identificación
del sonido con los fonemas correspondientes y la
asociación de los fonemas con s significado, es decir
fallas la estructura básica de la propia lengua, el
lenguaje interno, aprendido mediante la asociación
sonido-fonema. Resulta de ello la falta de comprensión
verbal y la incapacidad para transformar los sonidos en un habla
coherente. En la emisión oral se confunde las
características fonéticas, tanto por problemas de
selección como de control, cometiendo frecuentes
equivocaciones que afectan a un fonema dentro de una palabra
(parafasia literal o fonémica) o de palabras
completas (neologismos), que originan una jerga propia
sin sentido. La persona no es consciente de sus errores
(anosognosia) y al contrario que el afásico de
Broca se muestra cordialmente "dicharachero".

La afasia de Wernicke está acompañada de
errores en la escritura similares a los del lenguaje verbal,
así como alteraciones en la verbalización de la
lectura y en la comprensión de lo escrito.

Afasias de conducción.

Cuando las alteraciones del lenguaje se originan por la
interrupción de las fibras que conectan dos centros
corticales diferentes.

Afasia Central o afasia motora aferente: por
lesión de las fibras arqueadas del fascículo
longitudinal superior que unen el área sensorial de
Wernicke y el área motora de Broca. La
característica principal es la dificultad para la
repetición de lo que se oye y se comprende perfectamente,
en casos graves hay la imposibilidad de repetir simples
fonemas.

Alexia con agrafia: Surge de la
desconexión entre el área de wernicke y el
área 39 o de Déjerine. La persona oye y entiende lo
que se dice, pero se rompe la asociación aprendida grafema
– fonema, lo que dificulta tanto la lectura de letras y
números, como la escritura donde se observa desorden de
palabras y frases dentro del espacio escritural (escritura
torcida, alteración de los márgenes, etc.). En su
manifestación más aguda se anula totalmente la
capacidad de leer y escribir y no es infrecuente que estos
trastornos se entremezclen con parafasias y anomias.

Afasias marginales o
transcorticales.

Hablamos de aquellas lesiones que afectan los bordes o
los márgenes de los centros del lenguaje,
aislándolos del resto de la neocorteza, sobre todo
prefrontal, y se dividen en dos grupos, afectación a las
áreas posteriores (afasia sensorial transcortical) o a las
áreas anteriores (afasia motora transcortical).

Afasia sensorial transcortical: hay una
expresión oral y de repetición normales que
permiten un lenguaje fluido, a veces ecolálico, pero con
una pobre comprensión de lo que se dice. Sus
características son similares a los del afásico de
wernicke, pero con conservación de la comprensión
auditiva, porque la falla es el paso del significante sonoro al
significado. La lectura es casi normal, incluso en voz alta, si
bien está afectada la comprensión de lo que se lee.
La escritura conserva los grafismos normales, pero es mejor la
realizada al dictado que la espontánea.

Afasia motora transcortical: denominada
también adinamia verbal, afasia dinámica o
síndrome de aislamiento anterior;
se caracteriza por
la falta de iniciativa para la expresión oral o escrita
espontánea, llegando en los casos graves a un mutismo
total. Contrario a la afasia transcortical sensorial, en la
motora hay una dificultad para pasar de los significados
(conceptos) a los significantes (palabras), aunque la
comprensión de los sonidos verbales y de los grafemas
leídos son normales y la repetición buena, si bien
a veces es ecolálica.

Dentro de la afasia transcortical motora se presenta una
variante que es la afasia anómica, amnésica
o semántica,
se presenta por lesión difusa
o parcial de las áreas 37 y 39; su síntoma clave es
la anomia, que acompaña a la mayoría de las
afasias. Hay dificultad para encontrar y seleccionar el vocablo
adecuado a lo que quiere expresar, especialmente los sustantivos
asociados a un objeto. Pese a ello hay un mejor recuerdo de
conceptos abstractos, las desinencias verbales y las
partículas que dan forma a la oración, como las
preposiciones. Se presenta lenguaje con frases inacabadas, pobres
en sustantivos, vocablos mal seleccionados, lo que sorprende
frente a una buena comprensión auditiva, una buena
repetición y una lectura normal, aunque en la escritura si
repercute.

Afasia transcortical mixta o síndrome de
aislamiento del lenguaje:
se origina por lesiones masivas a
nivel fronto – parietal. Implica comprensión muy
alterada del lenguaje espontáneo, tanto oral como escrito,
pero se preserva la capacidad de repetición a menudo
ecolálica.

Afasias Subcorticales.

Las lesiones de la sustancia blanca subcortical originan
varios subtipos de afasias denominadas comúnmente
afasias subcorticales. Se caracteriza por su naturaleza
transitoria y por afectar a las zonas talámicas y
cápsulo-putaminales. En primer lugar pasan por un estado
de mutismo que puede evolucionar hacia una expresión
verbal con parafasias, hipofonía, etc. Y en algunos casos
con síntomas neorológicos graves, como la
hemiplejia.

Otras afasias.

Son pocas las personas cuyos centros de lenguaje no se
encuentran ubicados en el hemisferio izquierdo del cerebro,
aproximadamente sólo un 5% de las personas diestras y un
30% de los zurdos. En ellos la representación de las
funciones del lenguaje se ubica en el hemisferio cerebral
derecho; menos frecuentemente existe una
lateralización incompleta. Las alteraciones del
lenguaje en estos individuos se han denominado afasias
cruzadas.

Pero la afectación del lenguaje más grave
corresponde a la afasia global.

Afasia Global: resulta del daño masivo
de todos los centros del lenguaje, que determina la
anulación prácticamente total de la
expresión y una fuerte reducción de la
comprensión verbal. Del mismo modo la escritura suele
quedar casi bloqueada. Por lo que algunos autores la definen como
la "suma de las afasias de Broca y de
Wernicke".

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Disartria.

Es un trastorno específico de la
articulación del lenguaje y la voz. Las bases del lenguaje
(gramática, comprensión, etc.) están
intactos (García, López, Sánchez y otros,
2004).

Diprosodia.

Es una alteración en la modulación y ritmo
del habla (García, López, Sánchez y otros,
2004).

Las lesiones que afectan a las áreas
correspondientes a las del lenguaje en el hemisferio no
dominante, refieren Guyton & Hall (2006),
producen:

Aprosodia sensitiva.

Incapacidad para comprender las cualidades emocionales
del lenguaje.

Aprosodia motora.

Incapacidad para impartir un contenido emocional al
lenguaje.

Terapias de lenguaje

La terapia del lenguaje tiene que ver con todo lo que se
refiere a comunicación. Esto significa que trata con temas
relacionados con lenguaje (sistema de comunicación), habla
(la manera en que cada ser humano utiliza la lengua nativa para
comunicarse), y la voz (palabra o vocablo que espira una persona
para comunicar).

Hay que tener presente que si una persona no emite
sonido existen otras formas de comunicarse. Es ahí donde
interviene activamente el terapeuta del lenguaje para proveer de
herramientas y crear un método conveniente para que exista
interacción. En el caso de los sordos con su lenguaje de
señas, el papel específico del terapeuta del
lenguaje no es enseñarle dicho lenguaje signado, sino
llevarlo a controlar sus órganos fono articulador para
utilizar la voz y desarrollar una lectura labial y dar
significado a las palabras para potenciar lo que posean de
audición y enlazar una conversación. En el caso de
una persona que perdiera su capacidad para mover el cuerpo con
facilidad por causa de un derrame o una parálisis
cerebral, se le puede adaptar un sistema de comunicación
alternativo que basará la expresión de sus ideas y
necesidades en la combinación de señalamientos con
afirmaciones (un "si") o negaciones (un "no").

Entonces, el terapeuta del lenguaje buscará
maximizar las capacidades de una persona para comunicarse,
dará pautas para cuidados de la voz en personas con
actividades que implican un esfuerzo vocal como predicar, cantar,
hacer locución, impartir clases, entre otros.

Los problemas más frecuentes del lenguaje
son:

Dislalias (problemas de articulación).

Disfemias (problemas de tartamudez).

Retrasos del lenguaje.

Disfasias, afasias, apraxias.

Ejercicios de soplo.

Soplar una corneta o silbatos.

Aprovechar el baño para soplar las burbujas del
jabón.

Inflar globos.

Hacer bolitas de papel y pedirle que las sople en una
superficie plana como juego.

Ejercicios de labios.

Apretar los labios y aflojarlos sin abrir la
boca.

Separar ligeramente y juntar los labios con
rapidez.

Sonreír sin abrir la boca y posteriormente
reír.

Proyectar los labios hacia la derecha y hacia la
izquierda.

Oprimir los labios uno con otro, fuertemente.

Sostener un lápiz con el labio superior a modo de
bigote.

Inflar las mejillas y al apretarlas con las manos hacer
explosión con los labios.

Abrir y cerrar la boca como si bostezara.

Ejercicios de lengua.

Sacar la lengua lo máximo posible y volverla
dentro de la boca en movimientos repetidos a distintos
ritmos.

Mover lateralmente, la punta de la lengua, al lado
izquierdo y derecho.

Sacar la lengua y levantarla lo más posible y
luego, bajarla al máximo.

En el interior de la boca, llevar la lengua en todas las
direcciones.

Tocar la cara inferior de las mejillas interiores con la
punta de la lengua.

Movimientos giratorios de la lengua, siguiendo toda la
superficie de los labios, primero en un sentido y luego en el
contrario.

Movimientos rápidos de salida y entrada de la
lengua, vibrando sobre el labio superior.

Acartuchar la lengua doblando los laterales de la
misma.

Sacar y meter la lengua alternadamente, primero con
lentitud y luego con rapidez.

Ejercicios de mandíbula.

Abrir y cerrar la boca.

Hacer como si mascaramos chicle.

Imitar el movimiento de bostezo.

Recomendaciones.

Es importante que el niño realice estos
ejercicios de manera divertida, a manera de juego, la
motivación es la principal aliada para el logro de los
objetivos propuestos.

Deben ser lo suficientemente breves para evitar el
cansancio del niño/a.

Acudir a un especialista o terapeuta cuando se tenga
dudas sobre el normal desarrollo del lenguaje del niño,
él será la persona más indicada para
detectar cualquier problema o anomalía y orientarnos sobre
cuáles son las terapias más
convenientes.

Procesos que se llevan a cabo en la
terapia

  • Se debe realizar diversos ejercicios de
    movilización de órganos que intervienen en
    producción del habla, especialmente la lengua, labios
    y mandíbula.

  • El orientador muestra a la persona un dibujo de la
    palabra a pronunciar.

  • El orientador realiza la pronunciación de la
    palabra.

  • La persona observa el movimiento labial.

  • La persona pronuncia la palabra viéndose en
    un espejo.

  • El orientador escucha la pronunciación
    realizada por la persona.

  • El orientador corrige su
    pronunciación.

  • La persona realiza el proceso nuevamente.

Conclusiones

La memoria influye de manera significativa en el
desarrollo de otras actividades cognitivas, como por ejemplo, en
el lenguaje la memoria ayuda a que una persona pueda almacenar
palabras, reglas, conceptos, etc., que conforman un idioma
determinado, también para mantener la ilación de
una conversación. A su vez puede sufrir alteraciones que
afectan la vida de la persona, como es el caso del
Alzheimer.

El pensamiento es un patrón global que transmite
señales por todo el cerebro, en las cuales interviene la
estimulación del Sistema Límbico, el Tálamo
y la Formación Reticular; el área de
asociación pre frontal se le considera un área de
asociación importante para la elaboración de los
pensamientos. Algunos trastornos del pensamiento se asocian
típicamente con algunos trastornos psiquiátricos
del pensamiento, los cuales se dividen en trastornos del curso y
trastornos del contenido del pensamiento.

El lenguaje es uno de los procesos más complejos
que se llevan a cabo en la corteza cerebral, en el que
están implicadas las áreas de Broca
(formación de las palabras) y de Wernicke
(comprensión del lenguaje), así mismo éstas
áreas se conectan con otras zonas corticales y
subcorticales para hacer posible la producción del
lenguaje y expresión del habla. El lenguaje tiene
dominancia en el hemisferio izquierdo, son pocas las personas en
las que el centro del lenguaje se ubica en el hemisferio derecho.
Las alteraciones en áreas que participan en la
producción del lenguaje pueden provocar diversos
trastornos dependiendo del área afectada. Siendo las
más conocidas las afasias y disartria. Mediante terapias
de rehabilitaciones físicas y psicológicas es
posible ayudar al sujeto a revertir estos trastornos, aunque en
casos muy graves se puede perder tanto la capacidad de
comprensión del lenguaje, así como la
expresión verbal.

Referencias

García, N., López, A., Sánchez, R.
et. al. (2004). Anatomía de los órganos del
lenguaje, visión y audición.
(2ª. ed.).
España: Editorial Médica Panamericana,
S.A.

Guyton, A. & Hall, J. (2006). Tratado de
Fisiología médica
. (11ª. Ed.).
España: Elsevier.

Guyton, A. & Hall, J. (2006). Tratado de
Fisiología médica.
México: Ed.
McGraw.

Guyton, A. (1987). Fisiología Humana.
México: Ed. Interamericana.

Guyton, A. (1992). Tratado de fisiología
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España: EDIGRAFOS

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Worchel, S. y Shebilske, W. (1998).
Psicología: Fundamento y Aplicaciones.
España: Ed. Prentice Hall Iberia.

 

 

Autor:

Sheyla Yanina Guerrero Puelles

Universidad Particular De Chiclayo

Facultad De Ciencias De La Salud

Escuela de Psicología

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